Alejandro Pietri C.
Continúan los mensajes contradictorios de los políticos de oposición. En este caso, de los copeyanos.
Tras catorce años de instalación anticonstitucional de un régimen totalitario claramente identificado con el comunismo, y con reconocidos, proclamados y reafirmados nexos con el castrocomunismo, al cual no solamente ha aceptado obscenas intromisiones en asuntos internos del país, sino que ha llamado como tutor político y estratégico para el establecimiento estructural, funcional y constitucional de la unidad binacional, y en lo cual ha vaciado enormes cantidades de dinero del patrimonio nacional en beneficio del régimen insular, en perjuicio de la salud, la educación, la producción, el orden y toda la infraestructura energética y comunicacional de nuestro país, estos señores se transforman nuevamente en testigos, legitimadores y garantes de una nueva violación de la Constitución.
Por momentos pensé que se trataba de alguna estrategia y que en el instante preciso abandonarían el recinto. Pero.. como decían antes de aparecer los tratamientos modernos: ilusiones de tísico.
Tras catorce años de instalación anticonstitucional de un régimen totalitario claramente identificado con el comunismo, y con reconocidos, proclamados y reafirmados nexos con el castrocomunismo, al cual no solamente ha aceptado obscenas intromisiones en asuntos internos del país, sino que ha llamado como tutor político y estratégico para el establecimiento estructural, funcional y constitucional de la unidad binacional, y en lo cual ha vaciado enormes cantidades de dinero del patrimonio nacional en beneficio del régimen insular, en perjuicio de la salud, la educación, la producción, el orden y toda la infraestructura energética y comunicacional de nuestro país, estos señores se transforman nuevamente en testigos, legitimadores y garantes de una nueva violación de la Constitución.
Por momentos pensé que se trataba de alguna estrategia y que en el instante preciso abandonarían el recinto. Pero.. como decían antes de aparecer los tratamientos modernos: ilusiones de tísico.
Revisando la prensa de hoy
encuentro en El Universal, página 1-3 la siguiente declaración: “debemos
recordar que nos guste o no el TSJ que tenemos es una consecuencia
directa del ausentismo político y la abstención electoral del año 2005” y
luego agrega: “no abandonaremos los espacios de deliberación, ni de
representación del pueblo venezolano”
Es
lastimosa tal conducta, y es además desesperante, preocupante y
atosigante hasta el hartazgo. Es la demostración en actos y palabras de
la incapacidad de entender que la razón de ser de los políticos es la de
interpretar lo más adecuada y razonablemente posible los signos y
mensajes que la población envía, y así desempeñar, adheridos a la
realidad social y política y a los deseos y necesidades de la
ciudadanía, el cargo o actividad que intentan ejercer o desempeñar.
Y
digo hasta el hartazgo por que pensé que después de nueve años del RR y
ocho de la gran abstención, algo habían aprendido. No percibieron que
la abstención no fue un acto de irresponsabilidad cívica, sino un signo,
un mensaje de los ciudadanos que expresaban su rechazo por un sistema
electoral parcializado, prepotente y fraudulento; y que bien examinado
indicaría que los centros electorales vacíos, vacíos, totalmente vacíos,
fueron la consecuencia de una gran mayoría, la opositora, que, en
protesta, insisto, no asistió; demostrando con su enorme ausencia (más
del 70% según el CNE y del 83% según cálculos no gubernamentales) que
era mayoría y por tanto ganadora del RR que ellos, los políticos, (salvo
Ledezma esa noche) aceptaron en silencio haber perdido después de año y
medio de todo tipo de fraudes y abusos.
Tampoco
captaron que además del rechazo al CNE también lo fue a la misma
oposición por otro factor que jugó a favor del CNE: el silencio
opositor, repito, de la noche de RR.
Para
empeorar las cosas, el régimen ha permanecido en el poder nueve años
después del RR, ganando todas las numerosas elecciones efectuadas, menos
dos que de ningún provecho fueron para la ciudadanía democrática: los
presos políticos continuaron presos; muchos venezolanos perseguidos
escaparon al exilio, una juez encarcelada por cumplir con la ley; el
hampa acaba con la población; los boliburgueses se hacen inmensamente
ricos; el país se empobrece alarmantemente mientras regala miles de
millones de dólares para pagar adhesiones y mantener la dictadura
parásita de los Castro, y las reformas constitucionales procomunistas,
negadas, fueron aplicadas a troche y moche encaminando al país, y a una
ciudadanía presa de la incertidumbre y la decepción, hacia a una
dictadura castrocomunista con apoyo de un alto mando militar
desvergonzado y corrupto.
Pues
bien, con todo este panorama y el silencio desconcertante de una clase
política que no ha tenido el valor de reclamar un sistema electoral
justo que garantice la libertad de votar; que reorganice el REP, que
todos sabemos está viciado; que garantice la transparencia pública y
mediática de todo el proceso y que devuelva definitivamente al
electorado el escrutinio del cual fue despojado, y que es realizado
ahora por unas máquinas y unos programas de computación que sólo maneja,
a su real saber y entender, el CNE, es decir, el régimen.
Ahora,
ante tanta omisión, tanto error, tanta vacilación, tanta
desorganización y tanto desencuentro, deberemos enfrentar una elección
con el mismo CNE y el mismo proceso que ha garantizado durante diez
años, desde el RR, la permanencia de chávez en el poder y que, ahora,
deberá hacerlo nada más y nada menos, con quien por necesidad de
supervivencia robolucionaria, ha sido designado por las altas
autoridades del régimen parasitario castrocomunista para ocupar la
Presidencia del país que expolia.
Iremos a elecciones pronto. Nunca he querido tanto estar equivocado como en esta oportunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario