María Teresa Romero // Dirigencia opositora

Newsvine
Con todas sus fallas a nuestra dirigencia opositora se le debe al menos un reconocimiento
No sé porqué siempre que se producen derrotas electorales, los derrotados arremeten contra sí mismos y empiezan a echarse las culpas entre ellos, especialmente a sus dirigentes políticos. Puede que sea una forma inevitable de desahogo, de expiación; una manera de sacar la ira contenida, de evitar la depresión. No sé.
Pero el caso venezolano es lamentable. Así, como en oportunidades anteriores, al cabo del proceso electoral del pasado domingo estallaron las inculpaciones de siempre: que si fue culpa de este liderazgo opositor que no se une y no salió a la calle a pelear los votos; que si fue culpa de los partidos que dejaron solos a los jóvenes y que negociaron con el chavismo, que si es falla de la inexperiencia de los jóvenes y por dejarse manipular por los intereses económicos y políticos de siempre& Es verdad que a nuestra oposición aún le falta mucho en unión y organización, que se encuentra fragmentada en varios sectores y partidos, y que no logra dar con un líder político de verdadero arrastre.
En los últimos 10 años son muchos los que han salido a la palestra política, algunos se mantienen en la lucha, otros se fueron quedando (y quemando) en el camino, pero no ha habido ninguno que realmente haya sobresalido, que haya convencido a la mayoría opositora, mucho menos a los "ni-ni" y a los que continúan embobados por el populismo chavista. No ha surgido nadie de la talla, por ejemplo, de un Rómulo Betancourt.
Pero a la vez, también es cierto que tenemos una oposición más organizada y consciente que dos años atrás, que ha hecho esfuerzos titánicos por enfrentar democrática y pacíficamente no sólo el abuso, las agresiones y demás desmesuras del inescrupuloso régimen militarista que nos desgobierna, sino la ignorancia, la apatía, y la sinverguenzura de muchos venezolanos, porque no es casual que la abstención del 15-F haya superado el 30%. Con todas sus fallas y defectos a nuestra variopinta dirigencia opositora (la única que tenemos) se le debe al menos una palabra de reconocimiento por el deber cumplido. No es poca cosa haber logrado más de 5 millones de sufragios en estos comicios en la que el poder del Estado se desplegó sin miramiento alguno. Yo sí les doy las gracias. mteresa100@hotmail.com