Libertad!

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jueves, 6 de enero de 2011

Isa Dobles : El momento de la verdad ha llegado

En este momento está ya instalada la Asamblea Nacional en Venezuela, y las intervenciones, en un careo que dice mucho de lo esperado y lo que está por venir, se efectúan entre pitadas, gritos, provocaciones, abucheos y trompetillas. Nada que -a estas alturas- nos pudiera sorprender y aligerarnos este peso terrible que desde hace 12 años llevamos en el corazón. Ya es bastante estar allí, en las condiciones que sean. Como debimos estar desde hace tiempo. Y no lo recuerdo porque yo fuera una de las candidatas independientes que había aceptado meterse en esa lucha por el circuito caraqueño de La Vega y El Paraíso. Un circuito duro, en ese entonces, un terreno que significaba mucho esfuerzo personal, y más para una mujer que a sus 70 años, con los naturales problemas de esta edad, debía cumplir con la intensidad que requería la gente del circuito, con la esperanza de poder representarlos en su propia lucha, no sólo por la democracia sino por la misma suya con tantas dificultades y necesidades.


A eso había que agregar la situación de los partidos y la misma desconfianza natural de sus bases. A mí me convencieron diferentes personas de los distintos partidos, especialmente Primero Justicia y Acción Democrática. El día que decidieron no participar, los independientes no tuvimos ningún acercamiento o información coherente. Simplemente se cambió una decisión política. Hoy hay que olvidar todas esas circunstancias, que son realmente argumentos del chavismo para confrontar a los diputados y a la oposición en general. Allí están estos hombres y mujeres que tienen que planificar muy bien cada paso, aguantar presiones y abusos de poder, y sobrevivir en un Parlamento que, desde su inicio, marca cada round en un ring de boxeo. Si uno quiere darse una idea exacta de lo que es obvio, allí está la prohibición a Globovisión de transmitir las sesiones.


Los brazos del pulpo -y no precisamente aquel pulpo amable como del fútbol, sino el militarismo perverso desde Miraflores-, no puede pasar por alto la oportunidad de seguir atropellando al medio informativo que lleva Chávez como un clavo en la obscuridad de su personalidad cuajada de desórdenes psíquicos, que lo hacen inaccesible a los sentimientos de respeto, conciliación y empatía.


La conciencia de Venezuela, que produjo una votación mayoritaria, y aun así no pudo con las maquinaciones de Hugo y Fidel, descubre ya lo que la simulación esconde, ya la maldad no lo asombra, pero está luchando para no ser prisionera en la cárcel individual que motiva el tenebroso quehacer. Estamos renaciendo de un precipicio profundo en el que colgamos por casi 12 años sin permitirnos caer. Tenemos que erguirnos unidos, brazo con brazo. No vamos a luchar por ideologías, pero sí por el ideal de libertad, que nos es merecido.

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