Libertad!

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lunes, 30 de julio de 2012

DESIGNADA NUEVA DIRECTIVA DEL CÍRCULO DE ESCRITORES DE VENEZUELA



 El viernes 27 de julio a las 6 pm se efectuó la toma de posesión de la nueva Junta Directiva del Círculo de Escritores de Venezuela, que encabeza el  historiador Carlos Alarico Gómez, secundado por el profesor Jon Aizpúrua como Vicepresidente, el poeta Luis Beltrán Mago en la Dirección General, la poeta Carmen Cristina Wolf como gerente, el ensayista Ildemaro Torres en la Dirección de Cultura, la escritora Anabelle Aguilar en Finanzas, el dramaturgo José Tomás Angola en el Consejo Consultivo, además de grandes figuras de las letras como Carlos Gottberg, Ildemaro Torres, Magaly Salazar Sanabria, Alvaro Pérez Capiello, Enrique Viloria, Rosario Anzola,  Heraclio Atencio, Ana Teresa Torres, Carlos Pacheco, Lidia Salas, Frank Zicarelli, Ligia Colmenares, Jorge Gómez Jiménez, Lesbia Quintero, Edgar Vidaurre, Jason Maldonado.
El acto se llevó a efecto en el Aula Magna de la Universidad Alejandro Humboldt, con asistencia del Rector, la participación del Orfeón de esa Casa de Estudio y la asistencia de numerosos escritores y periodistas, destacándose la presencia de los presidentes del Instituto Nacional de Cultura Hispánica, del Club Médico Caracas y de FundaBolívar, doctores Luis Pilonietta, Julián Viso y Ricardo Meneses, respectivamente.
Al dirigirse a la concurrencia el nuevo presidente del gremio de escritores, Dr. Carlos Alarico Gómez, expresó que los miembros de la Directiva estaban conscientes de la enorme responsabilidad que tenían ante sí y añadió: “Los escritores de hoy día tenemos clara que nuestra tarea es trabajar en un mundo cambiante e inseguro, donde la libertad de escribir raya a veces con peligros tales que requieren mantener el ánimo alto, la voluntad aferrada a la convicción intelectual más profunda y el valor en su grado más firme. Esos aspectos –indicó Gómez- no son nada nuevos para los escritores, sobre todo en los escenarios donde priva la tiranía en cualesquiera de sus matices y agregó: “La tortura y el asesinato son prácticas constantes en países como Irán, Siria o Bielorrusia, donde no es posible expresar el pensamiento libremente, al igual que en Myanmar que mantiene a un poeta en la cárcel por el delito de expresar en verso su aversión a la dictadura; y en Cuba, donde una periodista es acosada por discurrir a favor de la democracia. En la actualidad –precisó- el derecho a disentir le ha costado la vida a muchos pensadores en algunos países árabes, donde aún se lucha con tesón por hacer valer la libertad de opinar.
El dirigente gremial expresó además que ese es el reto al que se enfrentan los escritores en la actualidad, expresando que se debe luchar contra los gobiernos que miran con desagrado a los que opinan diferente, buscando dominar con la teoría autocrática de “una sola voz”. Se debe hacer un esfuerzo – añadió- para que la obra de los creadores y de los científicos sea respetada, lo que incluye de manera especial a las ciencias humanísticas. Ese debe ser el primer objetivo de la nueva Junta Directiva: velar por la libertad de expresar libremente las ideas, sobre todo las que están sustentadas en investigaciones documentadas. Se debe vencer la tendencia que existe en nuestro país a usar la historia para apoyar un proyecto político o una ideología, sea de la corriente que sea. La verdad debe ser el único fin sustentable, aun cuando ella pueda ser diferente a la propia concepción del ideal que cada uno pueda tener. Lo importante es lograr que se comprenda y se respete el trabajo intelectual de los creadores.
En su disertación, Carlos Alarico Gómez propuso una acción dirigida hacia tres vertientes: una de tipo informativa en la que prevalezca la idea de difundir  la labor de los escritores venezolanos, lo que debe hacerse en los centros educativos donde se forma al nuevo ciudadano, llevándoles la posibilidad de analizar los grandes hitos de la historia en foros, seminarios y otros eventos que los ayude a comprender a su país en un ambiente favorable al proceso de enseñanza-aprendizaje, esfuerzo que debe alcanzar a los medios -especialmente los impresos-, donde muchas veces se le da preferencia al escritor extranjero, como si en Venezuela no hubiera suficientes pensadores de talla; a lo que hay que agregar los editores, para que se estimule la creación mediante premios a la inventiva que abarquen diferentes ramas del saber, tal como está ocurriendo en la actualidad con editoras como Planeta, Santillana y la Fundación Herrera Luque, que acaba de crear el Premio Iberoamericano de Novela con el nombre del ilustre novelista venezolano. El Círculo de Escritores apoyará esa feliz iniciativa que está siendo patrocinada por la Corporación Andina de Fomento, Banesco y el Centro de Estudios Latinoamericanos de Salamanca.
Finalizó su intervención recordando la afirmación del gran escritor Arturo Uslar Pietri en el sentido de que los valores humanos tienen que imponerse, expresando su esperanza de que ese objetivo se pueda lograr en el transcurso del presente siglo.

lunes, 23 de julio de 2012

Elogio de la opacidad…


Rafael Muci-Mendoza





Una paradoja: Cuba, isla de sol radiante donde sólo se percibe opacidad en salud. Opacidad que impide el paso de la luz, sinónimo de tristeza, melancolía, oscuridad, umbría y gesta de especialistas en delación, esos que nunca aprendieron la lección de la tolerancia, almas podridas, carentes de hombría y libertad de espíritu, sin pautas de conducta para entender que los medios justifican el fin y no a la inversa. Es cruel enseñar a leer para luego castrar la libertad del leer.
La anti-ley en manos infames nos amenaza, crea una sociedad de esclavos y genera una cáfila de sapos y delatores. Infamia de toda infamia es la destitución del epidemiólogo doctor Oswaldo Godoy sólo por decir la verdad. El Hospital Vargas de Caracas está de cerrado luto. Pero parece no pasar nada. La medicina debe ser una preocupación nacional; los médicos alejando nuestros intereses mezquinos deberíamos guiar nuestras prácticas como una misión distintiva y elevar nuestra voz, un clamor estentóreo de protesta ante el envilecimiento moral que permea nuestra sociedad. El problema sanitario nuestro rebasa cualquier ejercicio de la imaginación, si no, que lo diga la grave situación de la vacunación universal en manos tan indiferentes, irresponsables y despreocupadas como indoctas. Como en Cuba, estadísticas inventadas y maquilladas para exaltar la disfrazada carroña revolucionaria hedionda a muerte. ¡Dios nos salve de una epidemia cualquiera que nos encontrará inermes y desguarnecidos!
Momentos vendrán en que censores y catones asalariados, practicantes del proxenetismo médico desparecerán y la medicina dejará de estar secuestrada por cubanos que han contribuido a hacer del nuestro un estado forajido ¡Claro que hay esperanza, pero hay que hacerla realidad!
 

viernes, 20 de julio de 2012

EL silencio y el escorpión

 
EDGARDO MONDOLFI GUDAT

Más de una vez me he referido a los desafíos que supone la tarea de historiar lo contemporáneo. No sólo porque debe lidiarse con contextos que continúan siendo altamente polémicos sino porque, para que la faena llegue a buen fin, se debe contar con los instrumentos adecuados que permitan el equilibrio y, por esa vía, un buen balance historiográfico. Lo contrario sería dar cuenta de una versión interesada que suele prestarse con facilidad al ejercicio propagandístico.

En el caso estrictamente venezolano, ridiculizar en masa a la ciudadanía opositora, como pretendió hacerlo en su momento el documental La revolución no será transmitida es, más allá de su candidez tropical, un contundente ejemplo de ello.

Sustraerse a la polarización exige una distancia en la que, en no todos los casos, contribuye con acierto la pupila ajena, como lo demuestra el documental al cual he hecho referencia, a cargo de los irlandeses Kim Bartley y Donnacha O’Brien. Pero en otros sí se trata de una contribución invalorable, y es cuando la capacidad de interponer distancia, combinado con el don de observar, hace posible que los venezolanos tengan acceso a obras como es el caso reciente de El silencio y el escorpión, una extensa crónica sobre la delirante coyuntura de abril de 2002, a cargo del académico estadounidense Brian Nelson.

Apunto, como dato que merece subrayarse, el hecho de que fue una profesora venezolana, la abogada y catedrática de la Unimet Angelina Jaffé Carbonell, quien se hizo cargo de llamar la atención sobre este valioso testimonio que hasta ahora sólo había circulado en lengua inglesa. Fue Jaffé quien no sólo sensibilizó a los gerentes de la editorial Alfa, sino que asumió, junto a la profesora Vestalia Pérez, la ardua tarea de ofrecer una impecable traducción de la obra.

Decir que gracias a Nelson contamos con una versión fundamentada de lo ocurrido entre los días 11 y 13 de abril de 2002, es ser casi mezquinos con una obra que explora complejos conflictos y contradicciones de la política venezolana a lo largo de sus casi 350 páginas. Sin embargo, no quisiera dejar de mencionar dos cosas que me resultaron de interés: primero, el valiente cuadro de acción cívica protagonizado por la oposición antes de que fuera rehén del truculento camino que tomaron los hechos, 24 horas más tarde, cuando los venezolanos asistieron al desconcertante espectáculo de ver instalada una autoproclamada regencia en Miraflores; segundo, pero muy ligado a lo anterior, figura la manera como de estas páginas sale bien librada la actuación de aquellos mandos militares que se vieron resueltos a afrontar el deseo de un Gobierno dispuesto a aplicar la violencia a la medida de su propio delirio.

En este sentido, Nelson advierte que una cosa fue la locura del Carmonazo y otra muy diferente el intento de evitar una masacre contra el país opositor. Una frase del libro lo ilustra a cabalidad: lo ocurrido el 11 de abril no fue un golpe de Estado, sino un acto de desobediencia. La diferencia es más que sutil, puesto que si algunos de esos mandos militares resolvieron desacatar la aplicación del llamado Plan Ávila y mantener acuarteladas a sus unidades fue porque su decisión se sustentaba también en el propósito de evitar que potenciales tropas rebeldes iniciaran un asalto al poder. Lo de ellos fue la clara y ética convicción de que, para el 11 de abril en la tarde, los venezolanos estaban viendo asesinar a otros venezolanos por razones políticas y, todo ello, frente a la incapacidad del Gobierno de dialogar y reconsiderar las decisiones que habían activado aquella movilización nunca antes vista, por su escala, en la historia nacional. De muchos de tales detalles y sutilezas está hecho el fascinante libro de Brian Nelson.



EL NACIONAL - Martes 17 de Julio de 2012

Opinión

miércoles, 18 de julio de 2012

Ejemplo del Libertador...

Elías Campos Rodríguez* 

Por tercera vez se toman párrafos de algunas de las diez mil cartas escritas por el Libertador, que reflejan su ideal de pensamiento y el dar consejos.  


Escribía Bolívar el 8 de mayo de 1825 a Santander: "he visto una Gaceta de Caracas en que me proponen para candidato, y respondo que no aceptaré jamás tal presidencia, pues con esta llevo dos, y el mismo Washington no pudo aceptar noblemente la tercera, y como yo no me creo menos liberal entonces no aceptaré por cierto la tercera reelección, me parece que catorce años es lo más que un demócrata puede mandar en su propia patria".

En 1815, a propósito de un libro que el coronel Castillo publicó contra Bolívar, escribió: "yo, es verdad, podía contestar al coronel Castillo pero esto sería justificarlo, dando pruebas de bajeza, degradándome hasta la esfera del coronel Castillo que no merece entrar en lid conmigo sino como Tersites con Ulises. 

Recordar siempre el refrán "si no oyes consejos no llegas a viejo". 

