Jesús Alexis González
La empatía, es la habilidad que posee un individuo de
inferir los pensamientos y sentimientos de otros, lo cual genera sentimientos
de simpatía, comprensión y ternura. De igual modo, reducir la pobreza, la desigualdad y la
exclusión es una finalidad por alcanzar a muy largo plazo; estadio donde esas personas en situación de
marginalidad y vulnerabilidad, no están en capacidad de “esperar” y requieren de inmediatas políticas de inclusión social.
Bajo esa premisa (suponemos) y aunado a un obvio
populismo electoral, a principios del 2000 el gobierno nacional estructuró una
política social con marcada orientación
hacia los estratos sociales más vulnerables, sustentada en las denominadas
Grandes Misiones y las Misiones; dándose inicio a una tendencia creciente en la
asignación de recursos destinados a los Programas Sociales, los cuales varían
desde $ 549 millones en 2003 hasta $ 4.316 millones en 2004, y a $ 63.000
millones en 2012; es decir, una variación del 686,2% en un año y de un 11.375,4%
en 9 años. Tal acción cuantitativa, como
lectura de sus necesidades, repercutió
en una conectividad entre el gobierno y los sectores populares (muy
especialmente con los pobres). En esa estrategia, fueron incorporando las
siguientes Grandes Misiones: Hijos
e Hijas de Venezuela; A Toda Vida Venezuela; Vivienda Venezuela; Saber y Trabajo;
y En Amor Mayor. A los mismos fines, implementaron las
siguientes Misiones: Educativas: Robinsón
I, y II; Sucre; Ribas y Alma Mater. De
Salud: Barrio Adentro I, II, III y IV; Sonrisa; Milagro; José Gregorio
Hernández y Niño Jesús. Alimentarias: Mercal
y Pdval. Otras Misiones: Agro
Venezuela; Guaicaipuro; Mi Casa Bien
Equipada; Identidad; Negra Hipólita; Niños y Niñas del Barrio y Madres del
Barrio.
Este total de 25 Misiones
(incluidas las 5 Grandes), están
integradas al denominado Gasto Social y son ejecutadas, en un porcentaje muy
alto (más del 40%), a través de entes descentralizados (Pdvsa y Fonden); razón por la cual dicho gasto no es
contabilizado en el Presupuesto Nacional. Según datos oficiales la inversión social
durante el período 1999-2011 representó un 60,7% de los ingresos fiscales; y
sostienen igualmente que las Misiones de Salud son utilizadas por más de 13 millones de personas (afirman
que en Barrio Adentro ha sido atendida un
48,6% de la población); las Misiones Alimentarias han atendido más de 6 millones de personas; y las
Misiones Educativas han beneficiado a más
de 2 millones de personas. (Aún
deflactadas tan optimista estimación
Oficial, no dejan de ser una cifra importante). Se estima, que en los
últimos 12 años el gobierno nacional recibió cerca de $ 700.000 millones; de
los cuales unos $ 105.000 millones fueron asignados al Fonden, y un aproximado
del 40% de ese monto ($42.000 millones) fueron
asignados a las Misiones. Por otro lado, en el Presupuesto Nacional para 2013 (396.406
millones de bolívares), el Sector Social representa un 38% del gasto total.
El espacio electoral que se avecina el venidero 14-A, ha
de condicionarse a un diálogo pedagógico en el marco de un Estado libre de las
“garras” del gobierno y del partidismo fundamentalista; en aras de la formulación precisa de puntos de encuentro con los
sectores populares, que genere en ellos una percepción de confianza
relacionada con la permanencia de su “dignidad
espiritual alcanzada”(al margen del poco logro material),
que les permitió encontrar sentido a sus vidas, y superar la postura “vergonzosa de ser pobre” con aparente
carencia de civilidad. Se hace obligante estimularlos hacia una convivencia
tanto ciudadana como político-partidista.
Los acontecimientos
de 1989, demostraron que en sólo 20 días
puede cambiar el rumbo de la historia; aunado a la realidad que la
población, que en más de un 50% vive en
Barrios, ha recibido durante los
últimos 14 años fuerte estímulo hacia el resentimiento
y la violencia.
* Economista.
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