Libertad!

Libertad!

sábado, 28 de febrero de 2009

- Parlar-te de llavors

(para Joan Manuel)

Quiero comenzar estas líneas recordando tus remotos días de Els setze jutges, de tu encierro voluntario en Montserrat, junto a otros incondicionales, en protesta por el derecho a la vida, aun cuando los condenados a muerte fuesen de la ETA; de lo mucho que te costó renovar tu pasaporte en su momento, así como de los incidentes cuando tu viaje a Chile en medio del terror de la dictadura militar. Quisiera recordarte, aunque de pronto esté de más, lo que ha costado política, social y culturalmente a España y a la Catalunya de las cuatro barras, superar el duro infierno que se inicia el 18 de julio de 1936 y que culmina, por la gracia de Dios, el 20 de noviembre de 1975, manu militari de por medio. En esos remotos años, mozo e inocente yo, comencé a seguir paso a paso tu destino, que sentía urticariamente ligado a toda nuestra generación. Los amigos me recortaban tus entrevistas y tus fotos. Recuerdo unas declaraciones en Buenos Aires, deliciosas, en donde llamabas a Mercedes Sosa una niña del Opus Dei. Coño (me dije). Este tipo anda en una vaina.

La primera vez que te oí, fue cantando Señora. Luego me puse a escarbar en discotiendas pueblerinas, hasta encontrar un 45 rpm de Zafiro, muy hilarante, pues de un lado estaba Penélope y por el otro una versión en castellano, más o menos pasable, de Temp de pluja. Ahora, tus CD’s se compran por kilos en El Corte Inglés, como se afana en anunciar tu página oficial. Luego vi ascender y declinar tu astro, como debe ser por el paso de los años. Más allá de los discos a Machado y Hernández (toda una proeza en esos tiempos políticos de España, junto al Cançons tradicionals con aquella portada que recuerda a Els segadors, por supuesto, y arreglos de Salvador Gratacòs), creo que Mediterráneo, En tránsito y fragmentos gruesos de tu disco 1978 (aquella canción brechtiana Por las paredes, ¡Dios mío, que hermosura!) y Utopía van a quedar en el imaginario colectivo de estos años. Y desde el punto de vista humano, siempre me encantó tu acercamiento con Raúl Gómez Jattin, poeta entrañable que siempre está presente en mis lecturas.

Comencé a fastidiarme con Tarres, aunque el disco en catalán dedicado a los últimos años de la resistencia musical a Franco, Banda sonora d'un temps, d'un país, me sigue pareciendo intachable. Cuando viví en Barcelona, y paseaba detenidamente por las angostas calles del Barri Gòtic, entendí que tú y tus canciones no podían haber nacido en otra parte sino allí, al pie del Montjuic, en Carré del Poeta Cavanyes.

He visto declinar tu astro, te decía, y me rompe el corazón percibirte haciendo morisquetas entre bambalinas sobre un fofo cuadrilátero, como un Mohammed Alí cualquiera -otro santo de mi más absoluta devoción generacional- en sus últimas presentaciones. Ya hace cuarenta años que tienes veinte, y es mucho eso, sobre todo si ahora ves al mundo desde tu muelle casa en Camprodon, Girona.

Entiendo que desde hace algún tiempo te dedicas tangencialmente al negocio de la vinatería y por eso alabaste el vino chileno, horas antes de subir al escenario de un dudoso Festival de Viña del Mar (¡mira por dónde!) que no detuvo su ritmo chapucero de uh, pavo real.. uh, pavo real ni cuando los años de Pinochet. Vi algunos fragmentos de esa presentación, a través de un canal por cable, y en verdad me puse a llorar, contemplando de cerca cómo la vana gloria se resiste al declive que marca el ineluctable paso del tiempo, como cuando una prima donna, flaca, fané y descangañada, sabía mover sus caderas en cualquier hermoso salón de la belle époque. No lo tomes a mal, Joan Manuel, lejos de mí ser ofensivo, pero esa presentación tuya en Viña del Mar me hizo recordar a la Carmeta, paseando por Paral.lel, amb un gos vell, ple de sarna, l'abric menjat per les arnes, la boca vermella i una flor a l'orella. En verdad, me puse a llorar. Y fue cuando entonces quiseparlar-te de llavors.

Porque el llanto se convirtió en algo parecido a la rabia. Declaraste, sin sonreír siquiera, que“descalificar al gobierno del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, no es el camino correcto, por cuanto el gobernante llegó al poder mediante las urnas y las reformas las hace a través del mismo mecanismo”. "ha planteado unas elecciones limpias y abiertas y las ha ganado", “la oposición venezolana tiene que aprender. La gente decide según su realidad y no es tonta". Me puse a hacer un ejercicio de permutas, como quien arma unas quinielas, y me salieron varias versiones más o menos sugestivas. Voy por peteneras:

Descalificar al gobierno del presidente de Zimbawe, Roger Mugabe, no es el camino correcto, por cuanto el gobernante llegó al poder mediante las urnas y las reformas las hace a través del mismo mecanismo”, "ha planteado unas elecciones limpias y abiertas y las ha ganado", “la oposición de Zimbawe tiene que aprender. La gente decide según su realidad y no es tonta".

Descalificar al gobierno del presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, no es el camino correcto, por cuanto el gobernante llegó al poder mediante las urnas y las reformas las hace a través del mismo mecanismo”, "ha planteado unas elecciones limpias y abiertas y las ha ganado", “la oposición de Belarus tiene que aprender. La gente decide según su realidad y no es tonta".

Y esta variante, que me quedó preciosa:

Descalificar al gobierno del presidente de Alemania, Adolfo Hitler, no es el camino correcto, por cuanto el gobernante llegó al poder mediante las urnas y las reformas las hace a través del mismo mecanismo”, "ha planteado unas elecciones limpias y abiertas y las ha ganado", “la oposición social-demócrata y el Partido Comunista de Alemania tiene que aprender. La gente decide según su realidad y no es tonta".

Porque, claro, visto desde la izquierda europea, con sus trapos de lujo y su pobre osamenta, sus defensas gastadas, sus gastos de defensa, con su corno francés y su academia sueca, como dice esa desdicha literaria que se hace llamar Mario Benedetti (un disco lamentable, por cierto, hecho para quedar bien con los comisarios), desde la izquierda europea, decía, elecciones es igual a democracia. Aún cuando las organice un ex militar que actúa como un militar, se viste como un militar y le habla al mundo como un militar. Pues no, Joan Manuel, fíjate que no.
No voy a hablarte de las cotidianas y ya demasiado comunes violaciones a los derechos humanos. No te hablaré de las inconsistencias del Registro Electoral, ni de las operaciones de cedulación que las maneja sólo el gobierno, sin consentir que la oposición participe en la fiscalización del procedimiento, lo que permite otorgar cédulas de identidad a diestra y siniestra, único documento válido para ejercer el derecho al voto. No te hablaré siquiera del ventajismo oficial en la campaña, cuando hasta en los pasillos del Metro de Caracas, cual campo de concentración, oías los jingles de la campaña por el SÍ a la reforma. Estas cosas son absolutamente impensables en una campaña para reelegir a Zapatero o a Aznar. ¿O eso puede suceder en la España de charanga y pandereta, devota de Frascuelo y de María, de espíritu burlón, y de alma inquieta?
Seré puntual. Esa reforma ya se había votado en 2007, y nuestra Constitución (ésa quenos ampara) dice claramente que algo ya votado en una reforma no puede volver a votarse durante el mismo período constitucional. Digamos que en democracia, uno puede apelar a la Justicia. Pero nuestra Justicia (ésa que nos defiende, mientras los pajaritos cantan y las nubes se levantan) está en manos de unos locos con carné en el Tribunal Supremo de Justicia, cuyos miembros, al momento de iniciar el Año Judicial, no dudan en gritar, mientras saltan, ¡uh, ah, Chávez no se va! Mientras eso sucede, los líderes de esta revolución bonita se encaraman en Hummer y andan rodeados de protocolo, comitiva y seguridad, viajan de incógnito en autos blindados a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad, a colgar en las escuelas su retrato, mientras el parte de guerra semanal anuncia entre 40 y 60 muertos por el hampa, sólo en Caracas. O apoyan gobiernos como el de Irán, para quienes Israel debe desaparecer del mapa. El gobierno en su momento, apoyó a Hammas desde una mezquita en acto público, y cuando atacaron a la sinagoga de Maripérez, declararon que ellos no apoyan actos violentos. No les cuesta mucho engalanar la boñiga, para queadmirado, el mundo diga ¡qué lindo caga el señor! Por cierto, acabo de leer que un miembro de la directiva de la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho (subsidiada por el gobierno, la misma que creó José Antonio Abreu, recientemente galardonado por el hijo del Borbón) notificó telefónicamente a los productores de El violinista sobre el tejado, que se presentará a partir del próximo sábado en el Aula Magna del Universidad Central de Venezuela (donde por cierto, te vi por primera vez en persona), pues es una obra de contenido judío.
Por esto, y muchas deficiencias más, que en un anexo se especifican, te pido, por favor, poniéndome en tono Borbón en su versión más chambona y retrechera: ¿por qué no te callas? Es preferible hacer silencio antes de opinar acerca de una realidad que queda muy lejos de Algeciras y Estambul, desde done has venido a pintarnos de azul muy oscuro el horizonte de nuestra coreografía espiritual. Callarse, además, garantiza cierta neutralidad, muy a tono con tu posible visita a Venezuela este año. La pela es la pela, allá y en cualquier parte del universo, Joan Manuel. ¿Estarás pensando en eso, luego de saber lo que le hicieron a Alejandro Sanz por hablar mal de este gobierno? Otra cosa que sugiero, si me es permitido, es que pases unos diítas por acá. Como sé que te privan más los barrios que el centro de la ciudad, te sugiero algo así como Los Magallanes de Catia, La Bombilla de Petare o el 23 de Enero. Son lugares excelentes para darse una idea más o menos aproximada de lo que significa el vocablo democracia en este país y en estos años del siglo XXI.
Por ahora (para citar una muy conocida frase de quien ahora defiendes con pasión y con ese ahínco tan mediterráneo y chambergo), en verdad, Joan Manuel, no sé qué hacer con tus discos (los tengo absolutamente todos), los libros acerca de ti (los tengo absolutamente todos). No sé qué hacer con las foticos tuyas, la que nos tomamos en Maracay con el pana Henry Martínez y la que tengo de tu casa en Poble Sec. No sé qué hacer con esa acumulación de olores, de sensaciones, viajes y amores que llegaron a mi vida con esta cajita feliz. Quizás los ponga un rato en el congelador de mi alma, mientras terminen de pasar estos tiempos goyescos. Hace años lo hice con Silvio y con toda la Trova, y te juro que he sobrevivido. Ya tengo algo de experiencia en eso de pelarme el alma como si fuera una cebolla. De eso también se trata esta historia. Es necesario aprender a hacer aguas.
Te he visto desplazarte desde la marginalidad en que se había convertido la cultura de tu patria chica, según la óptica del franquismo, hasta el centro mismo del escenario. Y deseo que no pierdas de vista el estilo. Estilo, un poco de estilo para acometer cualquier acto, es lo que pide Ben Gazzara al comienzo de aquella memorable película que se llama Cuentos de la locura corriente.
Hay que tener estilo para hacer mutis, Joan Manuel.
No nos defraudes.
Harry Almela
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Entrevista // Luis Ayala, secretario general de la Internacional Socialista

