GERÓNIMO ALBERTO YERENA CABRERA
Se comenta con insistencia que los famosos pasapalos criollos llamados Tequeños tienen su origen en este barrio y no en la ciudad de Los Teques.
*El Estado Vallenilla fue la denominación que se le dió a la zona actual de la parroquia La Pastora luego de terminada la Guerra Federal. Al designarse La Pastora como parroquia independiente de Altagracia dejó de usarse esta denominación.
1.- Gerónimo Alberto Yerena Cabrera. El Teque. Antiguo barrio de la Ciudad de Caracas.
Blog Venezuela de Antaño. Caracas, 2 de agosto del 2009. http://venelib-antao.blogspot.
INTRODUCCIÓN
El origen
del famoso tequeño, se ha atribuido a la ciudad de los Teques, actual capital
del Estado Miranda, desde el año 1928. Pasapalo vernáculo, pero no multisápido,
por lo menos, el original, el cual es el que se ha mantenido hasta el presente
para deleite de los venezolanos y extranjero que tienen la dicha de probarlo,
por caracterizar a este apetitoso, ahora
pasapalo, precisamente por su sabor sencillo y agradable, lo que hace que al
comerse el primero produzca una reacción inmediata e incontenible de seguir
picando y una de sus propiedades más resaltante es que no empalaga. Este origen es algo que se ha repetido, y
quizás se debe a que fue donde se popularizó en las familias pudientes caraqueñas. Esta
atribución del origen del Tequeño a esta ciudad es consecuencia de haber borrado de su memoria los caraqueños el famoso Barrio El Teque, situado en la Parroquia de Altagracia, sitio
donde realmente se originó la elaboración del famoso Tequeño.
LOS
CANARIOS DEL TEQUE Y LOS TEQUEÑOS
Los
canarios de este barrio fueron los primeros en Venezuela en elaborar el famoso
plato, no precisamente como pasapalo, sino, principalmente como una comida para el desayuno y la cena, tal
como nosotros comemos la arepa o la
exquisita empanada. Su elaboración fue tal cual como ahora se hace: masa de
trigo enrollada rellena de queso blanco y luego frita. Era lo que ahora
llamamos en materia culinaria un resuelve para los habitantes marginales de ese
barrio, el cual cayó en desgracia en los
acontecimientos iniciales de la independencia, y luego con el crecimiento
urbano de la ciudad. Su comida se hizo famosa en los pobladores de los alrededores
de la ciudad y luego de desaparecer el barrio, familias pobres de Caracas lo siguieron elaborando. Luego fue preparado por familias más pudientes que lo llevaron al ,entonces,pueblo de los Teques y fueron quienes
lo popularizaron; regresando luego a
Caracas con su nombre original de Tequeños y confundiendo su nombre. Olvidado, como es característico de
los caraqueños, del origen de esta comida, la cual no dejó de continuar preparándose;
pero en algunos sitios, sin la denominación original la cual fue perdiéndose junto
al nombre del barrio; de ahí nace la versión de que fue en ese pueblo en el estado Miranda, famoso por su clima y
usado por caraqueños como temperamento, de que el Tequeño es de allí.
BARRIO EL TEQUE Y ANTIGUAS QUEBRADAS CARAQUEÑAS
El barrio El Teque junto
al barrio de la Trinidad constituyeron dos
de los barrios más antiguos de la ciudad de Caracas, los cuales existieron
desde comienzos y mediados del siglo XVIII respectivamente.
Es de notar que ambos estaban ubicados en lo que actualmente es la parroquia de Altagracia y ambos perdieron su denominación en el transcurso del siglo XIX.
En cuanto al barrio El Teque, se denominó luego Sabana del Teque, la cual fue parte de la zona que ocupaba el antiguo barrio, más adelante se le dió el nombre a una esquina, posteriormente también desapareció esta esquina, sólo queda el recuerdo cuando se mencionan en la historia de las esquinas caraqueñas (1).
Es de notar que ambos estaban ubicados en lo que actualmente es la parroquia de Altagracia y ambos perdieron su denominación en el transcurso del siglo XIX.
