Libertad!

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lunes, 31 de diciembre de 2012

¿Feliz año? *Isa Dobles*

Ya estamos llegando a otro año, el 2013. Y uno no haya ya como despedirlo. Desde lo íntimo, hay un fastidio que ya pasa a la impotencia, un fastidio sazonado con todos los ingredientes peligrosos que significan estos amalgamados sentimientos revueltos que han ido agregándose desde hace casi quince años en este caldo espeso de nuestro destino.


Yo no me siento honesta deseando “feliz año” a nadie.
¿Puede ser éste un año feliz cuando va a encontrar a Venezuela, a mi país que amo, donde nací y he entregado mis sueños, mi esfuerzo, hasta ver crecer a mis hijos y disfrutar a mis nietos y biznietos abandonado porque ellos han escogido irse buscando tranquilidad y trabajos sólidos para criar a sus hijos en mejores condiciones para su integridad humana y sus propias vidas?
¿Cómo puedo desear felicidades a mis compañeros de lucha que han visto como yo morir amigos y familiares, que se han horrorizado también por las largas sombrías filas de ellos esperando mansamente reconocer en pirámides humanas silenciosas apiñadas en la morgue los restos de sus seres queridos?
¿Cómo puedo desearles a mis compañeros de lucha felicidades si ya no tienen sus casas que tanto les costaron tener, o su trabajo para dar respuestas a las necesidades primarias de sus familia?
¿Cómo desear felicidades a mis amigos que están fuera de esta Venezuela que ayudaron a construir y llenaron de ilusiones y sufren la lejana despiadada del exilio, descalificados por canallas, despotizados por las calumnias y los insultos?
¿Cómo desear felicidades si el engaño, la manipulación, los principios destruidos y los valores mutilados de raíz son hoy lo que se impone en Venezuela?
¿Cómo desearle felicidad a mi país si está en manos de delincuentes que incitando odios y consintiendo la ignorancia mandan sobre la inteligencia con una sobrada mediocridad y y sobre nuestra voluntad con cinismo y corrupción?
¿Cómo felicitar a alguno si no es con la intención amarga de reclamar una cobardía, un pacto escondido, un convenio maldito que ensucia y condena?
A estas alturas del 2012 la felicidad es una pequeña cosa, es dar gracias a Dios porque el hijo que no llegaba llegó, porque el hospital recibió a la madre anciana sin ruletearla, porque la balacera de la esquina no mató a ninguno, porque robaron la moto pero no mataron al nieto, porque tu casa no es obsesión de alguno en el gobierno, porque la fiestica en el barrio no fue atacada por alguno cobrando una deuda y matando a diez, o doce, en fín, eso que sucede cada día.
Se lleva en el alma, apretado en la garganta, un nudo que hace difícil hasta decir para si mismo: “¿felicidades?”
Un país que depende de la enfermedad de un hombre… millones guindando de un hilo mientras otros no se atreven a ser malos deseando que termine esta burla, porque somos todavía un pueblo bueno y un grupito esperando el botín atorados con el poder viciado y voraz.
No.
Por eso yo deseo “claridad, unir voluntades y fuerzas para lograr lo que esperamos. Lo siento más sincero.

domingo, 30 de diciembre de 2012

LEVITANDO EN EL CONOCIMIENTO. LA VERDAD, RACIONAL Y UNIVERSAL

-Alberto Rodríguez Barrera-

“El reino de la verdad no es un caos desordenado,
en él reina la unidad de las leyes.”
Husserl




     Un método que actúa sólo por meras intenciones y que reduce y prescinde hasta de toda realidad, llevándolo a la abstracción, produce un resultado magro que no vale la pena el esfuerzo. Si las tempranas intenciones se estancan en la esterilidad, se evidencia el alejamiento del ser real de las cosas y que no se comprendió la realidad. Diferente y correcto fue el camino temprano de Husserl hacia el objeto, hacia el objetivismo independiente de la consciencia, hacia la verdadera realidad del ser; el Husserl tardío se extravió yendo a la espesura, a los matorrales de la inmanencia de la consciencia, al subjetivismo, relativismo, nominalismo y nihilismo.

     Cuando no importa la verdad –como evidencia el chavismo- se produce un distanciamiento con la certidumbre llena de luz. “En el fondo más profundo... todo conocimiento auténtico, y especialmente todo conocimiento científico,  se basa en la evidencia, y tan lejos como la evidencia llega, igualmente lejos llega también el concepto del saber.” (Husserl.) La evidencia penetra en las cosas y en sus relaciones, es la “vivencia” de la verdad. Y la verdad “es una idea cuyo caso particular en el juicio evidente es una vivencia actual”. Porque la verdad es “absolutamente, es verdadera ‘en sí’; la verdad es idénticamente una, ya sea que la aprehendamos hombres o monstruos, ángeles o dioses emitiendo juicios”.

     Son palabras que rejuvenecen y que hacen falta hoy. Husserl captó la contrariedad del conocimiento ontológico: “En un sentido hay sólo una verdad, pero en sentido equívoco naturalmente hay tantas ‘verdades’ como equívocos gusta uno de crear”. Todas las verdades están en un contexto. “Toda verdad permanece en sí lo que es, conserva su ser ideal. No existe ‘en algún lugar vacío’, sino que es una unidad de validez en el reino atemporal de las ideas”. Y ahí rige el orden, un sistema que nosotros sólo tenemos que descubrir y encontrar. Así en las líneas filosóficas como en las políticas.

     Con ello queda claro que no se puede abstraer la cuestión de la realidad, como hizo Husserl después (y hace el chavismo hoy); su objetivismo inicial está por encima de su subjetivismo posterior, puerta trasera por donde entran de nuevo todos los males que había combatido antes. En el chavismo, no hay nada nuevo, exceptuando el retroceso y la pérdida de realismo. El camino coherente es dedicarse a lo lógico, apriorístico y universal, tomando en cuenta que en la gran mayoría de los posibles juicios correctos habría carencia de evidencia.

     Hay un absurdo histórico en el sentido absoluto que añora – en suposición incorrecta- la calificación o determinación de una razón única. Esta previsión secreta, fin y sentido del chavismo, se ha perdido; la intención de hacerla “nuevamente visible mostrando cómo las ciencias que se ponen en lugar de la filosofía necesariamente tienen que fracasar, ya que el fundamento sensitivo propio de ésta permanece y debe permanecer oculto para ellas, y su pretensión de totalidad en la definición del ente se pierde”. (Husserl.)

     Existe una relación entre todas las verdades, por ello, las ciencias particulares que se ponen en lugar de la filosofía teóricamente no deberían fracasar. Husserl: “Ninguna verdad está.. aislada en la ciencia; se une con otras verdades en asociaciones teóricas, unificadas por relaciones de causa y efecto”. El valor más alto determina el valor más bajo. ¿Es más alto, por ejemplo, la necesidad militar o el amor al prójimo? No se puede preferir el pensamiento único por encima del pensamiento diversificado; hay diferentes configuraciones dentro de una misma idea de cultura; no se puede estar en contra de la igualdad entre las variantes; en eso no existe ninguna igualdad objetiva.

     La crisis del chavismo tiene orígenes históricos, y evidencias; falta ahí interés vital universal y cosmológico, faltan hombres que trabajen unos con otros y los unos para los otros, es decir, en trabajo comunitario unido interpersonalmente; porque todas o muchas culturas son simples tipos empíricos de un contexto total que rodea al mundo, donde las “humanidades” están ligadas generativa y socialmente en el ser hombre de los seres racionales; hay completamente unidad racional, que debe ocuparse actualmente en descubrir valores universales de la verdad.

     Por ello interesa la investigación científica de circunstancias y valores comunes a todos los hombres; para exaltar la igualdad de principio de hombres y pueblos, y la voluntad de todos para el trato igualitario, en cuestiones biológicas y antropológicas, derechos humanos investigados y codificados universalmente dentro del marco de derecho positivo internacional, todo lo cual hoy es sólo concebible con el manejo universal-axiológico, universal-ético...

     La irracionalidad del chavismo no toma en cuenta que ser hombre es esencialmente ser hombre “en humanidades ligadas generativa y socialmente, y si el hombre es ser racional... lo es en tanto que toda su humanidad es humanidad racional”. (Husserl.)

     El problema de conocimiento, en principio, debe resolverlo toda la humanidad racional para el conocimiento de la verdad; esa es toda la humanidad, todos los pueblos, no algún preferido de pensamiento único. Requerimos de una actitud nueva hacia el mundo circundante; una nueva estructura espiritual, que los griegos llamaron filosofía, y que supere la forma sistemáticamente cerrada en que el chavismo quiere enjaularnos, y al peor estilo castro-cubano además.














jueves, 27 de diciembre de 2012

ALLENDE Y EL CASTROCOMUNISMO EN CHILE

Antonio Sánchez García

1

                El 10 de noviembre de 1971, a un año y seis días de cumplirse el primer aniversario de la asunción de mando por parte del viejo parlamentario y tribuno chileno, doctor Salvador Allende, al frente de la Unidad Popular, histórica alianza conformada por todos los partidos de izquierda y centro izquierda, llegaba a Chile a cumplir una breve visita de Estado el jefe de la revolución cubana Fidel Castro Ruz.

                Su visita, que se extendió por 25 días que parecieron una eternidad, pues agudizó al extremo las contradicciones no sólo entre el gobierno y la oposición, profundamente anticastrista, sino entre los factores moderados y los sectores radicalizados de la alianza, provocó las mayores tensiones y un no disimulado desencanto en quienes no veían con buenos ojos la injerencia del castro comunismo en los asuntos internos de Chile. Desplegado durante esa tormentosa estadía con violencia y desparpajo, al extremo de que personal de seguridad cubana que acompañaba al Jefe de Estado caribeño protagonizó incluso enfrentamientos armados con sectores de la oposición democrática.

                Luis Corbalán, Secretario General del poderoso Partido Comunista chileno, hizo saber su desagrado e instó a que la visita se mantuviera dentro de los estrictos límites protocolares. El mismo planteamiento fue efectuado por los sectores socialdemócratas del Partido Socialista chileno y sus aliados del Partido Radical. En apoyo irrestricto a la presencia del comandante cubano se expresaron exclusivamente los sectores más radicalizados de la izquierda chilena: el sector del PS presidido por el senador Carlos Altamirano y la Izquierda Cristiana, y, fuera de la Unidad Popular, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR, aliado privilegiado del castrismo en Chile. Todos ellos mucho más próximos a la lucha armada y a la rebelión popular que al intento por imponer el socialismo mediante la vía electoral y pacífica. Como lo predicara en cambio el Partido Comunista, fiel a Moscú y claramente alineado en la estrategia de la coexistencia pacífica predicada por la Unión Soviética.

                Lo cierto es que las relaciones entre el Partido Comunista cubano y el chileno jamás habían sido afectuosas. Contrario a la estrategia de la guerra de guerrillas, uno de sus máximos dirigentes, el escritor Volodia Teitelboim, se había visto censurado y rechazado públicamente por la dirigencia cubana cuando se efectuara en La Habana el primer congreso de la OSPAAL (Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina) con el que Fidel Castro aspiraba a coordinar y dirigir las luchas revolucionarias del Tercer Mundo.

                Proclives a una estrategia escalonada y progresiva, estrictamente pacífica y parlamentarista, privilegiando incluso una alianza antes con la Democracia Cristiana chilena que con los sectores radicales de su tradicional y feroz competidor, el Partido Socialista – anti moscovista por tradición y profundamente nacionalista y latinoamericanista, en la onda del APRA peruano.

                De modo que aún contando con el respaldo de los sectores radicales, tan cercanos a la familia presidencial que una de sus hijas, la doctora Tati Allende, se había casado con el encargado de negocios de Cuba en Chile, una barrera aparentemente insalvable impediría que el gobierno de la Unidad Popular terminara en brazos de la tiranía cubana.

2

                Si en el seno del propio gobierno el castrismo encontraba poderosos e insalvables antagonismos, en el seno de la oposición de derecha y centro derecha el antagonismo era absoluto. Ni los partidos que cubrían el amplio espectro de conservadores, liberales y democristianos, ni las organizaciones empresariales, ni los profesionales y técnicos que alimentaban la fuerza principal de la poderosa clase media chilena estuvieron dispuestos a transar en la aceptación de la influencia cubana en Chile. Vale decir: en la tolerancia frente al intento por imponer el comunismo y desfigurar la fisonomía de la identidad nacional mediante una política de sistemática entrega al predominio castro comunista. Y lo que terminó siendo definitorio a la hora crucial de las decisiones históricas: ni el Parlamento ni la Corte Suprema de Justicia aceptaron la sistemática violación a los preceptos constitucionales que la imposición del castro comunismo  terminó condicionando en el comportamiento del gobierno de la Unidad Popular.

                El otro factor que hizo imposible que ese condicionamiento estratégico, político e ideológico, tomara el obsceno rumbo que ha asumido la penetración castrocomunista en Venezuela, hoy prácticamente en manos del gobierno cubano, fueron las Fuerzas Armadas chilenas. Desde el comienzo mismo del gobierno de Salvador Allende y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba, hasta entonces interrumpidas, Fidel Castro desplegó toda su parafernalia seductora con el propósito de atraerse a la alta oficialidad chilena. Invitaciones oficiales, intercambio, regalos y un trato privilegiado no consiguieron distraer a la oficialidad chilena de su acendrado nacionalismo y su respeto irrestricto a la institucionalidad de su país.

                Durante los mil días de la Unidad Popular no hubo un solo momento en que algún oficial de las Fuerzas Armadas chilenas cayera seducido por los lazos de la intriga y la corrupción alimentadas desde La Habana. Es más: aquellos oficiales que como el general Carlos Prats estuvieron tan cerca de Salvador Allende en ningún momento mostraron la menor inclinación o simpatía por el castro comunismo. Su cercanía y lealtad al presidente de la República no tenía nada que ver con afinidades políticas o ideológicas: era la expresión de un institucionalismo a toda prueba. El cumplimiento irrestricto de la obligación hondamente profesional e institucionalista del elemento clave del estado chileno en sus 160 años de historia. La sola idea de dejarse corromper por un gobernante extranjero hubiera repugnado a hombres de la integridad y entereza moral de un Carlos Prats. Y se debe dejar constancia de que aún, enfrentado a la felonía de quienes eran sus subordinados, Salvador Allende impidió que se cometiera el menor acto de violencia contra sus cuatro edecanes, todos ellos obviamente leales a sus respectivas instituciones.

3

                Un último elemento que cabe destacar en la sólida e infranqueable impermeabilidad de la sociedad chilena ante la injerencia del castro comunismo durante el gobierno de Salvador Allende – así se tratara de un gobierno que agotó los esfuerzos por construir una sociedad socialista según el modelo soviético, lo que terminó por lanzarlo a la catástrofe - tiene que ver con el profundo nacionalismo patriótico de la sociedad chilena.

                Contrasta la ausencia de un santoral heroico del tipo impuesto en Venezuela con la figura de Simón Bolívar y otros próceres de la Independencia venezolana,  con el sentimiento profundamente nacionalista y patriótico que constituye la identidad chilena. Poco importan las diferencias de clase: el respeto a la institucionalidad y a todos sus símbolos, desde el escudo y la bandera al himno nacional y las glorias patrias, se observa y cumple de manera sacrosanta en cada familia y en cada individuo, fortalecidos por el sistema educativo chileno. Puedo dar fe del amor entrañable que un chileno siente por su bandera y la emoción inevitable que lo embarga al entonar el himno nacional. Nada ama más un chileno, que su Patria, así ese amor duerma en la inconsciencia. Por ello resulta absolutamente inimaginable una situación como la que hoy vivimos en Venezuela.

                Hay constancia de la oferta hecha a Salvador Allende por sus cuatro edecanes de parte de los miembros de la Junta de Gobierno para que aceptara viajar al exterior en un avión puesto a su disposición en el entonces cercano aeropuerto de Cerrillos, al sur de la capital. Bien pudo haber reunido a su familia y a los miembros más cercanos de su entorno y viajar a la Argentina y de allí a México, a Cuba, o adonde hubiera deseado. Hubiera sido recibido como un héroe, no como un traidor. Sabiendo que escogía la muerte, prefirió rechazar de plano tal ofrecimiento como prueba de la carencia de hombría y honorabilidad de quienes no se atrevían a ofrecerle esa vía personalmente. Tenía 65 años, amaba la vida, de la que disfrutaba en todos sus aspectos, y nada indicaba que estuviese enfermo o sufriera de algún impedimento. Prefirió quedarse en el que consideró su puesto de combate, luchar por su honor hasta el último momento y suicidarse cuando ya la toma del palacio de gobierno era inminente.

                Toda comparación es odiosa. Pero en ciertos casos, inevitable. Resulta extremadamente complejo y difícil imaginarse a un Salvador Allende convertido en dócil y obsecuente funcionario de una satrapía, entregando las escasas riquezas de su Patria para mantener un miserable gobierno extranjero, así se hubiera tratado de un régimen socialista, como el que él soñaba establecer en su país. Pero aún más difícil es imaginarse a una sociedad como la chilena, tolerando tal despropósito. Una sociedad profundamente orgullosa de sus ancestros, de sus tradiciones, de su cultura. Una sociedad que ha guerreado para defender y conquistar territorios, orgullosa de ver flamear su bandera desde el tórrido desierto de Atacama hasta en los inhóspitos confines de la Antártica. Una sociedad que sigue vibrando con los valores de su historia. Una historia, para ella, inolvidable, que conformó la Patria que la cobija.

                Cuba jamás, ni la castrocomunista ni ninguna otra, hubiera osado hollar suelo chileno. Tanto como ha hollado, humillado y despreciado nuestro suelo venezolano. Es la peor, la más dolorosa y trágica realidad de nuestro tiempo.

                 

Responsabilidad penal del médico

MANUEL ALFREDO RODRÍGUEZ
Iniciado el proceso penal: ¿es posible que recaiga privativa de libertad contra el médico? 

La muerte del paciente por negligencia o dispraxis médica constituye un hecho punible cuya determinación compete a los tribunales penales en Venezuela. Se trata del delito de homicidio culposo sancionado en el artículo 409 del Código Penal: "El que por haber obrado con imprudencia o negligencia, o bien con impericia en su profesión, arte o industria, o por inobservancia de los reglamentos, órdenes e instrucciones, haya ocasionado la muerte de alguna persona, será castigado con prisión de seis meses a cinco años... ".

Iniciado el proceso penal: ¿es posible que recaiga privativa de libertad contra el médico? La respuesta se apoya en principios garantistas de los derechos humanos del imputado reconocidos en la Carta Magna venezolana y en el Código Orgánico Procesal Penal, los cuales regulan no sólo la presunción de inocencia sino también, el derecho a ser juzgado en libertad. Los abogados de la defensa pueden solicitar al juez la medida cautelar sustitutiva a la privación de libertad del enjuiciado, a saber: prohibición de salida del país o la obligación de cumplir presentaciones periódicas ante el tribunal. La sentencia condenatoria depende de los medios de prueba ofrecidos por el Ministerio Público: declaraciones de testigos, informes médicos y experticias, allanamientos, inspecciones, el certificado de defunción y otras. Estas pruebas, acreditan la comisión del delito con la respectiva imposición de la pena.

En la etapa preliminar del proceso penal abierto en contra del médico sujeto a la investigación, deben tener presente los abogados del imputado que es esa la oportunidad para desplegar la estrategia de la defensa. Por ejemplo, el investigado rendirá su declaración (Acta Entrevista) una vez que haya examinado a plenitud el contenido de las actas del expediente, no antes.

Lo relevante es advertir a los familiares de la víctima que una vez juzgados los hechos que configuran la perpetración del delito de homicidio culposo, están habilitados los tribunales para tramitar el reclamo o demanda del pago de la indemnización económica por los daños y perjuicios derivados por ese hecho punible.

En consecuencia, los galenos quedarán obligados tanto en materia civil como en lo penal. Respecto a la primera, el causante de los daños responde con sus bienes habidos y por haber. Los bienes susceptibles de ser ejecutados a favor de las víctimas son: el congelamiento del dinero en cuentas bancarias, embargos sobre muebles en apartamentos o viviendas y el remate judicial de inmuebles.

Escritorio Jurídico

Manuel Alfredo Rodríguez, A.C.
asomivis@gmail.com

www.protejase.com.ve
Tomado de:
EL UNIVERSAL
miércoles 26 de diciembre de 2012

Unidad nacional o un brazo torcido


Teódulo López Meléndez
El presidente podrá venir o no venir el 10 de enero a tomar posesión de su nuevo mandato. Es algo que no podemos saber ni tiene ya relevancia política. Con un lápiz corrector blanco han eliminado esa fecha del almanaque, aunque veremos la puesta en escena.
Diosdado Cabello ha resultado un político de esos que le callan la boca a sus detractores haciendo uso de una habilidad nata. Lanzó una tesis que más que interpretación constitucional parecía de entrada una “boutade” o un juego peligroso que podría aislarlo o una simple ratificación de lealtad por encima de todo, pero que llevó a ejecución con grandes conversaciones con la oposición y poniendo a Nicolás Maduro ante la disyuntiva de aparecer como un ambicioso que por encima de todo pensaba en la conveniencia de cumplir con la Constitución que llevaría a nuevas elecciones.
La tesis –absolutamente válida- de que al PSUV convenía la pronta realización de elecciones presidenciales para aprovechar el impacto de las regionales fue desmontada hacia el interior del partido de gobierno, pero no hacia la oposición. Esta última sabía perfectamente que esa eventual elección la llevaría a otra derrota y vio la mano de Diosdado casi con la religiosidad de ese dedo de Dios que se admira en la Capilla Sixtina.
Una elección inmediata conllevaba a la inevitable candidatura de Nicolás Maduro, con muy buenas posibilidades de victoria. Había que ganar tiempo y el tiempo había que ganarlo haciendo uso de un lápiz corrector blanco, uno milagroso de alteración del calendario, más que de la Constitución,  para esperar lo que todos consideran inevitable. Había que ganar tiempo y en ello los intereses de Diosdado y de la MUD coincidían a la perfección.
Por su parte, Maduro quedó atrapado en las redes. Mostrarse como un cerrado y ortodoxo intérprete constitucional lo hubiese comprobado como un apresurado, como un deleznable ambicioso que quería elecciones ya para hacerse de la presidencia. Por lo demás, Maduro no ha mostrado una especial habilidad política y fue incapaz de encontrar el tridente de Neptuno para romper la red que le caía encima. Lentamente todos fueron entrando en ella, una de manifestación de solidaridad absoluta con el comandante-presidente que seguía siendo ambas cosas, uno reelecto para el cual el cumplimiento del mandato constitucional del 10 de enero no era más que un mero trámite que bien podría obviarse.
He aquí el milagro del Espíritu de la Navidad. Como un vaporoso manto una especie de unidad nacional impensable ha venido a sustituir la polarización encarnizada y el odio irredento. Los intereses comunes han privado. Lo que se diga en la Asamblea Nacional el 10 de enero carece de importancia. Sea cual sea la vía que aprueben, hablen de lo que hablen (ausencia temporal, juramentación ante TSJ o la tesis de porqué las ranas no echan pelo) el Derecho es absolutamente irrelevante frente al gran acuerdo político.
Habrá disidencias ese día. Alguno de la oposición puede que se rasgue las vestiduras o que toda en ella en conjunto lo haga, por aquello de guardar las apariencias o de hacer lo políticamente correcto. Puede también manifestarse alguna disidencia seria. Ya carece de importancia porque el resultado está escrito. Lo que no está escrito es lo que se hará con el tiempo ganado.
Estamos ante un hecho impreciso: la salud del presidente Chávez. No somos médicos en busca de fama o “periodistas estrellas” para especular al respecto y cuando la imprecisión es la norma no es mucho lo que se pueda determinar de antemano para un comportamiento estratégico y táctico planificado. Para la MUD será un mero aplazamiento, no más. Las mediciones son de Diosdado, pero ya hemos visto es un político habilidoso. A quién más le conviene que el comandante-presidente haga su entrada el 10 de enero en el recinto de la Asamblea Nacional y se juramente hasta su fin es a Nicolás, pues estaría protegido en el lapso. En el mientras tanto Nicolás sigue con el brazo torcido y a punto de no poder lanzar en el play off del beisbol venezolano.
En el lapso, Diosdado seguirá explicando a sus interlocutores de la oposición las ventajas que han podido ver de colocar al país en la calma y en la paz. No voy a usar la expresión de Izarrita “eso es lo que hay”. Prefiero recordar a ese personaje llamado Óscar Yánez y asegurar con él “así son las cosas”.

domingo, 23 de diciembre de 2012

xx

Y, a todas estas: ¿qué pensará Diosdado?

  EMETERIO GÓMEZ

¿Habrá entendido que hoy lo único que se iguala a la tontería de ser de izquierda, es ser de derecha?



Qué pensará, digo, en términos de ideologías? ¿Dónde se ubicará en el plano de las concepciones políticas? ¿Dónde; ya en pleno siglo XXI, es decir, bien lejos del XIX, en el que se forjaron todas las grandes ideologías políticas que dominaron el XX y que hoy están ya definitivamente enterradas, agotadas, exhaustas, obsoletas o periclitadas? ¿Estará Diosdado consciente de que, de verdad, de todas esas ideologías, ninguna tiene nada que decirnos, ni el comunismo ni el republicanismo extremo de derecha, que da pena ajena en EEUU; ¡¡pero tampoco la socialdemocracia, el socialcristianismo, ni ninguna de las gradaciones del socialismo democrático!!? ¿Sabrá Cabello que el tan cacareado socialismo sueco no pasa de ser un capitalismo con rostro humano? ¿Seguirá creyendo que, aún hoy, tienen algún sentido esas dos nominaciones básicas, la Izquierda y la Derecha, que derivan del lugar físico en el que sentaban los diputados en la Convención de la Revolución Francesa, ¡¡en 1789!!? ¿O habrá entendido ya que hoy lo único que se iguala a la tontería de ser de izquierda, es ser de derecha?

¿En cuál de todas estas gradaciones -cada una de ellas más agotada o inútil que todas las otras- se ubicará Diosdado? ¿Estará consciente de la absurda necesidad de afiliarse a alguna de ellas o habrá descubierto ya que no tiene ninguna posibilidad de ubicarse en ninguna, porque todas ellas en lugar de ideologías políticas, son simples zonceras, esquemas absolutamente fracasados o superados, que solo sirven para ser enseñados en las escuelas de Estudios Políticos? Y, muchísimo más simplemente ¿pensará Diosdado en estas cosas? O, al menos ¿estará consciente que tiene que pensar en ellas o en alguna salida distinta, si es que finalmente se convierte en el heredero de Chávez?

Y, en el plano no ya de la política y de las ideologías, sino en el de la Política Económica, ¿qué pensará el terrorífico Diosdado? ¿Será todavía anacrónicamente keynesiano, ingenuamente friedmaniano, extemporáneamente neoliberal o, peor, liberal clásico? ¿Tendrá Conciencia Cabello (CC) de que todas estas fórmulas de Política Económica fracasaron definitivamente y que, por ello, Europa está sumida en esa aterradora crisis financiera que amenaza con destruir al euro y a la pobre Grecia? ¿Estará consciente de que las políticas sociales -como parte esencial de las económicas- ya no tienen hoy ningún sentido, porque en cuanto los seres humanos (nulidades éticas radicales) descubrimos que tenemos la sobrevivencia garantizada, no hacemos el menor esfuerzo para conseguir un empleo
? ¿Sabrá Diosdado (una variante del "Sabrá Dios") que en cuanto disponemos de un Seguro de Desempleo, en cuanto sabemos que podemos contar con el 80% de nuestro salario, sin trabajar, no haremos el menor esfuerzo por conseguir trabajo?

Y, en el telón de fondo de todo lo anterior, ¿estará Diosdado consciente de la profunda crisis moral que vive Occidente? Esa debacle que nos ha hecho entender -casi "a juro"- que no es que "los valores éticos se estén perdiendo", como repetimos bobamente cada vez que podemos, sino que nuestra cultura (la de la humanidad, tanto la occidental como la oriental) nunca logró desarrollar la dimensión moral -ni mucho menos la esfera espiritual- del Ser Humano.

Posdata: ¿estará consciente Cabello de que si no "está claro" en todas estas cosas ideológicas y económicas -y en muchas otras más que no podemos resumirle en un artículo- le quedan a duras penas unos dos o tres meses para entenderlas, ante la eventualidad de que pudiera ser presidente de la República?

gomezemeterio@gmail.com

 | EL UNIVERSAL
domingo 23 de diciembre de 2012.

lunes, 17 de diciembre de 2012

QUÉ PENA AJENA, VENEZUELA

Gustavo Coronel
Sábado 15/12/212


Esto fue escrito por el autor el día antes de las elecciones.

Me aterra ver como ha cambiado Venezuela en estos años. Es un país que difiere mucho del que conocí y en el cual pasé la mayor parte de mi vida. Me refiero, especificamente, a la manera como ha cambiado la actitud del venezolano ante asuntos tan vitales como el tipo de gobierno, la calidad del liderazgo,  sus deseos de superación, su nivel de tolerancia frente al crimen y su lenguaje. En todos esos aspectos el país y sus gentes han sufrido, a mi manera de ver, un deterioro espeluznante. Hasta el punto de que ya no puedo sentir orgullo por mi gentilicio sino una profunda decepción.


Reflexión dominical, no apta para resignados
Triste reflexión es esta pero una que debo hacer, en aras de la honestidad con la cual debemos  actuar en esta época de oscurantismo. Afortunadamente, no creo que esta sea una situación irreversible. Otros pueblos han tenido similares momentos de involución espiritual y han logrado revertirla. Quien lea la historia de Inglaterra o de Francia encontrará claras oscilaciones  entre momentos de esplendor y de ruina espiritual. Hay esperanzas.

Pero hoy Venezuela se encuentra en un profundo foso. Leo como venezolanos que se dicen demócratas están promoviendo acercamientos, diálogos, reconciliaciones con una pandilla de malandros que ha destruído al país. Algunos de ellos, como Edgar Zambrano, representante de un partido que libró hermosas batallas por la libertad y la democracia, suenan ya, casi, como voceros del régimen. Aun entre los mejores oigo y observo una cierta resignación, un cierto nivel de acomodo que me repele profundamente. Se comienza a hablar elogiosamente del “sucesor”. Se toma partido entre Cabello y Maduro, como quien va al Caracas o al Magallanes. Se habla de una transición organizada, llena de paz, lo que los estadounidenses definen como  “amor y torta de manzana” Nuestra situación colectiva me recuerda el terrible poema de William Butler Yeats, “The second coming”:

Turning and turning in the widening gyre
The falcon cannot hear the falconer;
Things fall apart; the centre cannot hold;
Mere anarchy is loosed upon the world,
The blood-dimmed tide is loosed, and everywhere
The ceremony of innocence is drowned;
The best lack all conviction, while the worst
Are full of passionate intensity.

Una traducción a la carrera:

Dando vueltas en la creciente espiral
El halcón no escucha al halconero
Las cosas se disgregan, el centro no resiste
Una mera anarquía se desata en el mundo,
una marea sangrienta inunda y en todo alrededor
la ceremonia de la inocencia muere
los mejores carecen de convicción
mientras los peores están llenos
de una apasionada intensidad.

Esta terrible situación indica una entrega de principios y valores que constituyen el preludio de la anomia.

La calidad del liderazgo comienza a ser juzgada con la óptica de las expectativas mínimas. Maduro no parece tan malo, parece más asequible, un buen muchacho, a lo mejor lo hace bien, hay que darle su chancecito. No hay criterios de excelencia en la mente de mis compatriotas tanto como relatividades que empobrecen.

En esa misma línea de las expectativas decrecientes observo como nuestro pueblo parece haber abandonado, en alarmante medida, sus tradicionales deseos de superación. En mi pueblo de Los Teques todos éramos clase media o baja y todos, que recuerde, salimos a la vida a superarnos. Nos convertimos en ambientalistas, periodistas, economistas, geólogos, poetas, farmaceúticos. Nadie quería quedarse atrás. Hoy veo muchas colas de gente resignada que esperan por un pote de leche, por el kilo de papas subsidiadas. Veo mucha dependencia, pocos rebeldes. No hablo de héroes porque no es lícito pedirle a nadie que lo sea. El heroismo es una actitud extrema. Pero si pienso razonable esperar de mi pueblo una actitud colectiva hacia la superación, la cual no veo hoy predominar (Advertencia: toda apreciación sobre el colectivo es por fuerza relativa. Hay millones de venezolanos quienes conservan el deseo de superación, hablo de una tendencia al abandono de esos deseos).

Apenas ayer me decía un lúcido amigo que los venezolanos habíamos perdido nuestra capacidad de indignación. Nos asaltan, violan a nuestras mujeres, secuestran a nuestros hijos, confiscan nuestras empresas, limitan nuestros movimientos, nos hacen interrogar por cubanos, oímos hablar chino y vietnamita en la faja del Orinoco. Y hasta le damos las gracias a los secuestradores porque fuímos razonablemnte bien tratados, porue no perdimos la vida.   

Y que decir del lenguaje, de nuestras manifestaciones culturales, de nuestra manera de comportarnos en sociedad? Decía Wittgenstein que los límites de nuestro lenguaje representaban los límites de nuestro mundo. Uno oía hablar a Uslar Pietri y podia tener una clara vision del inmenso mundo de aquel hombre. Al oir hablar a Iris Varela, a Hugo Chávez o a Nicolás Maduro solo podemos imaginarnos un oscuro y estrecho mundillo, habitado por homínidos, aun en etapas tempranas de evolución hacia el homo sapiens.

En la Venezuela de nuestros día Rosita incursiona en la política, Lila Morillo admira a…. Lila Morillo, Diosa Canales ocupa gran centimetraje en nuestras publicaciones, Pastor Maldonado piensa que el país debe estar orgulloso de su papelón.  

Vendrán mejores tiempos. Pero para muchos será demasiado tarde.




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domingo, 9 de diciembre de 2012

El Ocaso de los Dioses



Freddy Carquez.
 Es el título de una interesante película realizada en la década de  los 50 del siglo pasado e interpretada por los conocidos actores Marlon Brando y Montgomery Clift como figaras estelares, en el cual la Industria del cine se ocupa de dar el extraordinario mensaje de la fragilidad del poder, contraponiendo una de sus versiones más perversas como ha sido el militarismo, en este caso identificado con la Alemania Nazi, con las fuerzas democráticas universales, expresadas en uno de los millones de combatientes antifascistas participantes de la Segunda Guerra Mundial.
Ejemplos tan educativos como el  que he citado, los repite la historia universal desde la época de las cavernas hasta el presente, una y otra vez en cualquiera de las sociedades que conocemos sobran los ejemplos de cómo es de precario y peligroso el sentimiento de omnipotencia que nos trasmite la posesión del privilegio de la superioridad material, económica, política o militar. Pero lo que no puede ni debe pasar por debajo de la mesa, son los efectos destructivos  cometidos por ese poder personalizado (Nerón, Hitler, Stalin, Mao, Pol Pot), que convertido en autocracia, termina haciendo lo que le viene en gana,  convirtiéndose en un elevado riesgo para la sociedad y en un  inmenso problema a resolver.    
Sobran los ejemplos en nuestra región caribeña y particularmente en Venezuela, sociedades en las cuales el atraso de sus elites las ha condenado no solo al empobrecimiento, sino al reciclaje de mecanismos políticos autoritarios, encubiertos ampliamente en la convocatoria nacionalista y patriotera. Convirtiéndose así la receta caudillesca y militarista en un auténtico refrito,  reveladora no solo de una profunda ignorancia y de un absoluto irrespeto a los derechos civiles de los ciudadanos,  sino algo mucho más grave, es pereza intelectual, flojera mental e infinita corrupción (Jovito Villalba).
Hoy, diciembre del 2012, este tema del abuso del poder político y militar, se ha transformado en un problema prioritario entre nosotros los venezolanos, porque de nuevo y por enésima vez, nuestra comunidad se ha convertido en  víctima de la irresponsabilidad y de la avaricia de una buena parte de sus conductores, que como en el pasado imponen sus intereses personales y grupales, estrechamente vinculados a los negocios y al lucro personal, utilizando los recursos del Estado en forma posesiva, ventajista y abusiva.
Durante el siglo XIX, pareciera que solo Guzmán Blanco demostró suficiente talento y racionalidad, como para comprender que su tiempo de usufructúo del poder político y militar había concluido e hizo maletas a tiempo, instalándose en Europa, dejando la continuidad de la conducción de la República en otras manos.
Creo que casi sin excepción, los restantes caudillos presidenciales tanto del siglo XIX como el XX, abandonaron sus funciones solo presionados por el agotamiento político de su presencia o por la contribución de la naturaleza a la solución, cuya permanencia en la mayoría de los casos se convirtió en conflictiva porque intentaron  ser  dueños y señores de la nación.   
Y es muy evidente que la torpeza y la avaricia de una buena parte de nuestras élites ha “premiado” a la nación, con la repetición de la decimonónica y anacrónica  formula de un Gobierno autoritario y militarista, el cual armado de la extraordinaria recomendación de Lampedusa, “de cambiarlo todo para que nada cambie”, se ha provisto de la gatopardiana máscara  del “socialismo”, sustentada en el derroche de la renta petrolera y en la masificación del empleo clientelar electoral.
Tal y como lo hemos afirmado desde hace ya unas décadas, el proceso de deterioro estructural en el cual nos encontramos atrapados solo lograremos superarlo, en la medida en la cual las fuerzas democráticas venezolanas construyamos un Proyecto  democrático y social avanzado, que trascienda los objetivos económicos y políticos que caracterizaron a nuestra sociedad durante el siglo XX. Y se trata de un esfuerzo que se encuentra más allá de las victorias electorales, independientemente de la importancia y utilidad que ellas tienen para construirlo.
 Maracay, 9 de diciembre del 2012

domingo, 2 de diciembre de 2012

CARTA ABIERTA PARA CARLOS ALVAREZ JEFE DE LA MISION DE UNASUR EN VENEZUELA.



Dr. Luis Guillermo Pilonieta Linares

Al terminar su misión como jefe de la delegación de UNASUR, usted declaró con el mayor desparpajo que  "Venezuela es un ejemplo   para la comunidad internacional", echando por tierra las ideas de que en este país no había democracia.
En defensa de la verdad y los principios éticos considero ineludible enumerar los hechos que usted no observó porque después de fracasar en dos golpes de estado, Hugo Chavez llega al poder por elecciones libres pero no ejerce la autoridad democráticamente porque controla todos los poderes, neutralizó las instituciones, impuso el sectarismo y el militarismo utilizando al estado para perseguir a sus adversarios a quienes despectivamente llama majunches, burgueses, escuálidos,  apátridas y los considera sus enemigos sembrando el odio y la lucha de clases, restringe la libertad de expresión, aplica la centralización administrativa, pretendiendo imponer el socialismo y el estado comunal acabando con la propiedad privada y decretando expropiaciones sin pago de compensación, repitiendo que su revolución pacífica pero armada llegó para quedarse y que la oposición nunca volverá al poder por lo que implantó la reelección indefinida para perpetuar el gobierno.
Consecuentemente ha creado las milicias amenazando con guerra civil y obligando a los funcionarios públicos a marchar y votar por el oficialismo, politizando todas las instituciones incluyendo las fuerzas armadas y como una muestra de la ausencia de independencia  de los poderes, al inicio del año judicial del 2006, en la Sala plena del Tribunal Supremo de Justicia, los magistrados de pié corearon  '''Uh,Ah Chavez no se vá'''  y ello explica porqué los recursos presentados por la oposición no son admitidos, son retardados o son negados y por el contario sus decisiones siempre favorecen al gobierno.
En las elecciones parlamentarias, la ley da distinto valor a los votos ciudadanos según la región otorgándole una suprarepresentación a los estados menos poblados donde domina el oficialismo y en las últimas elecciones el chavismo obtuvo 98 diputados con el 49% de los votos, mentras la oposición sacó 66 diputados con el 51% de los votos y el gobierno logró así el control de la Asamblea Nacional, el régimen eliminó el cargo de Fiscal de Cedulación, tadicionalmente asignado a la oposición  y el gobierno otorga  discrecionalmente Cédulas de Identidad a ciudadanos bolivianos, cubanos,  nicaraguenses, ecuatorianos, colombianos, peruanos, rusos, bielorusos, chinos, ahitianos, dominicanos, argentinos y el mismo día de las elecciones instaló módulos móviles de cedulación cerca de las mesas de votación.
El CNE presenta una desigualdad en el tratamiento de los candidatos aspirantes a la reelección , obligando a Henrique Capriles Radonsky a separarse del cargo de gobernador durante la campaña electoral en tanto que a Hugo chavez le permitió la doble condición de candidato y presidente con todas las ventajas del poder para inaugurar obras inconclusas y utilizar abusivamente las cadenas televisivas obligatorias, demostrando que el poder electoral está politizado y que de los cinco rectores, cuatro son militantes del partido de gobierno, lo que le resta credibilidad al órgano rector.
El Consejo Electoral implantó de manera inconsulta y sin base legal pero con carácter obligatorio el sistema de información a los electores para indicarles la mesa, el cuaderno, la página y el renglón que le corresponde, transmitiendo información previa a la votación de la asistencia, recepción, instalación y concurrencia de cada votante y además creó dificultades a los sufragantes en el exterior, cerrando consulados como el de Miami, mesas sin testigos y votaciones fuera de horarios, negándole la reubicación a muchos ciudadanos argumentando el cierre del proceso a quienes el mismo ente les había cambiado arbitrariamente su dirección, pero violando todo principio legal autorizó la reubicación como electores a  los candidatos a gobernadores del partido oficial permitiendo el traslado con sus familiares, escoltas y choferes estando cerrado el lapso permitido por Ley.
No se permitió la modificación del tarjetón para los pequeños partidos que le quitaron el apoyo a Capriles alegando el vencimiento del lapso lo que trajo como consecuencia gran cantidad de votos nulos, pero si se autorizó modificar el tarjetón de las elecciones regionales para incluir a los candidatos del gobierno que fueron trasladados, alegando que eran casos anormales lo cual nos permite pensar que se refiere a la personalidad de los postulados por el presidente.
En las horas de la tarde y con la informaciones logradas por el procedimiento descrito se puso en funcinamiento la maquinaria  financiada por PDVS y la utilización de los recursos del estado y todas sus instituciones par traer a los remisos por la vía de la coacción o del soborno, amenazando a los contratistas, a los beneficiarios de las misiones, a los damnificados, a los funcionarios con la pérdida de sus empleos y todos los beneficios, se utilizaron motorizados y choferes con el pago en efectivo por cada elector que fuera conducido a las mesas.
Señor Alvarez, su declaración se basa en una democracia imaginaria que no existe en Venezuela porque no hubo un proceso electoral libre sino una lucha entre David y Goliat que condujerona la sorpresiva ganancia del oficialismo sin celebración popular en las calles que evidenciaban la tristeza y la desolación colectiva.
Usted atendió el mandato de sus jefes Cristina Kirchner y de Alí Rodríguez Araque secretario general de UNASUR pero no se comportó como un observador mateniendo las normas de conducta apegadas a la equidad  sino que con el mayor descaro se convirtió en agente propagnadístico del gobierno haciendonos comprender porque no se acepta la observación de la Unión Europea, de las Naciones Unidas, de la OEA, del Centro Carter bajo la inaceptable excusa de que tienen normas de control que violan la soberanía nacional.