"Venezuela aún no entra en la agenda real que está pendiente"
"Se ha reconocido en el referendo el mecanismo de la reelección, pero no es automática. Hay que ganarla y eso está por verse."
Para Luis Ayala, la más reciente medición electoral que se ha producido en Venezuela le deja más interrogantes que certezas. "¿Hasta qué punto estamos cumpliendo con la democracia?", "¿vamos o no afirmando a las instituciones?", "¿este Gobierno estará en capacidad de entrar en la agenda real?", "¿será capaz de convocar a todos los venezolanos?", se pregunta a lo largo de la conversación de media hora. Ayala es el primer no europeo que ocupa la Secretaría General de la Internacional Socialista (IS), cargo que ostenta desde 1989, siendo ratificado en los sucesivos congresos que han reunido a 170 partidos socialistas, socialdemócratas y laboristas de 60 países de todo el mundo. Reivindica que son los partidos de esta corriente ideológica "los arquitectos de las nuevas democracias". Por Venezuela se encuentran afiliados a la IS, Acción Democrática, el MAS y muy recientemente Podemos. Del gobierno de Hugo Chávez no ha habido ninguna manifestación de adhesión, aclara el vocero. En lo personal, Luis Ayala dice estar en desacuerdo con la reelección inmediata de un gobernante. Apela al ejemplo de su país, Chile, donde en atención a la igualdad de oportunidades, la posibilidad de reelección presidencial no es inmediata. "No creemos que es justo que alguien compita desde el Estado contra alguien que viene de la calle, lo que ustedes aquí llaman ventajismo. Hay muchas opiniones respecto a esto, pero aquí hubo un referendo, el pueblo venezolano se ha pronunciado, se ha reconocido este mecanismo de reelección, pero esto no es automático, la reelección hay que ganarla, hay una posibilidad, pero eso está por verse". Como lo ha hecho en otras coyunturas clave, Luis Ayala vino para mirar de cerca y estar en contacto con representantes de los partidos vinculados a este foro mundial, pero aclara que no lo hizo en carácter de observador por ninguna de las dos corrientes que participaron en el referendo del pasado 15 de febrero. Con representantes del Gobierno no tuvo contacto. Ayala admite que en el proceso político nacional existen "déficit y obstáculos", pero por encima de eso, cree que en nuestro país las cosas se van "recomponiendo" y que vamos en vías de "cerrar las fracturas de la división y hacia un sistema político de mayor normalidad", gracias, entre otras razones, a la madurez y fortalecimiento de los factores de la oposición y al compromiso de los ciudadanos que se movilizan masivamente en cada evento electoral. "Creo que nadie puede poner en duda hoy que los venezolanos siguen inscritos en el ejercicio de la democracia", afirma. A los partidos de oposición les aconseja que "deben encontrar la forma de entenderse entre ellos". "Tiene que haber una concertación nacional, eso me parece clave". La agenda común La Internacional Socialista realizará los días 23 y 24 de marzo, en Guatemala, la reunión de su capítulo Latinoamericano y del Caribe, cuando abordarán el tema de la crisis financiera mundial y la reafirmación del papel de las instituciones de Estado y de Gobierno desde la perspectiva progresista. En este marco, Luis Ayala recalca la necesidad de que Venezuela se inserte en una agenda de la que no puede evadirse y que tiene pendiente. "América Latina tiene una agenda política común, de carácter global, en la que hay que colocar a Venezuela. En el mundo ha ido quedando atrás todo ese debate sobre el mercado y el neoliberalismo. Hoy vivimos una crisis financiera global y eso nos plantea a todos una agenda política. Ya nadie puede poner en duda el papel del Estado, de las instituciones políticas y el papel de los gobiernos, que en el pasado fueron denostados. Hoy Gobierno, Estado y democracia son parte de una ecuación fundamental que determina el futuro, y Venezuela no escapa de esta lógica". Durante la conversación, Ayala se excusa, por ser extranjero, de emitir juicios duros, sin embargo, expresa su preocupación por el hecho de que en Venezuela "los problemas se agudizan". "La brecha social se mantiene, el problema de la pobreza y de la inseguridad se agravan. Las grandes cuestiones del país aún permanecen por hacerse. Hay una serie de procesos electorales, pero hay una agenda urgente a la que Venezuela necesita hacerle frente. Las próximas semanas y meses van a determinar un poco el sentido del referendo. Si se logra después de este proceso electoral un reconocimiento mutuo entre los actores políticos pudiera ser un paso importante. Que el Gobierno de Venezuela reconozca a los que fueron electos gobernadores y alcaldes (el 23 de noviembre) y que la oposición reconozca el alcance, responsabilidad y el papel de las autoridades del Gobierno, que se genere una nueva coyuntura de diálogo. Todo eso está por verse. Creo que aún no entramos en la agenda real". "Hoy, más que nunca en el mundo, se discute el papel de las instituciones políticas y el único factor determinante en el consenso global es que la vía es la democracia, no hay otra. El prisma con el cual el resto del mundo evalúa a Venezuela es hasta qué punto se están cumpliendo los objetivos de esa agenda democrática". Ayala no oculta su incomodidad cuando se le consulta sobre temas que no quiere abordar. Evade la pregunta -incluso la interrumpe- sobre la inconsecuencia de algunos partidos socialistas que dejan a un lado, una vez que asumen el Gobierno, los principios que dicen defender en la IS cuando están en la oposición. También elude valorar la posición del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ante el Gobierno de Hugo Chávez, ante los desequilibrios electorales y, particularmente, la posición de la delegada del PSOE, Elena Valenciano, ante la expulsión de Venezuela del eurodiputado Luis Herrero (PP). "Me parece que ese tipo de expulsiones (la de Herrero) no deberían pasar. Hay que tenerlo claro (...). Hay que entender ciertas normas y reglas, los observadores no somos los actores fundamentales, esos son los venezolanos (...). Pero me parece que no es muy justo agarrar a un señor y expulsarlo por la fuerza del país. Yo conozco el trabajo, el compromiso de tantos políticos que siguen los procesos electorales y la observación es un mecanismo bueno, que contribuye a la democracia".
Elvia Gómez
EL UNIVERSAL

Claridad en la casa Argelia Ríos

Viernes, 27 de febrero de 2009
Para evitar sinsabores, hay que decirlo desde ya... La unidad sobre la cual debe trabajar el campo democrático muy poco tiene qué ver con la aludida en estos días por algunos sectores de la oposición.
Si bien el esfuerzo se enrumbará hacia allá cuando llegue el momento y se proyecte autenticidad, luce ingenuo plantear un asunto tan serio, enfocándolo sólo desde la óptica utilitario-electoralista.
El preámbulo de esa alianza, destinada a enfrentar los graves desafíos futuros —incluidas las parlamentarias—, no es inferior en importancia. Al contrario, de esa antesala dependerá la credibilidad de los acuerdos electorales futuros y, en especial, el atractivo que éstos puedan producir entre los que, sin identificar otra alternativa tentadora, todavía prefieren inclinarse por “el malo conocido”.
En principio, urge reconocer una calamidad medular: mientras el elenco político opositor no consiga seducir a su propio electorado —cuyo voto es sólo un axioma racionalizado en contra de Chávez—, mucho menos logrará cautivar a los del banco contrario.
Recurrir en lo que está asegurado no es en modo alguno una redundancia: el postulado democrático jamás generará vibraciones favorables en el mundo revolucionario, si la dirigencia opositora y su auditorio cautivo no muestran una regeneración sincera de sus espinosas relaciones.
Es cierto que los votos del país no chavista poseen una consistencia rocosa y espontánea: sin embargo, también es una verdad inequívoca el hecho de que su autonomía es el fruto del desprecio profesado por una parte de ese amplio sector de venezolanos a los partidos que procuran representarlo.
El desiderátum inmediato, antes que acudir a la búsqueda de los segmentos chavistas —para consolidar una mayoría incuestionable—, es el restablecimiento de la confianza mutua entre el electorado democrático y quienes aspiran a liderarlo. Sin ese prerrequisito, nunca será posible que la alternativa a Chávez resplandezca como una emoción próspera, entusiasta y, sobretodo, contagiante...
Es preciso reducir el contraste. La propuesta de cambio no puede seguir asociada a la pesadumbre de ese vínculo tortuoso, marcado por la impotencia, el desengaño, la incomprensión y la sordidez. Mucho menos ahora que la propaganda oficial ha logrado vender al “proceso” como una fábrica de “alegría revolucionaria”.
La unidad que las circunstancias reclaman debe diseñarse desde marcos muy anchos. Son muchas las condiciones que el reto demanda... Para comenzar, bien vale una autocrítica genuina, que ponga fin a esta infecunda guerra de vanidades, con la cual se invisibilizan las virtudes de “lo bueno por conocer”...
Prometerle luces a la nación, pasa primero por darle claridad a la casa. Una alianza electoral que desatienda el drama de origen no irradiará brillos hacia el campo contrario y, lamentablemente, resultará un esfuerzo ineficiente.
argelia.rios@gmail.com

A 20 años del Caracazo

El día en que bajaron de los cerros

Lo que temía la Caracas acomodada, la irrupción de los marginados, ha bañado de sangre el país y "es sólo un aviso"
JOSÉ COMAS ENVIADO ESPECIAL, - Caracas - 05/03/1989


La boda del siglo tituló con todas sus cinco columnas de primera página el pasado 19 de febrero el Diario de Caracas, con un breve antetítulo que decía: La crisis tiene sus excepciones. Por encima de una foto de los novios escribía el periódico que "fue la de la pareja Fernández Tinoco-Cisneros Fontanels, Gonzalo y Mariela, quienes contrajeron nupcias en la capilla de las Siervas del Santísimo. De allí el cortejo partió en 20 pullmans y un Rolls Royce hasta el Alto Hatillo, donde un bufé rebosante de caviar, langosta y salmón fumée, regado por champaña La Grand Dame -de la cosecha más apetecida-, esperaban a 5.000 invitados, de los cuales 200 habían llegado desde el extranjero, con pasaje pagado desde Caracas.

Al mismo tiempo que los invitados degustaban el "bufé rebosante", en la cadena de supermercados Cada, la mayor del país, propiedad de la familia de la novia, Mariela Cisneros, el grupo financiero más fuerte de Venezuela, faltaban buena parte de los productos básicos. Lo mismo ocurría en gran parte de los comercios del país. El anuncio de la entrada en vigor de nuevas medidas económicas, anunciadas por Carlos Andrés Pérez, que había asumido la presidencia el 2 de febrero, desencadenó la codicia de los comerciantes. En espera de las subidas de los precios liberados, los comercios retenían mercancías en las bodegas. El mercado quedaba desabastecido en un país que había dejado de ser la Venezuela saudí de los años setenta, época de la primera presidencia de Pérez, y había entrado de lleno en la en crisis de los ochenta, de la deuda externa y la pauperización.Una cuestión semántica
Caracas está situada en un valle a casi 1.000 metros de altura y tiene un clima de eterna primavera. La ciudad creció por los montes que la rodean e invadió los cerros, donde sobreviven los pobres, y las colinas, donde moran los ricos. Geográficamente, no existen diferencias entre cerros y colinas, pero la nomeclatura se encarga de marcar claramente las fronteras: cerros para pobres y colinas para ricos. Por las noches desde el valle de Caracas se ven las miles de lucecitas de los cerros, que rodean de forma amenazadora la ciudad. Comentario habitual, con un leve toque de cinismo, en torno a una cara bebida de importación, solía ser en Caracas: "¿Qué ocurrirá el día que bajen de los cerros?".
El lunes 27 de febrero se juntaron en una constelación la deuda externa, el Fondo Monetario Internacional y las transnacionales; la voracidad y lujo desenfrenado de la oligarquía criolla con sus bodas del siglo; el desgobierno de años de despilfarro durante la Venezuela saudí; la falta de previsión de políticos tecnócratas, que no supieron, o no quisieron, creer en los altos porcentajes de población que vivían la miseria absoluta; también las expectativas despertadas por la nueva presidencia de Pérez que recibían una ducha fría en forma de subidas de precios, cuando todos esperaban la llegada de un Mesías populista que empezara con el reparto imposible. En el libro La reforma del Estado, editado por la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado, se constata que entre 1984 y 1988 el número de hogares pobres pasó de 944.000 a 1.919.000, que no tienen acceso a la canasta de consumo normativo, considerada como básica para alimentación, vivienda y salud. Según el mismo estudio, "el 20% más rico de la población percibe el 60% del ingreso total, en tanto que el 20%, más pobre únicamente recibe el 7% de esa misma entrada".
La conjunción de todos estos factores en el cinturón de miseria que rodea a Caracas era un com6ustible capaz de provocar, en cualquier momento, un incendio. La chispa que desencadenó todo fue una subida de los precios del transporte. Venezuela se ufanaba de tener la gasolina más barata del mundo. Antes de la revuelta, un litro de gasolina Super costa 1,50 bolívares (4,50 pesetas). Con la subida de precios el litro de Super se puso en 2,75 bolívares (7,95 pesetas). Probablemente siga siendo, a pesar del incremento, la gasolina más barata del mundo, pero la subida fue el disparo de salida, que desencadenó los motines más graves de la reciente historia venezolana, incluida la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, según dicen los viejos del lugar.
La subida del transporte
Guarenas es una ciudad-dormitorio situada al Este de Caracas. Cuando el lunes 27 de febrero muchos tomaban los autobuses que trasladan a la capital, para ganarse el pan que faltaba en los supermercados, se encontraron con que los precios del transporte se habían disparado hasta un 300%. Los transportistas aprovecharon la subida de la gasolina, de un 75%, para elevar desorbitatamente el precio de los billetes. Con tonos agresivos, decían a los viajeros: "El precio es ese y, si no está conforme, se va". Allí prendió la chispa que hizo arder durante tres días Venezuela y llegó incluso a hacer reflexionar a los que en las metrópolis del primer mundo fijan los intereses de la deuda externa, si realmente no será verdad eso que se viene anunciado de que un fantasma recorre América Latina, la explosión de todo un continente.
A la quema de autobuses siguieron los saqueos. En los ranchos (chabolas) de Caracas falta todo, menos la antena de televisión, conectada a una electricidad probablemente pirateada de la conducción de energía. Esa televisión que atonta las mentes con culebrones telenovelados y, al mismo tiempo, despierta deseos frustrados con una publicidad obsesiva de un mundo inaccesible de bebidas importadas y lujos imposibles para los centenares de miles de marginados de la sociedad venezolana. Tras tomar las calles y quemar los carros (coches), la agresividad resultante de años de frustración se orientó hacia objetivos más prácticos y concretos: los supermercados y establecimientos comerciales. La periodista Estrella Gutiérrez describe que "como bandadas de langostas, habitantes de los cerros que bordean el valle de Caracas y donde se asientan los barrios más pobres, descendían, en grupos familiares completos, y arrasaban con todo a su paso, para volver a sus hogares cargados con lo más posible". Las imágenes de la televisión sirvieron de multiplicador y pauta de conducta, casi una invitación al pillaje. En un primer momento la policía no reprimió. Esto animó más a los que participaban en la orgía de un botín fácil de aquellos bienes que toda la vida les habían sido vedados.
En ocasiones era posible ver cómo bandas de gente de todas las edades saqueaban un comercio mientras que la Policía Metropolitana permanecía casi impasible, entre cómplice e impotente. Algún policía llegó incluso a advertir a los saqueadores que tuviesen cuidado y se apresurasen, porque "va a llegar la Guardia". Un sargento de la Policía Metropolitana comentaba a Estrella Gutiérrez: "Nos han dicho que no disparemos a la gente. Además, ¿por qué vamos a hacerlo, si nosotros somos del pueblo?".
Esta actitud permisiva inicial de la policía hizo incontrolable la explosión social. El Gobierno tuvo que recurrir a las Fuerzas Armadas, suspensión de garantías constitucionales e implantación del toque de queda en todo el territorio nacional.
El presidente Pérez explicó después a la Prensa internacional que "el movimiento especulativo, que se ha producido en sectores del comercio. y de la producción hoy ha tenido una lección tremenda, porque es bueno saber que estas manifestaciones, que se produjeron en Caracas, no tuviron el sesgo político de ser una protesta contra el Gobierno o contra los partidos, sino que fue una acción contra la riqueza fue una protesta contra los ricos".
Antes y después
La historia venezolana pasará a escribirse desde un antes y un después de la reciente explosión social. De momento, las organizaciones patronales parecen haber aprendido la lección. Días antes se habían mostrado reticentes, pero después de lo sucedido aceptaron un aumento salarial para el sector privado de 2.000 bolívares (6.000 pesetas).
"Lo ocurrido ha sido un aviso", comentaba Elisa, una madre de familia de clase media. Esa frase resume el sentir de muchos venezolanos. La cuestión ahora es saber si la explosión y la bajada de los cerros, con su secuela de casi un millar de muertos, han tenido un efecto de vacuna o sólo ha sido un comienzo.
El embrollo de la deuda
Caracas recupera una precaria normalidad

jueves, 26 de febrero de 2009

EL DOBLE DISCURSO DE CHAVEZ

Atenágoras González Papadopoulos

DOS FORMAS DE INTERPRETAR EL DISCURSO DE CHAVEZ

Este escrito del presidemente de la República de Venezuela, revela fielmente lo que es él, leido como debe ser, de arriba para abajo, es lo que él dice a todo el pueblo, sobre todo a los ilusos e ignorantes de este país, que desgraciadamente parece llegar a un 20%. Leido a la inversa, de abajo para arriba, es lo que una de sus múltiples personalidades psicopáticas- la de dictador, resentido social, psicopata, cobarde, corrupto y criminal- siente y realmente quiere decir.

Jamás me imagine que en nuestra bella nación hayan tantos resentidos sociales, no sólo en una parte de las clases sociales pobre y marginales-más del 50% no lo son a pesar de su pobreza-, sino en la clase media incluyendo aquella con niveles universitarios, lo cual lo hace peor aún; así como una buena parte de los integrantes de las Fuerzas Armadas, que ahora se sienten complacido y realizado con ser la Guardia Pretoriana del Cesar Macachávez, y que son la esencia viva y mejor representativa del resentimiento en nuestra maltratada y sufrida sociedad.
Leerlo en las dos formas es recordar el Otro Yo del Dr Merengue-antigua comiquita de el diario El Universal.

En nuestra Revolución Bonita
cumplimos con lo que prometemos
Sólo retardados mentales, pueden creer que
no lucharemos contra la corrupción.
Porque si hay algo seguro para nosotros es que
la honestidad y la transparencia son fundamentales
para alcanzar nuestros ideales.
Demostraremos que es una gran estupidez creer que
las mafias seguirán formando parte de este gobierno como en otros tiempos.
Aseguramos sin resquicio de duda que
la justicia social será el fin principal de nuestro mandato.
Pese a eso, todavía hay tontos que piensan que
se pueda seguir gobernando con las artimañas de la vieja política
Estamos en el Poder y haremos lo imposible para que
se acaben las situaciones privilegiadas y el tráfico de influencias
No permitiremos de ningún modo que
nuestros Niños de la Patria mueran de hambre
Cumpliremos nuestros propósitos aunque
los recursos se hayan agotado
ejerceremos el poder hasta que
Comprendan desde ahora que
Somos el Movimiento Bolivariano Revolucionario.
Patria Socialismo o muerte.

Ahora leelo de abajo hacia arriba

Toma de poseción de Obama /FOTO INCREIBLE 1.5GIGAPIXELES

Es una interesante foto de la inauguración del mandato de la nueva administración de los Estados Unidos de América. Disparada con 1.5 gigapixeles. Al principio veras una simple y ordinaria foto, pero ve hacia el zoom de la izquierda y podrás ver hasta las partituras de los músicos, quien aplaudió, quien no lo hizo, quien se sentó junto a quien, a los de gayola, a los picudos que pagaron $8.300.00 para estar en lugares preferentes. En fin, una foto tomada con una tecnología sorprendente. Al principio podrás ver borroso pero de inmediato todo se ve con tal nitidez ... lo más mínimo quieras ver de todos los presentes..
Mueve el mouse a donde quieras.. disfrutala.

