Estructura de los elementos comunistas subversivos y sus
auxiliares en la década de los sesenta
Para poder entender en
parte lo que sucede hoy en día en algunos países de Latinoamérica, debemos de analizar los procesos históricos y
sus consecuencias, especialmente la estructura adoptada, primero por el
comunismo y, posteriormente, por el castro comunismo, en los sectores
intelectuales, culturales, sindicales y
estudiantiles a partir de 1959.
Estas Estructuras pusieron en funcionamiento el aparataje del
comunismo internacional al iniciarse la Operación Frente Único, con la utilización de las Organizaciones Auxiliares y los
Tontos Útiles, de gran importancia estratégica para la URSS por lo que era “…difícil de ser combatida…”. Pero que
encontró a partir de 1962 un obstáculo imprevisto y embarazoso para Moscú, por
el hecho que este se produciría entre los mismos comunistas.
Ello se debió a las divergencias de conceptos estratégicos
entre chinos y rusos.
Mao Tse-Tung y su equipo “… consideraron que la política
de alianza y compromiso diluye progresivamente al
comunismo, llevándolo a perder su ímpetu y agresividad…”, cuando, según Pekín, “…el comunismo, para
vencer, precisa ser aplicado en su forma pura y violenta…”
Por lo que fieles a la tesis de Mao Tse- Tung, los chinos, a
partir de 1960, comenzaron a reclutar, de manera sistemática, a los disidentes
comunistas de origen ruso, especialmente a los stalinistas, trotskistas,
anarquistas y elementos de otros grupos revolucionarios.
Para esa época no existía en América Latina una colonia de
origen oriental, como las de Brasil, Perú y Panamá, que no hubiese sufrido el
proceso de infiltración mediante el chantaje, la corrupción, métodos estos que a su vez fueron utilizados por los
soviéticos a través de las migraciones europeas especialmente de refugiados
rusos, polacos, checos, rumanos,
húngaros entre otros.
En este sentido los chinos montaron su propio Aparato, aunque numéricamente inferior
al soviético teniendo la ventaja de usar elementos ideológicamente firmes y
convincentes en los cuadros Auxiliares y en las Organizaciones de
Base.
Por lo tanto la injerencia china permitió de alguna manera
que los elementos duros y dispuestos que siguieron sus orientaciones, superaran
con gran ventaja a los que seguían la línea u obediencia soviética, ya profundamente corrompidos por el dinero
fácil colocado a su disposición tanto por Moscú, como por gobiernos locales
como el de Brasil bajo la presidencia de Joao Goulart y el de Cuba por Fidel
Castro.
Por otra parte, contrario a lo que se suele señalar, en la
década de los sesenta la insuficiencia e incapacidad no solo de las policías
sino de los servicios secretos de inteligencia militares latinoamericanos,
permitieron la fácil expansión del dispositivo chino y cubano.
El Aparato del
Comunismo internacional
El aparato (APARAT) del comunismo internacional,
mantenía una férrea estructura para finales y principios de de la década de los
cincuenta y sesenta para la conquista del poder. Si les preguntamos a algunos
de nuestros mayores que, de una u otra manera, militaron o participaron en la
izquierda comunista en esos años bien
nos podrían señalar a cuáles de estos cuadros pertenecían.
Los Miembros del APARAT Comunista, llamados así según la jerga
comunista aparat o aparattchik, eran reclutados previa
una severa selección y después de
algunos años de observación y práctica. A través de cursos de capacitación
y liderazgo, obsesionados por el poder, raramente creían
en el Marxismo – Leninismo y eran los
que en si manejaban la maquinaria comunista. Llegaron a existir unos
300.000 elementos a nivel mundial. En los países con una fuerte democracia
actuaban encubiertos.
Líderes
Comunistas-Jefes Comunistas
Elementos especialmente escogidos eran
entrenados, capacitados y adoctrinados para el liderazgo. Un 30% en el
partido y un 70 % en las organizaciones paramilitares. Ambicionaban el poder por el poder, y entre
sus filas podríamos encontrar algunos idealistas.
Activistas y comunistas
Estos solamente tenían cursos de capacitación; 50 % en el
partido y 50 % en las organizaciones paramilitares; en su mayoría fueron unos
idealistas, fieles creyentes de la
doctrina comunista.
AD=Acción Directa
Esta estaba conformada por elementos de choque, saboteadores y terroristas.
Espías e informantes
Lo conformaban grandes elementos del APARAT, algunos de ellos idealistas, otros arribistas
u oportunistas.
Organizaciones Auxiliares
Eran todas aquellas asociaciones, comités, federaciones organizaciones pacifistas, sindicalistas, profesionales, estudiantiles,
feministas, que fueron infiltradas o penetradas y utilizadas por los Partidos
Comunistas en América Latina con finalidad de
ejecutar la táctica del Frente
Único.
Idealistas comunistas,
socialistas e izquierdistas
Integrados por una
gran cantidad de profesiones liberales en la enseñanza y en los medios
de la clase pobre.
Inocentes, frustrados,
rencorosos, tontos útiles y desajustados
Reclutados en todos los diferentes sectores sociales, tenían
ideas vagas y actitudes sentimentales (nacionalistas, pacifistas,
antiestadounidenses, anticapitalistas, anticolonialistas)
Aprovechadores y
Corruptos
Estos estaban encuadrados en todos los medios y tenían ideas
vagas y actitudes sentimentales (nacionalistas, pacifistas,
antiestadounidenses, anticapitalistas, anticolonialistas). Muchas veces se
quedaron con los dineros de las donaciones, colectas y de los recursos
aportados por el comunismo internacional.
Inconscientes
Eran aquellos que eran captados y manipulados en las masas que seguían sin pensar los slogans
de los líderes
Cédulas comunistas
Integradas por unas veinte personas
Es conveniente recordar que durante la Conferencia de Bandungen
1955, la URSS examinó la posibilidad de implementar una nueva táctica comunista
a través de lo que se denominó Operación
Nacionalista, que dio origen a
los Movimientos
de Liberación Nacional. Bajo el control de los comunistas, esta táctica se esparció rápidamente por
África y el Sudeste Asiático conjuntamente a los procesos de descolonización,
extendiéndose posteriormente a la
América Latina.
Se sustituyó el internacionalismo por el nacionalismo lo que
ilusionó falsamente a la opinión pública, comenzando por los sectores de clase
media, militares, sectores democráticos, ocasionando un consecuente
relajamiento de la vigilancia de las autoridades.
Maniobra esta que consiguió engañar a muchas personas de
buena fe y permitió, al mismo tiempo, la alianza entre diferentes grupos, no
obstante sus orientaciones
filocomunistas. Esta táctica conllevó a la movilización de vastos sectores
intelectuales y culturales que favorecieron y estimularon las posiciones
comunistas en la América Latina.
Sin embargo antes de la ejecución de la Operación Nacionalista, que dio
origen a los Movimientos de Liberación Nacional, merece la pena referenciar
un hecho poco conocido, pero muy significativo.
Hasta 1957, todas las organizaciones
auxiliares pacifistas, sindicalistas, profesionales, estudiantiles,
feministas, etc., exceptuándose las ligadas directamente a las representaciones
diplomáticas de los países bajo la esfera de los países comunistas, como los
Institutos de Relaciones Culturales, o las organizaciones de espionaje y
contraespionaje, dependían de los
Partidos Comunistas locales que a su vez estaban subordinados al antiguo Komintern
o Kominform
y, después de la transformación de este ultimo en la División
Extranjera del P.C.U.S.(URSS)
En octubre de 1957 el esquema anterior fue modificado
radicalmente cuando todos los Jefes de los Partidos Comunistas latinoamericanos
y los Miembros del Aparat continental de América fueron llamados a Montevideo, a
cuya reunión acudieron representantes del P.C.U.S. (URSS). Al mismo tiempo, las redes de mando de las organizaciones
auxiliares, que hasta entonces pasaban por los Partidos Comunistas locales,
fueron establecidas en línea directa, “…o sea, de la sección nacional o local
al Estado Mayor Internacional respectivo, en Moscú, Praga, Budapest, Varsovia ,
Berlín Oriental u otras capitales comunistas.
Esto trajo como consecuencia que los Partidos Comunistas,
desprovistos de sus activistas más capaces, fueron relegados a un segundo
término, manteniendo como tarea principal la formación de escuelas y la
“…representación Política del comunismo oficial…”. Y los órganos de prensa
comunistas fueron sustituidos por periódicos “…nacionalistas…”.
La movilización masiva
de las Organizaciones Auxiliares, tenían como principal objetivo favorecer la rápida
formación de numerosos Frentes Populares o Frentes
Unidos, en todo el continente y colocar bajo tutela de los comunistas a
los que ya existían bajo la estrategia de lo que se conoció como la Táctica del Frente Único o Frente
Común.
El desarrollo de esta táctica
fue ampliamente discutida en noviembre de 1957 con ocasión de cumplirse
el cuadragésimo aniversario de la Revolución Soviética, en Moscú, donde
participaron todos los Jefes del Comunismo latinoamericano. Al respecto la Nouvelle
Revue Internationale, publicó un
artículo del Sr. Luis Corválan, uno de
los líderes del comunismo chileno y
quien llegaría a presidir su
Secretariado donde se señalaba “…la debilidad de las corrientes
progresistas dirigidas por los burgueses y la necesidad de que los comunistas
tomen en sus manos ese movimiento para poder organizar frentes democráticos,
populares y nacionalistas…”
Para esa época las actividades comunistas en el continente
latinoamericano se realizaron bajo las siguientes proporciones de 10 % dentro
del Partido Comunista y cerca de 85 a 90
% en las organizaciones auxiliares, que eran muy variadas, pero bajo el control
de lo que los comunistas llamaban entre sí el Aparat.
Sin embargo el Aparat, comunista representaba en
si una minoría bien seleccionada dentro de las propias fuerzas comunistas. En
la URSS, se calculaba que de sus 220 millones de habitantes para esa época seis
millones pertenecen al Partido Comunista y solo 180.000 personas al Aparat.
En América Latina, para una población global de 200 millones, los
miembros de los Partidos Comunistas sumaban en ese entonces alrededor de
300.000 mil, mientras que los elementos del Aparat se limitaban
escasamente a la suma de 18.000.
Para 1960 pocos países en América Latina habían tenido éxito
frente a la embestida comunista y ante la
coyuntura de la desigualdad
política y social que era explotada al máximo por los comunistas
por toda su estructura. Solo para ese
entonces Venezuela, Brasil y Chile
habían dado una prueba fehaciente de una real voluntad política de efectuar
reformas sociales especialmente en las estructuras agrarias.
En el caso específico de Venezuela, los gobiernos
democráticos se esforzaron por suavizar el desnivel social, el analfabetismo y
la infraestructura agraria, a través de la ley de Reforma Agraria, una amplia
campaña de alfabetización que después sería copiada por los cubanos y la
masificación y mejora de la educación.