En cuanto al barrio El Teque, se denominó luego Sabana del Teque, la cual fue parte de la zona que ocupaba el antiguo barrio, más adelante se le dió el nombre a una esquina, posteriormente también desapareció esta esquina, sólo queda el recuerdo cuando se mencionan en la historia de las esquinas caraqueñas (1).
Quizás la primera vez que
se hace referencia por escrito de este barrio, fue cuando se nombran los
linderos de la parroquia Nuestra Señora de Altagracia, separada como parroquia
aparte de la Catedral en el año 1750, fecha en la cual el cantón o barrio quedó
integrado a la parroquia. Estos datos aparecen registrados en la Matricula de
la parroquia Altagracia. 1775. A. A. de C. Sección Parroquiales, Altagracia
Caracas. Carpeta Nº 2 (2).
La descripción de los límites de la parroquia de Altagracia donde se menciona por vez primera al barrio El Teque, es la siguiente:
“De Oriente a Poniente desde el río Catuche por la calle titulada de Cristo Crucificado, y plazuela de la misma parroquia a los Teques y campos correspondientes; y desde el Sur a Norte, desde la propia calle río arriba de Catuche al cerro La Guaira.”
La descripción de los límites de la parroquia de Altagracia donde se menciona por vez primera al barrio El Teque, es la siguiente:
“De Oriente a Poniente desde el río Catuche por la calle titulada de Cristo Crucificado, y plazuela de la misma parroquia a los Teques y campos correspondientes; y desde el Sur a Norte, desde la propia calle río arriba de Catuche al cerro La Guaira.”
Era una zona que abarcaba
varias cuadras, compuestas de rancherías habitadas por una clase social de
escasos recursos y limitado nivel educativo. La gran mayoría de los ranchos estaban distanciados uno del otro, sobre todo
al sur; estaban situados entre la quebrada de Quita Calzón y la quebrada de Los
Padrones, lo que actualmente es hoy la zona más hacia el oeste de la parroquia
de Altagracia.
Esta zona al principio se llamó Cantón El Teque y luego, al ir reduciéndose su extensión por avance del urbanismo convencional, se denominó Barrio El Teque, tal como aparece en el plano de la ciudad del año 1810 (3), y, más preciso aún, en otra versión del plano de 1810 en conmemoración del centenario del 19 de abril, donde hacen una condensación de la Caracas de esa época hasta 1843, intervalo cuando Caracas no sufrió ninguna modificación en relación a su topografía urbanística (4). En los planos de 1810 y 1843, así como en el plano de 1801 elaborado por Francisco Depons, donde también figura el barrio, la quebrada de los Padrones aparece con el nombre de Quebrada de Leandro. En el plano de 1897(5) se delimitan ambas quebradas, así como el resto de las quebradas caraqueñas para la época.
Si estudiáramos un plano actual de la ciudad, el área estaría comprendida hasta mediados del siglo XIX, aproximadamente entre los siguientes límites:
Por el norte:
Hacia el este la actual esquina de Gobernador, por donde a media cuadra pasa la quebrada de los Padrones, y hacia el oeste a media cuadra de la esquina de Zapatero, sitio por donde baja la quebrada de Quita Calzón; a ese nivel la quebrada baja entre Zapatero y Cola de Pato.
Por el sur, se ampliaban sus límites entre la actual esquina de Bolero por el este, hasta ranchos dispersos cercanos a la esquina de Pagüita.
Luego se pobló más la ciudad con construcciones de mejor calidad y el área de rancherías se fue reduciendo paulatinamente, ya en el Plano Topográfico de la Ciudad de Caracas levantado en 1875 por orden de Guzmán Blanco (6), desaparece el nombre del barrio; toda la zona de lo que para la época correspondía a la parroquia de Altagracia aparece con el nombre de sus actuales esquinas (aproximadamente 49 esquinas); pero, no así, desapareció del todo en el recuerdo de los caraqueños de esa época que allí existió ese barrio y aunque no de forma oficial se continúo llamando a esa zona El Teque; aunque sí, en el siglo XX se olvido que allí nació el rico pasapalo; tal como sucede cuando se hace mención a La trilla la cual quedaba en la parte sur del El Teque, donde fue construida la mansión que es hoy el Palacio de Miraflores (7).