Click en este link.
http://gigapan.org/viewGigapanFullscreen.php?auth=033ef14483ee899496648c2b4b06233c

miércoles, 25 de febrero de 2009

El picnic de los montoneros


LA OPOSICIÓN ECHA MÚSCULO

Teodoro Petkoff

¡Hay que ver lo que ha avanzado la oposición democrática desde enero del 2006 hasta hoy! Primero que nada, recuérdese lo que era la oposición a finales de 2005. Un grupo desarticulado de pequeños partidos políticos, más bien grupusculares, sin brújula ni estrategia, traumatizados por el tremendo disparate que fue la abstención en las elecciones parlamentarias de diciembre de ese año; aquejada de una grave infección abstencionista. A lo largo de 2006, comenzó a encontrar la goma. A partir del esfuerzo inicial de dos de sus grupos, Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia, fue asumiendo plenamente y sin complejos, una estrategia democrática, que se afincó, para su desarrollo, en los retos electorales. Ese esfuerzo cuajó en la candidatura unitaria de Manuel Rosales y en la progresiva incorporación de todas las organizaciones políticas y civiles a la campaña electoral. El resultado hizo reaparecer una masa de 4 millones de electores, que se había evaporado al calor del abstencionismo que la esterilizó. El gesto de Rosales, al reconocer el triunfo de Chávez, marcó la determinación de continuar el desenvolvimiento de la estrategia democrática. Sobre ella se fundó la atención a la reforma constitucional, que concluyó en la gran victoria del 2D. Ya para esta fecha, habían llegado, para quedarse, los estudiantes. El contexto político que hizo posible esa emergencia fue, precisamente, el que proporcionó la estrategia democrática. Sin ésta, el movimiento estudiantil no habría pasado de ser un fuego fatuo. Inmediatamente, los partidos democráticos firmaron el acuerdo unitario del 23 de enero de 2008, con vistas a las elecciones regionales y locales. Contra todas las expectativas y los peores augurios, el acuerdo cuajó en candidaturas unitarias en 20 de las 22 gobernaciones en disputa y en un número apreciable de alcaldías.

Gracias a ello, la oposición democrática conquistó la alcaldía metropolitana de Caracas y las gobernaciones de Miranda, Carabobo, Zulia, Táchira y Nueva Esparta, amén de las alcaldías de siete capitales de estado: Maracaibo, San Cristóbal, Mérida, San Carlos, Ciudad Bolívar, La Asunción y San Juan de los Morros. En el tercer gran evento electoral, el 15F, la oposición dio otro paso de siete leguas, al superar su techo de 37.38% de los primeros ocho años de chavismo, alcanzando 46% y más de 5 millones de votos. Basta con esta reláfica, meramente cuantitativa, para percibir, sin mayor esfuerzo, cuánto se ha avanzado.
Mas, cualitativamente, la cosa es aún mejor. Casada con una estrategia democrática, que se ha revelado fértil, se ha deslindado completamente del vocinglero pero patético e inocuo extremismo reducido hoy a una franja completamente marginal del espectro político-, y ha dado a su línea un amplio consenso entre la población opositora. Sus principales partidos, aunque todavía precarios y poco estructurados, ya no son sólo locales sino que cubren casi todo el territorio. Han logrado, contra todo pronóstico, mantener su acuerdo unitario, lo cual revela un gran sentido de responsabilidad. Desde luego, queda mucho por hacer. Cuidar y desarrollar este acuerdo unitario, con pleno respeto por la diversidad de sus integrantes. Manejar con sensatez las naturales divergencias que puedan darse. Volver a fundar sus cimientos sobre el antiguamente llamado "trabajo de masas", hoy franca y dramáticamente deficitario, sin el cual no pasarán de ser grupos de opinión y débiles maquinarias electorales y no verdaderos partidos políticos.
Y, más que todo, enfrentar la curiosa paradoja que hace lucir como si tuviera un gran proyecto a un tipo que no tiene ninguno, detrás de cuyo eslogan sobre "socialismo del siglo XXI" no hay sino gas, ­amén de una fuerte pulsión autoritaria y neototalitaria­, en tanto que partidos (antiguos y nuevos), y organizaciones civiles, que poseen programas y diseños de políticas públicas, son vistos como si estuvieran huérfanos de todo proyecto para gobernar.
Este desafío (dar a la población una razón para votar SI por la oposiciónalternativa, en lugar de hacerlo sólo NO, contra el gobierno), es una asignatura pendiente. Ahora que la anti-política y el golpismo intentan resucitar, enmascarados tras la crítica a los partidos y tras el cultivo de una falsa contradicción entre partidos y movimiento estudiantil, pasearse por lo mucho que se ha avanzado en los dos últimos años, resulta útil para no perder el norte.

Ramos Allup: Hay que ampliar el comando de la unidad opositora


unionradio.net
Miércoles, 25 de febrero de 2009

El secretario general de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, adelantó que la semana entrante realizarán una serie de propuestas para mejorar el comando de la unidad opositora entre las que adelantó está tomar en cuenta a figuras prominentes de la sociedad, como el alcalde mayor, Antonio Ledezma; el exalcalde de Chacao, Leopoldo López y a los estudiantes.
“Los problemas que tiene la oposición no van a desaparecer porque los ignoremos o porque no lo digamos, la opinión pública suele ser nuestro mejor control social y es necesario que la gente sepa donde están nuestras fallas y que nos impide avanzar”, expresó este miércoles en Unión Radio.
Señaló que es imperativo superar estos escollos de cara a la unidad que pide la gente. “Hay muchos problemas en la oposición y no se avanza porque los intereses particulares de algunas individualidades más que de partido están impidiendo avanzar”.
Adelantó que la semana entrante el partido blanco hará un cuerpo de propuestas entre la que se cuenta el ampliar el comando de la unidad opositora. “No es posible que solamente nos sentemos cuatro partidos a discutir, a resolver, aunque lo que hagamos sea bueno, la imagen que se comunica al exterior es de cerrazón, de un grupo cerrado”.
Manifestó que aunque está de acuerdo en denunciar las “trampas” en los comicios electorales, hay que tomar decisiones en conjunto “vamos a ver que hacemos entre todos los que son, pero después de los resultados que nadie venga a criticar la decisión. ¿Qué pasa si estos abusos continúan? O vamos a riesgo a sabiendas del peligro que tenemos encima o decimos que no vamos a ir y declaramos boicot electoral, pero es una decisión que tenemos que tomar entre todos”.
Cuestionó que se diga que los resultados fueron muy buenos, “lo que yo creo es que el Gobierno con todos y sus abusos logró resultados que la oposición no”.
Llamó a tomar medidas más agresivas en el futuro, “hay algunos que le temen a endurecer las posiciones de la oposición, no se por qué y no quiero hacer conjeturas. El Gobierno dijo antes de las elecciones que tiraría puentes y después de los resultados muele a palos a la oposición, Chávez dice que no quiere hablar con nadie y no va hablar con nadie porque en su proyecto ideológico está no reconocer interlocutores”.
Para Ramos la crisis económica mundial no le importa al Gobierno, “a Chávez no le importa ser presidente del cementerio, como Robert Mugabe, cuidado si en medio de la crisis no se atornille más, porque en medio de la crisis los pueblos se abandonan”.
Manifestó que no existe discurso de la oposición frente al descalabro económico mundial porque se impone las ansias de algunos personajes de algunos partidos. “Si quieres luchar por la oposición, si otros tienen compromisos, angustias y miedos que se aparten para que den la cara quienes están dispuestos a luchar”.

martes, 24 de febrero de 2009

Silvana Dakduk // Valores de consumo y los jóvenes

Nadie duda que los tiempos han cambiado y, con ellos, los hábitos de consumo y el estilo de vida
La creencia popular apunta que los jóvenes de ayer siempre fueron mejor que los de hoy. Se suele erróneamente concluir que estamos frente a nuevos valores y que han desaparecido aquellos que prevalecieron en el pasado y que, por supuesto, eran mejores.

Sin embargo, vale la pena acercar la lupa para saber cómo son los jóvenes venezolanos, y así descubrir cómo aún en el año 2009 conviven con una interesante mezcla de valores tradicionales y contemporáneos.

Así lo muestra un estudio que forma parte de la línea de investigación en Valores del Centro de Investigación y Formación Humanística (CIFH) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), en el cual se encuestaron 3.384 estudiantes de esta casa de estudios en su sede de Caracas, en el periodo académico 2006- 2007, pertenecientes a los niveles socioeconómicos medio y medio alto, con edades comprendidas entre 16 y 21 años, de todas las carreras y niveles académicos.

Al evaluar la importancia otorgada por los jóvenes a 55 valores, se obtuvo que los primeros quince puestos en orden de importancia fueron ocupados por: familia, felicidad, respeto, salud, honestidad, justicia, responsabilidad, amor, libertad, paz, éxito, prosperidad, amistad, progreso y fidelidad. Y los últimos quince, del menos al más importante fueron: pereza, cobardía, rebeldía, ambición, apariencia, belleza, poder, reconocimiento social, riesgo religión, tradición, competencia, humildad, curiosidad, altruismo y autoridad.

De acuerdo con estos resultados, pareciera que muchos de los valores difundidos por la publicidad como íconos de la modernidad y la juventud (apariencia, belleza, ambición o reconocimiento social) son los menos estimados por los jóvenes, quienes muestran mayor apego a aquellos valores que aluden la relación con los otros e implicación con el colectivo, tales como: familia, respeto, honestidad, amor, amistad.

Pareciera además que existe una configuración de un nuevo sistema de valores respecto a los de cohortes anteriores: los valores sociales y morales se integran a una nueva ecología social que abre sus puertas a otros aspectos como progreso, éxito, salud o felicidad.

Quizás la diferencia estriba en la apertura e integración a los valores tradicionales de nuevos valores que describen tendencias contemporáneas, lo cual se podría evidenciar en la resignificación de muchos productos y servicios que actualmente no sólo contribuyen a su apariencia, definen su estatus y marcan su identidad, sino que también influyen en su bienestar, entorno y cotidianidad.

Tal es el caso de la tecnología, productos ligeros y de cuidado personal, entre otros. Urge conocer cuáles son las nuevas formas de expresión de los valores tradicionales y cómo estos se relacionan con lo que podríamos denominar valores emergentes. Nadie duda de que los tiempos han cambiado y, con ellos, los hábitos de consumo y el estilo de vida de las generaciones presentes y futuras. Conocer la configuración y jerarquía de valores del cliente joven de hoy es fundamental para comprender y poder analizar sus posibles repercusiones en los consumidores del mañana. silvana.dakduk@iesa.edu.ve

Estudiantes solicitarán mesa de diálogo



Para David Smolansky es urgente concertar soluciones
El consejero universitario de la UCAB, David Smolansky, afirmó que el movimiento estudiantil solicitará al Gobierno y a los distintos factores que convergen en la vida política del país una mesa de diálogo y entendimiento para buscar soluciones a los problemas más importantes que aquejan a la sociedad. "Queremos la reconciliación con el Gobierno, con las personas que votaron por el Sí y por el No y para los que se abstuvieron.

Queremos buscar soluciones efectivas a temas que nos afectan a todos como, por ejemplo, la inseguridad, el desempleo, la salud", dijo Smolansky. Con respecto a las acciones post 15F, el vocero destacó que están elaborando un informe técnico sobre los resultados que será presentado en los próximos días. "El informe reflejará el despliegue de los estudiantes durante el proceso, lo que significó para el país y la actuación durante la campaña.

Además, nuestro deseo es aportar ideas y lineamientos con toda la experiencia que hemos tenido, para hacerle el camino más ligero a la generación de relevo", explicó. En ese tenor, también trabaja en la organización del estudiantado con miras a los próximos comicios. A su juicio, es necesario contar con una estructura instalada.

En cuanto a los resultados del referendo, Smolansky precisó que el Gobierno debe "demostrarle al país que están en el poder para gestionar y gobernar y no para aferrarse al poder.

Esa es una prueba de fuego para que el Gobierno busque soluciones y para dejar en claro que tienen un compromiso con la patria", enfatizó. En cuanto al No, dijo que la votación de cinco millones evidencia que no fue una derrota. "Ese día se demostró que en Venezuela hay generación de relevo dispuesta a luchar por la democracia. Somos una población joven".

REFUTACIÓN DE LA TEORÍA MARXISTA DE LA "PLUSVALÍA"

Servicio de Difusión Selectiva de FLASHESCulturales
Prof. Alexander TORRES MEGA

Crítica del "valor" y la "plusvalía" marxistas

La teoría marxista del valor, o teoría laboral del valor (TLV, en adelante), viene a decir esto: El valor de las mercancías (productos, bienes y servicios) depende de "la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirlas". Eso significaría dos cosas:Una, que el trabajo es la causa del valor; esto es: que los trabajadores producen valor.Otra, que el trabajo es la medida del valor: una mercancía vale tanto como la cantidad promedio de horas de trabajo necesarias para producirla, o el trabajo "incorporado en ella".
Si producir un par de zapatos implica en promedio social 5 horas de 2 obreros, el par de zapatos vale 5x2=10 horas de trabajo.
Los precios en el mercado real podrán ser a veces mayores o menores que el valor (dependiendo de los accidentes y eventualidades del mercado), pero al final tienden siempre a parecerse o acercarse al valor.Ligada a la TLV está la teoría de la PLUSVALÍA y la explotación capitalistas. Como la fuerza de trabajo es una mercancía más, su valor es "la cantidad de trabajo socialmente necesario para re-producirla", es decir, la cantidad de trabajo necesario para producir la comida, ropa y otros bienes y servicios que el obrero y su familia requieren para subsistir. Pero esta mercancía tiene una característica especial: es capaz de producir su propio valor más un valor adicional, la plusvalía, de la que se apropiaría indebidamente el capitalista. El capitalista robaría esa plusvalía. La explotación capitalista consistiría fundamentalmente en el robo: el robo de un plusvalor que han producido los obreros y que les pertenece legítimamente sólo a ellos.

CRÍTICA
Como teoría empírica, o como explicación de cómo la gente adjudica valor a las mercancías, claramente la TLV es falsa: los consumidores ni saben ni les importa la cantidad de trabajo invertida en las mercancías; sólo les importa su utilidad, su belleza, rareza, abundancia... Y los productores, si bien toman en cuenta las horas de trabajo invertidas, también toman en cuenta lo que esperan o desean ganar. Su valoración y asignación de precio depende también de sus expectativas. Por tanto, entendida como una teoría que predice el comportamiento de los precios, la TLV no funciona adecuadamente; es una teoría inútil: su única virtud es que predice la trivialidad de que el vendedor no querrá vender a menos de su costo de producción (aunque muchas veces tendrá que hacerlo). Como teoría no empírica, que afirma la existencia de un valor invisible e intangible -un valor misterioso en torno al cual giran los precios visibles y tangibles- es inverificable.Lo cierto es que los trabajadores contribuyen a producir bienes y servicios a los cuales el empresario y los consumidores adjudican valor... en parte por las características materiales de la mercancía, pero también en parte, por sus gustos, deseos, expectativas, etc."No podemos saber cuánto "valen" las mercancías; no sabemos cuál es el "valor verdadero" de la mercancía fuerza-de-trabajo; no podemos saber cuánto "merece" cada factor o agente de la producción, ni cuánto "se ha ganado" ni cuánto es a "lo que tiene derecho".
En suma: no sabemos ni podemos saber cuánto es "lo que se debería pagar" al obrero, al ayudante, al conserje, a la secretaria, al chofer, al estibador, al gerente, al vendedor, al cobrador, al contador, al que aporta la idea y la iniciativa (el empresario), o al que aporta el capital (el capitalista)...
No podemos contemplar los valores que Marx pretendía haber descubierto "científicamente"... y como no podemos verlos, entonces, para fines prácticos, tendremos que ver sí los precios del mercado. (Con lo cual no se está diciendo: "X es el precio de mercado; ergo, X es el precio justo". No, sólo se está diciendo: "X es el precio de mercado; ergo... nos basamos en X)A veces se dice que, dado que ignoramos el valor del trabajo, se sigue que deberíamos repartirlo todo por partes iguales. Al respecto cabe aclarar que no se sigue... al menos no se sigue lógicamente. Igual se podría decir: "No conocemos; por tanto, repartamos según nuestros convenios previos".¿De dónde obtienen, pues, sus ganancias el empresario y el capitalista? Respuesta: de cualquier parte, pero no del robo de plusvalor. Empresario y capitalista obtienen beneficios porque tienen la iniciativa, la idea, el mando, el control, el riesgo…. Ellos toman la producción, la venden, cobran, reciben el dinero, y en alguna medida (sólo en alguna medida) lo reparten. No necesitan robarse valores o plusvalores; no necesitan tomar lo que no es suyo; les basta y les sobra con tener el mando, el control y estar en el sitio exacto en el momento justo…Pero, además: si la TLV fuera verdadera, la sociedad que pretenden los comunistas se volvería lógicamente imposible e inmoral. Si el trabajador A produce 10 unidades del bien x, A es -siguiendo la lógica comunista- el verdadero productor de 10, y por tanto, de acuerdo a las premisas de la TLV, A es el legítimo dueño de 10 unidades de x, y debería entonces recibir íntegro lo que produce con su sudor. Y si la sociedad comunista le quita a A para darle a B -porque éste, aunque sólo produce 5, tiene más hijos y más necesidad-, esa sociedad estará robando a A y aquello se convertirá en una sociedad de parásitos que viven y comen gracias a la plusvalía creada por otros. Es decir: si de veras hay robo de plusvalor, ese robo lo podría cometer el empresario y el capitalista... pero lo comete también la sociedad o "los compañeros" o "la clase trabajadora".
Por supuesto, nunca faltarán los clásicos recursos retóricos de los marxistas y anarcomarxistas para justificar eso. Dirán que "el trabajo es una actividad social" y que, por ende, "ni A produce 10 ni B produce 5, sino que "la clase trabajadora en su conjunto produce 15 y luego reparte a sus miembros como convenga".
¿Por qué esto es pura retórica? Por algo muy simple: por mucho que el trabajo sea algo que se realiza en lugares públicos y con instrumentos, reglas y métodos públicos, no existe el trabajo en abstracto ni la tal "clase trabajadora"; sólo existen sí personas concretas, actos concretos realizados por esas personas concretas.
¿Quién se animaría a sostener que quien se sacrificó trabajando y ahorrando, en realidad no hizo nada, y que todo lo hizo la clase trabajadora? ¿A quién le conformaría eso?La TLV conduce a callejones sin salida. No sirve para nada bueno.

APÉNDICE

Algunos tratan de salvar a Marx diciendo que él no creía en el objetivismo del valor… que por ser materialista y "científico" no iba a creer eso... Y si el materialismo es la idea de que sólo existen la materia, la energía, el espacio, el tiempo y la conciencia como producto, función, epifenómeno o "secreción" de la materia, entonces no hay lugar para los "valores objetivos" de las mercancías. Los valores son tan subjetivos como el amor, el dolor y cualquier otro fenómeno mental. No obstante, según estos neomarxistas, las teorías laboral del valor y de la plusvalía serían verdaderas.Las tesis de este Marx subjetivista serían:-El valor es 100 % subjetivo.-Pero el costo es algo 100% objetivo: Costo = trabajo.-Ahora bien, como el precio está determinado por el costo, resulta que el precio está determinado por el trabajo... que casualmente es lo que afirma la teoría laboral del valor.

CRÍTICA
Las corrientes subjetivistas estarán de acuerdo con esas tres tesis. Quizá únicamente añadirán que si bien, en general, el precio está determinado por el trabajo, hay algunos otros factores (esencialmente psicológicos) que influyen cuando el ofertante pone un precio y el demandante lo regatea. Y por esos otros factores el precio que propone el ofertante puede a veces estar muy arriba de su costo de producción, y el precio que propone el demandante puede a veces estar muy debajo de ese costo. El error está en creer que Marx "sólo habla de precio y costo" (no de valor). Según los neomarxistas, cuando Marx habla de "valor", en realidad sólo quiere hablar del costo (=trabajo). Y a veces así parece... Pero no... hay un detalle que pasa inadvertido, a saber: Marx no era un científico; ante todo era un ideólogo de la revolución. Su lenguaje no es puramente descriptivo: es normativo. A Marx no le interesa sólo explicar el origen de los precios, o por qué los zapatos tienen precio de $4. No. Marx quiere ir más allá de las "explicaciones positivistas" de los científicos. Marx quiere transformar el mundo: cambiar la realidad. Lo que en el fondo está diciendo es que si los zapatos tienen precio de $4, es porque hay un empresario y un capitalista que abusan y cobran más de $3, que es el verdadero costo de los zapatos. Y eso estaría mal, según Marx... No debería ser. Ése es el mundo que habría que transformar según los marxistas.Empero, si de verdad Marx sólo estuviera hablando de cómo son las cosas (y no de cómo deberían ser), él habría utilizado la palabra costo. Y habría dicho "el costo de las mercancías es la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirlas" (y seguramente los economistas de su tiempo habrían estado de acuerdo). ¿Para qué querría confundir y enredar más las cosas empleando una palabra tan cargada de connotaciones emocionales y morales como es la palabra valor?Pero he aquí que él eligió esa palabra, valor. Y todos sus seguidores han hecho siempre lo mismo. ¿Para qué? Para satanizar al capitalismo, una estrategia de lucha revolucionaria. No es lo mismo decir que los zapatos "cuestan" $3, y decir que "valen" $3... Si "cuestan" $3, pero los quiere vender a $4, a nadie le importa: si lo logra o no. Pero si los zapatos "valen" $3, y los quiere vender a $4 (y sólo pagar $1 a los obreros)... aaah, eso sería robo, un atentado contra el derecho del obrero a disponer íntegramente de los frutos... del valor de su trabajo.El costo de los zapatos es objetivo: para descubrirlo sólo hay que hacer algunas sumas (mano de obra + materiales, el costo de los cuales también es mano de obra pagada con anterioridad). Si descubrir eso fuera todo el interés de Marx, sin duda también habría pasado a la historia... pero de la contabilidad y la teneduría de libros. Pero Marx no quería ser contador ni tenedor de libros: sus planes eran cambiar el mundo. Por eso dijo: Los zapatos valen $3... porque para fabricarlos un obrero requiere en promedio tres horas y cada hora de vida le cuesta al obrero, en promedio, $1. Ése es el valor de los zapatos, y esos $3 deben entregarse íntegramente a los obreros... Si aparece alguien que cobra $4, está robando al consumidor, lo está haciendo pagar más de lo que valen... O si cobra $3, pero entrega al obrero solamente $1, está robando al obrero, le está dando menos de lo que vale su trabajo.
En su fuero interno Marx era un subjetivista, aunque, para fines revolucionarios y propagandísticos, empleaba un lenguaje objetivista.
COSTO DE PRODUCCIÓN= VALOR = PRECIO JUSTO,es evidentemente una tesis moral. No es una mera descripción de cómo suceden las cosas y se dan los costos y precios, sino un juicio normativo de cómo deberían ser. Esto no impide que Marx y sus seguidores también hagan algunas explicaciones descriptivas (p.ej., "Los precios giran en torno al costo = costo de producción, como los electrones giran en torno al núcleo"), pero el interés central de Marx (y sus secuaces) es ideológico. Y, principalmente, satanizar al capitalismo y hacer aparecer a las vanguardias marxistas como los sabios, como los que han descubierto el robo oculto que cometen los empresarios... y, por tanto, presentar a esas vanguardias como los futuros y legítimos dirigentes, teóricos e ingenieros sociales de la revolución.Si los zapatos "valen" (no sólo "cuestan") $3, ¿dónde está ese valor? ¿En qué misterioso escondrijo dentro de las mercancías yace? ¿Cuáles son sus propiedades observables? ¿Cómo se verifica su existencia? --- La cosa es muy simple: o el valor está en los zapatos o el valor no existe y es sólo una idea en la cabeza de la gente (subjetivismo).
Si lo primero, hay que dar evidencias empíricas de su existencia (no bastan los argumentos dialécticos y teóricos).
Si lo segundo, no hay que hacer nada, sólo hay que preguntar a la gente qué piensa.Como hasta la fecha los marxistas no han podido responder a esas preguntas, todo indica que la pretendida "ciencia" marxista se reduce a esto: "Costo = valor = precio justo", y a una especie de mandamiento tipo Moisés dirigido al capitalista: "Fuera manos; no te corresponde nada".-

