Libertad!

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miércoles, 28 de abril de 2010

Por qué perderá Chávez

Jesús Seguías


Martes, 27 de abril de 2010



Tanto las encuestas como los diversos estudios cualitativos (grupos focales y entrevistas en profundidad) que hemos realizado durante los últimos meses en Venezuela revelan que la oposición está en condiciones de ganar las elecciones parlamentarias de septiembre, especialmente en los estados más poblados del país.

El escenario político venezolano se ha movido muchísimo durante los últimos meses. Veamos:

Las elecciones de septiembre serán de carácter plebiscitario: Los electores votarán por Hugo Chávez o contra Hugo Chávez. Los candidatos, en términos individuales, serán casi irrelevantes. En algunos circuitos, sin duda, el peso de algunos candidatos influirá para sumar votos decisivos. Pero lo resaltante será la confrontación de los dos bloques de poder político: Chávez y los que están contra Chávez. Eso favorecerá a la oposición.
En un escenario pronunciadamente polarizado como el que existe, Hugo Chávez ya es minoría. A partir de este momento, “los escuálidos” son los que se visten de rojo. Y ese fenómeno no tiene vuelta atrás. Los pueblos se cansan hasta de los buenos gobiernos, y el gobierno de Chávez lleva más diez años y con resultados mediocres. Está atascado crónicamente. El presidente ya tiene el sol a la espalda. Va en retirada, y eso lo huele todo el mundo. Se irá quedando cada vez más solo.
El descontento en el pueblo chavista es cada día más abultado. Sienten que no hay gobierno; que Chávez habla, promete, pero no ven resultados. La pasión de los rojos viene disminuyendo sostenidamente. Y los que se van no regresan más. No se desplazarán a la oposición de inmediato. Quedarán en un campo neutro. No irán más a las marchas, ni a los mítines, ni a las mesas electorales. Se abstendrán otra vez, como en el 2008. Es el gran enemigo de Chávez, y no le alcanzará el dinero para revertir la tendencia.
Cada día, el poder chavista se reduce a una inmensa burocracia gubernamental, de dirigentes asalariados. Ni siquiera los consejos comunales tienen capacidad de convocatoria. Cada quien tiene un interés material que defender. El PSUV ya es un partido anquilosado, petrificado y sumiso. No hay discusiones duras sino complacientes con el gran chamán. Su destino no está atado a una propuesta de cambio sino al destino personal de un caudillo. De seguir así, tendrán el mismo final que Convergencia, el partido de Caldera. ¿La verdad? Desde el punto de vista político, huelen tempranamente a formol.
Muchos gobernadores y alcaldes comienzan a conectarse con el reclamo del pueblo chavista. Ya comienzan a comprender que otorgar tanto poder a un solo hombre es una pésima decisión, y que ellos no pueden ser unos eunucos políticos, especialmente si han asumido el poderoso rol de revolucionarios. Henry Falcón dio el primer paso (y le quitará votos a Chávez no a la oposición). El resto está a la espera. Algunos quizás no den el paso de abandonar el barco (porque Chávez les colocó en el cuello la daga del enjuiciamiento “por corrupción”) pero no colaborarán con la misma pasión de antes. Se harán los locos, y harán peso para que Chávez se hunda.
Por último, a partir del lunes 26 de Abril, la oposición irá como un sólo bloque a pelear por ganar las elecciones. Deben tener estrategias nacionales de campaña y no locales. La organización de sus electores cautivos será decisiva. Y las fisuras que surgieron durante el proceso de escogencia de los candidatos se esfumarán cuando los opositores descontentos estén colocados frente a una decisión personal histórica: o votan por Chávez o votan contra Chávez. No habrá término medio en esta batalla decisiva.


seguias1@gmail.com

1 comentario:

Lucas Blanco A dijo...

PARTICIPÓ UN 93.59 % DE ELECTORES Y NO UN 66.45 %
Según los votos que contabiliza el CNE en su web, Participó un 93.59 % de electores y no un 66.45 % en las elecciones parlamentarias de septiembre de 2010. Según estas cifras publicadas por el mismo CNE; 16.373.272 de venezolanos votaron en estas elecciones parlamentarias del 26 de septiembre de 2010; para registrar un 93.59 % de participación. Según el universo electoral venezolano de 17.495.353 electores, publicado por el mismo CNE, el 31 de marzo de 2010.
Si le sumamos el porcentaje de votos nulos, que por lo regular en este tipo de elecciones parlamentarias es alto; porque son más complejas que otras elecciones; alrededor de un 3 % más, por votos nulos; y los que ejercieron solo el voto del parlamento latinoamericano o el indígena y no sufragaron por el voto lista, ni el nominal, regulémoslos en 1 %. El total indicaría: 93.59 + 3 + 1 = 97.59, es decir, el 98 % de participación; esto explicaría porque en este modelo de votación tan rápido y perfecto, la Directiva del CNE retardó su primer y único boletín, hasta las 2 am de la madrugada del día siguiente.
Será que les faltarían mas venezolanos inscritos en el CNE, para lograr su meta de 110 diputados; precisamente dos días después el presidente Chávez declaraba que había muchos venezolanos sin cédula de identidad, que había que hacer una campaña para cedularlos o más bien será crear el porcentaje virtual que les hizo falta esta vez.
No puede ser posible que las principales instituciones del país no entren en cuenta ni imputen este atropello, todo indica que son cómplices, principalmente la dirigencia o los que representan la Mesa de la Unidad Democrática, el partido político PPT y PODEMOS; que supuestamente son los más votados, conjuntamente con el oficialismo.
Entonces tendremos que comprobar que son aliados secretos o mejor dicho, guardan este gran secreto que los “beneficia”; el de los votos invisibles; el de los venezolanos que nunca han existido, pero están registrados en los cuadernos electorales y siempre, en los últimos años han votado por quien les convenga. Resulta que ahora no se trata del partido o candidato que tenga más preferencia entre el electorado, sino del que tenga la capacidad o disponibilidad de generar más cédulas de identidades, usurpación de votos o electores invisibles.
Qué venezolano o que institución acepta el reto de sumar, evidenciar y después denunciar este exabrupto, ante cada fiscalía de su municipio o Estado; hasta que, a los responsables de este desafuero los abandone el cinismo. Para que las diversas universidades y los técnicos en biometría, intervengan y hagan las auditorias respectivas en el Consejo Nacional Electoral venezolano y ambos, nos curemos en salud.
Esta apreciación, es otra prueba que añadiré a mi denuncia. Puede revisar mi acusación consignada el 30 de septiembre de 2010 ante la fiscalía, en: www.lucasblancoacosta.com, igual puede verificar allí el detallado cálculo matemático del 93.59 % de participación, Estado por Estado.

Lucas Blanco Acosta.