Libertad!

Libertad!

domingo, 15 de junio de 2008

Leoncio el León y el Derecho de Rebelión

Orlando: Saludos Tristón, ¿qué te trae por aquí?.
Tristón: Circunstancias del destino; hace mucho dejé de trabajar con León Arismendi. Primero Leoncio y luego León; peor éste que aquel. Orlando: ¿Porqué?.
Tristón: Leoncio era un oportunista pero León, además de ello, hipócrita, farsante y leguleyo. Orlando: ¿Qué tienes en mente?.
Tristón: Tratar de persuadirte sobre lo que estás haciendo; vas por mal camino.
Orlando: ¿De dónde sacas eso?, ¿cuál sería el medio?.
Tristón: Las Instancias Jurídicas, Orlando, los Tribunales.
Orlando: ¿Tú conoces algo sobre la Administración de Justicia en Venezuela?.
Tristón: No mucho. Orlando: ¿Entonces?. Tristón: Soy un cánido de fe; la fe mueve montañas. Orlando: Alguien ajustó eso; dijo: La fe mueve montañas pero hay que pagar. Esta gente son capaces de hacerme llegar al TSJ contar de no dar su brazo a torcer: La soberbia es su divisa. Tristón: La Justicia tarda pero llega.
Orlando: La Justicia, la ley y los hombres son cosas diferentes.
Tristón: ¿A qué te refieres?.
Orlando: ¿Conoces algo sobre los derechos laborares?.
Tristón: No mucho; no he tenido tiempo; siempre he salido corriendo.
Orlando: Empecemos por allí.
Tristón: ¿Porqué por allí?. Tú eres un pensionado por invalidez. No capto la idea.
Orlando: Porque, además de que por allí, en parte, por donde empezó este lío, verás que si hay una estrecha relación entre mi situación y otras que se han venido dando.
Tristón: Sigo sin entender.
Orlando: Entenderás; es cuestión de perspectiva.
Tristón: ¿Geometría?.
Orlando: No, mi tristoso leguleyerito, me refiero a una particular forma de enfocar las cosas. Tristón: ¿Óptica?.
Orlando: Bueno, si por el momento. ¿Sabes lo que es un fascista?.
Tristón: Un italiano o alemán de la II Guerra Mundial. Orlando: Ese término adquirió durante esa época su máxima expresión y difusión, pero va más allá. Sobre el fascismo y los fascistas podríamos decir varias cosas, elementales quizás, pero, bien vistas, tienen un denominador común: El desprecio por los derechos humanos.
Tristón: Esto se está alargando. Orlando: Si la Justicia tarda, cualquier camino es largo.
Tristón: ¿Necesariamente fastidioso?.
Orlando: Si; cuando se trata de escuchar sandeces, todo fastidia.
Tristón: Empieza de una vez; sólo disponemos de media hora.
Orlando: El Derecho Laboral, aun cuando específico, es una expresión del Derecho Social; éste, a su vez, se fundamenta en los Derechos Humanos. En Venezuela, la Legislación Laboral adolece de muchas deficiencias. No parece estar concebida para proteger al débil, sino para hacerle la vida cuadrito.
Tristón: Sigo sin entender. Orlando: Cuestión de paciencia.
Tristón: Mi paciencia tiene un límite.
Orlando: Todas las paciencias, unas más, unas menos, son limitadas.
Tristón: Trata de abrevar. Orlando: No tengo sed. Tristón: Quise decir abreviar.
Orlando: Lo malo se pega; tratas de confundirme. Tristón: No f
ue intencional; el fastidio me enreda.
Orlando: ¿Te gusta la Salsa?.
Tristón: Soy carnívoro, pero sano.
Orlando: Tu último compañero te puso obtuso. Me refiero al género musical llamado Salsa. Vamos a sonar un número apropiado al tema. Lo importante sería no distraerse con el video. Abre otra Internet, copia el siguiente enlace
http://www.youtube.com/watch?v=Nhtn3HROvgA
y pégalo donde dice dirección. Sonará y escucharás La Rebelión de Joe Arroyo y la Verdad. Tristón: No es mala la idea
. Orlando: No es mala si te gusta la Salsa. Como esto pica y se extiende, vamos a ir colocando algunos enlaces que lo hagan más ligero.
Tristón: Bien. Orlando: El caso es que promediado Octubre del 2007, llame a Thaidee Ruíz, la Contralora, para consultarle algo sobre mi disponibilidad de préstamos. Ella, por lo general, siempre dispensaba un tiempo para atender a los que estábamos perdidos en esos asuntos; si había una salida, Thaidee, como podrían hacer constar muchos afiliados (profesores, empleados, viudas, directivos, etc), ella la encontraba. Sugería el medio, la vía, sin torceduras, por supuesto. Tamaña sorpresa: Orlando, me despidieron. ¿Qué?, le pregunté. Si, confirmo. No me aguanté, Tristón, y salí lo más rápido que pude a enterarme de las circunstancias. Veinticuatro años de servicio, la mitad de la vida, borrados de un plumazo.
Tristón: A cualquiera lo pueden despedir con justa indemnización; la ley lo contempla.
Orlando: Insisto: Lo malo se pega. La Constitución establece que el trabajo es un hecho social y que la ley garantizará la estabilidad en el trabajo y dispondrá lo conduncente para limitar toda forma de despido no justificado (Artículos 89 y 93). Aquí hay que tomar en consideración lo que dice Carlos Sainz Muños (referido a la del 61, pero igualmente válido para la del 99): “… hemos sostenido y seguiremos sosteniendo que la estabilidad en el trabajo es una valor social superior que está garantizado en nuestra Constitución… ”…”… el principio de la estabilidad en el empleo… “…”… significa una de las aspiraciones más sentida y necesaria de la clase trabajadora. El derecho al empleo no puede ni debe seguir siendo una simple formulación programática de carácter constitucional… “. A lo anterior me permito agregar que la estabilidad es uno de los valores fundamentales en la APUCV y el IPPUCV. De hecho, siempre se ha respetado al empleado con cierta antigüedad. Ello garantiza un nivel de compromiso con estas Instituciones, requisito indispensable, dada la particular naturaleza de ambas. El caso es que al llegar, Thaidee, un tanto desencajada, no atinaba una respuesta satisfactoria. Decidí subir, si se quiere, tocando como bestia, a preguntar y, además, a pedir una convincente explicación inexistente.
Tristón: ¿Qué podría significar tocando como bestia?. ¿Eres un animal?.
Orlando: Estas preñado de leguleyerías. Es una expresión que tomé de una pieza de Ricardo Ray y Bobby Cruz, Sonido Bestial, que uso cuando me siento un poco arrebatado por la vida y concibo una actitud específica.
Tristón: No la conozco.
Orlando: Se pega lo malo. Haz conocido poco. El enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=dO76rqySJMM;
ya sabes que hacer.
Tristón: ¿Qué ocurrió?.
Orlando: Se produjo mi primer encuentro cercano del primer tipo con Ricardo Ríos. Abordé el asunto de manera brusca, lo admito, pero la perspectiva era clara: Vienen por el coroto. El tiempo me dio la razón. La Dedocracia, el Dedo Venenozo actuando a troche y moche. Dispararon a mansalva primero, bajo supuestos, para disparar fuegos artificiales después. Pusieron a dedo al Contralor, Gerente; Jesús García, empleado de Compras en OBE cuando Vítor Márquez desempeñaba funciones allí, hoy Jefe de Compras en el IPPUCV (donde hay); botaron brutalmente a Argenis Valbuena (creo que seis meses antes de hacerse merecedor de la jubilación) para poner a Carmen Elena Sánchez al frente de SHAMOI (también hay), etc. Tristón: No veo el fascismo; ligerezas si. Orlando: Inocente hienita. Volviendo al primer encuentro: Le dije a Ricardo que la Directiva anterior había jubilado “forzosamente” a varios empleados; a otros, con muchos años de servicios, los habían jubilados sin tener el tiempo indicado. A pesar de eso, algunos, la calificaron de fascista. Le pregunté: ¿Ustedes son más fascistas que ellos?. Ricardo se paró, muy cortésmente (la cortesía del tramposo), me dijo que no estaba para insultos y dio por terminada la entrevista; traté de entregarle un papel, no lo recibió y se retiró. Más nada ocurrió, te lo aseguro.
Tristón: ¿Nadie dice nada?.
Orlando: Cantó la pavita. Héctor Rodríguez, Secretario General de SINTRA APIPPUCV, días posteriores a Gracias al Venerable, anuncia, nostálgicamente, su renuncia (no vamos a enlazar un tango; son muy tristes y trágicos, pero sinceros). Otra sorpresilla: Sin aviso y sin protesto, pasado cerca de un mes, Héctor nombrado Jefe de Recursos Humanos; aquí se siente la candela. Tristón: ¿Hubo un incendio?.
Orlando: Típica 73,
Tristón, La Candela. El enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=2_yF1k6akNk. Trataré de dar más detalles en algo que denominé Realismo Mágico en la APUCV y el IPPUCV.
Tristón: ¿Dónde está lo fascista?. No los encarcelaron, torturaron, mataron. Orlando: Hay fascismo cuando se toman decisiones verticales y arbitrarias sin considerar al ser humano como tal, sus necesidades, responsabilidad social; es tan criminar como encarcelar, torturar y asesinar a diestra y siniestra. Aparte, son intereses personalísimos los que privan en tales decisiones y acciones.
Tristón: No deberías meterse en esos asuntos; no serían tus problemas. Orlando: Mi problema y mi asunto están estrechamente vinculados a esa forma de accionar. Por el momento, a cuatro pensionados por invalidez nos están descontando del monto que nos otorga la APUCV o el IPPUCV, el del IVSS. Se escudan en una aberrante norma que fue aplicada en una oportunidad y rectificada de manera casi inmediata, sin derogarla. La Directiva anterior la impuso nuevamente, pasando por encima de las leyes y los llamados Derechos Adquiridos; el Sindicato fue ineficiente en su momento; sigue siéndolo ahora. Esperé, debido a ciertas circunstancias, que me hicieran el sulfuroso descuento. Al parecer, el absurdo fue revisado; triste resultado, seguro estuviste allí, ese Engendro del Averno fue ratificado, confirmado, validado, fascisteado, x’s. Tristón: No participé en eso; seré una hiena pero no un fascista.
Orlando: No te ofendas; no fue en serio.
Tristón: No estoy para juegos; lo que cuentas me pone bastante incomodo. Orlando: No son cuentos, son realidades de terror. Si ello te produce malestar, imagina por un momento mi posición. Pasé una carta pidiendo una rectificación y me respondieron con mucho amor que todo está sujeto a los reglamentos. Me prohibieron, una primera vez, el libre acceso a la sede de la APUCV y el IPPUCV. Me mantuve tranquilo; exigí el levantamiento de esa injustificada y atroz medida; razones demagógicas llevaron a su suspensión. Inicié una huelga de hambre que levanté el mismo día porque Ricardo prometió celeridad y honestidad para una supuesta revisión. Pedí un Derecho de Palabra para el Comité Ejecutivo del 12 de Mayo; me fue negado.
Tristón: ¿Porqué?. Orlando: Creo que nadie le dice a Ricardo, ni cerca, ni lejos: Óyelo que te Conviene. Tristón: Eddie Palmieri.
El enlace: http://www.youtube.com/watch?v=LU_ffCTaBiU.
Orlando: Creo que Ricardo y su gente no escuchan música; dicen que ella amansa a las fieras. En ese Comité se fraguó un disparate: Revisarían si mi pensión por invalidez estaba “correctamente” calculada. Inmediatamente le salí al paso a esa trampa. Traté de entregar una carta manuscrita; no me la quisieron recibir. Se movieron muy eficazmente: Activaron la medida de impedirme el libre acceso, salieron acobardados de la Sala de Conferencias y mandaron a unos funcionarios de seguridad a obligarme a desalojar la sede. Me negué y puse como condición que la carta la firmaran Víctor o Ricardo. Gracias a José Tremaria, empleado de Contabilidad, se pudo superar el trance. Víctor bajó y la firmó. Yenny Montañez la leyó, semi-burlona, en voz alta. Apenas salí del Edificio, trancaron las rejas e impusieron medidas que no se justifican bajo ningún concepto. De hecho, me están usando como argumento para intimidar a los Empleados y mantener a distancia a los afiliados descontentos con esta gestión. El aumento de las primas de SHAMOI mantiene a los profesores en una actitud levantisca; están tratando de ganar tiempo, perdiendo de vista que de presentarse una contingencia (incendio, sismo, situaciones de pánico colectivo) el personal de seguridad no está preparado para tales emergencias; los resultados serían lamentables. Han contratado mercenarios para enfrentarme, aunque no sólo a mí; también a ciertos profesores que no se tragan, entre otras, lo de las primas.
Tristón: Sigo considerando las Instancias Legales. Orlando: A esa gente lo legal ni le va ni le viene. Ricardo me cito a la Jefatura de la Parroquia San Pedro por violación a las normas de convivencia ciudadana y no asistió: Mandó a una persona de Consultoría

No hay comentarios: