Libertad!

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miércoles, 17 de marzo de 2010

LA DIFERENCIA ENTRE "HTTP" y "HTTPS" en Internet

La mayoría de la gente ignoramos que la diferencia entre http:// y https:// es, sencillamente, su seguridad.
HTTP son las siglas de "Hyper Text Transport Protocol", que es un modo elegante de definir, por así decirlo, un lenguaje para intercambiar información entre servidores y clientes de la red.
Lo importante, y lo que marca la diferencia, es la letra "S" que - ¡oh sorpresa! - es la abreviatura de "Secure".

Si visitas una página web y te fijas en su dirección, verás que, muy probalemente, empieza por
http://. Esto significa que esa página te está hablando en un lenguaje normal, pero inseguro. En otras palabras, existe la posibilidad de que alguien pueda estar espiando la "conversación" entre tu ordenador y la página. Si trasladas una información a esa página, ese alguien puede verla y hacer uso de ella.
Por este motivo, jamás deberías dar el número de tu tarjeta de crédito a una página http://.

Pero si la dirección empieza por https://, tu ordenador está conectado a una página que te está hablando en un lenguaje codificado y seguro, a prueba de espías.

Por tu seguridad, si para hacer una compra o por cualquier otro motivo tienes que dar el número de tu tarjeta u otra información sensible, comprueba primero que la dirección de la página web con la que has conectado empieza por https://.

Calima vs Calina

Jesús Otero*
En estos días he escuchado hasta la saciedad la palabra Calima, para referirse a la Calina.
El Termino más adecuado es CALINA, busquen en el diccionario de la lengua española y verán que Calima aparece así:
Calima: Calina
Si buscan Calina dice: Niebla producto...
Nuestro idioma es muy bello y tiene una estructura hermosa, ¿por qué usar un termino secundario?.
La Calina, por otra parte, es Smog, Polvo de la sequía, Aerosoles por las quemas, Humo, y Salitre Marino. Todo eso junto y actuando contra nuestra salud pulmonar.
*Géologo.

JOSÉ MARÍA VARGAS Y LA PARÁBOLA DE LOS CINCO TALENTOS

[1] Dr Rafael Muci Mendoza
Mateo 25:14-18
¨Porque el reino de los cielos será también como un hombre que, al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco talentos [2], a otro dos y a otro sólo un talento; a cada uno según su capacidad. Luego se fue de viaje. El que había recibido los cinco talentos fue enseguida y negoció con ellos y ganó otros cinco. Así mismo, el que recibió dos talentos, ganó dos más. Pero el que había recibido uno talento, cavó un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.

Después de mucho tiempo volvió el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. El que había recibido los cinco talentos llegó con los otros cinco. “Señor,” dijo, “Usted me encargó cinco talentos. Mire, he ganado cinco más” Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!” Llegó también el que recibió dos. “Señor,” informó, “Usted me encargó dos talentos. Mire, he ganado otros dos” Su señor le respondió, “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco. Después llegó el que había recibido sólo un talento. “Señor,” explicó, “Yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no ha sembrado y recoge donde no ha esparcido. Así que tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Mire, aquí tiene lo que es suyo.” Pero su señor le contestó: ¡Siervo malo y perezoso! ¿Así que sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido? Pues debías haber depositado mi dinero en el banco, para que a mi regreso lo hubiera recibido con intereses. Quítenle los talentos y dénselos al que tiene los diez. Porque a todo el que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia. Al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese siervo inútil échenlo afuera, a la oscuridad, donde sólo habrá llanto y rechinar de dientes¨.

Atravesando la marquesina del Hospital Vargas de Caracas en dirección al Este, accedo de frente al amplio patio y al pedestal de mármol negro de canteras vecinas a Petare donde se erige la nívea estatua de mármol de Carrara del sabio Doctor José María Vargas (1786-1854), Padre de la Medicina Venezolana, reformador de los estudios médicos en el país y primer presidente civil de la república, sentado en humilde silla de cuero, con la mano izquierda apoyada sobre su corazón y la izquierda elevada oponiendo índice y pulgar en gesto magnánimo de virtud y perdón.

Transcurridos 119 años de la apertura de su Hospital, hoy doncella abusada, desflorada y despreciada, nos invita a los venezolanos y muy especialmente a los médicos a conversar.

Dice, -¨Este Hospital erigido en mi homenaje y muchos otros a lo largo y ancho del territorio patria, hoy por obra de insignificantes hombrecitos llenos de complejos y odio febril y sin realizaciones que mostrar, destruidos en sus cimientos, que quieren tergiversar la historia, enalteciendo a un guerrillero argentino quien en nombre de una justicia social que nunca conoció, asesinó sin juicio previo en Sierra Maestra, Santa Clara y La Cabaña. ¿Cómo les han permitido tanto…? Me pregunto¨

¨La Universidad que yo hice laica y progresista para ayudar al crecimiento de la nación; la medicina que yo reformé e hice científica por mandato de nuestro Libertador Simón Bolívar para que ayudara a todos, ricos y desposeídos, ha sufrido abismal transformación negativa, enseñada ahora como vil estrategia, servil a los más bajos intereses de la política internacional cubana, donde se da a entender que se ayuda cuando sólo se pretende someter mediante la dádiva y cuando al derecho a la salud es ignorado: El mendrugo engañoso que oculta una precaria, inefectiva e irreflexiva manera de hacer medicina. Los médicos desunidos, sin brújula y sin sextante, ciegos y sordos funcionales, asustados, dicen que no quieren meterse en política y por tanto dejan hacer y se transforman en colaboradores activos de maneras ruines de hacer… ¿Es que acaso son de fibra espuria? ¿Es que mi ejemplo de nada les sirvió? Lejos de apoyar a la medicina venezolana y resistir presiones y tentaciones, algunos se van en pos de una Misión Milagro que privilegia a extraños sobre propios; viajan a lugares distantes de América buscando pacientes para ser operados de cataratas en Venezuela cuando ellos muy bien saben, que los suyos propios, olvidados y desesperanzados deberán esperar largas jornadas para ser intervenidos o no serlo nunca. Yo tampoco quise entonces hacer política, pero las circunstancias por las cuales transcurría mi patria, me indujeron a decir con palabra sonora y firme, ¨¡Acepto!¨, echando sobre mis hombros el peso que el pueblo venezolano en ese momento crucial de la historia me exigía¨.

Y mirando desde sus profundas cuencas me increpa, ¨ ¿Qué habéis hecho vosotros con los dones que os trasmití para emplearlos y multiplicarlos de acuerdo a vuestras capacidades?¨

Una gran vergüenza nos invade y nos aprieta el pecho pues sabemos que los talentos no son otra cosa que la responsabilidad que representan los dones naturales con que cada uno de nosotros fue favorecido… No sabemos cómo responderle. Pero de soslayo vemos en panorámica: Somos cómplices de lenidad, de indiferencia, de comodidad... Un país pródigo en riquezas naturales, como el petróleo, el hierro, con un potencial hidrológico envidiable, hoy día quebrado, desprestigiado y mendicante. Un país de gente buena, sencilla y acogedora, hoy día poseída por el odio, terrible sentimiento, inoculado adrede en interminables cadenas de televisión por quien en acto de infinita traición realmente no ha vendido la patria, sino que la ha regalado a un par de ancianos decrépitos físicamente, pero aún pletóricos de maldad. Las fuerzas más oscuras y pestilentes del ser humano, la transfiguración de las Keres, hermanas de Tánatos, amantes de la sangre y asiduas a los campos de batalla, enseñoreadas en todos los estamentos de la patria. Hijos huérfanos de padres vivos haciendo malabares en cada esquina, cinturones de miseria gananciosos al maltrato ciudadano donde la vida es riesgo y peligro y el ser humano nada vale, pasto de balas perdidas, carne de cañón para la violación y el embarazo de adolescentes y la prostitución precoz, mercado fácil para la venta y la adicción a las drogas, escenario de muertes violentas sin castigo –hastío de la cotidianeidad-, coto de viviendas insalubres y niños desnutridos dominio de ratas y microbios de toda ralea... Aún más arriba, corrupción, ignorancia e ineficiencia manifiesta desde el más alto gobierno, y más abajo también, descarada, disfrazada de viveza criolla; y aún más abajo, la vagancia e improductividad fomentada desde el régimen, escuela de mendigos con mano extendida, para tenerlo todo sin esfuerzo, sin sudor de propia frente; el país sumido en la pérdida catastrófica de valores morales, éticos y espirituales; la constitución, palabra muerta, mancillada cada día sin que nadie pueda, quiera o esté dispuesto a hacer patente el artículo 350 [3] del librito azul, enarbolada en mano zamarra y falaz; maestros y médicos, inanes, con poca o ninguna mística, algunos tratando de ganar dinero mientras alrededor todo se viene abajo, por seguro, amenazando de arrastrarlos a ellos también…

¨¿Qué crees que pienso acerca de la entrega de la soberanía de la salud a la Misión Cubana, a una nación de extraña idiosincrasia y torcidos intereses a quien se ha pagado para que nos invada y pisotee? Yo no cohonestaría el atropello que ante la vista de médicos y extraños del Hospital Militar de Caracas se perpetra en contra de un productor del campo tildado de insano. La tolerancia cobarde y cómplice actual sería incompatible con mi honestidad y rectitud¨.

A pesar de los dos siglos y medio transcurridos desde su nacimiento en La Guaira, de la veneración de su pueblo por la pulcritud y moral de sus ejecutorias, que, por supuesto, produce gran envidia entre quienes nos gobiernan, tal vez recordemos sólo su nombre, no el camino al cual nos invitó a recorrer, el de la perfectibilidad, la honestidad, la moral, la ética y la bondad ciudadana y por sobre todo el compromiso con la patria.

Nuestro glorioso himno nacional nos dice qué hay que hacer si el despotismo levanta la voz… ¡Gritemos con brío, muera la opresión!

Padre, sepultamos los talentos que nos fueron adjudicados, no los hicimos productivos y tal vez merezcamos la oscuridad, donde sólo habrá llanto y rechinar de dientes.

¨Es mío, dice el Hospital Mirando a Vargas.

Es mío, dice la muerte.

Es mío, dice la historia.

Pero el día en que un pensamiento de Vargas se realiza,

¡Es mío! grita el presente.

Y Vargas vuelve a renacer¨

Andrés Eloy Blanco

[1] Caracas, 10 de marzo de 2010. Doctor en Ciencias Médicas. Médico Internista y neuro-oftalmólogo venezolano. Profesor Titular de Clínica Médica. Escuela José María Vargas. Cátedra de Clínica y Terapéutica Médica B. Universidad Central de Venezuela. Director de la Unidad de Neuro-Oftalmología del Hospital Vargas de Caracas. Fellow del American Collage of Physicians. Individuo de Número de la Academia Nacional de Medicina.

[2] El “talento” mencionado aquí es una medida monetaria, equivalente a 6000 denarios, lo cual le tomaría a un trabajador común 20 años en ganar (1 denario era la paga de un día).

[3] Articulo 350: ¨ El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz, y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos”

Ana Coromoto Carvajal

lunes, 15 de marzo de 2010

Dos tendencias

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Rafael Díaz Casanova

Domingo, 14 de marzo de 2010


En nuestra América Latina se debaten las políticas de las naciones entre dos tendencias bien identificadas. Por un lado tenemos gobiernos progresistas que trabajan arduamente por el mejoramiento de las condiciones de vida de todos los habitantes de sus naciones y por la otra aparecen gobiernos que parecieran afiliarse bajo los designios de una franquicia que tiene sus orígenes en la Cuba fidelista y que se alimenta fundamentalmente de los dineros dilapidados de los venezolanos.

