Antonio Sánchez García
Esta es, en rigor, la causa última de la crisis del socialismo democrático en América Latina: no haber sabido asumir con entereza y lucidez la defensa de la democracia social, distanciándose sin ambages de la tentación totalitaria que subyace a toda forma de socialismo revolucionario.
A la derrota de los socialdemócratas europeos, que se verá seguramente fortalecida por la salida del PSOE del gobierno en las próximas elecciones generales españolas, se suma la de las izquierdas en América Latina. La caída de la Concertación en Chile, tras veinte años de gobierno - antes que un fracaso de su gestión, posiblemente la más exitosa de coalición alguna no sólo en Chile sino en toda América Latina, un fracaso de los partidos de la izquierda chilena – anticipa una serie de fracasos electorales que pueden acabar con la hegemonía que ha mantenido la izquierda durante la primera década de este siglo en la región. La salida de los Kirchner, que han representado a la izquierda peronista, parece más que probable. El desprestigio del régimen anticipa el fortalecimiento de las alternativas opositoras que, aunque también ramificaciones del peronismo, representan opciones emergentes de centro o centro derecha, como las de Macri o De Narváez.
En Brasil, el PT del presidente Lula da Silva ha iniciado un fuerte embate para acortar las distancias que separan a su candidata presidencial Dilma Roussef de José Serra, candidato del partido del ex presidente Fernando Henrique Cardoso. Actual gobernador del estado de Sao Paulo, Serra representa, como Macri en Argentina, una visión centrista y modernizante más acorde con la que llevara a Sebastian Piñera al gobierno en Chile que a la del mismo Lula.
Todos estos cambios, si bien de índole estrictamente nacional, corresponden a tendencias emergentes del proceso de globalización comunes a todos los países de América Latina. El fracaso del castrochavismo y los graves desajustes políticos y sociales causados en los países bajo su dominio desde el triunfo de Hugo Chávez en Venezuela hace 11 años, han provocado un creciente rechazo a sus fórmulas de expansión y dominio. Fundamentalmente al populismo como forma de articulación política, a la disgregación nacional que provoca el ejercicio autocrático y violento de sus actuaciones de gobierno, la pretensión de liquidar derechos constitucionales logrados tras muchos años de esfuerzos y a las inevitables crisis económicas causadas por la ineficacia de sus gestiones públicas. Sólo parcialmente encubiertas por las desmesuradas inyecciones financieras del petro estado chavista.
De allí que sea posible suponer que el desgaste y el inevitable fracaso y eventual caída del castrochavismo, en primer lugar en Venezuela, pero también en mayor o menor medida en los otros países del ALBA, afecte la popularidad y consistencia del socialismo democrático latinoamericano, incapaz de articular una respuesta adecuada a la acción disolvente de la institucionalidad democrática y profundamente anarquizante de la virulenta acción de la llamada “revolución bolivariana” en la región.
El caso hondureño ha venido a precipitar este proceso. Dada la naturaleza ejemplarmente demostrativa de la crisis hondureña y el fracaso del socialismo democrático en articular una respuesta adecuada, la caída de Zelaya precipitó la conciencia de los inmensos peligros del expansionismo castrochavista y desenmascaró la complicidad expresa o encubierta de quienes debieran haber actuado con meridiana claridad en el sentido de impedir el desarrollo de esta crisis frenando las apetencias totalitarias del castrochavismo. El papel jugado por el gobierno brasileño en alimentar y fortalecer la crisis respaldando a Zelaya incluso con asesoría política y diplomática, demostró las dudosas conexiones del socialismo democrático con una revolución de profundas implicaciones totalitarias, como la propugnada por el teniente coronel Hugo Chávez con el pleno y absoluto respaldo de los Castro.
La inevitable caída de Hugo Chávez y su proyecto estratégico en Venezuela, un hecho perfectamente previsible, no podemos precisar ni cuándo ni cómo, pero sin lugar a dudas a más tardar en 2012, terminará por acarrear la debacle de este gran intento por dominar la región que Chávez pusiera en bandeja de plata de los Castro en el momento de su gran eclipse político y biológico. La debacle del castrochavismo dejará no sólo la ruindad y la devastación como única ganancia en todos los países sobre los que hasta hoy se ha enseñoreado, sino la crisis ideológica, política y moral de una izquierda democrática que no resistió la tentación de acoplarse a los intentos por revivir la ensoñación revolucionaria de los sesenta que trajera consigo. No sería en absoluto descabellado imaginar que la regenación de la socialdemocracia latinoamericana será producto, en gran medida, del triunfo del progresismo democrático en Venezuela, tal como lo fuera con la caída de Pérez Jiménez en 1858 y la influencia regeneradora de Acción Democrática y de su líder Rómulo Betancourt, alternativa inclaudicable al castrismo, al que derrotara en todos los frentes.
Esta es, en rigor, la causa última de la crisis del socialismo democrático en América Latina: no haber sabido asumir con entereza y lucidez la defensa de la democracia social, distanciándose sin ambages de la tentación totalitaria que subyace a toda forma de socialismo revolucionario. Queda en consecuencia una gran labor pendiente: hacerse a la tarea de construir por fin y consecuentemente una auténtica socialdemocracia latinoamericana
Libertad!
sábado, 27 de febrero de 2010
viernes, 26 de febrero de 2010
EL PRESIDENTE BETANCOURT Y LA OEA
Alberto Rodríguez Barrera
Rómulo abogó “para una coordinación de esfuerzos entre Estados Unidos y la América Latina, orientados hacia el logro de un entendimiento político firme entre ambas Américas y una cooperación encaminada a la eliminación progresiva de los déficits que en todas las áreas de la actividad social y cultural acusan los pueblos latinoamericanos”.
El 20 de febrero de 1963, Rómulo Betancourt habló por segunda vez en el recinto de la Organización de Estados Americanos (OEA). La primera fue en 1948, en días inmediatamente posteriores a la entrega que hizo del poder presidencial en Venezuela a don Rómulo Gallegos, cuando estaban muy recientes los días en que se realizó en Bogotá la IX Conferencia Interamericana, la cual dotó a la OEA lo que puede calificarse como su Carta Constitucional. Después de ello sobrevino la etapa sombría de la década de los 50, cuando uno detrás de otro fueron siendo sustituidos los gobiernos nacidos de comicios por regímenes de fuerza autoelectos.
Los principios normativos de la Carta de Bogotá fueron olvidados en nombre de la tesis suicida de que los gobiernos de facto proclamaban un anticomunismo en tono de do mayor. La década del 50 fue una mala hora desde el punto de vista de eficacia y vigencia del sistema interamericano, plasmado y concretado en la Carta de Bogotá. En esa Carta, que Betancourt contribuyó a articular como jefe de la delegación venezolana a la IX Conferencia del Sistema Regional, se estableció que sólo podían formar parte del sistema los gobiernos que hubieran resultado de consultas libremente realizadas, mediante el sufragio universal, secreto y directo del electorado. Esa tesis básica fue desechada mediante arbitrios inexcusables para reconocer y tolerar, y hasta apoyar, a gobiernos autolectos. No se discutió el temario referente al reconocimiento a gobiernos de facto, como tampoco se hizo en la Conferencia Interamericana realizada en Venezuela en 1953.
Aun para 1963 no existía una norma jurídica interamericana que obligase y comprometiese a todos los gobiernos del continente en lo relativo a reconocimiento o no de los gobiernos de facto. En esto, el gobierno de Betancourt tenía una posición muy definida y clara. Rómulo veía como incomprensible que se hubiese pospuesto por tantos años la celebración de la XI Conferencia Interamericana, y exigió que se realizase para discutir la actitud por asumir, por parte de los gobiernos de América, frente a las subversiones de izquierda y de derecha, comunistas o caudillistas. Sin embargo, consideró y manifestó que el Gobierno de Venezuela estaba prestándole un servicio a la democracia de América al sostener y practicar la tesis del no reconocimiento a los gobiernos de facto que sean producto del derrocamiento de regímenes nacidos de la libre expresión de los votos. Se trataba de una posición principista, seria y razonada.
La experiencia histórica demostraba que si los países de América Latina no habían podido tramontar sus dificultades económicas y sociales era porque en los más de ellos el asalto por la fuerza del poder había impedido la continuidad constructiva de los gobiernos representativos. Los gobiernos de fuerza, surgidos de la irrupción del hombre armado contra los gobiernos nacidos del voto, razonaba Betancourt, habían sido caldo de cultivo para la incubación de los movimientos de extrema izquierda comunista. Era una experiencia constante en América Latina que estos gobiernos centraban su persecución y su saña contra movimientos políticos auténticamente democráticos y liberales, y que adoptaban una actitud de tolerancia y aun de colaboración con los movimientos de extrema izquierda.
Arguyó Betancourt que el balance de la década de los 50 demostró que ahí donde gobernaron déspotas o dictadores supuestamente anticomunistas, se desarrollaron y proliferaron, al amparo de una simbiosis entre extrema izquierda y despotismo, los movimientos antiamericanos que tenían su norte y guía en las consignas enviadas desde Moscú. Rómulo planteó que la actitud deseada y anhelada por los pueblos americanos era negar el reconocimiento y establecer un cordón profiláctico en torno a los gobiernos golpistas, ya que tal actitud fortalecería a la comunidad interamericana.
Se refería Rómulo, ante el establecimiento de una cabecera de puente soviético en la Cuba comunista, que tal actitud condenatoria otorgaría mayor autoridad moral, mayor respaldo militante de nuestros pueblos, que estaban animados todos de una insobornable y profunda vocación de libertad para combatir el bajalato sovietizante de Cuba, “cuando hayan desaparecido del continente las viejas dictaduras personalistas y rapaces, que utilizan el poder para el enriquecimiento ilícito de hombres de presa y de camarillas que son consufructuarias de las ventajas ilícitas obtenibles del gobierno usurpado”. Para Rómulo la única fuente legítima del poder era el voto, donde se respetasen los derechos humanos, la pluralidad de partidos, la garantía de libertades fundamentales, políticas y civiles, del hombre y del ciudadano.
De la misma manera, el Presidente Betancourt confrontó la situación económica y social de América, donde coexistían Norteamérica y América Latina, conviviendo naciones de extraordinario desarrollo industrial y “una espléndida potencialidad económica, con 200 millones de hombres y mujeres, quienes forman lo que pudiéramos llamar la región proletaria, subdesarrollada y pobre del continente”. Afirmó que tal abismo no podía subsistir y abogó “para una coordinación de esfuerzos entre Estados Unidos y la América Latina, orientados hacia el logro de un entendimiento político firme entre ambas Américas y una cooperación encaminada a la eliminación progresiva de los déficits que en todas las áreas de la actividad social y cultural acusan los pueblos latinoamericanos”.
A la aplicación del programa “Alianza para el Progreso” le exigió la premisa básica de que los precios de las materias primas que los países de América Latina exportaban a Estados Unidos y a la Europa Occidental fuesen precios estabilizados y remunerativos, ajenos a “un don misericordioso, y más como un trabajo en equipo de estadounidenses y latinoamericanos para enfrentar y solucionar problemas que nos eran comunes”. Agregó Rómulo:
“Tengo fe en los destinos de esta organización regional, que con modestos esfuerzos contribuí a crear… en 1948. Pienso que las ideas realistas y justas tienen su propia dinámica, y se abren camino. Y como concepciones apreciadas en un determinado momento como heréticas, llegan a adquirir el sentido de ortodoxia. En 1948 sostuve y sostuvimos algunos latinoamericanos en la Conferencia de Bogotá criterios que en ese momento parecían delirantes, pero justificados por hechos históricos posteriores. Sostuvimos que la América Latina, si no se estabilizaban en ella las instituciones democráticas y si no se atendía su desarrollo económico y social, era un subcontinente expuesto a la infiltración soviética. Eso se dijo y se afirmó muchos años antes de que sucediera lo que ahora en Cuba sucede. En aquella época los ojos de Estados Unidos estaban vueltos hacia Europa y Asia. La América Latina era apenas un diseño desdibujado de los mapas geopolíticos… Pero no es cuestión ahora de hacer un recuento con intención negativa de los errores de ayer, sino de afirmar lo positivo que pueda hacerse hoy y mañana… Para esa lucha, el pueblo y el Gobierno de Venezuela han aportado y seguirán aportando su continuado y decidido esfuerzo… Estas ideas que he expuesto aquí tienen concordancia con las que expuse un día de abril de 1948, día que hablé en la sesión plenaria de la IX Conferencia Interamericana de Bogotá, con las que dije, por designación de mis colegas, en el acto de clausura de esa misma conferencia interamericana. Con las que pronuncié en este mismo recinto por invitación del Consejo Directivo de la OEA a fines del año 1948, entonces como ex Presidente de Venezuela. Fueron palabras ratificadas en diez años de exilio y luego instrumentadas, hasta donde ha sido posible dentro de un modesto y limitado radio de acción, como Presidente de los venezolanos… Estas ideas si no son todas aplicables tienen por lo menos la virtud de haber sido la expresión de un pensamiento consecuente, elaborado y sostenido con ánimo de acertar y con sincera y profunda vocación americanista”.
Rómulo abogó “para una coordinación de esfuerzos entre Estados Unidos y la América Latina, orientados hacia el logro de un entendimiento político firme entre ambas Américas y una cooperación encaminada a la eliminación progresiva de los déficits que en todas las áreas de la actividad social y cultural acusan los pueblos latinoamericanos”.
El 20 de febrero de 1963, Rómulo Betancourt habló por segunda vez en el recinto de la Organización de Estados Americanos (OEA). La primera fue en 1948, en días inmediatamente posteriores a la entrega que hizo del poder presidencial en Venezuela a don Rómulo Gallegos, cuando estaban muy recientes los días en que se realizó en Bogotá la IX Conferencia Interamericana, la cual dotó a la OEA lo que puede calificarse como su Carta Constitucional. Después de ello sobrevino la etapa sombría de la década de los 50, cuando uno detrás de otro fueron siendo sustituidos los gobiernos nacidos de comicios por regímenes de fuerza autoelectos.
Los principios normativos de la Carta de Bogotá fueron olvidados en nombre de la tesis suicida de que los gobiernos de facto proclamaban un anticomunismo en tono de do mayor. La década del 50 fue una mala hora desde el punto de vista de eficacia y vigencia del sistema interamericano, plasmado y concretado en la Carta de Bogotá. En esa Carta, que Betancourt contribuyó a articular como jefe de la delegación venezolana a la IX Conferencia del Sistema Regional, se estableció que sólo podían formar parte del sistema los gobiernos que hubieran resultado de consultas libremente realizadas, mediante el sufragio universal, secreto y directo del electorado. Esa tesis básica fue desechada mediante arbitrios inexcusables para reconocer y tolerar, y hasta apoyar, a gobiernos autolectos. No se discutió el temario referente al reconocimiento a gobiernos de facto, como tampoco se hizo en la Conferencia Interamericana realizada en Venezuela en 1953.
Aun para 1963 no existía una norma jurídica interamericana que obligase y comprometiese a todos los gobiernos del continente en lo relativo a reconocimiento o no de los gobiernos de facto. En esto, el gobierno de Betancourt tenía una posición muy definida y clara. Rómulo veía como incomprensible que se hubiese pospuesto por tantos años la celebración de la XI Conferencia Interamericana, y exigió que se realizase para discutir la actitud por asumir, por parte de los gobiernos de América, frente a las subversiones de izquierda y de derecha, comunistas o caudillistas. Sin embargo, consideró y manifestó que el Gobierno de Venezuela estaba prestándole un servicio a la democracia de América al sostener y practicar la tesis del no reconocimiento a los gobiernos de facto que sean producto del derrocamiento de regímenes nacidos de la libre expresión de los votos. Se trataba de una posición principista, seria y razonada.
La experiencia histórica demostraba que si los países de América Latina no habían podido tramontar sus dificultades económicas y sociales era porque en los más de ellos el asalto por la fuerza del poder había impedido la continuidad constructiva de los gobiernos representativos. Los gobiernos de fuerza, surgidos de la irrupción del hombre armado contra los gobiernos nacidos del voto, razonaba Betancourt, habían sido caldo de cultivo para la incubación de los movimientos de extrema izquierda comunista. Era una experiencia constante en América Latina que estos gobiernos centraban su persecución y su saña contra movimientos políticos auténticamente democráticos y liberales, y que adoptaban una actitud de tolerancia y aun de colaboración con los movimientos de extrema izquierda.
Arguyó Betancourt que el balance de la década de los 50 demostró que ahí donde gobernaron déspotas o dictadores supuestamente anticomunistas, se desarrollaron y proliferaron, al amparo de una simbiosis entre extrema izquierda y despotismo, los movimientos antiamericanos que tenían su norte y guía en las consignas enviadas desde Moscú. Rómulo planteó que la actitud deseada y anhelada por los pueblos americanos era negar el reconocimiento y establecer un cordón profiláctico en torno a los gobiernos golpistas, ya que tal actitud fortalecería a la comunidad interamericana.
Se refería Rómulo, ante el establecimiento de una cabecera de puente soviético en la Cuba comunista, que tal actitud condenatoria otorgaría mayor autoridad moral, mayor respaldo militante de nuestros pueblos, que estaban animados todos de una insobornable y profunda vocación de libertad para combatir el bajalato sovietizante de Cuba, “cuando hayan desaparecido del continente las viejas dictaduras personalistas y rapaces, que utilizan el poder para el enriquecimiento ilícito de hombres de presa y de camarillas que son consufructuarias de las ventajas ilícitas obtenibles del gobierno usurpado”. Para Rómulo la única fuente legítima del poder era el voto, donde se respetasen los derechos humanos, la pluralidad de partidos, la garantía de libertades fundamentales, políticas y civiles, del hombre y del ciudadano.
De la misma manera, el Presidente Betancourt confrontó la situación económica y social de América, donde coexistían Norteamérica y América Latina, conviviendo naciones de extraordinario desarrollo industrial y “una espléndida potencialidad económica, con 200 millones de hombres y mujeres, quienes forman lo que pudiéramos llamar la región proletaria, subdesarrollada y pobre del continente”. Afirmó que tal abismo no podía subsistir y abogó “para una coordinación de esfuerzos entre Estados Unidos y la América Latina, orientados hacia el logro de un entendimiento político firme entre ambas Américas y una cooperación encaminada a la eliminación progresiva de los déficits que en todas las áreas de la actividad social y cultural acusan los pueblos latinoamericanos”.
A la aplicación del programa “Alianza para el Progreso” le exigió la premisa básica de que los precios de las materias primas que los países de América Latina exportaban a Estados Unidos y a la Europa Occidental fuesen precios estabilizados y remunerativos, ajenos a “un don misericordioso, y más como un trabajo en equipo de estadounidenses y latinoamericanos para enfrentar y solucionar problemas que nos eran comunes”. Agregó Rómulo:
“Tengo fe en los destinos de esta organización regional, que con modestos esfuerzos contribuí a crear… en 1948. Pienso que las ideas realistas y justas tienen su propia dinámica, y se abren camino. Y como concepciones apreciadas en un determinado momento como heréticas, llegan a adquirir el sentido de ortodoxia. En 1948 sostuve y sostuvimos algunos latinoamericanos en la Conferencia de Bogotá criterios que en ese momento parecían delirantes, pero justificados por hechos históricos posteriores. Sostuvimos que la América Latina, si no se estabilizaban en ella las instituciones democráticas y si no se atendía su desarrollo económico y social, era un subcontinente expuesto a la infiltración soviética. Eso se dijo y se afirmó muchos años antes de que sucediera lo que ahora en Cuba sucede. En aquella época los ojos de Estados Unidos estaban vueltos hacia Europa y Asia. La América Latina era apenas un diseño desdibujado de los mapas geopolíticos… Pero no es cuestión ahora de hacer un recuento con intención negativa de los errores de ayer, sino de afirmar lo positivo que pueda hacerse hoy y mañana… Para esa lucha, el pueblo y el Gobierno de Venezuela han aportado y seguirán aportando su continuado y decidido esfuerzo… Estas ideas que he expuesto aquí tienen concordancia con las que expuse un día de abril de 1948, día que hablé en la sesión plenaria de la IX Conferencia Interamericana de Bogotá, con las que dije, por designación de mis colegas, en el acto de clausura de esa misma conferencia interamericana. Con las que pronuncié en este mismo recinto por invitación del Consejo Directivo de la OEA a fines del año 1948, entonces como ex Presidente de Venezuela. Fueron palabras ratificadas en diez años de exilio y luego instrumentadas, hasta donde ha sido posible dentro de un modesto y limitado radio de acción, como Presidente de los venezolanos… Estas ideas si no son todas aplicables tienen por lo menos la virtud de haber sido la expresión de un pensamiento consecuente, elaborado y sostenido con ánimo de acertar y con sincera y profunda vocación americanista”.
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El aporte de Chávez al desprestigio mundial del socialismo
Manuel Malaver
En otras palabras, que el socialismo en su despedida tardía, decadente y senecta no tuvo la suerte de morir en manos de figuras siniestras pero trágicas como, Fidel Castro o Eric Honecker, sino de un histrión tropical, caribeño y cantinflérico como Chávez.
No es que el socialismo alcanzara buena fama al final de una sola de las experiencias en que desastrosamente trató de aplicarse, pero negar que Chávez ha contribuido como nadie a su desprestigio, rechazo y abominación no sólo es injusto, sino imposible.
Y es que con Chávez nace el socialismo histriónico, circense y cantinflérico, estrictamente radial y televisivo, aquel cuyo jefe y caudillo echa, tanto mano a su vocación autoritaria y violenta, como a una tendencia incontrolable a dárselas de simpático y mostrar que a la hora de soltar un chiste malo, no hay quien le gane.
Claro que en ello lo ha ayudado el desarrollo de las tecnologías de la comunicación propias de la época (de las llamadas TIC), y en particular de la televisión, medio frente a cuyas cámaras y micrófonos Chávez se derrite y despliega unas indudables condiciones de showman que le han permitido hacer de sus 11 años de mandato, no el ejercicio de un gobierno, sino un tragicómico reality-show.
De ahí que, tan pronto se hizo con el poder, Chávez, inventó las cadenas, o mejor dicho, empezó a hacer un uso abusivo de ellas, ya que, permisadas en la constitución como una facultad excepcional de los presidentes para comunicarle al país situaciones de conmoción o de extremo peligro, el teniente coronel pasó a transformarlas en una rutina odiosa y de grave incidencia en el aumento de los trastornos psíquicos que hoy día asolan a un número creciente de venezolanos.
Porque, hay que ver lo que significa estarse preparando para ir al trabajo, digamos entre 6 o 7 de la mañana, y que irrumpa Chávez, sin aviso y sin protesto, en el comedor, el baño, la cocina o el medio de transporte, y que reaparezca a media mañana al salir de una reunión de junta o de ajustar un torno, o al mediodía en la arepera o restaurant donde abreviamos el hambre, y después a las 3 de la tarde en la oficina o la fábrica mientras celebramos alguna idea para mejorar un diseño o la elaboración de un producto, y al final de la noche, al disponeros a descansar y dormir, y, desde luego, cuando ya dormidos, Chávez nos rompe el sueño y grita: “Patria, socialismo o muerte”.
