Antonio Barreto Sira:
Publicado en Artículos de Opinión
Nuevamente el Tribunal Supremo de Justicia hace su aparición como el salvador del Gobierno. Otra vez los magistrados de la alta corte lucen más como un bufete de abogados asesorando a Nicolás Maduro que a un órgano institucional de justicia.
Declarar inconstitucional la Ley Amnistía y Reconciliación Nacional en sí es una negación al encuentro entre los venezolanos, es un llamado a la confrontación y una apuesta a la división del país.
La sentencia de los Magistrados del TSJ es claramente violatoria de la Carta Magna y de la potestad constitucional de la Asamblea Nacional para legislar en función de los intereses colectivos.
¿Ahora qué? Esta pudiera ser la pregunta de más de uno de los venezolanos; y la respuesta es clara y sencilla: Seguir adelante.
Quienes defendemos la libertad y la democracia como virtudes ciudadanas indispensable dentro de una república sana y justa, no podemos achicopalarnos por los ataques de quienes se oponen al desarrollo y la prosperidad nacional.
La bancada mayoritaria del cambio en la Asamblea Nacional no bajará la guardia, ni cederá ante las presiones de Miraflores y las acciones cada vez más ilegítimas del Tribunal Supremo de Justicia.
Si Maduro y sus secuaces del tribunal creen que el poder legislativo cederá sus funciones o bajará la guardia están completamente equivocados. Nos haremos respetar, porque lucharemos por la defensa de la decisión de los venezolanos expresada el pasado 6 de diciembre.
Si Maduro sigue utilizando a los rectores del Consejo Nacional Electoral como escudo para la suspensión de elecciones o el saboteo al Referendo Revocatorio, entonces nosotros seguiremos más unidos que nunca, trabajando en la búsqueda de los caminos constitucionales y democráticos para alcanzar el cambio que los venezolanos anhelan.
A los señores de Miraflores solo les restan los vestigios de un poder que se desploma por doquier, mientras quienes estamos en la batalla diaria por el cambio contamos con la fuerza de una inmensa mayoría de venezolanos que esperan y sueñan con un cambio en la conducción de los destinos de la nación.
Y mientras los jerarcas del régimen se afanan en mantenerse, pegados con saliva de loro, en Miraflores, en el resto de la república empeora la situación de abastecimiento de comida y de otros rubros y la inflación se devora soezmente los raquíticos salarios de los trabajadores venezolanos.
En estas líneas quisiera hacerle un llamado a cada uno de los venezolanos que me leen. No podemos permitir que el desánimo nos venza, no podemos permitir que la angustia se convierta en tristeza y ésta a su vez en desdén.
Hoy más que nunca necesitamos estar firmes en el diáfano propósito de construir una nueva Venezuela, en la idea de la construcción de un mañana mejor. El Gobierno busca cansarnos, ellos pretenden que nos arrodillemos ante las migajas que empiezan a repartir a cuenta gotas, pero sé que nosotros somos más grande que esto y vamos a triunfar.
¡Amanecerá en Venezuela!
Antonio Barreto Sira
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