E mail: FlashesCulturales@adinet.com.uy

lunes, 23 de febrero de 2009

Caricatura

Hombres G: No te tengo a ti

La tarea no era corta

Tulio Hernández

Una parte de la población que adversa el proyecto del "socialismo del siglo XXI" y valora la alternancia como condición esencial de la democracia se despertó el lunes con una sensación de duelo, mitad desolación, mitad impotencia, toda vez que ­aunque muchas encuestas advertían lo contrario­ acariciaba en sus corazones la posibilidad de ponerle freno al empeño personal de Hugo Chávez de perpetuarse en el poder.
Otra, reaccionó con mayor resignación y una buena dosis de realismo político. Son aquellos que intuían que las condiciones eran muy adversas y, por tanto, resultaba cuesta arriba derrotar el descomunal aparato electoral del Gobierno dispuesto a todo con tal de que no se repitiera una derrota como la del 2-D. Son quienes, además, valoran la votación obtenida por la opción No como prueba del crecimiento sostenido del apoyo a la alternativa democrática y de la reducción de seguidores en del Presidente.
Y hay un tercer sector, reducido pero con fuerte presencia mediática, que insiste en refugiarse en la teoría del fraude electoral. Son los que piensan que no hay nada qué hacer, que Chávez tiene controladas las máquinas electorales y es, por tanto, inderrotable salvo por otras vías. Pero no enuncian cuáles son esas vías, tampoco logran demostrar el fraude, o explicar cómo ha ocurrido entonces el triunfo opositor del 2-D o la derrota sistemática de Chávez en entidades como el Zulia, y otros estados y municipios.

Agregan argumentos reiterados sobre la debilidad y comodidad de la dirigencia opositora o la caducidad de los partidos pero no ofrecen propuesta alterna de conducción de la lucha política ni se dedican a construir nuevas organizaciones o, si no creen en ella, un aparato guerrillero o una subversión militar. En muchos casos recurren a discursos del tipo "cada pueblo tiene el gobierno que se merece" pero no se esfuerzan por entender las motivaciones profundas que, a pesar del desastre e ineptitud del actual gobierno, hace que cierto tipo de venezolanos no terminen de abandonar su encantamiento por el Presidente.
¿Qué hacer ante este panorama? Primero, historizar un poco lo que hemos vivido para no autoflagelarnos de más.
Recordar que venimos de un desastroso proceso de implosión y debacle del sistema político del bipartidismo; que hace diez años cuando Chávez accedió a la Presidencia era un actor político prácticamente solitario sin competencia ni oposición alguna; y que en el presente, en cambio, a pesar de que su proyecto sigue gozando de un gran apoyo popular (pensar lo contrario es miope o suicida), aunque aún débiles, existen partidos con presencia nacional, un movimiento estudiantil vigoroso y motivado, decenas de ONG que dinamizan la resistencia y jóvenes rostros que inauguran nuevos liderazgos y han echado las bases para un trabajo político de largo aliento.
Por eso es indispensable diferenciar entre ventajismo o abuso de poder y fraude electoral.
Una cosa es que el Presidente y sus seguidores hayan convertido la consulta del 15-F en un plebiscito, y otra, muy distinta, suponer que la opción No haya ganado la consulta y a través de una trampa electrónica se le haya adjudicado al Sí.
El abuso de poder hay que enfrentarlo y denunciarlo, la vigilancia electoral hay que mantenerla, pero la tarea más importante para la construcción de una alternativa democrática triunfante no es la de empeñarse en denunciar fraude sino la de hacer un gran esfuerzo por dar un salto cualitativo, construir un proyecto, un discurso y una emoción que deje de tener a Hugo Chávez como tema central, que se comprometa de verdad con las necesidades y esperanzas de los más necesitados, que vaya más allá de la lógica y la estética de las clases medias, y le arrebate al chavismo las banderas de equidad, justicia y compromiso con los pobres con las cuales hasta el presente ha logrado mantener seducidos a sus seguidores.

Ya sabíamos que la carrera no era corta. Ni la lucha fácil. Enfrentar los modelos autoritarios nunca lo ha sido. Inteligencia y sacrificio son siempre componentes esenciales.
Las catorce características del fascismo
Dr. Lawrence Britt* / Foro Meshiko-Latinoamé rica - 20/01/04

El Dr. Lawrence Britt, politólogo, escribió un artículo acerca delfascismo que apareció en la revista Free Inquiry, una revista de cortehumanista. El Dr. Britt estudió los regímenes fascistas de Hitler (Alemania), Mussolini (Italia), Franco (España), Suharto (Indonesia) yPinochet (Chile). El encontró que estos regímenes tienen 14 puntos encomún, los cuales llamó: "las características que identifican al fascismo".
Las catorce características son:
1. Nacionalismo poderoso y permanente.Los regímenes fascistas tienden a hacer constantes el uso de frases,slogan, símbolos, canciones y otra parafernalia patriótica. Las banderas seven por todos lados, así como los símbolos de la bandera en ropa ydesplegada públicamente.
2. Disgusto por el reconocimiento de los Derechos Humanos.Debido al miedo a los enemigos y a la necesidad de seguridad, el pueblo enlos regímenes fascistas es persuadido que los Derechos Humanos deben serignorados, en algunos casos por "necesidad". El pueblo tiende a mirar deotra forma e inclusive a aprobar la tortura, ejecuciones sumáriales,asesinatos, largas encarcelaciones de prisioneros etc.
3. Identificación de los enemigos o chivos expiatorios como una causaunificada.El pueblo es conducido a un frenesí patriótico sobre la necesidad deeliminar un peligro percibido como común en forma de enemigo, ya sean lasminorías raciales, étnicas, religiosas, liberales, comunistas, socialistas,terroristas etc.
(E4. Supremacía de lo militar.Aunque existan muchos problemas domésticos, a los militares se les da unacantidad desproporcionada de soporte financiero y la agenda domestica esdescuidada. Soldados y militares en servicio son vistos como glamorosos.
5. Sexismo rampante.El gobierno de las naciones fascistas tiende a ser dominado casi en sutotalidad por el sexo masculino. Bajo los regímenes fascistas tradicionales,se hace más rígida la importancia del género. La oposición al aborto esalta, así como la homofobia y las legislaciones anti gay en la políticanacional.
6. Control de los medios de comunicación.Algunas veces los medios son controlados directamente por el gobierno, enotros casos los medios son controlados indirectamente por las regulacionesgubernamentales, o por persuasión a los periodistas y censura a losejecutivos, especialmente en tiempos de guerra.
7. Obsesión con la Seguridad Nacional.El miedo es usado como una arma motivacional por el gobierno para controlarlas masas.
8. La religión y el gobierno están entremezclados.Los gobiernos en las naciones fascistas tienden a usar la religiónpredominante en el país como arma de manipulación de la opiniónpública.La retórica religiosa y la terminología común es usada por los líderesdelgobierno, aun cuando los jerarcas religiosos estén diametralmente opuestos alas acciones y políticas del gobierno.
9. El poder corporativo es protegido.La aristocracia industrial y de los negocios de las naciones fascistasusualmente son quienes ponen a los líderes del gobierno en el poder, creandouna beneficiosa relación empresas / gobierno con la elite de poder.
10. El poder Laboral es suprimido.Porque las organizaciones de poder laboral son las únicas amenazas de losgobiernos fascistas, los sindicatos y asociaciones laborales son eliminados.
11. Desprecio por los intelectuales y las Artes.Las naciones fascistas tienden a promover y tolerar una abierta hostilidad ala educación superior y la academia. No es poco común que profesores yotros académicos sean censurados e inclusive arrestados. La expresión libredel arte es atacada y los gobiernos usualmente se rehúsan a financiar lasartes.
12. Obsesión con el crimen y el castigo.Bajo los regímenes fascistas se le dan poderes casi ilimitados a las fuerzasrepresivas legales. La gente a menudo es obligada a hacerse la vista gordasobre los abusos policiales e inclusive a abandonar libertades civiles en elnombre del patriotismo. Existe a menudo una fuerza policial nacional conpoderes ilimitados en naciones fascistas.
13. Rampante amiguismo y corrupción.Los regímenes fascistas casi siempre gobiernan con grupos de amigos yasociados que se posicionan unos y otros en los cargos gubernamentales yusan el poder gubernamental y la autoridad para proteger a sus amigos de laresponsabilidad de rendir cuentas. No es infrecuente que en los regímenesfascistas los líderes gubernamentales se apropien en inclusive robendescaradamente los recursos y tesoros nacionales.
14. Elecciones fraudulentas.Algunas veces las elecciones en las naciones fascistas son un verdaderofraude. Otras veces las elecciones son manipuladas por campañasdifamatorias en contra de los candidatos opositores e inclusive elasesinato de los mismos. También usan las legislaciones para el controldel número de votos, el control políticos distrital y la manipulación delos medios de comunicación. Las naciones fascistas también usan típicamente asus tribunales de justicia para manipular y controlar las elecciones. -