*C.I. 1.873.474

 
 
EL UNIVERSAL
miércoles 18 de julio de 2012  12:00 AM

lunes, 16 de julio de 2012

MODELO HISTÓRICO VENEZOLANO

Rafael A. Salazar P
Inscripción del Libro: MODELO HISTÓRICO VENEZOLANO, en el
Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas
ACUSE DE RECIBO (DIV. DEPOSITO LEGAL), No 0000824, FECHA: 17-2-1992
Datos DEL SUJETO OBLIGADO
NOMBRE: Rafael Salazar / INSTITUCIÓN O EMPRESA: UNIVERSIDAD DE CARABOBO.
TITULO: Modelo Histórico Venezolano / TIPO DE MATERIAL: LIBROS / No EJEMPLARES: 6 / Número asignado: ISBN980-6259-74-2 / Biblioteca Pública Dr. Manuel Feo La Cruz / Ligia de Delgado - Encargada de Depósito Legal.
El Libro: MODELO HISTÓRICO VENEZOLANO, ISBN980-6259-74-2, impreso el 31 de mayo de 1991, en los talleres gráficos de la FCU de la Universidad de Carabobo. Autor: Rafael A. Salazar . La diagramación y montaje fue por Luis de la Cruz / Oscar Ruiz y la impresión por José Almarza.
Se publicó de nuevo el Libro: MODELO HISTÓRICO VENEZOLANO, con el nombre de autor: RAFAEL SALAZAR , impreso en febrero de 1993, en el Departamento de Publicaciones de la Facultad de Educación por Publicaciones Educación Universidad de Carabobo , con Diagramación y Montaje por Enrique Acevedo / Luis A. Márquez y la Impresión por Julio C. Cubillos.
Se informa que los errores de transcripción de la primera impresión y omisiones, en la imprenta de la FCU y reproducidos en la reimpresión en la imprenta de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Carabobo, en los ejemplares del Libro: Modelo Histórico Venezolano, en las fechas de edición indicadas, están enmendados en la versión formato pdf de julio 2012.
En la versión pdf de este libro de julio 2012, corregí y agregué textos omitidos de la transcripción de 1990 del escrito original de esta investigación. También le agregué en una de las páginas antes del índice de este libro imágenes y textos recientes de junio de 2012.
En Valencia, el 30 de junio de 1990, reunidos, en el Salón donde funciona el Consejo de Facultad de Educación de la Universidad de Carabobo, los profesores: Armando Martínez, Vicente Parra y Luis Romero, nombrados por el Consejo de Facultad de Educación de la UC, para evaluar este libro y al autor, recomendaron la publicación del Libro: Modelo Histórico Venezolano de Rafael A. Salazar P.
Valencia, 13 de julio de 2012
Rafael A. Salazar P. Profesor jubilado de la Universidad de Carabobo

domingo, 15 de julio de 2012

Estampitas nazi-fascistas


ROBERTO GIUSTI


y otras bellezas
Es el instinto primal aplicado sobre territorios "conquistados" y vedados al "enemigo"

La verdad es que provoca náuseas referirse al episodio del sábado pasado en La Vega. Obviamente es la repetición insidiosa y fatal de un fenómeno instalado entre nosotros, por no ir más atrás, desde hace catorce años. Nada nuevo. La misma basura de siempre, las mismas justificaciones de siempre, la misma hipocresía de siempre y la misma cobardía de no reconocer el signo de la barbarie que subyace en esta terca reiteración fascista de la forma más aberrante de hacer política.

Pero no queda otro remedio. Hay que denunciarlos, hay que desenmascararlos. Y no ya al supremo autor de esta modalidad de la violencia política que es un caso perdido, sino a personas como Soraya El Achkar, una de las madres de la Policía Nacional (proyecto que en medio de todas las dudas podía ofrecer ciertas garantías de respeto a los derechos humanos) y que ahora debe observar (al fin y al cabo es una académica), no sin consternación, como sus esfuerzos terminan convirtiéndose en arma política al servicio de los más bajos intereses del Gobierno. 


¿Qué agregar a lo ya dicho? Pues que no se trata solo de una práctica tradicional basada en la costumbre de tener el control de las situaciones o de un mala copia tropical de los estados nazi-fascistas del siglo XX y sus S.S o los fasci di combattimento, sino de un instinto primal aplicado sobre territorios "conquistados", donde no cabe la presencia de un enemigo que es imperativo, como bien lo dice el Führer, "pulverizar". Luego, el aparato propagandístico del régimen, bajo el comando del Gauleiter Izarra, se encargará, con su dominio maestro de los medios, de montar una versión que narra, exactamente, todo lo contrario de lo ocurrido.

A despecho del miedo, la violencia, el control total de los cuerpos armados, (oficiales y extraoficiales) y de un CNE laxo y permisivo cuando se trata de sancionar al poder, aún imperan algunas formas democráticas. Hay un candidato presidencial, existe una población y persisten medios críticos, capaces de contar la verdad y hacer valer los derechos humanos que la señora El Achkar, dijo, defendería la Policía Nacional, ahora chavista.

Esa población, a la cual se le impidió, el sábado pasado, escuchar el mensaje de un líder opositor, ya sabe que los violentos (al final tontos útiles con patente de corso) no están defendiendo sus derechos, sino los privilegios de una minoría que se enquista en el poder para seguir expoliando y engañando a los más vulnerables. Por eso la náusea se hace llevadera. Al fin y al cabo la repetición de los mismos episodios no conduce, como antes, al conformismo y la resignación. Y eso quedará claro el día señalado. 

miércoles, 11 de julio de 2012

Capriles Radonski, viene siendo sobrino en octavo grado del propio Libertador Simón Bolívar

