TRIBUNA: GEORGE PAPANDREU, ALPHA CONDÉ, JALAL TALABANI Y RICARDO LAGOS
Socialdemocracia, solidaridad, internacionalismo
Hoy podemos ver en muchos rincones del planeta los resultados de la intensa labor de la Internacional Socialista en áreas como la economía mundial, el cambio climático, la democracia y la solución de conflictos
GEORGE PAPANDREU, ALPHA CONDÉ, JALAL TALABANI Y RICARDO LAGOS 31/03/2011
Vota Resultado 44 votos . .El mundo árabe se ha visto inundado por unos movimientos que han sido una auténtica inspiración para todos, impulsados por el pueblo unido en una causa común. Dicha causa es el cambio político, social y económico. El cambio político para obtener un Estado abierto, democrático y moderno, basado en el respeto a las libertades y los derechos de las personas. El cambio social para acabar con la corrupción, el favoritismo, el clientelismo y la marginación y alienación crecientes de grandes sectores de la sociedad, en particular las nuevas generaciones que, sin oportunidades ni esperanza, han decidido salir a la calle. El cambio económico para proporcionar puestos de trabajo y perspectivas a quienes los necesitan desesperadamente y para reducir la pobreza crónica que afecta a millones de personas que merecen un futuro mejor.
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En África los partidos socialdemócratas de la IS están contribuyendo a la democracia
Ha roto esquemas en los últimos años, apelando a un verdadero internacionalismo
Con estos movimientos estamos reviviendo las mismas luchas que hubo anteriormente en otras partes del mundo por la democracia, los derechos civiles y la igualdad de oportunidades. Lo que vemos hoy en el norte de África y Oriente Próximo nos recuerda las experiencias de Europa Central y del Este, donde la voluntad del pueblo derrocó regímenes autocráticos. Antes, el sur de Europa y Latinoamérica también vivieron sus propias transiciones del autoritarismo a la democracia, en las que los partidos socialdemócratas, laboristas y socialistas, miembros de la Internacional Socialista, desempeñaron un papel fundamental.
Ahora, en otros países de África, los partidos socialdemócratas de la Internacional Socialista están haciendo de nuevo una contribución significativa a la democracia. Una de las más recientes es la del Gobierno dirigido por el presidente John Atta Mills, que está cambiando y mejorando Ghana desde 2009; en Guinea, Alpha Condé tomó posesión como presidente en diciembre, tras las primeras elecciones libres y limpias de la historia del país; la transición de Níger a la democracia, que se encuentra en su última fase después de la segunda ronda de las elecciones presidenciales y parlamentarias, celebrada el 12 de marzo, está a cargo del miembro de la IS y vicepresidente Mahmadou Issoufou, que jurará el cargo de presidente el 6 de abril.
La socialdemocracia, con su visión de una humanidad común, tiene cada vez más influencia y credibilidad en muchas de las democracias más nuevas del mundo. Hoy podemos ver en muchos rincones del planeta los resultados de la intensa labor de contactos, discusiones, transmisión de experiencias y apoyo mutuo que tiene su origen en la Internacional Socialista. A sus puertas llegan numerosos partidos políticos de todas partes, procedentes de realidades, culturas y experiencias muy distintas, y a menudo con un difícil pasado de conflicto o dictadura, dispuestos a emprender un nuevo camino de esperanza y progreso. Todos juntos están engendrando una nueva socialdemocracia mundial y un internacionalismo genuino y renovado, con nuevos conceptos y nuevas ambiciones.
De ahí que, en los últimos años, la Internacional haya sido un foro en el que desarrollar una respuesta socialdemócrata unificada a la crisis financiera y económica mundial. A través del trabajo de sus comisiones y comités, los debates en Naciones Unidas y en la OCDE, las discusiones mantenidas en Europa, África, Latinoamérica y Asia, las propuestas del impuesto sobre las transacciones financieras, las estrategias para el crecimiento y la creación de empleo y la definición de prioridades para avanzar en la lucha contra la pobreza se han abierto paso en los programas de los partidos y las políticas de los Gobiernos.
El cambio climático, el gran desafío que afronta esta generación, también ocupa un lugar importantísimo en el trabajo de la Internacional Socialista. Su Comisión para una Sociedad Mundial Sostenible ha involucrado a Gobiernos, líderes, expertos desde el sur de África hasta China, desde las Maldivas hasta Chile, desde Norteamérica hasta Rusia, en la definición de una serie de propuestas específicas contenidas en el informe De una economía de alto nivel de carbono a una economía de bajo nivel de carbono, resultado de un intenso programa de diálogos y actividades que han tenido reflejo en Copenhague y Cancún. Todos estos esfuerzos han producido una nueva doctrina de "justicia climática" que tiene en cuenta tanto a los fuertes como a los débiles.
Si, en el pasado, la paz llegó a ser el tema más importante para la socialdemocracia, hoy, en un mundo muy distinto, sigue siendo una de nuestras prioridades. A pesar de las profundas diferencias entre los palestinos y los israelíes, que afectan a nuestros miembros en la región, en la Internacional Socialista ha sido posible que las dos partes encontraran elementos sobre los que estar de acuerdo para poder avanzar. Asimismo, hace solo unos meses, bajo los auspicios de la Internacional, los armenios y los azerbaiyanos pudieron reunirse y encontrar un terreno común en un problema insoluble, el de Nagorno-Karabaj, y es también el patrocinio de la IS lo que permite que los representantes marroquíes y saharauis compartan una tribuna en la que presentar sus opiniones y que se preste atención a conflictos como el de Nepal y el de los Balcanes.
En todas estas áreas, la democracia, la economía mundial, el cambio climático y la paz y la resolución de conflictos, la Internacional ha roto esquemas en los últimos años, apelando a un verdadero internacionalismo en una época en la que las agendas políticas se limitan cada vez más a los intereses fundamentalmente nacionales y excluyen los objetivos comunes de la comunidad internacional.
Las revoluciones democráticas en el mundo árabe están creando una condicionalidad democrática mundial, porque están dejando claro que la gente no está dispuesta a aceptar en ninguna parte cualquier cosa que no sea la democracia. Todos los países y todas las instituciones internacionales deben tomar nota y tener el valor y la visión que exige este momento. Europa tiene mucho que hacer al respecto, igual que nuestros amigos en otros continentes.
Pero hay más. Asimismo, es necesaria una condicionalidad de solidaridad para dar la respuesta adecuada a quienes esperan que les apoyemos en su lucha democrática, como ocurre hoy en los países árabes. Y la solidaridad es también una condición necesaria para obtener una economía mundial más justa y lograr un acuerdo sobre el cambio climático que proteja el planeta y a aquellos que son más vulnerables. Como también es necesaria para asegurar la paz en todas partes. Cada iniciativa de nuestra Internacional es una respuesta activa a la necesidad permanente de reafirmar esa solidaridad sin la que la promesa de la socialdemocracia no puede existir.
George Papandreu, primer ministro de Grecia; Alpha Condé, presidente de la República de Guinea; Jalal Talabani, presidente de la República de Irak; Ricardo Lagos, presidente de la República de Chile entre 2000 y 2006. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.
Libertad!
jueves, 31 de marzo de 2011
miércoles, 30 de marzo de 2011
domingo, 27 de marzo de 2011
Salud, base de la cohesión social: lo propongo
Teódulo López Meléndez
1. Seguridad Social como Derecho Humano 2. Sistema y subsistemas 3. Pensiones, salud, paro forzoso y capacitación laboral, de vivienda y política habitacional y de recreación 4. Programa de acceso de los no asegurados a los sistemas de salud y medicinas gratuitas 5. Implementación de la Ley Vigente de Seguridad Social 6. Sistema de atención médica a domicilio 7. Estadísticas de recursos humanos y materiales existentes 8. Regionalización de la Salud 9. Docencia y acuerdo con las universidades 10. Indicadores de calidad del servicio de salud 11. Creación del Consejo Nacional de Coordinación del Sistema Nacional de Salud 12. Legislación sobre productos farmacéuticos 13. Depósito estratégico de medicamentos
Universalmente se reconoce la Seguridad Social como un derecho humano de acceso al menos a una protección básica para satisfacer estados de necesidad. Es una política a ejecutar por el Estado y a ser llevada hasta los más necesitados. La expresión Seguridad Social ya fue usada por Bolívar en el Discurso de Angostura. El Departamento de Seguridad Social de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), Ginebra, en conjunto con el Centro Internacional de Formación de la OIT, con sede en Turín y la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS), en Ginebra, publicaron en 1991 un interesante documento titulado " Administración de la seguridad social". De este documento se transcribe: "Es la protección que la sociedad proporciona a sus miembros mediante una serie de medidas públicas, contra las privaciones económicas y sociales que, de no ser así, ocasionarían la desaparición o una fuerte reducción de los ingresos por causa de enfermedad, maternidad, accidente de trabajo o enfermedad laboral, desempleo, invalidez, vejez y muerte y también la protección en forma de asistencia médica y de ayuda a las familias con hijos". La Seguridad Social Integral tiene como fin proteger a los habitantes de la República de las contingencias de enfermedades y accidentes, sean o no de trabajo, cesantía, desempleo, maternidad, incapacidad temporal y parcial, invalidez, vejez, nupcialidad, muerte, sobrevivencia y cualquier otro riesgo que pueda ser objeto de previsión social, así como de las cargas derivadas de la vida familiar y las necesidades de vivienda, recreación que tiene todo ser humano.
El sistema debe estar organizado en subsistemas y dirigido por el Ministerio del Trabajo. Debe estar en subsistemas tales como pensiones, salud, paro forzoso y capacitación laboral, de vivienda y política habitacional y de recreación, entre otros. En el 2002 salió publicada en gaceta Oficial el nuevo régimen de seguridad social de Venezuela, la llamada LOSS. Asegura un régimen más incluyente y de aplicación universal, pero no se aplica, está en una especie de Vacatio Legis, situación inadmisible. Muy bien podemos partir de ese texto que es ley de la república, oír observaciones y lanzarnos a su implementación con todas las fuerzas del Estado. En este campo, inclusive más que en otros, asistimos a una desconcertante ausencia de voluntad política.
No obstante, se nos vienen a la mente algunas acciones mientras se edifica la seguridad social. El primer pensamiento es para nuestros grandes médicos que lucharon contra epidemias y las hicieron desaparecer y, el segundo, para una ausencia notable de estadísticas que nos permitan establecer programas sobre epidemias que reaparecen y en el marco de una política de prevención de enfermedades.
Uno de ellos debe ser el establecimiento inmediato de un programa de acceso de los no asegurados a los sistemas de salud y medicinas gratuitas y el establecimiento de un sistema de atención médica a domicilio que corra conjuntamente con el proyecto “Barrio Adentro”. Hay que regresar a la regionalización de la salud permitiendo a los entes regionales y locales la administración de los hospitales y centro de prestación de servicios todo enmarcado dentro del Plan Nacional de Salud. Como hablaba de las estadísticas hay que marchar hacia ellas para determinar los recursos existentes, humanos y materiales, y garantizar una atención primaria con claros conceptos en transiciones epidemiológicas, continuidad de la atención y evaluación de tecnologías sanitarias. No dejo de incluir una reorganización administrativa, una logística y proyectos realizables de atención integral y de reformas e intervenciones en el el sistema de salud público.
La regionalización debe permitir el incremento de la capacidad operativa de los sistemas, la descentralización administrativa y, sobre todo, la participación de la comunidad en la solución de sus propios problemas de salud. Se ha tratado, demagógicamente, de enfrentar dos supuestos tipos de médicos, se ha permitido el cierre de numerosos centros de Barrio Adentro y se ha olvidado el mantenimiento de hospitales públicos y de suministro de insumos. La única respuesta posible es el de la eficiencia, el de organizar mecanismos de mantenimiento y de una certera política de adquisiciones y distribución de medicamentos.
Al parecer en este país venezolano no es que las estadísticas no estén en registros de computadora, pues parece que en muchos casos ni en el papel. Se me dice que no hay catastro actualizado, que no se cuenta con registro eficiente de insumos y menos con sistemas que permitan detectar en tiempo real focos epidemiológicos y calcular la expansión.
Un asunto que hay que tomar muy en cuenta es el de docencia. En primer lugar hay que involucrar a las universidades en el desarrollo del Plan Nacional de Salud y una cuidadosa evaluación de los egresados de algunas instituciones sobre las cuales caben dudas razonables. De esta manera cualquier designación en direcciones o subdirecciones de centros de salud deberá ser hecha por concurso.
Otro asunto prioritario es el aumento de la calidad del servicio prestado lo que se puede lograr mediante una estrategia adecuada a cada nivel de complejidad y obtener así indicadores en cada sitio de prevención, de hospitalización y de intervención sanitaria. Hemos hablado de la participación comunitaria por lo que debe haber programas de calidad participativa. Sugerimos, así mismo, la descentralización de las compras, para evitar corrupción o pérdida de material, la cual debe estar sometida a fiscalización.
En definitiva, para quienes no somos expertos en esta área compleja de la salud, nos cabe plantear que lo que queremos es hacer de la atención sanitaria un valor de cohesión social. Hemos hablado de descentralización de la salud para lo cual deben tener injerencia los cinco polos de desarrollo regional planteados en nuestro primer texto programático, con unas bases y coordinación general, por lo que planteamos la creación de un Consejo de coordinación del Sistema Nacional de Salud presidido por el Ministro de Salud, con representaciones de las regiones y de los sectores empresarial y sindical.
Creemos, además, que es obligación legislar sobre los productos farmacéuticos para evaluar y autorizar medicamentos y productos sanitarios en general. Es menester una fijación convenida de precios. Ante las emergencias constantes de solicitudes que vemos en las redes sociales es absolutamente imprescindible la creación de un depósito estratégico de medicamentos y productos necesarios para casos extremos y, sobre todo, para emergencias y catástrofes naturales.
Son algunas ideas generales. Como siempre lo digo, el político tiene el concepto general de lo que quiere y los equipos de gobierno se encargan de implementar sus ideas. Cuando logremos que la población se sienta satisfecha del servicio público de salud habremos establecido una base fuerte a la cohesión social. Lo propongo.
teodulolopezm@yahoo.com
1. Seguridad Social como Derecho Humano 2. Sistema y subsistemas 3. Pensiones, salud, paro forzoso y capacitación laboral, de vivienda y política habitacional y de recreación 4. Programa de acceso de los no asegurados a los sistemas de salud y medicinas gratuitas 5. Implementación de la Ley Vigente de Seguridad Social 6. Sistema de atención médica a domicilio 7. Estadísticas de recursos humanos y materiales existentes 8. Regionalización de la Salud 9. Docencia y acuerdo con las universidades 10. Indicadores de calidad del servicio de salud 11. Creación del Consejo Nacional de Coordinación del Sistema Nacional de Salud 12. Legislación sobre productos farmacéuticos 13. Depósito estratégico de medicamentos
Universalmente se reconoce la Seguridad Social como un derecho humano de acceso al menos a una protección básica para satisfacer estados de necesidad. Es una política a ejecutar por el Estado y a ser llevada hasta los más necesitados. La expresión Seguridad Social ya fue usada por Bolívar en el Discurso de Angostura. El Departamento de Seguridad Social de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), Ginebra, en conjunto con el Centro Internacional de Formación de la OIT, con sede en Turín y la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS), en Ginebra, publicaron en 1991 un interesante documento titulado " Administración de la seguridad social". De este documento se transcribe: "Es la protección que la sociedad proporciona a sus miembros mediante una serie de medidas públicas, contra las privaciones económicas y sociales que, de no ser así, ocasionarían la desaparición o una fuerte reducción de los ingresos por causa de enfermedad, maternidad, accidente de trabajo o enfermedad laboral, desempleo, invalidez, vejez y muerte y también la protección en forma de asistencia médica y de ayuda a las familias con hijos". La Seguridad Social Integral tiene como fin proteger a los habitantes de la República de las contingencias de enfermedades y accidentes, sean o no de trabajo, cesantía, desempleo, maternidad, incapacidad temporal y parcial, invalidez, vejez, nupcialidad, muerte, sobrevivencia y cualquier otro riesgo que pueda ser objeto de previsión social, así como de las cargas derivadas de la vida familiar y las necesidades de vivienda, recreación que tiene todo ser humano.
El sistema debe estar organizado en subsistemas y dirigido por el Ministerio del Trabajo. Debe estar en subsistemas tales como pensiones, salud, paro forzoso y capacitación laboral, de vivienda y política habitacional y de recreación, entre otros. En el 2002 salió publicada en gaceta Oficial el nuevo régimen de seguridad social de Venezuela, la llamada LOSS. Asegura un régimen más incluyente y de aplicación universal, pero no se aplica, está en una especie de Vacatio Legis, situación inadmisible. Muy bien podemos partir de ese texto que es ley de la república, oír observaciones y lanzarnos a su implementación con todas las fuerzas del Estado. En este campo, inclusive más que en otros, asistimos a una desconcertante ausencia de voluntad política.
No obstante, se nos vienen a la mente algunas acciones mientras se edifica la seguridad social. El primer pensamiento es para nuestros grandes médicos que lucharon contra epidemias y las hicieron desaparecer y, el segundo, para una ausencia notable de estadísticas que nos permitan establecer programas sobre epidemias que reaparecen y en el marco de una política de prevención de enfermedades.
Uno de ellos debe ser el establecimiento inmediato de un programa de acceso de los no asegurados a los sistemas de salud y medicinas gratuitas y el establecimiento de un sistema de atención médica a domicilio que corra conjuntamente con el proyecto “Barrio Adentro”. Hay que regresar a la regionalización de la salud permitiendo a los entes regionales y locales la administración de los hospitales y centro de prestación de servicios todo enmarcado dentro del Plan Nacional de Salud. Como hablaba de las estadísticas hay que marchar hacia ellas para determinar los recursos existentes, humanos y materiales, y garantizar una atención primaria con claros conceptos en transiciones epidemiológicas, continuidad de la atención y evaluación de tecnologías sanitarias. No dejo de incluir una reorganización administrativa, una logística y proyectos realizables de atención integral y de reformas e intervenciones en el el sistema de salud público.
La regionalización debe permitir el incremento de la capacidad operativa de los sistemas, la descentralización administrativa y, sobre todo, la participación de la comunidad en la solución de sus propios problemas de salud. Se ha tratado, demagógicamente, de enfrentar dos supuestos tipos de médicos, se ha permitido el cierre de numerosos centros de Barrio Adentro y se ha olvidado el mantenimiento de hospitales públicos y de suministro de insumos. La única respuesta posible es el de la eficiencia, el de organizar mecanismos de mantenimiento y de una certera política de adquisiciones y distribución de medicamentos.
Al parecer en este país venezolano no es que las estadísticas no estén en registros de computadora, pues parece que en muchos casos ni en el papel. Se me dice que no hay catastro actualizado, que no se cuenta con registro eficiente de insumos y menos con sistemas que permitan detectar en tiempo real focos epidemiológicos y calcular la expansión.
Un asunto que hay que tomar muy en cuenta es el de docencia. En primer lugar hay que involucrar a las universidades en el desarrollo del Plan Nacional de Salud y una cuidadosa evaluación de los egresados de algunas instituciones sobre las cuales caben dudas razonables. De esta manera cualquier designación en direcciones o subdirecciones de centros de salud deberá ser hecha por concurso.
Otro asunto prioritario es el aumento de la calidad del servicio prestado lo que se puede lograr mediante una estrategia adecuada a cada nivel de complejidad y obtener así indicadores en cada sitio de prevención, de hospitalización y de intervención sanitaria. Hemos hablado de la participación comunitaria por lo que debe haber programas de calidad participativa. Sugerimos, así mismo, la descentralización de las compras, para evitar corrupción o pérdida de material, la cual debe estar sometida a fiscalización.
En definitiva, para quienes no somos expertos en esta área compleja de la salud, nos cabe plantear que lo que queremos es hacer de la atención sanitaria un valor de cohesión social. Hemos hablado de descentralización de la salud para lo cual deben tener injerencia los cinco polos de desarrollo regional planteados en nuestro primer texto programático, con unas bases y coordinación general, por lo que planteamos la creación de un Consejo de coordinación del Sistema Nacional de Salud presidido por el Ministro de Salud, con representaciones de las regiones y de los sectores empresarial y sindical.
Creemos, además, que es obligación legislar sobre los productos farmacéuticos para evaluar y autorizar medicamentos y productos sanitarios en general. Es menester una fijación convenida de precios. Ante las emergencias constantes de solicitudes que vemos en las redes sociales es absolutamente imprescindible la creación de un depósito estratégico de medicamentos y productos necesarios para casos extremos y, sobre todo, para emergencias y catástrofes naturales.
Son algunas ideas generales. Como siempre lo digo, el político tiene el concepto general de lo que quiere y los equipos de gobierno se encargan de implementar sus ideas. Cuando logremos que la población se sienta satisfecha del servicio público de salud habremos establecido una base fuerte a la cohesión social. Lo propongo.
teodulolopezm@yahoo.com
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Salud en Venezuela,
Teódulo López Meléndez
jueves, 17 de marzo de 2011
¿Dará lástima?
PER KUROWSKI | EL UNIVERSAL
jueves 17 de marzo de 2011 03:56 PM
El cacique de turno, con traje de guapetón de barrio institucional, comprado con la chequera de nuestras resultas petroleras, cual boxeador gesticulaba, y cual bocazas exclamaba "Que lance la oposición su candidato ya... para fajarnos de una vez".
Con franelita Che-Marx anda desaforado buscando quién quiere ponerse una franela con simbología de derecha, para ver si levantan la taquilla para una pelea del tipo Rocky-Huguito XXI... una de esas peleas de las cuales ya todo el país está harto. Sin duda que tanto él como su Don King cubano andan muy nerviosos... puesto que hay pocas cosas tan lastimosas como el de salir en calzoncillos largos vestido para lucha libre y de repente encontrarse solo sin oponentes.
Por no hablar de lo nervioso que anda el resto del oficialismo. Cuando saben que todo el país ansía unos buenos candidatos a la reconciliación... ¿cómo rayos presentar algunos cuando el jefe lo que quiere es revolcarse en el ring?
Diosdado Cabello expreso la confusión: "si Chávez está ausente no hay revolución ni nada que se le parezca", lo que se agrava por cuanto el hombre nuevo también como se hace esperar... "Ojalá dentro de poco nos sustituyan jóvenes no contaminados, sin pecado original, formados en revolución".
Presentimos que el cacique-oficialismo íntegro necesita de un neo-Luis Miquilena aconsejándoles un: "Tranquilos muchachos, calma, siempre llega el momento cuando la audiencia se fatiga y cuando no hay manera de mantener el rating, especialmente con un libreto malo".
Pero dejemos las candidaturas de lado y regresemos a lo verdaderamente importante por cuanto, a la hora de la verdad, no se trata de cuánto los candidatos estén dispuestos a tratarnos mejor, sino de cuánto nosotros estemos dispuestos hacer para que ellos nos traten mejor.
En la semana oí a un respetable tecnócrata de la burocracia referir a que "el Estado ha asumido un rol". Lo que de inmediato se me pasó por la mente fue "¡Mentira! No es tanto el Estado que haya asumido roles como el que nosotros hayamos aceptado financiarle al Estado demasiado roles... con las resultas petroleras nuestras".
Y cada vez que durante estas últimas semanas oigo sobre las autoridades en Estados Unidos averiguando sobre el destino y manejo de unos fondos de pensión de Pdvsa, no se me pasa otra cosa por la cabeza que preguntarme... ¿y dónde vamos a quejarnos sobre la inexistencia de los fondos de pensión del resto de Venezuela donde se depositaron nuestras resultas petroleras?
En Estados Unidos hay una propuesta de entregar a cada ciudadano un relación sobre en cuales rubros básicos fueron gastados los impuestos que pagó durante el año, así como cuál sería su cuota parte de la deuda pública. http://www.thirdway.org/taxreceipt. Mis aspiraciones son más modestas. Que sólo nos envíen, a cada uno de nosotros, un recibo por los bolívares que recibieron, de cada uno de nosotros, a cuenta del valor que en el mercado internacional representa el petróleo que para siempre extrajeron del subsuelo... Creo que no hay cacique, petrócrata u oiligarca que entregando ese recibo aguantaría una interpelación... en un parlamento de calle.
PS. Buscando un titulo para este artículo me encontré con un "video educativo diseñado como actividad del proyecto constructor de paz" titulado Valentón el Gallito Peleón. ¿Habrá algo por ahí que pueda usar un neo-Luis Miquilena en su tan delicada misión? http://www.youtube.com/watch?v=8kz8xA7jOe8
perkurowski@gmail.com
http://radicaldelmedio.blogspot.com/
http://www.petropolitan.blogspot.com/
jueves 17 de marzo de 2011 03:56 PM
El cacique de turno, con traje de guapetón de barrio institucional, comprado con la chequera de nuestras resultas petroleras, cual boxeador gesticulaba, y cual bocazas exclamaba "Que lance la oposición su candidato ya... para fajarnos de una vez".
Con franelita Che-Marx anda desaforado buscando quién quiere ponerse una franela con simbología de derecha, para ver si levantan la taquilla para una pelea del tipo Rocky-Huguito XXI... una de esas peleas de las cuales ya todo el país está harto. Sin duda que tanto él como su Don King cubano andan muy nerviosos... puesto que hay pocas cosas tan lastimosas como el de salir en calzoncillos largos vestido para lucha libre y de repente encontrarse solo sin oponentes.
Por no hablar de lo nervioso que anda el resto del oficialismo. Cuando saben que todo el país ansía unos buenos candidatos a la reconciliación... ¿cómo rayos presentar algunos cuando el jefe lo que quiere es revolcarse en el ring?
Diosdado Cabello expreso la confusión: "si Chávez está ausente no hay revolución ni nada que se le parezca", lo que se agrava por cuanto el hombre nuevo también como se hace esperar... "Ojalá dentro de poco nos sustituyan jóvenes no contaminados, sin pecado original, formados en revolución".
Presentimos que el cacique-oficialismo íntegro necesita de un neo-Luis Miquilena aconsejándoles un: "Tranquilos muchachos, calma, siempre llega el momento cuando la audiencia se fatiga y cuando no hay manera de mantener el rating, especialmente con un libreto malo".
Pero dejemos las candidaturas de lado y regresemos a lo verdaderamente importante por cuanto, a la hora de la verdad, no se trata de cuánto los candidatos estén dispuestos a tratarnos mejor, sino de cuánto nosotros estemos dispuestos hacer para que ellos nos traten mejor.
En la semana oí a un respetable tecnócrata de la burocracia referir a que "el Estado ha asumido un rol". Lo que de inmediato se me pasó por la mente fue "¡Mentira! No es tanto el Estado que haya asumido roles como el que nosotros hayamos aceptado financiarle al Estado demasiado roles... con las resultas petroleras nuestras".
Y cada vez que durante estas últimas semanas oigo sobre las autoridades en Estados Unidos averiguando sobre el destino y manejo de unos fondos de pensión de Pdvsa, no se me pasa otra cosa por la cabeza que preguntarme... ¿y dónde vamos a quejarnos sobre la inexistencia de los fondos de pensión del resto de Venezuela donde se depositaron nuestras resultas petroleras?
En Estados Unidos hay una propuesta de entregar a cada ciudadano un relación sobre en cuales rubros básicos fueron gastados los impuestos que pagó durante el año, así como cuál sería su cuota parte de la deuda pública. http://www.thirdway.org/taxreceipt. Mis aspiraciones son más modestas. Que sólo nos envíen, a cada uno de nosotros, un recibo por los bolívares que recibieron, de cada uno de nosotros, a cuenta del valor que en el mercado internacional representa el petróleo que para siempre extrajeron del subsuelo... Creo que no hay cacique, petrócrata u oiligarca que entregando ese recibo aguantaría una interpelación... en un parlamento de calle.
PS. Buscando un titulo para este artículo me encontré con un "video educativo diseñado como actividad del proyecto constructor de paz" titulado Valentón el Gallito Peleón. ¿Habrá algo por ahí que pueda usar un neo-Luis Miquilena en su tan delicada misión? http://www.youtube.com/watch?v=8kz8xA7jOe8
perkurowski@gmail.com
http://radicaldelmedio.blogspot.com/
http://www.petropolitan.blogspot.com/
miércoles, 16 de marzo de 2011
Diputados de la Unidad al Parlatino proponen Ley Marco para las Trabajadoras del Hogar
Noticias, principal — en marzo 10, 2011 a las 12:26 pm
Durante una sesión en homenaje al Día Internacional de la Mujer, la diputada Delsa Solórzano denunció que en Venezuela todavía hay discriminación femenina en las áreas laboral, deportiva, educativa, religiosa y también en la política. Destacó que el índice de embarazo precoz está ubicado en los 12 años.
UNIDAD VENEZUELA.- En el marco de la sesión especial que llevo a cabo este jueves el grupo venezolano al Parlamento Latinoamericano, con motivo del Centécimo Aniversario del Día Internacional de la Mujer, la diputada Delsa Solórzano, en nombre de la fracción de la Unidad, propuso la creación del Proyecto de Ley Marco para Trabajadoras del Hogar, que beneficie a las amas de casa en toda América Latina.
Solórzano instó a desarrollar programas integrales para lograr el empoderamiento de la mujer en los ámbitos político, económico y social; así como generar dentro de un adecuado plan de seguridad ciudadana, políticas que comprendan a la mujer como víctima directa e indirecta del delito y tiendan a su adecuada atención y donde se atienda y erradique la violencia contra la mujer.
La diputada al Parlatino manifestó que el Día de la Mujer debe ser para celebrar, para construir, para saldar deudas y, sobre todo, que sea un día para dejar de mirar a las mujeres hacia abajo y comenzar a mirarlas de frente.
A juicio de Solórzano en Venezuela todavía hay discriminación femenina en las áreas laboral, deportiva, educativa, religiosa y también en la política.
Solórzano destacó que en Venezuela, contamos con la penosa circunstancia de tener el alarmante índice de embarazo precoz ubicado en 12 años de edad. “Esto se termina convirtiendo en un fatal círculo vicioso. La mayoría de los hogares de nuestra patria, tiene como cabeza de hogar a una mujer (62%). Ello conlleva a una triple discriminación: por ser mujer, por ser joven y por no tener experiencia”.
Por otra parte, alertó que “hoy tenemos que decir que lamentablemente el hermoso artículo 88 de nuestra Carta Fundamental, es letra muerta. Su texto es simple pero preclaro y reza: El Estado garantizará la igualdad y equidad de hombres y mujeres en el ejercicio del derecho al trabajo. El Estado reconocerá el trabajo del hogar como actividad económica que crea valor agregado y produce riqueza y bienestar social. Las amas de casa tienen derecho a la seguridad social de conformidad con la ley”.
Según la diputada del partido Un Nuevo Tiempo, la seguridad social para las amas de casa, sigue siendo una utopía luego de casi 12 años de vigencia de la Constitución.
“El informe INE, enero 2011 dice que en nuestro país hay 28.872.749 habitantes, de los cuales la tasa de desocupación masculina se ubica en 9,9%, mientras que la femenina se ubica en 11.2%, es decir, las mujeres tenemos menos empleo. Por lo demás, según cifras del PNUD, las mujeres de América Latina, ganan 39% menos que los hombres por desempeñar el mismo cargo”.
“En Venezuela necesitamos repensar y reformular el papel de la mujer en la sociedad. El Gobierno nacional y los gobiernos regionales y municipales, los parlamentos del país y todos los organismos del Estado deben cesar de una vez por todas en mirar a la mujer desde las alturas, con ojos de proteccionismo. Nada protege más a las mujeres que la igualdad y la paridad”.
“Si algo quisiera que digan las mujeres venezolanas del futuro, es que nacieron y vivieron en igualdad de oportunidades y paridad de condiciones. De lo contrario, todos los venezolanos de hoy, tanto hombres como mujeres, habremos fracasado”.
Para finalizar, Solórzano acotó que esta lucha no se trata de tendencias político partidistas porque la discriminación no distingue colores políticos. “Es necesario que todos cerremos filas y entendamos que sólo unidos lograremos el verdadero cambio”.
domingo, 13 de marzo de 2011
Antonio Ledezma,:Basta de demagogia
El alcalde Antonio Ledezma criticó la nueva estrategia del presidente Chávez de crear un Ministerio de la Juventud y avivar enfrentamiento entre los jóvenes venezolanos, en lugar de resolverles sus problemas de empleo, vivienda y de seguridad
El alcalde metropolitano, cuestionó este sábado la nueva estrategia del Gobierno de crear un Ministerio de la Juventud en lugar de avocarse a resolver los problemas de ese sector de la sociedad y que desde hace tiempo "espera por soluciones reales y no burocráticas".
Al brindar su solidaridad y apoyo a los 23 estudiantes, profesores y empleados universitarios que se mantienen en huelga de hambre en la sede del PNUD, en Caracas, el alcalde metropolitano aseguró que la huelga de hambre de los estudiantes, profesores y empleados universitarios no es una “bravuconada” sino que es un acto de “hidalguía que enaltece el gentilicio de la juventud venezolana”.
“Vengo a darle respaldo moral a estos muchachos. Yo he vivido una huelga de hambre, y sé lo que es, sé lo que uno siente. Cuando uno da ese paso es porque está al servicio de un sueño. En este caso se trata de una lucha por las universidades, por las becas, por las necesidades básicas de un joven”, expresó Ledezma, al visitar a los estudiantes, profesores y trabajadores universitarios que este sábado muchos de ellos arribaron a los 18 días en ayuno en exigencia de un presupuesto justo.
A Ledezma le pareció otro acto de demagogia la nueva promesa del presidente Chávez de crear un ministerio para la juventud y los estudiantes, el cual estará "administrado" por activistas del partido de gobierno.
“La juventud no come cuento, esto no se va a resolver con un cargo", dijo Ledezma al expresar su rechazo "a otro acto más de demagogia", cuando lo que la juventud quiere son soluciones concretas.
"¿Cuántos ministros de la Vivienda no ha nombrado el Presidente y dónde están las viviendas? Cuántos ministros del Interior han hablado de planes de seguridad y resulta que aquí todos los días lo que se incrementan son los asaltos; cuántos jóvenes son victimas de un robo de celular que se compraron con mucho esfuerzo, cuántos muchachos no pasan el susto de su vida en el metro o en los autobuses; cuántos jóvenes tienen que retrasar el matrimonio porque no tienen cómo comprarse una casa o cuántos no interrumpen sus estudios porque no tienen una beca”, preguntó Ledezma, al lamentar que el Gobierno ande ahora promoviendo un enfrentamiento entre jóvenes venezolanos.
“Yo lamento que el Presidente, en vez de escuchar a estos jóvenes en huelga, haya promovido un contrapunteo como si los jóvenes estuvieran pendientes de quién muerde al otro, de ver quién patea al otro".
El alcalde metropolitano se preguntó por qué el gobierno en vez de avivar enfrentamientos, no promueve soluciones habitacionales; por qué no se preguntan cuántos jóvenes tienen que vivir arrimados con sus padres, con sus abuelos porque su presupuesto no les alcanza; por qué no averigua cuánto es el presupuesto de las universidades.
Ledezma aseguró que si el Gobierno quiere de “verdad dialogar” en la sede del PNUD, en las Universidades, en cualquier organización juvenil están las personas dispuestas a conversar para que se den soluciones a sus problemas.
“Si el Presidente está dispuesto a dialogar aquí esperan a sus representantes. Los jóvenes estudiantes no quieres guerra, no quieren violencia. Los jóvenes estudiantes quieren un camino despejado en el que se puedan disfrutar de un ambiente de paz, de confraternidad y de oportunidades”, manifestó el Alcalde Ledezma.
El alcalde metropolitano reiteró que los venezolanos lo que quieren es un cambio y no necesitan tanta fuga de capital a otros países. "En vez de estar creando tantos ministerios ¿por qué no suspende los acuerdos con Líbia, por ejemplo? Si usted, presidente Chávez, paraliza los envíos de recursos a otros gobiernos del mundo, con esos recursos usted podría crear más becas para los estudiantes, financiar más microempresas para que los estudiantes tengan empleo y hasta construir más viviendas".
Diego Sharifker :Debatir sobre el país
El presidente de la FCU-UCV, , reiteró el llamado para la marcha estudiantil del próximo martes, y respondió al reto de Chávez asegurando que los estudiantes están dispuestos a debatir con los activistas del Gobierno, al tiempo que recordó que el inminente cierre técnico de las universidades autónomas es un hecho real, que no podrá ser ocultado con una cadena nacional y ofertas de un Ministerio para la Juventud.
"No tenemos miedo a debatir con ninguna persona del Gobierno. Que diga con qué personas vamos a debatir; pero no vamos a discutir sobre capitalismo o socialismo; nuestro debate será sobre temas nacionales, como la inseguridad, la falta de vivienda y el estrangulamiento económico de las universidades nacionales", señaló el representante estudiantil al recordar al Gobierno de la responsabilidad que tiene con las universidades.
Instó al Gobierno Nacional a que dé la hora y lugar para debatir, pero aseguró que no frenarán la protesta hasta alcalzar los objetivos que se propusieron.
Sharifker preguntó al presidente Chávez con cuáles representantes universitarios electos por los mismos estudiantes estaba en el acto transmitido el viernes en la noche en cadena nacional cuando se refirió a la representación estudiantil y prometió la creación de un Ministerio de la Juventud.
Por su parte la dirigente estudiantil del Movimiento 13, Gaby Arellano, recalcó que hay 21 personas en huelga frente a la sede del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) exigiendo desde hace 17 días un mejor presupuesto universitario.
"Anoche el Presidente ratificó que nuestra lucha es digna en la burla que hizo con unos estudiantes tarifados. Aquí no hay conciencia comprada. Señor Presidente, aquí estamos. Donde usted quiera vamos a plantear el debate", aseguró.
Reiteró su llamado en nombre de los universitarios a marchar el próximo martes 15 de marzo desde la Plaza el Rectorado hasta la Asamblea Nacional.
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sábado, 12 de marzo de 2011
Los nuevos ancestros
REPORTAJE: DANZA - Reportaje
OMAR KHAN 12/03/2011
. .Jóvenes creadores de la globalización reinventan y visten de modernidad las danzas tradicionales. Akram Khan, Israel Galván, Les Slovaks y Sidi Larbi Cherkaoui presentarán a partir de la próxima semana nuevos espectáculos en España
La danza moderna surge de una paradoja. Isadora Duncan, en la génesis del siglo XX, miró lo más atrás que pudo y se trajo desde la Grecia de la sabiduría los preceptos de unos bailes ciertamente primitivos pero poderosamente auténticos, que no se habían contaminado todavía con la tiranía de la técnica ni obsesionado con la perfección y la línea, las dietas estrictas y los castigos corporales. Eran danzas libres conectadas con lo mundano y hedonista, relacionadas con las bacanales y el puro placer de danzar. En la antigüedad halló respuestas a las incógnitas de la modernidad. Reclamaba Isadora esa libertad. Pero sería inexacto decir que imitaba o reproducía las danzas helénicas. Lo que de verdad les robaba era el espíritu, el modelo, la filosofía. Ahora, cien años más tarde, la máxima de Isadora sigue vigente. Los artistas más arriesgados parecen querer hurgar en las entrañas y raíces de la danza misma, entrando en diálogo con los ancestros para, desde las tradiciones, sacar a la luz una nueva modernidad.
"Suelen llamarme el coreógrafo flamenco, pero resulta que soy mitad marroquí y mitad belga", sentencia Cherkaoui
Akram Khan (Londres, 1974), creador indio-británico, mezcla con inteligencia la danza kathak, tradicional del norte de la India, con la más pura contemporaneidad. Israel Galván (Sevilla, 1973) ha traspasado el tupido velo que separaba al flamenco del riesgo y la innovación, desafiando a los aguerridos cultores de un arte muy cerrado. El colectivo Les Slovaks, anclado en Bruselas, retoma las rotundas danzas folclóricas de Eslovaquia, a las que aplica improvisación y contacto. Sidi Larbi Cherkaoui (Amberes, 1976), inquieto coreógrafo belga-marroquí, no hace más que reinventar el pasado y colocarlo al servicio de sus deslumbrantes espectáculos híbridos. Son ellos los insumisos, los nuevos sacerdotes de Isadora en el templo de la globalización. Todos han conectado con la sensibilidad del momento desde la tradición. Todos tienen éxito. Todos giran copiosamente. Tanto es así que esta temporada coinciden en España.
"Me gusta ir a la fuente, averiguar de dónde vienen las cosas, disfruto escarbando y buscando etimologías, saber dónde estaban esas cosas hace cien años", asegura convencido Sidi Larbi Cherkaoui, que, con su compañía Eastman, lleva a Barcelona su espectáculo Babel (words), ya visto en Madrid. "Con Akram Khan hablamos mucho de esto cuando montamos juntos zero degrees (2005), que investigaba en la danza kathak. Encontrábamos que había notables coincidencias con el ballet clásico y descubrimos que el kathak que nos estaba llegando ya venía contaminado, que en una época muchos bailarines indios vinieron a Occidente a ver ballet y se llevaron algunos pasos y poses a su propia danza. Y es que nada se queda como es, todo se transforma. Gran parte de mi trabajo tiene que ver con estas ideas de permanencia y transformación de las tradiciones".
El kathak de Akram Khan, intencionadamente, es también híbrido e impuro. De la milenaria danza que aprendió cuando era niño, de la mano de su madre y del maestro Sri Pratap Pawar, conserva, cómo no, el aire exótico, pero sobre todo aprovecha sus posibilidades en cuanto a velocidad, virtuosismo, precisión y estilo para acercarlo a la danza contemporánea, y crear un personal código escénico, perfectamente reconocible en sus espectáculos en solitario como Gnosis (2009) o Desh, su nueva pieza en proceso, y en sus coreografías grupales como Kaash (2002), ma (2004), bahok (2008) o Vertical Road, la más reciente y también la más espiritual, con la que llega a Barcelona esta semana y a Sevilla en dos. "Adoro el arte de contar historias a través del rico vocabulario del kathak", suspira el coreógrafo. "Me seduce su construcción rítmica de la danza. Su estética es humana y mecánica al unísono, es informe y al mismo tiempo formal, es como el agua".
"Algunos expertos pueden no estar de acuerdo", advierte Akram Khan, "pero yo coincido con los investigadores que aseguran que hay una conexión entre el kathak y el flamenco español. Me parece tan obvio. No es solamente similar en la forma física sino en la relación que se establece entre el bailarín y los músicos, en la manera de usar los elementos rítmicos, en el zapateado". A su vez, el mismo flamenco está pasando por un revelador proceso de contaminación, que ha cogido por sorpresa, cuando no por disgusto, a los más puristas. Hay, especialmente por España, quien ha estimado chocante, atrevido, incluso sacrílego, que un belga como Sidi Larbi se deslizara, junto a otra rompedora, la bailaora María Pagés, por los vericuetos del flamenco en Dunas (2009). Pero los adversarios quizá no repararon en que el coreógrafo belga estaba siendo consecuente con su propio proceso, que le ha llevado a investigar en artes milenarias como el kung-fu, en su sorprendente Sutra (2008) para 17 monjes del templo Shaolin; en el kathak con Akram Khan o en los meneos pélvicos africanos, en Bound Southern Comfort, su colaboración con el creador surafricano Gregory Maqoma. "A veces, María quería enseñarme y yo le decía que no, que yo no quiero ser bailaor, sino moverme en armonía con el flamenco, respetando sus reglas, pero sin quedarme prisionero en ese lenguaje de danza".
El caso es puntual, es exótico. Pero desde dentro, del corazón mismo de Sevilla, ha surgido al unísono otra voz imponente que ha reinventado el flamenco y lo ha conectado con los grandes centros de la danza moderna internacional. Israel Galván triunfó antes en el Festival de Aviñón que en la Bienal de Flamenco de Sevilla. Era, de jovencito, la gran promesa, hasta que se le ocurrió torcerse. "A mis padres, que dirigen una escuela de flamenco, les gustaba más lo que hacía antes, estaban muy orgullosos, pero cuando cambié y abandoné la línea más tradicional de baile sintieron que su hijo se estaba perdiendo. Las primeras críticas fueron muy duras. Hoy estoy convencido de que como bailaor tradicional a lo mejor no hubiese llegado a ningún lado", dice con modestia este singular coreógrafo y dotado bailarín que sigue rodando uno de sus primeros éxitos, La edad de oro (2005), que se verá en el Festival Cádiz en Danza este abril, mientras se prepara para estrenar en España su nuevo solo La curva, en Tenerife primero y en el inminente Festival de Otoño (en primavera), de Madrid, en mayo. "Tradicionalmente, el flamenco vale por sí solo, pero con Antonio Gades y Antonio, el bailarín, se teatralizó. Carmen, el Quijote, Don Juan empezaron a ser historias para el flamenco, que comenzó a reclamar su derecho de tocar y abordar todos los temas. Descubrí con ellos que aquí cabe todo, desde lo cotidiano y actual hasta el libro del Apocalipsis", dice refiriéndose a su aplaudido e inquietante solo El final de este estado de cosas (redux) (2008), que se inspira en el oscuro libro bíblico y en la desoladora película Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola.
La globalización y el desplazamiento cultural que entraña tienen su cuota de responsabilidad en este diálogo con los ancestros, que implica conocimiento profundo y capacidad de riesgo. Les Slovaks, un equipo de cinco amigos bailarines de Eslovaquia, son un buen ejemplo. Están en Bruselas, han bailado en compañías punteras de la vanguardia belga, pero lo que hacen solamente lo pueden hacer ellos. De niños bailaban juntos danzas folclóricas en su país y expandieron esa larga experiencia alimentándola con los nuevos lenguajes que les ofreció Bélgica. El resultado es una amalgama imposible de lenguajes que ellos mismos han bautizado como Nueva Danza Tradicional, toda una corriente que aquí en España se puede aplicar a la Nova Galega de Danza. Opening Night (2007), la primera coreografía de Les Slovaks, cosechó ovaciones, y ahora, su segunda incursión, Journey Home, que clausura el Festival Cádiz en Danza y emprende gira por Tenerife, Santiago de Compostela y Ferrol, no es más que la reafirmación de un modo escénico de decir, que inequívocamente ya trae implícito el asunto de la identidad cultural, un tema que es preocupación y obsesión de todos estos creadores, especialmente de Akram Khan y Sidi Larbi. "A mí suelen llamarme el coreógrafo flamenco", sentencia Cherkaoui, "pero resulta que yo soy mitad marroquí y mitad belga. Damien Jalet, con quien monto mis piezas, es francófono valón. Antony Gormley, el escultor que nos hizo la escenografía de Babel (words), es británico. ¿Cuánto de flamenco hay en mis espectáculos?", se pregunta sabiendo la respuesta.
Akram Khan. Vertical Road, del 17 al 20 de marzo, en el Mercat de les Flors (Barcelona), y 25 y 26 de marzo, en el Teatro Central (Sevilla). Sidi Larbi. Babel (words), del 15 al 17 de abril, en el Mercat de Les Flors. Israel Galván. La edad de oro, el 27 de abril, en el Festival Cádiz en Danza, y La curva, 29 y 30 de abril, en Tenerife, y en mayo, en el Festival de Otoño, de Madrid. Les Slovaks. Journey Home, en Tenerife, el 25 de abril; en el Festival Cádiz en Danza, el 1 de mayo; en Santiago de Compostela, el 5, y en Ferrol, el 8 de mayo.
OMAR KHAN 12/03/2011
. .Jóvenes creadores de la globalización reinventan y visten de modernidad las danzas tradicionales. Akram Khan, Israel Galván, Les Slovaks y Sidi Larbi Cherkaoui presentarán a partir de la próxima semana nuevos espectáculos en España
La danza moderna surge de una paradoja. Isadora Duncan, en la génesis del siglo XX, miró lo más atrás que pudo y se trajo desde la Grecia de la sabiduría los preceptos de unos bailes ciertamente primitivos pero poderosamente auténticos, que no se habían contaminado todavía con la tiranía de la técnica ni obsesionado con la perfección y la línea, las dietas estrictas y los castigos corporales. Eran danzas libres conectadas con lo mundano y hedonista, relacionadas con las bacanales y el puro placer de danzar. En la antigüedad halló respuestas a las incógnitas de la modernidad. Reclamaba Isadora esa libertad. Pero sería inexacto decir que imitaba o reproducía las danzas helénicas. Lo que de verdad les robaba era el espíritu, el modelo, la filosofía. Ahora, cien años más tarde, la máxima de Isadora sigue vigente. Los artistas más arriesgados parecen querer hurgar en las entrañas y raíces de la danza misma, entrando en diálogo con los ancestros para, desde las tradiciones, sacar a la luz una nueva modernidad.
"Suelen llamarme el coreógrafo flamenco, pero resulta que soy mitad marroquí y mitad belga", sentencia Cherkaoui
Akram Khan (Londres, 1974), creador indio-británico, mezcla con inteligencia la danza kathak, tradicional del norte de la India, con la más pura contemporaneidad. Israel Galván (Sevilla, 1973) ha traspasado el tupido velo que separaba al flamenco del riesgo y la innovación, desafiando a los aguerridos cultores de un arte muy cerrado. El colectivo Les Slovaks, anclado en Bruselas, retoma las rotundas danzas folclóricas de Eslovaquia, a las que aplica improvisación y contacto. Sidi Larbi Cherkaoui (Amberes, 1976), inquieto coreógrafo belga-marroquí, no hace más que reinventar el pasado y colocarlo al servicio de sus deslumbrantes espectáculos híbridos. Son ellos los insumisos, los nuevos sacerdotes de Isadora en el templo de la globalización. Todos han conectado con la sensibilidad del momento desde la tradición. Todos tienen éxito. Todos giran copiosamente. Tanto es así que esta temporada coinciden en España.
"Me gusta ir a la fuente, averiguar de dónde vienen las cosas, disfruto escarbando y buscando etimologías, saber dónde estaban esas cosas hace cien años", asegura convencido Sidi Larbi Cherkaoui, que, con su compañía Eastman, lleva a Barcelona su espectáculo Babel (words), ya visto en Madrid. "Con Akram Khan hablamos mucho de esto cuando montamos juntos zero degrees (2005), que investigaba en la danza kathak. Encontrábamos que había notables coincidencias con el ballet clásico y descubrimos que el kathak que nos estaba llegando ya venía contaminado, que en una época muchos bailarines indios vinieron a Occidente a ver ballet y se llevaron algunos pasos y poses a su propia danza. Y es que nada se queda como es, todo se transforma. Gran parte de mi trabajo tiene que ver con estas ideas de permanencia y transformación de las tradiciones".
El kathak de Akram Khan, intencionadamente, es también híbrido e impuro. De la milenaria danza que aprendió cuando era niño, de la mano de su madre y del maestro Sri Pratap Pawar, conserva, cómo no, el aire exótico, pero sobre todo aprovecha sus posibilidades en cuanto a velocidad, virtuosismo, precisión y estilo para acercarlo a la danza contemporánea, y crear un personal código escénico, perfectamente reconocible en sus espectáculos en solitario como Gnosis (2009) o Desh, su nueva pieza en proceso, y en sus coreografías grupales como Kaash (2002), ma (2004), bahok (2008) o Vertical Road, la más reciente y también la más espiritual, con la que llega a Barcelona esta semana y a Sevilla en dos. "Adoro el arte de contar historias a través del rico vocabulario del kathak", suspira el coreógrafo. "Me seduce su construcción rítmica de la danza. Su estética es humana y mecánica al unísono, es informe y al mismo tiempo formal, es como el agua".
"Algunos expertos pueden no estar de acuerdo", advierte Akram Khan, "pero yo coincido con los investigadores que aseguran que hay una conexión entre el kathak y el flamenco español. Me parece tan obvio. No es solamente similar en la forma física sino en la relación que se establece entre el bailarín y los músicos, en la manera de usar los elementos rítmicos, en el zapateado". A su vez, el mismo flamenco está pasando por un revelador proceso de contaminación, que ha cogido por sorpresa, cuando no por disgusto, a los más puristas. Hay, especialmente por España, quien ha estimado chocante, atrevido, incluso sacrílego, que un belga como Sidi Larbi se deslizara, junto a otra rompedora, la bailaora María Pagés, por los vericuetos del flamenco en Dunas (2009). Pero los adversarios quizá no repararon en que el coreógrafo belga estaba siendo consecuente con su propio proceso, que le ha llevado a investigar en artes milenarias como el kung-fu, en su sorprendente Sutra (2008) para 17 monjes del templo Shaolin; en el kathak con Akram Khan o en los meneos pélvicos africanos, en Bound Southern Comfort, su colaboración con el creador surafricano Gregory Maqoma. "A veces, María quería enseñarme y yo le decía que no, que yo no quiero ser bailaor, sino moverme en armonía con el flamenco, respetando sus reglas, pero sin quedarme prisionero en ese lenguaje de danza".
El caso es puntual, es exótico. Pero desde dentro, del corazón mismo de Sevilla, ha surgido al unísono otra voz imponente que ha reinventado el flamenco y lo ha conectado con los grandes centros de la danza moderna internacional. Israel Galván triunfó antes en el Festival de Aviñón que en la Bienal de Flamenco de Sevilla. Era, de jovencito, la gran promesa, hasta que se le ocurrió torcerse. "A mis padres, que dirigen una escuela de flamenco, les gustaba más lo que hacía antes, estaban muy orgullosos, pero cuando cambié y abandoné la línea más tradicional de baile sintieron que su hijo se estaba perdiendo. Las primeras críticas fueron muy duras. Hoy estoy convencido de que como bailaor tradicional a lo mejor no hubiese llegado a ningún lado", dice con modestia este singular coreógrafo y dotado bailarín que sigue rodando uno de sus primeros éxitos, La edad de oro (2005), que se verá en el Festival Cádiz en Danza este abril, mientras se prepara para estrenar en España su nuevo solo La curva, en Tenerife primero y en el inminente Festival de Otoño (en primavera), de Madrid, en mayo. "Tradicionalmente, el flamenco vale por sí solo, pero con Antonio Gades y Antonio, el bailarín, se teatralizó. Carmen, el Quijote, Don Juan empezaron a ser historias para el flamenco, que comenzó a reclamar su derecho de tocar y abordar todos los temas. Descubrí con ellos que aquí cabe todo, desde lo cotidiano y actual hasta el libro del Apocalipsis", dice refiriéndose a su aplaudido e inquietante solo El final de este estado de cosas (redux) (2008), que se inspira en el oscuro libro bíblico y en la desoladora película Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola.
La globalización y el desplazamiento cultural que entraña tienen su cuota de responsabilidad en este diálogo con los ancestros, que implica conocimiento profundo y capacidad de riesgo. Les Slovaks, un equipo de cinco amigos bailarines de Eslovaquia, son un buen ejemplo. Están en Bruselas, han bailado en compañías punteras de la vanguardia belga, pero lo que hacen solamente lo pueden hacer ellos. De niños bailaban juntos danzas folclóricas en su país y expandieron esa larga experiencia alimentándola con los nuevos lenguajes que les ofreció Bélgica. El resultado es una amalgama imposible de lenguajes que ellos mismos han bautizado como Nueva Danza Tradicional, toda una corriente que aquí en España se puede aplicar a la Nova Galega de Danza. Opening Night (2007), la primera coreografía de Les Slovaks, cosechó ovaciones, y ahora, su segunda incursión, Journey Home, que clausura el Festival Cádiz en Danza y emprende gira por Tenerife, Santiago de Compostela y Ferrol, no es más que la reafirmación de un modo escénico de decir, que inequívocamente ya trae implícito el asunto de la identidad cultural, un tema que es preocupación y obsesión de todos estos creadores, especialmente de Akram Khan y Sidi Larbi. "A mí suelen llamarme el coreógrafo flamenco", sentencia Cherkaoui, "pero resulta que yo soy mitad marroquí y mitad belga. Damien Jalet, con quien monto mis piezas, es francófono valón. Antony Gormley, el escultor que nos hizo la escenografía de Babel (words), es británico. ¿Cuánto de flamenco hay en mis espectáculos?", se pregunta sabiendo la respuesta.
Akram Khan. Vertical Road, del 17 al 20 de marzo, en el Mercat de les Flors (Barcelona), y 25 y 26 de marzo, en el Teatro Central (Sevilla). Sidi Larbi. Babel (words), del 15 al 17 de abril, en el Mercat de Les Flors. Israel Galván. La edad de oro, el 27 de abril, en el Festival Cádiz en Danza, y La curva, 29 y 30 de abril, en Tenerife, y en mayo, en el Festival de Otoño, de Madrid. Les Slovaks. Journey Home, en Tenerife, el 25 de abril; en el Festival Cádiz en Danza, el 1 de mayo; en Santiago de Compostela, el 5, y en Ferrol, el 8 de mayo.
viernes, 11 de marzo de 2011
Poesía para ser Dios
VICENTE VERDÚ
Vota Resultado 55 votos . .En toda la historia de las lecturas personales, los mejores libros no fueron aquellos que se entendieron del todo ni tampoco los que no se entendieron nada, sino aquellos que de vez en cuando no se entendían y que, en conjunto, sus páginas no venían a ilustrarnos como escolares sino a cortejarnos como amantes.
El auténtico valor del conocimiento está en la inspiración del conocimiento
Hay escritores que posee ese don seductor y otros no por brillantes que parezcan o por esforzados que sean. De hecho, la cultura y el amor turbadores e importantes solo se encuentran en los sujetos y sus obras que no llegamos a poseer del todo. El mundo se considera más seguro de su progreso, más seguro de su avance cuanto siente que aprende entendiendo que no entendiendo o viendo y tocando que imaginando.
Sin embargo, lo que se instala en la memoria más fértil es el filo de una ausencia que brillaba oculta entre la pared del sentido y del sinsentido. Este habitáculo es el que ocupa con frecuencia la buena poesía moderna (EL PAÍS, 9-3-2011, página, 39) o esa estética que, como en el mejor arte abstracto, no trata de decirnos algo concreto. Nada exacto a través del pensamiento lógico sino algo incierto, la luz baldía del pensamiento demediado y en cuyas fisuras anida la lucidez del secreto.
Si la poesía se considera como aquella escritura de imposible traducción no es tanto porque en el otro idioma falten términos, sino por la imposibilidad de reproducir, en otras lenguas, la proporción, el peso, la distribución y la categoría de los silencios. O sencillamente: el poema de Eliot es intraducible no por lo que se está escrito sino por lo que no se ve, y no hay ser humano que traslade a otro sistema ese silencio de otro universo escrito.
Escrito o inscrito puede decirse porque, desde una investigación espacial, lo inscrito se hallará inserto en la estructura o, a menudo, bajo la palabra donde se oculta, al costado indeterminable del adjetivo, el verbo o el sustantivo. Incluso la distancia eficaz de esos silencios es imposible de averiguar puesto que las palabras en el idioma poseen una u otra copulación con su ausencia, su cadencia, su carne o su luminiscencia.
De hecho, resulta tan impertinente una traducción de los poemas de Vallejo, por ejemplo, como sería demencial tratar de explicar las formas, los colores y los efectos de un cuadro abstracto.
El lenguaje es, en semiótica, el patrón de la comunicación, pero dista de ser el Dios. El Dios de la poesía no se dice, como tampoco la auténtica creación que ostente una pintura habla inglés, español o alemán. En los museos, como en las capillas, se pide silencio porque ni ante los cuadros ni ante el altar hay nada que decir y menos en el idioma de las tertulias, los discursos políticos o los libros sagrados.
Parece que aprendimos del maestro que nos hablaba como un libro abierto pero, en realidad, no es en donde el docente pone el dedo el lugar donde se halla la lección idónea. Todos los libros, todos los cuadros, todas las arquitecturas, todas las músicas cuyos intervalos se revelan explícitos dejan de ser milagros.
El auténtico valor del conocimiento se encuentra en la inspiración del conocimiento que no viene a ser otra cosa que una limpia transpiración de su silencio. Porque hay silencios ganga, silencios trampa, no cabe duda. Escorias de silencio que se desprenden de la impotencia pero, al revés, hay silencios potentes, mallarmeianos, valientes, tan capaces de transformar al receptor que, gracias a ellos, la poesía sigue imperando. Sigue dando de beber alcohol al que solo esperaba recibir agua o inculcar luz insólita, luz indecible, al que esperaba llegar a saber racionalmente todo.
Vota Resultado 55 votos . .En toda la historia de las lecturas personales, los mejores libros no fueron aquellos que se entendieron del todo ni tampoco los que no se entendieron nada, sino aquellos que de vez en cuando no se entendían y que, en conjunto, sus páginas no venían a ilustrarnos como escolares sino a cortejarnos como amantes.
El auténtico valor del conocimiento está en la inspiración del conocimiento
Hay escritores que posee ese don seductor y otros no por brillantes que parezcan o por esforzados que sean. De hecho, la cultura y el amor turbadores e importantes solo se encuentran en los sujetos y sus obras que no llegamos a poseer del todo. El mundo se considera más seguro de su progreso, más seguro de su avance cuanto siente que aprende entendiendo que no entendiendo o viendo y tocando que imaginando.
Sin embargo, lo que se instala en la memoria más fértil es el filo de una ausencia que brillaba oculta entre la pared del sentido y del sinsentido. Este habitáculo es el que ocupa con frecuencia la buena poesía moderna (EL PAÍS, 9-3-2011, página, 39) o esa estética que, como en el mejor arte abstracto, no trata de decirnos algo concreto. Nada exacto a través del pensamiento lógico sino algo incierto, la luz baldía del pensamiento demediado y en cuyas fisuras anida la lucidez del secreto.
Si la poesía se considera como aquella escritura de imposible traducción no es tanto porque en el otro idioma falten términos, sino por la imposibilidad de reproducir, en otras lenguas, la proporción, el peso, la distribución y la categoría de los silencios. O sencillamente: el poema de Eliot es intraducible no por lo que se está escrito sino por lo que no se ve, y no hay ser humano que traslade a otro sistema ese silencio de otro universo escrito.
