Argimiro Torres*
LLueve, LLueve, LLueve y... ¡LLueve!
Y parecen, blancas cascadas del cielo
¿Qué se oculta detrás del deshielo?
Las nubes siempre dicen... ¡Espere!
Esperan los polluelos y acurrucados
uno a uno con la cabeza enhiesta
Luego se acercan los seres amados
Como el niño de la madre a la teta
Vuela siempre presta el águila arpia
Con sus grandes garras en espera
Huya toda alma solícita y rastrera
En procura y cuidado de su cria
Esperando arriba van las nubes
Que te asomes grande sol radiante
La tierra seca más el agua errante
Tal la leche, hambre, boca y pubis.
*Médico poeta
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