Cumplir la palabra
Editorial
Viernes, 17 de diciembre de 2010
Ha estado el Presidente visitando refugios de damnificados por las lluvias, llenos de familias que han perdido sus casas o éstas han quedado de tal forma que no pueden regresar a ellas, y les ha prometido a cada una de esas familias viviendas nuevas en un plazo no mayor de 18 meses a partir de ahora. Lo ha prometido, en todos los casos, como un compromiso personal, no sólo del gobierno, un compromiso de Hugo Chávez Frías. Y para que no quede duda alguna, ese compromiso lo ha transmitido cada vez mediante cadenas de radio y televisión, poniendo así al país entero como testigo.
El mejor deseo que podemos tener, independientemente de nuestros conceptos políticos y económicos, es que ese compromiso del Presidente se cumpla esta vez hasta el mínimo detalle.
Nos inquieta, sin embargo, recordar aún sin quererlo, compromisos anteriores del Presidente, como los asumidos públicamente –siempre en radio y televisión- respecto a los niños de la calle, a la recuperación y reimpulso de las empresas básicas de Guayana, ofrecimientos salariales y prestacionales a los trabajadores de todo tipo de empresas y, varias veces, en el tema de la vivienda popular.
Nos anima ver y escuchar cómo el Presidente esta vez no se limita a ofrecer, sino que compromete su palabra. Pero al mismo tiempo nos desanima comprobar cómo gasta tiempo, esfuerzos y palabras para apresurar leyes que no contribuyen a resolver problemas fundamentales como la vivienda y la recuperación económica de los venezolanos, sino que están netamente concebidas para descoyuntar al sistema de gobierno regional y la descentralización, para recortar aún más la libertad de expresión y de pensamiento y para dar una rígida estructura vertical de mando al mismo Presidente.
En ese sentido no podemos evitar recordar también la palabra empeñada de Hugo Chávez como candidato presidencial y en su inicio como Presidente, de respetar la propiedad privada, la libertad de expresión y los derechos constitucionales de todos los venezolanos.
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