José Félix Oletta L.
Fabricar vacunas no es como "soplar y hacer botellas". Las declaraciones del ministro Chacón, sobre la creación de una planta de producción endógena de vacunas contra la influenza son engañosas y crean una falsa expectativa de seguridad en la población, que se imaginará que la línea de producción de vacunas estará operativa para mediados del año 2010.
Los expertos en esta materia, saben que es un proceso largo de aprendizaje y de cumplimiento de rigurosos controles de buenas prácticas, y de estándares internacionales supervisados por organismos internacionales de gran competencia y rigurosidad técnica.
¿Nos preguntamos, si el no haber completado aún esos controles es lo que ha detenido, por varios años la producción de vacunas en el Centro de Producción de Inmunógenos del INHRR en Caracas?. Mal puede esperarse que de la noche a la mañana, estemos produciendo vacunas contra la influenza en una nueva planta que va a nacer. (Pero hay que tomar en cuenta que estas son declaraciones del ministro que vaticinó el 4 de mayo de 2009 que no habrá terremotos en Venezuela en los próximos 1000 años).
La noticia incluye también una imperdonable omisión.
La Planta de Hemoderivados de Quimbiotec fue iniciada en diciembre de 1988 e inaugurada en julio de 1998, plenamente operativa, y en plena producción, luego de un proceso de casi 10 años de aprendizaje y desarrollo técnico-científico, una labor fecunda de los investigadores venezolanos del IVIC que tenazmente lucharon para que esta tecnología estuviera al alcance de la población venezolana. Por ese logro recibieron la Orden del Libertador, otorgada por el Sr. presidente de la República Dr. Rafael Caldera. No reconocer esto sería una mezquindad o una deliberada intención de torcer la verdad cuando se dice que los logros son producto del esfuerzo de los últimos 10 años.
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