O sea, que todo un “Gran Hermano” que a lo mejor no sabe que Orwell existió y nos dejó “1984”, el “Big Brother is watching you” y “Rebelión en la Granja”, sino un hombre de fuerza tropical, simple y elemental, y apenas guiado por el instinto de mandar, dominar, aplastar, sobrepasar, arrasar y saturar hasta que el cuerpo aguante.
Pero, también, por sobre todo, un abuso, un crimen, una monstruosidad, una tropelía contra la salud, las noticias, la información, la cultura, los deportes, el entretenimiento, ejecutado, además, para dar versiones adulteradas o maquilladas de la historia, contar acontecimientos que jamás existieron, escamotear hechos como el colapso del comunismo y su abominación en el mundo, dar a conocer chambonadas como su amago de invadir a Honduras, insultar a gobiernos y presidentes que no comulgan con las neurosis que llama ideas, o proclamar barrabasadas como que Brasil, Rusia, China, India, y los países escandinavos son países socialistas, el capitalismo es el culpable del deterioro ambiental del planeta y que los Estados Unidos implementó un dispositivo atómico para desencadenar el terremoto de Haití.
Esa no es, sin embargo, la peor parte de la historia, sino que habiendo destruido a Venezuela durante los 11 años de su desgobierno, luego de arrasar con su infraestructura física y reducir a la nada sus servicios públicos, de colapsar la economía estatal y privada a extremos de admitir en diciembre pasado -en uno de sus raros momentos en que se cruzó con la verdad y la aceptó- que “el país importaba todo, o casi todo”, pues Chávez emplea sus cadenas para tratar de convencer a su teleaudiencia de lo contrario, de que Venezuela como nunca ha superado la pobreza, de que bulle en proyectos de construcción de todo tipo, que exportamos e inundamos a los mercados mundiales de mercancías y nos dirigimos en unos pocos años ha transformarnos en una potencia emergente y mundial.
O sea, que este showman puede perfectamente decir que es de día siendo noche, que llueve si luce un sol esplendente, que hay paz donde hay guerra, o que no dijo lo que dijo ayer o acaba de decir, y que todo es obra de conspiraciones de políticos y medios que oyen mal o malinterpretan sus palabras.
El mejor ejemplo, a este respecto, es lo que sucede con el colapso del sistema eléctrico nacional, problemática en cuya solución Venezuela era ejemplo en eventos del ramo desde hacia 80 años, pero que, desde que Chávez asumió la presidencia, entró en un franco declive, y fue dando muestras de inoperancia hasta finales del año pasado cuando se vio obligado a admitir que, algún día del primer semestre del año en curso, el país podía quedarse sin luz.
Y lo que sucedió fue que, atraído por la ilusión de restaurar la utopía socialista enterrada bajo los escombros del muro de Berlín desde diciembre de 1989, y convertirse él mismo en el artífice de su resurrección, pues Chávez pasó 10 años en semejante engañifa, repartió a diestra y siniestra los ingentes recursos provenientes del último ciclo alcista de los precios del crudo entre presuntos aliados y compinches, les ayudó reparar sus colapsados sistemas eléctricos hasta hacerlos eficientes en energía, pero que hoy, cuando el ineficiente es Chávez y ruega que le devuelvan algo de lo que hace unos años les regaló, responden que, a lo sumo, pueden vendérsela, pero eso si, a precios de mercado y, como se dice en criollo, “billete sobre billete”.
De todas maneras, el corolario de la historia no es ese, sino que habiendo pasado una década proclamando que Venezuela tenía la más grandes reservas de gas y petróleo del mundo, y por tanto, él, era el rey del petróleo porque podía cerrarle el oleoducto o el gasoducto a quien se atreviera a desafiarlo, pues el jeque tropical y caribeño terminó clamando por que le vendan energía, o, en el mejor de los casos, se la regalen “por el amor de Dios”.
Y lo está logrando, pero no de Cuba, Nicaragua, Ecuador o Bolivia, sino de una empresa, y del gobierno de dos países a los cuales, Chávez, les declaró recientemente la guerra: Colombia y los Estados Unidos.
Pero no es, por supuesto, la sensación que trasmite, ni la realidad que admite en las cadenas de radio y televisión que ahora son a todas horas y sin límite de tiempo, sino que dice, sin cansarse, que la crisis del sistema eléctrico nacional es obra del fenómeno del Niño (cuyos efectos, todos saben, son muy limitados en Venezuela), o consecuencia de unas extrañas conspiraciones del capitalismo y el imperialismo que y que tienen a oscuras a todo el planeta, menos a los países socialistas, o que están acaudillados por líderes revolucionarios como él.
Ah, y para demostrarlo constituye unos equipos de asesores presididos por un alto funcionario del país record mundial de apagones, Cuba, patria de una revolución socialista que hace 50 años comenzó la destrucción de su economía y de su sistema eléctrico, hasta dejarlo convertido en una tierra a oscuras que prácticamente sobrevive con las ayudas que le envía el teniente coronel bolivariano, como antes lo hacía la Unión Soviética.
O sea, que tribulaciones, ineficiencias, desconciertos y corruptelas que no existen en las cadenas de radio y televisión de Chávez, que son presentadas al revés o como una invención de sus enemigos, y que serían desconocidas en Venezuela y en el mundo sino fuera por que la sociedad democrática le ha impuesto al teniente coronel la existencia de espacios de libertad de expresión que, aunque ya están muy reducidos y tienden a ser liquidados, aun divulgan la verdadera realidad del país en que Chávez experimenta otro colosal fracaso del socialismo.
Y ello basta y sobra para que, en su intento de resucitarlo, Chávez sea el auténtico y definitivo enterrador del socialismo, el hombre que mejor contribuye hoy a su desprestigio y abominación, pues fracasar en la sombra y en silencio porque los comunicadores y los medios son enviados a las cárceles, el exilio y los cementerios, le da algunas alas a la mentira, pero ante cámaras y micrófonos y periódicos y revistas donde el fracaso es reseñado minuto a minuto, hora a hora y día a día, es su liquidación definitiva.
En otras palabras, que el socialismo en su despedida tardía, decadente y senecta no tuvo la suerte de morir en manos de figuras siniestras pero trágicas como, Fidel Castro o Eric Honecker, sino de un histrión tropical, caribeño y cantinflérico como Chávez.
En otras palabras, que el socialismo en su despedida tardía, decadente y senecta no tuvo la suerte de morir en manos de figuras siniestras pero trágicas como, Fidel Castro o Eric Honecker, sino de un histrión tropical, caribeño y cantinflérico como Chávez.
No es que el socialismo alcanzara buena fama al final de una sola de las experiencias en que desastrosamente trató de aplicarse, pero negar que Chávez ha contribuido como nadie a su desprestigio, rechazo y abominación no sólo es injusto, sino imposible.
Y es que con Chávez nace el socialismo histriónico, circense y cantinflérico, estrictamente radial y televisivo, aquel cuyo jefe y caudillo echa, tanto mano a su vocación autoritaria y violenta, como a una tendencia incontrolable a dárselas de simpático y mostrar que a la hora de soltar un chiste malo, no hay quien le gane.
Claro que en ello lo ha ayudado el desarrollo de las tecnologías de la comunicación propias de la época (de las llamadas TIC), y en particular de la televisión, medio frente a cuyas cámaras y micrófonos Chávez se derrite y despliega unas indudables condiciones de showman que le han permitido hacer de sus 11 años de mandato, no el ejercicio de un gobierno, sino un tragicómico reality-show.
De ahí que, tan pronto se hizo con el poder, Chávez, inventó las cadenas, o mejor dicho, empezó a hacer un uso abusivo de ellas, ya que, permisadas en la constitución como una facultad excepcional de los presidentes para comunicarle al país situaciones de conmoción o de extremo peligro, el teniente coronel pasó a transformarlas en una rutina odiosa y de grave incidencia en el aumento de los trastornos psíquicos que hoy día asolan a un número creciente de venezolanos.
Porque, hay que ver lo que significa estarse preparando para ir al trabajo, digamos entre 6 o 7 de la mañana, y que irrumpa Chávez, sin aviso y sin protesto, en el comedor, el baño, la cocina o el medio de transporte, y que reaparezca a media mañana al salir de una reunión de junta o de ajustar un torno, o al mediodía en la arepera o restaurant donde abreviamos el hambre, y después a las 3 de la tarde en la oficina o la fábrica mientras celebramos alguna idea para mejorar un diseño o la elaboración de un producto, y al final de la noche, al disponeros a descansar y dormir, y, desde luego, cuando ya dormidos, Chávez nos rompe el sueño y grita: “Patria, socialismo o muerte”.
O sea, que todo un “Gran Hermano” que a lo mejor no sabe que Orwell existió y nos dejó “1984”, el “Big Brother is watching you” y “Rebelión en la Granja”, sino un hombre de fuerza tropical, simple y elemental, y apenas guiado por el instinto de mandar, dominar, aplastar, sobrepasar, arrasar y saturar hasta que el cuerpo aguante.
Pero, también, por sobre todo, un abuso, un crimen, una monstruosidad, una tropelía contra la salud, las noticias, la información, la cultura, los deportes, el entretenimiento, ejecutado, además, para dar versiones adulteradas o maquilladas de la historia, contar acontecimientos que jamás existieron, escamotear hechos como el colapso del comunismo y su abominación en el mundo, dar a conocer chambonadas como su amago de invadir a Honduras, insultar a gobiernos y presidentes que no comulgan con las neurosis que llama ideas, o proclamar barrabasadas como que Brasil, Rusia, China, India, y los países escandinavos son países socialistas, el capitalismo es el culpable del deterioro ambiental del planeta y que los Estados Unidos implementó un dispositivo atómico para desencadenar el terremoto de Haití.
Esa no es, sin embargo, la peor parte de la historia, sino que habiendo destruido a Venezuela durante los 11 años de su desgobierno, luego de arrasar con su infraestructura física y reducir a la nada sus servicios públicos, de colapsar la economía estatal y privada a extremos de admitir en diciembre pasado -en uno de sus raros momentos en que se cruzó con la verdad y la aceptó- que “el país importaba todo, o casi todo”, pues Chávez emplea sus cadenas para tratar de convencer a su teleaudiencia de lo contrario, de que Venezuela como nunca ha superado la pobreza, de que bulle en proyectos de construcción de todo tipo, que exportamos e inundamos a los mercados mundiales de mercancías y nos dirigimos en unos pocos años ha transformarnos en una potencia emergente y mundial.
O sea, que este showman puede perfectamente decir que es de día siendo noche, que llueve si luce un sol esplendente, que hay paz donde hay guerra, o que no dijo lo que dijo ayer o acaba de decir, y que todo es obra de conspiraciones de políticos y medios que oyen mal o malinterpretan sus palabras.
El mejor ejemplo, a este respecto, es lo que sucede con el colapso del sistema eléctrico nacional, problemática en cuya solución Venezuela era ejemplo en eventos del ramo desde hacia 80 años, pero que, desde que Chávez asumió la presidencia, entró en un franco declive, y fue dando muestras de inoperancia hasta finales del año pasado cuando se vio obligado a admitir que, algún día del primer semestre del año en curso, el país podía quedarse sin luz.
Y lo que sucedió fue que, atraído por la ilusión de restaurar la utopía socialista enterrada bajo los escombros del muro de Berlín desde diciembre de 1989, y convertirse él mismo en el artífice de su resurrección, pues Chávez pasó 10 años en semejante engañifa, repartió a diestra y siniestra los ingentes recursos provenientes del último ciclo alcista de los precios del crudo entre presuntos aliados y compinches, les ayudó reparar sus colapsados sistemas eléctricos hasta hacerlos eficientes en energía, pero que hoy, cuando el ineficiente es Chávez y ruega que le devuelvan algo de lo que hace unos años les regaló, responden que, a lo sumo, pueden vendérsela, pero eso si, a precios de mercado y, como se dice en criollo, “billete sobre billete”.
De todas maneras, el corolario de la historia no es ese, sino que habiendo pasado una década proclamando que Venezuela tenía la más grandes reservas de gas y petróleo del mundo, y por tanto, él, era el rey del petróleo porque podía cerrarle el oleoducto o el gasoducto a quien se atreviera a desafiarlo, pues el jeque tropical y caribeño terminó clamando por que le vendan energía, o, en el mejor de los casos, se la regalen “por el amor de Dios”.
Y lo está logrando, pero no de Cuba, Nicaragua, Ecuador o Bolivia, sino de una empresa, y del gobierno de dos países a los cuales, Chávez, les declaró recientemente la guerra: Colombia y los Estados Unidos.
Pero no es, por supuesto, la sensación que trasmite, ni la realidad que admite en las cadenas de radio y televisión que ahora son a todas horas y sin límite de tiempo, sino que dice, sin cansarse, que la crisis del sistema eléctrico nacional es obra del fenómeno del Niño (cuyos efectos, todos saben, son muy limitados en Venezuela), o consecuencia de unas extrañas conspiraciones del capitalismo y el imperialismo que y que tienen a oscuras a todo el planeta, menos a los países socialistas, o que están acaudillados por líderes revolucionarios como él.
Ah, y para demostrarlo constituye unos equipos de asesores presididos por un alto funcionario del país record mundial de apagones, Cuba, patria de una revolución socialista que hace 50 años comenzó la destrucción de su economía y de su sistema eléctrico, hasta dejarlo convertido en una tierra a oscuras que prácticamente sobrevive con las ayudas que le envía el teniente coronel bolivariano, como antes lo hacía la Unión Soviética.
O sea, que tribulaciones, ineficiencias, desconciertos y corruptelas que no existen en las cadenas de radio y televisión de Chávez, que son presentadas al revés o como una invención de sus enemigos, y que serían desconocidas en Venezuela y en el mundo sino fuera por que la sociedad democrática le ha impuesto al teniente coronel la existencia de espacios de libertad de expresión que, aunque ya están muy reducidos y tienden a ser liquidados, aun divulgan la verdadera realidad del país en que Chávez experimenta otro colosal fracaso del socialismo.
Y ello basta y sobra para que, en su intento de resucitarlo, Chávez sea el auténtico y definitivo enterrador del socialismo, el hombre que mejor contribuye hoy a su desprestigio y abominación, pues fracasar en la sombra y en silencio porque los comunicadores y los medios son enviados a las cárceles, el exilio y los cementerios, le da algunas alas a la mentira, pero ante cámaras y micrófonos y periódicos y revistas donde el fracaso es reseñado minuto a minuto, hora a hora y día a día, es su liquidación definitiva.
En otras palabras, que el socialismo en su despedida tardía, decadente y senecta no tuvo la suerte de morir en manos de figuras siniestras pero trágicas como, Fidel Castro o Eric Honecker, sino de un histrión tropical, caribeño y cantinflérico como Chávez.
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Septiembre en el horizonte
Alberto Barrera Tyszka
No es fácil ser de oposición.
No es fácil asumirse como parte de una disidencia en pugna con un poder que descaradamente te descalifica, te amenaza, te excluye. Pero tampoco es fácil reconocerse como alguien de oposición si no existe una dirigencia capaz de superar sus pequeños intereses, capaz de representar la diversidad y de asumir el desafío de reinventarse.
Basta con asomarse al Gobierno para captar la dinámica de segregación que promueve este proceso.
Al referirse a las elecciones de 1998, Alber to Müller Rojas, jefe de campaña de Hugo Chávez, realizó hace años este drástico balance: “La campaña se ganó relativamente fácil. Se ganó más por la gran cantidad de errores políticos que cometieron sus adversarios que por la calidad de nuestra campaña electoral”.
Doce años después, de pronto, en la esquina de este miércoles, me pregunto si esa frase podría este año volver a tener sentido.
Obviamente, han pasado muchas cosas durante todo este tiempo. Entre otras, hemos visto cómo un gobierno traiciona la voluntad de cambio de la mayoría del país, secuestra el Estado y las instituciones, e inventa una “revolución” para constituirse en una nueva élite dominante que aspira a controlar de manera absoluta la sociedad. No estamos, además, ante una agenda oculta.
Todo este proyecto no sólo se publicó sino que tiene vocación de rating. Estamos ante un modelo autoritario que hace lo imposible por gozar de alta popularidad.
Para lograr este objetivo, una de las tareas iniciales del Gobierno fue bombardear y liquidar el sentido de alternancia en el país. Lentamente han impuesto una noción de tiempo diferente. Es, incluso, un proyecto retórico distinto. El país habla otro idioma, un idioma que tiene cada vez menos vocabulario civil, que ha desechado el diccionario de las variables democráticas.
El discurso heroico y militar, donde gotean persistentemente palabras como “revolución” o “comandante”, no hace sino crear otra idea del tiempo y de poder: el “no volverán” es fundamentalmente un “no nos iremos”. No son un gobierno.
Son una nueva clase social. El bolivarianismo, más que una ideología, es sobre todo un estatus, un privilegio.
Vaclav Havel, al referirse a este tipo de proyectos, ha hablado de las sociedades postotalitarias. Una de sus características, según señala el ex presidente checo, reside en las dificultades que construye el poder para ejercer cualquier tipo de disidencia. No se trata ya de la represión descarnada, de la violencia directa del Estado sobre los ciudadanos, sino un tipo de sometimiento más elaborado, igual de violento y brutal, pero menos evidente, adornado de legalidad, legitimado por mecanismos y procedimientos más sutiles, por una constante producción simbólica que terminan, incluso, siendo todavía más eficaces que la fuerza física.
Basta con asomarse al Gobierno para captar la dinámica de segregación que promueve este supuesto proceso revolucionario. La paranoia que vive y distribuye el poder con respecto a su propio entorno es una muestra perfecta del metabolismo que se expande por todos lados. Cualquiera puede ser excomulgado el próximo segundo. Cualquier puede quedarse sin trabajo, sin documentos, sin Estado, sin libertad de acción, sin palabras… Cualquiera es un pretraidor, un delincuente en potencia. Incluso los más devotos, en un instante pueden perder la gracia divina. La habilidad y la perversión del Gobierno bolivariano reside justo ahí: en no ser lo que es. En transformar la represión y la censura en un orden natural, en una serena normalidad.
A esto, por supuesto, hay que sumarle también las miserias de cierta élite que dirige o que aspirar dirigir la disidencia que existe en el país.
Sobran los ejemplos. Uno de ellos: lo ocurrido recientemente con Globovisión. Más allá de las declaraciones de los supuestos protagonistas del conflicto, lo verdaderamente importante es lo que no se ve, lo que no puede probarse. La mano invisible del Gobierno es tan salvaje como la mano invisible del mercado. En todo, termina habiendo entonces demasiados cómplices. Y las verdaderas víctimas siempre son las mismas: los usuarios, los trabajadores, el periodismo que necesita sobrevivir a un país que ha convertido la política en un género televisivo.
No es fácil ser de oposición.
No es fácil asumirse como parte de una disidencia en pugna con un poder que descaradamente te descalifica, te amenaza, te excluye. Pero tampoco es fácil reconocerse como alguien de oposición si no existe una dirigencia capaz de superar sus pequeños intereses, capaz de representar la diversidad y de asumir el desafío de reinventarse.
No es fácil pero, a pesar de todo esto, quienes no aceptamos el proyecto del poder y rechazamos a un Gobierno que pretende eternizarse, seguimos siendo, por lo menos, casi la mitad del país.
Seguimos siendo muchos, demasiados.
“Las elecciones se ganan más por omisión de la oposición que por acción del chavismo. De eso estoy convencido”, dijo Müller Rojas. Doce años después, y con septiembre en el horizonte, ¿volverá a perseguirnos esa frase?
abarrera60@gmail.com
No es fácil ser de oposición.
No es fácil asumirse como parte de una disidencia en pugna con un poder que descaradamente te descalifica, te amenaza, te excluye. Pero tampoco es fácil reconocerse como alguien de oposición si no existe una dirigencia capaz de superar sus pequeños intereses, capaz de representar la diversidad y de asumir el desafío de reinventarse.
Basta con asomarse al Gobierno para captar la dinámica de segregación que promueve este proceso.
Al referirse a las elecciones de 1998, Alber to Müller Rojas, jefe de campaña de Hugo Chávez, realizó hace años este drástico balance: “La campaña se ganó relativamente fácil. Se ganó más por la gran cantidad de errores políticos que cometieron sus adversarios que por la calidad de nuestra campaña electoral”.
Doce años después, de pronto, en la esquina de este miércoles, me pregunto si esa frase podría este año volver a tener sentido.
Obviamente, han pasado muchas cosas durante todo este tiempo. Entre otras, hemos visto cómo un gobierno traiciona la voluntad de cambio de la mayoría del país, secuestra el Estado y las instituciones, e inventa una “revolución” para constituirse en una nueva élite dominante que aspira a controlar de manera absoluta la sociedad. No estamos, además, ante una agenda oculta.
Todo este proyecto no sólo se publicó sino que tiene vocación de rating. Estamos ante un modelo autoritario que hace lo imposible por gozar de alta popularidad.
Para lograr este objetivo, una de las tareas iniciales del Gobierno fue bombardear y liquidar el sentido de alternancia en el país. Lentamente han impuesto una noción de tiempo diferente. Es, incluso, un proyecto retórico distinto. El país habla otro idioma, un idioma que tiene cada vez menos vocabulario civil, que ha desechado el diccionario de las variables democráticas.
El discurso heroico y militar, donde gotean persistentemente palabras como “revolución” o “comandante”, no hace sino crear otra idea del tiempo y de poder: el “no volverán” es fundamentalmente un “no nos iremos”. No son un gobierno.
Son una nueva clase social. El bolivarianismo, más que una ideología, es sobre todo un estatus, un privilegio.
Vaclav Havel, al referirse a este tipo de proyectos, ha hablado de las sociedades postotalitarias. Una de sus características, según señala el ex presidente checo, reside en las dificultades que construye el poder para ejercer cualquier tipo de disidencia. No se trata ya de la represión descarnada, de la violencia directa del Estado sobre los ciudadanos, sino un tipo de sometimiento más elaborado, igual de violento y brutal, pero menos evidente, adornado de legalidad, legitimado por mecanismos y procedimientos más sutiles, por una constante producción simbólica que terminan, incluso, siendo todavía más eficaces que la fuerza física.
Basta con asomarse al Gobierno para captar la dinámica de segregación que promueve este supuesto proceso revolucionario. La paranoia que vive y distribuye el poder con respecto a su propio entorno es una muestra perfecta del metabolismo que se expande por todos lados. Cualquiera puede ser excomulgado el próximo segundo. Cualquier puede quedarse sin trabajo, sin documentos, sin Estado, sin libertad de acción, sin palabras… Cualquiera es un pretraidor, un delincuente en potencia. Incluso los más devotos, en un instante pueden perder la gracia divina. La habilidad y la perversión del Gobierno bolivariano reside justo ahí: en no ser lo que es. En transformar la represión y la censura en un orden natural, en una serena normalidad.
A esto, por supuesto, hay que sumarle también las miserias de cierta élite que dirige o que aspirar dirigir la disidencia que existe en el país.
Sobran los ejemplos. Uno de ellos: lo ocurrido recientemente con Globovisión. Más allá de las declaraciones de los supuestos protagonistas del conflicto, lo verdaderamente importante es lo que no se ve, lo que no puede probarse. La mano invisible del Gobierno es tan salvaje como la mano invisible del mercado. En todo, termina habiendo entonces demasiados cómplices. Y las verdaderas víctimas siempre son las mismas: los usuarios, los trabajadores, el periodismo que necesita sobrevivir a un país que ha convertido la política en un género televisivo.
No es fácil ser de oposición.
No es fácil asumirse como parte de una disidencia en pugna con un poder que descaradamente te descalifica, te amenaza, te excluye. Pero tampoco es fácil reconocerse como alguien de oposición si no existe una dirigencia capaz de superar sus pequeños intereses, capaz de representar la diversidad y de asumir el desafío de reinventarse.
No es fácil pero, a pesar de todo esto, quienes no aceptamos el proyecto del poder y rechazamos a un Gobierno que pretende eternizarse, seguimos siendo, por lo menos, casi la mitad del país.
Seguimos siendo muchos, demasiados.
“Las elecciones se ganan más por omisión de la oposición que por acción del chavismo. De eso estoy convencido”, dijo Müller Rojas. Doce años después, y con septiembre en el horizonte, ¿volverá a perseguirnos esa frase?
abarrera60@gmail.com
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miércoles, 24 de febrero de 2010
Signos de Celso: La regeneración de los tejidos lacerados sobrevendrá...
Rafael Muci-Mendoza
Un alto grado de inflamación se percibe en el ambiente; la ciudadanía, los elevados valores del espíritu y la vida misma, carecen de valor. La sociedad echa mano de sus sobrados recursos morales y éticos. Causa rubor, indignación y rabia el reconocer cómo, ante un pueblo inexplicablemente manso y conformista, la administración de Chávez dilapidó un billón de dólares para exportar la bazofia de su revolucioncita, ahora escurriéndose por el sumidero de la historia. Las libertades públicas cercenadas ante impávidos viandantes que somos, el orgullo de ser venezolano pisoteado por cubiches, la medicina pública nostra reducida a piltrafa. Un tumor protuberante muestra ya la fluctuación del pus acumulado: un movimiento de onda se produce al deprimirlo con una mano, siendo que la otra percibe el momento. Claro indicio de que está listo para un seco golpe de bisturí. El escape de la saniosa secreción acumulada, brindará alivio al cuerpo enfermo de la República. El calor se siente en las calles, en las universidades y en los estadios de béisbol, por ignorante e inepto: "¡Tas ponchao bate quebrao!". Más intenso que el dolor producido por el que nos conduce, es aquel de la pérdida de la patria y con ella, del porvenir de nuestros hijos y nietos.
Aulus Cornelius Celso (25 a.C. - 50 d.C.) médico y enciclopedista romano escribió su "De re medica" en ocho libros, resumen de los conocimientos médico-quirúrgicos desde Hipócrates hasta su tiempo. Fue la primera obra médica antigua en ser impresa (Venecia 1478). En sus páginas se delinean en forma magistral los cuatro signos cardinales de la inflamación o cuadrilátero de Celso, familiares a todo estudiante de medicina: rubor, tumor, calor y dolor.
La regeneración de los tejidos lacerados sobrevendrá...
rafael@muci.com; rafaelmuci@gmail.com
http://www.eluniversal.com/2010/02/24/opi_art_signos-de-celso_1764513.shtml
Un alto grado de inflamación se percibe en el ambiente; la ciudadanía, los elevados valores del espíritu y la vida misma, carecen de valor. La sociedad echa mano de sus sobrados recursos morales y éticos. Causa rubor, indignación y rabia el reconocer cómo, ante un pueblo inexplicablemente manso y conformista, la administración de Chávez dilapidó un billón de dólares para exportar la bazofia de su revolucioncita, ahora escurriéndose por el sumidero de la historia. Las libertades públicas cercenadas ante impávidos viandantes que somos, el orgullo de ser venezolano pisoteado por cubiches, la medicina pública nostra reducida a piltrafa. Un tumor protuberante muestra ya la fluctuación del pus acumulado: un movimiento de onda se produce al deprimirlo con una mano, siendo que la otra percibe el momento. Claro indicio de que está listo para un seco golpe de bisturí. El escape de la saniosa secreción acumulada, brindará alivio al cuerpo enfermo de la República. El calor se siente en las calles, en las universidades y en los estadios de béisbol, por ignorante e inepto: "¡Tas ponchao bate quebrao!". Más intenso que el dolor producido por el que nos conduce, es aquel de la pérdida de la patria y con ella, del porvenir de nuestros hijos y nietos.
Aulus Cornelius Celso (25 a.C. - 50 d.C.) médico y enciclopedista romano escribió su "De re medica" en ocho libros, resumen de los conocimientos médico-quirúrgicos desde Hipócrates hasta su tiempo. Fue la primera obra médica antigua en ser impresa (Venecia 1478). En sus páginas se delinean en forma magistral los cuatro signos cardinales de la inflamación o cuadrilátero de Celso, familiares a todo estudiante de medicina: rubor, tumor, calor y dolor.
La regeneración de los tejidos lacerados sobrevendrá...
rafael@muci.com; rafaelmuci@gmail.com
http://www.eluniversal.com/2010/02/24/opi_art_signos-de-celso_1764513.shtml
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Peligrosa interacción entre remedios herbarios y medicamentos cardiovasculares
Los autores llaman a más concienciación y escrutinio científico,
especialmente entre pacientes ancianos
SCOTTSDALE, Arizona: Cada vez aumenta más la cantidad de gente en
Estados Unidos que se vuelca hacia los remedios herbarios para
controlar afecciones crónicas o favorecer la salud y bienestar
generales. Sin embargo, muchos suplementos herbarios actualmente
populares, entre ellos la hierba de San Juan o hipericina, el gingko
biloba y el jugo de ajo o hasta de toronja, pueden conllevar graves
riesgos para quienes toman medicamentos para enfermedades cardíacas,
indica una revisión publicada en la edición del 9 de febrero de 2010
de la revista del Colegio Americano de Cardiología. Los autores
señalan que el consumo de estos productos es preocupante, sobre todo
entre los ancianos, quienes normalmente presentan co-morbilidades,
toman varios medicamentos y ya están expuestos a más riesgo de
sangrado.
“Dado que estos productos herbarios parecen 'naturales', mucha gente
desarrolla un falso sentido de seguridad respecto a ellos”, comenta el
(http://www.mayoclinic.org/bio/10931121.html),
cardiólogo de Mayo Clinic en Arizona y autor experto del estudio.
Añade que, en Estados Unidos, más de 15 millones de personas informan
que consumen remedios herbarios o altas dosis de vitaminas. “Sin
embargo, lo 'natural' no siempre es seguro. Todo componente consumido
ejerce algún efecto sobre el organismo y, partiendo desde allí, ese es
precisamente el motivo por el que la gente toma estos productos”,
acota el médico.
Aparte de los efectos directos sobre la función orgánica de estos
productos herbarios, también puede haber interacción con los
medicamentos empleados para tratar enfermedades cardíacas, ya sea
disminuyendo su eficacia o aumentando su potencia, cosa que puede
derivar en un sangrado o en mayor riesgo de arritmias cardíacas
graves.
“Se puede ver el efecto de la interacción entre productos herbarios y
fármacos (que hasta puede ser mortal) en los análisis de la
coagulación sanguínea, enzimas hepáticas y, con ciertos medicamentos,
en el electrocardiograma”, explica el Dr. Jahangir.
Según el informe, una de las principales preocupaciones es que los
pacientes no avisan oportunamente que consumen productos herbarios y
los proveedores de atención médica talvez no siempre lo preguntan
tampoco. Además, debido al trato como alimentos de los productos
herbarios, éstos no están sujetos al mismo escrutinio y regulaciones
que los medicamentos normales.
“Cuando los pacientes no están satisfechos con la atención médica
actual, muchos se vuelcan hacia los productos herbarios bajo la
creencia de que dichos compuestos pueden ayudarlos a controlar
afecciones crónicas o mejorar su salud y evitar futuras enfermedades”,
añade el Dr. Jahangir. “En realidad, los pacientes están dispuestos a
gastar de su propio bolsillo casi lo mismo o más en remedios herbarios
que en la atención médica normal”.
Dos encuestas a nivel nacional realizadas en 1990 y 1997 descubrieron
que la cantidad de consultas a proveedores de atención complementaria
y alternativa aumentó de 427 millones a 629 millones, mientras que la
cantidad de consultas a médicos de atención primaria permaneció
básicamente igual.
Algunos ejemplos de productos herbarios y sus efectos adversos sobre
el control de enfermedades cardíacas son los siguientes:
La hierba de San Juan o hipericina, que normalmente se usa para tratar
la depresión, ansiedad y trastornos del sueño, entre otros problemas,
disminuye la eficacia de los medicamentos y contribuye así a la
recurrencia de arritmias, hipertensión o aumento en los niveles de
colesterol y riesgo de futuros problemas cardíacos.
La ginkgo biloba, que supuestamente mejora la circulación o agudiza la
mente, aumenta el riesgo de sangrado en quienes toman warfarina o
aspirina.
El ajo, que supuestamente favorece el sistema inmunológico y
generalmente se usa por sus propiedades para bajar el colesterol y
presión sanguínea, también puede aumentar el riesgo de sangrado entre
quienes toman warfarina.
La revisión actual, aparte de resaltar los productos herbarios de
mayor consumo y su posible interacción con los medicamentos
cardiovasculares, también delinea los pasos para que su consumo sea
más seguro y menos nocivo para quienes padecen enfermedades cardíacas.
“Estos productos herbarios se han utilizado durante siglos, mucho
antes de que existieran medicamentos cardiovasculares, y si bien
pueden ofrecer ventajas, también es necesario estudiarlos
científicamente para definir mejor su utilidad y, lo más importante,
identificar sus posibles daños al tomarlos conjuntamente con
medicamentos de beneficio comprobado para pacientes con enfermedades
cardiovasculares”, señala el Dr. Jahangir. “Pacientes, médicos,
farmacéuticos y otros proveedores de atención médica deben conocer los
posibles daños que estos productos herbarios pueden conllevar”.
Además de educar mejor al público sobre los riesgos de consumir
productos herbarios, tanto pacientes como médicos deben conversar
activamente sobre el consumo de productos de venta libre, sea
medicamentos, suplementos o remedios herbarios, conjuntamente con
medicamentos recetados.
El Dr. Jahangir también urge a la comunidad científica a comprometerse
a realizar estudios para analizar las afirmaciones de los fabricantes
y estudiar la repercusión de dichos compuestos sobre el control de
enfermedades cardíacas. El médico informa que no existe ningún
conflicto de intereses.
El Colegio Americano de Cardiología
El Colegio Americano de Cardiología guía el camino para ofrecer óptima
atención cardiovascular y prevenir enfermedades. Esta institución
conformada por 37.000 miembros es una sociedad médica sin fines de
lucro que otorga el reconocimiento de “Fellow del Colegio Americano de
Cardiología” a médicos que cumplen con sus estrictas calificaciones.
El Colegio Americano de Cardiología (ACC, por sus siglas en inglés) es
líder en la creación de políticas sobre salud, normas y pautas, además
de ardiente defensor de la investigación cardiovascular. El ACC
ofrece educación profesional y opera registros nacionales para medir y
mejorar la calidad de la atención médica. Para más información sobre
la asociación en la red electrónica, visite www.acc.org.
El Colegio Americano de Cardiología ofrece estos noticieros sobre
estudios clínicos publicados en la revista de su institución como un
servicio para médicos, medios de comunicación, público en general y
otras partes interesadas. No obstante, las declaraciones y opiniones
expresadas en dichos informes reflejan solo la visión de sus autores y
no representan la política oficial de la ACC, a menos que así se
indique expresamente.
Información sobre Mayo Clinic
Durante más de 100 años, millones de personas procedentes de todos los
ámbitos de la vida han encontrado respuesta en Mayo Clinic. Estos
mismos pacientes comentan que al marcharse de Mayo Clinic tienen la
tranquilidad de saber que fueron atendidos por expertos mundiales
destacados. Mayo Clinic es la primera y mayor práctica médica grupal
e integrada sin fines de lucro del mundo, donde se conforma un equipo
de especialistas para escuchar, entender y atender los problemas e
inquietudes de salud de cada paciente. Los integrantes del equipo
profesional se escogen entre más de 3.700 médicos y científicos, así
como 50.100 miembros del personal de apoyo que laboran en los recintos
médicos de Rochester en Minnesota, Jacksonville en Florida, así como
Scottsdale y Phoenix en Arizona. En conjunto, las tres instalaciones
de Mayo Clinic anualmente ofrecen tratamiento a más de medio millón de
personas. Para obtener los últimos comunicados de prensa de Mayo
Clinic, visite www.mayoclinic.org/news; o para informarse más sobre
investigaciones y educación, visite www.mayo.edu. MayoClinic.com
(www.mayoclinic.com) está también disponible como recurso informativo
sobre la salud.
Para entrevistas en español con los medios de comunicación, por favor
envíe un correo electrónico a newsbureau@mayo.edu
especialmente entre pacientes ancianos
SCOTTSDALE, Arizona: Cada vez aumenta más la cantidad de gente en
Estados Unidos que se vuelca hacia los remedios herbarios para
controlar afecciones crónicas o favorecer la salud y bienestar
generales. Sin embargo, muchos suplementos herbarios actualmente
populares, entre ellos la hierba de San Juan o hipericina, el gingko
biloba y el jugo de ajo o hasta de toronja, pueden conllevar graves
riesgos para quienes toman medicamentos para enfermedades cardíacas,
indica una revisión publicada en la edición del 9 de febrero de 2010
de la revista del Colegio Americano de Cardiología. Los autores
señalan que el consumo de estos productos es preocupante, sobre todo
entre los ancianos, quienes normalmente presentan co-morbilidades,
toman varios medicamentos y ya están expuestos a más riesgo de
sangrado.
“Dado que estos productos herbarios parecen 'naturales', mucha gente
desarrolla un falso sentido de seguridad respecto a ellos”, comenta el
cardiólogo de Mayo Clinic en Arizona y autor experto del estudio.
Añade que, en Estados Unidos, más de 15 millones de personas informan
que consumen remedios herbarios o altas dosis de vitaminas. “Sin
embargo, lo 'natural' no siempre es seguro. Todo componente consumido
ejerce algún efecto sobre el organismo y, partiendo desde allí, ese es
precisamente el motivo por el que la gente toma estos productos”,
acota el médico.
Aparte de los efectos directos sobre la función orgánica de estos
productos herbarios, también puede haber interacción con los
medicamentos empleados para tratar enfermedades cardíacas, ya sea
disminuyendo su eficacia o aumentando su potencia, cosa que puede
derivar en un sangrado o en mayor riesgo de arritmias cardíacas
graves.
“Se puede ver el efecto de la interacción entre productos herbarios y
fármacos (que hasta puede ser mortal) en los análisis de la
coagulación sanguínea, enzimas hepáticas y, con ciertos medicamentos,
en el electrocardiograma”, explica el Dr. Jahangir.
Según el informe, una de las principales preocupaciones es que los
pacientes no avisan oportunamente que consumen productos herbarios y
los proveedores de atención médica talvez no siempre lo preguntan
tampoco. Además, debido al trato como alimentos de los productos
herbarios, éstos no están sujetos al mismo escrutinio y regulaciones
que los medicamentos normales.
“Cuando los pacientes no están satisfechos con la atención médica
actual, muchos se vuelcan hacia los productos herbarios bajo la
creencia de que dichos compuestos pueden ayudarlos a controlar
afecciones crónicas o mejorar su salud y evitar futuras enfermedades”,
añade el Dr. Jahangir. “En realidad, los pacientes están dispuestos a
gastar de su propio bolsillo casi lo mismo o más en remedios herbarios
que en la atención médica normal”.
Dos encuestas a nivel nacional realizadas en 1990 y 1997 descubrieron
que la cantidad de consultas a proveedores de atención complementaria
y alternativa aumentó de 427 millones a 629 millones, mientras que la
cantidad de consultas a médicos de atención primaria permaneció
básicamente igual.
Algunos ejemplos de productos herbarios y sus efectos adversos sobre
el control de enfermedades cardíacas son los siguientes:
La hierba de San Juan o hipericina, que normalmente se usa para tratar
la depresión, ansiedad y trastornos del sueño, entre otros problemas,
disminuye la eficacia de los medicamentos y contribuye así a la
recurrencia de arritmias, hipertensión o aumento en los niveles de
colesterol y riesgo de futuros problemas cardíacos.
La ginkgo biloba, que supuestamente mejora la circulación o agudiza la
mente, aumenta el riesgo de sangrado en quienes toman warfarina o
aspirina.
El ajo, que supuestamente favorece el sistema inmunológico y
generalmente se usa por sus propiedades para bajar el colesterol y
presión sanguínea, también puede aumentar el riesgo de sangrado entre
quienes toman warfarina.
La revisión actual, aparte de resaltar los productos herbarios de
mayor consumo y su posible interacción con los medicamentos
cardiovasculares, también delinea los pasos para que su consumo sea
más seguro y menos nocivo para quienes padecen enfermedades cardíacas.
“Estos productos herbarios se han utilizado durante siglos, mucho
antes de que existieran medicamentos cardiovasculares, y si bien
pueden ofrecer ventajas, también es necesario estudiarlos
científicamente para definir mejor su utilidad y, lo más importante,
identificar sus posibles daños al tomarlos conjuntamente con
medicamentos de beneficio comprobado para pacientes con enfermedades
cardiovasculares”, señala el Dr. Jahangir. “Pacientes, médicos,
farmacéuticos y otros proveedores de atención médica deben conocer los
posibles daños que estos productos herbarios pueden conllevar”.
Además de educar mejor al público sobre los riesgos de consumir
productos herbarios, tanto pacientes como médicos deben conversar
activamente sobre el consumo de productos de venta libre, sea
medicamentos, suplementos o remedios herbarios, conjuntamente con
medicamentos recetados.
El Dr. Jahangir también urge a la comunidad científica a comprometerse
a realizar estudios para analizar las afirmaciones de los fabricantes
y estudiar la repercusión de dichos compuestos sobre el control de
enfermedades cardíacas. El médico informa que no existe ningún
conflicto de intereses.
El Colegio Americano de Cardiología
El Colegio Americano de Cardiología guía el camino para ofrecer óptima
atención cardiovascular y prevenir enfermedades. Esta institución
conformada por 37.000 miembros es una sociedad médica sin fines de
lucro que otorga el reconocimiento de “Fellow del Colegio Americano de
Cardiología” a médicos que cumplen con sus estrictas calificaciones.
El Colegio Americano de Cardiología (ACC, por sus siglas en inglés) es
líder en la creación de políticas sobre salud, normas y pautas, además
de ardiente defensor de la investigación cardiovascular. El ACC
ofrece educación profesional y opera registros nacionales para medir y
mejorar la calidad de la atención médica. Para más información sobre
la asociación en la red electrónica, visite www.acc.org.
El Colegio Americano de Cardiología ofrece estos noticieros sobre
estudios clínicos publicados en la revista de su institución como un
servicio para médicos, medios de comunicación, público en general y
otras partes interesadas. No obstante, las declaraciones y opiniones
expresadas en dichos informes reflejan solo la visión de sus autores y
no representan la política oficial de la ACC, a menos que así se
indique expresamente.
Información sobre Mayo Clinic
Durante más de 100 años, millones de personas procedentes de todos los
ámbitos de la vida han encontrado respuesta en Mayo Clinic. Estos
mismos pacientes comentan que al marcharse de Mayo Clinic tienen la
tranquilidad de saber que fueron atendidos por expertos mundiales
destacados. Mayo Clinic es la primera y mayor práctica médica grupal
e integrada sin fines de lucro del mundo, donde se conforma un equipo
de especialistas para escuchar, entender y atender los problemas e
inquietudes de salud de cada paciente. Los integrantes del equipo
profesional se escogen entre más de 3.700 médicos y científicos, así
como 50.100 miembros del personal de apoyo que laboran en los recintos
médicos de Rochester en Minnesota, Jacksonville en Florida, así como
Scottsdale y Phoenix en Arizona. En conjunto, las tres instalaciones
de Mayo Clinic anualmente ofrecen tratamiento a más de medio millón de
personas. Para obtener los últimos comunicados de prensa de Mayo
Clinic, visite www.mayoclinic.org/news; o para informarse más sobre
investigaciones y educación, visite www.mayo.edu. MayoClinic.com
(www.mayoclinic.com) está también disponible como recurso informativo
sobre la salud.
Para entrevistas en español con los medios de comunicación, por favor
envíe un correo electrónico a newsbureau@mayo.edu
martes, 23 de febrero de 2010
Eliminada la diabetes mediante cirugía metabólica
ZARAGOZA, 18 (EUROPA PRESS) Hospital Quirón Zaragoza ha llevado a cabo con éxito el pasado martes, 16 de febrero, una cirugía metabólica a un paciente para eliminar la diabetes. Esta revolucionaria intervención, que supone un importante avance para todas las personas que padecen esta enfermedad, ha sido realizada por el Jefe de Servicio de la Unidad de Cirugía Laparoscópica Avanzada de Quirón Zaragoza, Jorge Solano.
El paciente, un varón zaragozano de 44 años, ha dejado de tratarse y medicarse para su diabetes. La intervención por laparoscopia a la que fue sometido, y que duró 50 minutos, ha facilitado la rápida recuperación y minimizado las molestias del paciente, según han informado desde Quirón Zaragoza.
La cirugía ha consistido en realizar un cortocircuito entre el duodeno y la parte superior del intestino delgado reduciendo, así, el tiempo en el que el cuerpo absorbe las calorías de la comida. El duodeno es el primer segmento del intestino delgado y en la operación se ha conseguido que la comida no pase por él y por las inmediaciones del páncreas.
El doctor Solano ha explicado que, "en el duodeno está el origen de la señal metabólica que causa la resistencia a la insulina. Esta señal está posiblemente exagerada o mal sincronizada en los pacientes diabéticos, impidiendo la regulación correcta de los niveles de insulina y de glucosa en la sangre".
Además, con esta cirugía también se ha conseguido eliminar en el paciente su hipercolesterolemia (colesterol), reducir la obesidad y la hipertensión arterial.
La intervención metabólica para eliminar la diabetes, sólo está indicada en pacientes, como el intervenido, con las siguientes características: personas con diabetes tipo 2 --90 por ciento de las diabetes-- mal controlada, que requieren mucha insulina o están a punto de necesitarla, con una edad comprendida entre los 18 y 60 años, con existencia de reserva pancreática y con una diabetes de menos de 10 años de evolución.
DIABETES
La diabetes es un desorden del metabolismo, el proceso que convierte el alimento que ingerimos en energía. La insulina es el factor más importante en este proceso. Durante la digestión se descomponen los alimentos para crear glucosa, la mayor fuente de combustible para el cuerpo. Esta glucosa pasa a la sangre, donde la insulina le permite entrar en las células.
Hay dos tipos principales de diabetes. La tipo 1, dependiente de la insulina, a veces se le llama diabetes juvenil, porque normalmente comienza durante la infancia, aunque también puede ocurrir en adultos. Como el cuerpo no produce insulina, estas personas deben inyectarse insulina para poder vivir. Menos del 10 por ciento de los afectados por la diabetes padecen el tipo 1.
En la tipo 2, que surge en adultos, el cuerpo sí produce insulina, pero, o bien no produce suficiente, o no puede aprovechar la que produce, por lo que la insulina no puede escoltar a la glucosa al interior de las células.
Frente a la diabetes tipo 1, que aparece con unos síntomas marcados y necesita insulina desde el inicio, la diabetes de tipo 2 afecta al 90 por ciento de los diabéticos y está más asociada a los antecedentes familiares y a los hábitos de vida occidentales.
