Libertad!

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lunes, 30 de junio de 2008

Entrevista a Carlos Raúl Hernández

“Hasta Lina Ron le mama gallo cuando luego de proclamarle su amor lanza sus propios candidatos”
Roberto Giusti/El Universal
No obstante su condición de teórico y a pesar de su origen (la academia), Carlos Raúl Hernández reivindica el oficio del político, tan desprestigiado en los últimos tiempos que fue desplazado por una suerte de diletantismo, culpable, a su juicio, de los reiterados fracasos de la oposición durante la última década.
Pero los denostados y ofendidos, anuncia, no sólo han vuelto sino que, además, le están torciendo el brazo al chavismo.
-Hay una tesis sobre la estrategia de Chávez según la cual pretende radicalizar el proceso (una muestra es la ratificación de las inhabilitaciones) para recuperar el terreno perdido, ganar las elecciones y reeditar su proyecto político.
Pero hay otra que considera las rectificaciones, en su intento de imponer la reforma constitucional, como un movimiento táctico inevitable y señal de una posible derrota el 23N que no sabe cómo evitar. ¿Con cuál de las dos tesis te identificas?
-Chávez viene sufriendo derrotas y retrocediendo a partir del cierre de RCTV y luego del 2D. Algo debe haber aprendido luego de esas dos experiencias y se ha fijado la meta de recuperarse de aquí al 23 de noviembre.
De allí que los retrocesos de los último meses sean tácticos porque su carácter antidemocrático sigue siendo el mismo. Simplemente pretende cubrirse hasta el 23 de noviembre y si llegara a triunfar, algo que luce improbable, seguramente vendría una ofensiva estratégica para salirse con la suya e imponer su proyecto totalitario. Claro, de aquí a noviembre pueden producirse muchas sorpresas”.
-Hablas de retrocesos y sin embargo Chávez insiste en imponer las inhabilitaciones, a pesar del riesgo electoral que implican por el rechazo que provocan en la gran mayoría de los encuestados.
-El está metido en una trampa doble donde no tiene nada que ganar. Si mantienen las inhabilitaciones se enfrentan con el rechazo del 80% de la ciudadanía y si…
-Pero eso no implica que pierda la alcaldía metropolitana. A pesar del rechazo podría ganar su candidato si Leopoldo López queda fuera de carrera.
-Así es. Deben estar calculando cuál es el peor de los males y cuál el mal menor. Y me parece que para ellos este último estriba en las inhabilitaciones. Lo otro significa darle a la oposición Caracas y Miranda.
-Ahora, si el chavismo se debate entre un mal menor y otro peor, ¿no se saldría de la trampa impidiendo la celebración de las elecciones?
-La pregunta que surge en ese caso es si atreverá a cancelar las elecciones. Creo que sólo una catástrofe natural, un terremoto político o una invasión de los marines podrían evitarlo. Y si lo hace las consecuencias políticas son impredecibles.
-Es decir, lo que antes era un factor para concentrar mayor cantidad de poder se le convierte ahora en un evento indeseable, pero al mismo tiempo inevitable.
-No tiene otro remedio. Al fin y al cabo existen unas hilachas de constitucionalidad que está obligado a mantener para sobrevivir políticamente.
-¿No crees que esa situación, casi de acorralamiento, lo puede impulsar a patear la lampara?
-Pero cada vez que ha intentado tomar medidas radicales (reforma del currículum, ley sapo) para precipitar el desarrollo de una sociedad totalitaria, los resultado han sido peores.
-Pero son medidas que ha querido imponer, como lo hacía antes, sin el uso de la fuerza, innecesaria en el pasado porque gozaba de un respaldo popular que ya no tiene.
-A él no lo mantiene el uso de la fuerza. Alguna gente cree que el de Chávez es un gobierno militar y esa es un visión turbia de la realidad. Este es un régimen carismático cuya fuente de poder no son los militares sino Chávez, aunque ellos juegan un papel importante en su adhesión ideológica incondicional.
Además, internacionalmente todavía es considerado, de alguna manera, como un demócrata. Cada vez menos, pero hasta ahora lo ha mantenido el hecho de ser visto como un mandatario democrático enfrentado a rabiosos momios de derecha.
Lo ocurrido en la plaza Altamira le dio un espaldarazo porque ante el mundo un presidente acusado de dictador tenía un golpe de estado light montado en una plaza pública. Ahora, si se le ocurriera hacer lo que dices, se quebraría el sustento social que aún le queda en la sociedad y en las Fuerzas Armadas.
-¿Es, entonces, Chávez, un demócrata a su pesar?
-Así es. Por la fuerza. Un demócrata a disgusto, pero eso lo sostiene. Si tomara el camino de la violencia y la represión habría una reacción internacional (OEA) y el cuadro pasaría a ser algo muy distinto.
