El daño que ha producido en el país este programa comunista a cuentagotas es inmenso
Cuando las personas ven amenazas por doquier y encuentran enemigos en todos lados es evidente que sufren de paranoia. Ven fantasmas en sábanas blancas y confunden culebras con pequeños lagartijos. Debe ser terrible sentir tanta inseguridad y uno sentiría compasión por ellas si no fuese porque su complejo de inferioridad e inseguridad causa tantos males a los otros.
Este Gobierno sufre de esa paranoia típica de los comunistas. Predican la comuna porque no se valoran como individuos y quieren evadir la responsabilidad personal. Arrebatan la propiedad y el trabajo de los otros porque se sienten incapaces de producir valores positivos. Se refugian en la totalidad porque temen la competencia. Son tan incapaces que necesitan siempre culpar a otros de sus desdichas. Ven enemigos por todas partes: en los líderes eclesiásticos, los intelectuales, los periodistas, los empresarios, los trabajadores, los miembros de las organizaciones no gubernamentales; y paremos de contar porque es la sociedad entera y el mundo que sienten están en contra de ellos.
Está visto que la absoluta mayoría de los venezolanos no quiere el régimen comunista que tratan de implantar. Eso por supuesto los enfurece, porque les impide esconder sus debilidades. Y en lugar de verse en ese espejo de la mayoría, siguen buscando enemigos y culpando a los otros por la impopularidad de su programa.
Está visto que los regímenes comunistas producen retrasos sociales de tal magnitud que los pueblos que han sufrido ese tipo de dominio totalitario tardan mucho tiempo en recuperarse de sus efectos, como son la falta de creatividad, la corrupción, la arbitrariedad y la inseguridad e inferioridad que sienten para competir con otras sociedades.
El daño que ha producido ya en Venezuela este programa comunista a cuentagotas es inmenso pero tiene los días contados. El cerco de la paranoia oficial es autoproducido y terminará por ahorcarlos. El resto del mundo tiene asuntos muchos más importantes en que pensar.
ruthcapriles@yahoo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario