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domingo, 26 de junio de 2016

El rol de la educación debe ser subsidiario

Francisco Febres Cordero, rector de la UMA

"El rol del Estado en la educación debe ser subsidiario, no rector"

El rector de la Universidad Monteávila afirma que tiene que haber una revisión integral del sistema educativo venezolano y de las leyes que lo articulan con el resto de la sociedad
PEDRO GARCÍA OTERO
26 de junio de 2016 05:37 AM

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"El rol del Estado en la educación debe ser subsidiario, no rector"
Abogado de la UCAT, con una Maestría en Humanidades y un PhD en Historia de la Universidad de Puerto Rico, Francisco Febres Cordero es el rector de la Universidad Monteávila, en un momento muy difícil de la vida universitaria nacional. 
Con años de ejercicio docente a sus espaldas, el rector universitario señala que es momento de emprender una reforma educativa integral que permita que el país, la Universidad y el Estado se articulen, con roles paritarios en la sociedad. 
–¿En el momento actual del país, cómo se inscribe la Universidad en general, y particularmente la Monteávila?
 –Hay que entender qué es la Universidad. Se suele entender en un sentido muy restrictivo, dónde se profesionaliza y se instruye a la juventud para ir al mercado de trabajo, con algunos ámbitos de investigación y de extensión. La Universidad es eso y mucho más, hay que comprenderla en un sentido amplio, desde sus funciones: es un nexo entre la educación básica y el mundo laboral; ayuda a socializar la cultura, es un pilar de investigación científica y contribuye a elevar al ser humano en su condición. 
Pero además, es una comunidad de saberes y de personas, que se presenta como un núcleo en el cual se educa a los seres humanos, se producen hábitos de vida, se genera conocimiento, se establecen soluciones para la formación de hábitos sociales; es decir, es una comunidad con unos fines muy nobles. 
No debería haber un enfrentamiento entre Estado y Universidad. Ambas instituciones deben converger a la formación del elemento humano joven que transforme a la sociedad, y cada cual en su ámbito.
–¿Todas esas condiciones se están cumpliendo en la Venezuela actual o la Universidad se ha quedado en modo de supervivencia?
–Ciertamente la respuesta está implícita, en el sentido de que la Universidad venezolana está en crisis, pero que va más allá de lo presupuestario, económico o gremial. Desde el punto de vista global la Universidad está en crisis en cuánto que la Universidad moderna, en este mundo del conocimiento, tiene el reto de adaptarse a las nuevas formas de conocer y de aprender e investigar el mundo contemporáneo.
Esa crisis no es mala, es buena, porque genera un crecimiento hacia nuevas formas de enseñar. 
–¿Incluso en Venezuela?
–Venezuela tiene que entrar en ese proceso. No estamos allí por varias razones, y una de ellas es que la crisis universitaria está arropada dentro de la crisis nacional: Presupuestaria económica, y las políticas de Estado que no favorecen un crecimiento de las universidades, ni privadas ni públicas. 
–Las encuestas dicen que 60% de los jóvenes se quieren ir. ¿Cómo ven esto dentro de su universidad y cómo se forma a gente que luego va a desarrollar su carrera en otros países?
 

–Yo lo veo con mucha preocupación: No es la Universidad, es el país el que no está generando condiciones para que las nuevas generaciones quieran desarrollarse en Venezuela, y buscan oportunidades en otras partes, cuando Venezuela es, históricamente, un país cuyo recurso material es inmenso y cuyo recurso humano es muy capaz de transformarlo. 
Pero no solamente son los estudiantes: la emigración profesoral es seria, está generando un problema dentro de las universidades, Los profesores que se han ido de las universidades a ejercer su profesión en países que sí les dan condiciones de vida, están dejando las universidades solas. Creo que el Gobierno tiene que tomar conciencia de lo que está pasando. 
–¿Ese es más un problema en la Universidad pública o en la privada?
–Es igual para las dos. La Universidad pública y la privada cumplen la misma función social. Lo que las diferencia es una cuestión de gestión, de cómo reciben los recursos para operar. Pero la función es la misma y hay una alimentación y una simbiosis entre ambas. La falta de motivación, de recursos humanos y de recursos materiales la sufrimos ambas.
–¿Hay posibilidades de concordia en el país? 
–Debe haberlas. Una concordia que debe partir de un diálogo pero que surja desde la verdad y desde el reconocimiento de las diferencias de cada uno, a favor del fortalecimiento del Estado y de la sociedad. 
–¿Es inevitable una confrontación Universidad-Estado en el país actual?
–No debería haber un enfrentamiento entre Estado y Universidad. Ambas instituciones deben converger a la formación del elemento humano joven que transforme a la sociedad, y cada cual en su ámbito. Es absurdo que el Estado y la Universidad se vean enfrentados por intereses partidistas o ideológicos. El Estado debe cooperar con la Universidad y la Universidad por su trabajo de investigación, de formación, contribuye con el crecimiento del país. 
–¿Cómo actualizar la Universidad venezolana?
–Es urgente hacer una reforma integral del sistema educativo venezolano. Una revisión estructural de la Ley Orgánica de Educación, de la Ley de Universidades, de las leyes del poder popular en aquellos aspectos relacionados con la participación popular en los procesos educativos. 
–¿Cuándo habla de esa revisión de las leyes educativas del poder popular, qué precisión quiere hacer? 
–La revisión debe ser integral: en primer lugar hay que revisar el concepto de Estado docente que aparece en la Ley Orgánica de Educación y que ha servido de excusa para la intervención del Estado en todo el régimen educativo universitario en general. El Estado tiene un papel subsidiario en la educación, no un rol rector. 
–¿Y quién debe tener el rol rector en la educación?
–Los diversos agentes que participan del sistema educativo. En el ámbito universitario, esa comunidad de bienes y saberes conformada por estudiantes y profesores. En el ámbito de la educación media y la educación inicial, los agentes primeros de la educación son la familia, y subsidiariamente la escuela y el Estado. Y junto a esas leyes se debe revisar el sistema tributario, leyes aledañas al mundo universitario, como la Ley de Cultura, la Ley del Trabajo, las Leyes del Seguro Social, de medicina laboral, las que regulan la participación de las personas con discapacidad, incluso la Lopnna, porque nosotros trabajamos en las universidades con menores de edad. 
–Usted propone una revisión de todo lo aprobado en los últimos 17 años….
–No de los últimos 17 años, de mucho más atrás. Del mundo educativo y del mundo laboral, que tiene una imbricación.
Una de las leyes que se tiene que revisar es la Ley Orgánica de Ciencia y Tecnología, que establecía una relación muy interesante entre el mundo académico y el productivo, y luego fue reformada. La Asociación Venezolana de Rectores Universitarios ha solicitado una reforma para retomar esa relación. 

–Incluyendo los pensa… 
–La reforma curricular es una necesidad, es parte de ese mejoramiento constante que hay que dar en el sistema educativo. Se hace necesaria la modernización curricular de los planes de la universidad, que enseñe competencias útiles y rigurosos contenidos, que tengan amplias dosis de materias que ayuden a la investigación, al emprendimiento… 
–El denominado modelo de competencias...
–El modelo de competencias, el  modelo de conocimientos rigurosos, la reflexión. Y las universidades lo hacen. Invito a leer un documento muy importante que salió hace unos años, que es la Propuesta de las Academias a las Universidades. Da muchas luces de cómo se tiene que hacer esa transformación.
@pedrogarciao

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