Sistema mayoritario del PSUV no es transparente, imparcial o confiable
La Ley Orgánica de Procesos Electorales obvia precisar mecanismo para auditar sistema de votación (Nicola Rocco)
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La Ley Orgánica del Procesos Electorales (Lope) supondrá "la destrucción definitiva" del derecho a elegir de los venezolanos. Esta es la conclusión del análisis realizado por los técnicos de Súmate al contenido de la norma que debe sustituir a la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política. Dashiell López, coordinador de contraloría electoral de Súmate, sostiene que la Ley viola tres principios fundamentales de todo sistema democrático: transparencia, imparcialidad y confianza.
En el análisis del texto aprobado por los diputados del PSUV y de PPT -estos últimos ahora se retractan de su apoyo- los técnicos de Súmate descubren que la ley "legaliza las irregularidades y las violaciones cometidas en el pasado por parte del CNE y de todas las organizaciones e instituciones asociadas al tema electoral".
Para justificar la falta de transparencia que la Lope confiere al sistema electoral, López explica que el instrumento "elimina la obligación de entregar la direcciones de los ciudadanos inscritos en el Registro Electoral". Además, no especifica la fecha de cierre del padrón, ni la forma en qué será auditado. La falta de transparencia también se evidencia en la ausencia de menciones a la observación nacional e internacional de los comicios, al restar autonomía de funcionamiento a las mesas, al no establecer taxativamente que las actas deben imprimirse antes de la transmisión de los resultados y en que se deja en manos de los rectores del CNE la redacción de, al menos, 10 reglamentos diferentes para cada proceso electoral.
Según López, la Ley Electoral también consagra la falta de "imparcialidad" del sistema electoral al permitir que los funcionarios que aspiran a la reelección permanezcan en sus cargos, al legitimar el uso de las morochas y por ende anular la posibilidad de que las minorías puedan tener acceso al Parlamento nacional; y en abrir la posibilidad de un diseño parcializado de las circunscripciones electorales (permitir que los zonas de voto militante chavista elijan más cargos que las zonas de oposición).
La Ley, desde la perspectiva de Súmate, acentúa la desconfianza en el sistema electoral al mantener el uso de las captahuellas y no precisar que éstas permanecerán desconectadas durante el acto de votación. Además, la ley omite precisar el tipo de auditoría que podrá realizarse al sistema de votación. Para López, es vital que la sociedad se active para "poder defender que sus votos sean respetados" y contabilizados correctamente. emartinez@eluniversal.com
Eugenio G. MartínezEL UNIVERSAL
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