Libertad!

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lunes, 15 de septiembre de 2008

Eduardo Massieu Paredes // ¿Y dónde están los estudiantes?

El estudiantado ha sido señalado como uno de los sectores más creíbles de la sociedad
Esa interrogante me la han planteado numerosas veces las últimas semanas, y representa un claro sentir de muchos venezolanos que se angustian ante la inminente supresión de nuestras libertades y la sustitución de un sistema democrático por uno tiránico.
La pregunta inicial también sugiere el cuestionamiento de la presencia y postura del movimiento estudiantil ante las imposiciones presidenciales en estos meses difíciles para la institucionalidad venezolana. ¿En qué andan? ¿Qué piensan hacer? ¿No van a reaccionar? Son apenas una fracción de las inquietudes que surgen desde distintos grupos de la población.
Luego del surgimiento público y comunicacional, durante los arduos meses del cierre arbitrario de RCTV y la fallida reforma del 2D, el estudiantado venezolano ha sido señalado como uno de los sectores más creíbles de la sociedad. Un estatus para nada buscado, pero que asumimos con una tremenda responsabilidad y humildad. Era lógico pensar que algún día el movimiento estudiantil pasaría de moda.
El movimiento en ningún momento pretendió ser eso, no es tampoco una cara o una rueda de prensa, sino una garantía a la sociedad de que existe una generación dispuesta a arriesgarse por vivir en un mejor país, un anhelo de reconciliación, que con educación y trabajo desea construir patria. No ha desaparecido Que a nadie le queda la duda de que el movimiento estudiantil no ha desaparecido. Puede que con el pasar del tiempo se hayan cometido diversos errores, muchos de ellos ya internalizados y en su mayoría trabajamos para corregirlos. Un sector señaló que el pecado original fue que los estudiantes se ligaron a los partidos, como si éstos fueran leprosos, y que ahí se perdió la esencia y la inocencia de muchos jóvenes. Si bien no estoy de acuerdo conque se mezclen los objetivos de unos con otros, y que en ningún momento los partidos deben estar detrás de la toma de decisión del movimiento estudiantil, es totalmente sano que estudiantes se incorporen progresivamente a la vida partidista.
Hay que fomentar que cada día más y más jóvenes asuman las riendas de la dirigencia política de este país, ¿o es mejor dejarles ese terreno a los más mediocres? A cada sector de la sociedad le tocará reaccionar. Esta no es una lucha aislada, donde los estudiantes serán los únicos defensores de la democracia. Médicos, obreros, maestros, militares, empresarios deben sentir ese llamado. Toda la sociedad debe asumir su liderazgo y responsabilidad histórica.
Volveremos a aquellos días cuando nuestras batallas están por encima del ajetreo diario. Reiniciaremos la lucha por los principios y valores republicanos que queremos se fomenten en nuestra sociedad. Creemos que el rol del estudiante es luchar por la libertad como valor, por encima de la discusión banal de un Aló Presidente. Debemos hablar sobre seguridad y reconciliación por encima de cualquier "trapo rojo".
El tiempo le ha valido al movimiento estudiantil la oportunidad de vencer sus propios miedos y prepararse mejor para lo que se nos viene. Mayor legitimidad Que nadie tenga la duda de que el movimiento estudiantil está mucho más organizado que antes, que tiene mayor legitimidad que nunca. El tiempo nos ha dado la oportunidad de prepararnos más y mejor. Estamos más conscientes de dónde venimos y adónde vamos, de nuestra realidad histórica, de nuestros barrios y caseríos.
Hay menos ingenuidad a la hora de planificar estrategias y acciones, la integración entre las distintas casas de estudio está más articulada y contamos con más apoyo de parte de la sociedad. En definitiva estamos cada vez más convencidos de nuestra causa: el respeto por los derechos humanos. Queda bastante claro para toda la sociedad que ya pasaron los tiempos de ruedas de prensa, fama y popularidad, a partir de ahora viene un trabajo profundo en las raíces del venezolano, arduos sacrificios personales y familiares.
El movimiento estudiantil no es una cara o un discurso bonito, es un mensaje de libertad, de justicia y de vida. Queremos y vamos a llegar a los sectores más desposeídos, venimos de ahí, y vamos a bregar por un retorno de los valores a la familia venezolana. Nos colocaremos por encima de las ofensas diarias, y les haremos ver a todos que nuestra bandera es tu libertad. El movimiento estudiantil dejará claro que no es pasado, sino una generación de relevo que cambió el país para siempre. La división, la violencia, y el desencanto con nuestra sociedad, cambiarán. Nos empeñaremos en trabajar juntos. ¡Nosotros seguimos!
cedice@cedice.org.ve

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