En el primer grupo de gobiernos se respeta la institucionalidad, se respetan las leyes, especialmente sus respectivas constituciones, se trabaja por el bien común y se promueve el progreso de todos en la medida que las circunstancias lo permiten. Existe, no solo una separación de poderes públicos, sino un respeto absoluto por las decisiones que se toman en cada una de las ramas de esos poderes.

En el segundo grupo se promueve el fraccionamiento de sus sociedades, se enfrentan sectores de menores recursos ante los que han progresado, de manera de destruir a los segundos engañando a los primeros. Se violan todas las leyes y se pervierten las instituciones, destrozando la legalidad y la justicia. Se ha incautado a todas las ramas de los poderes públicos y se les ha cercenado su capacidad de supervisión cruzada. Se utilizan la mentira, el terror y el delito como mecanismos de poder y de intimidación y se tiene a la sociedad en jaque perenne de manera de dominarla de manera absoluta.

La conflictividad es otra de las características dominantes en las relaciones entre ciudadanos y entre los gobernantes y los gobernados.

Se utilizan los bienes de la colectividad como si fueran del uso privativo y único de los gobernantes y se ha abolido la imprescindible independencia de los poderes públicos que trae como bien final la rendición de cuentas y la vigencia de un régimen de premios y castigos necesario en una colectividad que se precie de tal.

En cada uno de los estados donde reinan dictadores o franquiciados se ha descuadernado a las respectivas sociedades. Se ha intervenido la economía, se han violado los derechos de los ciudadanos, se ha restringido la libertad, se ha conculcado la propiedad y se ha corrompido el ejercicio del poder hasta extremos impensados.

Los sistemas de información no solo se encuentran tomados y al servicio de los respectivos gobiernos sino que se falsean las informaciones estadísticas de manera de mantener desinformada a la colectividad y por ende a la nación. Se modifican las leyes de manera de tratar de vestir con una legalidad a posteriori que lave las culpas de acciones ya realizadas. Se interpretan las leyes de manera sesgada y teniendo como norte la complacencia del dictador.

Son varios los gobiernos que están pervirtiendo a sus naciones y abusando de sus ciudadanos. También son varios los que pertenecen al grupo de gobiernos respetuosos de sus nacionales y de sus naciones. También hay algunos que mandan mensajes contradictorios y chulean a los primeros.

Los organismos internacionales y las naciones de otros continentes se hacen de la vista gorda y cuando emiten opiniones, carecen u ocultan los mecanismos de presión de los que disponen. Las organizaciones de países de la región parecen ser agrupaciones de defensa de los gobiernos y no de defensa de las naciones y de su institucionalidad.

El derecho internacional público tiene mucho camino por recorrer antes de que se le reconozca como un instrumento idóneo y efectivo para la convivencia de las naciones.


rafael862@yahoo.com

Pepsi africa

sábado, 13 de marzo de 2010

Suben los mosquitos... y las enfermedades / BBC Mundo, Enviada especial a Perú

Laura Plitt
En la capilla del Hospital Regional de Cuzco, a más de 3.300 metros de altura, ya no hay espacio para las plegarias. Los bancos de madera han sido reemplazados por camas y los religiosos, por médicos.
En una de estas camas descansa Cirila, quien ha contraído bartonellosis, una enfermedad transmitida por el mosquito conocido como la manta blanca, que ha comenzado a aparecer a mayor altura. La razón: el aumento de las temperaturas.
Cirila tiene apenas fuerza para hablar. Con lágrimas en los ojos me dice que quiere volver a su casa. Allí la esperan su hija, su parcela y sus animales.
Pero por el momento no está en condiciones de irse. La fiebre y la anemia severa no le permiten siquiera levantarse de la cama.
Los médicos aún no saben si la paciente podrá recuperarse: la mortalidad de los pacientes hospitalizados en las nuevas áreas es de hasta 30%.

"Ésta y otras enfermedades transmitidas por vectores (seres vivos que transmiten una enfermedad) –como el dengue y la malaria- que antes estaban en nichos más o menos propios, han comenzado a aumentar en zonas más elevadas", le dice a BBC Mundo el doctor Manuel Montoya, Jefe del Servicio de Infectología del Hospital Regional de Cuzco.

bartonellosis

* Fiebre, cansancio, dolor de cuerpo, palidez o verrugas. En pocos días, se puede desarrollar una anemia aguda severa y la muerte del paciente
* Es el primer problema de salud pública en Perú
* Mortalidad en Perú cien veces mayor que la malaria

Para Montoya la relación entre cambio climático y aumento de las enfermedades transmitidas por mosquitos no ofrece lugar a duda.

"Comenzamos a notar los cambios con mucha más fuerza a partir del '98, con el fenómeno de El Niño. A partir de allí empezamos a ver una suerte de quiebre y un cambio ecológico en las enfermedades transmitidas por vectores", explica.

Añade que a principios del siglo pasado se dio una situación similar. "Cuando hubo una ola de calor en los años '20, hubo una gran proliferación del mosquito Anófeles –que transmite la malaria o paludismo- y se presentaron casos de la enfermedad por falciparum en Quillabamba, en la región de Cuzco. Las crónicas de aquel entonces son espeluznantes. Cuentan que murió cerca de dos tercios de la población".

Sin embargo, no todos los especialistas están de acuerdo con Montoya. Es más, por cada artículo que establece una relación directa entre el cambio climático y la distribución geográfica de las enfermedades transmitidas por vectores, pareciera haber otro que niega rotundamente esta relación causa-efecto.

Mito
Doctor Manuel Montoya, Hospital Regional de Cuzco

Montoya dice que los cambios comenzaron a notarse a partir del fenómeno de El Niño en 1998.

Para Paul Reiter, profesor de Entomología Médica del Instituto Pasteur de París, Francia, la teoría de que a más calor, más mosquitos, "es un mito que comenzó a circular en la década de los '90", que carece de base científica.

"Los récords históricos muestran que la malaria se había extendido en el pasado a regiones templadas y había logrado sobrevivir incluso en los años fríos de la Pequeña edad de hielo" (desde el siglo XIV hasta el XIX).

Consultada por BBC Mundo, la experta en Epidemiología Ambiental de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, Sari Kovats, se mostró renuente a dar credibilidad a la historia, sugiriendo dejar el tema a un lado por la posible falta de evidencia científica que muestre un incremento de las enfermedades tropicales en los Andes a raíz del aumento de temperaturas.

Sin embargo, para quienes trabajan en el terreno, como el doctor Montoya, la evidencia es contundente.

Estoy seguro de que mucho del crecimiento de las enfermedades transmitidas por vectores está en función del cambio climático, lo que pasa es que no es muy fácil hacer la narración causa-efecto

Doctor Alejandro Llanos, Universidad Peruana Cayetano Heredia

Y hasta los más cautos subrayan que el problema existe, aunque no puedan confirmar que el cambio climático sea el único factor que provoca la expansión de estas enfermedades.

"No hay duda de que las enfermedades están apareciendo a más altura. Pero hay que tener cuidado en no dar un mensaje equivocado: el área de una enfermedad puede expandirse por diversas razones y una de ellas es el cambio climático", le explicó a BBC Mundo Alejandro Llanos, del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt, de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.

"Yo estoy seguro de que mucho del crecimiento de las enfermedades transmitidas por vectores está en función del cambio climático, lo que pasa es que no es muy fácil hacer la narración causa-efecto", agregó.

Llanos señala además que no sólo se ha expandido en altura la bartonellosis en Perú, sino que también se han reportado casos de malaria, por ejemplo, en el altiplano boliviano.

Más a favor que en contra Campaña de alerta sobre la bartonellosis

Mantener a la población informada y al personal de salud entrenado es crucial, dice Montoya.

Por su parte, tanto el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) como el Banco Mundial (BM) concuerdan en que el aumento de la temperatura está empujando a los mosquitos hacia arriba en los Andes.

"Tras completar estudios en la zona hemos concluido que muchos hábitats de los Andes que no estaban expuestos a estas enfermedades se verán ahora afectados", le dijo a BBC Mundo el especialista en Cambio Climático del BM Walter Vergara. Y el problema, agrega, es que "las poblaciones no están genéticamente preparadas para los cambios que puede provocar una mayor exposición (a estas enfermedades)".

En respuesta a esta preocupación, el BM implementó un programa para evitar la propagación de las enfermedades transmitidas por vectores en Colombia, donde, según explicó Vergara, ya se ha registrado la presencia del mosquito transmisor de la malaria a más de 2.000 metros de altura.

De la teoría a la acción
La migración de mosquitos y de las enfermedades que acarrean es una amenaza que no se circunscribe a América Latina: cada vez se reportan más casos de malaria entre las comunidades rurales que habitan en tierras altas en África y Asia.

Si bien la discusión sobre si el cambio climático es o no la causa principal en el cambio demográfico de las enfermedades estimula la rigurosidad en la investigación científica, mientras el tema no abandone el terreno del debate, se corre el riesgo de que los gobiernos no pongan en marcha programas de salud para hacerle frente al problema, algo que Montoya ve con preocupación.
Hemos concluido que muchos hábitats de los Andes que no estaban expuestos a estas enfermedades se verán ahora afectados

Walter Vergara, Banco Mundial

"Es importante mantener educada a la población. Cuando surge una epidemia, la difusión de la información es masiva, pero cuando ya nos acostumbramos al problema, las medidas comienzan a relajarse".

"Si no se mantiene a la población constantemente informada y a los equipos de salud permanentemente capacitados, las epidemias serán inevitables", concluyó el especialista.

viernes, 12 de marzo de 2010

Luego de 50 años...

Rafael Muci-Mendoza
Nadie sabe quién soy, nadie me conoce, a nadie le importa...
¿Fue solo ayer? Decirlo: lugar común. Con mis compañeros, jovencitos y llenos de temores e ilusiones inicié el escabroso camino de la medicina, ese que nunca termina. Largas jornadas aprendiendo las bases de la profesión; noches en vela memorizando y recordando un nuevo código de palabras, nuestro idioma. Lacerante dolor de no poder hacer nada ante la enfermedad y la muerte, mucho más fuerte que nuestras escasas fuerzas.
La muerte, ese incómodo personaje al que deseamos ignorar, siempre rondando las salas hospitalarias. Vemos morir hombres, vale decir, a nosotros mismos, pues en realidad, es a quienes vemos morir. "Si puedes curar, cura; si no puedes, alivia; si no puedes aliviar, consuela". Luego de un concurso de credenciales entré como interno en el Hospital Vargas de Caracas, corría el año 1961. Y desde entonces, allí he fijado mi querencia. La palabra jubilación no existe en mi diccionario. A pesar de la mala vida, jubilarse del hospital porque está viejo y disfuncional, sus pacientes y sus estudiantes, es renunciar a la vida, y la vida sin vida no es vida. Veo doquier el desgaste y la destrucción infligida por sus propios hijos; si no han colaborado para matarlo al menos han contribuido con su indiferencia.
Es duro entrar cada día al hospital que ya no te recibe con afecto; el portero no contesta tus buenos días, puesto allí para entorpecer, no para ayudar al dolido. ¡Dé la vuelta y entre por la otra puerta!, le dicen a una viejita bizcochuda. Dadle poder a un hombre y verás de qué está hecho. El sufriente pregunta por mí. Ese señor no trabaja aquí. Es la respuesta. Nadie sabe quién soy y luego de cincuenta años, nadie me conoce, a nadie le importa...
Es difícil consolar cuando el consuelo no nos alcanza a nosotros mismos.

rafael@muci-com, rafaelmuci@gmail.com

http://www.eluniversal.com/2010/03/11/opi_art_luego-de-50-anos..._1787257.shtml

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miércoles, 10 de marzo de 2010

Venezuela Necesita Cambiar de Rumbo

www.pensarenvenezuela.org.ve
El camino actual conduce al fracaso económico, la pobreza y la pérdida de libertades

Venezuela se encuentra inmersa en una crisis profunda, económica, social y política, que en 2009 se manifestó a través de la concurrencia de un cuadro de recesión económica, con una caída de 2,9 por ciento del producto que tiende a profundizarse en 2010; alta y persistente inflación; disminución sostenida de la producción petrolera y mayor dependencia de los precios del petróleo; creciente desempleo y subempleo; pérdida de poder adquisitivo de los salarios; colapso de las empresas básicas de Guayana; cierre de más de 40 por ciento de las empresas manufactureras privadas que existían en 1998, y pérdida de espacios de libertad asociados al desmembramiento de las instituciones democráticas fundamentales.

A esta situación económica se agrega el rápido deterioro del sistema eléctrico nacional, la falta de producción de gas para los sectores público y privado, decadencia de la salud social a pesar de haber sido prioridad de inversión y gasto público, inseguridad desbordada asociada a crimen organizado y narcotráfico, y una larga serie de arbitrariedades políticas y económicas como consecuencia de la carencia de independencia de los poderes públicos para servir a la sociedad. También están presentes los escándalos de corrupción y fraude puestos de manifiesto con la quiebra e intervención de un grupo de bancos y otras instituciones financieras vinculados a altos funcionarios del régimen. Finalmente, las más recientes medidas adoptadas por el gobierno, entre ellas, la devaluación del bolívar decretada el viernes 8 de enero de 2010 y nuevas reducciones de reservas internacionales por US$ 7.000 millones que agravan aún más la ya evidente debilidad del bolívar. En suma, estos problemas, entre otros, muestran un camino de graves errores de concepción, administración y políticas por parte del gobierno del presidente Hugo Chávez que conducen a la nación al fracaso.



Es necesario cambiar de rumbo



La crisis que afecta a Venezuela no es transitoria, ni coyuntural, ni superable sólo con el alza de los precios del petróleo. La capacidad productiva del país, petrolera y no petrolera, pública y privada, está seriamente deteriorada y el Estado severamente desautorizado por la ineficiencia y la corrupción en un contexto de problemas sociales que se tornan cada vez más críticos. El país requiere iniciar ya una amplia rectificación para la reconstrucción socioeconómica, lo cual demanda el establecimiento de un nuevo rumbo. No obstante, hay pocas señales que indiquen que el gobierno nacional esté dispuesto a asumir la responsabilidad de los errores cometidos y transitar un camino alejado del socialismo rentista que se intenta imponer. Se trata de una gran responsabilidad política y moral ante la evidencia que millones de habitantes padecen por los errores gubernamentales, y, sin embargo, se insiste en un camino determinado por convicciones autoritarias fuera de época y un cálculo político sectario.



En el amplio esfuerzo del cambio de rumbo que se debe iniciar en el presente es indispensable avocarse a la recuperación de una verdadera institucionalidad democrática, con poderes públicos genuinamente en función del interés nacional. Este esfuerzo debe ser acompañado de un franco debate público de ideas sobre cómo se puede rectificar en materia económica, petrolera y social. Ello permitiría lograr definiciones sobre las características centrales de un nuevo rumbo orientado hacia el desarrollo económico con bienestar y equidad social, las cuales serán fundamentales para cuando los venezolanos decidan en los procesos electorales correspondientes que ya basta de insistir en un esquema ideológico comprobadamente ruinoso que ha exacerbado lo peor del rentismo petrolero. De asumir esta responsabilidad depende el futuro de Venezuela.



www.pensarenvenezuela.org.ve Caracas, 2 de marzo 2010



Suscrito por 18 economistas:



HUMBERTO GARCIA LARRALDE

ORLANDO OCHOA

JOSE GUERRA

LUIS CARLOS PALACIOS

HECTOR MALAVE MATA

HECTOR SILVA MICHELENA

TEODORO PETKOFF

SARY LEVY

PEDRO PALMA

FRANCISCO FARACO

JOSE MANUEL PUENTE

GUSTAVO ROJAS

RONALD BALZA

CARLOS RAFAEL SILVA

LUIS BELTRÁN PETROSSINI

ISAAC MENCIA

JESUS CASIQUE

ALCIDES VILLALBA

martes, 9 de marzo de 2010

JOSE VICENTE EL RASPUTIN DE CHAVEZ

Por: Thor Halvorssen
Cuando José Vicente Rangel anuncia con descaro un autogolpe chavista, y amenaza a los opositores con reducirlos a la “oscuridad”, hay que hacerle caso. Después de todo él es el Rasputín de Chávez, a la vez el incondicional más abyecto y el manipulador más sórdido, de la estulticia del teniente coronel golpista.

Rangel sabe dos cosas, la primera es que después de acaparar todo el poder político, económico y represivo, y después de gastar más de 900 mil millones de dólares en una década, el balance de la gestión chavista es ruinoso por dondequiera que se le mire.

La segunda es que la corrupción, desabastecimiento, colapso de los servicios públicos (agua, electricidad, basura), unidas a la virulencia del discurso y la siembra de odios, ha venido mermando de manera consistente la popularidad que en un principio tuvo Chávez.

De las crisis en los servicios públicos que ha generado la administración chavista, la crisis en el sistema eléctrico nacional es sin duda la más dramática en estos momentos. La represa el Gurí está prácticamente a punto de colapsar y con ello colapsaría el 45% del suministro eléctrico del país. Al día de hoy su nivel está en 254 metros aproximadamente sobre el nivel del mar, a solo 14 metros de la cota de colapso.

Por eso José Vicente Rangel le aconseja a su amo, Hugo Chávez, elaborar un plan de distracción, control y eventual represión de la población, en el caso de producirse un colapso eléctrico como el pronosticado y esta genere una reacción de protesta en la población. Por eso están hablando de supuestos planes de magnicidios u otra acción desesperada y absurda, para frenar la bancarrota de su popularidad. Chávez anda confuso y rabioso a la vez, pero tiene a Rangel, profesional de la intriga, para intentar despejar el laberinto.

La recomendación de Rangel, el de la lucidez siniestra, es tratar de evitar las próximas elecciones parlamentarias. No se puede correr el riesgo de un triunfo de la oposición. Hay que provocar a los adversarios para justificar suspender las elecciones, pero como los dirigentes de la oposición no han caído en provocaciones, entonces quedan los recursos del autogolpe, el desenfreno de la represión y las agresiones a Colombia.

Después de su demostrada connivencia con las FARC, ETA, el despotismo cubano y el fanatismo terrorista iraní, de los ridículos hechos cuando el rey de España le dijo: ¿Por qué no te callas? Y el presidente Uribe lo emplazó a que “sea varón”, la imagen internacional de Chávez de Robin Hood anti imperialista, que tantos petrodólares le costó levantar, se ha hecho trizas a un ritmo vertiginoso.

Ahora para el mundo Chávez no pasa de ser un comediante oneroso y, sobre todo, peligroso para la paz continental y hasta mundial. Ante tal descalabro José Vicente Rangel, un Rasputín sin magia, está a punto de cansarse. No nos extrañe que un día de estos se fugue a Viña del Mar, Mallorca o el Caribe, a disfrutar de la fortuna que amasó como servidor del desastre chavista.



Miami, 6 de Marzo de 2010

Thor Halvorssen Hellum, Ex Presidente de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV), Ex Embajador de la Republica de Venezuela, Ex Director de los Derechos Humanos para Latinoamérica.

russhal@yahoo.com

domingo, 7 de marzo de 2010

Libertad, fuente de la nobleza del hombre (o cuando la libertad es rodeada por moscas)

Alberto Rodríguez Barrera
Y en “Las Moscas” la pregunta es: ¿Cuán lejos está afirmando Sartre el derecho a la venganza y el derecho a lo que es, después de todo, un carácter medieval, el carácter, cuando más, de El Cid, el carácter que Hamlet tanto duda en seguir?

Las leyes de los “corazones rojos” deben ser rigurosas e infalibles para dominar a la gente, pero creen tanto en la libertad humana como los científicos creen en un milagro: nada. El interés propio guía su ética utilitaria, y promueven tácticas psicológicas determinadas sólo para una audiencia determinada. Entre ellos no hay cabida para la extraña opacidad del mundo, sino una disolvencia hacia impresiones lamentablemente subjetivas que puedan ser fácilmente digeribles.

La apelación a una libertad de catarsis, de acuerdo con Jean Paul Sartre, es igual a la que los críticos marxistas de la burguesía sostenían en sí mismos en cuanto al determinismo. Controlar al mundo tenía una manera: entender la naturaleza determinista. Sartre –como escritor y filósofo- fue un teórico excepcional de la izquierda que rechazó el determinismo como filosofía burguesa. La posición de Sartre estaba dirigida en contra de cualquier teoría que negara la libertad humana; creía que era una condición necesaria de algunas formas del arte, y con certeza de la literatura creativa. En su obra, la libertad es una carga para la humanidad que requiere de coraje, heroísmo; tal como puede verse en Les Mouches, una de sus mejores obras literarias, concentrada, de ideas originales, dialéctica, ambigua e intrincada.

“Las Moscas”, la menos popular de sus obras de teatro, es una versión reorientada del antiguo mito griego (también tratado por los dramaturgos franceses Giraudeux, Anouilh y Gide): la leyenda de Orestes en Argos, adónde él regresa para encontrar la ciudad –donde su padre fue Rey- plagada de moscas, y la gente aplastada por la culpa. A Orestes tratan de alejarlo, pero él quiere quedarse porque siente que es su ciudad, y que debe hacer algo, no importa qué, para sentir que pertenece a ella. Egisto gobierna la ciudad después de haber asesinado al padre de Orestes, su propio hermano Agamenón, y de casarse con Clitemnestra, viuda de Agamenón y madre de Orestes. La culpa, el remordimiento y la consciencia del pecado une al trono con el pueblo. Sólo hay una hereje, Electra, hija de Clitemnestra y hermana de Orestes, que es mantenida en esclavitud por su madre y su padrastro. Electra trata de alertar al pueblo en cuanto a que su religión de mortificación y arrepentimiento es falsa, que los Dioses quieren que sean felices.

Júpiter, alarmado por esta irrupción sediciosa, derriba una columna del templo y pone al pueblo en contra de Electra; Orestes le promete a Electra que su sueño de que él regresara para vengar el asesinato de su padre se hará realidad. Entonces Júpiter le advierte a Egisto que Orestes quiere matarlo. Egisto le pregunta a Júpiter que por qué él, como Dios, no lo impide; y Júpiter le revela un secreto: debido a que los hombres tienen libertad, ni un Dios puede hacer nada. Orestes mata a Egisto y luego a su madre; Electra se impresiona, y Júpiter la convence para que se arrepienta. Orestes mantiene la autonomía de su ser contra la pretensión de Júpiter de que el universo pertenece a los Dioses. Aceptando su responsabilidad por lo que ha hecho, Orestes no acepta culpa y no cree haber hecho ningún mal, y abandona la ciudad con la frente en alto.

La escena crucial de la obra es entre Orestes y Júpiter en el último acto. Júpiter ha reducido a Electra a lágrimas y remordimiento, y le ofrece a Orestes el trono de Argos si se arrepiente. Orestes lo rechaza, Júpiter lo acusa de ser “el más cobarde de los asesinos”, y Orestes responde: “El más cobarde de los asesinos es el que siente remordimiento”. Con voz grandilocuente, Júpiter le recuerda a Orestes que el universo todo se mueve de acuerdo a la ley de los Dioses, y le ruega para que obedezca. Orestes responde: “Tú eres el Rey de los Dioses, Júpiter, el Rey de las Piedras y de las Estrella, el Rey de los Mares. Pero no eres el Rey de los Hombres”. Orestes reconoce que Júpiter lo ha creado como un hombre libre, y que como tal, el hombre dejó de pertenecer a los Dioses. “Yo soy mi libertad”, dice Orestes.

A consciencia de que debe encontrar su propio camino en la vida, como todo hombre, Orestes dice: “Tú eres un Dios y yo soy libre. Estamos igualmente solos, y nuestra angustia es la misma”. Júpiter le recuerda del sufrimiento que vendrá con tal descubrimiento, pero Orestes responde orgullosamente: “Los hombres son libres, y la vida humana comienza al otro lado de la desesperación”.

Ahora bien, independientemente del contexto específico de la obra, Sartre en “Las Moscas” afirma cosas importantes que no siempre son vistas como verdaderas. Los principios morales no son expuestos por Dios, y no deben ser discernidos en algún misterioso reino del valor. Los hombres encuentran y crean sus propios valores morales para sí mismos. Los códigos morales están basados en decisiones hechas por el hombre, no por intuiciones metafísicas.

Además, Sartre tiene toda la razón en la importancia que le otorga a la libertad humana. Los hombres tienen libertad para decir que no son juguetes de los Dioses, o de cualquier otro poder fuera de ellos mismos. Son absolutamente libres, independientes, desconectados, aislados, “por su propia cuenta”. El futuro está enteramente abierto. Si hubiera un Dios que lo ordenara todo, o hasta un Dios que lo conociera todo, el futuro tendría que ser como Dios lo ha previsto. Así es que la no existencia de una deidad omnisciente omnipotente es una condición lógicamente necesaria para la total libertad del hombre.

La moral central de “Las Moscas” está en uno de los ensayos de Sartre, donde escribe: “La libertad humana es una maldición; pero esa maldición es la única fuente de la nobleza del hombre”. Y en “Las Moscas” la pregunta es: ¿Cuán lejos está afirmando Sartre el derecho a la venganza y el derecho a lo que es, después de todo, un carácter medieval, el carácter, cuando más, de El Cid, el carácter que Hamlet tanto duda en seguir?

sábado, 6 de marzo de 2010

El tono de una actividad política desleída

Teódulo López Meléndez
Cuando un país no conoce de tonos de grises ni logra distinguir acentos, modulaciones o entonaciones, puede decirse que está extremadamente radicalizado y que lo único que lo anima es destruir a la otra mitad. Ese es el panorama impuesto por el llamado comandante de la revolución con sus constantes peroratas de odio y su continuo llamado a exterminar a quienes no le siguen. He aquí el origen del drama, uno que es muy difícil de enfrentar con un mínimo de sindéresis.

Es lo que algunos han llamado con esa odiosa palabra “polarización”, una sacada del staff de los sociólogos de nuevo cuño que se dicen especialistas en la resolución de conflictos. Apelan a palabras como diálogo, lo que conllevaría a asegurar de manera terminante que a Venezuela no le queda otra salida que la guerra civil, dado que diálogo no puede haber, cuando el caudillo proclama a los cuatro vientos su imposibilidad bajo el argumento de que “ser rico es malo” o que “la batalla es final” o que “la oligarquía y la oposición de mierda deben ser destruidas”.

En estas condiciones no puede decirse que la política es una posibilidad por hacer, a menos que de alguna manera se busquen los intersticios para vencer la llamarada del odio. Ello no equivale a la inacción de resistencia frente a la dictadura, pues tal comportamiento equivaldría a complicidad ni a obstinarse sólo en una participación electoral obviando las magras condiciones en que ella se produce. En este contexto manifestarse continuamente dispuesto al diálogo se percibe como una disposición a un entrevero de piernas con un régimen que sólo permite la fidelidad más absoluta.

El ejercicio del poder en Venezuela es uno arbitrario, caprichoso y típicamente de cuartel. El caso de la disidencia del gobernador del estado de Lara a su militancia en el partido de gobierno (PSUV) nos ha mostrado con mayor claridad las aristas de la crisis presente. El presidente llega a Barquisimeto y ordena la expropiación de dos galpones de la empresa “Polar” y el gobernador reacciona como todo hombre apegado a la ley: eso es una zona industrial, así está en el plan de desarrollo urbano de su ciudad, hay ordenanzas específicas y la ley de la materia impide desafectar sólo una parcela pues habría que hacerlo con toda la zona que tiene alrededor de 180 industrias. Si menciono este caso específico es porqué posiblemente fue el detonante final de la crisis entre el gobernador disidente y el presidente mandón y arbitrario.

Está claro que lo que el régimen se propone es controlar en su totalidad la producción y distribución de alimentos para tener un control total de la población por vía del estómago, pero la arbitrariedad ordenada a su paso por la ciudad de Barquisimeto equivalía a un “yo soy la ley” o “mi voluntad es el texto constitucional”. Obviando el caso específico, uno donde no se consultó a la autoridad local sino que se le ordenó una medida contraria a Derecho, lo destacable es que el gobernador Henri Falcón llegó al llegadero, como se dice popularmente. En su carta de renuncia al partido expresa la necesidad de un diálogo entre todas las ramas del Poder Ejecutivo, la consulta democrática, el acuerdo como mecanismo para resolver las diferencias. Pero, más allá, proclama que el país requiere concordia, entendimiento, paz, transformación social sin atropello.

La carta, obviamente, no fue entendida por sus excompañeros de partido que se lanzaron a endilgarle toda clase de improperios, pero tampoco por una oposición obtusa que se lanzó por el mismo camino. Esta última le reclama al gobernador Falcón su anuncio de mantenerse en el proceso revolucionario o la ratificación de que con el líder el tratamiento es decirle la verdad. No entienden. El gobernador disidente no podía provocar la ruptura. Con la inmensa habilidad política que ha demostrado tener debe haber tenido también muy en claro que el diálogo y la paz que reclamaba iba a ser respondida con una catapulta de odio. De manera que es el dictador y el régimen los que producen la ruptura, no él. Eso le concede un inmenso poder moral sobre un país que no recapacita, es verdad, pero que a la larga puede ser entendido.

El otro argumento usado por los obtusos es el de Francisco Arias Cárdenas, un excomandante compañero de Chávez que se convirtió en candidato presidencial de la oposición, salió derrotado y luego mansamente volvió a las filas del gobierno donde fue “cristianamente” perdonado por el jefe supremo. Ese trauma parece internalizado por una parte de la población. Veamos lo ocurrido: Arias fue honesto en su oposición, cumplió su tarea, perdió y cayó en el más absoluto olvido y en el más doloroso abandono. No tenía piel para aguantar semejante situación que me imagino incluía una situación económica difícil. En esta situación buscó a cercarse a su viejo amigo que en nombre de esa amistad lo recibió y lo incorporó a su gobierno, siendo hoy Viceministro de Relaciones Exteriores. Sin entrar a calificar la actitud de Arias lo que importa es mirar hacia quienes padecen lo que ya se conoce como “el trauma Arias Cárdenas”. Parece que los preside una convicción de que todo disidente es un “caballo de Troya”, un traidor enviado por Chávez a infiltrar las puras aguas de la oposición para luego voltearse. No fue el caso de Arias Cárdenas. Es interesante como el sector oposicionista obnubilado se coloca en una situación francamente psiquiátrica, una que les impide observar con la debida atención la magnitud del desgajamiento que ha sufrido el partido de gobierno con la renuncia del gobernador Falcón. Una que induce a rechazo porque seguramente es otro insincero enviado a infiltrar cual “caballo de Troya”.

Esa carencia de percepción no los hace ver que el gobernador disidente no puede cumplir con ese papel porque entre los planteamientos más firmes que ha hecho es que no tiene nada que ver con la oposición ni ningún partido de oposición le sirve. Por cierto, uno de los mejores planteamientos de su rueda de prensa. Lo es porque el gobernador disidente es un militante revolucionario que no abjura de sus principios y porque sabe meridianamente que esa oposición está condenada a no tener oportunidad seria de gobernar. Pero más aún: no pueden ver el estupendo planteamiento de fondo del gobernador disidente: reclama un socialismo no sectario, humano, de entendimiento, de desarrollo social y de respeto a la ley y al texto constitucional de 1999. Cuando proclama su apego a la Constitución salida de una Asamblea Constituyente es señalado por los obtusos por supuestamente decir lo mismo que Chávez, olvidando dos cosas: la primera es que Chávez ya proclamó a ese texto como transitorio y que la oposición no hace otra cosa que reclamar el respeto por él. ¿En qué quedamos entonces? He recordado que los funcionarios no son electos solamente para hacer obra, para desarrollar los servicios públicos y atender a los más necesitados, sino también para apegarse al texto legal, para actuar enmarcados por un Estado de Derecho.

Volvamos, porque es vital, a la oferta del disidente gobernador Falcón del estado de Lara. Ha puesto sobre la mesa un socialismo de estos tiempos, una declaración que es equivalente a una condena de las prácticas estalinistas de Chávez, un reclamo directo y contundente contra el personalismo encarnado en el líder que todo lo sabe y todo lo decide sin preguntarle nada a nadie. Ha puesto sobre la mesa un reclamo de justicia social y de mantenimiento de lo que la revolución haya podido lograr en este sentido, pero volviendo a la sindéresis, a la dirección colectiva y dialogante. Este es un extraordinario planteamiento que no ha podido ser visto ni por los fanáticos oficialistas que lo acusan ahora de “financiado por la oligarquía”, de “servir al capital internacional”, de “traidor” y hasta de “conspirador”, ni por la oposición obtusa que lo llama “nuevo Arias Cárdenas”, “ladrón” y “líder con pies de barro”.

¿Podrá ser visto y oído este llamado por la gran cantidad de militancia oficialista ya preocupada por las arbitrariedades de su líder que, para muestra de botón, ya tiene un largo historial en las conferencias internacionales? Al menos en el estado que gobierna el señor Henri Falcón ha tenido eco: diputados a la legislativa local, a la Asamblea Nacional, concejales y militancia lo han acompañado. Es ya el mayor desgajamiento sufrido jamás por el partido de gobierno.

Ahora bien, el señor Falcón ha ido a militar a un partido aliado del gobierno, Patria Para Todos (PPT), en un gesto de su apego al proceso con todas las variantes y diferencias que tiene con él y que hemos resaltado en este texto. El PPT es una disidencia de Causa “R”, fundado por Moleiro, un viejo marxista teórico que inició en Venezuela el planteamiento radical (la “R” viene de radical) y que estuvo a punto de ganar las elecciones (todavía hay gente que dice que las ganó y se las usurparon) con la candidatura presidencial de Andrés Velásquez, un líder sindical del sector metalúrgico. En pocas palabras, una versión del Partido de los Trabajadores de Brasil y un planteamiento muy similar al de Lula Da Silva.

La respuesta del partido del señor Chávez ha sido congelar sus relaciones con el PPT por recibir en su seno al “traidor” gobernador disidente del estalinismo. Antes de usar los calificativos apropiados para semejante actitud, lo que interesa resaltar es que se ha puesto sobre la mesa un verdadero escape a la militancia desencantada oficialista y no hacia una posición retrógrada, sino hacia una oferta de principios y de apego a la legalidad. Ahora bien, ¿cómo alguien que tenga dos dedos de frente no puede darse cuenta que estamos ante el hecho más importante ocurrido en Venezuela en por lo menos ocho años?

No tengo capacidades adivinatorias para conocer la suerte de este proyecto que ante la ceguera general ha puesto sobre el tapete el gobernador Henri Falcón, pero sí creo estar en la excepción, esto es, creo tener dos dedos de frente por lo menos, de manera que saludo el hecho como una oleada excepcional de viento fresco en esta situación obtusa que describo al inicio de este texto y lo saludo como un hecho de una importancia política excepcional que bien podría romper el presente encasillamiento.

Buena suerte gobernador Falcón.

teodulolopezm@yahoo.com

ARAR EN EL MAR superó todas las expectativas en el Festival de Cine de Cartagena

La presentación del proyecto para la película “Arar en el Mar”, que está basada en los hechos ocurridos en los últimos 351 días de vida del Libertador Simón Bolívar, dentro del marco del 50º Festival de Cine de Cartagena, superó según los encargados de llevar a cabo la obra todas las expectativas, ya que tanto dirigentes del certamen, como directores, guionistas, público en general, y la prensa allí concentrada, ofreció elogios y deseos de apoyar su realización, ya que se trata de una nueva opción histórica que permitirá al cine convertirse en elemento difusor de la misma para un público cada día más exigente.

El stand que se ubicó en el lobby del Teatro Heredia de Cartagena, se convirtió en el más visitado por la familia cineasta que desea conocer pormenores de la futura película. Allí se entregó un lujoso afiche y la edición especial del periódico “El Correo del Orinoco”, donde se describe no sólo su importancia dentro del marco del año del bicentenario, sino elementos informativos que aclaran sitios del rodaje, fechas y posibles integrantes del cuerpo de producción.

El ideólogo de la obra, el cineasta español Rafael Mateo Tarí, en compañía del autor del libro: “Los Últimos 351 días del Libertador”, Alberto Hinestroza Llanos, se reunieron con el director de cine colombiano Jorge Ali Triana, para ultimar detalles sobre su vinculación como co-director de la película por Colombia, ya que se trata de una coproducción España- Colombia, y se busca que la mayor parte de los integrantes sean de origen colombiano.

Jorge Ali Triana se interesó en conocer el texto del guión, y ofreció a los delegados españoles su interés de cooperar en la misma, y de poner a disposición su talento, ya que como expresó: “Es un alto honor para mí, poder llevar a la pantalla la historia del fundador de nuestra patria colombiana.”

Ignasi Guardans, director del Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales de España, informó en rueda de prensa la importancia que tiene para su país la realización de este tipo de películas, que no sólo unen a la familia iberoamericana de esta industria, sino que abren nuevos lazos de cooperación y amistad entre los pueblos de América.

Arar en el Mar, será filmada en Colombia, y tendrá a la ciudad de Santa Marta, como epicentro del desenlace del drama, dado que aquí fue donde murió el Libertador el 17 de diciembre de 1830.



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viernes, 5 de marzo de 2010

La soga española en el cuello de Chávez

Álvaro Vargas Llosa

En La soga española en el cuello de Chávez, Alvaro Vargas Llosa escribe sobre las consecuencias del hallazgo de los tribunales españoles respecto de los vínculos de Venezuela con las FARC y ETA.
La Audiencia Nacional de España ha revelado que el gobierno venezolano hizo de alcahuete entre dos grupos terroristas: la ETA española y las FARC colombianas. El procesamiento de trece españoles y colombianos es el resultado de una investigación gatillada por los archivos informáticos capturados cuando Colombia atacó un campamento de las FARC en Ecuador en 2008. La decisión del tribunal español debería avergonzar a los muchos que cuestionaron la validez del contenido de los archivos en aquel entonces.

Entre los acusados se encuentra Arturo Cubillas Fontán, un miembro de ETA empleado en el Ministerio de Agricultura de Venezuela y casado con Goizeber Odriozola, directora general del gabinete de la Presidencia de Hugo Chávez. Cubillas, señalado como el principal nexo entre las FARC y ETA, está acusado de coordinar el entrenamiento de miembros de la banda española en guerrilla urbana. Las FARC también procuraron ayuda logística por parte de ETA en Madrid con el fin de asesinar al Presidente colombiano.

Lo que motivó la investigación fue la información obtenida por Colombia tras la incursión militar de 2008 contra el campamento controlado por Raúl Reyes, el comandante clave de las FARC, en el norte de Ecuador. Los efectivos colombianos encontraron 17.000 archivos y 37.000 documentos en tres ordenadores Toshiba Satellite, dos discos duros externos y tres memorias USB. Una vez que la Dipol estudió el contenido en Bogotá, la Interpol autenticó los archivos y confirmó que Colombia no los había manipulado. El gobierno colombiano compartió entonces con discreción las partes pertinentes con los países afectados por el contenido.

Lo que se filtró a la prensa fue sólo una parte de la enciclopédica información sobre la estructura, el financiamiento y las conexiones internacionales de los terroristas colombianos. Los amigos del truhán de Venezuela, incluidos ciertos gobiernos, líderes políticos, intelectuales, ONGs y medios de comunicación, alimentaron una campaña destinada a desacreditar la versión de que esas computadoras existían o contenían pruebas incriminatorias.

La idea de que los archivos pudiesen haber sobrevivido a un ataque de aviones Super Tucano y helicópteros Black Hawk fue ridiculizada. La noción de que los contactos entre Iván Márquez, agente de las FARC, y Hugo Chávez estuviesen registrados por escrito fue objeto de burlas estentóreas. ¿Cómo podría Venezuela entregarle a las FARC 300 millones de dólares y servir de conducto para el suministro de armas importadas de Rusia a los terroristas colombianos, y dejar pruebas de la triangulación en un ordenador portátil? La Organización de Estados Americanos no movió un dedo ante la flagrante violación de la Convención Inter-americana contra el Terrorismo de 2002.

Y, sin embargo, las pruebas eran apabullantes. Entre otros testigos, Bertrand de la Grange, una autoridad del periodismo de investigación, tuvo acceso a los archivos, que habían sobrevivido al ataque gracias a que Reyes los conservaba en maletines metálicos Pelican. Escribió detalles tan irrefutables que hasta Pirrón de Elis, el fundador de la escuela escéptica, le habría creído. Bertrand publicó por primera vez su informe en “Letras Libres”, en México, y el texto fue reproducido en medio mundo. Explicaba allí los “cinco anillos” de la estructura de las FARC. El “anillo 3” operaba desde Venezuela con la caución de Chávez y el “anillo 5” extendía sus tentáculos a quince países, entre ellos España. El autor concluyó que existía “una red de complicidades internacionales de dimensiones insospechadas”.

Le pregunté Bertrand cuán determinante fue la información de los archivos de Reyes para la investigación de la Audiencia Nacional en España. “Los ordenadores han sido la fuente principal. Ya habían permitido el arresto de Remedios García por ayudar a las FARC en Europa y el desmantelamiento de varias redes de apoyo.”

Los vínculos de Venezuela con las FARC son antiguos. En diciembre de 2004, Colombia detuvo a Rodrigo Granda, jefe de relaciones internacionales de las FARC, cuando unos cazadores de recompensas lo capturaron en Venezuela y lo llevaron hasta la frontera. Julio Montoya, del MAS venezolano, reveló que a unos 500 miembros de las FARC se les había otorgado la ciudadanía de Venezuela y que operaban en el corredor de Zulia-Táchira.

Los cordones umbilicales de Chávez con el terrorismo van más allá de las FARC y ETA. Hace unos meses, Robert Morgenthau, el fiscal federal del Distrito de Manhattan, en Nueva York, hizo público que Venezuela estaba ayudando a Irán a eludir las sanciones internacionales en relación con su trama nuclear. Según él, Ghazi Nasr al Din, un venezolano impedido por el Tesoro norteamericano de hacer negocios aquí por sus conexiones terroristas, está trabajando con nombre falso en la embajada venezolana en el Líbano.

Las implicaciones políticas del proceso iniciado por la Audiencia Nacional son de gran envergadura. El gobierno de España ha sido un amigo cercano de Cuba y Venezuela, y vendió armas a Chávez hace unos años. Madrid ha entorpecido los intentos de la Unión Europea de denunciar la violación de los derechos humanos en esos países. Ahora, ante el colosal cuerpo del delito que obra en poder de los tribunales españoles, ¿cómo podría el gobierno socialista mantener su política sin pagar un precio devastador en las urnas?


Zapatero, mire usted: Yo sí que le voy a explicar

Laureano Márquez
TalCual / ND Marzo 5, 2010
Es el coctel del resentimiento, Zapatero, largamente acumulado y nunca resuelto de las desigualdades, las injusticias y las arbitrariedades, el que produce estos fenómenos que a su señoría tanto inquietan y a nosotros tanto oprimen. Así que yo que usted, seguiría como ha hecho hasta ahora, con la mente puesta en el poder y la fortuna y sobre el resto me haría, como dicen los indianos, el pendejo.

Todo comenzó el 12 de octubre de 1492, cuando Isabel y Fernando, casados bajo el lema de: “tanto monta y monta tanto, Isabel como Fernando” (promesa que cumplieron fielmente), financiaron la venida de tres barcos de malandros, comandados por un italiano con un proyecto, ignorando que no hay cosa más peligrosa en la vida que un italiano con un proyecto.

Dichos personajes, llamados los conquistadores, Don José Luis, vinieron con la idea de buscar poder y fortuna.
Desde esa época en estas tierras que fueron de Su Majestad, los habitantes hemos asociado poder, no con servicio y entrega, sino con riqueza. Eso, más sencillamente, por estos lados se resume en la conseja de: “No me den, sino pónganme donde haiga”. Por ello, como dice la canción del maestro Simón, aquí nadie “obedece a freno ni lo paran falsas riendas”.

Así pues, el apego a las leyes de S.M., como usted comprenderá, no fue el principio fundacional de estas provincias. Como ve, desde los pretéritos tiempos, se instaló en nosotros la idea de que los caminos oblicuos, los atajos y las vías alternas, son los verdaderos caminos y que lo otro es una mera formalidad que todos aparentamos guardar. De hecho cuando juramos Constituciones y esas martingalas, lo hacemos desconociendo abiertamente el documento sobre el cual juramos, sin que nadie reclame que el juramento es írrito, ni esas cosas que tanto agobian al hemisferio norte.

Para decirlo en términos de Montesquieu, el espíritu de las leyes no es nuestro fuerte.
Añádale a lo anterior un contingente humano arrancado de su tierra violentamente y esclavizado, traído al país en barcos miserables y sometido a crueles maltratos y vejaciones en una tierra extraña por siglos y súmele, si aún le parece poco, el desplazamiento de los pobladores que primigeniamente habían ocupado estas tierras, en largo peregrinaje desde el corazón de Asia, pasando por el estrecho de Bering hasta instalarse para habitar estos espacios.

Póngase en el lugar de estos primitivos hombres y que, luego de este periplo, cuando ya está usted acomodado en el chinchorro, preparado para un merecido descanso de siglos después de feroz caminata, venga un carajo forrado de hierro a arrebatarle la tranquilidad. Imagínese sólo por un momento la arrechera.

Ahora bien, coloque todas esas angustias, dolores, injusticias y arbitrariedades en una coctelera y mézclelos. Bueno, eso somos nosotros: un contingente humano formado por exiliados, constituido por tres culturas, ninguna de las cuales se sentía a gusto en el lugar.

Nosotros siempre viendo esta tierra como un sitio de paso, supervivencia y exilio, nunca como un hogar que hay que defender.
¿Entiende ahora por qué le está entrando tanta gente con el propósito de quedarse en la madre patria? Es el conquistador, Don José Luis, es su bisnieto realizando el sueño de su antepasado de volver a España, para ser un “hijodalgo”, buscando ser el hijo de una madre patria que aquí no consigue, que le brinde la seguridad que aquí no encuentra.

Es el coctel del resentimiento, Zapatero, largamente acumulado y nunca resuelto de las desigualdades, las injusticias y las arbitrariedades, el que produce estos fenómenos que a su señoría tanto inquietan y a nosotros tanto oprimen.

Así que yo que usted, seguiría como ha hecho hasta ahora, con la mente puesta en el poder y la fortuna y sobre el resto me haría, como dicen los indianos, el pendejo. No pida usted más explicaciones que esta que se le ofrece, no indague que el que busca encuentra.
Siga el consejo de su canciller, no más desatinos.

Terremotos y su frecuencia en Caracas.

Orador: Jesús Otero*
Es una charla muy interesante, y sobre todo pedagógica, para comprender el fenómeno, saber sobre su frecuencia, que hacer en caso de un sismo, y elaborar planes de contingencia.

