Libertad!

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viernes, 19 de agosto de 2011

Reflexiones en cuanto a la protesta social en Israel

Por el Lic. Samuel Leillen
A – ¿Ignorancia de los líderes? ¿Desidia?
B – ¿Ignorancia de los consumidores? ¿Apatía?



A – ¿Ignorancia de los líderes? ¿Desidia?
Los medios de comunicación transmitieron que el Prof. Stanley Fischer, titular del Banco Central de Israel, "calificó de “sorpresa” el alcance de las reacciones espontáneas de los sectores jóvenes de la "clase media" israelí iniciados en julio 2011, al considerar que “no había pistas ni signos previos” que hicieran prever su llegada".



Realmente lo que "sorprende" es que el prestigioso y reciente candidato a la Presidencia del Fondo Monetario Internacional, en los largos y exitosos años del cumplimiento de sus funciones, no haya tenido la suficiente sensibilidad para dar la correspondiente importancia a los datos sobre desigualdad, polarización, pobreza, etc. que el personal profesional altamente calificado que él mismo dirige difunde periódicamente. ¿Acaso no lee lo que sus ayudantes y asesores investigan, analizan, escriben y publican?



Por ejemplo: año atrás, Israel celebró su incorporación al grupo de 34 países con economías emergentes, OECD, cuyo lema es "mejores políticas para mejorar la vida". Se destacó ampliamente que el ingreso a ese importante club, con 50 años de funcionamiento, era un reconocimiento a los logros de Israel en cuanto a su economía y desarrollo se refiere, pero todos – absolutamente todos, incluso los inquietos medios de comunicación – obviaron y disimularon el hecho que la resolución final se postergó durante un par de años por ciertos "defectos" o "debilidades" de la realidad israelí, entre ellos la corrupción, el descuido por las condiciones del ambiente, los bajos niveles en la educación obligatoria, la desigualdad en los ingresos.



¿Cómo mide y compara la OCDE - Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico la desigualdad en los ingresos? Hay variados métodos, pero normalmente se usa el índice GINI., que con un indicador simple ayuda a comparar las diferencias existentes en la distribución personal entre países, entre regiones, o bien la evolución a lo largo del tiempo.

El Coeficiente de Gini es una medida de la desigualdad ideada por el estadístico italiano Corrado Gini: es un número entre 0 y 1, en donde 0 señala la perfecta igualdad (para el caso cuando todos tienen los mismos ingresos) y 1 se corresponde con la perfecta desigualdad (una persona tiene todos los ingresos y los demás ninguno).

Para el año 2008, entre los países con menor desigualdad, con índice G´ 25, encontramos a Dinamarca, Japón, Suecia. El índice para los Estados Unidos es 41. El promedio de los países que componen OCDE es 31.

En el otro extremo, los países con mayor desigualdad, encontramos a Namibia 74 y Sierra León 63. Los países de América Latina varían entre Nicaragua 43 y Uruguay 45 hasta Bolivia, Haití y Colombia ~ 60.

El Estado de Israel recibe una clasificación de 39. Lo acompañan en este nivel países como Jordania, Macedonia, Malawi, Mauritania, Marruecos, Túnez. Lo que preocupa es que en los años anteriores el dato era más moderado, registrándose un acelerado y continuo empeoramiento durante los últimos años. Hace mucho que el tema es conocido y nuevamente surge el interrogante ¿qué se intentó hacer para aliviar la situación?



Difícil recordar propuestas de mejoras, de búsqueda de alivios – ya no de soluciones - ni de los Ministros de Finanzas ni de los Ministros de Bienestar Social, y los hubo muchos en los últimos años. Sólo paliativos, sólo proclamas emotivas sin programas concretos, sólo anuncios rimbombantes que se proyectan fotogénicos en los medios de comunicación pero que nadie se preocupó por poner en práctica.

También corresponde preguntar ¿dónde estuvo la oposición? Parece que la "ignorancia" del liderazgo no es propia sólo de los integrantes de la coalición gubernamental. Por ejemplo, mientras se escriben estas líneas se difunde que la Jefa de la oposición Tzipi Livni manifestó en una entrevista su "sorpresa" al enterarse que la mortalidad en la zona sur del país es más temprana que en el promedio del país: la pobreza en Israel modifica los índices de longevidad. Es un dato elemental, "desconocido" para la Vice Primer Ministro de la cadencia anterior y candidata a Primer Ministro en la última contienda electoral. ¿Cuánto más no sabe?



INDICADORES ECONÓMICOS: CRECIMIENTO Y POBREZA

“En lo que respecta a los indicadores económicos, la economía está muy bien, con la menor tasa de desempleo desde 1987”, argumentó Fischer. Pero no se detuvo a considerar los periódicos informes del Seguro Nacional que indican que aumenta continuamente la brecha entre ricos y pobres, que los sectores con bajos sueldos cada vez se amplían y que los impuestos que recaen especialmente sobre la clase media resultan cada vez más gravosos.

Protestas, carpas en todo el país y huelga de médicos – "Yediot Ajronot" 10.7.1990

¿Se pensó que así será en aras de la libertad de mercado y la no intervención estatal como principio rector? La preocupación por el bienestar de la población, el fortalecimiento de sus integrantes, la inquietud por el futuro del país, ¿quedó solamente en las desteñidas plataformas electorales?



En enero 2011, siete meses antes de la presente protesta, destacaron dos profesores que "el capitalismo "puerco" no fomenta el crecimiento económico". Ellos analizaron detenidamente el argumento que "el precio del crecimiento sostenido es la desigualdad en los ingresos", basándose en datos publicados por el Banco Mundial y por el Seguro Nacional ("Bituaj Leumí") de Israel.

Los investigadores, el Prof. Baruj Mevoraj y el Dr. Jaim Weizmann de la Escuela de Políticas Públicas de la Universidad de Tel Aviv, encuentran que no hay relación directa entre crecimiento sostenido y mejoramiento social. Por ejemplo, para el período 2000-2007 la relación fue inversa: la producción per cápita se aceleró en 3.5% - el cambio más destacado del último decenio-, mientras que el índice G´ empeoró en 2.3%.

El análisis también indica que a medida que aumenta la velocidad de la caída del índice G´ se frena el porcentaje de cambio en la producción per cápita. Quiere decir, la polarización no sólo afecta al panorama social de la población, también actúa como freno al desarrollo económico. Señalan los autores que pareciera que si se aumentaría la progresividad de los impuestos directos para hacerlos mas equitativos se obtendría mayor crecimiento económico – contrariamente a lo que han sostenido los líderes económicos de Israel durante el último decenio.

Además advierten los autores que la situación geopolítica de Israel no le permite que las diferencias sociales se acentúen pues son un incentivo a la despreocupación y a la apatía, animosidades peligrosas para el Estado de Israel. Los ciudadanos entran en un estado de "angustia ciudadana" que los hace dudar hasta de la razón de ser del país mismo.

Todo esto coincide con las advertencias del economista coreano Ha-Joon Chang, de la Universidad de Cambridge, que hace varios años que expone sus consideraciones sobre la privatización, la liberalización de los mercados financieros, el flujo libre de mercaderías e inversiones, la reducción de impuestos, los voluminosos salarios de los gerentes de empresas, la eliminación de servicios sociales – que "provocaron crecimiento más lento, desigualdad creciente y falta de estabilidad, fenómenos encubiertos por un consumo incontrolado alimentado por políticas de crédito equivocadas que estallaron con la crisis del 2008".





B – ¿Ignorancia de los consumidores? ¿Apatía?



"… cuál es más de culpar

aunque cualquiera mal haga,

la que peca por la paga

o el que paga por pecar…"



Sor Juana Inés de la Cruz, México 1651-1695



En la primera sesión del equipo que deberá elaborar propuestas en base a los reclamos de los iniciadores de la protesta, el Prof. Trajtenberg dijo: “El movimiento de protesta busca traer a la realidad el concepto efímero de ‘justicia social’. Llegar a un cambio depende de nuestra habilidad de escuchar e interpretar las necesidades y deseos del público, y convertirlos en una política de estado funcional de un modo profesional”.



