Por Pedro Sánchez Castejón
Garantía de cambio
Un año después de las elecciones autonómicas y municipales, el autor repasa las políticas de los gobiernos en los que participan los socialistas
Guardar
El socialismo español siempre ha sido municipalista y federalista. Lo es en su forma de entender su propia organización interna y, coherentemente, también en su forma de entender la organización política de la sociedad. Que el poder esté bien distribuido, que sea accesible, es una condición institucional de la democracia. Y eso nos lleva siempre lejos del centralismo, por muy democrático que se declare. Por eso, al hacer nuestra Constitución, los socialistas apostamos por el Estado de las Autonomías, y cuando hemos gobernado lo hemos hecho con respeto no sólo al pacto constitucional, sino a la realidad de España. Porque la pluralidad territorial de nuestro país es algo más que una creación jurídica, es una realidad social. Una realidad sentida y querida que aborda y resuelve, cada día, algunos de los problemas más importantes de la vida de cualquiera de nosotros.
La democracia es una forma de entender la relación de los ciudadanos con el poder
Y significa también cumplir allí donde cogobernamos. En Canarias, triplicando el número de beneficiarios de la Prestación Canaria de Inserción; y en Cantabria, con la recuperación de la universalidad de la Sanidad.
Políticas que se multiplican en los ayuntamientos gobernados por socialistas, donde cumplir se traduce, por ejemplo, en luchar contra los desahucios y responder a situaciones de emergencia social, financiando suministros básicos como agua, luz, gas y alimentos a familias que no pueden sufragarlos.
Políticas, en fin, impulsadas por los socialistas en autonomías y municipios, y que traducen a la vida real de nuestra sociedad sus mejores valores. Y, en estos tiempos difíciles, también es justo reivindicar el trabajo de quienes, como hacen mis compañeros, se empeñan en mejorar el mundo y lo consiguen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario