Libertad!

Libertad!

domingo, 31 de agosto de 2008

La solución es militar


Alexis Ortiz.

Hace algún tiempo, en la Càmara de Comercio Venezolano Americana de Florida, cuando la presidìa Josè Gregorio Tovar, el lùcido economista venezolano Gerver Torres en una inolvidable conferencia, nos dijo: en nuestros paìses la soluciòn es militar.

Claro que Gerver no postulaba la idea de colocar de nuevo al mando de nuestras vapuleadas repùblicas, a uno de esos gorilas tropicales, que han llenado la historia latinoamericana de atraso, represiòn y discursos rimbombantes.

No, èl se referìa màs bien a la necesidad de que la gente latina comprendiera, de una vez por todas, que la soluciòn de nuestro entorno no està en la entronizaciòn de caudillos y programas salvacionistas, sino en la participaciòn, en militar si, pero en un partido polìtico, un sindicato, un gremio profesional, una ong o cualquier otra manifestación de la sociedad civil y la responsabilidad ciudadana.

Muy mala experiencia han tenido los lìderes civiles de nuestro hemisferio, de su enredo con militares. En Repùblica Dominicana, Rafael Estrella Ureña facilitò la llegada al poder de Rafael Leonìdas Trujillo en 1930, para que al año siguiente este general lo obligarà a huir del paìs para salvar la vida. En 1945 Ròmulo Betancourt se aliò con la “gloriosa juventud militar”, lo que a la postre le costò a Venezuela diez años de la dictadura de Marcos Pèrez Jiménez.

Y no olvidemos que el oficial de confianza de Salvador Allende era Augusto Pinochet.Mientras que si algo explica la estabilidad y progreso continuo de la pequeña Costa Rica, fue la decisión que tomaron los institucionalistas de ese paìs, liderados por el astuto Pepe Figueres, de eliminar las Fuerzas Armadas y civilizar la vida civil de los ticos.

Vale la pena revisar ese ejemplo aunque parezca utòpico. Si no hay guerras no tiene porque haber ejèrcitos, y, si no hay ejèrcitos lo màs seguro es que no haya guerras, o se haga màs difícil su promoción y ejercicio.

Todas estas reflexiones vienen a cuento porque observamos a mucha gente desesperada por los abusos de poder del neocomunismo, llamado eufemísticamente socialismo del siglo XXI, que piensa que la salida para la crisis es militar.

La tradicional soluciòn militar, de cambiar una crisis por otra o una tiranìa por otra. Pero la historia se empeña es desmentir a los buscadores de salidas fàciles e inevitablemente violentas. La vida nos enseña que la Democracia es Civil y que las salidas màs seguras, aunque tarden màs, son necesariamente institucionales, electorales, pacìficas y afincadas en el debate ideològico.No se nos escapa que muchos impacientes se dejan atrapar por el odio que trata de sembrar en los corazones el neocomunismo, para postular al igual que estos, necedades como esas de que la violencia es la partera de la historia o la libertad se conquista a machetazos.

Si se quiere saber como se logra una repùblica libre y democràtica, sin traumas ni divisiones, o como se conquistan derechos sin derramar ni “la sangre que cabe en un colibrí”, revisen el itinerario vital de Mahatma Gandhi, Martin Luther King y Nelson Mandela, quienes en su momento fueron acusados de ingenuos por los desesperados.

Vamos a buscar entonces la verdadera soluciòn militar en la participaciòn ciudadana.

jalexisortiz@hotmail.com