-Si llegamos a las elecciones y la oposición gana, lo que implicaría una redistribución y descentralización del poder, es decir, lo contrario de lo que persigue Chávez, ¿cómo te lo imaginas manejándose en ese escenario?
-No le quedaría otra sino aprender lo que hasta ahora no aprendió. Eso conduciría, de cualquier manera, a una situación de debilitamiento para Chávez porque no sabe gobernar en términos democráticos.
El no va a aceptar, como Carlos Andrés Pérez, que un Andrés Velásquez se le pare en una reunión y le cante cuatro cosas. Primero se muere de un infarto. Aunque debería entenderlo porque ya está ocurriendo en su propio partido.
Está claro que la imagen todopoderosa de Chávez ha muerto. Hasta Lina Ron le mama el gallo cuando, luego de proclamar que lo ama y le obedece ciegamente, lanza candidatos distintos a los suyos.
Lo que se ha formado el PSUV después de las famosas primarias es una especie de rochela con el liderazgo de Chávez. El PPT y el PCV dicen que aman la revolución pero advierten que el candidato en Guárico es Albornoz.
Chávez ya es una caricatura de lo que fue tiempo atrás.
-¿Es una caricatura por haber democratizado la elección de los candidatos?
-Esas primarias consagraron la lesión del liderazgo de Chávez. La imagen de hombre duro, recio, imbatible e intraficable, se cayó. Es un hombre que gruñe mucho pero a quien nadie le hace caso.
-Si tradicionalmente él era quien decidía las candidaturas, ¿por qué cambió al método democrático que ahora lesiona su liderazgo?
-Aparentemente democrático porque todo el mundo sabe que esas fueron unas elecciones de la administración pública.
-Entonces, ¿no obedece la rochela a que Chávez quiso imponerse, como siempre, pero en esta oportunidad la gente no lo aceptó?
-El logró imponer muchos de sus candidatos pero se produjo la reacción de quienes fueron derrotados por la maquinaria.
-Ese declive del liderazgo de Chávez, que va desde lo interno a lo externo y también de lo externo a lo interno, ¿es definitivo?
-Lo más difícil es que se recupere. Lo más fácil que no pueda.
Él es un hombre de muchos recursos y no me refiero únicamente a los de carácter económico.
-Hay que darle gracias al cielo porque la oposición ha acuñado bien el esquema de campaña electora. La confrontación no la está planteando con Chávez sino con sus delegados, con sus emisarios sobre la tierra. Y eso le mina poder desde abajo que, en este momento, es la única vía posible.
-¿Quieres decir que la oposición se ha centrado en campañas…?
-Sectoriales, específicas, basadas en problemas locales. En Carabobo, la campaña puso el foco sobre los problemas creados por el gobernador Acosta Carlés.
En ese sentido la estrategia de Salas Feo ha sido muy precisa y entre otros señalamientos sus denuncias sobre las mafias de Puerto Cabello lo han disparado en las encuestas ante un chavismo dividido y debilitado.
-Hay quienes piensa lo contrario y afirman que es necesario resaltar el carácter extraordinario de unas elecciones donde está en juego mucho más que 24 gobernaciones y 330 alcaldías.
-En esa trayectoria que es el destino del país, las elecciones de gobernadores y alcaldes constituyen un punto de inflexión. Después vendrán las elecciones para la Asamblea Nacional. Esas son manifestaciones concretas de nuestro destino nacional.
Me preocupan esas tesis según las cuales las elecciones no importan nada al lado de “problemas trascendentes”. Ahí está el caso de algunos veteranos dirigentes políticos quienes, en su momento, retiraron las postulaciones a la Asamblea Nacional aduciendo que unas cuantas curules no eran nada cuando lo que estaba en juego era el destino del país.
-Por lo que dices la oposición, a diferencia de épocas pasadas, está actuando con madurez e inteligencia.
-La oposición se puso los pantalones largos porque durante un período muy largo fue dirigida por diletantes, gente que no estaba involucrada existencialmente en la política. Y esa fue una de las causas de los desastres pasados.
Afortunadamente los políticos le perdieron el miedo a esos notables y decidieron asumir su responsabilidad. Y así es mucho mejor porque éstos últimos están formados en el combate, saben cómo se confronta, cómo se negocia.
Saben medir fuerzas, cuándo se puede ganar y cuándo no. Los otros no saben de eso porque son principistas, valorativos y grandilocuentes.
-Entre los políticos de oficio esa virtudes suelen convertirse en vicios. A veces predominan los intereses mezquinos, la cortedad de miras, el beneficio personal.
-Pero también está el interés por sobrevivir. Los políticos saben que su única forma de exitencia sólo la garantiza el sistema democrático. Están conscientes de que los primeros en ser defenestrados por cualquier entronización autoritaria son ellos.
Autor: unvenezolanomas
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