Estos tres elementos son causantes, entre muchas otros, de las tribulaciones por las que atraviesa Chávez, desde el 2 de diciembre pasado. Si a ello le sumamos la peligrosa caída de los precios del petróleo, la creciente inflación, la inseguridad personal y el deterioro general de la calidad de vida, podemos concluir, sin mucho esfuerzo, que lo que resta de año no va a ser un lecho de rosas para los caporales de la revolución bolivariana y, mucho menos, para los venezolanos.
Las elecciones regionales, poco a poco, se van convirtiendo en un callejón sin salida para el régimen. La última encuesta de Keller y Asociados (3er. Trimestre de 2008), da cuenta de 16% de chavistas duros, frente a 39% de opositores intransigentes. Mientras 25% de los consultados se consideran chavistas críticos, dispuestos a no seguir las iniciativas oficialistas.
O sea, la suerte del PSUV y, por ende, la de sus candidatos está dependiendo de alguna eventualidad lejana. Como lo he dicho en anteriores columnas el efecto portaaviones del Chávez se desvaneció. Eso explica por qué el acto de inicio de campaña, con la presencia del Presidente de la república, se realizó en el Poliedro de Caracas (tiene un aforo cercano a las 12 mil personas). Atrás quedaron los mitines masivos de la avenida Bolívar. Atrás quedaron también los potentes binoculares, capaces de divisar hasta el lejano Petare. La intolerancia política y las oportunidades perdidas han hecho mella en la popularidad del líder único.
De otra parte, el caso del “maletín boliburgués” en Miami, ha destapado la olla podrida de la corrupción revolucionaria y su devoción por el denostado imperio. Independientemente de si esa boloña de dólares, iba destinada o no, a la campaña presidencial de los esposos Kirchner, lo importante, para el país, es saber la procedencia de los mismos y la responsabilidad de los altísimos funcionarios del Ejecutivo, involucrados en la mafiosa operación. Y, para infortunio del mandamás de Miraflores, cada día surgen nuevas y comprometedoras evidencias. Los hechos son tan evidentes que las descalificaciones y bravuconadas, nada van a conseguir. El daño está hecho.
La verdad saldrá a relucir salpicando a más de uno de los santones de la revolución. El afán de ocultarlo todo con base en mentiras y palabras altisonantes, de suplir la realidad con audaces huídas hacia delante desenterrando símbolos belicistas, no cuenta en esta oportunidad.
Por eso el jinete solitario, tiene que ir por el mundo comprando solidaridades a como dé lugar.
La botija de petrodólares todavía da para seguir despilfarrando el dinero de los venezolanos. Pero, eso tiene un límite. Chávez lo sabe, y también sabe que el juego de caja es cada vez menor. Los resultados de noviembre robustecerán y le darán un mayor dinamismo y vigor a los partidos políticos y a la sociedad civil para seguir resistiendo estoicamente las feroces embestidas autoritarias. Como consecuencia la democracia saldrá, indefectiblemente, fortalecida. Eso crispa los nervios de quien se sentía, hasta ahora, nimbado por los dioses.
Entonces, ante esta oportunidad democrática de seguir adelante con un nuevo triunfo en puertas, de nada valen los anuncios reiterados de golpe de Estado para enlodar el agua. El camino tiene que ser necesariamente democrático, aun cuando, se requieran mayores bríos y una fuerza de voluntad acerada. De allí la pertinencia de los planteamientos civiles del Movimiento 2/D. ¿A qué le temen estos revolucionaris de nuevo cuño? ¿Será a la vigencia de las libertades?
freddylepage
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