Juan Fernández
La distribución de alimentos es un objetivo del gobierno, no tan solo para el control de la población, sino como otro negocio enlodado con dosis de corrupción para que tanto cubanos como algunos personajes cercanos al gobierno se enriquezcan con el patrimonio público.
((No más presos políticos ni exiliados)
El presidente Chávez hace referencia sobre un panfleto escrito por el Sr. Ramonet y se explaya a comentar sobre la crisis, dando etiquetas a la crisis tales como; económica, social, seguridad, financiera, educativa, principios y valores. Adicionalmente en su programa explicando la inauguración de unas plantas de generación eléctrica en Mérida, olvidando un principio fundamental de la economía, llamado “economías de escala”. Imaginemos por un momento que la solución eléctrica fuese la siembra de plantas tipo Mérida en todo el país, además de lo inoperante, el consumo de diesel se disparara y tal como ya sabe el mercado internacional, Venezuela se ha convertido en importador de productos, dada la pésima operación de las refinerías en el país, ese intento de llenar de plantas eléctricas es un absurdo y solo representa un negocio con visos de corrupción. Realmente lo insólito es -quizás como el auto engaño que es habitual por parte del Sr. Chávez- pensar como si todos fuésemos ignorantes, despistados o simplemente como si no viviésemos en Venezuela. La Crisis en Venezuela, tiene un responsable máximo con nombre y apellido; Hugo R. Chávez, y Crisis se escribe con la “C” de su apellido.
No obstante lo anterior, lo más grave es la crisis de identidad a la cual el Presidente viene sometiendo al país a un proceso continuo y constante de pérdida de independencia y soberanía. Este 2010 recordamos como hace doscientos años, un grupo de ciudadanos inicio la independencia de España, fecha que está a la vuelta de la esquina, el próximo 19 de Abril.
Los ciudadanos tendremos que buscar nuestra independencia nuevamente, pues es notorio y evidente como el Presidente Chávez está falto de criterio y manipulado por Fidel Castro y los fidelistas, impone al país a una serie de políticas obsoletas y equivocadas. Una buena definición seria llamarle la invasión silenciosa, llegando prácticamente a todos los estamentos del gobierno desde las oficinas públicas hasta la institución armada, aspectos claves como los registros, la distribución y compra de alimentos, la fuerza armada nacional, la seguridad e inteligencia y hasta las cedulas y pasaportes de los ciudadanos esta manejado por la tropa de invasión fidelista.
Por supuesto esta invasión está ligada cada día mas de la dependencia a la cual nos quiere arrastrar el Presidente, no pierde oportunidad para indicar como los convenios Cuba-Venezuela funcionan, pisoteando la dignidad profesional de los venezolanos. Evidentemente el saldo favorable tanto económico como político hasta ahora siempre se lo han llevado los cubanos, a cambio del atornillamiento en el poder del Presidente Chávez.
Otro síntoma de la perdida de independencia es el mantenimiento de la pobreza, cada día menos en nuestro país es posible la actividad económica emprendedora, la creación de riqueza y su justa distribución. La distribución de alimentos es un objetivo del gobierno, no tan solo para el control de la población, sino como otro negocio enlodado con dosis de corrupción para que tanto cubanos como algunos personajes cercanos al gobierno se enriquezcan con el patrimonio público.
Venezuela, siendo un país petrolero sigue teniendo una alta dependencia de sus ingresos, no ha sido capaz el gobierno de la supuesta revolución bolivariana en más de una década, lograr convertirnos en un país proveedor de energías, así diversificar y crear riqueza para todos los ciudadanos, con fuentes de ingresos alternas, somos un país dependiente de todo. La ironía es que alrededor del 100% de los ingresos de divisas provienen del IMPERIO a la par que con la política comercial de PDVSA estamos perdiendo nuestro mercado natural y entregándosele a otros.
Como consecuencia de lo anterior, tal y como los Venezolanos rescatamos símbolos como la Bandera, sería importante que este 19 de Abril también lo considerásemos rescatar para la gente y no sea robado nuevamente por un gobierno totalitario que nos ha quitado la independencia y soberanía que como demócratas tenemos derecho, como ciudadanos y así evitar la pretensión de continuar sancochando a todos.
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