Si revisamos El Plano de Caracas de 1890 elaborado por Pablo Díaz (8), observamos que la zona correspondiente al norte, entre las esquinas de Poleo y Buena Vista, nuevamente aparece destacada como El Teque, esto como recuerdo al viejo barrio casi desaparecido su nombre para la época.
Aún a finales del siglo XIX los pocos ranchos que permanecían en sus alrededores, sobre todo en la parte oeste de la actual parroquia de Altagracia, se siguió llamando por costumbre El Teque, aunque la zona, en realidad, ya no correspondía a la original de los planos de 1810 a 1843.
Este barrio tuvo relevancia en la época de la declaración de la Independencia; luego del 17 de agosto de 1811, fecha de la firma del Acta de la Independencia por los diputados de la Asamblea, unos canarios que habitaban en el Cantón El Teque se alzaron; días después son dominados y fusilados diez y seis de ellos (9).
Enrique Bernardo Núñez, refiere que en la tarde del 11 de julio de 1811 aparecen en la sabana del Teque grupos armados con trabucos, pistolas y armas blancas. Se proponían tomar el cuartel de la Trinidad, que debía franquearles el cabo J. Roldán. Era la conspiración tramada contra el gobierno independiente por Juan Díaz Flores, José María Sánchez y fray Juan José García (10).
Carmen Clemente Travieso (11) en la descripción de la esquina de El Chorro también hace mención de una manera muy amena de este alzamiento de los canarios en El Teque.
Don Lucas Manzano en su libro Crónicas de Antaño narra dos situaciones en relación al barrio El Teque; la primera, en su artículo sobre El Puente Guanabano dice: “Los vagabundos de El Teque hacían suya la soledad imperante para desvalijar el viandante si era del sexo barbudo, o vejarlo, en no importa qué manera, si cubría su cuerpo con trajes vaporosos ” (12); la segunda, en su artículo Medio Siglo Atrás (13) -se refería al último cuarto del siglo XIX- comenta la graciosa y picaresca anécdota: “ En las jerusalenes montada en escena en el teatro de corral situado en la Esquina de Pineda, don T. Rasgo, tuvo la osadía de distinguir su casa a renglón seguido de su patronímico con un 8 descomunal; allí se congregaban las compadrerías de El Teque y el Estado Vallenilla* para armar bululúes que comenzaban por una chirigota endilgada a la Magdalena, por su desproporción en el corpiño, y concluían con una tunda de garrote que ponía en tensión nerviosa la ciudad….”
Estas quebradas mencionadas dejaron de figurar en los planos de Caracas a finales del siglo XIX; por una parte al crecer la ciudad y la desforestación que la siguió, el caudal se fue reduciendo y por otra, las quebradas en sí eran de un caudal pequeño, más aún en época de verano, y con la urbanización a su alrededor se transformaron, al quedar embauladas, en simples conductos de drenajes; sólo queda como recuerdo las esquinas que llevan sus nombres: Esquina de Quitacalzón y esquina de Tinajitas; la quebrada de los Padrones, era de mayor caudal y está también embovedada, en muy pocos sitios se puede apreciar su lecho, desemboca en la quebrada de Caroata, cercana a la Esquina de Aserradero.
Esta zona al principio se llamó Cantón El Teque y luego, al ir reduciéndose su extensión por avance del urbanismo convencional, se denominó Barrio El Teque, tal como aparece en el plano de la ciudad del año 1810 (3), y, más preciso aún, en otra versión del plano de 1810 en conmemoración del centenario del 19 de abril, donde hacen una condensación de la Caracas de esa época hasta 1843, intervalo cuando Caracas no sufrió ninguna modificación en relación a su topografía urbanística (4). En los planos de 1810 y 1843, así como en el plano de 1801 elaborado por Francisco Depons, donde también figura el barrio, la quebrada de los Padrones aparece con el nombre de Quebrada de Leandro. En el plano de 1897(5) se delimitan ambas quebradas, así como el resto de las quebradas caraqueñas para la época.
