Libertad!

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lunes, 28 de septiembre de 2015

CÁLLATE QUE ME DESESPERAS

JESUS ALFARO GARANTÓN

 


Image result for Jesús Alfaro,VenezuelaViví mi juventud en Chile, allí pasé 7 hermosos años, era Chile un país donde imperaba una gran democracia y acogía con los brazos abiertos a los perseguidos políticos de toda América. Yo era un muchacho y nunca sentí el estigma de ser extranjero. Mis compañeros de estudio y amigos, por el contrario, se aceraban a mí con el fin de aprender vivencias y costumbres foráneas, con eso paleaban la condición de ostracismo que vivía el chileno común, dado a las condiciones económicas y a la lejanía geográfica del país sureño. Mi abuelo tenía un dicho, que después me resultó muy cómico, cuando explotaba por alguna circunstancia adversa gritaba “me voy a ir para Chile” que era más o menos irse “más allá de más nunca”. Las circunstancias le hicieron caer en su error cuando su hijo mayor y su familia se vieron en la necesidad de pedir “asilo contra la opresión” arropados por el rojo, azul y blanco de la bandera chilena.  

Guardo bellos recuerdos de mi “chilenidad”, cuando regresé a Venezuela me sentía extraño yo hablaba con un fuerte acento chileno, no en vano pasé mí adolescencia en Santiago. Mis primeros amores fueron chilenas y mis grandes amigos también eran de allá. El tiempo me fue adaptando nuevamente a la patria que había perdido. En mi familia persisten algunas costumbres y dichos chilenos: tales como “al tiro, nomás” que traducido al castellano quiere decir de inmediato. No por estas experiencias he dejado de sentirme menos venezolano que cualquiera y hoy con la sapiencia de los años me siento en la obligación de criticar y luchar por un mejor futuro para nuestro país.

Leí con asombro la descomunal injusticia que se quiere cometer contra el comunicador Cesar Miguel Rondón simplemente porque es brillante y se le quiere atacar por no interrumpir una entrevista y no emitir palabras en defensa de la posición de maduro en ordenar el atropello a personas que viven en la frontera colombo venezolana y  Conatel en un ataque de generosidad le otorga la nacionalidad mejicana por el hecho de haber nacido en esas tierras. Mis sobrinas las bellas morochas nacieron en Londres y no saben ni hablar inglés, ¿Eso las invalidaría de ser venezolanas? , ¿Ese hecho las hace querer menos a Venezuela que las nacidas en El Guarataro? Vivir en el exilio es muy duro y difiere mucho de las sensaciones de un viaje de placer. No es fácil subsistir en la pobreza en tierra extraña. Cuando viví en Chile eran tiempos de oprobio en Venezuela donde imperaba, para variar otro régimen autoritario de corte militar. Fue la dictadura de Pérez Jiménez donde se impuso un gobierno militar donde mandaban los generales y donde se estableció que la cultura y el pensamiento disidente eran peligrosos. Se llenaron las cárceles con los mejores hombres y mujeres del país, porque representaban la inteligencia y la capacidad de enrumbar a Venezuela en la senda de la democracia y del respeto al ser humano. Fueron miles los presos y centenares los muertos que colmaron las prisiones. TODOS INOCENTES. No había escapatoria o te pudrías en el calabozo o aceptabas el exilio, el que pudo se alejó de Venezuela. Cesar Miguel y yo tenemos algo en común, él fue el hijo nacido en la lejanía, yo fui el hijo llevado a otras tierras.

Ante la tentativa de sembrar la duda de su nacionalidad, el comunicador responde con un editorial donde expresa ”fueron años complicados de persistente escasez económica, de dificultades de todo tipo y como no había familia, porque no teníamos tíos, ni tías, ni abuelos la inmensa comunidad de adecos y comunistas exilados pasó a ser nuestra familia…” Increíblemente esa fue  mi propia experiencia, los exilados venezolanos en Chile fueron mi propia familia, me crie con los hijos de esas maravillosas personas que fueron deportadas de Venezuela por la simple razón de ser honestos. Los Massiani, hijos de aquel gran señor de las letras Don Felipe Massiani, los Pizani, hijos del “peligroso” ex rector de la UCV Rafael Pizani, de los Mayobre, hijos del economista Eduardo Mayobre, ministro de economía, de Dominguito el redactor del Morrocoy Azul llamado Domingo Bracho Montiel, de Valmore Rodríguez, ex presidente del Congreso Nacional, de Braulio Jatar Dotti futuro senador, de Francisco Olivo, uno de los fundadores de la CTV, de un joven médico pediatra que luego fuera Presidente de Venezuela, Jaime Lusinchi y de Héctor Mujica, periodista y líder del partido comunista, nombrarlos a todos se haría infinito, pero el cariño en el recuerdo se hace patente. Hoy casi todos desaparecieron pero la familiaridad con sus hijos y nietos aún continúa.

Image result for Jesús Alfaro,VenezuelaPasaron 40 años para que se instalara un nuevo régimen militar, pero en esta ocasión con un grupo de resentidos, un ensayo protagonizado por un militar que no llegó ni a las grandes ligas, donde apenas rasguñó y con mucho esfuerzo el grado de teniente coronel, secundado por un teniente retirado y heredado por un chofer de autobús con la mala fama de reposero. El desastre que vive nuestro querido país en la actualidad era predecible ante la evidente incapacidad demostrada por sus ductores. Hoy que perdieron el escaso apoyo popular comprado con la bonanza petrolera intentan perpetuarse en  el poder sembrando el miedo entre sus críticos

Intentar atacar a Cesar Miguel Rondón porque nació en México, hijo de una pareja de exilados venezolanos no es más que UNA CANALLADA. No conozco personalmente a Cesar Miguel, soy de esos amigos invisibles que producen los medios de comunicación modernos, pero ante el abuso y la ignominia hay que levantar la voz y gritar YA BASTA.

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