Pompeyo Márquez
Soy estudioso de la historia de Venezuela y observador unas veces y actor en otras desde 1936 hasta el presente. Jamás había conocido un abuso de poder como lo que practica Chávez diariamente y en particular en las campañas electorales que las convierte en “batallas” donde emplea todos, absolutamente todos, los recursos del Estado. En esas condiciones cualquiera impone su voluntad Quisiera ver a sus acólitos participar en una consulta bajo esas trampas, con todos los poderes en sus manos. Como la chillarían.
Es tal la fuerza de la disidencia que sobreponiéndose a tales obstáculos ha tomado el camino de la búsqueda de una salida democrática y pacífica a la crisis, que evite la violencia, un enfrentamiento que no sea cívico. Sabemos que presenciamos las ejecutorias de una autocracia militarista. Al autoritarismo y al personalismo más exacerbado que supera a los que existieron en el siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX. Mas estamos conscientes que estos regímenes no son eternos, y mucho menos en este siglo XXI con el desarrollo de los medios de comunicación que permiten una mayor educación política de grandes masas populares que a la vez se nutren de los ejemplos de lo que acontece en la esfera internacional y los avances de la democracia a nivel mundial. Este es el siglo de la democracia. Los totalitarismos fueron enterrados en el siglo XX y los que actúan son el espejo de los malos comportamientos de esos gobiernos.
Quisiera ver a Chávez compitiendo en igualdad de condiciones Cuando Lula y Uribe fueron candidatos para la reelección se adoptaron disposiciones legales que evitaban el uso ventajista del candidato en el ejercicio de la presidencia. En Venezuela es todo lo contrario. Qué dirían los brasileños, pongamos por caso, si Lula se hiciese dueño de todos los poderes y recursos en su confrontación electoral.
Los programas sociales son de Chávez. Y no de la nación. Los recursos que distribuye son de él, y no de la República. Y así por el estilo. El perverso culto ala personalidad se despliega sin controles.
Cuando se formulan estas críticas y se combaten tales vicios es cuando se puede valorar la hazaña del NO. Cinco millones y pico son contabilizados- Sería útil un recuento de votos, ver las Mesas apartadas donde vota el 100 por ciento por el SI.
La disidencia avanza electoralmente y tendrá que elevar su coordinación, ingeniarse con la propaganda y los recursos. Trabajar mucho más que ahora. Llegar a lo más profundo del país.
Es tal la fuerza de la disidencia que sobreponiéndose a tales obstáculos ha tomado el camino de la búsqueda de una salida democrática y pacífica a la crisis, que evite la violencia, un enfrentamiento que no sea cívico. Sabemos que presenciamos las ejecutorias de una autocracia militarista. Al autoritarismo y al personalismo más exacerbado que supera a los que existieron en el siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX. Mas estamos conscientes que estos regímenes no son eternos, y mucho menos en este siglo XXI con el desarrollo de los medios de comunicación que permiten una mayor educación política de grandes masas populares que a la vez se nutren de los ejemplos de lo que acontece en la esfera internacional y los avances de la democracia a nivel mundial. Este es el siglo de la democracia. Los totalitarismos fueron enterrados en el siglo XX y los que actúan son el espejo de los malos comportamientos de esos gobiernos.
Quisiera ver a Chávez compitiendo en igualdad de condiciones Cuando Lula y Uribe fueron candidatos para la reelección se adoptaron disposiciones legales que evitaban el uso ventajista del candidato en el ejercicio de la presidencia. En Venezuela es todo lo contrario. Qué dirían los brasileños, pongamos por caso, si Lula se hiciese dueño de todos los poderes y recursos en su confrontación electoral.
Los programas sociales son de Chávez. Y no de la nación. Los recursos que distribuye son de él, y no de la República. Y así por el estilo. El perverso culto ala personalidad se despliega sin controles.
Cuando se formulan estas críticas y se combaten tales vicios es cuando se puede valorar la hazaña del NO. Cinco millones y pico son contabilizados- Sería útil un recuento de votos, ver las Mesas apartadas donde vota el 100 por ciento por el SI.
La disidencia avanza electoralmente y tendrá que elevar su coordinación, ingeniarse con la propaganda y los recursos. Trabajar mucho más que ahora. Llegar a lo más profundo del país.
No es fácil, pero Chávez es derrotable. El esfuerzo tendrá que ser superior a esta hazaña que reseñamos, ir a lo más profundo del pueblo, organizarlo. Esos contingentes estudiantiles constituyen la contribución de la generación de relevo para construir su futuro a partir de este presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario