Emilio Nouel
Donde quiera que vamos, la misma queja. ¡Hasta cuándo elecciones¡ ¿No hay acaso problemas graves de qué ocuparse? El hampa dentro y fuera del gobierno está haciendo de las suyas, y el Presidente y sus seguidores sólo se ocupan de decir mentiras y hacer campaña para cambiar la constitución y eternizarse en el poder.
¿Por qué no resuelven el problema de los apagones, la falta de medicinas en los hospitales o el estado deplorable de las calles y carreteras?
Ése el clamor de la mayoría de los venezolanos de todos los estratos sociales, incluidos los chavistas. El cansancio, más bien, el agobio de éstos, es ya insoportable.
Nadie puede comprender cómo un gobierno que ha sido incompetente hasta en recoger la basura, en lugar de rectificar, se dedica sólo a despilfarrar enormes cantidades de tiempo y dinero en cuestiones innecesarias.
En las últimas intervenciones del Presidente no se encuentra una sola referencia a las matanzas que ocurren en Venezuela. Las cifras que las mismas autoridades dan sobre los homicidios ocurridos son escalofriantes. Miles de compatriotas han dejado sus vidas en manos de una delincuencia sin límites.
Se rasgan las vestiduras ante las muertes en Palestina, pero no oímos repudiar las muertes que cometen sus amigos de las FARC o la mortandad que hay en Zimbawe en estos días.
¿Qué extraño mecanismo psicológico, ambición egoísta desmedida o locura ideológica los impulsan a huir de la realidad, sobre la que les corresponde actuar, para ocuparse de asuntos ajenos?
A pesar de los cuestionamientos de muchos, el Presidente sigue enviando dinero al extranjero para apuntalarse con sus amigos gorrones.
En su delirio, le tienen sin cuidado las perspectivas económicas sombrías en lo internacional y nacional y el bombeo de regalos al exterior se mantiene de manera irresponsable.
Su codicia patológica de poder le impide un mínimo de racionalidad. Todo debe ser puesto al servicio de aquella. Hombres y mujeres, instituciones, partidos, empresas del Estado, organizaciones de la sociedad, ministros, alcaldes y diputados. Que nadie se distraiga en las labores de gobierno. Vacaciones para los vagos de la Asamblea Nacional. Hay que pararlo todo.
Está prohibido perseguir al hampa o arreglar el tráfico de carros hasta que se obtenga el objetivo de la reelección indefinida. Porque es ésta y no otra cosa lo que persigue.
Ilusos los que se comen el cuento de que con la inclusión de la reelección para otros cargos se estarían ampliando los derechos políticos de los ciudadanos. Bull shit. Lo que se busca es acrecentar los derechos del déspota.
¿Por qué en lugar de embarcarse en una nueva confrontación electoral o en inventar conspiraciones, no se deciden a gobernar de una vez por todas?
Ésta sería una actitud sensata que incluso les reportaría beneficios políticos, pero no es la sensatez lo que los caracteriza. La locura en la que los ha metido el mandón, no les deja ver las conveniencias de todos, ni las de ellos mismos como dirigentes.
¡Pónganse a trabajar, haraganes indolentes, busquen oficio¡ Ojalá que el pueblo en el referéndum anticonstitucional convocado, los meta en cintura de nuevo, como en el 2007.
emilio.nouel@gmail.com
¿Por qué no resuelven el problema de los apagones, la falta de medicinas en los hospitales o el estado deplorable de las calles y carreteras?
Ése el clamor de la mayoría de los venezolanos de todos los estratos sociales, incluidos los chavistas. El cansancio, más bien, el agobio de éstos, es ya insoportable.
Nadie puede comprender cómo un gobierno que ha sido incompetente hasta en recoger la basura, en lugar de rectificar, se dedica sólo a despilfarrar enormes cantidades de tiempo y dinero en cuestiones innecesarias.
En las últimas intervenciones del Presidente no se encuentra una sola referencia a las matanzas que ocurren en Venezuela. Las cifras que las mismas autoridades dan sobre los homicidios ocurridos son escalofriantes. Miles de compatriotas han dejado sus vidas en manos de una delincuencia sin límites.
Se rasgan las vestiduras ante las muertes en Palestina, pero no oímos repudiar las muertes que cometen sus amigos de las FARC o la mortandad que hay en Zimbawe en estos días.
¿Qué extraño mecanismo psicológico, ambición egoísta desmedida o locura ideológica los impulsan a huir de la realidad, sobre la que les corresponde actuar, para ocuparse de asuntos ajenos?
A pesar de los cuestionamientos de muchos, el Presidente sigue enviando dinero al extranjero para apuntalarse con sus amigos gorrones.
En su delirio, le tienen sin cuidado las perspectivas económicas sombrías en lo internacional y nacional y el bombeo de regalos al exterior se mantiene de manera irresponsable.
Su codicia patológica de poder le impide un mínimo de racionalidad. Todo debe ser puesto al servicio de aquella. Hombres y mujeres, instituciones, partidos, empresas del Estado, organizaciones de la sociedad, ministros, alcaldes y diputados. Que nadie se distraiga en las labores de gobierno. Vacaciones para los vagos de la Asamblea Nacional. Hay que pararlo todo.
Está prohibido perseguir al hampa o arreglar el tráfico de carros hasta que se obtenga el objetivo de la reelección indefinida. Porque es ésta y no otra cosa lo que persigue.
Ilusos los que se comen el cuento de que con la inclusión de la reelección para otros cargos se estarían ampliando los derechos políticos de los ciudadanos. Bull shit. Lo que se busca es acrecentar los derechos del déspota.
¿Por qué en lugar de embarcarse en una nueva confrontación electoral o en inventar conspiraciones, no se deciden a gobernar de una vez por todas?
Ésta sería una actitud sensata que incluso les reportaría beneficios políticos, pero no es la sensatez lo que los caracteriza. La locura en la que los ha metido el mandón, no les deja ver las conveniencias de todos, ni las de ellos mismos como dirigentes.
¡Pónganse a trabajar, haraganes indolentes, busquen oficio¡ Ojalá que el pueblo en el referéndum anticonstitucional convocado, los meta en cintura de nuevo, como en el 2007.
emilio.nouel@gmail.com
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