Se dictará en el Planetario Humboldt, Parque del Este,
Sábado 6 de marzo de 2010
10:00 am
* Geólogo, experto en terremotos. Director del Planetario Humboldt

martes, 2 de marzo de 2010

Chávez: Un varón domado por los hermanos Castro

Manuel Malaver
Y todo sale de conciliábulos de Chávez y los hermanos Castro, y donde Venezuela, no es sólo obligada a financiar a una economía y una sociedad en quiebra, sino que, además, es obligada a comportarse como su esclava, como su rehén.
Que Chávez acostumbre a despotricar durante horas en sus cadenas de radio y televisión de cuanto cristiano le pase por la mente y que, entre los mismos, se cuenten amigos y enemigos, presidentes y primeros ministros y papas y emperadores, es una anomalía que puede atribuirse a un temperamento fuerte e incontrolable, o quizá a un narciso desesperado por llamar la atención, o quien sabe si a un militar tropero que empieza desestabilizando psicológicamente al oponente para después proceder a coparlo.

Lo que es más desconcertante e inexplicable, sin embargo, es que cuando este mismo agresor audiovisual, radiofónico y vía microondas, se enfrenta cara a cara con sus agredidos, pues cae presa de pánico, retrocede en coma o silencio profundo y, si lo dejan, sale corriendo y sin detenerse en advertencias u obstáculos.

Tal sucedió, por ejemplo, en la cumbre del “Grupo de Río” que se celebró a comienzos de la semana pasada en Cancún -el lunes, para ser más precisos-, y en cuyo almuerzo protocolar el presidente, Álvaro Uribe de Colombia, una de las personas a quien Chávez más ha insultado en sus 10 años, dicen que le dijo: “Chávez, qué bueno que te veo frente a frente, y puedo decirte, que si eres hombre, me repitas las ofensas que acostumbras a decirme en tu país, y por radio y televisión”.
No hay fotos, ni imágenes, ni grabaciones de audio del reclamo, -pues en previsión de que Chávez está presente y puede suceder esto y más se prohíbe en las cumbres de la región la presencia de periodistas y de sus herramientas de trabajo-, pero sin que ello impidiera que las palabras de Uribe fuesen confirmadas por la mayoría de los asistentes al condumio, añadiendo, de paso, que Chávez se hundió en un aterrado mutismo, que quedó como congelado, y que ya se disponía a correr cuando volvió a oírse la voz de Uribe: “Chávez, sea varón, quédese ahí y dígame en mi cara lo que me dice escondido tras cámaras y micrófonos de televisión, de manera cobarde y a miles de kilómetros de distancia”.

Pero nada que detuviera al fugitivo, que evitara su despedida del ágape y quizá de la cumbre, cuando se oyó otra voz, pero ahora ronca, severa y tonante: “Chávez compórtese, devuélvase, regrese a su asiento y escuche los reclamos del presidente Uribe”.

Era la del presidente cubano, Raúl Castro, y cuentan los que vieron y oyeron el incidente, que Chávez se detuvo como electrizado, se tambaleó un tanto, dio la vuelta y fue regresando lentamente y como si acatara una orden que, ni humana, ni supra humanamente, le estaba permitido desobedecer.
Lo que continuó fue un barullo de protestas y llamados a la calma, de voces que increpaban, ya Chávez, ya Uribe, pero que, en conjunto, coincidieron en nombrar una comisión para que, ¡al fin!, se apersona de lo que, desde hacía meses venía clamando Uribe, que no era otra cosa que intermediara para que Chávez cesara en sus ataques a su persona y a su país.

Y desde ese lunes, desde que oyó la voz de Raúl Castro, puede decirse que se operó un cambio de 180 grados en el discurso, los gestos y el espíritu de Chávez, el cual dice ahora, en todas las circunstancias y sin que nadie se lo pregunte, que quiere volver a ser amigo y hermano de Uribe y de Colombia.
“Creo que si no se atraviesa una mesa, Uribe me hubiera golpeado en Cancún” dijo en una rueda de prensa de hace 3 días “pero si ello le sirvió de catarsis, bienvenido sea, pues yo ahora lo que quiero es ser su amigo, su hermano”.

Y las preguntas son obvias: ¿Qué hay del campeón de la lucha contra las bases norteamericanas en el país de Santander, qué del patriota y revolucionario que a nombre de detener la invasión gringa-neogranadina acabó con el comercio bilateral de 6 mil millones de dólares anuales y 500 mil puestos de trabajo, qué del Comandante en Jefe que amenazó con movilizar brigadas y divisiones a las frontera, qué del alucinado que dijo estar dispuesto a emprender otra guerra contra Uribe y la oligarquía si no desmontaban las bases y aceptaba el mandato de la revolución?
Pues, aparentemente, desapareció en segundos, en lo que tardó en pronunciarse la orden de Raúl Castro: “¡Chávez, compórtese, y regrese a su asiento!”

Y las preguntas que siguen también son obvias: ¿Se habían acordado Uribe y Raúl Castro sobre el incidente, de modo de obligar a Chávez a dar marcha atrás y aceptar el restablecimiento del total de las relaciones bilaterales, o, simplemente, Castro llegó a Cancún sin entender mucho de que se trataba, se encontró con la propuesta de la OEA paralela, rebobinó, vio las inmensas posibilidades del organismo en la idea de aplicarle otra humillación a los imperialistas yanquis y decidió cambiar de línea con respecto a Uribe y Colombia, pero con poco o ningún tiempo para avisarle y discutir con Chávez.
Pienso que fue lo más probable, y como en la relación de los hermanos Castro con Chávez no es cuestión de explicarle, sino de ordenarle, entonces del socialista siglo XXI respondió de la única manera que sabe: Obedeciendo.

Y la hipótesis, coloca a los políticos, analistas, comunicadores y otros seguidores de la situación venezolana actual, en uno de sus características más perturbadoras, como es la sumisión, mejor, la doma de Chávez por los hermanos Castro, quienes son, prácticamente, los únicos mortales en darle órdenes y manejarlo como un títere.
Es así, cómo una parte del colosal ingreso petrolero producto del ciclo alcista de los precios del crudo de los últimos 6 años, se ha dilapidado financiando la dictadura de los hermanos Castro y, permitiendo su uso, para que Fidel y Raúl triangulen cualquier cantidad de bienes que son vendidos a Venezuela a altísimos precios, pero luego de ser comprados en cantidades írritas en los mercados internacionales.

Pero, eso no es todo, Venezuela es hoy un país tomado por agentes fidelistas, bien sea que camuflándose de expertos en materias que no conocían antes de Chávez, o de militares, hombres de negocios o expertos de inteligencia, cobran a precios de oro los servicios que presuntamente le prestan al país.
En este campo se han perpetrado absurdos, como es traer a Ramiro Valdés y que asesorar al gobierno chavista en el tema de la crisis del sistema eléctrico, siendo que el primer país en colapsar un eficiente sistema eléctrico en América latina, fue la Cuba de los hermanos Castro.
Maquinarias que jamás se han producido en la isla, insumos químicos y de biotecnología, computadoras y tecnología digital y comunicacional y que son adquiridos por Cuba en el mercado negro de China y la India, son vendidos a Venezuela como fabricados o inventados en Cuba, y siempre a precios que exceden los de los mercados originales, o aquellos de donde proceden las patentes.

Y todo sale de conciliábulos de Chávez y los hermanos Castro, y donde Venezuela, no es solo obligada a financiar a una economía y una sociedad en quiebra, sino que, además, es obligada a comportarse como su esclava, como su rehén.
Y es aquí donde nos vemos obligados a corregirle la plana al presidente Uribe: Chávez sí es un varón, pero un varón domado por los hermanos Castro.

AJUSTANDO CUENTAS CON EL PRESENTE

Alberto Rodríguez Barrera

Dado el hecho que tenemos un micomandante “socialista” que ha comenzado a leer a Marx (todo siempre al revés con él) mientras evalúa las perspectivas de un charco de sangre, aquí le van otras luces útiles para extirpar su cáncer sin matar la vida, y que quizás pueda sopesar antes de la otra vida que le espera
“Aun si admitimos que las leyes han de ser cambiadas, ¿deben cambiar todas, en cada Estado? ¿Y han de ser cambiadas por cualquiera que quiera, o sólo por ciertas personas? Estas son cuestiones muy importantes; y por lo tanto mejor reservamos la discusión de ellas para una ocasión más apropiada.” Aristóteles

La “izquierda” más perfumada del chavismo a veces lee, buscando aromas de preferencia para su estropeado jardín. Así como se arropan con uniformes del pasado, vuelven al discurso de Mao de las “Cien Flores” (De la justa solución de las contradicciones en el seno del pueblo, 1957) o a otros textos más antiguos (De la dictadura democrática popular, 1949; o Contra el estilo estereotipado del Partido, 1942), auxiliándose con el razonamiento siguiente: la discusión es libre en el interior del Partido; las objeciones contra el Partido provienen de dos fuentes: los adversarios de la Revolución, quienes no deben tener derecho a expresarse, y los partidarios sinceros, que nunca están en desacuerdo. De ahí que los métodos autoritarios del “centralismo democrático” sean legítimos. En cuanto al pueblo, “la libertad es correlativa a la disciplina”.

El esquema es similar en el terreno filosófico. ¿Podemos criticar al marxismo? Claro que sí, pues “el marxismo no teme a la crítica”: “si pudiera ser demolido por la crítica, ya no serviría para nada”. Sólo puede discutírselo en vano, porque es invulnerable. ¿Para qué molestarse entonces? En arte y literatura, también las Cien Flores pueden florecer intelectualmente, pero como importa que las “hierbas venenosas” no se mezclen con las “flores perfumadas”, Mao reivindica un dirigismo cultural, vieja idea de Mao, que tampoco innova: la cultura es siempre el reflejo de la realidad política y social. Una vez cumplida la revolución económica, hay que alinear sobre ella la cultura. Este punto de vista es del leninismo militante, sin la menor variación personal de parte de Mao...

Filosóficamente, los textos de Mao obligan a la afirmación de que: el pequeño escritor rojo no existe, no hay “versión china” del marxismo, no hay “pensamiento de Mao”.

Lo peor que podría ocurrirnos a los venezolanos y al regreso a la libertad que anhelamos sería recaer en una ideología del siglo 19 y ver esterilizada nuestra creatividad por el deseo de encuadrarla en conceptos forjados en la prehistoria de las “revoluciones” modernas.

La fuerza del movimiento democrático ha sido y es, precisamente, la de inventar modos de acción adaptados a la situación que se encuentra y que obran eficaz y simultáneamente en todos los sectores de la sociedad a la que combate. Si esta inspiración revolucionaria se deja encerrar en los moldes teóricos “revolucionarios” -donde no se hace la revolución y nadie se pregunta si hay derecho a que no sea marxista-, se agotará y todo quedará esclerosado. Recordemos: revolucionar no es imitar; no es ajustar cuentas con el pasado sino con el presente.

Esto es lo que da originalidad a la democracia, por contraste con el comunismo, camarada. Esto explica el que la juventud realice revoluciones antes de conceptualizarlas. Como dijo Noam Chomsky: “Los hombres más estúpidos aprenden a hablar, mientras que los monos más brillantes no aprenden nunca”. Y ésta es la dificultad de nuestra monocracia.

Ello no significa que las formas clásicas de la lucha social se hayan extinguido. Los trabajadores son una garantía en la sociedad industrial-tecnológica; no desempeñan el papel que les atribuía Marx en el siglo 19. Los trabajadores de hoy son menos sumisos que los de antes, sienten un mismo temor ante los extremistas, todos los extremistas, que son vistos como “altamente desfavorables”.

Evaluar y orientar a la “mayoría silenciosa” es difícil. En Venezuela podría ser de alrededor de la mitad de la población, 13 millones, incluyendo a la clase media “putrefacta y embrutecida”, según calificación de un alcalde rojito fugaz y domado. En esa gran masa hay personas de todas las tendencias, y con todas las exigencias de efectividad en las acciones de gobernar. Esta población ha presenciado el crecimiento del autoritarismo tuerto y virolo, y ha constatado una autoría que perdió la imaginación, la poca que tuvo.

Y es desde ahí que se levanta la fuerza del cambio, desde una masa de contestación que tiene que ser vasta para tornar perceptible la condenación de los abusos del chavismo, y hacer de ello un real problema político, un alzamiento para restablecer la obligación constitucional. Sólo del repudio interior surgirá el equilibrio de la vida venezolana.

La amenaza comunista insistirá en utilizar el “imperialismo” como chivo expiatorio para disculpar sus fracasos, ya en diarrea selectiva. No fue la CIA la que llevó el chavismo al poder, ni la que ha manejado su política mediocre; en todo caso, la CIA tiene el castigo que se merece por parte de la propia democracia norteamericana. Somos nosotros, los venezolanos, los que hemos creado nuestros propios males, esa avalancha de estancamiento y pudrición que parece una invasión, que lucha por su prolongación y no está dispuesta a aceptar su relevo del poder.

Hoy surge en Venezuela la necesidad de un cambio original, correspondiente a nuestra época; una afirmación total de la libertad para todos contra las interdicciones arcaicas, que encuentre la salida posible para los venezolanos, donde se tome nuestra civilización como un medio y no como un fin. Al igual que sucede con la tecnología: podemos contradecirla sin aniquilarla; extirpar el cáncer sin matar la vida.

Estamos a las puertas de un conflicto interno que puede situarse en el nivel más creador, un ineluctable enfrentamiento que abrirá o cerrará las puertas del futuro. Aquí no puede haber una mayoría silenciosa y menos una dirigencia que esté durmiendo con el enemigo. Las cuentas se ajustan sin la filosofía de la balurdez, porque Venezuela es más grande que eso. Necesita y necesitará más de todos.

sábado, 27 de febrero de 2010

LA IZQUIERDA EN CRISIS

Antonio Sánchez García
Esta es, en rigor, la causa última de la crisis del socialismo democrático en América Latina: no haber sabido asumir con entereza y lucidez la defensa de la democracia social, distanciándose sin ambages de la tentación totalitaria que subyace a toda forma de socialismo revolucionario.

A la derrota de los socialdemócratas europeos, que se verá seguramente fortalecida por la salida del PSOE del gobierno en las próximas elecciones generales españolas, se suma la de las izquierdas en América Latina. La caída de la Concertación en Chile, tras veinte años de gobierno - antes que un fracaso de su gestión, posiblemente la más exitosa de coalición alguna no sólo en Chile sino en toda América Latina, un fracaso de los partidos de la izquierda chilena – anticipa una serie de fracasos electorales que pueden acabar con la hegemonía que ha mantenido la izquierda durante la primera década de este siglo en la región. La salida de los Kirchner, que han representado a la izquierda peronista, parece más que probable. El desprestigio del régimen anticipa el fortalecimiento de las alternativas opositoras que, aunque también ramificaciones del peronismo, representan opciones emergentes de centro o centro derecha, como las de Macri o De Narváez.

En Brasil, el PT del presidente Lula da Silva ha iniciado un fuerte embate para acortar las distancias que separan a su candidata presidencial Dilma Roussef de José Serra, candidato del partido del ex presidente Fernando Henrique Cardoso. Actual gobernador del estado de Sao Paulo, Serra representa, como Macri en Argentina, una visión centrista y modernizante más acorde con la que llevara a Sebastian Piñera al gobierno en Chile que a la del mismo Lula.

Todos estos cambios, si bien de índole estrictamente nacional, corresponden a tendencias emergentes del proceso de globalización comunes a todos los países de América Latina. El fracaso del castrochavismo y los graves desajustes políticos y sociales causados en los países bajo su dominio desde el triunfo de Hugo Chávez en Venezuela hace 11 años, han provocado un creciente rechazo a sus fórmulas de expansión y dominio. Fundamentalmente al populismo como forma de articulación política, a la disgregación nacional que provoca el ejercicio autocrático y violento de sus actuaciones de gobierno, la pretensión de liquidar derechos constitucionales logrados tras muchos años de esfuerzos y a las inevitables crisis económicas causadas por la ineficacia de sus gestiones públicas. Sólo parcialmente encubiertas por las desmesuradas inyecciones financieras del petro estado chavista.

De allí que sea posible suponer que el desgaste y el inevitable fracaso y eventual caída del castrochavismo, en primer lugar en Venezuela, pero también en mayor o menor medida en los otros países del ALBA, afecte la popularidad y consistencia del socialismo democrático latinoamericano, incapaz de articular una respuesta adecuada a la acción disolvente de la institucionalidad democrática y profundamente anarquizante de la virulenta acción de la llamada “revolución bolivariana” en la región.

El caso hondureño ha venido a precipitar este proceso. Dada la naturaleza ejemplarmente demostrativa de la crisis hondureña y el fracaso del socialismo democrático en articular una respuesta adecuada, la caída de Zelaya precipitó la conciencia de los inmensos peligros del expansionismo castrochavista y desenmascaró la complicidad expresa o encubierta de quienes debieran haber actuado con meridiana claridad en el sentido de impedir el desarrollo de esta crisis frenando las apetencias totalitarias del castrochavismo. El papel jugado por el gobierno brasileño en alimentar y fortalecer la crisis respaldando a Zelaya incluso con asesoría política y diplomática, demostró las dudosas conexiones del socialismo democrático con una revolución de profundas implicaciones totalitarias, como la propugnada por el teniente coronel Hugo Chávez con el pleno y absoluto respaldo de los Castro.

La inevitable caída de Hugo Chávez y su proyecto estratégico en Venezuela, un hecho perfectamente previsible, no podemos precisar ni cuándo ni cómo, pero sin lugar a dudas a más tardar en 2012, terminará por acarrear la debacle de este gran intento por dominar la región que Chávez pusiera en bandeja de plata de los Castro en el momento de su gran eclipse político y biológico. La debacle del castrochavismo dejará no sólo la ruindad y la devastación como única ganancia en todos los países sobre los que hasta hoy se ha enseñoreado, sino la crisis ideológica, política y moral de una izquierda democrática que no resistió la tentación de acoplarse a los intentos por revivir la ensoñación revolucionaria de los sesenta que trajera consigo. No sería en absoluto descabellado imaginar que la regenación de la socialdemocracia latinoamericana será producto, en gran medida, del triunfo del progresismo democrático en Venezuela, tal como lo fuera con la caída de Pérez Jiménez en 1858 y la influencia regeneradora de Acción Democrática y de su líder Rómulo Betancourt, alternativa inclaudicable al castrismo, al que derrotara en todos los frentes.

Esta es, en rigor, la causa última de la crisis del socialismo democrático en América Latina: no haber sabido asumir con entereza y lucidez la defensa de la democracia social, distanciándose sin ambages de la tentación totalitaria que subyace a toda forma de socialismo revolucionario. Queda en consecuencia una gran labor pendiente: hacerse a la tarea de construir por fin y consecuentemente una auténtica socialdemocracia latinoamericana

viernes, 26 de febrero de 2010

EL PRESIDENTE BETANCOURT Y LA OEA

Alberto Rodríguez Barrera

Rómulo abogó “para una coordinación de esfuerzos entre Estados Unidos y la América Latina, orientados hacia el logro de un entendimiento político firme entre ambas Américas y una cooperación encaminada a la eliminación progresiva de los déficits que en todas las áreas de la actividad social y cultural acusan los pueblos latinoamericanos”.

El 20 de febrero de 1963, Rómulo Betancourt habló por segunda vez en el recinto de la Organización de Estados Americanos (OEA). La primera fue en 1948, en días inmediatamente posteriores a la entrega que hizo del poder presidencial en Venezuela a don Rómulo Gallegos, cuando estaban muy recientes los días en que se realizó en Bogotá la IX Conferencia Interamericana, la cual dotó a la OEA lo que puede calificarse como su Carta Constitucional. Después de ello sobrevino la etapa sombría de la década de los 50, cuando uno detrás de otro fueron siendo sustituidos los gobiernos nacidos de comicios por regímenes de fuerza autoelectos.

Los principios normativos de la Carta de Bogotá fueron olvidados en nombre de la tesis suicida de que los gobiernos de facto proclamaban un anticomunismo en tono de do mayor. La década del 50 fue una mala hora desde el punto de vista de eficacia y vigencia del sistema interamericano, plasmado y concretado en la Carta de Bogotá. En esa Carta, que Betancourt contribuyó a articular como jefe de la delegación venezolana a la IX Conferencia del Sistema Regional, se estableció que sólo podían formar parte del sistema los gobiernos que hubieran resultado de consultas libremente realizadas, mediante el sufragio universal, secreto y directo del electorado. Esa tesis básica fue desechada mediante arbitrios inexcusables para reconocer y tolerar, y hasta apoyar, a gobiernos autolectos. No se discutió el temario referente al reconocimiento a gobiernos de facto, como tampoco se hizo en la Conferencia Interamericana realizada en Venezuela en 1953.

Aun para 1963 no existía una norma jurídica interamericana que obligase y comprometiese a todos los gobiernos del continente en lo relativo a reconocimiento o no de los gobiernos de facto. En esto, el gobierno de Betancourt tenía una posición muy definida y clara. Rómulo veía como incomprensible que se hubiese pospuesto por tantos años la celebración de la XI Conferencia Interamericana, y exigió que se realizase para discutir la actitud por asumir, por parte de los gobiernos de América, frente a las subversiones de izquierda y de derecha, comunistas o caudillistas. Sin embargo, consideró y manifestó que el Gobierno de Venezuela estaba prestándole un servicio a la democracia de América al sostener y practicar la tesis del no reconocimiento a los gobiernos de facto que sean producto del derrocamiento de regímenes nacidos de la libre expresión de los votos. Se trataba de una posición principista, seria y razonada.

La experiencia histórica demostraba que si los países de América Latina no habían podido tramontar sus dificultades económicas y sociales era porque en los más de ellos el asalto por la fuerza del poder había impedido la continuidad constructiva de los gobiernos representativos. Los gobiernos de fuerza, surgidos de la irrupción del hombre armado contra los gobiernos nacidos del voto, razonaba Betancourt, habían sido caldo de cultivo para la incubación de los movimientos de extrema izquierda comunista. Era una experiencia constante en América Latina que estos gobiernos centraban su persecución y su saña contra movimientos políticos auténticamente democráticos y liberales, y que adoptaban una actitud de tolerancia y aun de colaboración con los movimientos de extrema izquierda.

Arguyó Betancourt que el balance de la década de los 50 demostró que ahí donde gobernaron déspotas o dictadores supuestamente anticomunistas, se desarrollaron y proliferaron, al amparo de una simbiosis entre extrema izquierda y despotismo, los movimientos antiamericanos que tenían su norte y guía en las consignas enviadas desde Moscú. Rómulo planteó que la actitud deseada y anhelada por los pueblos americanos era negar el reconocimiento y establecer un cordón profiláctico en torno a los gobiernos golpistas, ya que tal actitud fortalecería a la comunidad interamericana.

Se refería Rómulo, ante el establecimiento de una cabecera de puente soviético en la Cuba comunista, que tal actitud condenatoria otorgaría mayor autoridad moral, mayor respaldo militante de nuestros pueblos, que estaban animados todos de una insobornable y profunda vocación de libertad para combatir el bajalato sovietizante de Cuba, “cuando hayan desaparecido del continente las viejas dictaduras personalistas y rapaces, que utilizan el poder para el enriquecimiento ilícito de hombres de presa y de camarillas que son consufructuarias de las ventajas ilícitas obtenibles del gobierno usurpado”. Para Rómulo la única fuente legítima del poder era el voto, donde se respetasen los derechos humanos, la pluralidad de partidos, la garantía de libertades fundamentales, políticas y civiles, del hombre y del ciudadano.

