El viernes 27
de julio a las 6 pm se efectuó la toma de posesión de la nueva Junta Directiva
del Círculo de Escritores de Venezuela, que encabeza el historiador Carlos Alarico Gómez, secundado
por el profesor Jon Aizpúrua como Vicepresidente, el poeta Luis Beltrán Mago en
la Dirección General, la poeta Carmen Cristina Wolf como gerente, el ensayista
Ildemaro Torres en la Dirección de Cultura, la escritora Anabelle Aguilar en
Finanzas, el dramaturgo José Tomás Angola en el Consejo Consultivo, además de
grandes figuras de las letras como Carlos Gottberg, Ildemaro Torres, Magaly
Salazar Sanabria, Alvaro Pérez Capiello, Enrique Viloria, Rosario Anzola, Heraclio Atencio, Ana Teresa Torres, Carlos
Pacheco, Lidia Salas, Frank Zicarelli, Ligia Colmenares, Jorge Gómez Jiménez,
Lesbia Quintero, Edgar Vidaurre, Jason Maldonado.
El acto se llevó a efecto en el Aula Magna de la
Universidad Alejandro Humboldt, con asistencia del Rector, la participación del
Orfeón de esa Casa de Estudio y la asistencia de numerosos escritores y
periodistas, destacándose la presencia de los presidentes del Instituto
Nacional de Cultura Hispánica, del Club Médico Caracas y de FundaBolívar,
doctores Luis Pilonietta, Julián Viso y Ricardo Meneses, respectivamente.
Al dirigirse a la concurrencia el nuevo presidente
del gremio de escritores, Dr. Carlos Alarico Gómez, expresó que los miembros de
la Directiva estaban conscientes de la enorme responsabilidad que tenían ante
sí y añadió: “Los escritores de hoy día tenemos clara que nuestra tarea es trabajar
en un mundo cambiante e inseguro, donde la libertad de escribir raya a veces
con peligros tales que requieren mantener el ánimo alto, la voluntad aferrada a
la convicción intelectual más profunda y el valor en su grado más firme. Esos
aspectos –indicó Gómez- no son nada nuevos para los escritores, sobre todo en
los escenarios donde priva la tiranía en cualesquiera de sus matices y agregó:
“La tortura y el asesinato son prácticas constantes en países como Irán, Siria
o Bielorrusia, donde no es posible expresar el pensamiento libremente, al igual
que en Myanmar que mantiene a un poeta en la cárcel por el delito de expresar
en verso su aversión a la dictadura; y en Cuba, donde una periodista es acosada
por discurrir a favor de la democracia. En la actualidad –precisó- el derecho a
disentir le ha costado la vida a muchos pensadores en algunos países árabes, donde
aún se lucha con tesón por hacer valer la libertad de opinar.
El dirigente gremial expresó además que ese es el
reto al que se enfrentan los escritores en la actualidad, expresando que se
debe luchar contra los gobiernos que miran con desagrado a los que opinan
diferente, buscando dominar con la teoría autocrática de “una sola voz”. Se debe
hacer un esfuerzo – añadió- para que la obra de los creadores y de los científicos
sea respetada, lo que incluye de manera especial a las ciencias humanísticas. Ese
debe ser el primer objetivo de la nueva Junta Directiva: velar por la libertad
de expresar libremente las ideas, sobre todo las que están sustentadas en
investigaciones documentadas. Se debe vencer la tendencia que existe en nuestro
país a usar la historia para apoyar un proyecto político o una ideología, sea
de la corriente que sea. La verdad debe ser el único fin sustentable, aun
cuando ella pueda ser diferente a la propia concepción del ideal que cada uno
pueda tener. Lo importante es lograr que se comprenda y se respete el trabajo
intelectual de los creadores.
En su disertación, Carlos Alarico Gómez propuso una
acción dirigida hacia tres vertientes: una de tipo informativa en la que
prevalezca la idea de difundir la labor
de los escritores venezolanos, lo que debe hacerse en los centros educativos
donde se forma al nuevo ciudadano, llevándoles la posibilidad de analizar los
grandes hitos de la historia en foros, seminarios y otros eventos que los ayude
a comprender a su país en un ambiente favorable al proceso de
enseñanza-aprendizaje, esfuerzo que debe alcanzar a los medios -especialmente
los impresos-, donde muchas veces se le da preferencia al escritor extranjero,
como si en Venezuela no hubiera suficientes pensadores de talla; a lo que hay
que agregar los editores, para que se estimule la creación mediante premios a
la inventiva que abarquen diferentes ramas del saber, tal como está ocurriendo
en la actualidad con editoras como Planeta, Santillana y la Fundación Herrera Luque,
que acaba de crear el Premio Iberoamericano de Novela con el nombre del ilustre
novelista venezolano. El Círculo de Escritores apoyará esa feliz iniciativa que
está siendo patrocinada por la Corporación Andina de Fomento, Banesco y el Centro
de Estudios Latinoamericanos de Salamanca.
Finalizó su intervención recordando la afirmación del
gran escritor Arturo Uslar Pietri en el sentido de que los valores humanos
tienen que imponerse, expresando su esperanza de que ese objetivo se pueda lograr
en el transcurso del presente siglo.
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