"Chávez no está en condiciones de imponerle nada a nadie"
"El mayor disuasivo para cualquier manotazo es hacer valer el poder civil y el poder de los votos" (...) " Es un secreto a voces que el ungido es Adán Chávez pero no puede nombrarlo vicepresidente", apunta el secretario general de Acción Democrática.
Henry Ramos exige al Presidente, al Gobierno y al PSUV que en Venezuela no va a haber autogolpe ni desconocimiento de las elecciones en 2012 ENIO PERDOMO
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ELVIA GÓMEZ | EL UNIVERSAL
lunes 11 de julio de 2011 12:00 AM
Sin ambages, Henry Ramos Allup expone sus preocupaciones urgentes sobre el inestable panorama nacional, agravado por la enfermedad del presidente Hugo Chávez, que ha hecho -asegura- que sectores del chavismo adelanten contactos oficiosos con opositores sobre los que guardó reserva.
En esta coyuntura, el secretario general de Acción Democrática ratifica la voluntad institucional de la Mesa de la Unidad, pero estima necesario que el Gobierno haga lo mismo. Formuló un "llamado agónico" a los poderes públicos para que inhiban cualquier tentación de "un manotazo".
-Cuando se trata de Miraflores siempre ha tenido buenas fuentes. ¿Qué sabe de la salud del presidente Chávez?
-La enfermedad torpemente manejada por el Gobierno y parcialmente despejada por el Presidente está incidiendo mucho en el cuadro político. Lo que me informan es que la enfermedad es muy grave y nadie se atrevería a dar un pronóstico que señale que el Presidente está curado ni tampoco que su deceso sea inminente. Lo que sí sé es que estamos corriendo con las consecuencias de que se haya constituido en este país un régimen unipersonal, autocrático, sin separación de poderes y sin sustituciones que mantienen al país en vilo. No sé si va a caer bien lo que digo y hasta parecería mentira, pero lo mejor que puede pasar es que el Presidente sea candidato para las elecciones de 2012. Sobre la gravedad de la salud del Presidente no estoy haciendo conjeturas. Es evidente la carnicería que existe en el seno del Gobierno, en el PSUV, en las FAN por la sucesión. Eso pasa porque esos sectores o tienen información o están convencidos de que al Presidente no le queda mucho tiempo de vida. Insisto en el tema: en cualquier país la ausencia de un Presidente no altera la vida normal porque las instituciones funcionan, pero aquí cuando el autócrata no está el país queda a la deriva.
-Llamó la atención que en el desfile del Bicentenario, ante la presencia virtual del Presidente, la presencia física del vicepresidente fue ignorada por los militares.
-Es muy grave que las FAN sigan en la eterna tentación de ser el factor determinante en el rumbo político del país. Ese día pusieron al poder civil, al vicepresidente y los invitados, en la fila de atrás y en plan protagónico a los militares, como para decir dónde está la fuerza. Eso a mí me preocupa mucho. Pero es que ellos fueron a desempeñar el rol político que les ha asignado el Presidente. Un Presidente que a distancia daba vítores y expresaba su complacencia por ese despliegue de fuerzas. Yo quisiera aprovechar en esta hora dramática que está viviendo Venezuela -que es dramática por mucho que el Gobierno trate de hacer pasar por debajo de la mesa la feroz lucha de poder entre las principales facciones civiles y militares en el seno del Gobierno- para hacerle un llamado agónico de atención a las instituciones. Al Tribunal Supremo, a la Fiscalía, a la Asamblea Nacional, a que entiendan su propia tragedia, que es que se haya acabado con la autonomía de los poderes. Traería mucho sosiego y mucha serenidad si comenzaran a tomar decisiones justas y que no se los siguiera viendo como apéndices de una autocracia. Que entienda el Gobierno que nosotros no andamos en ninguna jugada que signifique sobresaltos. Los golpes de estado los dan los militares, a los civiles no nos queda otro recurso que el voto y de ese vamos a hacer uso, pero también me preocupa que algunos factores determinados que están contra el Gobierno creen que el mandado está hecho.
-¿Esa preocupación alude a factores dentro o fuera de la Mesa de la Unidad?
-Dentro y fuera. La información sobre la enfermedad de Chávez impactó a todos los partidos y es posible que unos estén sacando cuentas alegres. Yo no puedo decir que es el partido A o el partido B, pero sí noto cierta angustia. Ahora más que nunca debemos preservar la unidad a todo trance y por encima de cualquier aspiración partidista o personal. Y cuando digo 'unidad' llamo la atención sobre las tentaciones de andar fundando por aquí o por allá organizaciones paralelas, quizás con muy buenas intenciones pero que en todo caso debilitan la unidad.
-Chávez no tenía en su plan enfermarse ¿se le escapó el militarismo de las manos?
-Es posible que se le haya escapado, porque Chávez sabe lo mismo que los demás saben: que él no está en condiciones físicas ni políticas de imponerle nada a nadie. Esa es la verdad. Esa debilidad en el Presidente que él trasluce y transmite en sus intervenciones es la misma debilidad que perciben todos y cuando eso ocurre todo el mundo se alza.
-¿Entonces quién manda?
-Un Presidente que manda a control remoto pero en la práctica todo el mundo sabe que quien manda no es (Elías) Jaua. ¿O es que nos vamos a hacer la fantasía de que cuando Chávez no esté Jaua manda?
-¿Se sabe quién no manda pero no quién manda?
-Así es. Esa es una excelente frase.
-¿Dónde pone esa situación que describe al resto de los poderes públicos?
-¡Ese es mi llamado agónico a que las instituciones se comporten como tales! La sensación de que las instituciones existen y que el Gobierno existe legítimamente y se comporta de acuerdo a la Constitución disuade cualquier intento de gobernar por la fuerza. Ese es el mayor disuasivo para cualquier manotazo: hacer valer el poder civil y el poder de los votos. Si eso ocurriera aquí no anduviera nadie acariciando la idea de hacerse del poder por la fuerza.
-¿Está el país a las puertas de un golpe dentro del chavismo?
-De una situación de facto donde quien va a ejercer el poder son los de la Fuerza Armada con un mascarón de proa que son los del poder civil a quienes dejen ahí designados cuando Chávez regrese a Cuba. Porque tienen que decir la verdad sin ambigüedades: Chávez va a seguir yéndose a hacerse tratamientos periódicos que no se los va a hacer aquí.
-¿Qué señales ve para que diga que Hugo Chávez está tan debilitado?
-A mí me llamo la atención la alocución que el Presidente hizo desde el balcón del pueblo, solamente con su familia y los militares abajo con el público. Así como me llamó la atención cuando desde Cuba no improvisó sino que leyó. Creo que es la primera vez que lo veo. Esos son señales de no permitirse licencias, de no improvisar y de hacer un discurso bien pensado de los cubanos con Chávez o de Fidel y Chávez. Es un secreto a voces que el ungido es Adán Chávez, por supuesto que no puede nombrarlo vicepresidente porque no puede violar la Constitución. Por ahí se habla de cierta maroma: Jaua accedería a la Presidencia por renuncia de Chávez, designaría a Adán vicepresidente y luego a su vez renuncia Jaua para que quede Adán de Presidente. Yo no veo esta maroma posible pero uno no sabe ahora qué puede pasar. Está cobrando fuerza en el seno del chavismo la tesis de que si no es Chávez I es Chávez II, casi lo mismo que si no es Fidel es Raúl. Como aquí no pueden hacerlo de facto tendrían que hacerlo electoralmente: si no es Hugo Chávez el candidato en el 2012 lo sería Adán Chávez. Ahora bien, aún en esa eventualidad la oposición está obligada a mantenerse unida para ganar las elecciones de 2012.
-¿La Mesa no ha analizado este tema?
-No, porque no hemos hecho reuniones. Se han emitido comunicados y declaraciones, todas muy sensatas. Yo comparto plenamente todas las declaraciones que ha dado Ramón Guillermo Aveledo, pero la Mesa como cuerpo se tiene que reunir y decidir. Todas las organizaciones que estamos dentro de la Mesa estamos apostando sólo a una salida electoral.
-¿Ante el peligro de más militarismo qué debe hacer la Mesa?