De la misma manera, el Presidente Betancourt confrontó la situación económica y social de América, donde coexistían Norteamérica y América Latina, conviviendo naciones de extraordinario desarrollo industrial y “una espléndida potencialidad económica, con 200 millones de hombres y mujeres, quienes forman lo que pudiéramos llamar la región proletaria, subdesarrollada y pobre del continente”. Afirmó que tal abismo no podía subsistir y abogó “para una coordinación de esfuerzos entre Estados Unidos y la América Latina, orientados hacia el logro de un entendimiento político firme entre ambas Américas y una cooperación encaminada a la eliminación progresiva de los déficits que en todas las áreas de la actividad social y cultural acusan los pueblos latinoamericanos”.

A la aplicación del programa “Alianza para el Progreso” le exigió la premisa básica de que los precios de las materias primas que los países de América Latina exportaban a Estados Unidos y a la Europa Occidental fuesen precios estabilizados y remunerativos, ajenos a “un don misericordioso, y más como un trabajo en equipo de estadounidenses y latinoamericanos para enfrentar y solucionar problemas que nos eran comunes”. Agregó Rómulo:

“Tengo fe en los destinos de esta organización regional, que con modestos esfuerzos contribuí a crear… en 1948. Pienso que las ideas realistas y justas tienen su propia dinámica, y se abren camino. Y como concepciones apreciadas en un determinado momento como heréticas, llegan a adquirir el sentido de ortodoxia. En 1948 sostuve y sostuvimos algunos latinoamericanos en la Conferencia de Bogotá criterios que en ese momento parecían delirantes, pero justificados por hechos históricos posteriores. Sostuvimos que la América Latina, si no se estabilizaban en ella las instituciones democráticas y si no se atendía su desarrollo económico y social, era un subcontinente expuesto a la infiltración soviética. Eso se dijo y se afirmó muchos años antes de que sucediera lo que ahora en Cuba sucede. En aquella época los ojos de Estados Unidos estaban vueltos hacia Europa y Asia. La América Latina era apenas un diseño desdibujado de los mapas geopolíticos… Pero no es cuestión ahora de hacer un recuento con intención negativa de los errores de ayer, sino de afirmar lo positivo que pueda hacerse hoy y mañana… Para esa lucha, el pueblo y el Gobierno de Venezuela han aportado y seguirán aportando su continuado y decidido esfuerzo… Estas ideas que he expuesto aquí tienen concordancia con las que expuse un día de abril de 1948, día que hablé en la sesión plenaria de la IX Conferencia Interamericana de Bogotá, con las que dije, por designación de mis colegas, en el acto de clausura de esa misma conferencia interamericana. Con las que pronuncié en este mismo recinto por invitación del Consejo Directivo de la OEA a fines del año 1948, entonces como ex Presidente de Venezuela. Fueron palabras ratificadas en diez años de exilio y luego instrumentadas, hasta donde ha sido posible dentro de un modesto y limitado radio de acción, como Presidente de los venezolanos… Estas ideas si no son todas aplicables tienen por lo menos la virtud de haber sido la expresión de un pensamiento consecuente, elaborado y sostenido con ánimo de acertar y con sincera y profunda vocación americanista”.

El aporte de Chávez al desprestigio mundial del socialismo

Manuel Malaver

En otras palabras, que el socialismo en su despedida tardía, decadente y senecta no tuvo la suerte de morir en manos de figuras siniestras pero trágicas como, Fidel Castro o Eric Honecker, sino de un histrión tropical, caribeño y cantinflérico como Chávez.

No es que el socialismo alcanzara buena fama al final de una sola de las experiencias en que desastrosamente trató de aplicarse, pero negar que Chávez ha contribuido como nadie a su desprestigio, rechazo y abominación no sólo es injusto, sino imposible.
Y es que con Chávez nace el socialismo histriónico, circense y cantinflérico, estrictamente radial y televisivo, aquel cuyo jefe y caudillo echa, tanto mano a su vocación autoritaria y violenta, como a una tendencia incontrolable a dárselas de simpático y mostrar que a la hora de soltar un chiste malo, no hay quien le gane.

Claro que en ello lo ha ayudado el desarrollo de las tecnologías de la comunicación propias de la época (de las llamadas TIC), y en particular de la televisión, medio frente a cuyas cámaras y micrófonos Chávez se derrite y despliega unas indudables condiciones de showman que le han permitido hacer de sus 11 años de mandato, no el ejercicio de un gobierno, sino un tragicómico reality-show.

De ahí que, tan pronto se hizo con el poder, Chávez, inventó las cadenas, o mejor dicho, empezó a hacer un uso abusivo de ellas, ya que, permisadas en la constitución como una facultad excepcional de los presidentes para comunicarle al país situaciones de conmoción o de extremo peligro, el teniente coronel pasó a transformarlas en una rutina odiosa y de grave incidencia en el aumento de los trastornos psíquicos que hoy día asolan a un número creciente de venezolanos.

Porque, hay que ver lo que significa estarse preparando para ir al trabajo, digamos entre 6 o 7 de la mañana, y que irrumpa Chávez, sin aviso y sin protesto, en el comedor, el baño, la cocina o el medio de transporte, y que reaparezca a media mañana al salir de una reunión de junta o de ajustar un torno, o al mediodía en la arepera o restaurant donde abreviamos el hambre, y después a las 3 de la tarde en la oficina o la fábrica mientras celebramos alguna idea para mejorar un diseño o la elaboración de un producto, y al final de la noche, al disponeros a descansar y dormir, y, desde luego, cuando ya dormidos, Chávez nos rompe el sueño y grita: “Patria, socialismo o muerte”.
O sea, que todo un “Gran Hermano” que a lo mejor no sabe que Orwell existió y nos dejó “1984”, el “Big Brother is watching you” y “Rebelión en la Granja”, sino un hombre de fuerza tropical, simple y elemental, y apenas guiado por el instinto de mandar, dominar, aplastar, sobrepasar, arrasar y saturar hasta que el cuerpo aguante.

Pero, también, por sobre todo, un abuso, un crimen, una monstruosidad, una tropelía contra la salud, las noticias, la información, la cultura, los deportes, el entretenimiento, ejecutado, además, para dar versiones adulteradas o maquilladas de la historia, contar acontecimientos que jamás existieron, escamotear hechos como el colapso del comunismo y su abominación en el mundo, dar a conocer chambonadas como su amago de invadir a Honduras, insultar a gobiernos y presidentes que no comulgan con las neurosis que llama ideas, o proclamar barrabasadas como que Brasil, Rusia, China, India, y los países escandinavos son países socialistas, el capitalismo es el culpable del deterioro ambiental del planeta y que los Estados Unidos implementó un dispositivo atómico para desencadenar el terremoto de Haití.

Esa no es, sin embargo, la peor parte de la historia, sino que habiendo destruido a Venezuela durante los 11 años de su desgobierno, luego de arrasar con su infraestructura física y reducir a la nada sus servicios públicos, de colapsar la economía estatal y privada a extremos de admitir en diciembre pasado -en uno de sus raros momentos en que se cruzó con la verdad y la aceptó- que “el país importaba todo, o casi todo”, pues Chávez emplea sus cadenas para tratar de convencer a su teleaudiencia de lo contrario, de que Venezuela como nunca ha superado la pobreza, de que bulle en proyectos de construcción de todo tipo, que exportamos e inundamos a los mercados mundiales de mercancías y nos dirigimos en unos pocos años ha transformarnos en una potencia emergente y mundial.

O sea, que este showman puede perfectamente decir que es de día siendo noche, que llueve si luce un sol esplendente, que hay paz donde hay guerra, o que no dijo lo que dijo ayer o acaba de decir, y que todo es obra de conspiraciones de políticos y medios que oyen mal o malinterpretan sus palabras.
El mejor ejemplo, a este respecto, es lo que sucede con el colapso del sistema eléctrico nacional, problemática en cuya solución Venezuela era ejemplo en eventos del ramo desde hacia 80 años, pero que, desde que Chávez asumió la presidencia, entró en un franco declive, y fue dando muestras de inoperancia hasta finales del año pasado cuando se vio obligado a admitir que, algún día del primer semestre del año en curso, el país podía quedarse sin luz.

Y lo que sucedió fue que, atraído por la ilusión de restaurar la utopía socialista enterrada bajo los escombros del muro de Berlín desde diciembre de 1989, y convertirse él mismo en el artífice de su resurrección, pues Chávez pasó 10 años en semejante engañifa, repartió a diestra y siniestra los ingentes recursos provenientes del último ciclo alcista de los precios del crudo entre presuntos aliados y compinches, les ayudó reparar sus colapsados sistemas eléctricos hasta hacerlos eficientes en energía, pero que hoy, cuando el ineficiente es Chávez y ruega que le devuelvan algo de lo que hace unos años les regaló, responden que, a lo sumo, pueden vendérsela, pero eso si, a precios de mercado y, como se dice en criollo, “billete sobre billete”.

De todas maneras, el corolario de la historia no es ese, sino que habiendo pasado una década proclamando que Venezuela tenía la más grandes reservas de gas y petróleo del mundo, y por tanto, él, era el rey del petróleo porque podía cerrarle el oleoducto o el gasoducto a quien se atreviera a desafiarlo, pues el jeque tropical y caribeño terminó clamando por que le vendan energía, o, en el mejor de los casos, se la regalen “por el amor de Dios”.
Y lo está logrando, pero no de Cuba, Nicaragua, Ecuador o Bolivia, sino de una empresa, y del gobierno de dos países a los cuales, Chávez, les declaró recientemente la guerra: Colombia y los Estados Unidos.

Pero no es, por supuesto, la sensación que trasmite, ni la realidad que admite en las cadenas de radio y televisión que ahora son a todas horas y sin límite de tiempo, sino que dice, sin cansarse, que la crisis del sistema eléctrico nacional es obra del fenómeno del Niño (cuyos efectos, todos saben, son muy limitados en Venezuela), o consecuencia de unas extrañas conspiraciones del capitalismo y el imperialismo que y que tienen a oscuras a todo el planeta, menos a los países socialistas, o que están acaudillados por líderes revolucionarios como él.
Ah, y para demostrarlo constituye unos equipos de asesores presididos por un alto funcionario del país record mundial de apagones, Cuba, patria de una revolución socialista que hace 50 años comenzó la destrucción de su economía y de su sistema eléctrico, hasta dejarlo convertido en una tierra a oscuras que prácticamente sobrevive con las ayudas que le envía el teniente coronel bolivariano, como antes lo hacía la Unión Soviética.

O sea, que tribulaciones, ineficiencias, desconciertos y corruptelas que no existen en las cadenas de radio y televisión de Chávez, que son presentadas al revés o como una invención de sus enemigos, y que serían desconocidas en Venezuela y en el mundo sino fuera por que la sociedad democrática le ha impuesto al teniente coronel la existencia de espacios de libertad de expresión que, aunque ya están muy reducidos y tienden a ser liquidados, aun divulgan la verdadera realidad del país en que Chávez experimenta otro colosal fracaso del socialismo.

Y ello basta y sobra para que, en su intento de resucitarlo, Chávez sea el auténtico y definitivo enterrador del socialismo, el hombre que mejor contribuye hoy a su desprestigio y abominación, pues fracasar en la sombra y en silencio porque los comunicadores y los medios son enviados a las cárceles, el exilio y los cementerios, le da algunas alas a la mentira, pero ante cámaras y micrófonos y periódicos y revistas donde el fracaso es reseñado minuto a minuto, hora a hora y día a día, es su liquidación definitiva.

En otras palabras, que el socialismo en su despedida tardía, decadente y senecta no tuvo la suerte de morir en manos de figuras siniestras pero trágicas como, Fidel Castro o Eric Honecker, sino de un histrión tropical, caribeño y cantinflérico como Chávez.