Antonio A. Herrera-Valiant*


El recién publicado libro, "El Nudo Deshecho: Compendio Genealógico de El Libertador", incluye toda la descendencia de las hermanas y sobrinos de El Libertador, hasta nuestros días, como sus herederos declarados en su testamento.
Dicha publicación no contempló la descendencia del medio hermano de El Libertador, hijo natural perfectamente identificado de su padre, Don Juan Vicente Bolívar, nacido muchos antes del matrimonio Don doña Concepción Palacios. Es histórico que a la fecha del matrimonio Don Juan Vicente tenía 47 años y Doña María Concepción, 14 años de edad.
Se ha comprobado plenamente que el padre del Libertador tuvo en sus años mozos a un hijo llamado Don Juan Agustín Bolívar, que era más de 30 años mayor que El Libertador. La existencia y familia inmediata de este caballero fue originalmente descubierta y analizada por los destacados historiadores maracaiberos Doctor Kurt Nagel Von Jess y Doctor Juan Carlos Morales Manzur.
Don Juan Vicente de Bolívar y Ponte falleció el 19 de enero de 1786. Su testamento se compone del poder que otorga a su esposa y a su suegro para que redacten el testamento, y un testamento propiamente dicho redactado en base a notas dejadas por el difunto. Allí se identifica a Agustín Bolívar “que vive en la ciudad de Maracaibo”, a quien dispone Don Juan Vicente “se le den doscientos pesos por una vez, de que le hago donación”.  
Al morir Don Juan Vicente de Bolívar y Ponte en 1786, Agustín se dirige a Caracas para cobrar su legado, pero también a tratar de lograr una porción mayor de la herencia. Para ello tuvo que hacer una probanza, luego de escribir al Capitán General diciendo:
Don Agustín Bolívar... digo: que para efectos que me convengan, necesito hacer cierta información sobre mi filiación y demás que conduzca a hacer constar ser hijo natural del Señor Coronel Don Juan Vicente Bolívar, ya difunto, a cuyo efecto vengo en suplicar a la justificación de Vuestra Señoría se sirva admitirme los testigos que presentaré, los que bajo de juramento declaren...  si me conocen de vista, trato y comunicación y si les consta que el dicho Señor me trataba como si fuese su hijo, con aquel cariño que es propio de un padre... si en varias ocasiones manifestó esto mismo, así de palabras como de hecho, teniéndome en la casa de doña Luisa Bolívar, su hermana, alimentándome y contribuyéndome todo lo necesario... diga separadamente Don Juan José Barandica si es cierto que el Doctor Don Juan Félix Aristeguieta le comunicó que el dicho Señor Don Juan Vicente era mi padre, y  de una señora de las principales de esta ciudad, mi madre, con quien no había contraído matrimonio, sin embargo de ser soltera y no tener impedimento alguno, por ciertos motivos que ocurrieron en aquel entonces”. ([1])
Luego reconoce que la viuda de su padre (Doña Concepción Palacios) le entregó los doscientos pesos legados por Don Juan Vicente, pero solicitó fondos adicionales para cubrir gastos inmediatos. No hay otras noticias de este medio hermano de El Libertador, y se presume que falleció antes de la Independencia.
Este mismo Don Juan Agustín Bolívar contrajo matrimonio en la Iglesia Mayor de Maracaibo ([2]) de la Iglesia Mayor (Catedral) del 22 de noviembre de 1772, ([3]), con Doña Ana María Chacín Mijares, que nació en Maracaibo el 4 de octubre de 1750, hija de Don Juan Ubaldo Chacín y de Doña María  Paula Mijares. La partida le identifica claramente como hijo natural de Don Juan Vicente Bolívar. Debió ser bastante joven al momento de contraer ese enlace, que ocurrió más de diez años antes de nacer siquiera El Libertador. Del matrimonio dejó tres o cuatro hijas:
Una de sus hijas fue Doña Carlina Bolívar Chacín, que tiene su defunción en la parroquia de Nuestra Señora de la Chiquinquirá de Maracaibo el 18 de agosto de 1834 ([4]), donde se le identifica como hija de Don Juan Agustín Bolívar y de Doña Ana María Chacín. Doña Carlina Bolívar Chacín, a su vez, fue la madre de:
Doña Ramona Bolívar, que falleció en los Puertos de Altagracia (actual Cabimas) el 7 de noviembre de 1851 ([5]), luego de haber casado en la parroquia de Nuestra Señora de la Chiquinquirá de Maracaibo el 21 de junio de 1835 ([6]) con el señor José Dubuc D'Autan, corsario francés natural de Burdeos que estuvo al servicio de la Independencia de Venezuela y falleció en los Puertos de Altagracia el 16 de abril de 1852. De la familia Dubuc Bolívar queda numerosa y distinguida descendencia, sobre todo en los Estados Zulia y Trujillo.
Una de las hijas que tuvieron fue Doña Corina Dubuc Bolívar, que nació en Casigua (Falcón) el 25 de mayo de 1836 y fue bautizada en su parroquia el 15 de agosto siguiente, sus padrinos N. Henríquez y Estefanía Dubuc. Esta señora casó en la parroquia de San Juan Bautista de Betijoque (Trujillo) el 6 de marzo de 1863 ([7]) con Don Fernando Jugo Ferrer, oriundo asimismo de Maracaibo, hijo de los señores Domingo Jugo y Mariana Ferrer. Esta pareja también tuvo extensa y destacada sucesión, entre ellos a:
Doña Elvira Rosa Jugo Dubuc, que nació en Betijoque y casó allí el 10 de abril de 1887 ([8]) con Don Julio García Sánchez, hijo de los señores Santiago Felipe García y Merced Sánchez. Ellos, a su vez fueron los padres de:
Don Julio García Jugo, natural también de Betijoque y casado en su parroquia el 12 de octubre de 1908 ([9]) con Doña María Teresa Arjona Cubillán, que era hija de los señores Francisco Arjona y Herminia Cubillán. Una hija de esta pareja trujillana fue:
Doña Laura García Arjona, que nació en Betijoque el 25 de abril de 1914 y contrajo matrimonio en la parroquia de Altagracia de Caracas el 6 de julio de 1936 ([10]) con el Doctor Armando Capriles Myerston, que a su vez nació en Coro (Falcón) el 22 de diciembre de 1894, a su vez hijo de los señores Elías  Capriles Ricardo y Sara María Myerston.
El contrayente descendía del abogado curazoleño Mordecai Ricardo, protector de El Libertador, quien le da una suma de dinero que le permite subsistir en la Isla durante su primer exilio y financiar su expedición de 1812 hacia Cartagena. Ricardo luego ofrece refugio y mantiene a las hermanas de Bolívar, alojándolas en su propiedad, el famoso Octagon, que aún existe como importante monumento de Willemstadt.
El Doctor Armando Capriles Myerston, coriano, y Doña Laura García Arjona, trujillana, son los padres de - entre otros - el Sr. Henrique Capriles García, de cuyo matrimonio con la señora Mónica Cristina Radonski Bochenek, nació el Doctor Henrique Capriles Radonski, actual candidato a la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, viene siendo sobrino en octavo grado del propio Libertador Simón Bolívar, con profundas raíces en los Estados Trujillo, Falcón y Zulia.
Se produce entonces la curiosa coincidencia que el candidato presidencial y su jefe de campaña, Doctor Leopoldo López Mendoza, sobrino en sexto grado de Bolívar, están unidos por la propia sangre de Bolívar, constituyendo así la primera instancia en toda la historia de Venezuela donde la estirpe del Libertador, en equipo, se acerca al solio presidencial como reivindicación del más genuino gentilicio bolivariano.

