Libertad!

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lunes, 9 de junio de 2008

Emeterio Gómez // Ética, lógica y gerencia

Emeterio Gómez // Ética, lógica y gerencia

El problema es que se nos obliga a tomar decisiones que afectan nuestra condición humana
Para el 17 de junio; la Cámara de Comercio de Caracas, gracias a la iniciativa de Víctor Maldonado, ha tomado la decisión de promover un taller ¡¡precisamente sobre la Toma de Decisiones!! Es una versión actualizada y un lanzamiento "en forma" del curso que sobre Ética, Racionalidad y Crecimiento Espiritual hemos venido dictando desde hace algunos años. En Cedice, en la Cátedra Simón Bolívar, en la Fundación Valle de San Francisco y en el Doctorado en Ciencias Sociales de la UCV.
Todo el taller se estructura alrededor de una pregunta que a primera vista parece una perogrullada: ¿Son posibles las Decisiones Racionales? ¿Existe de verdad algo así como una Decisión Lógica? Esta interrogante pone en evidencia un profundo mal entendido que afecta por igual a gerentes y a profesionales de todo tipo, por muy amplia que sea su cultura. Y no sólo en Venezuela, sino en cualquier país del llamado Primer Mundo. En cuanto asomamos aquella duda, la respuesta es automática y al parecer contundente: "¡¡SÍ, claro que hay Decisiones Racionales!!". O, a nivel casi ya de recriminación: "¿cómo se le ocurre hacer esa pregunta? Debe ser una provocación suya, profesor, para iniciar o introducir el curso; creyendo que con eso nos obliga a pensar. No es simplemente que las Decisiones Racionales existan, sino que nosotros debemos lograr o al menos intentar que ellas sean racionales. ¿Qué pretende, que tomemos Decisiones Irracionales? Porque la Civilización Occidental, también erróneamente -y para remate-, nos ha enseñado que lo Racional y lo Irracional son absolutamente exhaustivos; que todo lo "no racional" es, por definición, irracional.
La profundamente arraigada creencia según la cual puede haber algo así como una Decisión Racional es una clara expresión de hasta que punto la Cultura Occidental nos ha enseñado a pensar mal. De hasta que punto, en 2.500 años de discusión y debate, hemos distorsionado nociones como razón, ló- gica, racionalidad o pensamiento racional. Es esa aberración ingenua que -justo cuando no podemos entendernos con alguien- nos lleva a decir: "es que tú tienes tu manera de razonar y yo la mía". O, "es que operamos con dos lógicas distintas". ¡¡Como si, dadas unas premisas, claras e inequívocas, pudiese haber dos lógicas o dos maneras de razonar!! Esa misma degradación del vocablo que, muy orondos, nos lleva a decir: "es que yo tengo mis razones". Como si las opiniones, puntos de vista, criterios, enfoques, creencias o interpretaciones, para no hablar de las manías, caprichos, dogmas o traumas, fuesen de verdad ¡¡razones!!
Pero -para la toma adecuada de decisiones- el problema no sería tan grave si Occidente hubiese masacrado sólo a la Lógica o Racionalidad. El verdadero problema es que dicha visión de la Toma de Decisiones, en lo esencial, involucra más a la Ética que a la Razón. Que se trata de un asunto esencialmente moral. Que cuando tenemos razones poderosas (o simplemente claras y contundentes) para hacer algo, no tenemos por qué asumir ninguna responsabilidad moral. El verdadero problema es que la Toma de Decisiones se conecta con la esfera de los valores; y la Cultura Occidental tiene un enfoque radicalmente elemental y erróneo de la ética y de la moral. ¡¡Una visión convencional en la cual los valores son absolutos y universales!! El verdadero problema es -en síntesis- que se nos obliga a tomar decisiones que afectan nuestra condición humana, sin que se nos haya inculcado la más mínima reflexión, no tanto acerca de qué son la ética o la racionalidad, sino acerca de ¿Qué es lo Humano?
emeteriog@cantv.net

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