Luis Izquiel // Unidad a medias

La triste realidad que vivimos hoy hace necesaria la unidad para combatir al Gobierno
Las organizaciones políticas que representan la defensa de la democracia, utilizaron una fecha emblemática como el 23 de enero, para suscribir un pacto que procura enfrentar al régimen, presentando candidaturas únicas en cada gobernación o municipio del país.
En tiempos de normalidad de un sistema democrático, un acuerdo de esta naturaleza, que intenta conciliar a partidos políticos de diversas corrientes ideológicas, que son competidores naturales entre sí, no sólo sería innecesario sino hasta inconveniente, ya que iría en contra del crecimiento de muchas de estas organizaciones y al elector se le estarían presentando para su escogencia pocas opciones.
Pero la triste realidad que vivimos, hoy hace necesaria la unidad, para combatir al gobierno de un Presidente que es capaz de desobedecer al pueblo que negó la espuria reforma constitucional el 2 de diciembre pasado, pretendiendo esta vez imponerla a través de leyes promulgadas por vía habilitante, que tanto en su forma como en el fondo, resultan contrarias a la Carta Fundamental.
De igual forma, la unidad es vital para luchar contra un régimen manirroto, que utilizando los inmensos ingresos obtenidos por la venta de nuestro petróleo, regala nuestra riqueza a otros países, para satisfacción del ego presidencial, en detrimento de todos los venezolanos.
Para el momento de escribir este artículo, a pesar de grandes esfuerzos, la unidad total no ha sido posible. Sin embargo, hay que ser optimistas, ya que aunque no sea lo ideal, hasta días antes del 23 de noviembre, hay posibilidad de que muchos candidatos depongan sus intereses personales y piensen en el país que se los reclama.
En el caso del municipio El Hatillo, donde resido, la candidata Myriam Do Nascimento, apoyada por Acción Democrática y Proyecto Venezuela de los hermanos Catalán, se ha negado rotundamente a escuchar los llamados de la aspirante Delsa Solórzano, con mayor opción en las encuestas, para que se midan definitivamente en un sondeo final, a los fines de presentar una candidatura unitaria.
En este último caso, así como en otros que lamentablemente se repiten en distintos lugares del país, sin que la abstención sea nuevamente una opción, los ciudadanos demócratas encontraremos vías para consolidar la deseada unidad y con seguridad castigaremos en las urnas electorales a aquellos candidatos opositores que por razones mezquinas y subalternas hayan obstaculizado el necesario acuerdo unitario.
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