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A 150 años de la revolucion federal

Simón Alberto Consalvi

A 150 años de la Revolución Federal

El referéndum del 15 de febrero abolió uno de los principios fundamentales de la democracia: la alternabilidad republicana.
No es banal este adjetivo, porque cuando se habla de alternabilidad se entiende que es lo opuesto a monárquico, de modo tal que un presidente vitalicio es lo menos republicano que pueda ser imaginado. Como escribe Germán Carrera Damas, se trata de la abolición de la República. Es la negación de aquella gesta que tuvo lugar en Venezuela hace dos siglos y que, no en vano, ha sido considerada como "su más alto logro histórico".
Hace 150 años, el 20 de febrero de 1859, estalló la Revolución Federal. El 22 desembarcó en las costas corianas el general Ezequiel Zamora, procedente del destierro. En su primera proclama, el general exclamó: "...
La santidad de la causa que sostenemos no es otra que la verdadera causa de los pueblos, la República genuina, la federación, vuestro heroísmo debe ser premiado con el triunfo de los principios y el derrocamiento consiguiente de la tiranía".
Zamora terminó su arenga con palabras que siglo y medio después podrían ser prohibidas por el jefe único de la revolución bolivariana. Oigamos el grito que entonces retumbó de un confín al otro de Venezuela, un grito que entonces puso en ascuas a la oligarquía, y en el siglo XXI desenmascara a los enemigos de las regiones. Así habló Zamora: "¡Viva la federación! ¡Viva la verdadera República! Viva, y para siempre, la memoria de los patriarcas de nuestra Independencia, de los hombres del 5 de julio de 1811, los que en el acta gloriosa dijeron a los pueblos: federación".
A riesgo de que sea una desconsideración con el Presidente de la República, me atreveré a copiar textualmente algunos de los puntos del programa de Zamora. Leamos. "Independencia absoluta del poder electoral, que ni antes de su ejercicio, ni durante su ejercicio, ni después de él, dependa de ninguno de los funcionarios de los demás ramos de la administración". No se leen estas palabras como si se tratara de un hobby.
Ignoro por qué se me ocurrió abrir las páginas de esta historia. Qué desconsolado esto de pensar que vamos como el cangrejo. ¡Que en 2009 estemos peor que en 1859! Me abstengo de citar lo que el general del pueblo soberano pensaba de la propiedad, de la libertad de cultos, de la elección de los presidentes, porque podría tomarse como una provocación, y no estoy en ese ánimo. Sobre todo, sería una impertinencia citar eso de "libertad absoluta de la prensa" que formaba parte del programa.
En suma, Zamora abogaba por una "República genuina".
Remito a quienes duden de lo que escribo a uno de los grandes libros del siglo XX, Historia de la Revolución Federal en Venezuela de don Lisandro Alvarado, del cual tomo estas citas.
A 150 años de la Revolución Federal, leer la Constitución de 1999 es un ejercicio poco recomendable. Da terror pensar que no existe, que no importa que trajinemos el siglo XXI, porque aquí se comprueba que un país vive sin Constitución. Abro sus páginas y leo el artículo 6, que reza: "El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables".
Este es sólo un artículo. No ha sido violado, simplemente ha sido borrado, y es una ociosidad que aparezca en la carta magna. ¿Gobierno descentralizado? ¿Gobierno pluralista? ¿Gobierno alternativo? La descentralización no es únicamente letra muerta, el centralismo decimonónico forma parte del dogmatismo revolucionario. ¿Pluralista, con partido único? ¿Alternativo, con presidencia vitalicia? ¿Por qué no monarquía en lugar de República, si estamos tan cerca del Reino de Buria fundado por el Negro Miguel?
Otros artículos consagran a Venezuela como "un Estado federal descentralizado". ¿Qué sobrevive de aquel Estado descentralizado que logró liberarse en los ochenta de la fatalidad de que fueran los presidentes quienes enviaran a sus amigos como gobernadores? Ante esa Constitución en vías de desaparición, los resultados del 15 de febrero dejan la carta magna en el limbo. Los diputados se encargarán de redactar todos los artículos afectados por la enmienda de la presidencia vitalicia. Podrían también adaptar a la realidad todos los otros que desautorizan el proyecto revolucionario, comenzando por borrar eso tan estorboso de la "alternabilidad republicana".
El Presidente logró desarmar el orden constitucional con sólo 1 millón de votos más de los que obtuvo la oposición. A la ventaja oficial es preciso restarle los 500.000 sufragios de los jóvenes a los que el CNE les impidió expresarse. Me abstengo de calcular cuántos millones de bolívares fuertes costó cada uno de los votos que negaron a Ezequiel Zamora siglo y medio después de haber proclamado la "República genuina". Una revolución traicionada entonces y ahora.

domingo, 22 de febrero de 2009

El Gran Combo de Puerto Rico

Carlos Blanco // "Nadie atendió el hecho de que la mentira sólo aplaza el desencanto pero no lo elimina"

Tiempo de palabra
¿Y ahora?El país disidente ha experimentado una derrota que no conviene disfrazar; ésta tiene un rostro gris, sin dientes, con ojeras, mirada color naufragio y una mueca espeluznante. La derrota, como todo crimen, tiene sus atenuantes; en la contabilidad menuda se ven claroscuros que permiten evaluar la profundidad de la desdicha.
Unas son mayores y otras menores; pero, lo que no conviene al entendimiento es decir que una derrota es una victoria y que una victoria es una derrota, aunque la una pueda conducir a la otra. Las derrotas son huérfanas, nadie quiere asumirlas porque, al parecer, quebrantan la voluntad. En realidad, pueden abrir caminos.
Los De A Pie. Es mal consejo pretender dorar la amarga píldora. La idea de bailarles el muñeco a los ciudadanos para disminuir su abatimiento es despreciar su inteligencia. Se les dijo que el 15F se definía el destino del país; y ahora es irrespetuoso plantear que no era más que un episodio secundario.
Tampoco es conducente afirmar, mediante complejos ejercicios estadísticos, que, viéndolo bien, el Gobierno fue el que salió derrotado. No se puede esconder con la matemática un hecho político inmenso. Es repetir lo que intentó Chávez el 23N, cuando sacó ese lapicito con que hace cuentas embusteras e intentó mostrar que sus descalabros electorales no eran realidad.
Quiso sumar camaradas con tenientes para mostrar inexistentes victorias requeridas por sus desmoralizadas tropas. Por supuesto que podía reclamar que el revés no era total; pero quiso disimularlo. El revés opositor tampoco es total.
Es posible que poco a poco, a través de sucesivos actos electorales, las fuerzas democráticas ganen espacios; pero también es posible que no ocurra así. A nadie consuela y a muchos, incluidos chavistas, enfurece, la perspectiva de que la recuperación democrática sea un proyecto a 25 años plazo. Por otra parte, cada acto electoral puede no crear precedente con respecto al siguiente porque las condiciones que los rodean son diferentes.
Los ciudadanos que participaron con el No experimentaron una derrota que más que un hecho político es una calamidad existencial. Hay tristeza en casi todos; desesperanza e incertidumbre en muchos. Estos sentimientos de pérdida requieren un duelo y su función es reconocer lo perdido. El duelo en política lleva a encajar el golpe, a reconocer errores, a pensar en lo que se ha debido hacer y no se hizo, y en lo que se hizo y no se ha debido hacer.
Batalla Colosal.
El hecho admirable de este reciente desafío ha sido la desproporción entre los contendores: toda la máquina aplastante del Estado enfrentada a millones de ciudadanos sin más recursos que su voluntad. No es que del lado de Chávez no haya mucha gente; la diferencia radica en que se enfrentan parapetados detrás del dispositivo estatal, manejado de modo implacable, sin ninguna contención moral o legal. En la otra orilla navegaban ciudadanos comunes, sin recursos financieros y apenas con partidos debilitados, empobrecidos y confrontados entre sí. Este combate habla de una proeza ciudadana y se constituye en un capital político y social de cuya conservación depende el destino democrático de Venezuela.
Destacan con singular brillo los estudiantes, encargados de una tarea que otros no asumieron. Fue una pelea entre el Estado y la sociedad civil, sin que ninguna contención fuese posible. Chávez hizo todo lo que quiso; su única vacilación ocurrió después del asalto a la Sinagoga por el escándalo mundial que produjo. Del resto, el poder hizo trizas las condiciones del ejercicio democrático. Su instrumento fue el miedo. Pero, hay más que miedo; Chávez encarna una idea redentora y quienes se le oponen no articulan la suya.
La Oposición.
Para perder no basta que el otro sea fuerte sino que el débil tenga estrategias equivocadas. Convendría un debate descarnado no sometido al chantaje al que Chávez somete a los suyos: si discutes, le das armas al enemigo; cuando, en realidad, lo único que impide meter las extremidades es la discusión abierta. La participación en un referendo que la propia oposición había señalado como inconstitucional envió un mensaje básico contradictorio al electorado que se propuso conquistar; no impidió que varios millones votaran por la propuesta pero, tal vez, no sumó a un sector indispensable.
Por otra parte resulta trágico que la dirección opositora se haya convertido en garante de la legitimidad de un CNE espurio para evitar que la abstención se incrementara; de esta forma se trata como débiles intelectuales a unos ciudadanos que podrían incorporarse a la lucha por condiciones electorales higiénicas, limpias y libres, sin que el reconocimiento del horror que es el CNE necesariamente lo lleve al desaliento.
Una parte de la dirección opositora engañó al electorado al asegurarle que había condiciones aceptables cuando, como se sabe, estas votaciones no fueron libres ni limpias. Los planteamientos de Súmate fueron minusvalorados; los que formula Esdata fueron desconocidos; los alertas del Movimiento 2D, eludidos; los de algunos políticos y analistas, ignorados.
Sus posiciones fueron ahogadas, so pretexto de impedir la desesperanza, sin atender al hecho de que la mentira sólo aplaza el desencanto pero no lo elimina. Cualquier crítica era y es sometida al chantaje porque supuestamente divide a la oposición, cuando la realidad es que la uniformidad y la ausencia de debate son las típicas conductas que el chavismo ha impuesto a los suyos.
El reconocimiento del resultado anunciado por el CNE sin atender a la investigación sobre posible alteración de los resultados es un suicidio.
Henrique Salas Römer, voz poderosa de Carabobo, ha mostrado cómo los resultados presentados por el oficialismo son totalmente falsos. Si se adulteran las cifras de la inflación y de la pobreza, si se disimula el monto de los recursos regalados a otros países, si se oculta el trasiego ilegal del oro y el moro hacia Cuba, si nadie sabe lo que hay en el Fonden, si es un secreto lo que produce Pdvsa, por qué razón no se ha de evaluar el escándalo que significa la manipulación de las cifras. Las encuestadoras forman parte del debate.
En una sociedad equilibrada, las encuestas constituyen un elemento más del escenario y su influencia tiene contrapesos. En esta sociedad autoritaria, algunas empresas se han transformado en actores políticos, propagandistas de la invencibilidad de Chávez, al que ayudan a consolidar su poder. Su papel es más complicado cuando podrían tener contratos con el Estado, directos o no, con claros conflictos de interés.
La unidad necesaria pasa por un debate sano, sin chantajes al modo de Chávez, sobre los caminos que tiene ante sí la disidencia democrática. Aunque hoy haya tristeza, el camino está abierto para un proyecto político alternativo.

sábado, 21 de febrero de 2009

Paulina Gamus ;Ni fraude ni No fraude


……..sino todo lo contrario. Aquí, visto el proceso refrendario que culminó el domingo 15 de febrero, viene como anillo al dedo ese aparente disparate que en Venezuela se le atribuyó a Carlos Andrés Pérez, en su primera presidencia, y antes al presidente mexicano Luís Echeverría.
¿Fue fraudulento el acto electoral en el que los votantes venezolanos debían decidir si Chávez y todos los que ocupan cargos de elección popular podían postularse hasta el final de sus días y quizá de los nuestros?. Hubo denuncias de atropellos y presiones por parte de los militares del Plan República, de amenazas a los empleados públicos y beneficiarios de Misiones y otros programas sociales del gobierno, de parcialización de los funcionarios del Consejo Nacional Electoral al permitir a los acólitos del régimen cometer faltas o delitos electorales no tolerados a opositores.
Se produjerón hechos aislados de violencia relacionada con preferencias electorales. Quienes debían impedirlo, se hicieron la vista gorda ante el despliegue de propaganda electoral por la opción oficialista de SI, puertas adentro y puertas afuera de los centros de votación.
En muchos casos la tinta indeleble se borraba fácilmente. Y cuando se analice con detenimiento el número de votos obtenidos por las dos opciones en pequeños pueblos, en caseríos y en lugares apartados de las ciudades más pobladas, se descubrirá que la opositora, sin testigos, no obtuvo un solo voto.
Si se suman todos esos vicios, tropelías, abusos y actos violentos ¿podría decirse que el gobierno cometió un fraude de tales proporciones que logró voltear los resultados electorales? Ya comienzan a circular por Internet las denuncias de presuntos ingenieros presuntamente honestos de un presunto CNE, que nos explican, con pelos y señales, cómo fue que se armó la trampa después de las 4 de la tarde. También escriben con furia los que se sienten engañados, arreados, burlados por los dirigentes de la oposición.
Y alguna columnista de prensa acusa de cobardes a esos dirigentes “que no arriesgan el pellejo”. Mandar -desde una computadora o un estudio de radio- a los demás a que entreguen sus vidas por la causa, es igualito a lo que hizo el heroico Chávez del 4-F-92.
No sé a qué viene tanta indignación porque las encuestas más serias, las realmente creíbles, arrojaban como resultado un empate entre las dos opciones o bien unos pocos puntos por encima al SI. Las que decían esto último eran “las compradas por el gobierno” y por consiguiente no se les podía creer a pesar de que en noviembre pasado acertaron -con pocas excepciones- en los resultados que dieron victorias importantes a la oposición. Ahora, todas decían que ganaría el bloque que lograra una mayor movilización. ¿Cómo ignorar que el gobierno era el único en capacidad de hacerlo? A fuerza de sobornos, de presiones, de meter miedo y de todo lo que resulta repugnante y despreciable en un régimen que se pretende democrático. Este gobierno inescrupuloso se empeñó -con la mayor desfachatez- en no dejarse derrotar por la abstención de esos chavistas desganados que no salieron a votar el 2 de diciembre de 2007.
A todo eso que ocurrió el mismo día del referéndum, habría que agregar la planificación perversa de un acto electoral con los tiempos exactos para impedir la inscripción de nuevos votantes, más las decisiones de la Asamblea Nacional, del Tribunal Supremo de Justicia y del CNE, en abyecta obediencia a los caprichos presidenciales. Para cerrar el cuadro: una campaña abrumadora que abandonó la iconografía mabitosa del Ché Guevara, Fidel Castro, y otros carcamales del comunismo cavernícola y se lanzó con afiches, vallas y mensajes de radio y TV modernos y vistosos, como los de cualquier campaña presidencial en el Imperio. Por supuesto que los mensajes de la Oposición, algunos bastante ingeniosos, pasaban por filtros y lupas casi policiales antes de ser aprobados. Y Chávez, el inefable Chávez for ever, encadenado cada día, mañana, tarde y noche rogando que no lo dejaran irse, que no lo abandonaran, que su destino político estaba en juego, que los oligarcas le iban a quitar las Misiones al pueblo, que él los amaba, que él era el pueblo y el pueblo era él. Evita Perón reencarnada en un militarote seudo socialista y fascistoide.
¿Cómo es posible que los partidos y grupos de oposición hayan aceptado votar en esas condiciones de falta de transparencia y minusvalía? ¿Cómo fue que arrastraron a la inocente y virginal masa opositora al matadero electoral? Ajá ¿y qué hacían entonces, llamar a la abstención como en la elección de la actual Asamblea Nacional, un error que hemos pagado día a día durante cuatro años? Puede parecer alegría de tísico creer que el resultado fue un logro para la oposición, pero lo fue. Claro que podría haber sido mayor si los partidos se hubiesen empeñado más a fondo, si se pusieran de acuerdo para entender porqué la mitad de la población sigue siendo chavista o cree en Chávez o tiene miedo de lo que viene si se va Chávez o no confía en el mensaje difuso de los opositores o está cansada de ver las mismas caras de siempre y reclama un nuevo liderazgo. No todos reciben dádivas ni son brutos o marginales como le oímos y leímos a muchos indignados por la derrota del NO. Como tampoco son ricos, oligarcas y racistas quienes constituyen la otra mitad que votó contra Chávez.
Por último ¿qué habría pasado si gana el NO? ¿Se iba Chávez, renunciaba con la gallardía de un Charles De Gaulle? Habríamos tenido que seguir soportándolo cuatro años más, con el agravante de alguien que ni ganando ni perdiendo sabe comportarse con altura. Claro que era preferible que ganara el NO, su efecto psicológico habría pesado mucho en los seguidores y opositores. Pero hasta allí. Y en cuanto a si vale la pena seguir votando, por lo que a mí respecta pienso hacerlo incluso si se trata de elegir a la reina de carnaval de mi cuadra. Quienes siguen creyendo que hay una manera diferente del voto para salir de Chávez, son admirables por su optimismo. Nos encantaría comprender su lógica para compartirlo.
paugamus@intercable.net.ve
Venezolana, Abogada, Ex-parlamentaria ,ex miembra del CEN de AD y Ex-ministra de Cultura.

El derrumbe de un mito

Una de las representaciones sociales más expandidas y más firmemente establecidas en la Venezuela contemporánea es la creencia de que la libertad no es un valor que entre en juego en la conciencia política de la gente con apremiantes necesidades materiales
Por: Oswaldo Barreto / Balanza de palabra
Una de las representaciones sociales más expandidas y más firmemente establecidas en la Venezuela contemporánea es la creencia de que la libertad no es un valor que entre en juego en la conciencia política de la gente con apremiantes necesidades materiales.
Las legiones de pobres, que se desempeñen en el sector formal, como obreros, artesanos o pequeños propietarios o en la muy variada gama de ocupaciones en el sector informal, llegan a interesarse por los asuntos políticos y a participar en ellos por razones mucho menos abstractas, como son la búsqueda de medios para satisfacer las necesidades básicas y poder sobrevivir como seres humanos.
Otros asuntos, especialmente los que conciernen a las diversas formas como se presenta la libertad en cualquier sociedad (libertad de pensamiento y de expresión, libertad de culto y de circulación, libertad de elegir en base a la propia voluntad y discernimiento) pueden devenir ciertamente razones para que la gente se interese en política, pero tal oportunidad sólo le es dada a quienes tienen ya resueltas aquellas otras necesidades vitales.
Esta creencia no se expresa en la vida cotidiana en la forma tan categórica y abstracta como la hemos presentado en el párrafo precedente. En el lenguaje coloquial y en los mismos análisis que se hacen en los medios de comunicación, no se habla por lo regular de libertad. No se nombra directamente esa entidad tan abstracta y majestuosa, sino simple y llanamente se le excluye, no se le nombra. Se dice, por ejemplo "A la mayoría de la gente (forma política de hablar de todos los pobres) lo que le interesa son las cosas materiales, como la casa, la comida, la ropa y la educación indispensable para poder trabajar".
Y esta apreciación, tomada como sabia sentencia que no necesita demostración, se convierte en prisma para juzgar cualquier fenómeno político, desde el desempeño y avatares de un líder o de un partido hasta hechos tan singulares en nuestra vida política, como aquel "estallido" ­por nombrarlo de alguna manera­ del 27 de febrero. Es con semejante prisma que hemos construido infinidad de representaciones.
La de un Chávez a quien siguen las mayorías porque se ha ocupado de sus necesidades y las libertades no forman parte de ellas.La de un Chávez libre de hacer lo que le venga en gana con aquellas libertades mientras cuente con los recursos para ocuparse de lo que interesa a la mayoría de la gente.Podríamos, entonces, decir que en Venezuela es categóricamente falsa la rotunda afirmación de Hanna Arendt de que "La razón de ser de la política es la libertad".
Y podríamos pensar, en consecuencia, que otros valores mueven a los pobres de nuestra sociedad a interesarse en los asuntos políticos, dejando de lado cotidianamente aquella si sabia sentencia de que "No solo de pan viven el hombre".Pero felizmente para sacarnos de tan perniciosa creencia sirve, entre otras cosas, los resultados de estos últimos comicios, los resultados de uno de los más genuinos fenómenos políticos que exista, el de una elección.
No hay en Venezuela, cinco millones y medio de electores que dispongan de los medios para satisfacer sus necesidades elementales, o, lo que es lo mismo, hay entre esa inmensa minoría electoral, unos cuantos millones de pobres, de explotados y seguramente que hasta de menesterosos. Y bien sabemos que lo que estaba en juego era estrictamente tomar posición ante la confiscación de una de esas libertades, la libertad de elegir.