Rafael Muci-Mendoza
Si
no fuera por lo trágico, este récipe de un médico integral comunitario,
llamaría a una sonora carcajada. Pudiera ser una excepción, pero me
temo que no lo es… Es una muestra del resultado de una oferta engañosa a
humildes jóvenes venezolanos que hemos denunciado en repetidas
oportunidades; la medicina es cosa seria y a pesar de la ayuda de 8.000
millones de dólares anuales (5.800 millones de euros) que nuestro país
le aporta a Cuba, miren ustedes la clase de formación de algunos de esos
médicos; la Misión Médica Cubana la ha convertido en un bodrio. El
comunismo cubano no entiende ni le conviene entender que la figura del
médico –hasta que llegaron a sus manos, respetable-, no puede ser un
insumo para ser vendido y explotado por la revolución para hacer ver al
pueblo que la preocupación por los pobres domina sus sueños. Una pobre
medicina para pobres, no puede ser el desiderátum de ningún gobierno.
Pasmosa
cifra: 17 mil médicos comunitarios graduados y 2.500 en proceso de
¨de-formación¨, un grupo de ellos sin criterios de selección están
realizando posgrados clínicos. ¿Dónde están los profesores?, ¿Dónde
están las aulas, los laboratorios y las pruebas de selección y
seguimiento?, ¿Son estos profesores los mismos cubanos que no aprobaron
la evaluación de sus pares? Directivos del Colegio Metropolitano de
Médicos apoya este engendro, pero no permitirían que pusieran sus manos
sobre sus cuerpos, los de sus hijos o nietos: ¡El miedo es libre! La
Facultad de Medicina de la UCV y algunos de sus directivos tienen mucho
que ver con el forjamiento de baremos para permitir estos posgrados y el
daño a la medicina nacional.
Este
récipe es quizá la punta de un iceberg de un proceso macabro, lleno de
engaños y mentiras que oculta la mala praxis del día a día en aquellos
que no pueden reclamar y al cual muchos médicos hemos dado la espalda
porque no es nuestra incumbencia: "laisser taire, laisser passer" (dejar hacer, dejar pasar).
La medicina deja de cumplir sus fines altruistas cuando se le usa con
fines políticos o comerciales. Aterra la pregunta de qué hacer con estos
jóvenes cuando de la negra noche renazca un nuevo día, y su claror
permita ver cuánto daño se ha hecho…
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