Libertad!

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miércoles, 29 de diciembre de 2010

ANTONIO COVA MADURO |Enero candente

Enero candente

El chavismo debe comenzar a sentir, y ya, los costos de sus vergonzosas decisiones

ANTONIO COVA MADURO | EL UNIVERSAL
miércoles 29 de diciembre de 2010 12:00 AM
Hace ya un montón de años, gracias a una exposición final en un curso de postgrado que estaba dictando en la Universidad Católica, conocí una experiencia organizacional muy singular. Se trataba de cómo un banco hipotecario encaró el severo problema que tenía con quienes habían comprado apartamentos de interés social sin tener con qué honrar sus compromisos.

El banco estaba acumulando pérdidas millonarias porque, cuando la morosidad se instalaba y la institución apremiaba a esos clientes, el comportamiento que adoptaban era el de... darse a la fuga. Un buen día, o mejor, una noche cualquiera, con el mayor sigilo y sin que los conserjes pudiesen advertirlo abandonaban el apartamento. Pero allí no concluía el asunto, pues cuando finalmente el banco cumplía con los requisitos legales para retomar el apartamento se encontraban con un desastre inenarrable. Los "fugados" habían dejado el apartamento en el suelo, literalmente.

Volver a ponerlo en pie para ser vendido le costaba millones al banco. Las pérdidas se estaban dejando sentir, y de qué manera. Por fortuna, a un influyente miembro de la junta directiva se le ocurrió recomendar entregar el asunto de la asignación de los créditos a un equipo de trabajadores sociales sobre cuyos hombros recaería la decisión y el manejo del asunto en caso de fracaso.

Para hacer el cuento corto, eso fue la salvación y los potenciales "fugados" aceptaban dejar el apartamento en óptimas condiciones a cambio de recibir la cuota inicial que habían dado para comprarlo. Las pérdidas cayeron y una lección preciosa se obtuvo de tan traumática experiencia.

Ustedes se preguntarán, ¿y a qué viene este cuento por demás interesante? Pues a que los "fugados" de este momento son los "diputados" salientes de la Asamblea Nacional que se han esmerado en dejar una situación jurídico-política insostenible a quienes la próxima semana apenas les sucederán; peor que los apartamentos del cuento. Los costos de reparación y de poner de nuevo en pie, no sólo a esa Asamblea, sino a la credibilidad que en ella necesitan depositar los venezolanos, serán cuantiosos.

Manque le pese a Hugo Chávez y la pandilla gobernante, el primer Poder Público que dejará de ser un coleto del Presidente, donde las focas, aún en mayoría, estarán acompañadas por más de sesenta tiburones que deben constituirse en el control constante de un gobierno -en la medida en que aquí hay "gobierno"- cuya naturaleza es delincuencial. Allí está la Constitución de continuo violada para testimoniarlo...

La tarea de los tiburones no será fácil, pero será vital. Se erigen en la conciencia de la nación y como tales, el reclamo constante de que se cumpla la violada Constitución. Por eso los ton ton macouttes, que tienen como función la de amenazarles para lograr su nadería y su silencio (de paso atemorizando a cualquier diputado chavista que pensare en oír a su conciencia para garantizar su futuro) se harán presentes en los alrededores desde el día mismo de la inauguración.

Eso nos obliga a estar presentes ese día. En efecto, los sesenta y tantos no son otra cosa que la punta de lanza de la Venezuela que se honra con su democracia y defiende, a dentelladas si fuere menester, el régimen de libertades públicas que recuperamos un 23 de enero de 1958.

Nadie puede dejarles solos, ni desde su casa y con cara deprimida dedicarse al malsano deporte de la queja por lo que la "oposición" no hace. Que el menguado chavismo -y el mundo que atento está- vea que es un pueblo decidido el que acude ese día y no unos cuantos arriesgados venezolanos que enfrentan a la jauría.

A otros venezolanos, en otros espacios, tocará una denodada lucha desde ahora. En los medios, a quienes se quiere amordazar, serán los periodistas y los usuarios y en las universidades será a nosotros a quienes nos tocará librar batallas. Ante nuestros alumnos, sus profesores hemos de comprometernos a no enseñar falsedades acerca del fulano socialismo que, de paso, nadie escogió voluntariamente en este país; mientras, los estudiantes deben dar el testimonio que su país espera. ¿Caliente enero? ¿Qué creen?

El chavismo debe comenzar a sentir, y ya, los costos de sus vergonzosas decisiones, de sus estropicios. Las facturas de las tropelías deben presentarse apenas abra enero, porque la postración por la incompetencia tiene unas cobranzas más dilatadas. Lo que le espera al chavismo apenas abra los ojos el nuevo año dejará pálido a lo que han encarado hasta ahora. Se acerca veloz el tiempo de pedir cacao.

antave38@yahoo.com

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