Libertad!

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miércoles, 26 de noviembre de 2008

Antonio Cova Maduro // Primeros análisis

Los votantes indicaron un rumbo, se trata ahora de mostrar que estaban en buen camino
Resurrecciones (la de Ledezma), decapitaciones (la de Aristóbulo) y desapariciones, de todo hubo en este espléndido domingo 23. Pero hubo más: el reconocimiento, gracias a un desliz de Aristóbulo, de la fuerza del antichavismo en Caracas -y en muchos otros sitios- que sacó a cientos de miles a votar. Se puede decir, sin temor a equivocarse, que el papel de comandante de campaña de la oposición le tocó, enterito, a Hugo Chávez Frías.
Allí están Zulia y Carabobo para probarlo. ¡Gracias por favores recibidos! Los temores de que parte de la clase media urbana se quedara en casa, viendo los toros "desde la barrera" (sus televisores), quedaron desmentidos. ¿No sería, más bien, que esos temores incrementaron -de manera decisiva, ya lo sabemos- una fuerte presión boca-a-boca sobre mucha gente para que saliera a votar? Sus votos fueron decisivos para las victorias de Ledezma, Capriles Radonski y Ocariz. Gracias, una vez más, al revulsivo que las sacó en masa a la calle: Chávez y sus repetidores.
Por todas partes aparece la fuerza de la oposición unida, y donde ella no logró sobrepasar necias ambiciones personales, como fue el caso del estado Bolívar, los resultados hablan por sí solos. Algo más grave, quizá, la ambición, con mezcla de soberbia, de los Salas, garantizó que un chavista vaya a ser el alcalde de Valencia. La candidata de Proyecto Venezuela le quitó la tajada con la que Cocciola se hubiera convertido en un baluarte de la oposición. Como todo error se paga, será el gobierno estatal de Salas Feo quien cargue con las consecuencias. Lo mismo sucedió con la confianza en sus propias fuerzas que adoptó el chavismo disidente. De haberse acercado con ánimo de unidad a la oposición constante, otro gallo hubiese cantado en Barinas y Guárico. Son tareas de fina reconstrucción por ambas parte las que se requerirán en estas zonas de disidencia.
La disidencia chavista corre un grave peligro, y si Chávez actúa con inteligencia -cosa que no le es fácil- podría liquidarla de una buena vez. El desempeño de esa disidencia en Aragua, Guárico, Sucre (extrañamente) y en Trujillo y Portuguesa (feamente), puede provocar en ellos una auténtica desbandada. En esas zonas toca a la oposición unida abrirle los brazos y garantizarles un espacio. De no hacerlo, Chávez se los tragará, como Cronos engullendo a sus hijos. Conocidos estos primeros resultados, hay que acercarse con lupa a ver los resultados de letra chiquita. Debemos conocer cómo quedó el cuadro de las alcaldías, que son, quién lo dudaría, las instituciones más cercanas a la gente, las que primero deben responder a sus urgencias y necesidades cotidianas. Otros importantes resultados los constituyen los obtenidos para los Consejos Legislativos en cada estado.
Estos podrían tener un importante significado en los estados donde la disidencia chavista era un actor importante (Barinas y Guárico), porque en ellos una eventual coalición con la oposición unida lograría el control de éstos y, consecuencialmente, un freno a sus andanzas. La oposición debería tener un comando dedicado exclusivamente a trabajar este asunto. De no hacerlo, las ofertas del chavismo se moverán raudas con ese propósito. Ojo con este asunto. Hay algo que no debemos perder de vista: con un barril de petróleo más barato que uno de agua potable, el Gobierno la tiene muy difícil para dentro de muy pocos meses. Tanto que a lo mejor la oposición termina dando gracias a Dios por no haber ganado el grueso de las gobernaciones. La campaña que el chavismo desplegó de manera obscena, con containers de neveras, lavadoras y otros electrodomésticos, así como lo que líderes de la oposición llaman el efecto nómina, se van a convertir en cicuta para el régimen.
En efecto, urgido por las encuestas, el chavismo se vio obligado a crear la ilusión del Dorado: hay plata para todo y para todos. ¡Anótense! ¿Con qué cara les dirá en los próximos meses que todo se volvió sal y agua? Que en plena elección quedaran a oscuras determinadas regiones del país dice mucho de lo que el régimen no logra hacer. Eso no hará otra cosa que empeorar y la oposición unida debe mostrar al país entero que hay otra forma de gobernar.
Y que están dispuestos y disponibles para actuar en lo que haga falta. La unidad de la oposición es su mayor tesoro, pero ésta tiene que afincarse en una capacidad y eficiencia que, por contraste, haga notoria la torpeza e incompetencia del régimen. Los votantes indicaron un rumbo, se trata ahora de mostrar que estaban en buen camino. antave38@yahoo.com

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