Libertad!

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miércoles, 26 de enero de 2011

Lamentable concentración opositora...

Alejandro Pietri C.
Lamentable la concentración opositora del 23/1/2011. No parece haber sido importante para la dirigencia opositora ni la fecha ni la situación actual. La primera como recordatorio insistente de que haber salido de una dictadura nos capacita para salir de la actual, y la segunda para denunciar en la calle, en público, con el discurso duro y agresivo y galvanizante que sólo allí se consigue -si se quiere- ante una multitud que lo esperaba y exigía, el régimen comunista que nos despoja de libertad y vida.

Las caras serias y decepcionadas fue la tónica de una menguada conglomeración que hizo añorar aquellas grandes masas que obligaron al régimen, acobardado, a pedir ayuda a la OEA para enfriar las calles.

Esperábamos ver a los nuevos diputados opositores, no haciendo el ridiculísimo “parlamentarismo de calle” –frase populachera del régimen que han aceptado con nauseabunda indiferencia-, sino denunciando el nuevo reglamento de debate decidido por una moribunda asamblea que nunca representó a nadie por que fue el producto de un electorado que se abstuvo para no ser defraudado nuevamente, y que significa una amputación de derechos y funciones indispensables para la democracia; y la ley habilitante que traslada al Comediante Presidente la capacidad de legislar sobre los más importantes ámbitos de la vida nacional durante año y medio; y la imposición a la machimberra del sistema comunista que se efectúa a diario con gran ruido publicitario, con aquello de que “la mayoría llegó al Sur del Lago” para justificar los despojos de tierras que deberán ser entregadas a rusos y chinos en pago de astronómicos préstamos que nunca sellarán los enormes huecos negros del presupuesto nacional originados en la ignorancia, la incompetencia y la corrupción. Y la tragedia que viven los presos políticos y sus familiares, y la muerte anunciada de Franklin Brito, que hasta ahora no ha servido para nada, y la prisión injusta y trágica de la Jueza Afiuni a quien le niegan hasta la privacidad elemental, esencial, consustancialmente humana, del examen médico, y ahora de los resultados de su biopsia por parte del “juez” de “la causa”, quien en miserabilísimo acto de violación de derechos se los niega. Y la denuncia de las nuevas leyes de algún “poder popular” del imaginario tiránico- populista con las que intentan transformar los “refugios” habilitados en propiedades privadas en viviendas socialistas, para meter una “Caracas dentro de otra” insertando el caos y la miseria en la zona urbana, sin solucionar el problema de la vivienda por el cual no hicieron nada en los últimos once años, mientras le arrebatan a los propietarios el producto de su trabajo.

O proposiciones respecto a un CNE en el que nadie cree y que decidirá la desgracia definitiva de este país en el momento en que el Comediante en Jefe así lo ordene, como por ejemplo exigir de ahora en adelante la auditoría pública del 100% de las cajas, con presencia de los medios de comunicación oficiales y privados y la realización de encuestas a boca de urna como se hace en todos los países democráticos. O denunciar el Estado paralelo, violatorio de la Constitución, que se inició con los Concejos Comunales y luego con ese otro conjunto de comunalidades con el que se intenta clavar en la vida diaria de los venezolanos un sistema de vida y control político, económico y social, absolutamente antidemocrático, esclavizante y pauperizante como lo ha sido el históricamente fracasado y obsoleto comunismo, el mismo socialismo del siglo XXI castrochavista o el castrocomunismo cubano. Y tantas otras cosas más que podrían haber aumentado la conglomeración a multitud y llenado las expectativas de una población sedienta de liderazgo.

Lamentable, triste. Los errores, las imprecisiones, las inconsistencias de la dirigencia opositora, han consolidado más al comediante presidente en el poder que los abusos que él mismo ha cometido con ese objeto.

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