Gerónimo Alberto Yerena Cabrera
Quizás, la primera vez que se hace referencia por escrito de este barrio fue cuando se nombran los linderos de la parroquia Nuestra Señora de Altagracia, separada como parroquia aparte de la Catedral en el año 1750, fecha en la cual el cantón o barrio quedó integrado a la parroquia. Estos datos aparecen registrados en la Matricula de la parroquia Altagracia. 1775. A. A. de C. Sección Parroquiales, Altagracia Caracas. Carpeta Nº 2. (1).
La descripción de los límites de la parroquia es la siguiente:
“De Oriente a Poniente desde el río Catuche por la calle titulada de Cristo Crucificado, y plasuela de la misma parroquia a los Teques y campos correspondientes; y desde el Sur a Norte, desde la propia calle río arriba de Catuche al cerro La Guaira.”
Era una zona que abarcaba varias cuadras, compuestas de rancherías habitadas por una clase social de escasos recursos y limitado nivel educativo. La gran mayoría de los ranchos estaban distanciados uno del otro, sobre todo al Sur; estaban situados entre la quebrada de Quita Calzón y la quebrada de Los Padrones, lo que actualmente es hoy la zona más hacia el oeste de la parroquia de Altagracia.
Esta zona al principio se llamó Cantón El Teque y luego al ir reduciéndose su extensión por avance del urbanismo convencional se denominó Barrio El Teque, tal como aparece en el plano de la ciudad del año 1810 (2), y, más preciso aún, en otra versión del plano de 1810 en conmemoración del centenario del 19 de abril, donde hacen una condensación de la Caracas de esa época hasta 1843, intervalo cuando Caracas no sufrió ninguna modificación en relación a su topografía urbanística (3). En los planos de 1810 y 1843, así como en el plano de 1801 elaborado por Francisco Depons, donde también figura el barrio, la quebrada de los Padrones aparece con el nombre de Quebrada de Leandro (4). En el plano de 1897(5) se delimitan ambas quebradas, así como el resto de las quebradas caraqueñas para la época.
Si estudiáramos un plano actual de la ciudad, el área estaría comprendida hasta mediados del siglo XIX, aproximadamente entre los siguientes límites:
Por el norte, hacia el este la actual esquina de Gobernador, por donde a media cuadra pasa la quebrada de los Padrones y hacia el oeste media cuadra de la esquina de Zapatero, sitio por donde baja la quebrada de Quita Calzón; a ese nivel la quebrada baja entre Zapatero y Cola de Pato.
Al sur, se ampliaban sus límites entre la actual esquina de Bolero por el este, hasta ranchos dispersos cercanos a la esquina de Pagüita.
Luego, a medida del crecimiento del urbanismo, se pobló más la ciudad con construcciones de mejor calidad y el área de rancherías se fue reduciendo paulatinamente; ya en el Plano Topográfico de la Ciudad de Caracas levantado en 1875 por orden de Guzmán Blanco (6), desaparece el nombre del barrio, y toda la zona de lo que para la época correspondía a la parroquia de Altagracia aparece con el nombre de sus actuales esquinas (aproximadamente 49 esquinas); pero, no así, desapareció en el recuerdo de los caraqueños el que allí existió ese barrio; si revisamos El Plano de Caracas de 1890 elaborado por Pablo Díaz (7), observamos que la zona correspondiente al norte, entre las esquinas de Poleo y Buena Vista, aparece destacada como El Teque, esto, como recuerdo al viejo barrio casi desaparecido para la época.
Aún a finales del siglo XIX los pocos ranchos que permanecían en sus alrededores, sobre todo en la parte oeste de la actual parroquia de Altagracia, se siguió llamando por costumbre El Teque, aunque la zona, en realidad, ya no correspondía a la original de los planos de 1810 a 1843.
Este barrio tuvo relevancia en la época de la declaración de la Independencia; luego del 17 de agosto de 1811, fecha de la firma del Acta de la Independencia por los diputados de la Asamblea, unos canarios que habitaban el Cantón El Teque se alzaron; días después son dominados y fusilados diez y seis de ellos (8).
En la parte más hacia el sur, donde se encontraba la posesión La trilla, y que se denominaba en forma no oficial El Teque, fue construida la mansión que es hoy el Palacio de Miraflores (9).