Israel jamás fue un país igualitario, no en el área social, no en el área profesional, no en el área económica. Pero en las primeras décadas de su independencia la pobreza no era agobiante, la riqueza no era exagerada, la miseria no era cualidad visible y la responsabilidad social por el pobre y el necesitado estaba contemplada en sus mecanismos oficiales. Se veía a Israel como ejemplo de estado con conciencia de bienestar social.

Las protestas actuales no son por lo difícil que es conseguir vivienda propia, o por lo elevado de los alquileres, o por el precio de la gasolina, o por la falta de albergues estudiantiles, o por lo que cuesta criar a un bebé, o por la ignominia de los sueldos de los médicos o de los asistentes sociales: es la ofensa por la despreocupación estatal por el sufrimiento ciudadano, por las diferenciaciones que atentan contra el ciudadano y el que no está ni suficiente ni correctamente "conectado", por la desaparición de la solidaridad social.

Ellos reclaman "Justicia Social". Sus argumentos no fueron redactados en comités partidarios, ni oficialistas ni de la oposición. Son la expresión natural de miles de jóvenes que nuclearon en su derredor a lo mejor de la sociedad israelí. Los obsoletos intentos de acusarlos de "izquierdistas", "derechistas", "post-sionistas", "anarquistas", "saboteadores encubiertos", "interesados políticos", "aprovechadores de turno", no han logrado que la protesta disminuya, por el contrario.



TODOS SOMOS CULPABLES

Pero debemos estar atentos. En mayo último, dos meses antes que estallara la protesta, Tomer Seltzer - analista del periódico "Calcalist", publicación especializada en temas económicos de Israel y los mercados internacionales – publicó una crónica relacionando desigualdad, crédito para el consumo y crisis financiera, en un marco de inacción gubernamental frente a la desigualdad acelerada y en la completa entrega del público consumidor a los créditos caros para superar las exigencias de la galopante carestía de la vida.

Indica Seltzer que desde la crisis financiera del 2008, se acentuó el marketing bancario por el crédito para el consumo y el uso de las tarjetas de crédito. Iniciativas bancarias ampliamente difundidas y respaldadas en adelantos tecnológicos, hicieron que el trámite para obtener más créditos "en condiciones preferenciales" resultara más apetitoso. A fines del 2010, la deuda de los hogares había crecido en 9% con respecto al año anterior y sumó 340 mil millones de shekel, casi la mitad de ello por un salto de 48% en tres años de los créditos hipotecarios. En cinco años creció el crédito por intermedio de las tarjetas de crédito en 350% llegando a NSI 4 mil millones!

"La embriaguez por el crédito para el consumo atenta a la estabilidad económica de Israel" sostiene Seltzer, y más aún cuando el gobierno no hace nada por frenar o disminuir la desigualdad financiera de la ciudadanía. Y esta combinación es la fórmula exacta para llegar a la crisis: cada vez más y mayores sectores de la población se sienten desplazados y exigen respuestas de los políticos – y éstos adoptan la solución fácil: proporcionar más créditos aparentemente "baratos". Es una trágica táctica que desvirtúa el valor real del salario y confunde la capacidad individual de tomar resoluciones apropiadas en temas cardinales como el consumo diario, los compromisos hipotecarios y la capacidad de reintegro, creando esperanzas ilusorias.

Pero políticos, bancos, organismos hipotecarios y tarjetas de crédito, salen airosos.

Y a la hora de la verdad, la situación de los individuos depende no sólo de lo que los políticos pueden ofrecer verdaderamente a sus ciudadanos en la búsqueda por la libertad y la felicidad, que es lo que anhelan casi todas las personas. Los individuos deben procurar mejores condiciones de vida sin ahogarse en deudas incontroladas por las ansias alocadas de consumo ilimitado.

Hagamos votos por que el diálogo propuesto por el Gobierno, formalizado en la comisión especial designada para proponer vías de acción, sea expresión efectiva de la perspectiva que tenemos hoy después de estallada la protesta, de la que todos nos sentimos partícipes.





Lic. Samuel Leillen

14.8.2011



El. Lic. Samuel Leillen es Estadígrafo, Asesor financiero, Publicista, Conferencista –

Miembro Honorario de la Cámara de Comercio Israel América Latina

y de CEVI – Cámara de Economía Venezolana Israelí.
*Especial para "LÍNEA DIRECTA", agosto 2011

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