Si estudiáramos un plano actual de la ciudad, el área estaría comprendida hasta mediados del siglo XIX, aproximadamente entre los siguientes límites:
Por el norte:
Hacia el este la actual esquina de Gobernador, por donde a media cuadra pasa la quebrada de los Padrones, y hacia el oeste a media cuadra de la esquina de Zapatero, sitio por donde baja la quebrada de Quita Calzón; a ese nivel la quebrada baja entre Zapatero y Cola de Pato.
Por el sur, se ampliaban sus límites entre la actual esquina de Bolero por el este, hasta ranchos dispersos cercanos a la esquina de Pagüita.
Luego se pobló más la ciudad con construcciones de mejor calidad y el área de rancherías se fue reduciendo paulatinamente, ya en el Plano Topográfico de la Ciudad de Caracas levantado en 1875 por orden de Guzmán Blanco (6), desaparece el nombre del barrio; toda la zona de lo que para la época correspondía a la parroquia de Altagracia aparece con el nombre de sus actuales esquinas (aproximadamente 49 esquinas); pero, no así, desapareció del todo en el recuerdo de los caraqueños de esa época que allí existió ese barrio y aunque no de forma oficial se continúo llamando a esa zona El Teque; aunque sí, en el siglo XX se olvido que allí nació el rico pasapalo; tal como sucede cuando se hace mención a La trilla la cual quedaba en la parte sur del El Teque, donde fue construida la mansión que es hoy el Palacio de Miraflores (7).
Si revisamos El Plano de Caracas de 1890 elaborado por Pablo Díaz (8), observamos que la zona correspondiente al norte, entre las esquinas de Poleo y Buena Vista, nuevamente aparece destacada como El Teque, esto como recuerdo al viejo barrio casi desaparecido su nombre para la época.
Aún a finales del siglo XIX los pocos ranchos que permanecían en sus alrededores, sobre todo en la parte oeste de la actual parroquia de Altagracia, se siguió llamando por costumbre El Teque, aunque la zona, en realidad, ya no correspondía a la original de los planos de 1810 a 1843.
Este barrio tuvo relevancia en la época de la declaración de la Independencia; luego del 17 de agosto de 1811, fecha de la firma del Acta de la Independencia por los diputados de la Asamblea, unos canarios que habitaban en el Cantón El Teque se alzaron; días después son dominados y fusilados diez y seis de ellos (9).
Enrique Bernardo Núñez, refiere que en la tarde del 11 de julio de 1811 aparecen en la sabana del Teque grupos armados con trabucos, pistolas y armas blancas. Se proponían tomar el cuartel de la Trinidad, que debía franquearles el cabo J. Roldán. Era la conspiración tramada contra el gobierno independiente por Juan Díaz Flores, José María Sánchez y fray Juan José García (10).
Carmen Clemente Travieso (11) en la descripción de la esquina de El Chorro también hace mención de una manera muy amena de este alzamiento de los canarios en El Teque.
Don Lucas Manzano en su libro Crónicas de Antaño narra dos situaciones en relación al barrio El Teque; la primera, en su artículo sobre El Puente Guanabano dice: “Los vagabundos de El Teque hacían suya la soledad imperante para desvalijar el viandante si era del sexo barbudo, o vejarlo, en no importa qué manera, si cubría su cuerpo con trajes vaporosos ” (12); la segunda, en su artículo Medio Siglo Atrás (13) -se refería al último cuarto del siglo XIX- comenta la graciosa y picaresca anécdota: “ En las jerusalenes montada en escena en el teatro de corral situado en la Esquina de Pineda, don T. Rasgo, tuvo la osadía de distinguir su casa a renglón seguido de su patronímico con un 8 descomunal; allí se congregaban las compadrerías de El Teque y el Estado Vallenilla* para armar bululúes que comenzaban por una chirigota endilgada a la Magdalena, por su desproporción en el corpiño, y concluían con una tunda de garrote que ponía en tensión nerviosa la ciudad….”