* Presidente del Instituto Venezolano de Genealogía.

Caracas, 29 de junio de 2012
 
[1] "La familia maracaibera del Libertador Simón Bolívar", por el Doctor Juan Carlos Morales Manzur, en "Aportes del Zulia a la genealogía nacional", págs. 452-465, Acervo Histórico del Estado Zulia, Ediciones Astro Data, Maracaibo, Junio 2007. En el estudio se presenta a Doña Ramona Bolívar como hermana, y no como hija de Doña Carlina. Posteriormente hemos podido encontrar los datos que establecen la verdadera relación.
[2] Como consta en la partida Nº 701, correspondiente al Libro número 1, matrimonio de blancos españoles, folio 170
La felicidad te mantiene Dulce, los intentos te mantienen Fuerte, las penas te mantienen Humano,
Las caídas te mantienen Humilde, el éxito te mantiene Brillante.
Pero sólo Dios te mantiene Caminando...
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lunes, 9 de julio de 2012

Eloy Alfaro y el Conflicto Anglo venezolano por la Guayana Esequiba al centenario de su fallecimiento I. Parte

Oscar José Márquez*



 Eloy Alfaro 

Con motivo de conmemorase  hoy 28 de enero de 2012 el centenario de la trágica y lamentable muerte de quien fuera  Presidente de la Republica del Ecuador Eloy Alfaro, en dos oportunidades 1897-1901 y 1906-1911,  manifestó defensor de la causa venezolana por la reclamación de los  territorios al oeste del río Esequibo conocidos como la Guayana Esequiba  o Zona en Reclamación.
La Fundación de la Guayana Esequiba, sus blog:

La Guyana Esequiba 1994 MARNR Servicio Autonomo
 de Geografía y Cartografía Nacional 3 Edición I
http://www.laguayanaesequiba.org/; así como  sus cuentas asociadas de Facebooks y Twitter, le rinden  a este ilustre ecuatoriano un justo y merecido reconocimiento por sus acciones a favor de la reivindicación y unificación de los citados territorios ubicados al oeste del río Esequibo. 
Eloy Alfaro, fue un connotado político ecuatoriano (1842-1912), nacido en  la población de Montecristi en la Provincia de Manabi región costera del Ecuador al suroeste,   quien según los historiadores liderizó, la revolución liberal (1895-1924), al combatir por  treinta años al conservadurismo de su país.
Al logar  la transformación político, y social más importante que se haya dado en el Ecuador después de su guerra de independencia, al promulgar la constitución de 1906 y con ella consolidar el Estado Nacional,  separar la iglesia del Estado, introducir  la educación pública gratuita y laica, la defensa de los valores democráticos, la unidad nacional,  el  establecimiento del matrimonio civil, la legalización    del divorcio, la secularización de la  cultura, la proclamación de  los derechos  individuales más amplios,  el establecimiento de  la libertad de expresión, la  profesionalizar  al ejercito, procedió a si mismo  a dar  los pasos iniciales  de un capitalismo incipiente,  hizo lo posible por  mejorar las condiciones de vida y trabajo de la población, finalizo la construcción del ferrocarril trasandino que unió las ciudades de Quito  con Guayaquil y defendió la integridad territorial del Ecuador.
Sin embargo al oponerse al Gobierno de Emilio Estrada Carmona,  y criticar su administración, e iniciar algunos partidarios de   Eloy Alfaro algunas sublevaciones es desterrado a Panamá durante el Gobierno interino de Carlos Freile Zaldumbide.
El 04 de enero de 1912 regresa a su país con el fin de dialogar con el Gobierno, pero es encarcelado  por el General Leónidas Plaza, y el 28 de enero de 1912,  en la ciudad de Quito, una multitud de personas   incitadas y dirigidas  por sus enemigos políticos y adversarios entre ellos  placistas y conservadores, ingresan al penal García Moreno,  donde estaba detenido Eloy Alfaro,  es asesinado  y algunos de sus partidarios fueron linchados,  luego  arrastran su cuerpo junto a los de  otros seis líderes liberales hasta el Parque El Ejido,  donde los queman hecho este llamado  por el escritor Alfredo Pareja como “…la Hoguera Barbará…”.

El Latinoamericanista
En referencia a las actuaciones de  Eloy Alfaro, destaca su actuación hacia la unidad latinoamericana, y la defensa de  su territorialidad, al convocar a un Congreso  con la finalidad de crear un Derecho Público Americano y “…dar a la Doctrina Americana de Monroe, toda la extensión que se merece  y la garantía necesaria para hacerla respetar…”.
Estas últimas palabras eran la razón y el objetivo fundamental que perseguía Eloy Alfaro, a mediados de 1895, como consecuencia de la actitud de  la Gran Bretaña de  imponer su voluntad  mediante  la agresión y con la fuerza de sus cañones  en su conflicto con  Venezuela por los territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos como la Guayana Esequiba.
Ante la actitud dócil e indiferente de   los Estados Unidos  que permanecían    aislados  del resto de los países del continente americano al sur del río Grande, y de  no hacer respetar la Doctrina Monroe,  frente a las pretensiones y aspiraciones de  la Inglaterra imperialista seguramente por  su  relación  debido a la esfera de sus influencias  con el Caribe anglosajón.
Para  1895 el conflicto anglo venezolano había escalado  grandes proporciones  con la intervención de los Estados Unidos, debido principalmente a la actuación de Eloy Alfaro, en razón de que histórica y jurídicamente los territorios al oeste del río Esequibo son venezolanos y habían   pertenecido  a España  primero por el Tratado o Periodo de Tregua 1609-1621 y segundo  por el Tratado de Munster, o de Westfalia de 1648.  En que España reconoció a los países bajos las posesiones, hasta entonces ocupadas por ellos que solo  llegaban hasta el río Esequibo.
 Ante  la comunidad internacional y desde el punto  de vista del derecho interno español e indiano existen innumerables, escritos, comunicaciones y acciones de armas en contra de los holandeses que se habían asentado ilegalmente al oeste del río Esequibo.
Por lo que no existían  tierras nullas en los citados territorios al oeste del río Esequibo y   en materia político territorial estos dos instrumentos regulaban las relaciones hispano - holandesas en América. Por lo que el Reino de España después de 1648 y en violación franca al tratado de Munster, todas las pequeñas factorías que llegaron a tener los holandeses al oeste del río Esequibo, en especial en la costa baja, entre el Moruca – Pomerún, la primera a ciento treinta kilómetros al este de la desembocadura del Orinoco
Fueron declaradas usurpaciones violatorias del Tratado   Munster, o de Westfalia. A pesar de que Holanda consideraba este punto como la frontera más avanzada de su colonia pero España rechazo de plano esto al considerar que la frontera estaba en el río Esequibo a doscientos kilometros aproximadamente de las bocas del Orinoco.
Con motivo de las guerras napoleónicas en las cuales la Gran Bretaña luchaba contra Holanda aliada de Francia toma en 1797,  la colonia del Demerara y Esequibo. Con el tratado de Amiens en 1802, entre los países en conflagración la Gran Bretaña restituye todas las posesiones y colonias ocupadas o conquistadas por las fuerzas británicas en el curso de la guerra entre ellas las colonias holandeses  de Berbecí-Demerara y Esequibo. Con excepción de la Isla de Trinidad que era española y de las posesiones holandesas en la isla de Ceilán.   
En 1804 al reanudase  los conflictos en Europa los ingleses toman nuevamente las colonias de Demerara y Esequibo y posteriormente las Berbecí. Por la convención de  Londres de 1814 entre la Gran Bretaña y las Provincias unidas de los  Países   Bajos estos últimos ceden los establecimientos de Demerara Esequibo y Berbecí. En esta última etapa de las guerras napoleónicas la antigua Capitanía General de Venezuela se encontraba involucrada en plena   guerra por su  independencia 1810-1823.
 El naturalista Robert  H. Schomburgk,   procedió por encargo de Real Sociedad de Londres  a   explorar  entre los años de  1835 a 1839 las ex colonias holandesas de Berbecí, Esequibo y Demerara,  penetrando a lo más profundo de la Guayana venezolana, la Orinoquia  de  lo que es el territorio nacional hasta el Roraima hoy Estado Bolívar,  a las nacientes del río Arobopó, el cual cae  al Kukenan, y este al Caroní, que desemboca a su vez en el Orinoco, sin  haber solicitado ninguna autorización del  Gobierno venezolano.
Posteriormente realizo otra exploración  hacia  la amazonia por territorio brasileño al pasar a la cuenca del rio Branco (Blanco) remonta los   ríos Uraicuera, Mucajai  traspasa la sierra de Pacaraima que  separa la cuenca del Amazonas con las del Caroní, Caura, Orinoco para bajar por el río Meravari,  subir y  traspasar la sierra Maigualida,  divisoria de las aguas que  separan  las  sub cuencas al norte del  Caroní-Caura y al sur  Parima-Mavaca-Ocamo  pertenecientes a la cuenca  del rio Orinoco para  bajar por el  río Parima-Mavaca-Orinoco hasta llegar a la Esmeralda en el Estado Amazonas y retornar a la colonia del Demerara por la ruta Casiquiare, río Negro, Branco, Esequibo.
Para arribar a Georgetown en junio de 1839, donde le plantea al Gobernador de la colonia Light Henry, la necesidad de efectuar una demarcación ante la Gran debilidad de Republica de  Venezuela por estar su territorio habitado  solo por tribus indígenas   y del Imperio del Brasil, por esclavizar a estos.
Información esta que a su vez es enviada al Colonial Office en Londres  por el gobernador colonial Light Henry “…solicitando la conveniencia de la celebración de un arreglo con los Gobiernos del Brasil, de Venezuela y de Holanda, que defina exactamente los límites de la Guayana Británica…” .
Todo lo anterior lo había realizado la Gran Bretaña sin consultar  como señalamos anteriormente  con el  Gobierno venezolano y sin tomar en cuenta a su vez que los derechos de los holandeses, de quienes la gran Bretaña derivaba los suyos, debían estar fundados en la ocupación y no en las incursiones furtivas  ni a los procederes como los Robert  H. Schomburgk, de  1841  por instrucciones del Foreing Office y Colonial Office,   a colocar botalones o hitos incluso en punta Barima en las bocas del Orinoco, posesiones estas que considero de vital importancia para la Gran Bretaña por ser un punto estratégico que domina la entrada del Orinoco, repitiendo así las palabas  y ambiciones  de Sir Walter Raleigh.
Venezuela reclamo y protesto ante este  hecho insólito, la Gran Bretaña convino entonces en que   los hitos fueron removidos   alegando que habían sido colocados únicamente como una pretensión. Sin embargo  Robert  H. Schomburgk, publico en esa época un mapa trazando una línea  de frontera entre Venezuela y la Guayana Británica según sus criterios y exploraciones unilaterales. Lo que genero una discusión acerca de la identidad  de este mapa y de la ubicación de la  primitiva línea.
A finales de 1850 se establece un  Status Quo,  sobre la zona en disputa mediante el intercambio de notas entre el Encargando de Negocios de la  Gran Bretaña que propone:  
“... no puede el Gobierno venezolano, sin cometer una injusticia con la Gran Bretaña, desconfiar por un momento de la sinceridad de la declaración formal, que ahora se hace en nombre y de orden expresa del Gobierno de su Majestad, de que la Gran Bretaña no tiene intención de ocupar ni usurpar el territorio disputado; por consecuencia, el Gobierno venezolano no puede, con igual espíritu de buena fe y amistad, negarse á hacer una declaración semejante al Gobierno de su Majestad, á saber, que Venezuela misma no tiene intención de ocupar ni usurpar el territorio disputado ...”.
Y el Ministro de Relaciones Exteriores  de Venezuela se llega a un acuerdo de que ninguna de las partes ocupara el territorio en disputa.  
La usurpación inglesa aumento cuando se descubrieron los yacimientos auríferos del Yuruari lo que permitió y alentó a que los súbditos ingleses y aventureros a que avanzaran gradualmente más  y más al oeste del río Esequibo.  En 1876, Venezuela buscó el apoyo en Estados Unidos,  basado en la Doctrina Monroe infructuosamente.  
Para 1887,  la Gran Bretaña pública un nuevo mapa  con una Línea Schomburgk expandida en la que    procedía  a aumentar sus demandas territoriales de 76,000 a 108,000 millas cuadradas sobre territorio venezolano, que incluía a Punta Barima de importancia estrategia como  se señalo anteriormente.
 Señalando posteriormente el Foreign Office que esa línea  es de estricto derecho pretendiendo usurpar  los territorios al oeste del río Esequibo hasta Upata. Y ante una serie de desmanes, violación del territorio nacional,   usurpaciones y abusos que atentan contra el derecho de gentes en febrero de 1887,  Venezuela suspende  las relaciones diplomáticas  con la Gran Bretaña.

Actuaciones del Ecuador
En  América varias naciones se identificaron con la reclamación territorial venezolana debido a la intransigencia  de   la Gran Bretaña que había rechazado  todas las propuestas venezolanas incluyendo el arbitraje, así como los ofrecimientos de mediación hechos por el Gobierno ecuatoriano presidido por el Dr. Antonio Flores Jijón, de conformidad con el protocolo suscrito en Quito el 03 de agosto de 1891.   Entre el Dr. Pedro José Ceballos, en calidad de plenipotenciario ecuatoriano y el Dr. Burguillos  en representación de Venezuela, que interpondrían sus buenos oficios ante el Gobierno de la Gran Bretaña para obtener un arreglo equitativo de los límites entre Venezuela e Inglaterra.
Respecto de esta mediación ecuatoriana a favor de la reclamación territorial venezolana por los territorios al oeste del río Esequibo el Dr.  Luis Cordero, en su mensaje  al Congreso Ecuatoriano en 1894 señalo: “…por dar una prueba de nuestro fraternal afecto a la   heroica patria de Bolívar verdadera cuna de libertad de cinco Republicas, tuvimos a bien manifestar a la ilustrada y poderosa Inglaterra nuestro cordial  deseo de que alcanzase solución pacífica a la controversia que mantiene desavenidas a las dos naciones sobre dominios de territorios colindantes. El gobierno inglés ofreció lo humanitario de tal deseo y nos indico que trataría directamente con aquella hermana nuestra, para ver llegar a un arreglo satisfactoria. Sensible es que todavía se haga esperar este, no obstante el vivo interés de varios estados, porque el vinculo de la amistad vuelven a unir a la primogénita del libertador con la gran monarquía que tan directamente contribuyo a la independencia de Suramérica…”  
Continuara….
Como citar este artículo

How to cit this article
*Márquez, Oscar J. Eloy Alfaro y el Conflicto Anglo venezolano por la Guayana Esequiba al centenario de su fallecimiento I. Parte, Entrada del viernes 27 de Enero de 2012, consultado el xx / xx/ 2012. URL:


domingo, 8 de julio de 2012

Humor hostil…

Rafael Muci Mendoza




De acuerdo a la teoría griega de los humores, todos los líquidos orgánicos estaban compuestos, en variable proporción por sangre (caliente y húmeda), flema (fría y húmeda), bilis amarilla (caliente y seca) y bilis negra (fría y seca). Se encontraban en equilibrio si el sujeto gozaba de salud, pero en cambio, si existía exceso o defecto de alguno de ellos se producía la enfermedad. En concierto con la teoría, en toda dolencia existirían tres etapas: Una, el cambio en las proporciones humorales causada por factores externos o internos; le seguiría la reacción del organismo ante esa alteración, y culminaría con la crisis final en la que el organismo acabaría con la eliminación del humor que estaba en exceso o con la muerte.
El mandón sufre de humor hostil, ese que pronuncia el insulto, incita a la burla y está pleno de sarcasmo; él olvida, que si bien perjudica a los demás, más aún lo quebranta a él al expresar y dejar entrever su baja autoestima y minusvalía, su ausencia de empatía y su indignidad que trata de proyectar en los demás.
Pero a la inversa, el sentido del humor y la risa son benéficos para la salud en sus vertientes física y psíquica. Hay que aprender a poner límites entre la realidad que incita al desconsuelo y nuestra propia integridad: La risa sirve de escape y brinda seguridad a nuestra psiquis. Libera tensiones, aquieta preocupaciones, es balsámica y nos permite olvidar temporalmente las angustias.
Bienvenidos sean los Zapatas, los Claudios, los Laureanos, y los Weils y las Raymas y otros, y su filoso humor dirigido a delatar las contradicciones de los gobernantes, a facilitar la risa, con respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Lástima que ese humor fino y penetrante no sea entendido por la mente simple ni permee a través de pestilentes corazas…
 

martes, 3 de julio de 2012

LOS MILITARES VENEZOLANOS Y EL 5 DE JULIO


-Alberto Rodríguez Barrera-

En momentos en que el chavismo busca hacer de las Fuerzas Armadas una guardia pretoriana, exclusivamente dedicada a las ambiciones extremas de un solo hombre, como en Cuba, cabe hacer un llamado sencillo y honesto que recuerde el honor y el deber que les corresponde, mientras aún se esté a tiempo.    
Porque fue a la hora misma de nacer la República de Venezuela, soberana y libre, que nacieron las Fuerzas Armadas.




Los patricios del Congreso y de la Sociedad Patriótica, junto a los pobres blancos y  zambos, negros y mestizos, y luego todos los venezolanos unidos en su diversidad, fueron a poco de proclamada la independencia una nación en armas para consolidar en los campos de batalla el Acta suscrita el 5 de julio de 1811.

El guerrear incesante duró hasta Ayacucho, en 1824, porque detrás del dolmán rojo del Libertador se fue su pueblo armado, en la más hermosa y generosa de las aventuras: ir regando llanuras y serranías de sangre y huesos de venezolanos, en el empeño de contribuir a la libertad e independencia de las patrias hermanas, después de haberse logrado la de Venezuela en el segundo Carabobo.
El ejército de la República nació bajo el signo del heroísmo desinteresado, de la entrega de sacrificios y vidas a la patria recién nacida. En hermoso lenguaje, el Libertador le hacía justicia a sus compañeros de armas cuando calificó ante el Congreso de Angostura, en 1819, su desinteresado modo de comportarse, con estas palabras:
 
"No combatiendo por el poder, ni por la fortuna, ni aun por la gloria, sino tan sólo por la libertad, títulos de Libertadores de la República son sus dignos galardones.”
El Libertador contribuyó de forma relevante a plasmarle a los ejércitos que conducía, a través de victorias y descalabros, su condición de fuerza armada subordinada a la ciudadanía y a las leyes:
"Yo soy soldado y mi deber no prescribe otra cosa."

Y en las vísperas mismas del doliente deceso de Santa Marta ratificaba esa que fue su indesviable línea de conducta, más admirable porque sobre los hombros suyos reposaba la gloria de haberle dado libertad a media América. Afirmó que el soldado
"no es el árbitro de las leyes ni del gobierno; es el defensor de la libertad. Sus glorias deben confundirse con las de la República; y su ambición debe quedar satisfecha al hacer la felicidad de su país."

Esta doctrina bolivariana fue negada y contradicha por cuantos a lo largo de nuestra historia de nación independiente utilizaron las armas que la República entregaba, confiada, a sus soldados, para volverlas contra la nación y ejercer mandatos usurpados y despóticos.
Y esto es lo que hoy no puede volver a repetirse, pese a los enconados y viles esfuerzos que el chavismo está haciendo exacerbadamente.

Las Fuerzas Armadas de Venezuela, en su desarrollo profesional y técnico, jamás se beneficiaron de esos gobiernos autocráticos, que usurpando su nombre y representación tiranizaban al país y obstaculizaban su progreso político, económico y social.
Empeño confeso o apenas disimulado de esos mismos regímenes de usurpación ha sido el de abrir zanjas de incomprensión entre las Fuerzas Armadas y los millones de venezolanos que integran la comunidad nacional.
Todos los venezolanos, tanto la mayoría civil como los militares, tenemos cada uno una parte de responsabilidad en que tales gobiernos deslegitimados y sin vocación de servicio a la República hayan hecho padecer a Venezuela y entorpecido su proceso evolutivo y ascendente.
Los pueblos y los hombres, cuando tienen la voluntariosa decisión de hacer historia, no se esterilizan en el recuerdo de los males pasados. Aprenden de ellos la lección que impida recaer en los mismos errores que los hicieron posibles, y encaran afirmativa y optimistamente el porvenir.

Ello fue lo que hizo y seguirá haciendo, para ejemplo de América y orgullo de nuestro gentilicio, la Venezuela democrática que arrancó el 23 de enero de 1958. Desde entonces y para siempre vivimos buscando la convivencia y la armonía dentro de un régimen de derecho, resultado de la soberanía que permite un sistema donde la colectividad decide y define inobjetablemente su destino.
En el ámbito civil y en la esfera castrense no debe ser más el capricho de un gobernante, sino el imperio de la ley, lo que rige las relaciones entre el poder público y la ciudadanía. Y unas Fuerzas Armadas con sentido de total responsabilidad nacional tiene que preocuparse hoy, con un mismo venezolano interés, por que se quemen etapas en el camino del progreso colectivo, en aras de recuperar el tiempo perdido.

Esa preocupación por mejorar y superar a Venezuela en todos los órdenes de su vida de nación también se orienta hacia un mayor perfeccionamiento de sus Fuerzas Armadas. No son ellas un añadido ni un yugo de la República, sino una necesidad sustancial de la República.
Sus hombres han escogido para servir a Venezuela una profesión signada de responsabilidades y deberes; y sus tareas cotidianas, intensas y con escaso tiempo libre para dedicarse a labores de pertinencia civil, escapan a la mirada de quien no traspone las puertas de los cuarteles, de las bases aéreas y navales.
 Es la tarea de un adiestramiento cotidiano para ser el brazo armado eficaz de la nación en la defensa de la intangibilidad de sus fronteras y de su sistema de vida democrático, si la patria llegare a ser agredida o si contra sus instituciones se pretendiera atentar.

Un gobierno conciente tiene la tarea de cumplir con un plan que contribuya a que cada día sea mayor la capacidad técnica y la idoneidad profesional de las Fuerzas Armadas, así como que sea suficiente y adecuada su dotación. Y también deberá seguir contribuyendo para que desaparezca cualquier remanente de recelos entre la nación y sus Fuerzas Armadas, esa otra herencia que dejaron y dejan los gobiernos de usurpación.
Hoy más que ayer este último empeño deberá ser facilitado por la correcta y digna conducta, de respeto y apoyo a la constitucionalidad, de las Fuerzas de Aire, Tierra y Mar.

De cada una de las aventuras fallidas de los pocos que pretenden convertir de nuevo al Gobierno en botín de audaces, debe salir fortalecida la fe de los venezolanos en los hombres a quienes entregó y confió la custodia de sus armas.
Los venezolanos deben seguir trabajando sin zozobras en la fábrica, en el laboratorio, en el taller, en las aulas, en el surco, en todos los lugares de la creación constructiva, seguros de que les velan y cuidan su derecho a la paz los venezolanos armados que han jurado frente a la bandera acatar y respetar la Constitución y las leyes de la República.

Retroceder hacia una patria de comunismo y muerte es algo sumamente ajeno a la patria de democracia y vida que anhelan fervientemente los venezolanos, y por lo cual lucharon sus integrantes más ilustres. Es hora de un pensar más profundo, con la valentía que siempre requieren las luchas por la libertad. Como lo soñó Bolívar...