-Alberto Rodríguez Barrera-
“El reino de la verdad no es un caos desordenado,
en él reina la unidad de las leyes.”
Husserl
Un método que actúa sólo por meras intenciones y que reduce y
prescinde hasta de toda realidad, llevándolo a la abstracción, produce
un resultado magro que no vale la pena el esfuerzo. Si las tempranas
intenciones se estancan en la esterilidad, se evidencia el alejamiento
del ser real de las cosas y que no se comprendió la realidad. Diferente y
correcto fue el camino temprano de Husserl hacia el objeto, hacia el
objetivismo independiente de la consciencia, hacia la verdadera realidad
del ser; el Husserl tardío se extravió yendo a la espesura, a los
matorrales de la inmanencia de la consciencia, al subjetivismo,
relativismo, nominalismo y nihilismo.
Cuando no importa la verdad –como evidencia el chavismo- se produce
un distanciamiento con la certidumbre llena de luz. “En el fondo más
profundo... todo conocimiento auténtico, y especialmente todo
conocimiento científico, se basa en la evidencia, y tan lejos como la
evidencia llega, igualmente lejos llega también el concepto del saber.”
(Husserl.) La evidencia penetra en las cosas y en sus relaciones, es la
“vivencia” de la verdad. Y la verdad “es una idea cuyo caso particular
en el juicio evidente es una vivencia actual”. Porque la verdad es
“absolutamente, es verdadera ‘en sí’; la verdad es idénticamente una, ya
sea que la aprehendamos hombres o monstruos, ángeles o dioses emitiendo
juicios”.
Son palabras que rejuvenecen y que hacen falta hoy. Husserl captó
la contrariedad del conocimiento ontológico: “En un sentido hay sólo una
verdad, pero en sentido equívoco naturalmente hay tantas ‘verdades’
como equívocos gusta uno de crear”. Todas las verdades están en un
contexto. “Toda verdad permanece en sí lo que es, conserva su ser ideal.
No existe ‘en algún lugar vacío’, sino que es una unidad de validez en
el reino atemporal de las ideas”. Y ahí rige el orden, un sistema que
nosotros sólo tenemos que descubrir y encontrar. Así en las líneas
filosóficas como en las políticas.
Con ello queda claro que no se puede abstraer la cuestión de la
realidad, como hizo Husserl después (y hace el chavismo hoy); su
objetivismo inicial está por encima de su subjetivismo posterior, puerta
trasera por donde entran de nuevo todos los males que había combatido
antes. En el chavismo, no hay nada nuevo, exceptuando el retroceso y la
pérdida de realismo. El camino coherente es dedicarse a lo lógico,
apriorístico y universal, tomando en cuenta que en la gran mayoría de
los posibles juicios correctos habría carencia de evidencia.
Hay un absurdo histórico en el sentido absoluto que añora – en
suposición incorrecta- la calificación o determinación de una razón
única. Esta previsión secreta, fin y sentido del chavismo, se ha
perdido; la intención de hacerla “nuevamente visible mostrando cómo las
ciencias que se ponen en lugar de la filosofía necesariamente tienen que
fracasar, ya que el fundamento sensitivo propio de ésta permanece y
debe permanecer oculto para ellas, y su pretensión de totalidad en la
definición del ente se pierde”. (Husserl.)
Existe una relación entre todas las verdades, por ello, las
ciencias particulares que se ponen en lugar de la filosofía teóricamente
no deberían fracasar. Husserl: “Ninguna verdad está.. aislada en la
ciencia; se une con otras verdades en asociaciones teóricas, unificadas
por relaciones de causa y efecto”. El valor más alto determina el valor
más bajo. ¿Es más alto, por ejemplo, la necesidad militar o el amor al
prójimo? No se puede preferir el pensamiento único por encima del
pensamiento diversificado; hay diferentes configuraciones dentro de una
misma idea de cultura; no se puede estar en contra de la igualdad entre
las variantes; en eso no existe ninguna igualdad objetiva.
La crisis del chavismo tiene orígenes históricos, y evidencias;
falta ahí interés vital universal y cosmológico, faltan hombres que
trabajen unos con otros y los unos para los otros, es decir, en trabajo
comunitario unido interpersonalmente; porque todas o muchas culturas son
simples tipos empíricos de un contexto total que rodea al mundo, donde
las “humanidades” están ligadas generativa y socialmente en el ser
hombre de los seres racionales; hay completamente unidad racional, que
debe ocuparse actualmente en descubrir valores universales de la verdad.
Por ello interesa la investigación científica de circunstancias y
valores comunes a todos los hombres; para exaltar la igualdad de
principio de hombres y pueblos, y la voluntad de todos para el trato
igualitario, en cuestiones biológicas y antropológicas, derechos humanos
investigados y codificados universalmente dentro del marco de derecho
positivo internacional, todo lo cual hoy es sólo concebible con el
manejo universal-axiológico, universal-ético...
La irracionalidad del chavismo no toma en cuenta que ser hombre es
esencialmente ser hombre “en humanidades ligadas generativa y
socialmente, y si el hombre es ser racional... lo es en tanto que toda
su humanidad es humanidad racional”. (Husserl.)
El problema de conocimiento, en principio, debe resolverlo toda la
humanidad racional para el conocimiento de la verdad; esa es toda la
humanidad, todos los pueblos, no algún preferido de pensamiento único.
Requerimos de una actitud nueva hacia el mundo circundante; una nueva
estructura espiritual, que los griegos llamaron filosofía, y que supere
la forma sistemáticamente cerrada en que el chavismo quiere enjaularnos,
y al peor estilo castro-cubano además.
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