Libertad!

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jueves, 15 de mayo de 2008

Antonio Cova Maduro // ¿Está usted seguro?

Antonio Cova Maduro // ¿Está usted seguro?

La ofensa inferida por Lula tiene trazos de premeditación, alevosía y contumacia
Como una bofetada seca y abrupta, millones de venezolanos recibimos las declaraciones del señor Lula da Silva al importante semanario alemán Der Spiegel. Según este señor, "Hugo Chávez ha sido el mejor Presidente que Venezuela ha tenido en los últimos cien años". No parecen ser declaraciones al voleo: bajándose de un carro o subiéndose a un avión, sino parte de unas declaraciones meditadas a un medio conocido. Por eso mismo, la ofensa inferida a los venezolanos tiene trazos de algo hecho con premeditación, alevosía y contumacia.
¿Qué competencias adornan al señor Da Silva para emitir tan tajante juicio? Las desconocemos. Y las ponemos en duda, porque, hasta donde sepamos, fuera de ser eterno aspirante a la Presidencia de Brasil y connotado líder sindical devenido a político profesional, no sabemos que posea títulos ni capacidades académicas de probado historiador para emitir tal juicio. No albergo la menor duda de que, de la historia de Venezuela conoce muy poco.
Si carece de competencia para que se le tome en serio tal juicio, entonces ¿qué razón tendría para emitirlo? Suponemos que la manifiesta hostilidad hacia el señor Chávez que debe haber olido entre los europeos. Después de todo, de lo que sí ha dado pruebas suficientes el señor Da Silva, es de olfato político cada vez que le ha hecho falta.
El que quisiese explicar o mejor, justificar lo que los europeos de lejos creen percibir: un claro viraje hacia la izquierda en América Latina, no dota de fuerza al juicio emitido. Mucho menos de aceptación. No pasaría de ser la opinión que este señor -que por aquí ha pasado de vez en cuando- tiene, no sólo de un personaje como el que los venezolanos padecemos, sino del proceso que él ha desatado estos diez agónicos años. Por eso mismo, su opinión, la de Lula, muy poco respeto nos merece.
¿Y por qué esa carencia de respeto? Porque son falsas, en primer lugar, y porque muestran un desdén inaceptable hacia los venezolanos. En efecto, señor Lula, esos cien años que usted adoptó comenzaron en 1908 con el zarpazo que el General Gómez le diera a su carnal, el cabito Castro y cubren nuestro rico siglo XX. Usted los ha despachado de un plumazo, o mejor, con palabras ligeras.
En esos cien años, señor Da Silva, Venezuela entró en la modernidad de la mano del partido de masas de carácter popular más impresionante que su historia haya contemplado. En efecto, durante los tres años en que gobernó ese partido (con el que nunca comulgué, déjeme decirle), el pueblo venezolano hizo mil veces más avances que en estos horribles diez años de un gobierno militar disfrazado de revolución popular.
Y en ese siglo, que usted despacha con ligera desfachatez, Venezuela vivió cuarenta años de democracia, Estado de Derecho y elecciones libres. En esos años construyó una admirable infraestructura, nacionalizó su petróleo, su hierro y su aluminio. Tuvo una de las más eficientes policías dependientes del Poder Judicial que este continente contemplara y sus hijos pudieron codearse con lo mejor de América y Europa.
Y de pronto, señor Da Silva, llegó su héroe. De lo que pacientemente este país había construido queda poco. Su mejor industria, la petrolera, yace hoy postrada y saqueada, mientras que el hierro y el aluminio sólo dan pérdidas. Sus hijos, los mejores quizá, hoy se reparten por doquier, desplazados por ineptos voraces.
Con este "gran" Presidente campean la muerte y la corrupción, tenemos una "familia real" obscenamente enriquecida; y hasta un "consejo de guardianes" que pretende decirnos por quién votar y por quién no. Con él, Venezuela contempló, pasmada, la acción de una especie de "Index librorum prohibitorum", sólo que esta vez no eran libros sino una lista maldita que excluyó a miles de venezolanos de la vida pública: una vergüenza que nuestra historia -la de más de cien años- ¡jamás había contemplado!
¿Ignora usted que, en estos diez años Venezuela ha recibido más recursos que nunca antes, que para nada le sirven? ¿No ha visto cómo, impúdicamente este "gran" Presidente regala a diestra y siniestra lo que sólo pertenece a sus compatriotas, a quienes jamás solicita anuencia? Y con cada "regalo" los venezolanos ven desaparecer sus posibilidades: ni empleo ni vivienda, ni na' ni na'.
Razones nos sobran, pues, para considerar ofensivas y mendaces sus declaraciones, señor Da Silva. ¿Nos darán ellas derecho a considerar que esas son "cosas de brasileños", como a lo mejor ustedes creen que Chávez es el epítome de lo venezolano?
Ojalá que no.
antave38@yahoo.com

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