Estas quebradas mencionadas dejaron de figurar en los planos de Caracas a finales del siglo XIX; por una parte al crecer la ciudad y la desforestación que la siguió, el caudal se fue reduciendo y por otra, las quebradas en sí eran de un caudal pequeño, más aún en época de verano, y con la urbanización a su alrededor se transformaron, al quedar embauladas, en simples conductos de drenajes; sólo queda como recuerdo las esquinas que llevan sus nombres: Esquina de Quitacalzón y esquina de Tinajitas; la quebrada de los Padrones, era de mayor caudal y está también embovedada, en muy pocos sitios se puede apreciar su lecho, desemboca en la quebrada de Caroata, cercana a la Esquina de Aserradero.
Se comenta con insistencia que los famosos pasapalos criollos llamados Tequeños tienen su origen en este barrio y no en la ciudad de Los Teques.
*El Estado Vallenilla fue la denominación que se le dió a la zona actual de la parroquia La Pastora luego de terminada la Guerra Federal. Al designarse La Pastora como parroquia independiente de Altagracia dejó de usarse esta denominación.
1.- Gerónimo Alberto Yerena Cabrera. El Teque. Antiguo barrio de la Ciudad de Caracas.
Blog Venezuela de Antaño. Caracas, 2 de agosto del 2009. http://venelib-antao.blogspot. com/.
2.- Lila
Mago de Chopite. Caracas y su crecimiento Urbano. Publicación de la Unidad de
Cultura y Publicaciones del Instituto Universitario Pedagógico de Caracas.1986.
p 81.
3.- Plano de la ciudad de Santiago de León de Caracas. 1810. Editado por
el diario El Universal, Colección Histórica Mapoteca IGVSB.
4.- Plano de la Ciudad Santiago de León de Caracas en el año de 1810.
“según apuntaciones del ilustrísimo Señor Don Mariano Martín y planos de F. de
Pons; A.J. Jesurun y otros, historiadores e ingenieros, desde 1771 hasta 1843;
con fecha 19 de abril de 1910 y firmado por E. Mendoza Solar. Recuerdo del
primer Centenario de la Independencia de Venezuela”. Publicado en el libro
Atlas de Venezuela. Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales
Renovables. Dirección de Cartografía Nacional. Segunda Edición.1979.
5.- Caracas Plano de la ciudad. Situación de las parroquias foráneas. Por
R. Razetti. 1897. Editado por el diario El Universal, Colección Histórica
Mapoteca IGVSB.
6.- Plano topográfico de la ciudad de Caracas. Capital de los Estados
Unidos de Venezuela. Plano levantado por orden del Ilustre Americano Gral Antº
Guzmán Blanco. 1875. Atlas de Venezuela. Editado por el Ministerio de Ambiente
y de los Recursos Naturales Renovables. Dirección de Cartografía Nacional.
Segunda Edición. 1979. p 14.
7.- Graciela Schael Martínez. Estampas Caraqueñas. Ediciones del Concejo
Municipal del Distrito Federal. 1975. P 169.
8.- Lila Mago de Chopite. Caracas y su crecimiento Urbano. Publicación de
la Unidad de Cultura y Publicaciones del Instituto Universitario Pedagógico de
Caracas.1986. El Plano de Caracas de 1890 elaborado por Pablo Díaz. p 225.
9.- José Nucete Sardi. La Ciudad y sus tiempos. Edición del Cuatricentenario de Caracas. p 35.
10.- Enrique Bernardo Núñez. La Ciudad de los Techos Rojos. Monte Avila Editores. 1998 .p 168.
11.- Carmen Clemente Travieso. Las esquinas de Caracas. Los libros del Nacional.2001.p 88
12.-Lucas Manzano. Crónicas de Caracas. Avila Gráfica, S.A-Impresores. Caracas 1951. P79.
13.- Ibidem.p 109.
9.- José Nucete Sardi. La Ciudad y sus tiempos. Edición del Cuatricentenario de Caracas. p 35.
10.- Enrique Bernardo Núñez. La Ciudad de los Techos Rojos. Monte Avila Editores. 1998 .p 168.
11.- Carmen Clemente Travieso. Las esquinas de Caracas. Los libros del Nacional.2001.p 88
12.-Lucas Manzano. Crónicas de Caracas. Avila Gráfica, S.A-Impresores. Caracas 1951. P79.
13.- Ibidem.p 109.
yerena.geronimo@gmail.com