Don Lucas Manzano en su libro Crónicas de Antaño, narra dos situaciones en relación al barrio El Teque; la primera, en su artículo sobre El Puente Guanabano dice: “Los vagabundos de El Teque hacían suya la soledad imperante para desvalijar el viandante si era del sexo barbudo, o vejarlo, en no importa qué manera, si cubría su cuerpo con trajes vaporosos ” (10); la segunda, en su artículo Medio Siglo Atrás (11) -se refería al último cuarto del siglo XIX- comenta la graciosa y picaresca anécdota: “ En las jerusalenes montada en escena en el teatro de corral situado en la Esquina de Pineda, don T. Rasgo, tuvo la osadía de distinguir su casa a renglón seguido de su patronímico con un 8 descomunal; allí se congregaban las compadrerías de El Teque y el Estado Vallenilla para armar bululúes que comenzaban por una
chirigota endilgada a la Magdalena, por su desproporción en el corpiño, y concluían con una tunda de garrote que ponía en tensión nerviosa la ciudad….”
Como podemos apreciar, en los relatos de Don Lucas Manzano vemos que El Teque fue el primer barrio marginal que tuvo la ciudad de Santiago de León de Caracas
Estas quebradas dejaron de figurar en los planos de Caracas a finales del siglo XIX; por una parte, al crecer la ciudad y la desforestación que la siguió, el caudal se fue reduciendo; por otra, las quebradas en sí eran de un caudal pequeño, más aún en época de verano, y con la urbanización a su alrededor se transformaron, al quedar embauladas, en simples conductos de drenajes, sólo queda como recuerdo las esquinas que llevan sus nombres: Esquina de Quitacalzón y esquina de Tinajitas, la quebrada de los Padrones, era de mayor caudal, está también embovedada y en muy pocos sitios se puede apreciar su lecho, desemboca en la quebrada de Caroata, cercana a la Esquina de Aserradero.(12).
Un comentario final en cuanto a este artículo del barrio o Canton El Teque: como pueden ustedes apreciar en la bibliografía y planos mencionados, el barrio El Teque se conocía, por lo menos, desde principios del siglo XVIII, así como las pocas menciones aisladas que de él se hacen. Me llamó poderosamente la atención en la investigación que pude realizar sobre este barrio que no encontré ningún artículo específico sobre él, motivo aún más, que me estimuló a escribir este ensayo.
Bibliografía y planos
(1).- Lila Mago de Chopite. Caracas y su crecimiento Urbano. Publicación de la Unidad de Cultura y Publicaciones del Instituto Universitario Pedagógico de Caracas.1986. p 81.
(2).- Plano de la ciudad de Santiago de León de Caracas. 1810. Editado por el diario El Universal, Colección Histórica Mapoteca IGVSB.
(3).- Plano de la Ciudad Santiago de León de Caracas en el año de 1810. “según apuntaciones del ilustrísimo Señor Don Mariano Martín y planos de F. de Pons; A.J. Jesurun y otros, historiadores e ingenieros, desde 1771 hasta 1843; con fecha 19 de abril de 1910 y firmado por E. Mendoza Solar. Recuerdo del primer Centenario de la Independencia de Venezuela”. Publicado en el libro Atlas de Venezuela. Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables. Dirección de Cartografía Nacional. Segunda Edición.1979.
(4).- Gerónimo Alberto Yerena Cabrera. Historia de las quebradas del Valle de Caracas. 2007.
(5).- Caracas Plano de la ciudad. Situación de las parroquias foráneas. Por R. Razetti. 1897. Editado por el diario El Universal, Colección Histórica Mapoteca IGVSB.
(6).- Plano topográfico de la ciudad de Caracas. Capital de los Estados Unidos de Venezuela. Plano levantado por orden del Ilustre Americano Gral Antº Guzmán Blanco. 1875. Atlas de Venezuela. Editado por el Ministerio de Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables. Dirección de Cartografía Nacional. Segunda Edición. 1979. p 14.
(7).- Lila Mago de Chopite. Caracas y su crecimiento Urbano. Publicación de la Unidad de Cultura y Publicaciones del Instituto Universitario Pedagógico de Caracas.1986. p 225.
(8).- José Nucete Sardi. La Ciudad y sus tiempos. Edición del Cuatricentenario de Caracas. p 35.
(9).- Graciela Schael Martínez. Estampas Caraqueñas. Ediciones del Concejo Municipal del Distrito Federal. 1975. P 169.
(10).-Lucas Manzano. Crónicas de CaracasAvila Gráfica, S.A-Impresores. Caracas 1951. P79.
(11).- Ibidem.p 109.
(12).- Gerónimo Alberto Yerena Cabrera. Historia de las quebradas del Valle de Caracas. 2007.
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