Según el doctor Jorge Solano, "la diabetes es una enfermedad con gran componente gastrointestinal, derivada de problemas con las hormonas gastrointestinales que influyen en la producción y acción de insulina, por eso puede tratarse con la cirugía metabólica".
El paciente, un varón zaragozano de 44 años, ha dejado de tratarse y medicarse para su diabetes. La intervención por laparoscopia a la que fue sometido, y que duró 50 minutos, ha facilitado la rápida recuperación y minimizado las molestias del paciente, según han informado desde Quirón Zaragoza.
La cirugía ha consistido en realizar un cortocircuito entre el duodeno y la parte superior del intestino delgado reduciendo, así, el tiempo en el que el cuerpo absorbe las calorías de la comida. El duodeno es el primer segmento del intestino delgado y en la operación se ha conseguido que la comida no pase por él y por las inmediaciones del páncreas.
El doctor Solano ha explicado que, "en el duodeno está el origen de la señal metabólica que causa la resistencia a la insulina. Esta señal está posiblemente exagerada o mal sincronizada en los pacientes diabéticos, impidiendo la regulación correcta de los niveles de insulina y de glucosa en la sangre".
Además, con esta cirugía también se ha conseguido eliminar en el paciente su hipercolesterolemia (colesterol), reducir la obesidad y la hipertensión arterial.
La intervención metabólica para eliminar la diabetes, sólo está indicada en pacientes, como el intervenido, con las siguientes características: personas con diabetes tipo 2 --90 por ciento de las diabetes-- mal controlada, que requieren mucha insulina o están a punto de necesitarla, con una edad comprendida entre los 18 y 60 años, con existencia de reserva pancreática y con una diabetes de menos de 10 años de evolución.
DIABETES
La diabetes es un desorden del metabolismo, el proceso que convierte el alimento que ingerimos en energía. La insulina es el factor más importante en este proceso. Durante la digestión se descomponen los alimentos para crear glucosa, la mayor fuente de combustible para el cuerpo. Esta glucosa pasa a la sangre, donde la insulina le permite entrar en las células.
Hay dos tipos principales de diabetes. La tipo 1, dependiente de la insulina, a veces se le llama diabetes juvenil, porque normalmente comienza durante la infancia, aunque también puede ocurrir en adultos. Como el cuerpo no produce insulina, estas personas deben inyectarse insulina para poder vivir. Menos del 10 por ciento de los afectados por la diabetes padecen el tipo 1.
En la tipo 2, que surge en adultos, el cuerpo sí produce insulina, pero, o bien no produce suficiente, o no puede aprovechar la que produce, por lo que la insulina no puede escoltar a la glucosa al interior de las células.
Frente a la diabetes tipo 1, que aparece con unos síntomas marcados y necesita insulina desde el inicio, la diabetes de tipo 2 afecta al 90 por ciento de los diabéticos y está más asociada a los antecedentes familiares y a los hábitos de vida occidentales.
Según el doctor Jorge Solano, "la diabetes es una enfermedad con gran componente gastrointestinal, derivada de problemas con las hormonas gastrointestinales que influyen en la producción y acción de insulina, por eso puede tratarse con la cirugía metabólica".
Crisis con “C” de Chávez
Juan Fernández
La distribución de alimentos es un objetivo del gobierno, no tan solo para el control de la población, sino como otro negocio enlodado con dosis de corrupción para que tanto cubanos como algunos personajes cercanos al gobierno se enriquezcan con el patrimonio público.
((No más presos políticos ni exiliados)
El presidente Chávez hace referencia sobre un panfleto escrito por el Sr. Ramonet y se explaya a comentar sobre la crisis, dando etiquetas a la crisis tales como; económica, social, seguridad, financiera, educativa, principios y valores. Adicionalmente en su programa explicando la inauguración de unas plantas de generación eléctrica en Mérida, olvidando un principio fundamental de la economía, llamado “economías de escala”. Imaginemos por un momento que la solución eléctrica fuese la siembra de plantas tipo Mérida en todo el país, además de lo inoperante, el consumo de diesel se disparara y tal como ya sabe el mercado internacional, Venezuela se ha convertido en importador de productos, dada la pésima operación de las refinerías en el país, ese intento de llenar de plantas eléctricas es un absurdo y solo representa un negocio con visos de corrupción. Realmente lo insólito es -quizás como el auto engaño que es habitual por parte del Sr. Chávez- pensar como si todos fuésemos ignorantes, despistados o simplemente como si no viviésemos en Venezuela. La Crisis en Venezuela, tiene un responsable máximo con nombre y apellido; Hugo R. Chávez, y Crisis se escribe con la “C” de su apellido.
No obstante lo anterior, lo más grave es la crisis de identidad a la cual el Presidente viene sometiendo al país a un proceso continuo y constante de pérdida de independencia y soberanía. Este 2010 recordamos como hace doscientos años, un grupo de ciudadanos inicio la independencia de España, fecha que está a la vuelta de la esquina, el próximo 19 de Abril.
Los ciudadanos tendremos que buscar nuestra independencia nuevamente, pues es notorio y evidente como el Presidente Chávez está falto de criterio y manipulado por Fidel Castro y los fidelistas, impone al país a una serie de políticas obsoletas y equivocadas. Una buena definición seria llamarle la invasión silenciosa, llegando prácticamente a todos los estamentos del gobierno desde las oficinas públicas hasta la institución armada, aspectos claves como los registros, la distribución y compra de alimentos, la fuerza armada nacional, la seguridad e inteligencia y hasta las cedulas y pasaportes de los ciudadanos esta manejado por la tropa de invasión fidelista.
Por supuesto esta invasión está ligada cada día mas de la dependencia a la cual nos quiere arrastrar el Presidente, no pierde oportunidad para indicar como los convenios Cuba-Venezuela funcionan, pisoteando la dignidad profesional de los venezolanos. Evidentemente el saldo favorable tanto económico como político hasta ahora siempre se lo han llevado los cubanos, a cambio del atornillamiento en el poder del Presidente Chávez.
Otro síntoma de la perdida de independencia es el mantenimiento de la pobreza, cada día menos en nuestro país es posible la actividad económica emprendedora, la creación de riqueza y su justa distribución. La distribución de alimentos es un objetivo del gobierno, no tan solo para el control de la población, sino como otro negocio enlodado con dosis de corrupción para que tanto cubanos como algunos personajes cercanos al gobierno se enriquezcan con el patrimonio público.
Venezuela, siendo un país petrolero sigue teniendo una alta dependencia de sus ingresos, no ha sido capaz el gobierno de la supuesta revolución bolivariana en más de una década, lograr convertirnos en un país proveedor de energías, así diversificar y crear riqueza para todos los ciudadanos, con fuentes de ingresos alternas, somos un país dependiente de todo. La ironía es que alrededor del 100% de los ingresos de divisas provienen del IMPERIO a la par que con la política comercial de PDVSA estamos perdiendo nuestro mercado natural y entregándosele a otros.
Como consecuencia de lo anterior, tal y como los Venezolanos rescatamos símbolos como la Bandera, sería importante que este 19 de Abril también lo considerásemos rescatar para la gente y no sea robado nuevamente por un gobierno totalitario que nos ha quitado la independencia y soberanía que como demócratas tenemos derecho, como ciudadanos y así evitar la pretensión de continuar sancochando a todos.
La distribución de alimentos es un objetivo del gobierno, no tan solo para el control de la población, sino como otro negocio enlodado con dosis de corrupción para que tanto cubanos como algunos personajes cercanos al gobierno se enriquezcan con el patrimonio público.
((No más presos políticos ni exiliados)
El presidente Chávez hace referencia sobre un panfleto escrito por el Sr. Ramonet y se explaya a comentar sobre la crisis, dando etiquetas a la crisis tales como; económica, social, seguridad, financiera, educativa, principios y valores. Adicionalmente en su programa explicando la inauguración de unas plantas de generación eléctrica en Mérida, olvidando un principio fundamental de la economía, llamado “economías de escala”. Imaginemos por un momento que la solución eléctrica fuese la siembra de plantas tipo Mérida en todo el país, además de lo inoperante, el consumo de diesel se disparara y tal como ya sabe el mercado internacional, Venezuela se ha convertido en importador de productos, dada la pésima operación de las refinerías en el país, ese intento de llenar de plantas eléctricas es un absurdo y solo representa un negocio con visos de corrupción. Realmente lo insólito es -quizás como el auto engaño que es habitual por parte del Sr. Chávez- pensar como si todos fuésemos ignorantes, despistados o simplemente como si no viviésemos en Venezuela. La Crisis en Venezuela, tiene un responsable máximo con nombre y apellido; Hugo R. Chávez, y Crisis se escribe con la “C” de su apellido.
No obstante lo anterior, lo más grave es la crisis de identidad a la cual el Presidente viene sometiendo al país a un proceso continuo y constante de pérdida de independencia y soberanía. Este 2010 recordamos como hace doscientos años, un grupo de ciudadanos inicio la independencia de España, fecha que está a la vuelta de la esquina, el próximo 19 de Abril.
Los ciudadanos tendremos que buscar nuestra independencia nuevamente, pues es notorio y evidente como el Presidente Chávez está falto de criterio y manipulado por Fidel Castro y los fidelistas, impone al país a una serie de políticas obsoletas y equivocadas. Una buena definición seria llamarle la invasión silenciosa, llegando prácticamente a todos los estamentos del gobierno desde las oficinas públicas hasta la institución armada, aspectos claves como los registros, la distribución y compra de alimentos, la fuerza armada nacional, la seguridad e inteligencia y hasta las cedulas y pasaportes de los ciudadanos esta manejado por la tropa de invasión fidelista.
Por supuesto esta invasión está ligada cada día mas de la dependencia a la cual nos quiere arrastrar el Presidente, no pierde oportunidad para indicar como los convenios Cuba-Venezuela funcionan, pisoteando la dignidad profesional de los venezolanos. Evidentemente el saldo favorable tanto económico como político hasta ahora siempre se lo han llevado los cubanos, a cambio del atornillamiento en el poder del Presidente Chávez.
Otro síntoma de la perdida de independencia es el mantenimiento de la pobreza, cada día menos en nuestro país es posible la actividad económica emprendedora, la creación de riqueza y su justa distribución. La distribución de alimentos es un objetivo del gobierno, no tan solo para el control de la población, sino como otro negocio enlodado con dosis de corrupción para que tanto cubanos como algunos personajes cercanos al gobierno se enriquezcan con el patrimonio público.
Venezuela, siendo un país petrolero sigue teniendo una alta dependencia de sus ingresos, no ha sido capaz el gobierno de la supuesta revolución bolivariana en más de una década, lograr convertirnos en un país proveedor de energías, así diversificar y crear riqueza para todos los ciudadanos, con fuentes de ingresos alternas, somos un país dependiente de todo. La ironía es que alrededor del 100% de los ingresos de divisas provienen del IMPERIO a la par que con la política comercial de PDVSA estamos perdiendo nuestro mercado natural y entregándosele a otros.
Como consecuencia de lo anterior, tal y como los Venezolanos rescatamos símbolos como la Bandera, sería importante que este 19 de Abril también lo considerásemos rescatar para la gente y no sea robado nuevamente por un gobierno totalitario que nos ha quitado la independencia y soberanía que como demócratas tenemos derecho, como ciudadanos y así evitar la pretensión de continuar sancochando a todos.
lunes, 22 de febrero de 2010
ARAR EN EL MAR: LA PELICULA DEL BICENTENARIO
POBLACIONES BOLIVARIANAS REVIVIRAN LA HISTORIA DEL LIBERTADOR
El anuncio de la filmación de la Película “Arar en el Mar” que reviviera la tragedia que vivió el Libertador Simón Bolívar en sus últimos 351 días de vida, ha despertado en las poblaciones colombianas por donde pasó en aquel viaje, un gran interés y deseos de que dentro de la obra cinematográfica, quede el recuerdo de aquellas poblaciones, hoy ciudades, que no dudaron en atenderlo y ofrecerle lo mejor de sus atenciones.
Refleja el episodio del atentado de Bogotá en 1828; continúa con su triste viaje en Guaduas, Mariquita, Honda donde inicia el descenso por el Río Magdalena – allí rememora capítulos del pasado – hasta llegar a Santa Marta, donde en 1830 fallece abatido y consumido por el dolor originado por las desilusiones y las traiciones de quienes fueron incapaces de interpretar su grandeza humana. Sus últimos días, su testamento, su última proclama, sus conversaciones con el doctor Reverend y su anfitrión Joaquín de Mier, la administración de los sacramentos de la confesión y comunión y su muerte certificada por el galeno francés, se recrean con fidelidad histórica en una dramática sinfonía.
El argumento de la misma está basado en la obra del escritor colombiano, Alberto Hinestroza Llanos, quien en el libro “Los últimos 351 días del Libertador”, refleja el calvario que vivió en esos días y permite conocer intimidades históricas, nunca antes presentadas en la bibliografía bolivariana.
Rafael Mateo Tarí promueve este ambicioso proyecto. En el ámbito internacional se le reconoce como un veterano hombre de cine que con gran capacidad creativa que ha transitado por las diferentes ramas como guionista, productor, distribuidos y exhibidor de cine. Es Licenciado en Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y Abogado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (España), desde 1953, y ocupó el cargo de Presidente de la Asociación de Empresarios Cinematográficos de España y Vicepresidente de la Europea. Actualmente preside la Sociedad Bolivariana de Europa.
Boletín de Prensa: Fundación Periodistas Bolivarianos de América
Leonor Manrique Castro
Secretaria de Prensa
El anuncio de la filmación de la Película “Arar en el Mar” que reviviera la tragedia que vivió el Libertador Simón Bolívar en sus últimos 351 días de vida, ha despertado en las poblaciones colombianas por donde pasó en aquel viaje, un gran interés y deseos de que dentro de la obra cinematográfica, quede el recuerdo de aquellas poblaciones, hoy ciudades, que no dudaron en atenderlo y ofrecerle lo mejor de sus atenciones.
Refleja el episodio del atentado de Bogotá en 1828; continúa con su triste viaje en Guaduas, Mariquita, Honda donde inicia el descenso por el Río Magdalena – allí rememora capítulos del pasado – hasta llegar a Santa Marta, donde en 1830 fallece abatido y consumido por el dolor originado por las desilusiones y las traiciones de quienes fueron incapaces de interpretar su grandeza humana. Sus últimos días, su testamento, su última proclama, sus conversaciones con el doctor Reverend y su anfitrión Joaquín de Mier, la administración de los sacramentos de la confesión y comunión y su muerte certificada por el galeno francés, se recrean con fidelidad histórica en una dramática sinfonía.
El argumento de la misma está basado en la obra del escritor colombiano, Alberto Hinestroza Llanos, quien en el libro “Los últimos 351 días del Libertador”, refleja el calvario que vivió en esos días y permite conocer intimidades históricas, nunca antes presentadas en la bibliografía bolivariana.
Rafael Mateo Tarí promueve este ambicioso proyecto. En el ámbito internacional se le reconoce como un veterano hombre de cine que con gran capacidad creativa que ha transitado por las diferentes ramas como guionista, productor, distribuidos y exhibidor de cine. Es Licenciado en Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y Abogado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (España), desde 1953, y ocupó el cargo de Presidente de la Asociación de Empresarios Cinematográficos de España y Vicepresidente de la Europea. Actualmente preside la Sociedad Bolivariana de Europa.
Boletín de Prensa: Fundación Periodistas Bolivarianos de América
Leonor Manrique Castro
Secretaria de Prensa
domingo, 21 de febrero de 2010
ADIVINEN QUIEN COMPRO RUMBERA NETWORK?
Juan Pueblito
El gobierno por un lado cierra emisoras y por el otro nada más y nada menos que esta dupla compra no una emisora, ...una red!
Que no podemos hacer nada? ...Pues si podemos!!!!.
Por ahora pasa este correo a tu lista de contactos. Tú decides si escucharlas o no! no cooperes con inflarle más los bolsillos a los ahora "latifundistas mediaticos" de la "Dinastia" Rangel-Avalos!!
EL "CIRCUITO RADIAL RUMBERA NETWORK" FUE COMPRADO POR EL CLAN RANGEL (José Vicente, su esposa, su hijo y empresarios asociados). POR SUPUESTO, NO ESTÁ APOYANDO AL COLEGIO NACIONAL DE PERIODISTAS EN SU RECHAZO AL CIERRE DE LAS 34 EMISORAS DE RADIO.
LA DIRECTIVA DE ESTE CIRCUITO RADIAL ESTÁ OBLIGANDO A SU PERSONAL A LA AUTO-CENSURA.
A CONTINUACIÓN LES PASO EL LISTADO DE EMISORAS QUE CONFORMAN ESTE CIRCUITO RADIAL A NIVEL NACIONAL E INTERNACIONAL.
PASARLO A SUS CONTACTOS EN EL EXTERIOR, YA QUE COMO VERAN A CONTINUACIÓN TIENEN EMISORAS FUERA DE VENEZUELA, Y POR SUPUESTO A TODOS SUS CONTACTOS A NIVEL NACIONAL. TAMBIÉN ME ACABAN DE INFORMAR QUE NOTICIERO DIGITAL YA LO COLOCÓ EN LO QUE ES NOTICIA.
CARACAS 104.5 FM
MARGARITA 106.9 FM
PTO. LA CRUZ 94.5 FM
MÉRIDA 106.9 FM
SAN CRISTÓBAL 96.1 FM
MARACAIBO 98.7 FM
CORO 102.3 FM
BARQUISIMETO 89.1 FM
TUCACAS 89.9 FM
MATURIN 89.5 FM
EL TIGRE 99.3 FM
VALLES DEL TUY 106.9 FM
TINAQUILLO 103.7 FM
BARINAS 105.9 FM
SAN JUAN DE LOS MORROS 101.5 FM
CALABOZO 97.5 FM
CIUDAD BOLÍVAR 96.9 FM
PUERTO ORDAZ 94.3 FM
SANTA ELENA 92.9 FM
GUASIPATI 96.7 FM
VALLE DE LA PASCUA 89.7 FM
ACARIGUA 89.3 FM
YARACUY 106.5 FM
ARAGUA 93.9 FM
VALENCIA 101.9 FM
ALTAGRACIA DE ORITUCO 95.1 FM
PTO. FIJO 96.9 FM
EXTERIOR:
BONAIRE 107.1 FM
CURACAO 107.9 FM
STA. CRUZ DE TENERIFE 90.2 FM
NORTE TENERIFE/ SUR DE LA PALMA 89.1 FM
COMO VEN TIENEN 31 EMISORAS Y NINGUNA HA SIDO TOCADA, NI MENCIONADA.
¿ESTO NO ES LATIFUNDIO MEDIÁTICO?
LA REVISTA "ETIQUETA" TAMBIÉN FUE COMPRADA POR UN GRUPO CHAVISTA. APROVECHO PARA RECORDARLES QUE CUANDO VAYAN AL MERCADO NO COMPREN NADA MARCA "LOS ANDES", NI "EVEBA".
El gobierno por un lado cierra emisoras y por el otro nada más y nada menos que esta dupla compra no una emisora, ...una red!
Que no podemos hacer nada? ...Pues si podemos!!!!.
Por ahora pasa este correo a tu lista de contactos. Tú decides si escucharlas o no! no cooperes con inflarle más los bolsillos a los ahora "latifundistas mediaticos" de la "Dinastia" Rangel-Avalos!!
EL "CIRCUITO RADIAL RUMBERA NETWORK" FUE COMPRADO POR EL CLAN RANGEL (José Vicente, su esposa, su hijo y empresarios asociados). POR SUPUESTO, NO ESTÁ APOYANDO AL COLEGIO NACIONAL DE PERIODISTAS EN SU RECHAZO AL CIERRE DE LAS 34 EMISORAS DE RADIO.
LA DIRECTIVA DE ESTE CIRCUITO RADIAL ESTÁ OBLIGANDO A SU PERSONAL A LA AUTO-CENSURA.
A CONTINUACIÓN LES PASO EL LISTADO DE EMISORAS QUE CONFORMAN ESTE CIRCUITO RADIAL A NIVEL NACIONAL E INTERNACIONAL.
PASARLO A SUS CONTACTOS EN EL EXTERIOR, YA QUE COMO VERAN A CONTINUACIÓN TIENEN EMISORAS FUERA DE VENEZUELA, Y POR SUPUESTO A TODOS SUS CONTACTOS A NIVEL NACIONAL. TAMBIÉN ME ACABAN DE INFORMAR QUE NOTICIERO DIGITAL YA LO COLOCÓ EN LO QUE ES NOTICIA.
CARACAS 104.5 FM
MARGARITA 106.9 FM
PTO. LA CRUZ 94.5 FM
MÉRIDA 106.9 FM
SAN CRISTÓBAL 96.1 FM
MARACAIBO 98.7 FM
CORO 102.3 FM
BARQUISIMETO 89.1 FM
TUCACAS 89.9 FM
MATURIN 89.5 FM
EL TIGRE 99.3 FM
VALLES DEL TUY 106.9 FM
TINAQUILLO 103.7 FM
BARINAS 105.9 FM
SAN JUAN DE LOS MORROS 101.5 FM
CALABOZO 97.5 FM
CIUDAD BOLÍVAR 96.9 FM
PUERTO ORDAZ 94.3 FM
SANTA ELENA 92.9 FM
GUASIPATI 96.7 FM
VALLE DE LA PASCUA 89.7 FM
ACARIGUA 89.3 FM
YARACUY 106.5 FM
ARAGUA 93.9 FM
VALENCIA 101.9 FM
ALTAGRACIA DE ORITUCO 95.1 FM
PTO. FIJO 96.9 FM
EXTERIOR:
BONAIRE 107.1 FM
CURACAO 107.9 FM
STA. CRUZ DE TENERIFE 90.2 FM
NORTE TENERIFE/ SUR DE LA PALMA 89.1 FM
COMO VEN TIENEN 31 EMISORAS Y NINGUNA HA SIDO TOCADA, NI MENCIONADA.
¿ESTO NO ES LATIFUNDIO MEDIÁTICO?
LA REVISTA "ETIQUETA" TAMBIÉN FUE COMPRADA POR UN GRUPO CHAVISTA. APROVECHO PARA RECORDARLES QUE CUANDO VAYAN AL MERCADO NO COMPREN NADA MARCA "LOS ANDES", NI "EVEBA".
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Analisis politico Venezuela,
Dictadura,
Juan Pueblito,
Periodismo
Reunión reciente con Luis Vicente León
Juan Pueblito
Estuve en una pequeña reunión con Luis Vicente León, donde nos dio un
paneo de la situación nacional. La conferencia estuvo MUY interesante.
Siempre he creído mucho en sus análisis porque no cae en la tentación
de decir las cosas que queremos oír… Quise resumir los aspectos más
relevantes para poder compartir con ustedes lo que se dijo. Está un
poquito largo…
La popularidad y los objetivos de Chávez.
La variable “popularidad de Chávez” (nos guste o no) tiene un peso
enorme en la vida social, política y económica del país.
LVL explicó que el objetivo político de Chávez fue consolidar la
revolución mediante su permanencia en el poder. Es decir, el objetivo
principal es consolidar la revolución y el vehículo para lograrlo es
permaneciendo en el poder porque no hay revolución posible sin Chávez
en el poder, no existe el chavismo sin Chávez. La mayoría de la
población venezolana cree que la cosa es al revés, que Chávez busca
mantenerse en el poder y utiliza como vehículo la “consolidación de la
revolución”. LVL dice que la fórmula real (la primera) es muy
peligrosa porque si el objetivo es consolidar la revolución, entonces
no hay pragmatismos políticos ni negociaciones sino un profundo
arraigo ideológico que lo hacen pensar que debe morir con las botas
puestas. LVL dice que hoy por hoy el objetivo de Chávez es doble,
consolidar la revolución Y permanecer en el poder…
Otro elemento interesante que dijo LVL es que Chávez no es un
dictador. Ha descubierto que puedes pasarte de la raya a través del
voto. Me explico, en Venezuela la gente asocia democracia con
elecciones y Chávez ha sido el promotor más grande de elecciones,
ergo, no hay una percepción de dictadura. Y eso no pasa solo en
Venezuela, cuando Zelaya desconoció una sentencia de su Corte Suprema
diciéndole que no podía hacer un referéndum, Zelaya igual decidió
hacerlo, el Congreso también le advirtió que no lo hiciera y a Zelaya
no le importó y siguió con el plan, esa es una conducta
antidemocrática, pero por qué la comunidad internacional apoyó a
Zelaya cuando lo sacaron del poder? Porque había sido electo por el
pueblo…
La variable “popularidad” es vital para Chávez porque en su cabeza él
no es un presidente que está gobernando dentro de un período
determinado de tiempo, Chávez está comenzando su mandato, por tanto es
más un candidato que un presidente, porque para él, el tema electoral
es vital y la conexión popular es lo que lo mantiene.
Historia de la popularidad de Chávez
Cuando Chávez ganó en 1998 comenzó el natural ascenso que tiene todo
candidato recién electo, pero luego empezó su desgaste natural porque
sus promesas no se convertían en realidad. Por eso la Constituyente
tenía que hacerla en menos de un año, porque el pueblo le daría un
cheque en blanco durante la luna de miel. Desde 1999 hasta el 2003
Chávez experimenta su caída más abrupta en popularidad. Durante el año
2003 su popularidad estaba en 30%, luego comienza a subir (justo con
el tema de las misiones y la “adequización” de Chávez) hasta el 2006
cuando llega a un tope del 70% de popularidad y desde el 2006 (en el
2007 cierra RCTV) viene en una macrotendencia de descenso para ubicar
su popularidad hoy en 46%.
Sobre lo anterior, varios comentarios:
a) LVL compara a Chávez con un tenor experimentado tipo Plácido
Domingo. Cuando eres joven, tienes veinte años, tienes que formar un
nombre, cantar en los tonos más altos, ser excéntrico, ganarte el
público. Ese es Chávez desde 1998 al 2003. Luego, cuando el tenor
tiene 40 años, ya conoce al público y el público lo conoce a él, por
eso puede darse el lujo de limitar sus conciertos, cantar con falsete
en algunos casos, y mantener al público contento con su talento. Ese
es Chávez desde el 2003 al 2007. Cuando ya el tenor pisa los sesenta
años, él ya sabe que no tiene la misma capacidad de canto que tenía
cuando era joven, pero su experiencia lo lleva a administrarse de
forma tal de cantar los tonos más altos cuando el público quiere
oírlo, de cantar las piezas que le dieron su fama y de lograr que la
gente salga del concierto pensando que ese cantante canta como si
tuviera veinte años. Ese es el Chávez de hoy. Por tanto, sí, Chávez
está debilitado, pero no es débil.
b) La popularidad es un factor de muchas variables, unas positivas
y otras negativas que se contrarrestan entre sí y que producen un
resultado. Muchas veces, la oposición no ve las variables positivas
que hacen que la ecuación final no quede afectada. Ese punto se los
explico más adelante.
c) La “impopularidad” en política está compuesta de dos factores,
uno absoluto, es decir, tener menos del 50% de la población y uno
relativo, que tengas a algún contrincante que aglutine a la mayoría
que se opone a ti. Por eso, en el 2003, cuando Chávez tiene su
popularidad más baja, no sale de gobierno. Porque el factor relativo
no estaba presente. Es como si un accionista de una compañía tuviese
el 30% de las acciones y el otro 70% estuviese atomizado en miles de
accionistas, el que tiene 30% controlará la compañía porque no hay
ningún otro que pueda enfrentarlo y no se van a poner de acuerdo para
unirse porque ni se conocen.
d) La macrotendencia en descenso que viene desde 2003 tiene unos
picos que suben puntualmente (nunca hasta 70%, pero suben) que
coinciden con procesos electorales, es decir, Chávez crece en
popularidad cuando hay elecciones.
Factores de la popularidad
Como les dije, la popularidad es una función de muchas variables. Las
variables negativas son: desgaste, demanda social creciente,
incapacidad de gestión, los estudiantes, la inseguridad, el desempleo,
la inflación, etc.
Evidentemente el tiempo juega en contra de Chávez porque él ha
comprado amor. LVL lo explica con un ejemplo, una mujer de 20 años se
casa con uno de 55 años. Tal vez cuando se casó vio cosas muy buenas
en el señor, y además el señor la llevó a Margarita un par de veces,
pero cuando el señor cumple 65 y la mujer tiene 30, tal vez Margarita
no baste, tendría que ser al menos Miami, y cuando la mujer tenga 35 y
el señor 70, para mantenerla a su lado es posible que Nueva York sea
la opción y de ahí en adelante París en primera clase. ¿Por qué?
Porque la relación se fundó en el utilitarismo, en el te doy porque me
das y mientras más pasa el tiempo, para darte lo mismo me tienes que
dar más… Y los recursos de Chávez para pagar amor comienzan a
escasear.
Y aquí viene algo muy interesante. La gente piensa que las encuestas
son inconsistentes. Cuando se le pregunta a la gente por la gestión de
gobierno de Chávez hay una desaprobación del 91%. Entonces todo el
mundo se pregunta por qué si en temas de desempleo está desaprobado en
80%, en temas de servicios públicos está desaprobado en más del 85%,
en temas de costo de la vida está desaprobado cerca de un 90%, por qué
Chávez tiene 46% de popularidad??? La razón se explica con el
siguiente ejemplo: Una periodista de la BBC le hizo esa misma pregunta
a LVL y él le preguntó: tú tienes novio? Sí. Cuántas veces te dice que
te quiere? Nunca, es inglés y los ingleses son muy fríos!!! Te manda
flores? Hace años que no! Organiza algún paseo especial los domingos?
Nunca!!! LVL le dice entonces: eso quiere decir que tú no quieres a tu
novio. Y la mujer saltó a decir que sí lo quería… Entonces eres una
inconsistente? No, porque no te preguntamos si el tipo era chévere, si
era inteligente, si se preocupaba por ti, etc. Lo mismo pasa con
Chávez, la gente le desaprueba la gestión pero él tiene una factores
que le contrarrestan esas variables negativas… (o tenía…)
Cada vez es más difícil para Chávez hallar factores que le
contrarresten los factores negativos que afectan su popularidad. Por
ejemplo, el Aló Presidente es terrible pero cuando Chávez bota a algún
ministro en público delante de todo el mundo en un Aló Presidente, la
gente que lo está viendo por TV en ese espectáculo, siente que está en
el gobierno y que Chávez la hace partícipe del gobierno.
Pero hoy en día la gente está haciendo responsable de los factores
negativos al propio Chávez (cosa que antes no ocurría), todos esos
factores de desempleo, servicios públicos deficientes,
desabastecimiento, etc son culpa de Chávez SALVO la inseguridad. LVL
dice que la inseguridad en los barrios (donde vive el 82% de la
población, by the way) siempre ha sido igual por tanto es una realidad
no asimilada contra alguien en particular. Es verdad que la
inseguridad se ha desbordado en secuestros, atracos, etc, pero eso es
un factor que afecta a la clase media (opositora mayoritariamente)
pero en los barrios siempre ha sido así.
El otro factor que influye negativamente en la popularidad de Chávez
es el factor “estudiantes”. La razón es la siguiente: los estudiantes
cruzan transversalmente los mundos opositores y chavistas. Me explico:
la mujer que está en el barrio viendo TV, si ve que en pantalla está
Herry Ramos Allup o Julio Borges, cambia de canal. A pesar de ser
gente inteligente, buenos oradores y posiblemente el contenido de lo
que dicen coincide con lo que piensa la mujer del barrio, ella no los
escucha. Pero sí escucha a los estudiantes. Y lo que dicen los
estudiantes le llega a esa mujer, y no cambia de canal. Frente a ese
escenario Chávez pierde bajo cualquier opción, si los deja tranquilos,
les contaminan su gente y si los reprime cambia un factor positivo que
le ha funcionado siempre que es presentarse como el débil (imperio
grande y fuerte vs. Chávez el latinoamericano oprimido, oligarcas
ricos y poderosos vs. Chávez el pobre, etc.). Cuando los estudiantes
fallan es cuando van a los estudios de los canales de TV, porque el
mensaje de los estudiantes cala si es dado dentro de una manifestación
de calle, no cuando juegan a ser políticos. La gente se identifica con
la rebeldía de los estudiantes en la calle (hasta toleran que les
cierren una calle para protestar, lo cual no sucedería si Pablo
Medina, por ejemplo, cierra una calle para protestar ). Los
estudiantes tienen actualmente 78,2% de popularidad.
Otro factor que afecta negativamente la popularidad de Chávez es la
percepción de crisis, si la gente percibe que se avecina una crisis,
entonces Chávez baja en las encuestas. Por ejemplo el tema eléctrico
le hace daño a Chávez y si hay un colapso eléctrico seguramente
afectará negativamente a Chávez. Pero OJO, si no hay colapso eléctrico
de aquí a septiembre, el problema puede convertirse en una fortaleza
para Chávez porque utilizará todos los medios para demostrar que él
solucionó el problema.
Los factores positivos que contrarrestan a favor de Chávez su
popularidad es el convertir cotidianidades en grandes éxitos y
utilizar los errores de la oposición a su favor. Por ejemplo, Barrio
Adentro fue un gran éxito no porque los médicos fueran buenos o malos,
sino porque tenías a un tipo con bata blanca al lado de tu rancho
pasándote la mano por la espalda y dándote una pastilla (que es como
se resuelve el 80% de las dolencias del ser humano).
La capacidad de gasto de Chávez es otro factor, que además tiene
efectos inmediatos. La conexión con la gente, el pueblo chavista se
siente parte del gobierno. La penetración en el país, hay un 51% de la
población que vive fuera de las grandes ciudades donde sólo llega
Chávez porque el Estado está en función de la promoción de Chávez.
La gente no quiere protestas por la democracia (aquí se vota) ni la
libertad de expresión, ni quiere oír de la dictadura chavista ni el
totalitarismo. Eso no conecta, marchas por la “autonomía
universitaria” son pérdidas de tiempo, porque el chavismo popular no
sabe qué significa autonomía. Una marcha para defender las pruebas de
actitud académica de las universidades no hacen sino daño, la gente
rechaza eso (siente que esas pruebas ponen aún más lejos las
universidades de su futuro), la gente quiere que le protesten por el
techo roto de la escuelita del barrio. Chávez pierde confianza (tiene
hoy en día 59% de desconfianza) y popularidad con el cierre de RCTV no
por el tema de la democracia y la libertad de expresión, sino porque
les quitó la novela y Radio Rochela a la gente.
Liliana Hernández pierde porque no sale de un estudio de TV, Carlos
Ocariz gana porque no dejó de subir cerros en Petare. Los medios no
sustituyen el trabajo cara a cara del político, para muestra un botón:
la oposición en el 2006 tenía muchísimos más medios de comunicación
que ahora y nunca le había ido tan mal en una elección como en ese
entonces.
LVL dice que el terreno está abonado para que surja un liderazgo
alternativo a Chávez, él no cree que surja en base a propuestas
alternativas sino en base a un líder carismático. Es imposible dar una
aproximación a las elecciones de septiembre pero la oposición
perdiendo gana porque la mete (así sea con pocos diputados) en
espacios políticos que no tiene y le sirven de palestra para ese nuevo
liderazgo. Lamentablemente Venezuela se mueve por líderes carismáticos
(por eso hubo tantos caudillos en el siglo XIX). LVL contó que su
primer trabajo como consultor político fue en la campaña de CAP II con
John Napolitano (que fue un gran estratega político de USA que los
adecos contrataban). Luego de la presentación que le hizo a CAP para
su campaña, CAP le dijo a Napolitano “no me estás dando nada nuevo!!!”
y Napolitano le dijo: “Qué? Acaso te cambiaste de país???” Somos un
país que se mueve con caudillos…
Estuve en una pequeña reunión con Luis Vicente León, donde nos dio un
paneo de la situación nacional. La conferencia estuvo MUY interesante.
Siempre he creído mucho en sus análisis porque no cae en la tentación
de decir las cosas que queremos oír… Quise resumir los aspectos más
relevantes para poder compartir con ustedes lo que se dijo. Está un
poquito largo…
La popularidad y los objetivos de Chávez.
La variable “popularidad de Chávez” (nos guste o no) tiene un peso
enorme en la vida social, política y económica del país.
LVL explicó que el objetivo político de Chávez fue consolidar la
revolución mediante su permanencia en el poder. Es decir, el objetivo
principal es consolidar la revolución y el vehículo para lograrlo es
permaneciendo en el poder porque no hay revolución posible sin Chávez
en el poder, no existe el chavismo sin Chávez. La mayoría de la
población venezolana cree que la cosa es al revés, que Chávez busca
mantenerse en el poder y utiliza como vehículo la “consolidación de la
revolución”. LVL dice que la fórmula real (la primera) es muy
peligrosa porque si el objetivo es consolidar la revolución, entonces
no hay pragmatismos políticos ni negociaciones sino un profundo
arraigo ideológico que lo hacen pensar que debe morir con las botas
puestas. LVL dice que hoy por hoy el objetivo de Chávez es doble,
consolidar la revolución Y permanecer en el poder…
Otro elemento interesante que dijo LVL es que Chávez no es un
dictador. Ha descubierto que puedes pasarte de la raya a través del
voto. Me explico, en Venezuela la gente asocia democracia con
elecciones y Chávez ha sido el promotor más grande de elecciones,
ergo, no hay una percepción de dictadura. Y eso no pasa solo en
Venezuela, cuando Zelaya desconoció una sentencia de su Corte Suprema
diciéndole que no podía hacer un referéndum, Zelaya igual decidió
hacerlo, el Congreso también le advirtió que no lo hiciera y a Zelaya
no le importó y siguió con el plan, esa es una conducta
antidemocrática, pero por qué la comunidad internacional apoyó a
Zelaya cuando lo sacaron del poder? Porque había sido electo por el
pueblo…
La variable “popularidad” es vital para Chávez porque en su cabeza él
no es un presidente que está gobernando dentro de un período
determinado de tiempo, Chávez está comenzando su mandato, por tanto es
más un candidato que un presidente, porque para él, el tema electoral
es vital y la conexión popular es lo que lo mantiene.
Historia de la popularidad de Chávez
Cuando Chávez ganó en 1998 comenzó el natural ascenso que tiene todo
candidato recién electo, pero luego empezó su desgaste natural porque
sus promesas no se convertían en realidad. Por eso la Constituyente
tenía que hacerla en menos de un año, porque el pueblo le daría un
cheque en blanco durante la luna de miel. Desde 1999 hasta el 2003
Chávez experimenta su caída más abrupta en popularidad. Durante el año
2003 su popularidad estaba en 30%, luego comienza a subir (justo con
el tema de las misiones y la “adequización” de Chávez) hasta el 2006
cuando llega a un tope del 70% de popularidad y desde el 2006 (en el
2007 cierra RCTV) viene en una macrotendencia de descenso para ubicar
su popularidad hoy en 46%.
Sobre lo anterior, varios comentarios:
a) LVL compara a Chávez con un tenor experimentado tipo Plácido
Domingo. Cuando eres joven, tienes veinte años, tienes que formar un
nombre, cantar en los tonos más altos, ser excéntrico, ganarte el
público. Ese es Chávez desde 1998 al 2003. Luego, cuando el tenor
tiene 40 años, ya conoce al público y el público lo conoce a él, por
eso puede darse el lujo de limitar sus conciertos, cantar con falsete
en algunos casos, y mantener al público contento con su talento. Ese
es Chávez desde el 2003 al 2007. Cuando ya el tenor pisa los sesenta
años, él ya sabe que no tiene la misma capacidad de canto que tenía
cuando era joven, pero su experiencia lo lleva a administrarse de
forma tal de cantar los tonos más altos cuando el público quiere
oírlo, de cantar las piezas que le dieron su fama y de lograr que la
gente salga del concierto pensando que ese cantante canta como si
tuviera veinte años. Ese es el Chávez de hoy. Por tanto, sí, Chávez
está debilitado, pero no es débil.
b) La popularidad es un factor de muchas variables, unas positivas
y otras negativas que se contrarrestan entre sí y que producen un
resultado. Muchas veces, la oposición no ve las variables positivas
que hacen que la ecuación final no quede afectada. Ese punto se los
explico más adelante.
c) La “impopularidad” en política está compuesta de dos factores,
uno absoluto, es decir, tener menos del 50% de la población y uno
relativo, que tengas a algún contrincante que aglutine a la mayoría
que se opone a ti. Por eso, en el 2003, cuando Chávez tiene su
popularidad más baja, no sale de gobierno. Porque el factor relativo
no estaba presente. Es como si un accionista de una compañía tuviese
el 30% de las acciones y el otro 70% estuviese atomizado en miles de
accionistas, el que tiene 30% controlará la compañía porque no hay
ningún otro que pueda enfrentarlo y no se van a poner de acuerdo para
unirse porque ni se conocen.
d) La macrotendencia en descenso que viene desde 2003 tiene unos
picos que suben puntualmente (nunca hasta 70%, pero suben) que
coinciden con procesos electorales, es decir, Chávez crece en
popularidad cuando hay elecciones.
Factores de la popularidad
Como les dije, la popularidad es una función de muchas variables. Las
variables negativas son: desgaste, demanda social creciente,
incapacidad de gestión, los estudiantes, la inseguridad, el desempleo,
la inflación, etc.
Evidentemente el tiempo juega en contra de Chávez porque él ha
comprado amor. LVL lo explica con un ejemplo, una mujer de 20 años se
casa con uno de 55 años. Tal vez cuando se casó vio cosas muy buenas
en el señor, y además el señor la llevó a Margarita un par de veces,
pero cuando el señor cumple 65 y la mujer tiene 30, tal vez Margarita
no baste, tendría que ser al menos Miami, y cuando la mujer tenga 35 y
el señor 70, para mantenerla a su lado es posible que Nueva York sea
la opción y de ahí en adelante París en primera clase. ¿Por qué?
Porque la relación se fundó en el utilitarismo, en el te doy porque me
das y mientras más pasa el tiempo, para darte lo mismo me tienes que
dar más… Y los recursos de Chávez para pagar amor comienzan a
escasear.
Y aquí viene algo muy interesante. La gente piensa que las encuestas
son inconsistentes. Cuando se le pregunta a la gente por la gestión de
gobierno de Chávez hay una desaprobación del 91%. Entonces todo el
mundo se pregunta por qué si en temas de desempleo está desaprobado en
80%, en temas de servicios públicos está desaprobado en más del 85%,
en temas de costo de la vida está desaprobado cerca de un 90%, por qué
Chávez tiene 46% de popularidad??? La razón se explica con el
siguiente ejemplo: Una periodista de la BBC le hizo esa misma pregunta
a LVL y él le preguntó: tú tienes novio? Sí. Cuántas veces te dice que
te quiere? Nunca, es inglés y los ingleses son muy fríos!!! Te manda
flores? Hace años que no! Organiza algún paseo especial los domingos?
Nunca!!! LVL le dice entonces: eso quiere decir que tú no quieres a tu
novio. Y la mujer saltó a decir que sí lo quería… Entonces eres una
inconsistente? No, porque no te preguntamos si el tipo era chévere, si
era inteligente, si se preocupaba por ti, etc. Lo mismo pasa con
Chávez, la gente le desaprueba la gestión pero él tiene una factores
que le contrarrestan esas variables negativas… (o tenía…)
Cada vez es más difícil para Chávez hallar factores que le
contrarresten los factores negativos que afectan su popularidad. Por
ejemplo, el Aló Presidente es terrible pero cuando Chávez bota a algún
ministro en público delante de todo el mundo en un Aló Presidente, la
gente que lo está viendo por TV en ese espectáculo, siente que está en
el gobierno y que Chávez la hace partícipe del gobierno.
Pero hoy en día la gente está haciendo responsable de los factores
negativos al propio Chávez (cosa que antes no ocurría), todos esos
factores de desempleo, servicios públicos deficientes,
desabastecimiento, etc son culpa de Chávez SALVO la inseguridad. LVL
dice que la inseguridad en los barrios (donde vive el 82% de la
población, by the way) siempre ha sido igual por tanto es una realidad
no asimilada contra alguien en particular. Es verdad que la
inseguridad se ha desbordado en secuestros, atracos, etc, pero eso es
un factor que afecta a la clase media (opositora mayoritariamente)
pero en los barrios siempre ha sido así.
El otro factor que influye negativamente en la popularidad de Chávez
es el factor “estudiantes”. La razón es la siguiente: los estudiantes
cruzan transversalmente los mundos opositores y chavistas. Me explico:
la mujer que está en el barrio viendo TV, si ve que en pantalla está
Herry Ramos Allup o Julio Borges, cambia de canal. A pesar de ser
gente inteligente, buenos oradores y posiblemente el contenido de lo
que dicen coincide con lo que piensa la mujer del barrio, ella no los
escucha. Pero sí escucha a los estudiantes. Y lo que dicen los
estudiantes le llega a esa mujer, y no cambia de canal. Frente a ese
escenario Chávez pierde bajo cualquier opción, si los deja tranquilos,
les contaminan su gente y si los reprime cambia un factor positivo que
le ha funcionado siempre que es presentarse como el débil (imperio
grande y fuerte vs. Chávez el latinoamericano oprimido, oligarcas
ricos y poderosos vs. Chávez el pobre, etc.). Cuando los estudiantes
fallan es cuando van a los estudios de los canales de TV, porque el
mensaje de los estudiantes cala si es dado dentro de una manifestación
de calle, no cuando juegan a ser políticos. La gente se identifica con
la rebeldía de los estudiantes en la calle (hasta toleran que les
cierren una calle para protestar, lo cual no sucedería si Pablo
Medina, por ejemplo, cierra una calle para protestar ). Los
estudiantes tienen actualmente 78,2% de popularidad.
Otro factor que afecta negativamente la popularidad de Chávez es la
percepción de crisis, si la gente percibe que se avecina una crisis,
entonces Chávez baja en las encuestas. Por ejemplo el tema eléctrico
le hace daño a Chávez y si hay un colapso eléctrico seguramente
afectará negativamente a Chávez. Pero OJO, si no hay colapso eléctrico
de aquí a septiembre, el problema puede convertirse en una fortaleza
para Chávez porque utilizará todos los medios para demostrar que él
solucionó el problema.
