Así
la experiencia histórica del siglo 20 enfrentó a los socialistas con la
necesidad no sólo de revisionismo, sino de la re-evaluación de las
propias premisas del pensamiento socialista. Tal replanteamiento
presenta la pregunta de si el socialismo puede preservar su identidad
separada reteniendo aquellos valores con los cuales ha estado asociado. Y
tanto en ésta como en otras tantas materias, el chavismo no es más que
un juego de improvisaciones realengas que viajan en una carroza fúnebre
hacia el vacío de la decadencia y el fracaso social.
-Alberto Rodríguez Barrera-
LO QUE EL CHAVISTA SOCIALISMO SALVACIONISTA IGNORA
Se llama estratificación social al proceso que ocurre cuando las desigualdades –físicas, de fuerza, riqueza, poder, etc.- se vuelven sistemáticas, se les da evaluación positiva y negativa, y se organizan en patrones que son reconocibles, aún cuando no aceptados, por la mayoría de los miembros de la sociedad. Ajenas al chavismo despatarrado, hay dos teorías generales de estratificación: la teoría funcionalista en que cada sociedad pone grados a sus actividades porque algunas funciones son valorizadas más que otras; y una teoría contraria, derivada de Rousseau, Proudhom y ... Marx, quien argumenta que el poder (no una necesidad funcional) es la base de la estratificación.
El sociólogo alemán Max Weber aceptó, en parte, la noción marxista de que estratificación es una manifestación de poder desigual en la sociedad, pero argumentó que la estratificación existe junto a tres diferentes dimensiones: económica, social y política. Algunos escritores afirman que la estratificación puede existir como necesidad funcional, y crear niveles de comando en una sociedad basada en competencia técnica, pero éstas necesitan ser convertidas en ventaja material y en relaciones explotables o de poder; éste es el fundamento para la teoría de la meritocracia*.
El todo social es generalmente el más amplio contexto social dentro de un particular hecho social y requiere ser visto antes de que pueda ser eficientemente explicado o comprendido. En análisis sociológico, el concepto opera a diferentes niveles. Así, la significación total de una forma particular de matrimonio sólo puede ser comprendida dentro de su contexto más amplio de la familia y el sistema de parentesco; pero esto en cambio sólo puede ser comprendido dentro del contexto de las relaciones de propiedad, las doctrinas religiosas y rituales, la autoridad política y las provisiones de bienestar, de la sociedad como un todo. Este “todo de la sociedad”, otra vez, puede sólo ser completamente comprendido como parte de una más amplia área cultural o -habiendo sido fragmentada de, o habiéndose separado a sí misma de- una más amplia civilización.
Socialismo es un concepto con muchos significados. Pero generalmente entendido como un sistema social basado en posesión común de los medios de producción y distribución. En la teoría comunista, es la primera etapa en el camino para un completo comunismo. En los escritos socialistas, el socialismo difiere del comunismo por su adscripción a los valores éticos y democráticos, así como por el énfasis puesto en la distinción entre propiedad común y del Estado.
En los años de 1830, cuando el término comenzó a utilizarse, el socialismo era heredero intelectual de la Ilustración, habiendo sido propagado por pensadores radicales** en el período que va desde la Revolución Francesa hasta el surgimiento del industrialismo.
Las características utópicas demostradas por los seguidores del socialismo y sus primeros teóricos parecieron una contraparte secular de las actitudes salvacionistas de las eras religiosas. Más adelante, Engels afirmó que la teoría marxista trasladó al socialismo de lo utópico hacia la base científica. Pero es el comunismo revolucionario el que retuvo la tradición utópica; el movimiento socialista, sin descartarlo del todo, lo desconoció ideológicamente en la práctica. Esta es la raíz diferencial entre dos movimientos políticos que salieron de la misma tradición, ya que el utopismo salvacionista siempre ha estado conectado con la intolerancia y, por lo tanto, tiende a expresarse a sí mismo en prácticas políticas tiránicas. (Aquí también el chavismo pretende ignorar su esencia.)
Como fenómeno histórico, el movimiento socialista ha estado esencialmente confinado a la izquierda europea. En los países europeos, ha presionado exitosamente para la extensión del sufragio universal, reformas sociales, mejoras de las condiciones sociales y un más grande papel económico del Estado para controlar el mecanismo de mercado***.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los partidos socialistas fueron suprimidos en los países de Europa oriental. En el tercer mundo, el movimiento socialista laboral tipo europeo no ha echado raíces: el socialismo se asoció al gobierno de un solo partido, y el concepto asiático o africano de desarrollo económico parecía más cercano a las ideas comunistas que a las socialistas. En Occidente, la experiencia histórica de los países comunistas hicieron menos atractiva la visión socialista de propiedad pública, y surgió el cuestionamiento sobre si el monopolio político no es un inevitable acompañante del monopolio económico.
Más recientemente, la idea de crecimiento económico****, tradicionalmente conectada con el pensamiento socialista, ha tenido que confrontar la comprensión general de la escasez global de recursos naturales y el prospecto de la explosión demográfica. El declive de la idea de progreso ha debilitado el impulso utópico que subyace en la visión socialista de una sociedad igualitaria y libertaria, forzando a muchos a preguntarse cuán compatibles son igualitarismo y libertarismo.
Así la experiencia histórica del siglo 20 enfrentó a los socialistas con la necesidad no sólo de revisionismo, sino de la re-evaluación de las propias premisas del pensamiento socialista. Tal replanteamiento presenta la pregunta de si el socialismo puede preservar su identidad separada reteniendo aquellos valores con los cuales ha estado asociado. Y tanto en ésta como en otras tantas materias, el chavismo no es más que un juego de improvisaciones realengas que viajan en una carroza fúnebre hacia el vacío de la decadencia y el fracaso social.
-Alberto Rodríguez Barrera-
LO QUE EL CHAVISTA SOCIALISMO SALVACIONISTA IGNORA
Se llama estratificación social al proceso que ocurre cuando las desigualdades –físicas, de fuerza, riqueza, poder, etc.- se vuelven sistemáticas, se les da evaluación positiva y negativa, y se organizan en patrones que son reconocibles, aún cuando no aceptados, por la mayoría de los miembros de la sociedad. Ajenas al chavismo despatarrado, hay dos teorías generales de estratificación: la teoría funcionalista en que cada sociedad pone grados a sus actividades porque algunas funciones son valorizadas más que otras; y una teoría contraria, derivada de Rousseau, Proudhom y ... Marx, quien argumenta que el poder (no una necesidad funcional) es la base de la estratificación.
El sociólogo alemán Max Weber aceptó, en parte, la noción marxista de que estratificación es una manifestación de poder desigual en la sociedad, pero argumentó que la estratificación existe junto a tres diferentes dimensiones: económica, social y política. Algunos escritores afirman que la estratificación puede existir como necesidad funcional, y crear niveles de comando en una sociedad basada en competencia técnica, pero éstas necesitan ser convertidas en ventaja material y en relaciones explotables o de poder; éste es el fundamento para la teoría de la meritocracia*.
El todo social es generalmente el más amplio contexto social dentro de un particular hecho social y requiere ser visto antes de que pueda ser eficientemente explicado o comprendido. En análisis sociológico, el concepto opera a diferentes niveles. Así, la significación total de una forma particular de matrimonio sólo puede ser comprendida dentro de su contexto más amplio de la familia y el sistema de parentesco; pero esto en cambio sólo puede ser comprendido dentro del contexto de las relaciones de propiedad, las doctrinas religiosas y rituales, la autoridad política y las provisiones de bienestar, de la sociedad como un todo. Este “todo de la sociedad”, otra vez, puede sólo ser completamente comprendido como parte de una más amplia área cultural o -habiendo sido fragmentada de, o habiéndose separado a sí misma de- una más amplia civilización.
Socialismo es un concepto con muchos significados. Pero generalmente entendido como un sistema social basado en posesión común de los medios de producción y distribución. En la teoría comunista, es la primera etapa en el camino para un completo comunismo. En los escritos socialistas, el socialismo difiere del comunismo por su adscripción a los valores éticos y democráticos, así como por el énfasis puesto en la distinción entre propiedad común y del Estado.
En los años de 1830, cuando el término comenzó a utilizarse, el socialismo era heredero intelectual de la Ilustración, habiendo sido propagado por pensadores radicales** en el período que va desde la Revolución Francesa hasta el surgimiento del industrialismo.
Las características utópicas demostradas por los seguidores del socialismo y sus primeros teóricos parecieron una contraparte secular de las actitudes salvacionistas de las eras religiosas. Más adelante, Engels afirmó que la teoría marxista trasladó al socialismo de lo utópico hacia la base científica. Pero es el comunismo revolucionario el que retuvo la tradición utópica; el movimiento socialista, sin descartarlo del todo, lo desconoció ideológicamente en la práctica. Esta es la raíz diferencial entre dos movimientos políticos que salieron de la misma tradición, ya que el utopismo salvacionista siempre ha estado conectado con la intolerancia y, por lo tanto, tiende a expresarse a sí mismo en prácticas políticas tiránicas. (Aquí también el chavismo pretende ignorar su esencia.)
Como fenómeno histórico, el movimiento socialista ha estado esencialmente confinado a la izquierda europea. En los países europeos, ha presionado exitosamente para la extensión del sufragio universal, reformas sociales, mejoras de las condiciones sociales y un más grande papel económico del Estado para controlar el mecanismo de mercado***.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los partidos socialistas fueron suprimidos en los países de Europa oriental. En el tercer mundo, el movimiento socialista laboral tipo europeo no ha echado raíces: el socialismo se asoció al gobierno de un solo partido, y el concepto asiático o africano de desarrollo económico parecía más cercano a las ideas comunistas que a las socialistas. En Occidente, la experiencia histórica de los países comunistas hicieron menos atractiva la visión socialista de propiedad pública, y surgió el cuestionamiento sobre si el monopolio político no es un inevitable acompañante del monopolio económico.
Más recientemente, la idea de crecimiento económico****, tradicionalmente conectada con el pensamiento socialista, ha tenido que confrontar la comprensión general de la escasez global de recursos naturales y el prospecto de la explosión demográfica. El declive de la idea de progreso ha debilitado el impulso utópico que subyace en la visión socialista de una sociedad igualitaria y libertaria, forzando a muchos a preguntarse cuán compatibles son igualitarismo y libertarismo.
Así la experiencia histórica del siglo 20 enfrentó a los socialistas con la necesidad no sólo de revisionismo, sino de la re-evaluación de las propias premisas del pensamiento socialista. Tal replanteamiento presenta la pregunta de si el socialismo puede preservar su identidad separada reteniendo aquellos valores con los cuales ha estado asociado. Y tanto en ésta como en otras tantas materias, el chavismo no es más que un juego de improvisaciones realengas que viajan en una carroza fúnebre hacia el vacío de la decadencia y el fracaso social.
*Meritocracia:
gobierno por aquellos considerados poseedores de mérito; mérito es conjugado con esfuerzo-mayor-de- inteligencia,
y sus poseedores son identificados a temprana edad y seleccionados para
una educación intensiva apropiada, con una obsesión por cuantificación,
resultados de pruebas y calificaciones. Los igualitaristas aplican la
palabra a cualquier sistema elitista de educación o gobierno.
**Radicalismo:
tendencia a presionar visiones y acciones hacia algún extremo.
Históricamente, el radicalismo siempre ha estado asociado con
insatisfacción hacia el status quo y una atracción por cambios políticos
y sociales básicos. Puede ser de izquierda o derecha. El término
también es usado en sentido más amplio, como la disposición para retar
visiones establecidas en cualquier campo de la actividad humana
(artística, académica u otras).
***Economía de mercado:
variante moderna de libre mercado o libre empresa, donde los tres
términos describen una economía en la que la mayor parte de las
actividades de producción, distribución e intercambio son conducidas por
individuos privados o compañías en vez del gobierno, y en lo cual la
intervención del gobierno se mantiene al mínimo; es característica del
capitalismo, con la producción total o substancial en manos privadas (en
el socialismo son -total o substancialmente- propiedad colectiva).
****Crecimiento económico:
incremento
en el tiempo del ingreso nacional real o en real ingreso nacional per
capita; el uso no es uniforme entre estas dos alternativas, ni en
estadísticas o escritos teóricos, pero el segundo es más usual. El
concepto se refiere al crecimiento sostenido sobre un substancial
período de tiempo, no a movimientos de ciclos de negocios o períodos más
cortos. Generalmente es medido en términos de porcentaje anual.
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