Libertad!

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jueves, 19 de noviembre de 2009

Ricardo Gil Otaiza // La lógica chavista

El mal llamado chavismo tiene razones que ni la lógica ni la razón entienden. A cuenta de la defensa a ultranza de lo que aquí sucede, muchos ingenuos intentan hacer un ejercicio de mayéutica, que termina por ser una cantinflada y no el mero esbozo de un argumento sólido, creíble, que posibilite una comprensión atinada y admisible de los hechos. Es tal la "sinrazón" a la que se apela, que a menudo sucede un cortocircuito neuronal, cuando de pasadita nos toca escuchar a entrevistados y entrevistadores, a opinadores de oficio, o a cuanto ser que sobre este mundo desee arrimar agua a su molino.
Unas opiniones son más inverosímiles que otras, cuan más, pura literatura barata, pero dejan en el ambiente una extraña sensación a desvarío, a locura colectiva, a pérdida total y absoluta de una lucidez, que debería ser en estos precisos momentos el faro que nos oriente en medio de la incertidumbre y del caos nacional.
Todos en el país sufrimos en alguna medida esta suerte de "apagón permanente de luz" y de escasez de agua potable, que se ha convertido en los últimos meses en parte del folclore nacional, y nadie, por respeto a sí mismo debería buscar atenuantes, explicaciones y argumentos que obvien la absoluta y completa responsabilidad del gobierno actual que lleva más de una década en el supuesto ejercicio del poder.
Pero resulta que sí, que le han dado la vuelta a la tortilla y ahora resulta que son los gobiernos de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Rafael Caldera (primera y segunda parte), Carlos Andrés Pérez (I y II), Luis Herrera y Jaime Lusinchi, los flamantes culpables de lo que aquí no funciona (casi todo). Sencillamente ridículo. Hace un par de días escuché en un programa de una radio comunitaria, cómo los conductores del mismo se referían en términos peyorativos acerca de un oyente ("la tipa o el tipo ese") que osó discrepar de sus opiniones pro oficialistas.
Al parecer, el atrevido escucha les soltó en un mensaje de texto que la inseguridad es uno de los más importantes problemas del país (una verdad tan grande como el Salto Ángel), y se preguntó qué esta haciendo el gobierno al respecto.
Uno de los locutores (asumo que tiene licencia) dijo con la voz más lavada del mundo, que la delincuencia desaparecerá "por lógica" cuando se termine de implantar el régimen socialista, porque las personas al no tener un "iPod", un "BlackBerry", o unos zapatos Adidas (por aquello de la "igualdad por abajo"), nadie va a codiciar esos bienes y, por lo tanto, el ciudadano ya no tendrá que temer el ser asaltado o asesinado. ¡Patético!, pero tal como lo estoy contando.
Con esto de la escasez de agua, la "lógica chavista no hace muchos progresos ni concesiones. Un amigo le escuchó decir a un connotado profesor "rojito" (no sé de qué nivel educativo) que el agua escasea, no por culpa de la mala gestión del gobierno revolucionario, sino porque los ricos la utilizan para llenar las piscinas de sus mansiones y para lavar sus Hummer.
¿Qué tal? Es, definitivamente, un absurdo sobre otro absurdo.
Porque eso yo no lo llamo ceguera, ni torpeza ni estupidez, sino el resultado de un lavado cerebral que hace que las personas no razonen, no piensen, sino que repitan como loros aquello que sus brillantes "líderes" inventan a cada rato, para salirle al paso a este caos existencial en que se ha convertido nuestra vida, y que amenaza con hundirnos en la miseria y en el oprobio.
Transijo que la literatura es un arte que nos hace más grata y más llevadera la existencia, pero hacer de lo inverosímil y de la ficción herramientas para sustituir de cuajo las consecuencias de los errores políticos y, peor aún, para intentar convertir la dura realidad nuestra en un capítulo más de Alicia en el país de las maravillas, amén de improcedente (porque terminamos como El Quijote, desquiciados), constituye un fraude social, que tarde o temprano les va a reventar en las manos (se les va a revertir) con impredecibles resultados.
rigilo99@hotmail.com

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