Los factores positivos que contrarrestan a favor de Chávez su
popularidad es el convertir cotidianidades en grandes éxitos y
utilizar los errores de la oposición a su favor. Por ejemplo, Barrio
Adentro fue un gran éxito no porque los médicos fueran buenos o malos,
sino porque tenías a un tipo con bata blanca al lado de tu rancho
pasándote la mano por la espalda y dándote una pastilla (que es como
se resuelve el 80% de las dolencias del ser humano).
La capacidad de gasto de Chávez es otro factor, que además tiene
efectos inmediatos. La conexión con la gente, el pueblo chavista se
siente parte del gobierno. La penetración en el país, hay un 51% de la
población que vive fuera de las grandes ciudades donde sólo llega
Chávez porque el Estado está en función de la promoción de Chávez.
La gente no quiere protestas por la democracia (aquí se vota) ni la
libertad de expresión, ni quiere oír de la dictadura chavista ni el
totalitarismo. Eso no conecta, marchas por la “autonomía
universitaria” son pérdidas de tiempo, porque el chavismo popular no
sabe qué significa autonomía. Una marcha para defender las pruebas de
actitud académica de las universidades no hacen sino daño, la gente
rechaza eso (siente que esas pruebas ponen aún más lejos las
universidades de su futuro), la gente quiere que le protesten por el
techo roto de la escuelita del barrio. Chávez pierde confianza (tiene
hoy en día 59% de desconfianza) y popularidad con el cierre de RCTV no
por el tema de la democracia y la libertad de expresión, sino porque
les quitó la novela y Radio Rochela a la gente.
Liliana Hernández pierde porque no sale de un estudio de TV, Carlos
Ocariz gana porque no dejó de subir cerros en Petare. Los medios no
sustituyen el trabajo cara a cara del político, para muestra un botón:
la oposición en el 2006 tenía muchísimos más medios de comunicación
que ahora y nunca le había ido tan mal en una elección como en ese
entonces.
LVL dice que el terreno está abonado para que surja un liderazgo
alternativo a Chávez, él no cree que surja en base a propuestas
alternativas sino en base a un líder carismático. Es imposible dar una
aproximación a las elecciones de septiembre pero la oposición
perdiendo gana porque la mete (así sea con pocos diputados) en
espacios políticos que no tiene y le sirven de palestra para ese nuevo
liderazgo. Lamentablemente Venezuela se mueve por líderes carismáticos
(por eso hubo tantos caudillos en el siglo XIX). LVL contó que su
primer trabajo como consultor político fue en la campaña de CAP II con
John Napolitano (que fue un gran estratega político de USA que los
adecos contrataban). Luego de la presentación que le hizo a CAP para
su campaña, CAP le dijo a Napolitano “no me estás dando nada nuevo!!!”
y Napolitano le dijo: “Qué? Acaso te cambiaste de país???” Somos un
país que se mueve con caudillos…
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Analisis politico Venezuela,
Juan Pueblito
viernes, 19 de febrero de 2010
El caballo de Bolívar
Un día se paseaba Alvaro Uribe V. por una Calle de Caracas y al pasar frente a una estatua del Libertador Simón Bolívar, observó que esta le hacía señas invitándole a que se acercara.
Uribe, como buen bolivariano que es se acercó y le preguntó:
-En que le puedo servir señor Libertador?
-Yo sé que usted es el presidente de Colombia y tambien sé que hasta esta fecha se ha desempeñado a las mil maravillas. Tambien sé que usted posee los caballos más finos y de mejor estampa, este palomo que monto desde hace tantos años ya está cansado y requiere un relevo. ¿me haría usted el favor, señor presidente, de obsequiarme un caballo de los suyos?
-Con mucho gusto señor Libertador, es para mi un honor muy grande que usted monte uno de mis caballos. Salgo inmediatamente por su encargo.
Uribe salió "Cual potro en febril disputa". En el camino se encontró con Chávez y le contó:
-Como te parece, hombre, que me acaba de pedir el Libertador Simón Bolívar un caballo de los que pastan en mi hacienda de Montería para montarlo, pues cree que su palomo ya está cansado.
Chávez con un poco de celos respondió:
-Eso no puede ser Uribe, este debe ser otro de los muchos montajes que usted hace para desprestigiar mi gobierno. Venga, vamos juntos hasta la estatua y verá como le compruebo su última patraña.
Marcharon los dos presidente hasta la estatua del Libertador, y cuando los tuvo cerca, el libertador exclamó:
-Uribe, le encargué un caballo, no una mula-
Uribe, como buen bolivariano que es se acercó y le preguntó:
-En que le puedo servir señor Libertador?
-Yo sé que usted es el presidente de Colombia y tambien sé que hasta esta fecha se ha desempeñado a las mil maravillas. Tambien sé que usted posee los caballos más finos y de mejor estampa, este palomo que monto desde hace tantos años ya está cansado y requiere un relevo. ¿me haría usted el favor, señor presidente, de obsequiarme un caballo de los suyos?
-Con mucho gusto señor Libertador, es para mi un honor muy grande que usted monte uno de mis caballos. Salgo inmediatamente por su encargo.
Uribe salió "Cual potro en febril disputa". En el camino se encontró con Chávez y le contó:
-Como te parece, hombre, que me acaba de pedir el Libertador Simón Bolívar un caballo de los que pastan en mi hacienda de Montería para montarlo, pues cree que su palomo ya está cansado.
Chávez con un poco de celos respondió:
-Eso no puede ser Uribe, este debe ser otro de los muchos montajes que usted hace para desprestigiar mi gobierno. Venga, vamos juntos hasta la estatua y verá como le compruebo su última patraña.
Marcharon los dos presidente hasta la estatua del Libertador, y cuando los tuvo cerca, el libertador exclamó:
-Uribe, le encargué un caballo, no una mula-
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Humor,
Política Internacional Latinoamérica
Simulacro del fin del mundo
Claudio Nazoa
Según los aztecas, los mayas, Nostradamus y todo tipo de videntes, en el año 2012 se acabará el mundo. Esa es la buena noticia. La mala es que Venezuela es un plan piloto del desastre que nos espera. Es decir, se está haciendo en nuestro país un simulacro del fin del mundo, dirigido por Satanás y su combo.
Me gustaría que algún apoyador de este desastre me explique cómo se puede estar de acuerdo con esta devastación generalizada que estamos viviendo.¿Dónde están los intelectuales de izquierda con quienes combatíamos lo malo de los adecos y los copeyanos, y que, a pesar de eso, nunca nos negaron el trabajo? ¿Cómo es posible que a estas alturas exista gente inteligente justificando lo injustificable en nombre de la supuesta izquierda que representan? ¿Por qué algunos que un día gritaron: "Prohibido prohibir", se convirtieron en grises funcionarios, sapos vestidos de rojo por fuera y camisas negras fascistas por dentro, y hoy cierran ateneos, teatros y censuran o persiguen a quienes no piensan como ellos? Lo he escrito antes y no me importa repetirlo, pero a los apoyadores de esta demencia, les queda poco tiempo para arrepentirse. Mañana será tarde para poner cara de inocente y decir: "Yo no fui" o "yo no sabía lo que estaba pasando".
Mírense en el espejo del valiente pero tardío general Baduel cuando se dio cuenta de lo que todos sabíamos menos él. Su compadre, que tanto lo quería a él y a su familia, lo jodió y bien jodido.
Señores intelectuales de izquierda (¿izquierda?), recuerden, ustedes ¡sí saben lo que está pasando! Ustedes sí saben quién es el verdadero fenómeno del Niño destructor de Venezuela.
En este siglo está pasado de moda ser de derecha o de izquierda. Hoy se habla de pueblos felices o sufridos, lo demás son babiecadas para justificar fracasos.
Si Chávez es de izquierda, yo soy de derecha, y si Pinochet es de derecha, yo soy de izquierda, porque Chávez y Pinochet son iguales pero diferentes.
¿Por qué es diferente decir?: "Pobrecito Fidel, enfermo en su cama, o bien hecho que Pinochet pasó sus últimos días de tribunal en tribunal". ¿Por qué uno es pobrecito y el otro es bien hecho? ¿Por qué los dictadores de izquierda son tan simpáticos y los de derecha tan antipáticos? Cuando de presidentes electos se trata, los de izquierda son bellos y los de derecha feísimos, como el de Chile, que acaba de ser elegido.
Qué bien se ven las revoluciones desde París, sentado en Saint Germain-Des-Pres, tomando una copa de champán o un espumoso café en las calles de Buenos Aires. ¡Qué bien se ve Chávez desde allá, sin tener que calarse las cadenas, las franelas rojas, los militares humillados, los insultos y la cerradera de canales! ¡Qué interesante es la revolución cubana sin tener que buscar comida para sobrevivir o tener una hija graduada en una universidad, que tuvo que meterse a puta para llevar pasta de dientes, toallas sanitarias o jabón a la casa! ¿Dónde está la opinión científica de Funvisis ante la peregrina afirmación de Esteban de Jesús, de que los gringos son los culpables del terremoto en Haití? ¿Es más importante el miedo que la verdad de la ciencia? Somos como niños inocentes que viajamos por la bajada de Tazón en un autobús sin frenos, conducido por un chófer maluco, sordo y ciego, que por mala suerte no es mudo.
A Esteban de Jesús, con su revolución, le está quedando bien chévere el simulacro de la destrucción del mundo.
Según los aztecas, los mayas, Nostradamus y todo tipo de videntes, en el año 2012 se acabará el mundo. Esa es la buena noticia. La mala es que Venezuela es un plan piloto del desastre que nos espera. Es decir, se está haciendo en nuestro país un simulacro del fin del mundo, dirigido por Satanás y su combo.
Me gustaría que algún apoyador de este desastre me explique cómo se puede estar de acuerdo con esta devastación generalizada que estamos viviendo.¿Dónde están los intelectuales de izquierda con quienes combatíamos lo malo de los adecos y los copeyanos, y que, a pesar de eso, nunca nos negaron el trabajo? ¿Cómo es posible que a estas alturas exista gente inteligente justificando lo injustificable en nombre de la supuesta izquierda que representan? ¿Por qué algunos que un día gritaron: "Prohibido prohibir", se convirtieron en grises funcionarios, sapos vestidos de rojo por fuera y camisas negras fascistas por dentro, y hoy cierran ateneos, teatros y censuran o persiguen a quienes no piensan como ellos? Lo he escrito antes y no me importa repetirlo, pero a los apoyadores de esta demencia, les queda poco tiempo para arrepentirse. Mañana será tarde para poner cara de inocente y decir: "Yo no fui" o "yo no sabía lo que estaba pasando".
Mírense en el espejo del valiente pero tardío general Baduel cuando se dio cuenta de lo que todos sabíamos menos él. Su compadre, que tanto lo quería a él y a su familia, lo jodió y bien jodido.
Señores intelectuales de izquierda (¿izquierda?), recuerden, ustedes ¡sí saben lo que está pasando! Ustedes sí saben quién es el verdadero fenómeno del Niño destructor de Venezuela.
En este siglo está pasado de moda ser de derecha o de izquierda. Hoy se habla de pueblos felices o sufridos, lo demás son babiecadas para justificar fracasos.
Si Chávez es de izquierda, yo soy de derecha, y si Pinochet es de derecha, yo soy de izquierda, porque Chávez y Pinochet son iguales pero diferentes.
¿Por qué es diferente decir?: "Pobrecito Fidel, enfermo en su cama, o bien hecho que Pinochet pasó sus últimos días de tribunal en tribunal". ¿Por qué uno es pobrecito y el otro es bien hecho? ¿Por qué los dictadores de izquierda son tan simpáticos y los de derecha tan antipáticos? Cuando de presidentes electos se trata, los de izquierda son bellos y los de derecha feísimos, como el de Chile, que acaba de ser elegido.
Qué bien se ven las revoluciones desde París, sentado en Saint Germain-Des-Pres, tomando una copa de champán o un espumoso café en las calles de Buenos Aires. ¡Qué bien se ve Chávez desde allá, sin tener que calarse las cadenas, las franelas rojas, los militares humillados, los insultos y la cerradera de canales! ¡Qué interesante es la revolución cubana sin tener que buscar comida para sobrevivir o tener una hija graduada en una universidad, que tuvo que meterse a puta para llevar pasta de dientes, toallas sanitarias o jabón a la casa! ¿Dónde está la opinión científica de Funvisis ante la peregrina afirmación de Esteban de Jesús, de que los gringos son los culpables del terremoto en Haití? ¿Es más importante el miedo que la verdad de la ciencia? Somos como niños inocentes que viajamos por la bajada de Tazón en un autobús sin frenos, conducido por un chófer maluco, sordo y ciego, que por mala suerte no es mudo.
A Esteban de Jesús, con su revolución, le está quedando bien chévere el simulacro de la destrucción del mundo.
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Humor,
Opiniones Política Venezuela
jueves, 18 de febrero de 2010
Cuando el árbol cae, los monos se dispersan ‘When the tree falls, the monkeys scatter’
Algunos cubanos en misión oficial en Venezuela están asustados - especialmente los cubanos desplegados aquí en lo militar, de inteligencia y otras actividades relacionadas con la seguridad. Aun más, ellos son, en el fondo, los causantes de tanto dolor
Muchos rumores han rodeado la reciente visita a Venezuela del verdugo de La Habana, Ramiro Valdés. Pero casi nadie se dio cuenta de que Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional de Cuba desde 1993 y uno de los hombres más duros del régimen cubano, visitó Caracas en diciembre de 2009 para evaluar la situación en Venezuela.
Le informan a Caracas Gringo que Alarcón se fue muy alarmado por lo que encontró. Al parecer, cuando Alarcón regresó a La Habana, dijo a los hermanos Castro y a su alto mando militar y cuadros de seguridad que el presidente Chávez ha perdido el control de la situación y Venezuela se ha convertido en ingobernable.
Chávez está decidido a permanecer indefinidamente en el poder a cualquier costo.
La Habana está decidida a profundizar o ampliar su poder en Venezuela a cualquier precio - incluyendo la eliminación de Chávez.
Sin la línea de seguridad económica-energé tica de Caracas, el régimen cubano se debilitaría y finalmente podría implosionar. Los hermanos Castro saben que el tiempo pronto se transforma en compost en descomposició n. Pero hay muchos altos dirigentes del régimen cubano que creen que tienen la oportunidad de mantener su dominio sobre el poder en un escenario post-Castro. Pero sin el sustento económico Bolivariano de Caracas, sus posibilidades de supervivencia en el poder en La Habana son muy leves.
La pregunta que algunas personas en La Habana y Caracas están considerando ahora es si Chávez es más útil como un mártir muerto, o como un líder revolucionario fuera por una "nueva generación" de los capos. Chávez va a ser el chivo expiatorio de Cubazuela, o va a ser "jubilado" por motivos de salud?
El problema es que Chávez es la marca de la revolución bolivariana. ¿Qué es la izquierda, si se borra la "marca"? Imagine Apple o Toyota sin la marca que hace reconocible al instante y aumenta el valor percibido de sus respectivos productos en cualquier parte del mundo.
Chávez siempre advierte que no hay chavismo, y no hay revolución bolivariana, sin Chávez. Sin embargo, después de más de 11 años en el poder la marca de Chávez está muy dañada - tal vez más allá de cualquier posibilidad de cambio de marca. ¿Podrá sobrevivir la revolución bolivariana sin Chávez en la presidencia?
Muchas personas físicamente cerca de Chávez están sopesando esa pregunta ahora mismo, incluyendo, entre otros, Alí Rodríguez Araque y José Vicente Rangel, quienes son los secuaces de La Habana desde hace mucho tiempo en Venezuela.
En la actualidad hay entre 60.000 y 70.000 cubanos en Venezuela en diversas "misiones", según informes recientes de valientes periodistas venezolanos, como Marianela Salazar y Rafael Poleo.
Es imposible determinar con exactitud cuántos de estos cubanos son parte de operaciones militares, de inteligencia y otros relacionados con la seguridad, incluida la penetración profunda en las instituciones vitales del gobierno político y civil.
Pero, ¿cuántos cubanos son verdaderamente duros, comunistas comprometidos dispuestos a sacrificar sus vidas para mantener a Chávez, los Castro y su pequeño círculo de asesinos de elite en el poder? ¿Cuántos son verdaderos creyentes radicales marxistas?
No tantos como se podría pensar, dicen las fuentes venezolanas y cubanas a Caracas Gringo.
Por ejemplo, es un hecho que el personal militar cubano ha sido incorporado en las unidades militares venezolanas de Fuerte Tiuna, Caracas. Y es un hecho que los funcionarios de inteligencia de Cuba están apoyando activamente el contrabando de drogas y la delincuencia del general Hugo Carvajal en el recién creado Servicio de Inteligencia Nacional Bolivariana.
Pero, a lo sumo, el número de estos funcionarios militares cubanos de reputación de inteligencia es de unos pocos cientos de personas. Y su ubicación dentro de Venezuela ya se ha señalado de manera muy precisa por los profesionales de la guerra venezolanos que nunca permitirán que los cubanos se roben Venezuela.
Sin embargo, seamos claros sobre este punto: los venezolanos no tenemos nada contra el pueblo cubano. De hecho, la mayoría de los cubanos en el país en misiones no militares - médicos, entrenadores deportivos, etc - no es rechazada por el pueblo venezolano. Incluso Caracas Gringo y miembros de su familia extendida de Venezuela ha sido ayudada en varias ocasiones en los últimos años por los médicos cubanos, después de todo, la misión Barrio Adentro médica es para todos en Venezuela, que necesitan de asistencia médica inmediata.
Pero Chávez está tan desesperado por mantenerse en el poder que está entregando su soberanía al por mayor para el régimen cubano. Cubazuela no es sólo una palabra de moda, sino una descripción de un proceso que el presidente Chávez y otros miembros de su régimen están avanzando tan rápidamente como sea posible. Para permanecer en el poder, Chávez y su banda están participando activamente en actos de alta traición contra la Constitución y la República de Venezuela.
Pero Caracas Gringo estima que los cubanos son un tigre de papel. Su número puede ser considerable, pero 9 de cada 10 cubanos en la Venezuela de hoy nunca se alzarán en armas contra de la nacionalidad venezolana. Ellos no van a inmolarse para perpetuar la revolución de Cubazuela.
No hay un número importante de militares cubanos de seguridad o personal de inteligencia en cualquiera de las guarniciones militares de Venezuela fuera de Caracas. Los cubanos visitan estas guarniciones, pero rara vez pasan una sola noche dentro de estas bases. ¿Por qué no?
"Debido a que los cubanos no se sienten seguros fuera de Caracas, dijo una fuente militar venezolana a Caracas Gringo. "Los cubanos saben que no son bienvenidos, y nunca serán bienvenidos, dentro de las guarniciones militares de Venezuela. Las carreteras y autopistas de Venezuela están en grave y mal estado, y el crimen violento está fuera de control. Los accidentes pueden suceder y suceden todo el tiempo...
Muchos rumores han rodeado la reciente visita a Venezuela del verdugo de La Habana, Ramiro Valdés. Pero casi nadie se dio cuenta de que Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional de Cuba desde 1993 y uno de los hombres más duros del régimen cubano, visitó Caracas en diciembre de 2009 para evaluar la situación en Venezuela.
Le informan a Caracas Gringo que Alarcón se fue muy alarmado por lo que encontró. Al parecer, cuando Alarcón regresó a La Habana, dijo a los hermanos Castro y a su alto mando militar y cuadros de seguridad que el presidente Chávez ha perdido el control de la situación y Venezuela se ha convertido en ingobernable.
Chávez está decidido a permanecer indefinidamente en el poder a cualquier costo.
La Habana está decidida a profundizar o ampliar su poder en Venezuela a cualquier precio - incluyendo la eliminación de Chávez.
Sin la línea de seguridad económica-energé tica de Caracas, el régimen cubano se debilitaría y finalmente podría implosionar. Los hermanos Castro saben que el tiempo pronto se transforma en compost en descomposició n. Pero hay muchos altos dirigentes del régimen cubano que creen que tienen la oportunidad de mantener su dominio sobre el poder en un escenario post-Castro. Pero sin el sustento económico Bolivariano de Caracas, sus posibilidades de supervivencia en el poder en La Habana son muy leves.
La pregunta que algunas personas en La Habana y Caracas están considerando ahora es si Chávez es más útil como un mártir muerto, o como un líder revolucionario fuera por una "nueva generación" de los capos. Chávez va a ser el chivo expiatorio de Cubazuela, o va a ser "jubilado" por motivos de salud?
El problema es que Chávez es la marca de la revolución bolivariana. ¿Qué es la izquierda, si se borra la "marca"? Imagine Apple o Toyota sin la marca que hace reconocible al instante y aumenta el valor percibido de sus respectivos productos en cualquier parte del mundo.
Chávez siempre advierte que no hay chavismo, y no hay revolución bolivariana, sin Chávez. Sin embargo, después de más de 11 años en el poder la marca de Chávez está muy dañada - tal vez más allá de cualquier posibilidad de cambio de marca. ¿Podrá sobrevivir la revolución bolivariana sin Chávez en la presidencia?
Muchas personas físicamente cerca de Chávez están sopesando esa pregunta ahora mismo, incluyendo, entre otros, Alí Rodríguez Araque y José Vicente Rangel, quienes son los secuaces de La Habana desde hace mucho tiempo en Venezuela.
En la actualidad hay entre 60.000 y 70.000 cubanos en Venezuela en diversas "misiones", según informes recientes de valientes periodistas venezolanos, como Marianela Salazar y Rafael Poleo.
Es imposible determinar con exactitud cuántos de estos cubanos son parte de operaciones militares, de inteligencia y otros relacionados con la seguridad, incluida la penetración profunda en las instituciones vitales del gobierno político y civil.
Pero, ¿cuántos cubanos son verdaderamente duros, comunistas comprometidos dispuestos a sacrificar sus vidas para mantener a Chávez, los Castro y su pequeño círculo de asesinos de elite en el poder? ¿Cuántos son verdaderos creyentes radicales marxistas?
No tantos como se podría pensar, dicen las fuentes venezolanas y cubanas a Caracas Gringo.
Por ejemplo, es un hecho que el personal militar cubano ha sido incorporado en las unidades militares venezolanas de Fuerte Tiuna, Caracas. Y es un hecho que los funcionarios de inteligencia de Cuba están apoyando activamente el contrabando de drogas y la delincuencia del general Hugo Carvajal en el recién creado Servicio de Inteligencia Nacional Bolivariana.
Pero, a lo sumo, el número de estos funcionarios militares cubanos de reputación de inteligencia es de unos pocos cientos de personas. Y su ubicación dentro de Venezuela ya se ha señalado de manera muy precisa por los profesionales de la guerra venezolanos que nunca permitirán que los cubanos se roben Venezuela.
Sin embargo, seamos claros sobre este punto: los venezolanos no tenemos nada contra el pueblo cubano. De hecho, la mayoría de los cubanos en el país en misiones no militares - médicos, entrenadores deportivos, etc - no es rechazada por el pueblo venezolano. Incluso Caracas Gringo y miembros de su familia extendida de Venezuela ha sido ayudada en varias ocasiones en los últimos años por los médicos cubanos, después de todo, la misión Barrio Adentro médica es para todos en Venezuela, que necesitan de asistencia médica inmediata.
Pero Chávez está tan desesperado por mantenerse en el poder que está entregando su soberanía al por mayor para el régimen cubano. Cubazuela no es sólo una palabra de moda, sino una descripción de un proceso que el presidente Chávez y otros miembros de su régimen están avanzando tan rápidamente como sea posible. Para permanecer en el poder, Chávez y su banda están participando activamente en actos de alta traición contra la Constitución y la República de Venezuela.
Pero Caracas Gringo estima que los cubanos son un tigre de papel. Su número puede ser considerable, pero 9 de cada 10 cubanos en la Venezuela de hoy nunca se alzarán en armas contra de la nacionalidad venezolana. Ellos no van a inmolarse para perpetuar la revolución de Cubazuela.
No hay un número importante de militares cubanos de seguridad o personal de inteligencia en cualquiera de las guarniciones militares de Venezuela fuera de Caracas. Los cubanos visitan estas guarniciones, pero rara vez pasan una sola noche dentro de estas bases. ¿Por qué no?
"Debido a que los cubanos no se sienten seguros fuera de Caracas, dijo una fuente militar venezolana a Caracas Gringo. "Los cubanos saben que no son bienvenidos, y nunca serán bienvenidos, dentro de las guarniciones militares de Venezuela. Las carreteras y autopistas de Venezuela están en grave y mal estado, y el crimen violento está fuera de control. Los accidentes pueden suceder y suceden todo el tiempo...
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Opiniones Política Venezuela
El modelo perrito
TULIO HERNÁNDEZ
¿ En qué lugar del mundo democrático un jefe de Estado o de Gobierno le
daría órdenes públicamente a un alcalde electo por el voto directo y secreto
de los habitantes de un municipio? O, para decirlo con mayor propiedad, ¿qué
clase de alcalde, gobernador o, en general, de gobernante local
legítimamente electo, aceptaría sin chistar una orden del Presidente de la
República? Me temo que en muy pocos.
¿Alguien puede imaginarse, por ejemplo, a Rodríguez Zapatero, el presidente
de España, de visita en Barcelona ordenándole al alcalde de la ciudad algo
así como: "Jordi, quiero que me expropies el edificio de El Corte Inglés
porque siento que afea el entorno de la plaza Cataluña". O, con todo y su
leyenda autoritaria, a Álvaro Uribe, el presidente de Colombia, ordenándole
al alcalde de Bogotá que le entregue al Gobierno central la red de
bibliotecas construidas por Mockus y Peñaloza para albergar en ellos unos
centros cívicos de resistencia a la violencia guerrillera? Por supuesto que
no es imaginable.
Y, menos aún, que a la mañana siguiente, Jordi Hereu o Samuel Moreno, se
dediquen a pegar saltitos sudorosos para salir a cumplir como
perrito-obediente aquello que el presidente-amo ha ordenado el día anterior.
En nuestro país en cambio no es necesario imaginarlo.
En la Venezuela roja bolivariana del presente el método es un asunto de
cotidianidad.
El Presidente en su show dominical se presenta en la plaza Bolívar de
Caracas. Trae, como siempre, en la manga una decisión escandalosa de esas
que hacen salivar a sus seguidores. "A ver alcalde dice con su voz engolada,
qué cosa queda allá en aquel edifico". Y el alcalde del municipio
Libertador, apocado, con la aflautada voz de un Robin temeroso ante un
Batman enojado, replica, como quien nunca le ha levantado la voz a nadie:
"Creo que unos negocios de joyas, Presidente".
"Entonces alcalde responde el jefe militar me lo expropia, inmediatamente,
que ese edificio tiene un gran valor histórico ¡me lo expropia!". Y el
alcalde, pasitico, más Robin que nunca, responde: "Sí, mi Presidente, de
inmediato". "¡Me lo expropian!" ha dicho, como el caporal de hacienda frente
al toro: "¡Me lo capan!".
La escena es dura. Decimonónica. De comisario rural.
Profundamente lesiva tanto para la dignidad de los funcionarios como para la
continuidad de la democracia.
Porque el "robinato" del alcalde de Libertador no es una excepción. Es casi
la regla. Un modelo que a fuerza de carajear a sus segundos de abordo Hugo
Chávez ha logrado implantar. Lo llamaremos pedagógicamente "El modelo
perrito". El Presidente amo dice: "¡Sit!", y el alcalde (pero también puede
ser el gobernador) se sienta. "¡Échese!", y se echa.
"¡Arriba!", y el burgomaestre se levanta. "¡Una galletica!", y el animalito
mueve la colita y se imagina una de esas chinas con un papelito adentro que
puede ser "el vale por" una futura embajada o la reelección en el cargo.
Entonces, regresa a su escritorio, feliz porque el amo hoy no le ha pateado
frente a todos.
Todo esto está bien para una mascota, pero no para un funcionario público
que debería representar y defender la voluntad, las expectativas y las
opiniones de la comunidad de electores que le seleccionó para ejercer el
cargo y no los caprichos del jefe central. Estamos ante un asunto
constitucional. Las democracias avanzadas, y Venezuela, al menos en el
papel, ha intentado serlo, han optado por los procesos de elección directa
de alcaldes y gobernadores, entre otras razones, para impedir que los
gobiernos centrales interfieran autoritariamente en las decisiones autónomas
de las ciudades y las regiones.
A Hugo Chávez, lo sabemos, le repugna la palabra autonomía. Es algo que no
está dentro de su genética cuartelaria.
Le hubiese encantado gobernar cuando, bajo los gobiernos de AD y Copei, aún
no se había aprobado la Ley de Descentralizació n y Transferencia de
Competencias (1989) y los gobernadores y alcaldes eran decididos a dedo,
desde Caracas. Por suerte, todo cambió y desde 1989 es el pueblo libre el
que elige a sus gobiernos locales. Pero a Hugo Chávez ese avance le sabe
mal. Le resta poder. Lo hace un presidente no un mandón. Por eso el método
perrito. Por eso los domingos de focas. ¿Habrá alguna vez, como en la de
Orwell, una rebelión en la granja?
¿ En qué lugar del mundo democrático un jefe de Estado o de Gobierno le
daría órdenes públicamente a un alcalde electo por el voto directo y secreto
de los habitantes de un municipio? O, para decirlo con mayor propiedad, ¿qué
clase de alcalde, gobernador o, en general, de gobernante local
legítimamente electo, aceptaría sin chistar una orden del Presidente de la
República? Me temo que en muy pocos.
¿Alguien puede imaginarse, por ejemplo, a Rodríguez Zapatero, el presidente
de España, de visita en Barcelona ordenándole al alcalde de la ciudad algo
así como: "Jordi, quiero que me expropies el edificio de El Corte Inglés
porque siento que afea el entorno de la plaza Cataluña". O, con todo y su
leyenda autoritaria, a Álvaro Uribe, el presidente de Colombia, ordenándole
al alcalde de Bogotá que le entregue al Gobierno central la red de
bibliotecas construidas por Mockus y Peñaloza para albergar en ellos unos
centros cívicos de resistencia a la violencia guerrillera? Por supuesto que
no es imaginable.
Y, menos aún, que a la mañana siguiente, Jordi Hereu o Samuel Moreno, se
dediquen a pegar saltitos sudorosos para salir a cumplir como
perrito-obediente aquello que el presidente-amo ha ordenado el día anterior.
En nuestro país en cambio no es necesario imaginarlo.
En la Venezuela roja bolivariana del presente el método es un asunto de
cotidianidad.
El Presidente en su show dominical se presenta en la plaza Bolívar de
Caracas. Trae, como siempre, en la manga una decisión escandalosa de esas
que hacen salivar a sus seguidores. "A ver alcalde dice con su voz engolada,
qué cosa queda allá en aquel edifico". Y el alcalde del municipio
Libertador, apocado, con la aflautada voz de un Robin temeroso ante un
Batman enojado, replica, como quien nunca le ha levantado la voz a nadie:
"Creo que unos negocios de joyas, Presidente".
"Entonces alcalde responde el jefe militar me lo expropia, inmediatamente,
que ese edificio tiene un gran valor histórico ¡me lo expropia!". Y el
alcalde, pasitico, más Robin que nunca, responde: "Sí, mi Presidente, de
inmediato". "¡Me lo expropian!" ha dicho, como el caporal de hacienda frente
al toro: "¡Me lo capan!".
La escena es dura. Decimonónica. De comisario rural.
Profundamente lesiva tanto para la dignidad de los funcionarios como para la
continuidad de la democracia.
Porque el "robinato" del alcalde de Libertador no es una excepción. Es casi
la regla. Un modelo que a fuerza de carajear a sus segundos de abordo Hugo
Chávez ha logrado implantar. Lo llamaremos pedagógicamente "El modelo
perrito". El Presidente amo dice: "¡Sit!", y el alcalde (pero también puede
ser el gobernador) se sienta. "¡Échese!", y se echa.
"¡Arriba!", y el burgomaestre se levanta. "¡Una galletica!", y el animalito
mueve la colita y se imagina una de esas chinas con un papelito adentro que
puede ser "el vale por" una futura embajada o la reelección en el cargo.
Entonces, regresa a su escritorio, feliz porque el amo hoy no le ha pateado
frente a todos.
Todo esto está bien para una mascota, pero no para un funcionario público
que debería representar y defender la voluntad, las expectativas y las
opiniones de la comunidad de electores que le seleccionó para ejercer el
cargo y no los caprichos del jefe central. Estamos ante un asunto
constitucional. Las democracias avanzadas, y Venezuela, al menos en el
papel, ha intentado serlo, han optado por los procesos de elección directa
de alcaldes y gobernadores, entre otras razones, para impedir que los
gobiernos centrales interfieran autoritariamente en las decisiones autónomas
de las ciudades y las regiones.
A Hugo Chávez, lo sabemos, le repugna la palabra autonomía. Es algo que no
está dentro de su genética cuartelaria.
Le hubiese encantado gobernar cuando, bajo los gobiernos de AD y Copei, aún
no se había aprobado la Ley de Descentralizació n y Transferencia de
Competencias (1989) y los gobernadores y alcaldes eran decididos a dedo,
desde Caracas. Por suerte, todo cambió y desde 1989 es el pueblo libre el
que elige a sus gobiernos locales. Pero a Hugo Chávez ese avance le sabe
mal. Le resta poder. Lo hace un presidente no un mandón. Por eso el método
perrito. Por eso los domingos de focas. ¿Habrá alguna vez, como en la de
Orwell, una rebelión en la granja?
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Opiniones Política Venezuela
Quo vadis?
Antonio Sánchez-García
Ya es contrarrevolucionario enchufar una plancha. Pronto será contrarrevolucionario comerse un bistec. Comienza a ser contrarrevolucionario pensar más de lo que dicta el teniente coronel. Y leer aquellos libros o visitar aquellos blogs que el régimen considere pernicioso. Como en Cuba. ¿Lo permitiremos o lo impediremos, así sea con nuestra sangre? Esa, no otra, es la pregunta.
Ha sido una discusión que acompañó la emergencia de los regímenes socialistas desde Octubre de 1917: ¿debe hacerse tabula rasa de la civilización y la cultura “burguesas”, debe perdonarse a los técnicos e intelectuales del viejo sistema, debe respetarse todo lo que ha sido creado en siglos y siglos de historia o se debe comenzar de cero? La revolución, ¿sólo es posible mediante el recurso a la tabula rasa del desarrollo tecnológico y material de la sociedad o, antes bien, debe servirse de dicho desarrollo como de un trampolín para lanzarse al asalto del futuro?
Visto desde una perspectiva estrictamente ideológica, atendiendo a los llamados fundamentos científicos del socialismo, postulados por Marx y Engels en una obra teórica que abarca más de una treintena de gruesos volúmenes, tal disyuntiva es absolutamente ociosa e impertinente. Para los ideólogos del comunismo, éste sería el resultado lógico del desarrollo de las fuerzas productivas. Algo así como la lógica culminación del mayor progreso de la sociedad, incluso de la automatización, que permitiría cumplir el sueño de la utopía marxista: liberar al hombre de la esclavitud del trabajo. Como lo anunciara en Los Fundamentos de la Crítica de la Economía Política, su obra de mayor densidad teórica y filosófica, publicada por el Instituto de Ciencias de la URSS recién en los años 30 del siglo XX y conocida en Occidente recién a partir de los años cincuenta-sesenta, al calor de la reactualización del pensamiento marxiano, tras la derrota del fascismo.
Para desgracia del planteamiento mesiánico que subyace a tal visión progresiva, utópica y positivista, el capitalismo europeo que analizaba Marx no cayó en el abismo de la crisis para dar paso al comunismo, tal como de un gusano emerge una crisálida: ya listo y empaquetado por el desarrollo alcanzado por la sociedad industrial. Supo superar sus crisis, salir de las colosales depresiones que lo amenazaran de muerte y resolver sus contradicciones a través de una mayor industrialización, mayor progreso y, sobre todo, mayor y más democrática prosperidad. Supo, y vaya que lo logró de manera asombrosa, convertir sus depresiones en acicates para el cambio. Permitiendo, al mismo tiempo, el más descomunal de los desarrollos económicos a escala planetaria, incorporando todas las zonas periféricas a la presión de la globalización.
De esta fuerza centrifugadora no se salvaron ni siquiera los socialismos reales, que antes que triunfar en las sociedades de punta como Inglaterra o Alemania - donde Marx juró se impondrían por necesidad del desarrollo histórico - , se impusieron en las marginales y subdesarrolladas, constituidas por retazos de modos de producción tan arcaicos como el feudalismo o la esclavitud - tal como en la Rusia zarista o la China milenaria. Y ello gracias al asalto de vanguardias voluntariosas y decisionistas, bélicas, dictatoriales y totalitarias. Para intentar alcanzar a fuerza de represión, esclavitud y sometimiento un poder y un desarrollo que si bien no permitió jamás nivelar dichas sociedades totalitarias a la prosperidad de las sociedades capitalistas hizo posible que adelantaran la socialización de sus estructuras y quedaran servidas como para ser devoradas por el capitalismo endógeno más primitivo y ramplón. Tal como sucediera en la URSS tras setenta años de totalitarismo, o en China, convertida en una potencia mundial gracias a la aplicación implacable de las leyes del mercado y la superexplotación de su gigantesca y populosa mano de obra.
2
Pero para que se diera esa discusión, tanto en Rusia como en China, se requería de una vanguardia verdaderamente ilustrada, como la bolchevique. En la que sobresalieran teóricos de extraordinaria inteligencia y capacidad, como Lenin, Trotsky, Bujarin y otros economistas y sociólogos de prestigio internacional. Discusión tanto más inútil cuanto que terminaría siendo resuelta mediante la mano feroz de Stalin con su famosa consigna del socialismo en un solo país y la parafernalia del GULAG. Aún así, la fórmula encontrada por Lenin antes de su muerte sirvió de brújula y orientación a la nueva clase dominante sometida a Stalin: electrificación más Soviets, los famosos consejos de campesinos y obreros. Es decir: desarrollo material más organización social.
Allí murió la revolución. Con el socialismo - electrificación más consejos - y la decisión de construirlo en un solo país. Sin mediar el fascismo y la guerra mundial, Europa Oriental no hubiera caído en las garras de la Unión Soviética y el mundo no se hubiera dividido en dos mitades, entrando al período de la llamada Guerra Fría, que abarca desde 1946 hasta 1989, cuando se derrumba el Muro de Berlín. Sin la existencia de la URSS y China, Cuba no hubiera encontrado otra salida a la dictadura de Batista que la revolución democrática. La que implementó en Venezuela Rómulo Betancourt. Pues en ninguno de esos treinta y pico de volúmenes se explica la rocambolesca aventura de construir el socialismo en una isla de sol, playa y palmeras como si fuera una escenografía hollywoodense.
Y por esa misma razón, porque la revolución cubana no tuvo de marxismo socialista más que la dictadura - no del proletariado, sino de los hermanos Castro - y no fue capaz de desarrollar las fuerzas productivas ni para fabricar destornilladores, es que esa ficción totalitaria tuvo que sobrevivir a costas de la Unión Soviética, luego de la industria turística española y finalmente del asalto inmisericorde a las bóvedas del Banco Central de Venezuela. Sin la URSS, sin los españoles y sin la corruptocracia militarista venezolana, Cuba sería una suerte de Haití verde olivo. Rumiando su estancamiento como la princesa dormida del cuento de los hermanos Grimm. Ya lo dijo con absoluta lucidez y faltando cuatro años para el asalto al poder por los Castro su cuñado Rafael Díaz Balart: Fidel es un fascista de tomo y lomo, pero como Hitler se suicidó y sólo el marxismo puede darle certificado de legitimidad a su desaforada ambición y montar su parapeto totalitario y vitalicio, no le ha quedado más remedio que entregarse en brazos del comunismo.
Si Cuba no logró resolver con sus propias fuerzas y por propia iniciativa el problema de la electrificación y no ha desarrollado fuerza productiva alguna, que no sea la de los viejos y nuevos trovadores, capaces de componer sones y guarachas, ¿de qué desarrollo de las fuerzas productivas estamos hablando? ¿De qué fundamento marxista? ¿De qué progreso material? A falta de esa base material, sólo quedó el leninismo verde olivo: forma de organización política caudillesca y militarista consistente en reprimir y esclavizar mediante las armas y un sofisticado aparato de represión ideológica al pueblo cubano, reducir sus necesidades materiales al mínimo imaginable, tomando como modelo lo que los cubanos comían en el siglo XIX y el montaje de una cultura del sacrificio impuesto a macha martillo como forma suprema del llamado “hombre nuevo”. Prescindir olímpicamente y por decreto - so pena de cárcel de por vida - a la electricidad, al petróleo, al gas, al carro propio, a los bienes de consumo de cualquier país capitalista medianamente desarrollado. Y sobre todo: al buen comer y al buen vivir. No es broma el chiste que reza que en Cuba se practica el mayor consumismo del mundo: millones de cubanos se la pasan toda una vida consumismo traje, consumismo sombrero, consumismo calzoncillo.
3
Los imperialistas romanos decían: divide et impera. Los imperialistas cubanos, que no tienen donde caerse muertos y que - colmo de los colmos de la estulticia de un pueblo que se deja naricear por un analfabeta - hoy colonizan a un país que tiene cultura, civilización y medios como para tragársela de una sola zampada, se han sacado de la manga otra divisa: empobrece e impera. En alguna ocasión, el Cardenal Rosalio Castillo Lara me hizo la traducción al latín: depaupera et impera.
Es el reciclaje del caudillismo caribeño travestido de socialismo del siglo 21, para engañar incautos: imponer la pobreza por decreto, luego de pretender convencernos de que ser rico es malo, para empobrecernos a la fuerza, esclavizándonos material y luego espiritualmente. Universalizar la miseria, para obligarnos a vivir del estado, sometidos a un régimen de oscuridad y abstinencia. Pendientes del permiso del ogro filantrópico para encender la luz, bañarnos y llevarnos algún mendrugo a la boca. Penalización y cuartilla de racionamiento.
No es casual que en once años se haya derrumbado el parque industrial, haya colapsado la industria de la energía, se haya liquidado al comercio y la industria. No es casual que la sociedad venezolana se haya empobrecido real y fácticamente a pasos agigantados, así la engañifa del consumo financiado por los altos precios del petróleo adormeciera nuestros sentidos y nos embriagara en los efluvios generados por una economía de puertos. No es casual ese derroche de novecientos cincuenta mil millones de dólares. No es casual que hasta ayer comiéramos desde carne argentina hasta queso uruguayo. Mañana, ni eso.
El gobierno mantuvo sus altos índices de popularidad gracias al derroche de ese consumo de bienes importados. Tenía preparada la coartada para cuando los precios del petróleo se vinieran abajo: echar mano de lo poco que nos queda y empujarnos a la miseria, sostenido en un aparato de represión militar, policial, ideológica y política. Bajar el interruptor le viene de perillas: ya comenzamos a internalizar la sensación de que vivir bien, suficientemente iluminados, bañados y enterados de lo que pasa en el mundo es un pecado. Usar la energía que consideremos útil, cómodo y necesario - pagando el consumo con nuestro bien ganado dinero, como es lógico y natural - es contra revolucionario.
Ya es contrarrevolucionario enchufar una plancha. Pronto será contrarrevolucionario comerse un bistec. Comienza a ser contrarrevolucionario pensar más de lo que dicta el teniente coronel. Y leer aquellos libros o visitar aquellos blogs que el régimen considere pernicioso. Como en Cuba. ¿Lo permitiremos o lo impediremos, así sea con nuestra sangre? Esa, no otra, es la pregunta.
Ya es contrarrevolucionario enchufar una plancha. Pronto será contrarrevolucionario comerse un bistec. Comienza a ser contrarrevolucionario pensar más de lo que dicta el teniente coronel. Y leer aquellos libros o visitar aquellos blogs que el régimen considere pernicioso. Como en Cuba. ¿Lo permitiremos o lo impediremos, así sea con nuestra sangre? Esa, no otra, es la pregunta.
Ha sido una discusión que acompañó la emergencia de los regímenes socialistas desde Octubre de 1917: ¿debe hacerse tabula rasa de la civilización y la cultura “burguesas”, debe perdonarse a los técnicos e intelectuales del viejo sistema, debe respetarse todo lo que ha sido creado en siglos y siglos de historia o se debe comenzar de cero? La revolución, ¿sólo es posible mediante el recurso a la tabula rasa del desarrollo tecnológico y material de la sociedad o, antes bien, debe servirse de dicho desarrollo como de un trampolín para lanzarse al asalto del futuro?
Visto desde una perspectiva estrictamente ideológica, atendiendo a los llamados fundamentos científicos del socialismo, postulados por Marx y Engels en una obra teórica que abarca más de una treintena de gruesos volúmenes, tal disyuntiva es absolutamente ociosa e impertinente. Para los ideólogos del comunismo, éste sería el resultado lógico del desarrollo de las fuerzas productivas. Algo así como la lógica culminación del mayor progreso de la sociedad, incluso de la automatización, que permitiría cumplir el sueño de la utopía marxista: liberar al hombre de la esclavitud del trabajo. Como lo anunciara en Los Fundamentos de la Crítica de la Economía Política, su obra de mayor densidad teórica y filosófica, publicada por el Instituto de Ciencias de la URSS recién en los años 30 del siglo XX y conocida en Occidente recién a partir de los años cincuenta-sesenta, al calor de la reactualización del pensamiento marxiano, tras la derrota del fascismo.
Para desgracia del planteamiento mesiánico que subyace a tal visión progresiva, utópica y positivista, el capitalismo europeo que analizaba Marx no cayó en el abismo de la crisis para dar paso al comunismo, tal como de un gusano emerge una crisálida: ya listo y empaquetado por el desarrollo alcanzado por la sociedad industrial. Supo superar sus crisis, salir de las colosales depresiones que lo amenazaran de muerte y resolver sus contradicciones a través de una mayor industrialización, mayor progreso y, sobre todo, mayor y más democrática prosperidad. Supo, y vaya que lo logró de manera asombrosa, convertir sus depresiones en acicates para el cambio. Permitiendo, al mismo tiempo, el más descomunal de los desarrollos económicos a escala planetaria, incorporando todas las zonas periféricas a la presión de la globalización.
De esta fuerza centrifugadora no se salvaron ni siquiera los socialismos reales, que antes que triunfar en las sociedades de punta como Inglaterra o Alemania - donde Marx juró se impondrían por necesidad del desarrollo histórico - , se impusieron en las marginales y subdesarrolladas, constituidas por retazos de modos de producción tan arcaicos como el feudalismo o la esclavitud - tal como en la Rusia zarista o la China milenaria. Y ello gracias al asalto de vanguardias voluntariosas y decisionistas, bélicas, dictatoriales y totalitarias. Para intentar alcanzar a fuerza de represión, esclavitud y sometimiento un poder y un desarrollo que si bien no permitió jamás nivelar dichas sociedades totalitarias a la prosperidad de las sociedades capitalistas hizo posible que adelantaran la socialización de sus estructuras y quedaran servidas como para ser devoradas por el capitalismo endógeno más primitivo y ramplón. Tal como sucediera en la URSS tras setenta años de totalitarismo, o en China, convertida en una potencia mundial gracias a la aplicación implacable de las leyes del mercado y la superexplotación de su gigantesca y populosa mano de obra.
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Pero para que se diera esa discusión, tanto en Rusia como en China, se requería de una vanguardia verdaderamente ilustrada, como la bolchevique. En la que sobresalieran teóricos de extraordinaria inteligencia y capacidad, como Lenin, Trotsky, Bujarin y otros economistas y sociólogos de prestigio internacional. Discusión tanto más inútil cuanto que terminaría siendo resuelta mediante la mano feroz de Stalin con su famosa consigna del socialismo en un solo país y la parafernalia del GULAG. Aún así, la fórmula encontrada por Lenin antes de su muerte sirvió de brújula y orientación a la nueva clase dominante sometida a Stalin: electrificación más Soviets, los famosos consejos de campesinos y obreros. Es decir: desarrollo material más organización social.
Allí murió la revolución. Con el socialismo - electrificación más consejos - y la decisión de construirlo en un solo país. Sin mediar el fascismo y la guerra mundial, Europa Oriental no hubiera caído en las garras de la Unión Soviética y el mundo no se hubiera dividido en dos mitades, entrando al período de la llamada Guerra Fría, que abarca desde 1946 hasta 1989, cuando se derrumba el Muro de Berlín. Sin la existencia de la URSS y China, Cuba no hubiera encontrado otra salida a la dictadura de Batista que la revolución democrática. La que implementó en Venezuela Rómulo Betancourt. Pues en ninguno de esos treinta y pico de volúmenes se explica la rocambolesca aventura de construir el socialismo en una isla de sol, playa y palmeras como si fuera una escenografía hollywoodense.
Y por esa misma razón, porque la revolución cubana no tuvo de marxismo socialista más que la dictadura - no del proletariado, sino de los hermanos Castro - y no fue capaz de desarrollar las fuerzas productivas ni para fabricar destornilladores, es que esa ficción totalitaria tuvo que sobrevivir a costas de la Unión Soviética, luego de la industria turística española y finalmente del asalto inmisericorde a las bóvedas del Banco Central de Venezuela. Sin la URSS, sin los españoles y sin la corruptocracia militarista venezolana, Cuba sería una suerte de Haití verde olivo. Rumiando su estancamiento como la princesa dormida del cuento de los hermanos Grimm. Ya lo dijo con absoluta lucidez y faltando cuatro años para el asalto al poder por los Castro su cuñado Rafael Díaz Balart: Fidel es un fascista de tomo y lomo, pero como Hitler se suicidó y sólo el marxismo puede darle certificado de legitimidad a su desaforada ambición y montar su parapeto totalitario y vitalicio, no le ha quedado más remedio que entregarse en brazos del comunismo.
Si Cuba no logró resolver con sus propias fuerzas y por propia iniciativa el problema de la electrificación y no ha desarrollado fuerza productiva alguna, que no sea la de los viejos y nuevos trovadores, capaces de componer sones y guarachas, ¿de qué desarrollo de las fuerzas productivas estamos hablando? ¿De qué fundamento marxista? ¿De qué progreso material? A falta de esa base material, sólo quedó el leninismo verde olivo: forma de organización política caudillesca y militarista consistente en reprimir y esclavizar mediante las armas y un sofisticado aparato de represión ideológica al pueblo cubano, reducir sus necesidades materiales al mínimo imaginable, tomando como modelo lo que los cubanos comían en el siglo XIX y el montaje de una cultura del sacrificio impuesto a macha martillo como forma suprema del llamado “hombre nuevo”. Prescindir olímpicamente y por decreto - so pena de cárcel de por vida - a la electricidad, al petróleo, al gas, al carro propio, a los bienes de consumo de cualquier país capitalista medianamente desarrollado. Y sobre todo: al buen comer y al buen vivir. No es broma el chiste que reza que en Cuba se practica el mayor consumismo del mundo: millones de cubanos se la pasan toda una vida consumismo traje, consumismo sombrero, consumismo calzoncillo.
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Los imperialistas romanos decían: divide et impera. Los imperialistas cubanos, que no tienen donde caerse muertos y que - colmo de los colmos de la estulticia de un pueblo que se deja naricear por un analfabeta - hoy colonizan a un país que tiene cultura, civilización y medios como para tragársela de una sola zampada, se han sacado de la manga otra divisa: empobrece e impera. En alguna ocasión, el Cardenal Rosalio Castillo Lara me hizo la traducción al latín: depaupera et impera.
Es el reciclaje del caudillismo caribeño travestido de socialismo del siglo 21, para engañar incautos: imponer la pobreza por decreto, luego de pretender convencernos de que ser rico es malo, para empobrecernos a la fuerza, esclavizándonos material y luego espiritualmente. Universalizar la miseria, para obligarnos a vivir del estado, sometidos a un régimen de oscuridad y abstinencia. Pendientes del permiso del ogro filantrópico para encender la luz, bañarnos y llevarnos algún mendrugo a la boca. Penalización y cuartilla de racionamiento.
No es casual que en once años se haya derrumbado el parque industrial, haya colapsado la industria de la energía, se haya liquidado al comercio y la industria. No es casual que la sociedad venezolana se haya empobrecido real y fácticamente a pasos agigantados, así la engañifa del consumo financiado por los altos precios del petróleo adormeciera nuestros sentidos y nos embriagara en los efluvios generados por una economía de puertos. No es casual ese derroche de novecientos cincuenta mil millones de dólares. No es casual que hasta ayer comiéramos desde carne argentina hasta queso uruguayo. Mañana, ni eso.
El gobierno mantuvo sus altos índices de popularidad gracias al derroche de ese consumo de bienes importados. Tenía preparada la coartada para cuando los precios del petróleo se vinieran abajo: echar mano de lo poco que nos queda y empujarnos a la miseria, sostenido en un aparato de represión militar, policial, ideológica y política. Bajar el interruptor le viene de perillas: ya comenzamos a internalizar la sensación de que vivir bien, suficientemente iluminados, bañados y enterados de lo que pasa en el mundo es un pecado. Usar la energía que consideremos útil, cómodo y necesario - pagando el consumo con nuestro bien ganado dinero, como es lógico y natural - es contra revolucionario.
Ya es contrarrevolucionario enchufar una plancha. Pronto será contrarrevolucionario comerse un bistec. Comienza a ser contrarrevolucionario pensar más de lo que dicta el teniente coronel. Y leer aquellos libros o visitar aquellos blogs que el régimen considere pernicioso. Como en Cuba. ¿Lo permitiremos o lo impediremos, así sea con nuestra sangre? Esa, no otra, es la pregunta.
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Opiniones Política Venezuela
Un día en la vida del teniente coronel “Exprópiese”
Manuel Malaver
Una factura de más de 10 cifras en millones de dólares, que, si se une a los gastos por expropiaciones, y subsidios a las empresas recién estatizadas, explica por qué después de tener un ingreso de más de UN BILLON DE DOLARES en los últimos 6 años, el país está en la carraplana, con el sistema eléctrico colapsado, sin agua, seguridad, transporte, vivienda, educación, salud y exhibiendo uno de los peores índices de desarrollo humano del mundo.
Dieron la vuelta al mundo las imágenes de Hugo Chávez paneando la mirada desde el “Aló Presidente” del domingo pasado por un conjunto de viejos edificios que rodean la Plaza Bolívar de Caracas, mientras ordenaba impertérrito: “Exprópiese y este también exprópiese, y el de más allá igual, y el de acá y este de más acá… Y anote alcalde… Porque quiero ver mañana el decreto de expropiación en la Gaceta Oficial, con su “Comuníquese y Publíquese”.
Y entraba al audio una voz apagada, pero sin duda diligente, que susurraba: “Si presidente, como usted ordene presidente, ahora mismo presidente” que resultó ser la del alcalde del Municipio Libertador, Jorge Rodríguez, quien sentado y escribiendo apresurado en una libreta, mostraba cara de estar sorprendido por la decisión presidencial.
Pero es posible que el hombre de la orden, úkase, o fatwa (que son términos que se expresan con un cierto regusto en la apocalíptica al uso que impera en Venezuela), fuera el primer sorprendido, pues se conoce que, tocante a expropiaciones, Chávez no planifica ni prevé nada y que éstas surgen como emociones que ilustran sus discursos, tan pronto se lanza a explayar ideas sobre la dogmática oficial.
Así, por ejemplo, si el superlíder está empeñado en explicarnos la plusvalía, cae una fábrica; si pasa a la teoría del valor o de la renta de la tierra, engulle haciendas, fundos y empresas agroindustriales; si habla ahora de la explotación del hombre por el hombre, se embolsilla casas, apartamentos o edificios enteros; pero sin olvidarse de advertirle a tal o cual capitalista que si sigue metiéndose con él, tratándolo mal y haciendo declaraciones inapropiadas sobre su persona, pues entonces perderá su patrimonio y el de sus abuelos, padres e hijos.
A mis lectores del exterior que no pocas veces se restriegan los ojos y dudan cuando cuento estas cosas y creen que las caricaturizo, los conmino a que busquen en Youtube las imágenes del domingo pasado que comencé citando en este artículo, u otras que pueden verse en un “Usted lo vio” de Globovisión, donde Chávez apunta con el dedo y dice frente a las cámaras: “Es contigo, Mendoza, dueño de la Polar y es para decirte que si sigues comportándote como lo haces, te expropio toda, toda la Polar”.
Pero es que antes, con motivo del primer cierre de Radio Caracas Televisión, se le salió decir que la medida, la incautación de la señal abierta de la planta, se debía, entre otras causas, “a que ese señor Granier, el director de la televisora, cuando habla de mi me llama el ‘teniente coronel, Chávez”, y no me da el tratamiento de “Comandante en Jefe de la FAN”, que es el que me corresponde”.
E igual, en una fecha más reciente, en septiembre del año pasado, con motivo de la cumbre de UNASUR-Africa en Margarita, Chávez decidió la expropiación del hotel Margarita-Hilton, porque sus dueños se habían negado a dar facilidades para que el presidente de Libia, Muamar Gaddafi, instalara una carpa en sus alrededores.
Eso, por lo menos, fue lo que dijo Chávez para justificar el decreto que, por cierto, dejó sin trabajo a 150 trabajadores que no llenaban las condiciones ideológicas para integrar las nóminas del neo estado socialista y revolucionario.
En otras palabras, que obvios los comentarios con que los medio internacionales, y en especial los televisivos, acompañaron las imágenes del Hugo “Expropiese” Chávez del domingo y los cuales, casi al unísono, coincidieron de que el dictador bananero, el mismo de las cárceles y los exilios, de las torturas y las bandas de civiles armados, del aislamiento y las violaciones de los derechos humanos, había resucitado en Venezuela.
Percepción que se ve corroborada segundo a segundo, minuto a minutos, hora a hora, y día a día, cuando más y más medios son cerrados u hostigados, cientos de presos se hacinan en las cárceles sin el debido proceso, bandas de civiles armados y cuerpos policiales se lanzan a desalojar las calles de opositores y Chávez discursea en largas cadenas de televisión espada en mano y blandiéndola para amenazar, tanto a los que se le oponen, como a los que se apartan del redil.
Pero, una pregunta pertinente: ¿Y qué pasa con las propiedades estatizadas, con los bienes de propietarios privados que le son confiscados porque nunca se les compensa con el de valor de mercado, sino mediante la fórmula de “lo tomas o le dejas”, y pasan a engrosar las filas de la llamada propiedad social o colectiva, pero que, todo el mundo sabe, es en realidad de Chávez, pues se atribuye la facultad de quedársela, repartirla, dividirla, reasignarla o abandonarla?
Pues que, sencillamente, pasan a formar parte de una suerte de parque industrial de chatarra, donde fábricas, comercios, haciendas, fundos y bienes inmuebles van enmoheciéndose, llenándose de polvo u hollín, trabándose, quedándose sin materias primas para funcionar, sin mantenimiento, ni piezas de repuesto que concluyen haciéndolas, totalmente, inoperativas.
No se crea, sin embargo, que esto ocurre sin meses de demagogia en los que Chávez anuncia la marcha invencible de la revolución, y que cuantiosos recursos líquidos, a veces cifrados en decenas, o cientos de millones de dólares, son asignados a los nuevos bienes públicos “que ahora producirán para el pueblo”, pero en realidad para ser dilapidados, no pocas veces antes de que lleguen a su destino, por la incompetencia y la corrupción.
Cuál es el resultado de semejantes atrocidades en política económica -que si algo tienen de especialmente criminal es que ya se sabía a donde conducen- no lo ha dicho la oposición sino Chávez, el mismísimo teniente coronel, “Exprópiese”, el cual, en una cadena de radio y televisión de diciembre pasado para justificar la decisión de devaluar el bolívar, dijo: “Aquí, en Venezuela, se exporta el cien por ciento de lo que consumimos, aquí, en Venezuela, no se produce nada”.
Y tenemos que admitir que Chávez, por una vez, dijo la verdad, pues el más descuidado observador que eche una ojeada por bodegas, abastos, mercados, supermercados, y centro comerciales en Venezuela se da cuenta que casi no hay productos que no vengan de China, Europa, USA, Centro y Sudamérica.
Y en cuanto a Sudamérica, principalmente de Colombia, país que proveía a Venezuela del 40 por ciento de productos comestibles y del 35 por ciento de sus manufacturas, pero que al prohibir Chávez su ingreso a Venezuela por una presunta que iba a llevar a cabo contra el gobierno de Álvaro Uribe, están llegando de los Estados Unidos.
Gigantescas importaciones, en fin, que inundan los puertos, aeropuertos, fronteras, aduanas, carreteras, y caminos verdes.
Una factura de más de 10 cifras en millones de dólares, que, si se une a los gastos por expropiaciones, y subsidios a las empresas recién estatizadas, explica por qué después de tener un ingreso de más de UN BILLON DE DOLARES en los últimos 6 años, el país está en la carraplana, con el sistema eléctrico colapsado, sin agua, seguridad, transporte, vivienda, educación, salud y exhibiendo uno de los peores índices de desarrollo humano del mundo.
No son, por cierto, datos que preocupen al teniente coronel, “Exprópiese”, para quien adueñarse de lo ajeno no es una política, sino un vicio, una adicción, de igual manera que el afecto a cualquier droga se preocupa por satisfacer su ansiedad momentánea y no de las secuelas con que agrieta a su humanidad.
Está, o puede estar Chávez ahora en una cadena de radio y televisión, seguro que inaugurando una fábrica, una hacienda, un inmueble confiscado hace unos días, y le recomiendo que prenda una vela a su santo patrón porque si el discurso lo lleva a fijarse en un su propiedad, es posible que en segundos usted sea otro ciudadano arruinado.
Para el teniente coronel “Exprópiese”, es cuestión de inspiración.
Una factura de más de 10 cifras en millones de dólares, que, si se une a los gastos por expropiaciones, y subsidios a las empresas recién estatizadas, explica por qué después de tener un ingreso de más de UN BILLON DE DOLARES en los últimos 6 años, el país está en la carraplana, con el sistema eléctrico colapsado, sin agua, seguridad, transporte, vivienda, educación, salud y exhibiendo uno de los peores índices de desarrollo humano del mundo.
Dieron la vuelta al mundo las imágenes de Hugo Chávez paneando la mirada desde el “Aló Presidente” del domingo pasado por un conjunto de viejos edificios que rodean la Plaza Bolívar de Caracas, mientras ordenaba impertérrito: “Exprópiese y este también exprópiese, y el de más allá igual, y el de acá y este de más acá… Y anote alcalde… Porque quiero ver mañana el decreto de expropiación en la Gaceta Oficial, con su “Comuníquese y Publíquese”.
Y entraba al audio una voz apagada, pero sin duda diligente, que susurraba: “Si presidente, como usted ordene presidente, ahora mismo presidente” que resultó ser la del alcalde del Municipio Libertador, Jorge Rodríguez, quien sentado y escribiendo apresurado en una libreta, mostraba cara de estar sorprendido por la decisión presidencial.
Pero es posible que el hombre de la orden, úkase, o fatwa (que son términos que se expresan con un cierto regusto en la apocalíptica al uso que impera en Venezuela), fuera el primer sorprendido, pues se conoce que, tocante a expropiaciones, Chávez no planifica ni prevé nada y que éstas surgen como emociones que ilustran sus discursos, tan pronto se lanza a explayar ideas sobre la dogmática oficial.
Así, por ejemplo, si el superlíder está empeñado en explicarnos la plusvalía, cae una fábrica; si pasa a la teoría del valor o de la renta de la tierra, engulle haciendas, fundos y empresas agroindustriales; si habla ahora de la explotación del hombre por el hombre, se embolsilla casas, apartamentos o edificios enteros; pero sin olvidarse de advertirle a tal o cual capitalista que si sigue metiéndose con él, tratándolo mal y haciendo declaraciones inapropiadas sobre su persona, pues entonces perderá su patrimonio y el de sus abuelos, padres e hijos.
A mis lectores del exterior que no pocas veces se restriegan los ojos y dudan cuando cuento estas cosas y creen que las caricaturizo, los conmino a que busquen en Youtube las imágenes del domingo pasado que comencé citando en este artículo, u otras que pueden verse en un “Usted lo vio” de Globovisión, donde Chávez apunta con el dedo y dice frente a las cámaras: “Es contigo, Mendoza, dueño de la Polar y es para decirte que si sigues comportándote como lo haces, te expropio toda, toda la Polar”.
Pero es que antes, con motivo del primer cierre de Radio Caracas Televisión, se le salió decir que la medida, la incautación de la señal abierta de la planta, se debía, entre otras causas, “a que ese señor Granier, el director de la televisora, cuando habla de mi me llama el ‘teniente coronel, Chávez”, y no me da el tratamiento de “Comandante en Jefe de la FAN”, que es el que me corresponde”.
E igual, en una fecha más reciente, en septiembre del año pasado, con motivo de la cumbre de UNASUR-Africa en Margarita, Chávez decidió la expropiación del hotel Margarita-Hilton, porque sus dueños se habían negado a dar facilidades para que el presidente de Libia, Muamar Gaddafi, instalara una carpa en sus alrededores.
Eso, por lo menos, fue lo que dijo Chávez para justificar el decreto que, por cierto, dejó sin trabajo a 150 trabajadores que no llenaban las condiciones ideológicas para integrar las nóminas del neo estado socialista y revolucionario.
En otras palabras, que obvios los comentarios con que los medio internacionales, y en especial los televisivos, acompañaron las imágenes del Hugo “Expropiese” Chávez del domingo y los cuales, casi al unísono, coincidieron de que el dictador bananero, el mismo de las cárceles y los exilios, de las torturas y las bandas de civiles armados, del aislamiento y las violaciones de los derechos humanos, había resucitado en Venezuela.
Percepción que se ve corroborada segundo a segundo, minuto a minutos, hora a hora, y día a día, cuando más y más medios son cerrados u hostigados, cientos de presos se hacinan en las cárceles sin el debido proceso, bandas de civiles armados y cuerpos policiales se lanzan a desalojar las calles de opositores y Chávez discursea en largas cadenas de televisión espada en mano y blandiéndola para amenazar, tanto a los que se le oponen, como a los que se apartan del redil.
Pero, una pregunta pertinente: ¿Y qué pasa con las propiedades estatizadas, con los bienes de propietarios privados que le son confiscados porque nunca se les compensa con el de valor de mercado, sino mediante la fórmula de “lo tomas o le dejas”, y pasan a engrosar las filas de la llamada propiedad social o colectiva, pero que, todo el mundo sabe, es en realidad de Chávez, pues se atribuye la facultad de quedársela, repartirla, dividirla, reasignarla o abandonarla?
Pues que, sencillamente, pasan a formar parte de una suerte de parque industrial de chatarra, donde fábricas, comercios, haciendas, fundos y bienes inmuebles van enmoheciéndose, llenándose de polvo u hollín, trabándose, quedándose sin materias primas para funcionar, sin mantenimiento, ni piezas de repuesto que concluyen haciéndolas, totalmente, inoperativas.
No se crea, sin embargo, que esto ocurre sin meses de demagogia en los que Chávez anuncia la marcha invencible de la revolución, y que cuantiosos recursos líquidos, a veces cifrados en decenas, o cientos de millones de dólares, son asignados a los nuevos bienes públicos “que ahora producirán para el pueblo”, pero en realidad para ser dilapidados, no pocas veces antes de que lleguen a su destino, por la incompetencia y la corrupción.
Cuál es el resultado de semejantes atrocidades en política económica -que si algo tienen de especialmente criminal es que ya se sabía a donde conducen- no lo ha dicho la oposición sino Chávez, el mismísimo teniente coronel, “Exprópiese”, el cual, en una cadena de radio y televisión de diciembre pasado para justificar la decisión de devaluar el bolívar, dijo: “Aquí, en Venezuela, se exporta el cien por ciento de lo que consumimos, aquí, en Venezuela, no se produce nada”.
Y tenemos que admitir que Chávez, por una vez, dijo la verdad, pues el más descuidado observador que eche una ojeada por bodegas, abastos, mercados, supermercados, y centro comerciales en Venezuela se da cuenta que casi no hay productos que no vengan de China, Europa, USA, Centro y Sudamérica.
Y en cuanto a Sudamérica, principalmente de Colombia, país que proveía a Venezuela del 40 por ciento de productos comestibles y del 35 por ciento de sus manufacturas, pero que al prohibir Chávez su ingreso a Venezuela por una presunta que iba a llevar a cabo contra el gobierno de Álvaro Uribe, están llegando de los Estados Unidos.
Gigantescas importaciones, en fin, que inundan los puertos, aeropuertos, fronteras, aduanas, carreteras, y caminos verdes.
Una factura de más de 10 cifras en millones de dólares, que, si se une a los gastos por expropiaciones, y subsidios a las empresas recién estatizadas, explica por qué después de tener un ingreso de más de UN BILLON DE DOLARES en los últimos 6 años, el país está en la carraplana, con el sistema eléctrico colapsado, sin agua, seguridad, transporte, vivienda, educación, salud y exhibiendo uno de los peores índices de desarrollo humano del mundo.
No son, por cierto, datos que preocupen al teniente coronel, “Exprópiese”, para quien adueñarse de lo ajeno no es una política, sino un vicio, una adicción, de igual manera que el afecto a cualquier droga se preocupa por satisfacer su ansiedad momentánea y no de las secuelas con que agrieta a su humanidad.
Está, o puede estar Chávez ahora en una cadena de radio y televisión, seguro que inaugurando una fábrica, una hacienda, un inmueble confiscado hace unos días, y le recomiendo que prenda una vela a su santo patrón porque si el discurso lo lleva a fijarse en un su propiedad, es posible que en segundos usted sea otro ciudadano arruinado.
Para el teniente coronel “Exprópiese”, es cuestión de inspiración.
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