-Yo no quisiera ni hablar de énfasis en la salida democrática porque todos estamos convencidos de eso, pero lo tenemos que decir otra vez como si nosotros fuéramos sospechosos de andar jugando a alguna salida no constitucional. Quienes tienen que aclarar son el Gobierno, el PSUV, el Presidente, que ellos no van a incurrir en ningún sobresalto, en ningún autogolpe, en ningún golpe de fuerza, que ellos van a las elecciones de 2012 y que van a respetar los resultados. Quien amenazó públicamente que las FAN no reconocerían un resultado electoral fue el general Henry Rangel Silva que estaba el 5 de julio en primera fila. Las aclaratorias son de aquel lado, no de aquí.
En esta coyuntura, el secretario general de Acción Democrática ratifica la voluntad institucional de la Mesa de la Unidad, pero estima necesario que el Gobierno haga lo mismo. Formuló un "llamado agónico" a los poderes públicos para que inhiban cualquier tentación de "un manotazo".
-Cuando se trata de Miraflores siempre ha tenido buenas fuentes. ¿Qué sabe de la salud del presidente Chávez?
-La enfermedad torpemente manejada por el Gobierno y parcialmente despejada por el Presidente está incidiendo mucho en el cuadro político. Lo que me informan es que la enfermedad es muy grave y nadie se atrevería a dar un pronóstico que señale que el Presidente está curado ni tampoco que su deceso sea inminente. Lo que sí sé es que estamos corriendo con las consecuencias de que se haya constituido en este país un régimen unipersonal, autocrático, sin separación de poderes y sin sustituciones que mantienen al país en vilo. No sé si va a caer bien lo que digo y hasta parecería mentira, pero lo mejor que puede pasar es que el Presidente sea candidato para las elecciones de 2012. Sobre la gravedad de la salud del Presidente no estoy haciendo conjeturas. Es evidente la carnicería que existe en el seno del Gobierno, en el PSUV, en las FAN por la sucesión. Eso pasa porque esos sectores o tienen información o están convencidos de que al Presidente no le queda mucho tiempo de vida. Insisto en el tema: en cualquier país la ausencia de un Presidente no altera la vida normal porque las instituciones funcionan, pero aquí cuando el autócrata no está el país queda a la deriva.
-Llamó la atención que en el desfile del Bicentenario, ante la presencia virtual del Presidente, la presencia física del vicepresidente fue ignorada por los militares.
-Es muy grave que las FAN sigan en la eterna tentación de ser el factor determinante en el rumbo político del país. Ese día pusieron al poder civil, al vicepresidente y los invitados, en la fila de atrás y en plan protagónico a los militares, como para decir dónde está la fuerza. Eso a mí me preocupa mucho. Pero es que ellos fueron a desempeñar el rol político que les ha asignado el Presidente. Un Presidente que a distancia daba vítores y expresaba su complacencia por ese despliegue de fuerzas. Yo quisiera aprovechar en esta hora dramática que está viviendo Venezuela -que es dramática por mucho que el Gobierno trate de hacer pasar por debajo de la mesa la feroz lucha de poder entre las principales facciones civiles y militares en el seno del Gobierno- para hacerle un llamado agónico de atención a las instituciones. Al Tribunal Supremo, a la Fiscalía, a la Asamblea Nacional, a que entiendan su propia tragedia, que es que se haya acabado con la autonomía de los poderes. Traería mucho sosiego y mucha serenidad si comenzaran a tomar decisiones justas y que no se los siguiera viendo como apéndices de una autocracia. Que entienda el Gobierno que nosotros no andamos en ninguna jugada que signifique sobresaltos. Los golpes de estado los dan los militares, a los civiles no nos queda otro recurso que el voto y de ese vamos a hacer uso, pero también me preocupa que algunos factores determinados que están contra el Gobierno creen que el mandado está hecho.
-¿Esa preocupación alude a factores dentro o fuera de la Mesa de la Unidad?
-Dentro y fuera. La información sobre la enfermedad de Chávez impactó a todos los partidos y es posible que unos estén sacando cuentas alegres. Yo no puedo decir que es el partido A o el partido B, pero sí noto cierta angustia. Ahora más que nunca debemos preservar la unidad a todo trance y por encima de cualquier aspiración partidista o personal. Y cuando digo 'unidad' llamo la atención sobre las tentaciones de andar fundando por aquí o por allá organizaciones paralelas, quizás con muy buenas intenciones pero que en todo caso debilitan la unidad.
-Chávez no tenía en su plan enfermarse ¿se le escapó el militarismo de las manos?
-Es posible que se le haya escapado, porque Chávez sabe lo mismo que los demás saben: que él no está en condiciones físicas ni políticas de imponerle nada a nadie. Esa es la verdad. Esa debilidad en el Presidente que él trasluce y transmite en sus intervenciones es la misma debilidad que perciben todos y cuando eso ocurre todo el mundo se alza.
-¿Entonces quién manda?
-Un Presidente que manda a control remoto pero en la práctica todo el mundo sabe que quien manda no es (Elías) Jaua. ¿O es que nos vamos a hacer la fantasía de que cuando Chávez no esté Jaua manda?
-¿Se sabe quién no manda pero no quién manda?
-Así es. Esa es una excelente frase.
-¿Dónde pone esa situación que describe al resto de los poderes públicos?
-¡Ese es mi llamado agónico a que las instituciones se comporten como tales! La sensación de que las instituciones existen y que el Gobierno existe legítimamente y se comporta de acuerdo a la Constitución disuade cualquier intento de gobernar por la fuerza. Ese es el mayor disuasivo para cualquier manotazo: hacer valer el poder civil y el poder de los votos. Si eso ocurriera aquí no anduviera nadie acariciando la idea de hacerse del poder por la fuerza.
-¿Está el país a las puertas de un golpe dentro del chavismo?
-De una situación de facto donde quien va a ejercer el poder son los de la Fuerza Armada con un mascarón de proa que son los del poder civil a quienes dejen ahí designados cuando Chávez regrese a Cuba. Porque tienen que decir la verdad sin ambigüedades: Chávez va a seguir yéndose a hacerse tratamientos periódicos que no se los va a hacer aquí.
-¿Qué señales ve para que diga que Hugo Chávez está tan debilitado?
-A mí me llamo la atención la alocución que el Presidente hizo desde el balcón del pueblo, solamente con su familia y los militares abajo con el público. Así como me llamó la atención cuando desde Cuba no improvisó sino que leyó. Creo que es la primera vez que lo veo. Esos son señales de no permitirse licencias, de no improvisar y de hacer un discurso bien pensado de los cubanos con Chávez o de Fidel y Chávez. Es un secreto a voces que el ungido es Adán Chávez, por supuesto que no puede nombrarlo vicepresidente porque no puede violar la Constitución. Por ahí se habla de cierta maroma: Jaua accedería a la Presidencia por renuncia de Chávez, designaría a Adán vicepresidente y luego a su vez renuncia Jaua para que quede Adán de Presidente. Yo no veo esta maroma posible pero uno no sabe ahora qué puede pasar. Está cobrando fuerza en el seno del chavismo la tesis de que si no es Chávez I es Chávez II, casi lo mismo que si no es Fidel es Raúl. Como aquí no pueden hacerlo de facto tendrían que hacerlo electoralmente: si no es Hugo Chávez el candidato en el 2012 lo sería Adán Chávez. Ahora bien, aún en esa eventualidad la oposición está obligada a mantenerse unida para ganar las elecciones de 2012.
-¿La Mesa no ha analizado este tema?
-No, porque no hemos hecho reuniones. Se han emitido comunicados y declaraciones, todas muy sensatas. Yo comparto plenamente todas las declaraciones que ha dado Ramón Guillermo Aveledo, pero la Mesa como cuerpo se tiene que reunir y decidir. Todas las organizaciones que estamos dentro de la Mesa estamos apostando sólo a una salida electoral.
-¿Ante el peligro de más militarismo qué debe hacer la Mesa?
-Yo no quisiera ni hablar de énfasis en la salida democrática porque todos estamos convencidos de eso, pero lo tenemos que decir otra vez como si nosotros fuéramos sospechosos de andar jugando a alguna salida no constitucional. Quienes tienen que aclarar son el Gobierno, el PSUV, el Presidente, que ellos no van a incurrir en ningún sobresalto, en ningún autogolpe, en ningún golpe de fuerza, que ellos van a las elecciones de 2012 y que van a respetar los resultados. Quien amenazó públicamente que las FAN no reconocerían un resultado electoral fue el general Henry Rangel Silva que estaba el 5 de julio en primera fila. Las aclaratorias son de aquel lado, no de aquí.
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