Desde el infierno, emerge la mano ensangrentada. Fidel recuperó el control del gobierno
Días después de la pesadilla, los amigos van a los escombros humeantes de la casa de Carrie. Y de las cenizas, desde el infierno, emerge la mano ensangrentada. Fidel Castro recuperó el control del gobierno cubano. Algunos planteaban que, con Raúl Castro, la apertura sería inevitable, mientras otros, que era más de lo mismo, e incluso, peor de lo mismo. Su sanguinaria trayectoria lo avalaba. Mientras Castro I estuvo prisionero de la enfermedad, -algunos observadores ironizaban que tenía enfermedad por cárcel-, Castro II hizo movimientos decididos para controlar los aparatos del partido, el gobierno y las fuerzas armadas, y darle paso a un régimen más viable.
Comienzan así las reformas pactadas desde hacía tiempo con emisarios de Bush. La tenue liberalización permitió que los cubanos se asomaran al mundo moderno con celulares, anuncios contra el igualitarismo y la denuncia de lo que Castro II llamó las "prohibiciones inútiles".
Menos ametralladoras y más comida significaban sus elípticas afirmaciones.
En silencio Castro I hospitalizado calló ante las incipientes Glasnost y Perestroika y muchos lo dieron por derrotado -no por el hermano, sino por las Parcas- cuando descabezaron a sus delfines Pérez Roque, Carlos Lage y Ricardo Alarcón (a los dos primeros, él mismo los acusó de traidores). Con la purga, Castro I quedaba políticamente desmembrado.
Mientras duró su ilusión, Castro II mantenía distancia de Chávez y no se retrataba con él. Le daba trato displicente, como en la reunión del ALBA 2008 en Cumaná. Chávez jamás lo mencionaba. Pero la ilusión sólo tenía validez en condiciones de inutilidad o muerte del líder.
Eran conflictos de sucesión en un aparato integralmente fidelista y en el que predominaba Castro II sólo y sólo frente a los demás, no frente al jefe. Y si éste estaba aparentemente inutilizado, sin extremidades dentro de Cuba, rápidamente consiguió prótesis fuera: comienza la "radicalización del proceso revolucionario" en Venezuela. Chávez presenta una propuesta de reforma constitucional en 2007, en la que iba a fondo con la destrucción del esquema democrático, continúa y profundiza la acción de ALBA, ahora con un nuevo fámulo: Honduras.
El mensaje a la cúpula cubana quedaba claro: si la revolución avanzaba en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Honduras& ¿cómo es que retrocedería en Cuba? Castro I retoma el poder, y salud, con una de sus asombrosas maniobras que lo han mantenido cincuenta años y Raúl, al parecer, acepta ser segundón en ALBA, como en la reunión de apoyo a Zelaya en Managua de julio 2009.
Pero el tiempo se acaba.
carlosraulhernandez@mail.co
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