Rafael Muci-Mendoza
Opiniónjueves 26 de marzo, 2009
El Universal
Querido Padre: Éste, sin dudas fue para ti ingrato cumpleaños. Insertado en una abulia general, el último decenio ha presenciado un abismal retroceso en la medicina nacional, cuya soberanía, como la del país, ha sido confiscada por la invasión tácita de una nación extranjera: la presencia cubana. Una, donde el colectivo no se ha opuesto y hasta la ha recibido con pasmosa indiferencia. ¡Ah pueblo encogido y pusilánime! Tú que fuiste el primer rector seglar de la republicana Universidad Central de Venezuela; tú que te erigirías como el reformador de los estudios médicos en nuestro país e iniciador de la medicina científica, y haciendo escuela, echaste los cimientos para su ulterior desarrollo, cuán dolido estarás. Aquí ha ocurrido una nueva reforma deformante, cual es, la vuelta al empirismo de los medicastros y ministros militares y a la pérdida de los espacios ganados a las endemias y epidemias que en el pasado nos asolaron y llevaron el país al atraso. A él retornamos con malsano deleite.
El Hospital Vargas de Caracas, vieja ambición de tus alumnos, faro que por una centuria alumbró la ciencia y conciencia médicas, hoy día es un traste más, objeto devaluado, su destrucción asegurada mediante una remodelación sin planes ni concierto que no acaba en dos años, donde ingentes recursos han sido desviados a manos perversas, sin que nadie rinda cuentas. Obreros y vigilantes mendigando salarios atrasados por seis meses. Pero en la nomenklatura, faltriqueras ruidosas de tintineantes morocotas.
El comunismo avanza destruyendo una secular gesta médica de innegables logros. La intolerancia intenta cambiar tu figura de hombre sabio, civilista y austero por la de un sanguinario guerrillero. ¡Dios los perdone, porque en la tierra no lo tendrán!
Día del médico en Venezuela: 10 de marzo,el natalicio de José María Vargas
rafael@muci.comhttp://www.eluniversal.com/2009/03/26/opi_art_a-vargas,--el-padre._1317365.shtml
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