"Escoger por las primarias, con Súmate, significa apelar a los ciudadanos"
Fraudes
Las elecciones del partido oficial están plagadas de fraudes. Las del país también. El fraude masivo del referéndum de 2004 y de las subsiguientes consultas electorales ha contagiado a todas las elecciones tocadas por la mano ulcerada del régimen. En el referéndum de 2007 el balance final no pudo ser alterado, pero los resultados son ignotos y todos los miembros del CNE están estreñidos con el tema.
Las conductas fraudulentas alcanzan una justificación principista en la lógica que mueve este bochinche: no puede permitirse que el vaivén electoral ponga en peligro un proceso de "cambios profundos". La obligación moral que los bolivarianos se imponen es impedir que a través del mareo ideológico, los débiles de espíritu se coloquen del lado del imperio. La conciencia iluminada de los dueños del país está para impedir esas distorsiones de los que se creyeron la comiquita del poder del "sobe- rano".
Cuando el fraude comienza a ser aplicado contra los enemigos, bien pronto se convierte en modo de conducta con los propios. Ahora el chavismo sabe a qué sabe y con qué se come el fraude electoral. Es amargo, baboso y salado.
No quiere esto decir que los candidatos escogidos por Chávez carezcan en todos los casos de apoyo sino que nada ocurre sin la aprobación suya. En algunos casos, significa sacrificar la lealtad a la conveniencia, como en Lara; en otros casos significa sacrificar cierto apoyo electoral a la sumisión, como en Vargas y Guárico.
El Desequilibrio.A precios del 2D, Chávez debería perder en la mayor parte del país, si las elecciones fueran libres y limpias. No son libres, por el abrumador ventajismo oficial; no han sido limpias porque los eventos electorales, en el momento de su ejecución, han escapado de la posibilidad fiscalizadora de la oposición en esa caja oscura y bochornosa del CNE.
Elecciones realizadas con la receta "Mugabe" no siempre indican la conveniencia de abstenerse; lo que señala es que esas elecciones no son reales consultas a la voluntad popular, sino trampas a circunvalar y, en lo posible, vencer. Auscultar de verdad la voluntad popular en toda su extensión sólo es posible si se impide la trampa.
Debe recordarse que en los procesos electorales como los presentes, la oposición no compite con los partidos del Gobierno, sino contra toda la estructura del Estado, contra la desorbitada tramoya comunicacional oficial y el aparataje internacional financiado por el fisco.
Tiene plena razón el Movimiento 2D cuando caracteriza a éste como un gobierno "de facto". Tema que se refuerza con la reciente Ley de Inteligencia cuyo sentido es tener la guadaña dispuesta para cortar pescuezos cuando el régimen intente -que lo intentará- liquidar lo que queda de democracia. Ley del Sapeo que, además, liquida todo sentido de lo privado e individual. Ley que desuella a los ciudadanos.
Disidencia en Problemas. Es natural que la oposición tenga problemas, varios de los cuales derivan de dilemas tremendos. Uno de ellos es el de las inhabilitaciones ilegales. Hay quienes dicen que no aceptan las inhabilitaciones, lo cual puede ser una lógica y radical posición política. Pero, ¿es verdad que no las aceptan? Si no las aceptan, eso significaría que solamente se concurriría el 23 de noviembre si se revoca la medida; pero que, en caso de mantenerse, ¿se trataría de impedir las elecciones o se llamaría a la abstención?
Existe la sospecha de que esto no es así; que sería una posición para negociar y proponer a alguien de la confianza política, personal o, simplemente, un miembro de la familia. La tentación nepótica es alta, vecina de la tentación despótica.
En el caso de Caracas, quienes le aconsejan a Leopoldo López que promueva a su esposa como candidata para la Alcaldía Mayor lo perjudican. Y el eslogan que le proponen, "Con los López el cambio en Caracas sí va", sería la guinda de la torta. Aparte de que sería presentar a una mujer de méritos en otros campos, como títere de su pareja.
Si, por el contrario, el plan es denunciar al Gobierno, pero, a partir de un cierto momento, reconocer que no se puede echar hacia atrás la inhabilitación, ¿por qué no escoger los candidatos sustitutos ahora?
La peor opción es que a finales del período de inscripción de candidatos, cuando los alternos a los inhabilitados lleven una campaña desarrollada, el Gobierno eche para atrás algunas de las medidas para volver un batiburrillo a los partidos, grupos y candidatos opositores.
El otro problema es el del método de escogencia de los candidatos. Es verdad que lo del PSUV es un montaje con dineros públicos; también es verdad que la esmirriada concurrencia es una expresión de un amplísimo descontento político y social. Sin embargo, también es verdad que un cierto grado de movilización fue logrado entre los activistas más comprometidos. No es lo mismo que se escojan candidatos por la vía de encuestas a que se lo haga por la vía de las primarias, aunque el resultado pueda ser idéntico. Escoger por las primarias, con Súmate, como han planteado Podemos, AD y PJ, significa apelar a los ciudadanos. Cierto es que pueden generarse heridas; pero, no son más graves que las que ahora -sin primarias- tienen lugar en todo el territorio del país. ¿O es que en Zulia o Caracas la precampaña es, acaso, cariñosa?
Conformismo. Cuando se advierte que en la oposición el tono es agrio y los acuerdos elusivos, hay quienes dicen que no se puede hacer otra cosa, que lo que hay es lo que hay. Por lo tanto, convendría resignarse.
Esa actitud es lo que llevó a Venezuela a votar por Chávez porque -se decía- era lo que estaba a mano para un cambio profundo. Esa actitud es la que ha llevado a, por ejemplo, hacerse los desentendidos cuando se lanza la pregunta de por qué no se reclaman los resultados del 2D. Ante el silencio partidista, han tenido que ser los medios de comunicación los voceros de esta demanda.
Pueden combinarse elecciones primarias en algunas regiones junto con el combate real y no ficticio contra las inhabilitaciones, al lado de la denuncia del carácter inconstitucional del desastre gubernamental. Estas son líneas que no se oponen al desarrollo electoral sino que lo incorporan dentro de un esquema diferente, menos distante del ánimo popular.
Los sectores democráticos han tenido inmensas victorias. En 2005, con la abstención masiva, y en 2007 con la participación masiva que derrotó la nueva Constitución. En el primer caso, no se capitalizó por falta de una dirección apropiada; en el segundo caso, el Gobierno aplica el texto derrotado y busca la reelección; tampoco ahora se tiene una dirección coherente, y el logro del 2D puede perderse.
Siempre conviene recordar que Chávez es atarantado; pero, no mocho. Y que él va con todo, porque sabe que después van por él.
carlos.blanco@comcast.net
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