OEA: ¿qué festejamos?

Danilo Arbilla //
Con motivo de su 60 aniversario la Organización de Estados Americanos (OEA) ha previsto una serie de festejos para celebrar el acontecimiento.
¿Qué festejamos? ¿Qué se puede festejar?. Muy poco
Quizás sí y con justicia hay que destacar y aplaudir el funcionamiento, muy especialmente en la ùltima década, de la Comisión de Derechos Humanos y también de la Relatoría para la Libertad de Expresión, particularmente en los primeros 7 años de su existencia.
Fueron tiempos en que , por suerte, a nivel político la organización funcionó poco. Para EEUU hace mucho ya que la OEA dejó de ser un instrumento realmente ùltil para sus intereses, prioridades y urgencias. Simultáneamente, la inexistencia de algún bloque de peso con propósitos y fines específicos,- como aparentemente surge ahora con el autoproclamado "eje progresista" compuesto por los nuevos gobiernos neopopulistas- y la aparición o fortalecimiento de organizaciones competitivas - presidentes y jefes de estado iberoamericanos, grupo de Rio , Mercosur- contribuyeron al aquietamiento de la organización. A la vez implicó la ausencia de interferencias polítcas, lo que ayudo positivamente al funcionamiento de aquellos cuerpos vinculados a los derechos humanos.
Desde su creacion en 1948 la OEA en gran medida fue un instrumento de la Secretarìa de Estado y estuvo al servicio de politica exterior del hermano mayor y en más de una oportunidad se prestó a avalar y legitimar acciones y actuaciones de los EEUU, muy dificiles de defender.
Luego ingresó en una especie de limbo, con determinadas actuaciones, pero siempre menores, y no tuvo , por ejemplo, ninguna incidencia real en la caída de las dictaduras militares y el retorno a la democracia.
En el 2001 aprobó la " Carta Democrática Americana" lo que se resalta como uno de sus mayores logros. Fue el 11 de setiembre , en Lima, Perù, , el mismo dìa del atentado contra las Torres Gemelas, lo que hizo que pocos se percibieran y valoraran la aparición de "la Carta Democrática." . Los hechos posteriores, en tanto, no han contribuido ha mejorar su cotización real, aunque en estos días su Secretario General, el chileno José Miguel Insulza, la destaque como un hito importante y emergente de la nueva realidad " democrática" de América Latina.
Desde la vigencia de "la Carta" han habido hechos no muy democràticos: en Argentina tras una asonada cayo el presidente legitimo, y en dos meses lo sucedieron tres presidentes, terminando en el poder el que habìa perdido las elecciones. En Paraguay eligieron vicepresidente mientras siguió de presidente quien no fue electo. En Bolivia otra asonada hizo caer un presidente. En Venezuela los militares dieron un golpe y un contragolpe; sacaron y volvieon a poner la misma persona. En Ecuador desalojaron el Parlamento y la policìa impidio el ingreso a los legisladores de la oposicion que además constituían mayoría . Se multiplicaron las intervenciones e interferencias de todo tipo- directas, sutiles y disimuladas, verbales, financieras- entre países miembros, sin que hubiera ningún problema salvo con la reciente de Colombia en Ecuador. La libertad de Prensa se viola insistentemente y en muchos países lo de la separación de Poderes es una reliquia del pasado y la Justicia, por una razón u otra responde o está sometida al Poder Central. Y todo esto parece que no viola y cabe perfecto en la Carta Democrática.
Insulza destaca que no hay uno solo miembro que no sea " la expresión soberana de la voluntad de las mayorìas". Quizás se le va la mano. ¿Basta con que haya elecciones?¿ Se puede hablar de elecciones libres, cuando desde el poder se compra o se ataca y presiona a la prensa? ¿Cómo se computa , cuando se habla de mayorías soberanas, el uso de dineros publicos, propios del paìs o de paìses amigos, en la compra de votos y voluntades?
Lo de Insulza extraña, sobre todo a los que tenían fundadas ilusiones en la impronta personal del exministro chileno. Quienes no eran tan optimistas con su gestión, enmarcan su conducta en lo que entienden es una " nueva epoca" de la OEA, que comenzó, precisamente, con la pelea por su elección como Secretario General.
Es el paso estiman, de la OEA de ayer, instrumento de uno, a la OEA de hoy, instrumento de otros.
En estos momentos la organizacion trabaja en el tema de Colombia y Euador y en las ùltimas horas una mision suya, con Dante Caputo al frente, intervenía en el conflicto interno boliviano. Lo que resulte de estas actuaciones nos dirá qué OEA tenemos.
Mientras tanto , si quieren , que fetejen y apaguen las velitas. Al pedir los tres deseos, ya de paso, uno podrìa ser por una OEA que no sea instrumento de nadie.
daft@adinet.com.uy
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