Escrito o inscrito puede decirse porque, desde una investigación espacial, lo inscrito se hallará inserto en la estructura o, a menudo, bajo la palabra donde se oculta, al costado indeterminable del adjetivo, el verbo o el sustantivo. Incluso la distancia eficaz de esos silencios es imposible de averiguar puesto que las palabras en el idioma poseen una u otra copulación con su ausencia, su cadencia, su carne o su luminiscencia.
De hecho, resulta tan impertinente una traducción de los poemas de Vallejo, por ejemplo, como sería demencial tratar de explicar las formas, los colores y los efectos de un cuadro abstracto.
El lenguaje es, en semiótica, el patrón de la comunicación, pero dista de ser el Dios. El Dios de la poesía no se dice, como tampoco la auténtica creación que ostente una pintura habla inglés, español o alemán. En los museos, como en las capillas, se pide silencio porque ni ante los cuadros ni ante el altar hay nada que decir y menos en el idioma de las tertulias, los discursos políticos o los libros sagrados.
Parece que aprendimos del maestro que nos hablaba como un libro abierto pero, en realidad, no es en donde el docente pone el dedo el lugar donde se halla la lección idónea. Todos los libros, todos los cuadros, todas las arquitecturas, todas las músicas cuyos intervalos se revelan explícitos dejan de ser milagros.
El auténtico valor del conocimiento se encuentra en la inspiración del conocimiento que no viene a ser otra cosa que una limpia transpiración de su silencio. Porque hay silencios ganga, silencios trampa, no cabe duda. Escorias de silencio que se desprenden de la impotencia pero, al revés, hay silencios potentes, mallarmeianos, valientes, tan capaces de transformar al receptor que, gracias a ellos, la poesía sigue imperando. Sigue dando de beber alcohol al que solo esperaba recibir agua o inculcar luz insólita, luz indecible, al que esperaba llegar a saber racionalmente todo.
YOANI SÁNCHEZ :Nuestro hombre en Trípoli
TRIBUNA: YOANI SÁNCHEZ
10/03/2011
.Era yo tan solo una bebita en los brazos de mi madre miliciana, apenas un trozo de "hombre nuevo" sin modelar, cuando aquella primavera de 1977 Fidel Castro viajó a Libia. El coronel Muamar el Gadafi lo recibió con todos los honores y le otorgó la Condecoración al Valor, una distinción que se le confería por primera vez a una personalidad extranjera. Frente a las cámaras, el comandante en jefe retribuyó con un apretón de manos al recién nombrado como guía de la revolución. Se miraron y se reconocieron en sus similitudes. Más tarde pasaron al encuentro no televisado, a esa reunión a puerta cerrada donde se fortalecieron los pilares de lo que sería una alianza que duró por más de 30 años.
Desde 1977 Castro y Gadafi han sido aliados. Se miraron y se reconocieron en sus similitudes
Cuba y Libia habían emprendido senderos que discurrían en paralelo y que se juntarían en más de una ocasión. El punto de mayor coincidencia se centraba en sus líderes, en la simpatía que se profesaban ambos caudillos. De ahí que en 1980, cuando nuestra isla había sido sacudida por la escapada en masa de más de 100.000 cubanos, Gadafi le volvió a extender oficialmente su mano solidaria. Con un mensaje cargado de loas, felicitaba a Fidel Castro por haber sido reelecto como primer secretario del Comité Central en el II Congreso del Partido Comunista. El militar de academia llevaba por ese entonces más de una década al mando de aquel vasto territorio al norte de África, mientras nosotros superábamos aquí los 20 años escuchando los interminables discursos del máximo líder. Ambos basaban parte de su retórica de autovalidación en la constante referencia a los servicios sociales gratuitos que habían ofrecido a sus pueblos. Era la manera en que nos recordaban -día tras día- el alpiste, pero sin mencionar jamás la jaula.
La yamahiriya se constituyó en el sistema político promulgado por Gadafi en 1977, una especie de república en manos de todos, muy similar a la consigna "el poder del pueblo, ese sí es poder" que nos repetían a nosotros del lado de acá del Atlántico. Si las cosas no funcionaban en Libia, la culpa la tenían los propios ciudadanos que no sabían conducir su nación, si el descalabro económico se apoderaba de Cuba era porque la vagancia y el despilfarro de los individuos le agrietaban el rostro a la utopía. Tanto un líder como el otro sacudían frente a los ojos de sus súbditos el fantasma de la invasión extranjera y el regreso a la dependencia política como la peor de las claudicaciones. El anticolonialismo se constituyó en el lobo feroz que recordaba el excéntrico dirigente de origen bereber, a la par que el guía caribeño escarbaba en los resortes del antiimperialismo, convirtiendo la metáfora de David y Goliat en una perenne referencia a Cuba y Estados Unidos.
Los años noventa los encontraron a ambos quemándose en la hoguera que habían levantado con su terquedad y su actitud beligerante. Gadafi necesitaba limpiar su imagen hacia Occidente, mientras a Fidel Castro le urgía recaudar las divisas que le permitieran mantener el poder después del desplome del bloque socialista. El excéntrico presidente libio pagó indemnizaciones, se abrió tímidamente a la inversión extranjera, renegó -al menos públicamente- del terrorismo y hasta fue invitado por Barack Obama a la cumbre del G-8. El comandante de verde olivo fue más cauteloso, comenzó un proceso de reformas económicas que después trató de controlar con un retorno al centralismo, matizó su discurso belicoso con frases que aludían al daño ecológico que sufre el planeta y al concluir la primera década de este milenio se presentaba ya como un anciano sabio que publica reflexiones iluminadoras.
La prensa oficial cubana deslizó las primeras críticas a la actuación del hermano guía de la gran revolución libia. Le cuestionaba aquella reforma radical del régimen socialista que según él podría conducir a un "capitalismo popular". Tal parecía que los caminos que se habían entrecruzado una y otra vez, comenzaban a desplazarse en derroteros totalmente diferentes.
Sin embargo, con mis 23 años cumplidos, asistí al apretón cariñoso que se volvieron a dar ambos caudillos. A diferencia de aquel marzo de 1977, ya mi madre no quería ni oír hablar de su uniforme de miliciana y el líder libio era difícil de reconocer bajo el maquillaje, las telas y las gafas de sol. En 1998, cuando Fidel Castro participó en la Conferencia del Movimiento de los No Alineados, fue agasajado con el Premio Muamar el Gadafi a los Derechos Humanos que incluía la friolera de 250.000 dólares. Quedaba claro que el intercambio de galardones se constituía, junto a la colaboración económica y militar, las declaraciones de solidaridad y la ausencia de condena, en otra forma de apoyarse mutuamente, en una de las maneras elegidas por ambos para mover esos molinos que empujan -una y otra vez- las aguas del poder sobre sí mismos.
Yoani Sánchez es periodista cubana y autora del blog Generación Y. En 2008 fue galardonada con el Premio Ortega y Gasset de Periodismo. © Yoani Sánchez / bgagency-Milán
10/03/2011
.Era yo tan solo una bebita en los brazos de mi madre miliciana, apenas un trozo de "hombre nuevo" sin modelar, cuando aquella primavera de 1977 Fidel Castro viajó a Libia. El coronel Muamar el Gadafi lo recibió con todos los honores y le otorgó la Condecoración al Valor, una distinción que se le confería por primera vez a una personalidad extranjera. Frente a las cámaras, el comandante en jefe retribuyó con un apretón de manos al recién nombrado como guía de la revolución. Se miraron y se reconocieron en sus similitudes. Más tarde pasaron al encuentro no televisado, a esa reunión a puerta cerrada donde se fortalecieron los pilares de lo que sería una alianza que duró por más de 30 años.
Desde 1977 Castro y Gadafi han sido aliados. Se miraron y se reconocieron en sus similitudes
Cuba y Libia habían emprendido senderos que discurrían en paralelo y que se juntarían en más de una ocasión. El punto de mayor coincidencia se centraba en sus líderes, en la simpatía que se profesaban ambos caudillos. De ahí que en 1980, cuando nuestra isla había sido sacudida por la escapada en masa de más de 100.000 cubanos, Gadafi le volvió a extender oficialmente su mano solidaria. Con un mensaje cargado de loas, felicitaba a Fidel Castro por haber sido reelecto como primer secretario del Comité Central en el II Congreso del Partido Comunista. El militar de academia llevaba por ese entonces más de una década al mando de aquel vasto territorio al norte de África, mientras nosotros superábamos aquí los 20 años escuchando los interminables discursos del máximo líder. Ambos basaban parte de su retórica de autovalidación en la constante referencia a los servicios sociales gratuitos que habían ofrecido a sus pueblos. Era la manera en que nos recordaban -día tras día- el alpiste, pero sin mencionar jamás la jaula.
La yamahiriya se constituyó en el sistema político promulgado por Gadafi en 1977, una especie de república en manos de todos, muy similar a la consigna "el poder del pueblo, ese sí es poder" que nos repetían a nosotros del lado de acá del Atlántico. Si las cosas no funcionaban en Libia, la culpa la tenían los propios ciudadanos que no sabían conducir su nación, si el descalabro económico se apoderaba de Cuba era porque la vagancia y el despilfarro de los individuos le agrietaban el rostro a la utopía. Tanto un líder como el otro sacudían frente a los ojos de sus súbditos el fantasma de la invasión extranjera y el regreso a la dependencia política como la peor de las claudicaciones. El anticolonialismo se constituyó en el lobo feroz que recordaba el excéntrico dirigente de origen bereber, a la par que el guía caribeño escarbaba en los resortes del antiimperialismo, convirtiendo la metáfora de David y Goliat en una perenne referencia a Cuba y Estados Unidos.
Los años noventa los encontraron a ambos quemándose en la hoguera que habían levantado con su terquedad y su actitud beligerante. Gadafi necesitaba limpiar su imagen hacia Occidente, mientras a Fidel Castro le urgía recaudar las divisas que le permitieran mantener el poder después del desplome del bloque socialista. El excéntrico presidente libio pagó indemnizaciones, se abrió tímidamente a la inversión extranjera, renegó -al menos públicamente- del terrorismo y hasta fue invitado por Barack Obama a la cumbre del G-8. El comandante de verde olivo fue más cauteloso, comenzó un proceso de reformas económicas que después trató de controlar con un retorno al centralismo, matizó su discurso belicoso con frases que aludían al daño ecológico que sufre el planeta y al concluir la primera década de este milenio se presentaba ya como un anciano sabio que publica reflexiones iluminadoras.
La prensa oficial cubana deslizó las primeras críticas a la actuación del hermano guía de la gran revolución libia. Le cuestionaba aquella reforma radical del régimen socialista que según él podría conducir a un "capitalismo popular". Tal parecía que los caminos que se habían entrecruzado una y otra vez, comenzaban a desplazarse en derroteros totalmente diferentes.
Sin embargo, con mis 23 años cumplidos, asistí al apretón cariñoso que se volvieron a dar ambos caudillos. A diferencia de aquel marzo de 1977, ya mi madre no quería ni oír hablar de su uniforme de miliciana y el líder libio era difícil de reconocer bajo el maquillaje, las telas y las gafas de sol. En 1998, cuando Fidel Castro participó en la Conferencia del Movimiento de los No Alineados, fue agasajado con el Premio Muamar el Gadafi a los Derechos Humanos que incluía la friolera de 250.000 dólares. Quedaba claro que el intercambio de galardones se constituía, junto a la colaboración económica y militar, las declaraciones de solidaridad y la ausencia de condena, en otra forma de apoyarse mutuamente, en una de las maneras elegidas por ambos para mover esos molinos que empujan -una y otra vez- las aguas del poder sobre sí mismos.
Yoani Sánchez es periodista cubana y autora del blog Generación Y. En 2008 fue galardonada con el Premio Ortega y Gasset de Periodismo. © Yoani Sánchez / bgagency-Milán
jueves, 10 de marzo de 2011
Sangre en el diván
Roberto Lovera De-Sola
El libro de Ibeyise Pacheco nos lleva a una situación más honda: su indagación debe ser tenida a la vez como una inmersión en lo más hondo del malestar venezolano, aquí está expuesta una de las facetas más trágicas de la vida venezolana
No puede leerse sino con dolor, con estremecimiento, el impecable libro de Ibeyise Pacheco: *Sangre en el diván* (Caracas: Grijalbo, 2010. 253 p.) en el cual muestra la personalidad y homicidio cometido por el psiquiatra Edmundo Chirinos en la persona de una de sus pacientes, la joven estudiante Roxana Vargas Quintero(1989-2008).
Como investigación periodística, un rico sendero de la actividad de los reporteros en nuestro tiempo, este libro solo merece elogios, no hay un solo pasaje que sobre ni nada que falte. Es de hecho un hondo acto de justicia en una sociedad, como la nuestra de estos días, en que esta ha dejado de existir.
Es tan hondo lo que vamos leyendo al seguir a Ibeyise Pacheco en su indagación que lo primero que viene a nuestra mente al cerrar este terrible libro es volver a citar una frase muchas veces repetida por Francisco Herrera Luque (1927-1991) según la cual los venezolanos estábamos obligados a “no silenciar ni los actos dignos de reprobación como aquellos dignos de alabanza”. Aquí estriba una de las bases esenciales de este libro.
Nos hemos sentido obligados a redactar esta reseña porque hechos como el que se narra este libro no deben repetirse, ello porque lo más grave que vimos y que aquí encontramos registrado no es la existencia de un delincuente, todas las sociedades los tienen, sino la red de complicidad por décadas silenció esos hechos que ahora se han hecho públicos.
En el caso de *Sangre en el diván*, el título no puede ser más exacto, fue en el diván, centro litúrgico de la psicoterapia y de la sanación de los pacientes, en donde se cometió aquel bárbaro crimen.
Y aquí el libro de Ibeyise Pacheco nos lleva a una situación más honda: su indagación debe ser tenida a la vez como una inmersión en lo más hondo del malestar venezolano, aquí está expuesta una de las facetas más trágicas de la vida venezolana. En este caso es válida la pregunta el médico Miguel Ángel de Lima, entrevistado por la reportera: “¿Está la sociedad enferma?
Sí. Parece que se premia la mentira, los fraudes, el engaño. La sociedad en pos del éxito” (p.166). No hay que olvidar aquí la forma como en este país se han exaltado a los peores seres y lo mala madre que ha sido Venezuela de sus mejores hijos. Duele decirlo pero es así.
Tal el caso de Edmundo Chirinos (Churugara, Falcón,1933) quien pudo engañar a muchos durante mucho tiempo pero no a todos siempre, según la célebre frase del presidente norteamericano Abraham Lincoln (1809-1865).
El psiquiatra de quien se trata en *Sangre en el diván*, 12 de julio de 2008, asesinó en Caracas, en su propio consultorio de La Florida, a su paciente Roxana Vargas Quintero, entre las 7:30 y las 10 de la noche. Casi un año antes, en la primera sesión a la que asistió la joven a su consultorio, en el año 2007, la había dopado, violado y fotografiado desnuda, igual que a numerosas de sus pacientes, como lo comprobó la investigación policial. 1200 fotografías de mujeres desnudas aparecieron en su casa de habitación, no todas desde luego gráficas de sus pacientes, pero según la investigación policial, al menos 400 tenían esa procedencia.
Aquel hecho increíble, rápidamente descubierto, puso al descubierto en nuestra sociedad la existencia de un delincuente que se había movido entre nosotros sin que nadie sospechara su verdadera personalidad. Se le tenía solo como un mujeriego. Este había llegado a ser Rector de la UCV, parlamentario y participado en la política. Pero la verdad plena de quien era no había sido sospechada. Hubo personas, para nada amigas del médico que no creyeron en su culpabilidad hasta el día en que fue condenado en los tribunales. Hasta ese momento había parecido que todo aquello era increíble.
Así el suceso puso sobre el tapete, como indica la autora de *Sangre en el diván*, “El problema para Chirinos y su defensa no sólo era su posible responsabilidad en el homicidio contra Roxana Vargas. Al psiquiatra le había llegado el momento de confrontar denuncias numerosas que comenzaron a circular, en especial vía Internet, sobre abusos sexuales cometidos por el médico en ejercicio de funciones. El juicio moral comenzó a cobrar una fuerza impresionante” (p.75).
Habían explotado la acumulación de vicios y de corrupción personal, esta se había hecho pública, ya, por su último hecho, era imposible seguir ocultando la verdad. Está había estallado. La historia universal está llena de casos como este de Edmundo Chirinos, ¡no hay nada oculto bajo el sol!.
EL PSIQUIATRA
Todo lo que nos expone Ibeyise Pacheco es claramente coincidente con una personalidad enferma. Basta leer con atención el capítulo autobiográfico, lúcidamente titulado por ella “El delirio”, para darse cuenta que su personaje vivió en medio de sus mil fantasías. No sabemos al leer *Sangre en el diván* el origen de estas páginas: ¿le fueron dictadas por el propio Chirinos?¿o proceden de unas memorias que él redactó y no publicó, pero sobre la cual corrió la noticia de su existencia en nuestra comunidad intelectual? Sea cual sea su origen son en casi todos sus pasajes falaces, incluyen además afirmaciones, sobre todas las históricas, que pueden ser refutadas con un libro de historia de Venezuela en la mano. Y su idea de que toda idea novedosa procedía de él no puede ser más errónea. Es lastimoso leerlas. Al igual que la entrevista que le hizo Miyó Vestrini (1938-1991), que se recoge en el apéndice del volumen. Es impecable como todo lo que Miyó hizo en vida pero a la luz de lo que hoy conocemos del entrevistado no pueden ser tomadas en cuenta ninguna de sus respuestas.
EL DELINCUENTE
¿Cómo un delincuente de esa catadura anduvo entre nosotros, en el país, en la universidad, en el parlamento, sin que nos diéramos cuenta de quién era es la gran interrogante que subyace en el libro de Ibeyise Pacheco. Y ello porque se hace presente la sociedad de cómplices que lo encubrieron, los psiquiatras que atendieron a las pacientes violadas por él y guardaron silencio como si formaran parte de una sociedad de delincuentes de mutuo auxilio.
El personaje auscultado con tanta precisión por la periodista es sin duda un sexoadicto: es de esos hombres no pueden ver una mujer sin llevársela a la cama. Pero luego la olvidan, inmediatamente, porque como no sabe amar o no puede amar, cosa evidente en todo sexoadicto, no llega a tender lazos con ella.
No tiene conciencia, por su patología, no hay que ser psiquiatra para verlo así, de que no puede existir amor sin compromiso, sin sentir las huellas que una mujer amada deja en el hombre que la ama, por ello hay amores que nunca se olvidan, por eso hay amores que nunca acaban. Es por ello que hoy las mujeres reclaman tanto la llamada del hombre después de una noche de amor. Toda la literatura latinoamericana escrita por mujeres, que es fascinante para comprender el ser femenino, lo registra. Y la venezolana también, tal *El aplauso va por dentro* (1997) de Mónica Montañéz.
Pero este caso era distinto porque se trata de un enfermo: “Chirinos utilizaba la psiquiatría como excusa para abusar sexualmente de sus pacientes y cometer actos perversos, indignos” (p.200) como lo indica al investigador policial.
Tan grave es el asunto que los tres psiquiatras entrevistados por la autora para trazar el croquis de la personalidad perturbada del psiquiatra, y ahora homicida, “Chirinos de siempre, ha sido un seductor exagerado patológico” (p.158), indica el psicoanalista Rómulo Lander; Miguel Ángel de Lima, otro psiquiatra, “Chirinos es incapaz de amar. Solo se quiere él. No puede generar un vínculo real con nadie…También está su incapacidad de aprender de la experiencia” (p.165). Y la galeno Carmen Vallenilla, también entrevistada para *Sangre en el diván*, “Creerse Dios se llama narcisismo. Y para ser narciso, tú tienes que tener un buen nivel intelectual. No sólo belleza física. El narciso es el personaje que tiene la razón, la verdad en sus manos. Es capaz de hacer milagros. Hipnotiza, cautiva.
Todo lo que sucede a su alrededor se debe a él. Todo es producto de él, hasta donde su imaginación lo determine. Un narciso fácilmente se lleva la ética por delante. ¿Por qué no se la va a llevar? De hecho juega constantemente con la fama” (p.167-168). Y añade: “El comportamiento de Chirinos pareciera que no sólo tendría que ver con su narcisismo…siento que él tiene un problema con su sexualidad. El puede gozar, disfrutar del poder que tiene sobre alumnos, pacientes, pero yo lo siento aun más bizarro, más complicado…Además de otras características que tienen que ver con la falta de ética con los demás…A él no le importa nada, ni nadie” (p.168).
