La unidad democrática

Los partidos políticos debemos entender la necesidad de actualizar nuestra visión del momento que vive Venezuela, no es tiempo de prioridades a los planes particulares, o de grupos, que aunque sean legítimas
Por: Gustavo Mujica

Quienes apostamos con franqueza por una Venezuela democrática, debemos entender que estamos frente a un gobierno que a pesar de tener las instituciones del Estado y los recursos de todos los venezolanos confiscados, no tiene el respaldo de las mayorías.
No debemos perder de vista que si no alcanzamos un acordeón unitario, que recoja la sintonía de todos los factores políticos y sociales de esta lucha, estaríamos castigando a esa mayoría del pueblo, que reclama la unidad con la misma fuerza que rechaza al régimen.
El modelo unitario tiene que ser construido con la mayor amplitud posible, en la idea de que absolutamente todos los sectores democráticos son necesarios, eso implica valorar la lucha de los trabajadores de Guayana y los petroleros, con la misma contundencia que a los estudiantes, intelectuales, ONG y gremios profesionales.
Debemos plantearnos la consolidación de una nueva mayoría política, que haga posible el triunfo electoral en los eventos de 2010, y que destaque el reflejo de esos liderazgos que han surgido en esta larga y dura lucha contra el autoritarismo.
Los partidos políticos debemos entender la necesidad de actualizar nuestra visión del momento que vive Venezuela, no es tiempo de prioridades a los planes particulares, o de grupos, que aunque sean legítimas, esas aspiraciones no pueden estar por encima de lo fundamental, que es la de recuperar este país de la tragedia que lo envuelve en la amenaza de consolidar el autoritarismo.
Hay que hacer todo el esfuerzo posible, para construir desde ya, las estrategias para ganar y empezar a cambiar el país desde el 2010, entendiendo lo fundamental de ganar la Asamblea Nacional frente a un gobierno que con el ventajismo grosero que le ha caracterizado, ya arrancó la ofensiva con una campaña electoral de cara a esos comicios.
Este debate sobre las distintas visiones de unidad debemos realizarlo con el mayor respeto como aliados en pro de la misma causa, es más, estamos obligados a rechazar algunas posturas adelantadas, que descalifican las diferencias entre los factores oposicionistas, perdiendo de vista que desde esa actitud favorecen al gobierno, como único beneficiario de la división, y de las confrontaciones innecesarias de las fuerzas democráticas.