EL SUCESO
El asesinato de Roxana Vargas Quintero lo cometió Chirinos, de forma atroz, golpeándole la cabeza contra la pared, dejando lleno con la sangre de la muchacha el diván de su consultorio. Ello fue el 12 de Julio de 2008. Luego sacó el cadáver de su clínica y lo hizo arrojar en un vertedero de basura.
Siempre creyó que no sería descubierto, había vivido hasta ese día, toda su vida, al filo de la navaja. Pero aquella era su hora, no la menguada sino la de la justicia. Pero era imposible esconder el crimen dados los testigos de aquellos hechos, la hermana, los padres de la muchacha y sus amigos. La madre denunció al siquiatra ante las autoridades. Cuatro días más, el 16 de julio, la opinión pública conocía quien había sido el autor del homicidio.
De hecho comenzaron a aparecer otras víctimas, entre ellas una señora mayor, que había sido paciente del psiquiatra, también ella había sido violada por él. No pudo defenderse entonces pero guardó las pruebas: la ropa que llevaba ese día, toda llena del semén de Chirinos, la entregó a la policía. Inmediatamente también empezaron a conocerse las numerosas denuncias hechas por pacientes mujeres de Chirinos por hechos similares, varias de estas están presentadas en *Sangre en el diván*.
Tras el asesinato, la investigación cuidadosamente llevada adelante por el criminalista Orlando Arias, impecable sabueso quien cuidó siempre que la política no influyera en sus pesquisas, conocía bien la vinculación de Chirinos con el gobierno. En esa labor la inmensa red de mentiras dichas por Chirinos lograron quedaron al descubierto y ser refutadas, una tras otra, por el paciente detective Arias. El 29 de julio de 2008 le fue formulada a Chirinos la acusación por homicidio intencional; al día siguiente, 30 de julio, fue detenido; el 29 de septiembre 2010 fue condenado 20 años de prisión y se prohibió del ejercicio de la psiquiatría.
ROXANA
Lo que sucedió a Roxana Vargas Quintero, no pudo ser peor, rindió la vida en manos del psiquiatra. Todo de forma inocua. Ella fue primero su paciente. La primera cita fue el 30 de septiembre de 2007, un año antes de su homicidio. En ese primera cita el abuso sexual cometido no puede ser sino calificado como una violación (p.18). Violación es siempre, a nuestro entender, cualquier relación tenida sin la aceptación plena de la mujer, incluso cuando se trata de una esposa. La misma Roxana confesó en su blog que en ese primera relación él no la había penetrado(p.99) pero ello no cambia el hecho de la agresión sexual padecida, aprovechándose además de su estado de salud. Ella luego fue su amante, lo que nos indica que Chirinos no poseía ninguna ética médica, rompió con lo que debía ser la relación médico-paciente, incluso con el juramento hipocrático que obliga a todo galeno a dar salud y a no infligir la muerte.
Pero Roxana como una amante nunca fue tratada por Chirinos con la ternura y delicadeza con la que se trata a una mujer amada: nunca le invitó a salir, nunca la llevó a restaurant, nunca la sedujo, ni la enamoró, nunca la llevó a hacer el amor en su propio apartamento ni a un hotel, nunca pasaron juntos ni un fin de semana. Incluso, lo que es peor, la gente que trabajaba en su clínica sabían lo que el doctor estaba haciendo él con ella en su consultorio. Y el amor sin intimidad, sin secreto entre los que se aman, no es amor, sin seducción tampoco es posible que dos cuerpos, que incluyen dos almas, dos espíritus, dos sensibilidades, puedan enamorarse. En el caso de Chirinos el amor nunca estuvo presente, siempre estuvo lejos, lo que hubo siempre fue la violencia.
Y Roxana, demasiado joven para sopesar lo que iba a hacer, cometió luego el error fatal: cuando decidió denunciarlo, lo que era justo, completamente escrupuloso, volvió a su consultorio a decirle lo que haría, no se dio cuenta quien era Chirinos, esa noche el psiquiatra la eliminó porque por vez primera había aparecido la persona que lo desenmascararía ante la sociedad.
EL DIARIO
Pero Roxana Vargas Quintero dejó el gran testimonio acusador. Chirinos desconoció siempre de su existencia. Se trataba de su diario personal: “Un diario manuscrito, algunas veces con lápiz de grafito, otras con tinta azul y negra, sobre el cual volcó con la honestidad desgarradora de lo oculto sus sentimientos sobre todo su entorno, incluido Chirinos. Nadie conocía ese diario. Ni Mariana que vivía con ella, ni su madre, ni sus amigos. A todos sorprendió encontrarlo allí, en su cuarto, cuando comenzó su búsqueda porque por primera vez no había llegado a casa. El diario colocado allí era como un último mensaje, como una carta de despedida, como la confesión de un moribundo que había sido testigo de un hecho delictivo y conocía la identidad del culpable” (p.27). Allí estaba dicho todo.Y por cierto, Roxana, estudiante de Comunicación Social, escribía muy bien.
Todos los fragmentos que cita Ibeyise Pacheco están escritos con exactitud y hasta con belleza. No estamos hablando, era muy joven aun, de una persona con las dotes para la escritura de un creador de fuste pero si de una persona que redactaba sus hojas con un estilo mucho mejor que con la simple corrección al consignar los datos de su vivir. Ojala que algún día se publique, serán unas páginas más para añadir a nuestra literatura autobiográfica.
PARA CERRAR
No dudamos que este libro de Ibeyise Pacheco no sólo perdurará como el acto de justicia que significa. Sin duda, será utilizado en las escuelas universitarias de Comunicación Social como modelo de reportaje sobre un homicidio.
No podemos cerrar sin citar otra vez a Herrera Luque y a aquella observación suya: “No hay nada peor que un psiquiatra corrompido”.
Notas relacionadas:
- Chirinos: "Una tragedia venezolana"
El libro de Ibeyise Pacheco nos lleva a una situación más honda: su indagación debe ser tenida a la vez como una inmersión en lo más hondo del malestar venezolano, aquí está expuesta una de las facetas más trágicas de la vida venezolana
No puede leerse sino con dolor, con estremecimiento, el impecable libro de Ibeyise Pacheco: *Sangre en el diván* (Caracas: Grijalbo, 2010. 253 p.) en el cual muestra la personalidad y homicidio cometido por el psiquiatra Edmundo Chirinos en la persona de una de sus pacientes, la joven estudiante Roxana Vargas Quintero(1989-2008).
Como investigación periodística, un rico sendero de la actividad de los reporteros en nuestro tiempo, este libro solo merece elogios, no hay un solo pasaje que sobre ni nada que falte. Es de hecho un hondo acto de justicia en una sociedad, como la nuestra de estos días, en que esta ha dejado de existir.
Es tan hondo lo que vamos leyendo al seguir a Ibeyise Pacheco en su indagación que lo primero que viene a nuestra mente al cerrar este terrible libro es volver a citar una frase muchas veces repetida por Francisco Herrera Luque (1927-1991) según la cual los venezolanos estábamos obligados a “no silenciar ni los actos dignos de reprobación como aquellos dignos de alabanza”. Aquí estriba una de las bases esenciales de este libro.
Nos hemos sentido obligados a redactar esta reseña porque hechos como el que se narra este libro no deben repetirse, ello porque lo más grave que vimos y que aquí encontramos registrado no es la existencia de un delincuente, todas las sociedades los tienen, sino la red de complicidad por décadas silenció esos hechos que ahora se han hecho públicos.
En el caso de *Sangre en el diván*, el título no puede ser más exacto, fue en el diván, centro litúrgico de la psicoterapia y de la sanación de los pacientes, en donde se cometió aquel bárbaro crimen.
Y aquí el libro de Ibeyise Pacheco nos lleva a una situación más honda: su indagación debe ser tenida a la vez como una inmersión en lo más hondo del malestar venezolano, aquí está expuesta una de las facetas más trágicas de la vida venezolana. En este caso es válida la pregunta el médico Miguel Ángel de Lima, entrevistado por la reportera: “¿Está la sociedad enferma?
Sí. Parece que se premia la mentira, los fraudes, el engaño. La sociedad en pos del éxito” (p.166). No hay que olvidar aquí la forma como en este país se han exaltado a los peores seres y lo mala madre que ha sido Venezuela de sus mejores hijos. Duele decirlo pero es así.
Tal el caso de Edmundo Chirinos (Churugara, Falcón,1933) quien pudo engañar a muchos durante mucho tiempo pero no a todos siempre, según la célebre frase del presidente norteamericano Abraham Lincoln (1809-1865).
El psiquiatra de quien se trata en *Sangre en el diván*, 12 de julio de 2008, asesinó en Caracas, en su propio consultorio de La Florida, a su paciente Roxana Vargas Quintero, entre las 7:30 y las 10 de la noche. Casi un año antes, en la primera sesión a la que asistió la joven a su consultorio, en el año 2007, la había dopado, violado y fotografiado desnuda, igual que a numerosas de sus pacientes, como lo comprobó la investigación policial. 1200 fotografías de mujeres desnudas aparecieron en su casa de habitación, no todas desde luego gráficas de sus pacientes, pero según la investigación policial, al menos 400 tenían esa procedencia.
Aquel hecho increíble, rápidamente descubierto, puso al descubierto en nuestra sociedad la existencia de un delincuente que se había movido entre nosotros sin que nadie sospechara su verdadera personalidad. Se le tenía solo como un mujeriego. Este había llegado a ser Rector de la UCV, parlamentario y participado en la política. Pero la verdad plena de quien era no había sido sospechada. Hubo personas, para nada amigas del médico que no creyeron en su culpabilidad hasta el día en que fue condenado en los tribunales. Hasta ese momento había parecido que todo aquello era increíble.
Así el suceso puso sobre el tapete, como indica la autora de *Sangre en el diván*, “El problema para Chirinos y su defensa no sólo era su posible responsabilidad en el homicidio contra Roxana Vargas. Al psiquiatra le había llegado el momento de confrontar denuncias numerosas que comenzaron a circular, en especial vía Internet, sobre abusos sexuales cometidos por el médico en ejercicio de funciones. El juicio moral comenzó a cobrar una fuerza impresionante” (p.75).
Habían explotado la acumulación de vicios y de corrupción personal, esta se había hecho pública, ya, por su último hecho, era imposible seguir ocultando la verdad. Está había estallado. La historia universal está llena de casos como este de Edmundo Chirinos, ¡no hay nada oculto bajo el sol!.
EL PSIQUIATRA
Todo lo que nos expone Ibeyise Pacheco es claramente coincidente con una personalidad enferma. Basta leer con atención el capítulo autobiográfico, lúcidamente titulado por ella “El delirio”, para darse cuenta que su personaje vivió en medio de sus mil fantasías. No sabemos al leer *Sangre en el diván* el origen de estas páginas: ¿le fueron dictadas por el propio Chirinos?¿o proceden de unas memorias que él redactó y no publicó, pero sobre la cual corrió la noticia de su existencia en nuestra comunidad intelectual? Sea cual sea su origen son en casi todos sus pasajes falaces, incluyen además afirmaciones, sobre todas las históricas, que pueden ser refutadas con un libro de historia de Venezuela en la mano. Y su idea de que toda idea novedosa procedía de él no puede ser más errónea. Es lastimoso leerlas. Al igual que la entrevista que le hizo Miyó Vestrini (1938-1991), que se recoge en el apéndice del volumen. Es impecable como todo lo que Miyó hizo en vida pero a la luz de lo que hoy conocemos del entrevistado no pueden ser tomadas en cuenta ninguna de sus respuestas.
EL DELINCUENTE
¿Cómo un delincuente de esa catadura anduvo entre nosotros, en el país, en la universidad, en el parlamento, sin que nos diéramos cuenta de quién era es la gran interrogante que subyace en el libro de Ibeyise Pacheco. Y ello porque se hace presente la sociedad de cómplices que lo encubrieron, los psiquiatras que atendieron a las pacientes violadas por él y guardaron silencio como si formaran parte de una sociedad de delincuentes de mutuo auxilio.
El personaje auscultado con tanta precisión por la periodista es sin duda un sexoadicto: es de esos hombres no pueden ver una mujer sin llevársela a la cama. Pero luego la olvidan, inmediatamente, porque como no sabe amar o no puede amar, cosa evidente en todo sexoadicto, no llega a tender lazos con ella.
No tiene conciencia, por su patología, no hay que ser psiquiatra para verlo así, de que no puede existir amor sin compromiso, sin sentir las huellas que una mujer amada deja en el hombre que la ama, por ello hay amores que nunca se olvidan, por eso hay amores que nunca acaban. Es por ello que hoy las mujeres reclaman tanto la llamada del hombre después de una noche de amor. Toda la literatura latinoamericana escrita por mujeres, que es fascinante para comprender el ser femenino, lo registra. Y la venezolana también, tal *El aplauso va por dentro* (1997) de Mónica Montañéz.
Pero este caso era distinto porque se trata de un enfermo: “Chirinos utilizaba la psiquiatría como excusa para abusar sexualmente de sus pacientes y cometer actos perversos, indignos” (p.200) como lo indica al investigador policial.
Tan grave es el asunto que los tres psiquiatras entrevistados por la autora para trazar el croquis de la personalidad perturbada del psiquiatra, y ahora homicida, “Chirinos de siempre, ha sido un seductor exagerado patológico” (p.158), indica el psicoanalista Rómulo Lander; Miguel Ángel de Lima, otro psiquiatra, “Chirinos es incapaz de amar. Solo se quiere él. No puede generar un vínculo real con nadie…También está su incapacidad de aprender de la experiencia” (p.165). Y la galeno Carmen Vallenilla, también entrevistada para *Sangre en el diván*, “Creerse Dios se llama narcisismo. Y para ser narciso, tú tienes que tener un buen nivel intelectual. No sólo belleza física. El narciso es el personaje que tiene la razón, la verdad en sus manos. Es capaz de hacer milagros. Hipnotiza, cautiva.
Todo lo que sucede a su alrededor se debe a él. Todo es producto de él, hasta donde su imaginación lo determine. Un narciso fácilmente se lleva la ética por delante. ¿Por qué no se la va a llevar? De hecho juega constantemente con la fama” (p.167-168). Y añade: “El comportamiento de Chirinos pareciera que no sólo tendría que ver con su narcisismo…siento que él tiene un problema con su sexualidad. El puede gozar, disfrutar del poder que tiene sobre alumnos, pacientes, pero yo lo siento aun más bizarro, más complicado…Además de otras características que tienen que ver con la falta de ética con los demás…A él no le importa nada, ni nadie” (p.168).
EL SUCESO
El asesinato de Roxana Vargas Quintero lo cometió Chirinos, de forma atroz, golpeándole la cabeza contra la pared, dejando lleno con la sangre de la muchacha el diván de su consultorio. Ello fue el 12 de Julio de 2008. Luego sacó el cadáver de su clínica y lo hizo arrojar en un vertedero de basura.
Siempre creyó que no sería descubierto, había vivido hasta ese día, toda su vida, al filo de la navaja. Pero aquella era su hora, no la menguada sino la de la justicia. Pero era imposible esconder el crimen dados los testigos de aquellos hechos, la hermana, los padres de la muchacha y sus amigos. La madre denunció al siquiatra ante las autoridades. Cuatro días más, el 16 de julio, la opinión pública conocía quien había sido el autor del homicidio.
De hecho comenzaron a aparecer otras víctimas, entre ellas una señora mayor, que había sido paciente del psiquiatra, también ella había sido violada por él. No pudo defenderse entonces pero guardó las pruebas: la ropa que llevaba ese día, toda llena del semén de Chirinos, la entregó a la policía. Inmediatamente también empezaron a conocerse las numerosas denuncias hechas por pacientes mujeres de Chirinos por hechos similares, varias de estas están presentadas en *Sangre en el diván*.
Tras el asesinato, la investigación cuidadosamente llevada adelante por el criminalista Orlando Arias, impecable sabueso quien cuidó siempre que la política no influyera en sus pesquisas, conocía bien la vinculación de Chirinos con el gobierno. En esa labor la inmensa red de mentiras dichas por Chirinos lograron quedaron al descubierto y ser refutadas, una tras otra, por el paciente detective Arias. El 29 de julio de 2008 le fue formulada a Chirinos la acusación por homicidio intencional; al día siguiente, 30 de julio, fue detenido; el 29 de septiembre 2010 fue condenado 20 años de prisión y se prohibió del ejercicio de la psiquiatría.
ROXANA
Lo que sucedió a Roxana Vargas Quintero, no pudo ser peor, rindió la vida en manos del psiquiatra. Todo de forma inocua. Ella fue primero su paciente. La primera cita fue el 30 de septiembre de 2007, un año antes de su homicidio. En ese primera cita el abuso sexual cometido no puede ser sino calificado como una violación (p.18). Violación es siempre, a nuestro entender, cualquier relación tenida sin la aceptación plena de la mujer, incluso cuando se trata de una esposa. La misma Roxana confesó en su blog que en ese primera relación él no la había penetrado(p.99) pero ello no cambia el hecho de la agresión sexual padecida, aprovechándose además de su estado de salud. Ella luego fue su amante, lo que nos indica que Chirinos no poseía ninguna ética médica, rompió con lo que debía ser la relación médico-paciente, incluso con el juramento hipocrático que obliga a todo galeno a dar salud y a no infligir la muerte.
Pero Roxana como una amante nunca fue tratada por Chirinos con la ternura y delicadeza con la que se trata a una mujer amada: nunca le invitó a salir, nunca la llevó a restaurant, nunca la sedujo, ni la enamoró, nunca la llevó a hacer el amor en su propio apartamento ni a un hotel, nunca pasaron juntos ni un fin de semana. Incluso, lo que es peor, la gente que trabajaba en su clínica sabían lo que el doctor estaba haciendo él con ella en su consultorio. Y el amor sin intimidad, sin secreto entre los que se aman, no es amor, sin seducción tampoco es posible que dos cuerpos, que incluyen dos almas, dos espíritus, dos sensibilidades, puedan enamorarse. En el caso de Chirinos el amor nunca estuvo presente, siempre estuvo lejos, lo que hubo siempre fue la violencia.
Y Roxana, demasiado joven para sopesar lo que iba a hacer, cometió luego el error fatal: cuando decidió denunciarlo, lo que era justo, completamente escrupuloso, volvió a su consultorio a decirle lo que haría, no se dio cuenta quien era Chirinos, esa noche el psiquiatra la eliminó porque por vez primera había aparecido la persona que lo desenmascararía ante la sociedad.
EL DIARIO
Pero Roxana Vargas Quintero dejó el gran testimonio acusador. Chirinos desconoció siempre de su existencia. Se trataba de su diario personal: “Un diario manuscrito, algunas veces con lápiz de grafito, otras con tinta azul y negra, sobre el cual volcó con la honestidad desgarradora de lo oculto sus sentimientos sobre todo su entorno, incluido Chirinos. Nadie conocía ese diario. Ni Mariana que vivía con ella, ni su madre, ni sus amigos. A todos sorprendió encontrarlo allí, en su cuarto, cuando comenzó su búsqueda porque por primera vez no había llegado a casa. El diario colocado allí era como un último mensaje, como una carta de despedida, como la confesión de un moribundo que había sido testigo de un hecho delictivo y conocía la identidad del culpable” (p.27). Allí estaba dicho todo.Y por cierto, Roxana, estudiante de Comunicación Social, escribía muy bien.
Todos los fragmentos que cita Ibeyise Pacheco están escritos con exactitud y hasta con belleza. No estamos hablando, era muy joven aun, de una persona con las dotes para la escritura de un creador de fuste pero si de una persona que redactaba sus hojas con un estilo mucho mejor que con la simple corrección al consignar los datos de su vivir. Ojala que algún día se publique, serán unas páginas más para añadir a nuestra literatura autobiográfica.
PARA CERRAR
No dudamos que este libro de Ibeyise Pacheco no sólo perdurará como el acto de justicia que significa. Sin duda, será utilizado en las escuelas universitarias de Comunicación Social como modelo de reportaje sobre un homicidio.
No podemos cerrar sin citar otra vez a Herrera Luque y a aquella observación suya: “No hay nada peor que un psiquiatra corrompido”.
Notas relacionadas:
- Chirinos: "Una tragedia venezolana"
miércoles, 9 de marzo de 2011
La huelga toma la calle
Avance | La Nación | 08/03/2011 08:22:38 p.m.
La cantautora Soledad Bravo y la diputada María Corina Machadao visitaron a los estudiantes en huelga de hambre y apelaron a la sensibilidad de las autoridades para no dejar morir a las universidades. la FCU de la UCV anuncia manifestaciones para exigir presupuesto justo
Por: Daniel Palacios Ybarra
Fotos por: Saúl Uzcátegui
Cánticos de libertad renovaron el semblante de los universitarios en huelga de hambre apostados frente la sede del PNUD, tras la visita de la cantante Soledad Bravo.
Acompañada por una representación de autoridades académicas y la diputada María Corina Machado, la intérprete venezolana se solidarizó con esta protesta pacífica, que exige al Estado venezolano un presupuesto justo para las universidades públicas.
A esta causa se unieron ayer Carolina Mekler y Laura Luciani, estudiante y ex decana de la Universidad de Los Andes (ULA), para hacer un total de once personas en ayuno desde el 23 de febrero.
Los académicos de ULA, UDO y UCV sostienen que el presupuesto no se ajusta desde 2007 y que solo reciben el 48% del capital que corresponde.
“No es posible mantener abierta la universidad con estas condiciones. Si cerramos la ULA nos tildarán de golpistas, por eso apelamos a este tipo de manifestación. La universidad siempre ha sido la conciencia de los gobiernos”, declaró a TalCual la profesora Luciani, quien dedicó esta lucha a su hija, como regalo de cumpleaños. “El mejor regalo que le puedo ofrecer es que sepa que su madre está luchando por darles un mejor país a ella y a sus hermanos”, manifestó entre lágrimas la huelguista andina.
ACCIONES DE CALLE
Diego Scharifker, presidente de la FCU-UCV, adelantó que esta semana habrá manifestaciones de calle.
“Por razones obvias nos reservamos cuándo son y cómo son, pero a partir de este miércoles empiezan las protestas de calles, para convocar la próxima semana una marcha nacional por el presupuesto universitario. Es inadmisible que la becas estudiantiles sean sólo de Bs 200 al mes, que los comedores estén deteriorados y que la UCV tenga las mismas unidades de transporte de hace 40 años”.
El líder juvenil indicó que al mediodía de este lunes podría llegar al PNUD la ministra de educación Yadira Córdova. Aseveró, además, que esta lucha trasciende con el apoyo de alumnos de academias privadas como UCAB, USM, UMA, UNIMET y UCSAR.
Escoltado por los santos, el estudiante merideño recibe cada imagen religiosa de los ciudadanos que transitan por la avenida Francisco de Miranda, en Chacao, donde permanecen ubicados.
“Nuestro presupuesto fue calculado con base a los 40 dólares por barril de petróleo. Ahora con la crisis del Medio Oriente, estos precios oscila entre 90 y 100 dólares, y el dinero es insuficiente para satisfacer nuestras necesidades”.
Soledad Bravo cantó a los estudiantes
Como banda sonora de la protesta, la artista Soledad Bravo metaforizó en los jóvenes huelguistas la canción “La vida no vale nada”: “La vida no vale nada si yo me quedo sentado, después que he visto y soñado que en todas partes me llaman. La vida no vale nada si escucho un grito mortal, y no es capaz de tocar mi corazón que se apaga”, cantó la intérprete.
La cantante de los estudiantes proyectó al Movimiento Estudiantil como una unidad enorme, “que nos lleve por derroteros insospechados por nuestra bienamada patria”, manifestó conmovida.
Leyenda: La cantante de los estudiantes cantó a los universitarios de la ULA y UDO
Foto: Saúl Uzcategui / Tal Cual
lunes, 7 de marzo de 2011
¿Sembrada en el amor del pueblo?… o en la ignominia
JOAQUIN CHAFFARDET
En nuestro país es casi una obligada tradición que al fallecimiento de una persona le sigue un automático “perdón de los pecados”, siendo que para quienes somos, o creemos ser, cristianos tal perdón solamente lo puede otorgar Dios. Perdón que dependiendo de la fe que profese cada quien se obtiene de diferentes maneras. Pero los venezolanos, que somos “buena gente”, sensibleros y adicionalmente cortos de memoria histórica, usurpamos esa potestad del Supremo y rápidamente procedemos a perdonar cualquier conducta reprochable y condenable del fallecido. Es como si la mujer de la guadaña venezolana se llevara consigo a la eternidad los daños y tropelías que en vida cometió el fallecido, dejándolo libre de pecado en la tierra de los mortales.
Hoy hemos sido sorprendidos con la noticia de la muerte de la impropiamente calificada por sus copartidarios y los medios de comunicación como la “dirigente” o “líder social” o “comandante” Lina Ron. Personaje que no pasaría de ser uno de tantos que adornan la picaresca y el folklore criollo, por sus disfraces de militar y sus cabellos teñidos de amarillo chillón que parecían tratar de ocultar su origen étnico. Pero Lina Ron fue más que un personaje folklórico, fue un personaje siniestro, actor y producto de la siembra de odio y violencia por parte de quien fue la razón de su vida y de su accionar: El Iluminado de Sabaneta.
Lina Ron se presentó y cultivó para sí la imagen de la violencia física y verbal con el apoyo expreso o tácito del régimen. Sus agresiones de toda índole, físicas, armadas y verbales contribuyeron a sembrar odio, temor y dolor en individualidades e instituciones. Invasiones y asaltos a mano armada de edificios y otros inmuebles en complicidad con los verdaderos estafadores inmobiliarios. Promotora de actos de terrorismo como la bomba en Fedecamaras. Su actividad, desde el primer día en que apareció en la escena pública, estuvo signada por el atropello y la violencia con alevosía y ventaja, apoyada en la complicidad y la complacencia del régimen. Sus acciones se encuadran dentro de lo que se denomina terrorismo de Estado. El grupo de facinerosos armados por el régimen y dirigidos por ella en poco se diferencian de los Tonton Macoutes de Duvalier o de los Paleros de Chapita Trujillo, que sembraban el terror en la población y cobraron la vida de miles de ciudadanos en Haití y República Dominicana.
Lina Ron fue cultora y predicadora del odio y la violencia, practicante apasionada del culto a la personalidad, eufemismo para decir jalabolismo, de su comandante presidente. Una de sus frases famosas en este sentido fue "Con Chávez todo, sin Chávez plomo", clara expresión su primitivismo que no era sino el mismo del régimen chavista.
Las agresiones de Lina Ron tuvieron como víctimas a simples ciudadanos que manifestaban pacíficamente contra el régimen, instituciones como Globovisión, El Nacional, RCTV, el Arzobispado, embajadas, Fedecámaras, etc. Actos de terrorismo que llevó adelante siempre con el apoyo abierto del gobierno y en particular de la Guardia Nacional y los cuerpos de seguridad. Para llevar adelante sus tropelías, Lina Ron y sus grupos de delincuentes disponían, y disponen todavía, de armas de fuego de todo tipo y de bombas lacrimógenas provistas, sin duda alguna, por el mismo gobierno.
Lina Ron, tenía “licencia para agredir y hasta para matar” emitida por el mismo Iluminado de Sabaneta. Gozó a lo largo de su trayectoria de agente de la violencia de impunidad total. Por supuesto, no hubo juez que culminara ninguno de los procesos que se intentaron contra ese destacado icono de la violencia delincuencial oficialista. Lina Ron fue la imagen más cruda pero quizás la más ajustada a la verdadera naturaleza del régimen que acogota a los venezolanos. Paradójicamente, su rival en materia de violencia fue su idolatrado comandante presidente al que, por razones obvias, nunca pudo superar. A lo mejor esa circunstancia le habrá permitido viajar al más allá con la tranquilidad de no haber traicionado su eterna lealtad a su comandante presidente.
Lina Ron pasará a la historia pequeña de la patología nacional como cultora del odio y de la violencia. Su rostro, su voz, su lenguaje y sus disfraces militares que proyectaban con precisión sus oscuros sentimientos, le permitirán a las futuras generaciones hacerse una idea de los desmanes del “socialismo del Siglo XXI” y de la boliburguesía chavista que hemos tenido que soportar los venezolanos de hoy.
Para el oficialismo es una pérdida importante. Es la pérdida de uno de los iconos de la violencia del régimen. En nombre del régimen adolorido y consternado, el inefable Izarra, al anunciar la muerte de esta prócer del proceso, escribió en twitter: "Honor y gloria a Lina Ron. Quedará por siempre sembrada en el amor del pueblo". “Honor y gloria a Lina Ron” es “honor y gloria a la violencia y al primitivismo chavista”. Y como se anunció será enterrada en Cementerio General del Sur, Lina no quedará “por siempre sembrada no en el amor del pueblo”, sino sembrada por siempre en la ignominia que es ese cementerio para los caraqueños y para todos los venezolanos. Es la elección más apropiada para depositar sus restos mortales. En su sepelio, como en el de cualquier malandro capitalino, no faltarán los grupos de delincuentes motorizados haciendo tiros al aire y amedrentando a los compradores y vendedores del mercado popular de El Cementerio.
Con la muerte de Lina Ron desaparece un importante agente de la violencia y la inseguridad que hoy atormenta a los venezolanos. Su desaparición, después de las sucesivas desapariciones de Luis Tascón perseguidor de la libertad y promotor de la persecución política, de William Lara promotor de la censura y enemigo de la libertad de expresión, de Guillermo García Ponce homicida de vieja data, ideólogo del PSUV y adulterador de la verdad desde el panfleto oficialista VEA, de Muller Rojas promotor de la destrucción de las fuerzas armadas, pareciera ique la sabia naturaleza se ha tomado muy en serio el allanarnos en alguna medida el camino hacia la liquidación del totalitarismo.
jchaffardet@gmail.com
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Analisis historico politico de Venezuala
Esta revolución es por dignidad
Ola de cambio en el mundo árabe - Rebelión contra las autocracias
La época del miedo ha terminado.- Las sociedades árabes aspiran a la libertad que les han negado unos dictadores ajenos a las aspiraciones de libertad de unas sociedades mayoritariamente jóvenes
ENRIC GONZÁLEZ - El Cairo - 06/03/2011
. .Estamos en el principio. Pero afecta a tal volumen de personas y territorio, entraña tantos posibles cambios políticos y geoestratégicos, tanto impacto potencial en la economía mundial, tanto desconcierto en las diplomacias, que cuesta imaginar que el siglo XXI depare muchos acontecimientos de este calado. Llamar a lo que está ocurriendo "revolución árabe" resulta reductivo, porque puede acabar afectando a países no árabes como Irán. También es reductivo explicar la revolución por factores económicos, aunque existan. Las revoluciones se hacen por ideas y sentimientos, y la de ahora se alza como emblema la dignidad humana.
Un factor esencial de la revolución está siendo Internet y las redes sociales
Otro elemento es que la propia sociedad se sentía humillada
El 68% de los árabes tiene menos de 30 años y conoce la cultura occidental
Los generales se colocaron al lado del pueblo y dejaron caer a los tiranos
En Tahrir a nadie se le ocurrió quemar una bandera de EE UU
La caída de Mubarak fue la señal de que los pueblos podían alzar la cabeza
No es casual que el detonante fuera un suceso poderosamente metafórico. La historia de Mohamed Buaziz y su carrito de frutas ha dado la vuelta al mundo. El carrito de Buaziz, un joven de 26 años residente en Sidi Buzid (Túnez), fue confiscado por la policía. Ya le había ocurrido otras veces y con un pequeño soborno podía resolverlo. Pero cuando fue a quejarse, una funcionaria, Fadia Hamdi, le escupió a la cara. Eso, la humillación, fue lo que Buaziz no pudo soportar. Ese mismo día, 17 de diciembre de 2010, se prendió fuego.
La desgracia de Buaziz conmovió a sus vecinos y provocó una primera manifestación. La indignación se extendió rápidamente al país entero. Conviene resaltar aquí otro factor esencial e innovador de la revolución: Internet y las redes sociales. Cuando casi ningún medio informativo internacional había recogido aún la inmolación del frutero y las incipientes revueltas tunecinas, muchos jóvenes en un país tan lejano como Jordania habían adoptado ya la foto de Buaziz como avatar. La cadena de televisión catarí Al Yazira recogió el suceso porque uno de sus periodistas se enteró a través de Facebook.
Gracias al ciberespacio, los jóvenes árabes ignoraban las fronteras nacionales. El caso de Buaziz fue de inmediato asumido como propio por los vecinos argelinos. Y por los egipcios, muy sensibles desde el verano anterior. El 6 de junio de 2010, Jaled Said, de 28 años, fue detenido en Alejandría por dos policías de paisano que le golpearon hasta matarle, ante testigos. Varios jóvenes profesionales, bajo la cobertura del Premio Nobel de la Paz y dirigente opositor Mohamed el Baradei, crearon en Facebook un grupo llamado "Todos somos Jaled Said". En pocos días, el grupo congregó a cientos de miles de personas y se convirtió en el principal foco de oposición al régimen de Hosni Mubarak.
La llama prendió de forma fulminante. A principios de enero, grandes manifestaciones agitaban las principales ciudades de Túnez y Argelia. En Egipto, mientras, la revolución se preparaba con minuciosidad. Wael Ghoneim, ejecutivo comercial de Google y uno de los creadores de "Todos somos Jaled Said", contó semanas más tarde que él y sus compañeros dedicaron las primeras semanas de enero a ensayar manifestaciones en barrios periféricos, estudiando convocatorias inmediatas y formas de despistar a la policía.
Las revueltas magrebíes fueron generalmente interpretadas como protestas económicas. El presidente tunecino Zine El Abidine Ben Ali creyó que con una visita al hospital donde yacía el agonizante Buaziz (fallecido el 5 de enero) y con algunos subsidios para abaratar los alimentos bastaría para calmar los ánimos. Llevaba 24 años en el poder, había saqueado impunemente el país y estaba habituado a las llamadas revueltas del pan. Como el resto de los dictadores de la región, como los dirigentes y la opinión pública de los países más desarrollados, creía que la represión y el pan barato constituían formas infalibles de someter a las poblaciones árabes, ajenas a otra aspiración que ir sobreviviendo y sin capacidad para vivir en democracia.
Ese es otro elemento importantísimo: la propia sociedad árabe se sentía indigna y humillada. Tras la descolonización, no había conocido otra cosa que derrotas frente a Israel, dictaduras bochornosas, represión, atraso social, miedo. Y desprecio, mucho desprecio por parte del resto del mundo. Aparentemente, lo único que importaba de los árabes era el petróleo, el gas y la "estabilidad" bajo regímenes tan infames como mimados por Europa y Estados Unidos. Aunque resulte obvio, hay que recordar además que la islamofobia existe. Especialmente tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, los musulmanes quedaron bajo sospecha permanente. Un árabe medio no es más religioso que un estadounidense medio, pero su religión se asocia con el integrismo y el terrorismo. En la ecuación occidental, lo que no era una dictadura "moderada" (eufemismo de sumisión a Washington), era Al Qaeda o subversión proiraní. El cóctel de humillaciones, internas y externas, contenía todos los ingredientes.
Ahora, en 2011, el 68% de los árabes tienen menos de 30 años. Esta inmensa generación de muchachos y muchachas no conoció acontecimientos como la descolonización o la Guerra de los Seis Días, pero gracias a la televisión por satélite siempre estuvo en contacto con la cultura occidental. Vivieron el desastre de la invasión de Irak pero, además de sentir una intensa solidaridad con el sufrimiento de los iraquíes, quedaron marcados por una imagen de 2003: la de Sadam Husein, dictador todopoderoso, detenido en el sótano donde se ocultaba de forma miserable. Ese impacto visual les enseñó lo frágil que puede ser un tirano.
"No tenemos miedo", gritaban los manifestantes en Túnez. Ben Ali no logró que el Ejército asumiera tareas represivas. En sociedades tan estáticas como las árabes, donde la educación y el trabajo raramente sirven para prosperar porque lo que cuenta es pertenecer a la élite del poder o arrimarse a ella, el Ejército constituye el principal ascensor social. Entre los mandos militares abunda la gente de procedencia humilde. Eso, unido al servicio militar obligatorio, por el que cada familia tiene a alguien de uniforme, explica en gran medida el respeto mutuo entre Ejército y sociedad civil. También es cierto que los generales suelen optar por despedir a un dictador acabado antes que arriesgar sus privilegios en batallas inciertas. Por eso algunos dictadores prefieren tropas mercenarias, caso de Libia, o ejércitos pequeños e ineficientes, caso de Arabia Saudí.
Después de poner limitaciones adicionales al uso de Internet, después de cerrar escuelas y universidades, después de prometer que bajaría el pan y que no se presentaría a la reelección como presidente, Ben Ali no consiguió otra cosa que el recrudecimiento de las protestas y una inequívoca señal de despedida por parte de los militares. El 14 de enero cargó todo el dinero que cupo en las maletas y escapó a Arabia Saudí.
Para entonces, los jóvenes egipcios ya habían fijado la fecha de la insurrección: el martes 25 de enero, festivo porque era, irónicamente, el Día de la Policía. La magnitud de las manifestaciones del 25 de enero en El Cairo, Alejandría y otras ciudades sorprendió a los propios organizadores. Mientras la televisión pública emitía películas y programas sobre gloriosas hazañas policiales, la policía cargaba contra la multitud. Hubo cuatro muertos y más de 500 detenidos.
La espita de la furia estaba abierta. Para el viernes 28 se convocó una Jornada de la Ira que resultó asombrosa. Ese 28 de enero quedó claro que la caída de Mubarak era sólo cuestión de tiempo. Quizá nunca, en tiempos modernos, se registró una batalla tan dura y multitudinaria entre policía y manifestantes. Al caer la tarde, la policía había agotado ya los gases lacrimógenos y las balas de goma y empezaba a disparar fuego real. Mubarak ordenó al Ejército que interviniera y el jefe supremo de los militares, su viejo amigo el mariscal Mohamed Tantaui, respondió negativamente. La policía se retiró y las ciudades, bajo nubes de gas y sacudidas por tiroteos ocasionales, quedaron en manos de la gente.
Mubarak recurrió a los trucos clásicos del manual del dictador árabe. Bloqueó los teléfonos móviles e Internet. Prometió que su hijo Gamal, multimillonario y heredero designado, no se presentaría a las elecciones presidenciales. Prometió que tampoco se presentaría él. Subió el sueldo de los funcionarios. Delegó "poderes de negociación" en un nuevo vicepresidente, Omar Suleimán, jefe de los servicios secretos, y cambió al primer ministro. Bajo mano, reconvirtió a la policía política en bandas de saqueadores y matones, con la esperanza de que los egipcios se horrorizaran ante el caos y le aceptaran como mal menor.
El 11 de febrero, Hosni Mubarak, el hombre que desde 1981 garantizaba la "estabilidad" en Oriente Próximo y cooperaba en lo que hiciera falta con Israel, el presidente que en 2004 prometió que seguiría en el cargo mientras respirara, el gran amigo de Occidente, dimitió y escapó a escondidas a su residencia de Sharm el Sheij, junto al mar Rojo. Dejó a sus espaldas más de 300 cadáveres. El Ejército asumió el poder y garantizó que organizaría una rápida transición a la democracia. Hasta ahora, aunque mantiene el estado de excepción, no ha defraudado a los egipcios.
Lo que más sorprendió a la opinión pública internacional fue que en la plaza de Tahrir se mezclaran hombres y mujeres, laicos y religiosos, jóvenes y ancianos, en una convivencia armónica. Que a nadie se le ocurriera quemar una bandera estadounidense. Que apostaran por la resistencia pacífica. Que pidieran cosas como libertad, democracia y justicia. Los tópicos fallaban uno a uno.
Muchos siguen queriendo ver tras la revolución egipcia la amenaza de los Hermanos Musulmanes, la más influyente organización islámica en el planeta. Puede ser que acaben asumiendo el poder, pero su partido, Libertad y Justicia, ya está amenazado por dos escisiones, una juvenil y otra progresista, y su ideología básica es más conservadora y tolerante de lo que piensan los recelosos.
La caída de Mubarak fue la señal definitiva: los árabes podían alzar la cabeza, conquistar la dignidad y asumir su propio destino. Para desmentir que el despertar árabe tuviera raíces exclusivamente económicas, el 14 de febrero, a través de Facebook, chiíes y suníes del rico emirato de Bahréin convirtieron céntrica la plaza de la Perla en símbolo de su rechazo al absoluto control de la dinastía Al Jalifa sobre la política del emirato. Son de la familia Al Jalifa: el rey, el jefe del Gobierno (40 años en el poder) y 11 ministros.
El 24 de febrero, el Gobierno argelino dio el primer paso atrás ante la presión popular y acabó con 19 años de estado de excepción. El 26 de febrero comenzaron las manifestaciones en Omán, un pequeño reino que junto al vecino de enfrente, Irán, domina el vital estrecho de Ormuz. El mismo día, bautizado como Jornada de la Ira panárabe, hubo manifestaciones en Jordania, donde el rey Abdalá ya había tomado medidas preventivas (cambio de Gobierno, subvenciones a alimentos y gasolina), y en Irak, donde la policía mató a 12 personas.
En Yemen, un país pobre, dividido y al borde del abismo, las protestas contra el dictador prooccidental Ali Abdalá Saleh (32 años en el poder) habían comenzado ya el 27 de enero.
En Siria, paradigma de régimen represivo, en Arabia Saudí y en Irán, los conatos de revuelta han sido sofocados por el momento.
Queda Libia, donde otro dictador anciano, decidido a que el país entero le acompañe en su caída, pelea contra la Historia. De los sucesos de Libia, los más violentos hasta ahora en la cadena de "intifadas", se informa en otras páginas. La gran revolución por la dignidad árabe no ha hecho más que empezar.
La época del miedo ha terminado.- Las sociedades árabes aspiran a la libertad que les han negado unos dictadores ajenos a las aspiraciones de libertad de unas sociedades mayoritariamente jóvenes
ENRIC GONZÁLEZ - El Cairo - 06/03/2011
. .Estamos en el principio. Pero afecta a tal volumen de personas y territorio, entraña tantos posibles cambios políticos y geoestratégicos, tanto impacto potencial en la economía mundial, tanto desconcierto en las diplomacias, que cuesta imaginar que el siglo XXI depare muchos acontecimientos de este calado. Llamar a lo que está ocurriendo "revolución árabe" resulta reductivo, porque puede acabar afectando a países no árabes como Irán. También es reductivo explicar la revolución por factores económicos, aunque existan. Las revoluciones se hacen por ideas y sentimientos, y la de ahora se alza como emblema la dignidad humana.
Un factor esencial de la revolución está siendo Internet y las redes sociales
Otro elemento es que la propia sociedad se sentía humillada
El 68% de los árabes tiene menos de 30 años y conoce la cultura occidental
Los generales se colocaron al lado del pueblo y dejaron caer a los tiranos
En Tahrir a nadie se le ocurrió quemar una bandera de EE UU
La caída de Mubarak fue la señal de que los pueblos podían alzar la cabeza
No es casual que el detonante fuera un suceso poderosamente metafórico. La historia de Mohamed Buaziz y su carrito de frutas ha dado la vuelta al mundo. El carrito de Buaziz, un joven de 26 años residente en Sidi Buzid (Túnez), fue confiscado por la policía. Ya le había ocurrido otras veces y con un pequeño soborno podía resolverlo. Pero cuando fue a quejarse, una funcionaria, Fadia Hamdi, le escupió a la cara. Eso, la humillación, fue lo que Buaziz no pudo soportar. Ese mismo día, 17 de diciembre de 2010, se prendió fuego.
La desgracia de Buaziz conmovió a sus vecinos y provocó una primera manifestación. La indignación se extendió rápidamente al país entero. Conviene resaltar aquí otro factor esencial e innovador de la revolución: Internet y las redes sociales. Cuando casi ningún medio informativo internacional había recogido aún la inmolación del frutero y las incipientes revueltas tunecinas, muchos jóvenes en un país tan lejano como Jordania habían adoptado ya la foto de Buaziz como avatar. La cadena de televisión catarí Al Yazira recogió el suceso porque uno de sus periodistas se enteró a través de Facebook.
Gracias al ciberespacio, los jóvenes árabes ignoraban las fronteras nacionales. El caso de Buaziz fue de inmediato asumido como propio por los vecinos argelinos. Y por los egipcios, muy sensibles desde el verano anterior. El 6 de junio de 2010, Jaled Said, de 28 años, fue detenido en Alejandría por dos policías de paisano que le golpearon hasta matarle, ante testigos. Varios jóvenes profesionales, bajo la cobertura del Premio Nobel de la Paz y dirigente opositor Mohamed el Baradei, crearon en Facebook un grupo llamado "Todos somos Jaled Said". En pocos días, el grupo congregó a cientos de miles de personas y se convirtió en el principal foco de oposición al régimen de Hosni Mubarak.
La llama prendió de forma fulminante. A principios de enero, grandes manifestaciones agitaban las principales ciudades de Túnez y Argelia. En Egipto, mientras, la revolución se preparaba con minuciosidad. Wael Ghoneim, ejecutivo comercial de Google y uno de los creadores de "Todos somos Jaled Said", contó semanas más tarde que él y sus compañeros dedicaron las primeras semanas de enero a ensayar manifestaciones en barrios periféricos, estudiando convocatorias inmediatas y formas de despistar a la policía.
Las revueltas magrebíes fueron generalmente interpretadas como protestas económicas. El presidente tunecino Zine El Abidine Ben Ali creyó que con una visita al hospital donde yacía el agonizante Buaziz (fallecido el 5 de enero) y con algunos subsidios para abaratar los alimentos bastaría para calmar los ánimos. Llevaba 24 años en el poder, había saqueado impunemente el país y estaba habituado a las llamadas revueltas del pan. Como el resto de los dictadores de la región, como los dirigentes y la opinión pública de los países más desarrollados, creía que la represión y el pan barato constituían formas infalibles de someter a las poblaciones árabes, ajenas a otra aspiración que ir sobreviviendo y sin capacidad para vivir en democracia.
Ese es otro elemento importantísimo: la propia sociedad árabe se sentía indigna y humillada. Tras la descolonización, no había conocido otra cosa que derrotas frente a Israel, dictaduras bochornosas, represión, atraso social, miedo. Y desprecio, mucho desprecio por parte del resto del mundo. Aparentemente, lo único que importaba de los árabes era el petróleo, el gas y la "estabilidad" bajo regímenes tan infames como mimados por Europa y Estados Unidos. Aunque resulte obvio, hay que recordar además que la islamofobia existe. Especialmente tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, los musulmanes quedaron bajo sospecha permanente. Un árabe medio no es más religioso que un estadounidense medio, pero su religión se asocia con el integrismo y el terrorismo. En la ecuación occidental, lo que no era una dictadura "moderada" (eufemismo de sumisión a Washington), era Al Qaeda o subversión proiraní. El cóctel de humillaciones, internas y externas, contenía todos los ingredientes.
Ahora, en 2011, el 68% de los árabes tienen menos de 30 años. Esta inmensa generación de muchachos y muchachas no conoció acontecimientos como la descolonización o la Guerra de los Seis Días, pero gracias a la televisión por satélite siempre estuvo en contacto con la cultura occidental. Vivieron el desastre de la invasión de Irak pero, además de sentir una intensa solidaridad con el sufrimiento de los iraquíes, quedaron marcados por una imagen de 2003: la de Sadam Husein, dictador todopoderoso, detenido en el sótano donde se ocultaba de forma miserable. Ese impacto visual les enseñó lo frágil que puede ser un tirano.
"No tenemos miedo", gritaban los manifestantes en Túnez. Ben Ali no logró que el Ejército asumiera tareas represivas. En sociedades tan estáticas como las árabes, donde la educación y el trabajo raramente sirven para prosperar porque lo que cuenta es pertenecer a la élite del poder o arrimarse a ella, el Ejército constituye el principal ascensor social. Entre los mandos militares abunda la gente de procedencia humilde. Eso, unido al servicio militar obligatorio, por el que cada familia tiene a alguien de uniforme, explica en gran medida el respeto mutuo entre Ejército y sociedad civil. También es cierto que los generales suelen optar por despedir a un dictador acabado antes que arriesgar sus privilegios en batallas inciertas. Por eso algunos dictadores prefieren tropas mercenarias, caso de Libia, o ejércitos pequeños e ineficientes, caso de Arabia Saudí.
Después de poner limitaciones adicionales al uso de Internet, después de cerrar escuelas y universidades, después de prometer que bajaría el pan y que no se presentaría a la reelección como presidente, Ben Ali no consiguió otra cosa que el recrudecimiento de las protestas y una inequívoca señal de despedida por parte de los militares. El 14 de enero cargó todo el dinero que cupo en las maletas y escapó a Arabia Saudí.
Para entonces, los jóvenes egipcios ya habían fijado la fecha de la insurrección: el martes 25 de enero, festivo porque era, irónicamente, el Día de la Policía. La magnitud de las manifestaciones del 25 de enero en El Cairo, Alejandría y otras ciudades sorprendió a los propios organizadores. Mientras la televisión pública emitía películas y programas sobre gloriosas hazañas policiales, la policía cargaba contra la multitud. Hubo cuatro muertos y más de 500 detenidos.
La espita de la furia estaba abierta. Para el viernes 28 se convocó una Jornada de la Ira que resultó asombrosa. Ese 28 de enero quedó claro que la caída de Mubarak era sólo cuestión de tiempo. Quizá nunca, en tiempos modernos, se registró una batalla tan dura y multitudinaria entre policía y manifestantes. Al caer la tarde, la policía había agotado ya los gases lacrimógenos y las balas de goma y empezaba a disparar fuego real. Mubarak ordenó al Ejército que interviniera y el jefe supremo de los militares, su viejo amigo el mariscal Mohamed Tantaui, respondió negativamente. La policía se retiró y las ciudades, bajo nubes de gas y sacudidas por tiroteos ocasionales, quedaron en manos de la gente.
Mubarak recurrió a los trucos clásicos del manual del dictador árabe. Bloqueó los teléfonos móviles e Internet. Prometió que su hijo Gamal, multimillonario y heredero designado, no se presentaría a las elecciones presidenciales. Prometió que tampoco se presentaría él. Subió el sueldo de los funcionarios. Delegó "poderes de negociación" en un nuevo vicepresidente, Omar Suleimán, jefe de los servicios secretos, y cambió al primer ministro. Bajo mano, reconvirtió a la policía política en bandas de saqueadores y matones, con la esperanza de que los egipcios se horrorizaran ante el caos y le aceptaran como mal menor.
El 11 de febrero, Hosni Mubarak, el hombre que desde 1981 garantizaba la "estabilidad" en Oriente Próximo y cooperaba en lo que hiciera falta con Israel, el presidente que en 2004 prometió que seguiría en el cargo mientras respirara, el gran amigo de Occidente, dimitió y escapó a escondidas a su residencia de Sharm el Sheij, junto al mar Rojo. Dejó a sus espaldas más de 300 cadáveres. El Ejército asumió el poder y garantizó que organizaría una rápida transición a la democracia. Hasta ahora, aunque mantiene el estado de excepción, no ha defraudado a los egipcios.
Lo que más sorprendió a la opinión pública internacional fue que en la plaza de Tahrir se mezclaran hombres y mujeres, laicos y religiosos, jóvenes y ancianos, en una convivencia armónica. Que a nadie se le ocurriera quemar una bandera estadounidense. Que apostaran por la resistencia pacífica. Que pidieran cosas como libertad, democracia y justicia. Los tópicos fallaban uno a uno.
Muchos siguen queriendo ver tras la revolución egipcia la amenaza de los Hermanos Musulmanes, la más influyente organización islámica en el planeta. Puede ser que acaben asumiendo el poder, pero su partido, Libertad y Justicia, ya está amenazado por dos escisiones, una juvenil y otra progresista, y su ideología básica es más conservadora y tolerante de lo que piensan los recelosos.
La caída de Mubarak fue la señal definitiva: los árabes podían alzar la cabeza, conquistar la dignidad y asumir su propio destino. Para desmentir que el despertar árabe tuviera raíces exclusivamente económicas, el 14 de febrero, a través de Facebook, chiíes y suníes del rico emirato de Bahréin convirtieron céntrica la plaza de la Perla en símbolo de su rechazo al absoluto control de la dinastía Al Jalifa sobre la política del emirato. Son de la familia Al Jalifa: el rey, el jefe del Gobierno (40 años en el poder) y 11 ministros.
El 24 de febrero, el Gobierno argelino dio el primer paso atrás ante la presión popular y acabó con 19 años de estado de excepción. El 26 de febrero comenzaron las manifestaciones en Omán, un pequeño reino que junto al vecino de enfrente, Irán, domina el vital estrecho de Ormuz. El mismo día, bautizado como Jornada de la Ira panárabe, hubo manifestaciones en Jordania, donde el rey Abdalá ya había tomado medidas preventivas (cambio de Gobierno, subvenciones a alimentos y gasolina), y en Irak, donde la policía mató a 12 personas.
En Yemen, un país pobre, dividido y al borde del abismo, las protestas contra el dictador prooccidental Ali Abdalá Saleh (32 años en el poder) habían comenzado ya el 27 de enero.
En Siria, paradigma de régimen represivo, en Arabia Saudí y en Irán, los conatos de revuelta han sido sofocados por el momento.
Queda Libia, donde otro dictador anciano, decidido a que el país entero le acompañe en su caída, pelea contra la Historia. De los sucesos de Libia, los más violentos hasta ahora en la cadena de "intifadas", se informa en otras páginas. La gran revolución por la dignidad árabe no ha hecho más que empezar.
MIGUEL BAHACHILLE M. | Interpelados por "escorias"
EL UNIVERSAL
lunes 7 de marzo de 2011 12:16 PM
Más allá del show montado por el gobierno en la "Asamblea del Pueblo" para propagandear las interpelaciones, sorprende el grado de cinismo oficialista para evadir las causas de los conflictos que nos agobian a diario. En Cámaras Legislativas de países no democráticos como Egipto, Siria, Irán, Corea del Norte, Cuba, y otros, se preserva la apariencia institucional a efectos del "adorno necesario" a nivel internacional. No hay cortes del sonido, límite de tiempo, cadenas nacionales, etc. ¿Por qué se hace en Venezuela? Veamos:
1-Educación. Hasta hace poco la educación pública era relativamente autónoma y trascendía de un gobierno a otro sin mayores interferencias ideológicas. Ciertamente había matices; pero hasta allí. Hoy la misma está saturada de una perspicaz y turbulenta propaganda inmiscuida por envites marxistas. La distribución de silabarios de corte cubano en escuelas primarias, afortunadamente rechazada por nuestros maestros, lo confirma. Criterio homologado por la ministra Maryann Hanson quien apeló el término nada académico pero muy revelador de "endemoniado" para calificar a nuestro sistema educativo. Cabe preguntar: ¿quién lo endemonió? ¡Nada que agregar!
2-Trabajo: El Canciller de la Republica, desdoblado como figurante del Ministerio del Trabajo, se explayó durante horas para dejar constancia del evidente fracaso de una filosofía que se corresponde con las limitaciones laborales propias de mediados del siglo XIX. No aprendió cuando era sindicalista que el éxito de una economía se refleja en el trabajo que ejecuta la gente y en los bienes y servicios que produce. ¿Analizó en su larga exposición alguno de estos aspectos? Ciertamente la fuerza de trabajo en este gobierno ha crecido exponencialmente pero en el área de propaganda diseñada para seducir bajo engaño aunque cínicamente la denominen información necesaria.
3-Salud. Más allá de las cifras edulcoradas y protegidas por la actual ministra, María Eugenia Sader, respecto a la atención primaria ofrecida por Barrio Adentro, por cierto muy mermada, omitió el fondo del problema. No habló del éxodo de médicos venezolanos; tampoco del estado calamitoso de los hospitales y centros de salud integrales ni del incremento de enfermedades asociadas a la pobreza como, endemias, Chagas, afecciones dermatológicas, dengue, sida, etc. Tampoco se refirió a las vicisitudes de parturientas que yacen en las puertas de hospitales buscando asistencia. ¿Y qué de los programas de suministro de medicamentos para los más pobres?
4-Seguridad. Poco habría que agregar a lo que todo el mundo padece. No es cuestión de cifras sino de vivencias personales para corroborarlo. Basta inquirir a parientes, amigos, conocidos, víctimas de delincuentes, o leer la prensa diaria, para evidenciar la brutalidad y altos índices de criminalidad. Secuestros, robos, asesinatos, chantajes, invasiones, corrupción, asaltos, pudrición de cuerpos policiales, atracos en plena vía, entre otros, azotan la avenencia social sin que la conciencia gubernativa se perturbe. No es con leyes y normas especiales como se ataca esa epidemia. ¿Cuál es el plan de seguridad que contemple educación, deportes, vivienda y desarme? ¡Nada! Todo se ciñe a una demagogia por demás cruel.
5-Petróleo y Energía. El desempeño de los ministros de ambas carteras, más que truculento, fue patético. Horas para revelar la excelente producción petrolera y fin del racionamiento eléctrico delataron el oprobio institucional del régimen. ¿Es que acaso la gente no sufre a diario los cortes y las deficiencias del servicio eléctrico?
6-Economía, Finanzas y epílogo. Al ministro cósmico de Giordani poco le importa el incremento de la inflación, carestía de productos básicos, corrupción, deficiencia en distribución de bienes y servicios, entre muchos. Esos son asuntos irrelevantes en una revolución. El cierre reservado para este académico ponía fin a toda discusión. Él y sus antecesores concedieron una gracia al país al permitir que, como él lo señalara, "las escorias" los inquirieran en cadena nacional. ¡Vaya degradación institucional!
miguelbm@movistar.net.ve
lunes 7 de marzo de 2011 12:16 PM
Más allá del show montado por el gobierno en la "Asamblea del Pueblo" para propagandear las interpelaciones, sorprende el grado de cinismo oficialista para evadir las causas de los conflictos que nos agobian a diario. En Cámaras Legislativas de países no democráticos como Egipto, Siria, Irán, Corea del Norte, Cuba, y otros, se preserva la apariencia institucional a efectos del "adorno necesario" a nivel internacional. No hay cortes del sonido, límite de tiempo, cadenas nacionales, etc. ¿Por qué se hace en Venezuela? Veamos:
1-Educación. Hasta hace poco la educación pública era relativamente autónoma y trascendía de un gobierno a otro sin mayores interferencias ideológicas. Ciertamente había matices; pero hasta allí. Hoy la misma está saturada de una perspicaz y turbulenta propaganda inmiscuida por envites marxistas. La distribución de silabarios de corte cubano en escuelas primarias, afortunadamente rechazada por nuestros maestros, lo confirma. Criterio homologado por la ministra Maryann Hanson quien apeló el término nada académico pero muy revelador de "endemoniado" para calificar a nuestro sistema educativo. Cabe preguntar: ¿quién lo endemonió? ¡Nada que agregar!
2-Trabajo: El Canciller de la Republica, desdoblado como figurante del Ministerio del Trabajo, se explayó durante horas para dejar constancia del evidente fracaso de una filosofía que se corresponde con las limitaciones laborales propias de mediados del siglo XIX. No aprendió cuando era sindicalista que el éxito de una economía se refleja en el trabajo que ejecuta la gente y en los bienes y servicios que produce. ¿Analizó en su larga exposición alguno de estos aspectos? Ciertamente la fuerza de trabajo en este gobierno ha crecido exponencialmente pero en el área de propaganda diseñada para seducir bajo engaño aunque cínicamente la denominen información necesaria.
3-Salud. Más allá de las cifras edulcoradas y protegidas por la actual ministra, María Eugenia Sader, respecto a la atención primaria ofrecida por Barrio Adentro, por cierto muy mermada, omitió el fondo del problema. No habló del éxodo de médicos venezolanos; tampoco del estado calamitoso de los hospitales y centros de salud integrales ni del incremento de enfermedades asociadas a la pobreza como, endemias, Chagas, afecciones dermatológicas, dengue, sida, etc. Tampoco se refirió a las vicisitudes de parturientas que yacen en las puertas de hospitales buscando asistencia. ¿Y qué de los programas de suministro de medicamentos para los más pobres?
4-Seguridad. Poco habría que agregar a lo que todo el mundo padece. No es cuestión de cifras sino de vivencias personales para corroborarlo. Basta inquirir a parientes, amigos, conocidos, víctimas de delincuentes, o leer la prensa diaria, para evidenciar la brutalidad y altos índices de criminalidad. Secuestros, robos, asesinatos, chantajes, invasiones, corrupción, asaltos, pudrición de cuerpos policiales, atracos en plena vía, entre otros, azotan la avenencia social sin que la conciencia gubernativa se perturbe. No es con leyes y normas especiales como se ataca esa epidemia. ¿Cuál es el plan de seguridad que contemple educación, deportes, vivienda y desarme? ¡Nada! Todo se ciñe a una demagogia por demás cruel.
5-Petróleo y Energía. El desempeño de los ministros de ambas carteras, más que truculento, fue patético. Horas para revelar la excelente producción petrolera y fin del racionamiento eléctrico delataron el oprobio institucional del régimen. ¿Es que acaso la gente no sufre a diario los cortes y las deficiencias del servicio eléctrico?
6-Economía, Finanzas y epílogo. Al ministro cósmico de Giordani poco le importa el incremento de la inflación, carestía de productos básicos, corrupción, deficiencia en distribución de bienes y servicios, entre muchos. Esos son asuntos irrelevantes en una revolución. El cierre reservado para este académico ponía fin a toda discusión. Él y sus antecesores concedieron una gracia al país al permitir que, como él lo señalara, "las escorias" los inquirieran en cadena nacional. ¡Vaya degradación institucional!
miguelbm@movistar.net.ve
domingo, 6 de marzo de 2011
Generación ¿Ch o anti Ch?
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De cada 100 jóvenes que se presenten a votar, más de 60 lo harían en contra de Chávez
LUIS VICENTE LEÓN | EL UNIVERSAL
domingo 6 de marzo de 2011 12:00 AM
No cabe duda que la entrada de los estudiantes a la escena política fue sensacional. No es un fenómeno nuevo. Muchos eventos históricos permitirían soportar la tesis de que los estudiantes universitarios son los personajes más "sexys" de la historia política contemporánea, sólo que en nuestro país permanecieron años dormidos, como si la labor cumplida por la generación del 28 hubiera sido suficiente para eximir a varias generaciones posteriores.
Cuando finalmente se activaron en la defensa de sus derechos, haciendo clímax frente al inminente cierre de RCTV, la mayoría de la población sintió algo como lo que se supone debe sentir el actor de aquella clásica publicidad en la que, al consumir la promoción, recibe un chapuzón de agua en el medio de un verano ardiente.
"Reaccionaron". "No son apáticos a la política". "Les importa su país". Demostraron con su acción que se articulan más fácil y rápido que cualquier otro segmento social. Se atraen los unos a los otros y se apalancan en la tecnología para hacerlo de la manera más natural. Les importa un bledo los planes de los partidos de la oposición, a quienes son irreverentes. Sólo están ahí, con la efervescencia de su juventud, dispuestos a dar la pelea por lo que consideran justo. No están en contra de Chávez sino a favor de un país y gobierno que respete sus derechos y su libertad. Obviamente cada una de esas cosas choca contra quien pretende vender la idea de que sólo él puede conducir al país "per secula seculorum", bloqueando cualquier generación de relevo.
La motivación, la participación y el entusiasmo de los estudiantes en todo lo que hacen, que les ha llevado a recibir más de 80% de respaldo popular a su gestión por el bienestar del país, generó, sin embargo, un mal entendido: "los jóvenes están activados políticamente en la búsqueda de cambios para el país". Esa es una conclusión equivocada.
El error proviene de una confusión común que iguala estudiantes a jóvenes. Si bien es cierto que la mayoría de los estudiantes son jóvenes, el problema radica en que el reverso no es cierto: la mayoría de los jóvenes venezolanos, desgraciadamente para ellos y el país, no son estudiantes. Estos últimos son la elite de la juventud venezolana, independientemente de su estrato socioeconómico. Ellos sí están activos, motivados y articulados, pero la base de la juventud no lo está.
En el grupo menor de 24 años se encuentra una baja disposición a inscribirse en el REP y la mayor cantidad de abstencionistas declarados. No es cierto que se mueven solos ni que están motivados a la participación política, cosa que sí ocurre con el pico de ese iceberg que son los estudiantes. Lo que si comparten los jóvenes, estudiantes o no, es el rechazo por la gestión del presidente Chávez que supera en 14 puntos porcentuales el promedio de la población total. En pocas palabras, esa que podría ser la generación "Ch", que ha crecido viendo y oyendo sólo a Chávez en el poder, no sólo no ha sido colonizada por él sino que se le muestra mucho más irreverente y contraria a su propuesta revolucionaria que la media nacional. Estamos más bien frente a la generación "anti Ch", aunque no necesariamente autopropulsada.
En una sociedad dividida políticamente, cada voto será clave en el futuro. Lo que indican las investigaciones es que de cada 100 jóvenes que se presenten a votar, más de 60 lo harían en contra de Chávez. El tema es que voten y ese es el reto principal de los estudiantes que buscan cambio: servir de motor de sus pares etarios para motivarlos a votar. Esta es la tarea más natural, democrática, productiva y útil para su objetivo de cambio.
luisvicenteleon@gmail.com
@luisvicenteleon
De cada 100 jóvenes que se presenten a votar, más de 60 lo harían en contra de Chávez
LUIS VICENTE LEÓN | EL UNIVERSAL
domingo 6 de marzo de 2011 12:00 AM
No cabe duda que la entrada de los estudiantes a la escena política fue sensacional. No es un fenómeno nuevo. Muchos eventos históricos permitirían soportar la tesis de que los estudiantes universitarios son los personajes más "sexys" de la historia política contemporánea, sólo que en nuestro país permanecieron años dormidos, como si la labor cumplida por la generación del 28 hubiera sido suficiente para eximir a varias generaciones posteriores.
Cuando finalmente se activaron en la defensa de sus derechos, haciendo clímax frente al inminente cierre de RCTV, la mayoría de la población sintió algo como lo que se supone debe sentir el actor de aquella clásica publicidad en la que, al consumir la promoción, recibe un chapuzón de agua en el medio de un verano ardiente.
"Reaccionaron". "No son apáticos a la política". "Les importa su país". Demostraron con su acción que se articulan más fácil y rápido que cualquier otro segmento social. Se atraen los unos a los otros y se apalancan en la tecnología para hacerlo de la manera más natural. Les importa un bledo los planes de los partidos de la oposición, a quienes son irreverentes. Sólo están ahí, con la efervescencia de su juventud, dispuestos a dar la pelea por lo que consideran justo. No están en contra de Chávez sino a favor de un país y gobierno que respete sus derechos y su libertad. Obviamente cada una de esas cosas choca contra quien pretende vender la idea de que sólo él puede conducir al país "per secula seculorum", bloqueando cualquier generación de relevo.
La motivación, la participación y el entusiasmo de los estudiantes en todo lo que hacen, que les ha llevado a recibir más de 80% de respaldo popular a su gestión por el bienestar del país, generó, sin embargo, un mal entendido: "los jóvenes están activados políticamente en la búsqueda de cambios para el país". Esa es una conclusión equivocada.
El error proviene de una confusión común que iguala estudiantes a jóvenes. Si bien es cierto que la mayoría de los estudiantes son jóvenes, el problema radica en que el reverso no es cierto: la mayoría de los jóvenes venezolanos, desgraciadamente para ellos y el país, no son estudiantes. Estos últimos son la elite de la juventud venezolana, independientemente de su estrato socioeconómico. Ellos sí están activos, motivados y articulados, pero la base de la juventud no lo está.
En el grupo menor de 24 años se encuentra una baja disposición a inscribirse en el REP y la mayor cantidad de abstencionistas declarados. No es cierto que se mueven solos ni que están motivados a la participación política, cosa que sí ocurre con el pico de ese iceberg que son los estudiantes. Lo que si comparten los jóvenes, estudiantes o no, es el rechazo por la gestión del presidente Chávez que supera en 14 puntos porcentuales el promedio de la población total. En pocas palabras, esa que podría ser la generación "Ch", que ha crecido viendo y oyendo sólo a Chávez en el poder, no sólo no ha sido colonizada por él sino que se le muestra mucho más irreverente y contraria a su propuesta revolucionaria que la media nacional. Estamos más bien frente a la generación "anti Ch", aunque no necesariamente autopropulsada.
En una sociedad dividida políticamente, cada voto será clave en el futuro. Lo que indican las investigaciones es que de cada 100 jóvenes que se presenten a votar, más de 60 lo harían en contra de Chávez. El tema es que voten y ese es el reto principal de los estudiantes que buscan cambio: servir de motor de sus pares etarios para motivarlos a votar. Esta es la tarea más natural, democrática, productiva y útil para su objetivo de cambio.
luisvicenteleon@gmail.com
@luisvicenteleon
CARLOS BLANCO |"Tal vez lo que Chávez hace hoy es ganar tiempo para volver a las andadas".
Tiempo de Palabra
EL UNIVERSAL
domingo 6 de marzo de 2011 12:00 AM
El extraño caso de Hugo
Hay una cierta moderación no por sospechosa menos cierta. El que hablaba el lenguaje de la guerra ahora parece como si emergiera de una cartuja. Ya no es la rodilla en tierra que clama por el fusil y la puntería sino las dos rodillas en el reclinatorio para la oración vespertina, con confesión y comunión incluidas. El que llamaba a la destrucción del enemigo hoy habla de entendimientos. No ha mandado a nadie a limpiarse sus intimidades o, peor, a rellenarlas de cilindros imposibles; más bien evangeliza como si el fin de mundo estuviera próximo y la salvación de las almas fuese su primer cometido. Por supuesto, a la menor oportunidad sigue antiimperialista, no vaya a ser...
Existe la hipótesis del desvarío. Siempre a mano y siempre útil para explicar las maneras del caudillo. Se habla de la condición bipolar; pero a personaje tan enfático y altisonante tal vez mejor le acomodaría la de multipolar dada la posibilidad de estar contento y furioso, engreído y distraído, engripado y solemne, todo al mismo tiempo. Sin embargo, las circunvoluciones del alma no son suficiente explicación para los recientes giros adoptados. Pareciera que sabe dónde le aprieta el zapato y podría estar en uno de esos giros sinalagmáticos en los que retrocede de espalda y parece como si viniera.
Amabilidades. Hace un tiempo era imposible pensar que el dueño de la caja de los truenos pudiese recibir con tantas amabilidades a la ministra colombiana María Ángela Holguín. Decía que la oligarquía colombiana dominaba a ese país desde Santander en adelante. Los genuinos representantes del pueblo -se afirmaba- eran los de la pandilla homicida de Marulanda y la matrona que pasea su turbante a punta de Pdvsa. Hete aquí que después de haberle declarado la guerra y haber mandado los tanques que no alcanzaron a llegar a Tinaquillo, sin que mediara un solo disparo vengador, la fraternidad adorna las relaciones. Esa amistad con Santos no puede ser más rara.
Ha pretendido sacarle las castañas del fuego al hermano Gadafi con ese corcho salvavidas de la mediación, que es una manera de ayudar al abatido miembro de la cofradía malvada y, al mismo tiempo, le permite tomar distancia y mostrarse como neutral. En todo caso, enarbola la bandera de la paz y simula maneras de estadista.
La prudencia en lo doméstico también se ha manifestado. Habla de la convivencia política con el mismo desparpajo con que llamó a destruir a los convivientes pocas semanas antes. Extiende la mano a los diputados y, en interpelaciones falsarias, como voyeur hace comentarios ácidos en contra de los opositores pero más dirigidos a ensalzar a sus ministros.
Da otros pasos de significación. Ordena trasladar a su casa a la digna jueza María Afiuni. Cede a la huelga de hambre de los estudiantes, aunque se quiere hacer el pícaro con los compromisos adquiridos, pero en todo caso con resultados tangibles ya obtenidos. Ordena la libertad precaria del sindicalista de Ferrominera, Rubén González, a quien los jueces del Gobierno condenaron a más de 7 años de prisión.
Lo cierto es que hay algo diferente en el ambiente. No se sabe si es un cambio provisional, hasta que se recupere el oxígeno y la prédica iracunda, o si es un cambio mayor que pudiera derivar hacia otros escenarios. Siguen las arbitrariedades y violaciones de los DDHH y de propiedad, pero hay una conducta diferente en relación con casos emblemáticos en la opinión pública.
El mundo se pone chiquito. En las semanas recientes Chávez ha sido homologado a los sátrapas que han dejado, o parecen estar al borde de dejar, el poder. No se le piensa como un estadista de izquierda sino como un autócrata zurdo, hambriento de recursos y mando. El que a alguien se le haya ocurrido que el exilio natural de Gadafi era el regazo chavista no ha hecho sino reflejar la visión que existe sobre el venezolano. Si se unen los alegatos sobre las vinculaciones con las FARC y el ELN, los entrenamientos de ETA, los trasiegos a Ahmadineyad, las furias antisemitas hacia Israel, los maletines de Cristina, los manoseos con Lukashenko y Mugabe, se tiene inevitablemente a un camarada en apuros. Camaradas, al caudillo lo agarró el catarro sin pañuelo.
Chávez pudiera refugiarse en Venezuela. Como taimado que es querría guarecerse de este aguacerito blanco en los brazos de sus compatriotas, pero la situación doméstica también tiene sus conflictos, los cuales no se amortiguan sino que crecen.
Acá se siente que no hay instancias de resolución de los problemas que no sea la protesta callejera y hasta que el cuerpo aguante. Las instituciones no existen o lo que queda de ellas no funciona, y de sobra se conoce que en casos que rocen la política nada ocurre sin que el Gobierno decida qué hacer, cuándo y cómo. La exposición de la justicia, desabrigada y en paños menores, a merced de lo que le dé su bolivariana gana a los dueños del país, confirma que no hay que ir a los tribunales sino a la calle. Hasta no hace nada los que iban a la protesta eran los opositores que recibían palo y gas "del bueno"; ahora van todos, sean chavistas o no, y el gobierno no tiene fuerza para caerle a palos a todos, todo el tiempo.
El Gran Viraje. Tal vez lo que Chávez hace hoy es ganar tiempo para volver a las andadas. Pero podría ser un viraje de otra naturaleza y sería un cierto abandono, como la reina que deja caer su estola con discreción, del filo más ideológico del régimen. Chávez ha utilizado el ropaje revolucionario para revestir su ambición de poder, que es lo único que lo mueve a él y a su núcleo íntimo. La revolución ha sido el palabrerío para recubrir de una cierta dignidad su delirio por la supremacía política, pero podría ocurrir que esa faceta ideológica esté tan contaminada dentro y fuera del país que ahora reduzca su significado. Colocado ante el dilema de escoger entre una revolución genuina y el poder desnudo, nadie debe dudar que escogerá este último.
Esa transacción realista puede llevar a Chávez a pretender negociar su autocracia con quienes hoy se le oponen; podría ofrecer espacios hasta ahora negados a cambio de que no lo molesten en sus dominios, ya -según cree- lo suficientemente estables si no se agitan demasiado las aguas de la protesta. En esta hipótesis sólo pediría que lo dejaran seguir en el poder y estaría dispuesto a ceder en algunas de las aristas más tiránicas de su gestión. Hacerlo lo llevaría a estrechar una alianza poderosa con quienes, apoyándolo o no, ya forman parte del "orden chavista"; sin embargo, este viraje implicaría una ruptura con la izquierda radical que lo ha acompañado hasta ahora. "París bien vale una misa" dijo Enrique IV al convertirse al catolicismo para poder llegar al trono de Francia. ¿Pensará el menguado monarca criollo que la silla donde deposita sus limitaciones y espejismos bien vale cambiar de amuletos y mascotas?
www.tiempodepalabra.com
EL UNIVERSAL
domingo 6 de marzo de 2011 12:00 AM
El extraño caso de Hugo
Hay una cierta moderación no por sospechosa menos cierta. El que hablaba el lenguaje de la guerra ahora parece como si emergiera de una cartuja. Ya no es la rodilla en tierra que clama por el fusil y la puntería sino las dos rodillas en el reclinatorio para la oración vespertina, con confesión y comunión incluidas. El que llamaba a la destrucción del enemigo hoy habla de entendimientos. No ha mandado a nadie a limpiarse sus intimidades o, peor, a rellenarlas de cilindros imposibles; más bien evangeliza como si el fin de mundo estuviera próximo y la salvación de las almas fuese su primer cometido. Por supuesto, a la menor oportunidad sigue antiimperialista, no vaya a ser...
Existe la hipótesis del desvarío. Siempre a mano y siempre útil para explicar las maneras del caudillo. Se habla de la condición bipolar; pero a personaje tan enfático y altisonante tal vez mejor le acomodaría la de multipolar dada la posibilidad de estar contento y furioso, engreído y distraído, engripado y solemne, todo al mismo tiempo. Sin embargo, las circunvoluciones del alma no son suficiente explicación para los recientes giros adoptados. Pareciera que sabe dónde le aprieta el zapato y podría estar en uno de esos giros sinalagmáticos en los que retrocede de espalda y parece como si viniera.
Amabilidades. Hace un tiempo era imposible pensar que el dueño de la caja de los truenos pudiese recibir con tantas amabilidades a la ministra colombiana María Ángela Holguín. Decía que la oligarquía colombiana dominaba a ese país desde Santander en adelante. Los genuinos representantes del pueblo -se afirmaba- eran los de la pandilla homicida de Marulanda y la matrona que pasea su turbante a punta de Pdvsa. Hete aquí que después de haberle declarado la guerra y haber mandado los tanques que no alcanzaron a llegar a Tinaquillo, sin que mediara un solo disparo vengador, la fraternidad adorna las relaciones. Esa amistad con Santos no puede ser más rara.
Ha pretendido sacarle las castañas del fuego al hermano Gadafi con ese corcho salvavidas de la mediación, que es una manera de ayudar al abatido miembro de la cofradía malvada y, al mismo tiempo, le permite tomar distancia y mostrarse como neutral. En todo caso, enarbola la bandera de la paz y simula maneras de estadista.
La prudencia en lo doméstico también se ha manifestado. Habla de la convivencia política con el mismo desparpajo con que llamó a destruir a los convivientes pocas semanas antes. Extiende la mano a los diputados y, en interpelaciones falsarias, como voyeur hace comentarios ácidos en contra de los opositores pero más dirigidos a ensalzar a sus ministros.
Da otros pasos de significación. Ordena trasladar a su casa a la digna jueza María Afiuni. Cede a la huelga de hambre de los estudiantes, aunque se quiere hacer el pícaro con los compromisos adquiridos, pero en todo caso con resultados tangibles ya obtenidos. Ordena la libertad precaria del sindicalista de Ferrominera, Rubén González, a quien los jueces del Gobierno condenaron a más de 7 años de prisión.
Lo cierto es que hay algo diferente en el ambiente. No se sabe si es un cambio provisional, hasta que se recupere el oxígeno y la prédica iracunda, o si es un cambio mayor que pudiera derivar hacia otros escenarios. Siguen las arbitrariedades y violaciones de los DDHH y de propiedad, pero hay una conducta diferente en relación con casos emblemáticos en la opinión pública.
El mundo se pone chiquito. En las semanas recientes Chávez ha sido homologado a los sátrapas que han dejado, o parecen estar al borde de dejar, el poder. No se le piensa como un estadista de izquierda sino como un autócrata zurdo, hambriento de recursos y mando. El que a alguien se le haya ocurrido que el exilio natural de Gadafi era el regazo chavista no ha hecho sino reflejar la visión que existe sobre el venezolano. Si se unen los alegatos sobre las vinculaciones con las FARC y el ELN, los entrenamientos de ETA, los trasiegos a Ahmadineyad, las furias antisemitas hacia Israel, los maletines de Cristina, los manoseos con Lukashenko y Mugabe, se tiene inevitablemente a un camarada en apuros. Camaradas, al caudillo lo agarró el catarro sin pañuelo.
Chávez pudiera refugiarse en Venezuela. Como taimado que es querría guarecerse de este aguacerito blanco en los brazos de sus compatriotas, pero la situación doméstica también tiene sus conflictos, los cuales no se amortiguan sino que crecen.
Acá se siente que no hay instancias de resolución de los problemas que no sea la protesta callejera y hasta que el cuerpo aguante. Las instituciones no existen o lo que queda de ellas no funciona, y de sobra se conoce que en casos que rocen la política nada ocurre sin que el Gobierno decida qué hacer, cuándo y cómo. La exposición de la justicia, desabrigada y en paños menores, a merced de lo que le dé su bolivariana gana a los dueños del país, confirma que no hay que ir a los tribunales sino a la calle. Hasta no hace nada los que iban a la protesta eran los opositores que recibían palo y gas "del bueno"; ahora van todos, sean chavistas o no, y el gobierno no tiene fuerza para caerle a palos a todos, todo el tiempo.
El Gran Viraje. Tal vez lo que Chávez hace hoy es ganar tiempo para volver a las andadas. Pero podría ser un viraje de otra naturaleza y sería un cierto abandono, como la reina que deja caer su estola con discreción, del filo más ideológico del régimen. Chávez ha utilizado el ropaje revolucionario para revestir su ambición de poder, que es lo único que lo mueve a él y a su núcleo íntimo. La revolución ha sido el palabrerío para recubrir de una cierta dignidad su delirio por la supremacía política, pero podría ocurrir que esa faceta ideológica esté tan contaminada dentro y fuera del país que ahora reduzca su significado. Colocado ante el dilema de escoger entre una revolución genuina y el poder desnudo, nadie debe dudar que escogerá este último.
Esa transacción realista puede llevar a Chávez a pretender negociar su autocracia con quienes hoy se le oponen; podría ofrecer espacios hasta ahora negados a cambio de que no lo molesten en sus dominios, ya -según cree- lo suficientemente estables si no se agitan demasiado las aguas de la protesta. En esta hipótesis sólo pediría que lo dejaran seguir en el poder y estaría dispuesto a ceder en algunas de las aristas más tiránicas de su gestión. Hacerlo lo llevaría a estrechar una alianza poderosa con quienes, apoyándolo o no, ya forman parte del "orden chavista"; sin embargo, este viraje implicaría una ruptura con la izquierda radical que lo ha acompañado hasta ahora. "París bien vale una misa" dijo Enrique IV al convertirse al catolicismo para poder llegar al trono de Francia. ¿Pensará el menguado monarca criollo que la silla donde deposita sus limitaciones y espejismos bien vale cambiar de amuletos y mascotas?
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