Stalin Gonzalez
Este año comienza a acelerarse. Todos aquellos proyectos que desde 2007 están paralizados se apuran. Como se acercan los comicios presidenciales, la agenda de 2012 debe estar cargada de inauguraciones y costosos actos que garanticen al Presidente su (nada nueva) forma clientelar de conectarse con la gente. Veremos entonces con bastante beneplácito (por aquello de ver que se le entregue al pueblo alguito de lo prometido) cómo se intentará entregar casas, sistemas de transporte, becas, salarios que se adeudan, obras de recuperación de espacios. En fin, esperemos que por lo menos cuenten con la calidad que se necesita y que no sea un trabajo hecho a la machimberra para ganar indulgencias (o votos para ser exactos).
A principios de 2010 se expropió una serie de locales comerciales que rodeaban la plaza Bolívar, dizque para rescatar el casco histórico. Empero, hoy podemos ver cómo el estado de estas edificaciones -en las que además trabajaban una buena cantidad de personas- se hallan cerradas y sin utilidad pública aparente. Así como este tema que está sumergido en una gran letanía, se encuentra la mayor parte de las calles del Municipio Libertador, dónde sólo se reparan los tramos gruesos. Puro maquillaje para que no se diga que la Caracas socialista es sólo ilusión.
El ferrocarril es otro ejemplo de la negligencia del Gobierno. A lo largo de la regional del centro se encuentra el equipamiento que se levantó y que probablemente se retome gracias a las elecciones. Existen mayorías tan decepcionadas que ya comienzan a aparecer, incluso en las páginas e instituciones del propio gobierno, informes sobre los niveles de corrupción. Es tanto, que hasta el Presidente en un acto del PSUV hubo de admitirlo.
Las memorias y cuentas de los ministros no muestran el detalle de partidas como la de relaciones sociales (montos mil millonarios), o las partidas que pagan a toda la burocracia que ha levantado el Estado, principal patrono en nuestros días. Poco nos dijeron de los créditos adicionales Nada reportaron sobre los recursos asignados a los fondos que poseen uso discrecional. Pero hay una buena noticia: 2012 es año electoral. Entonces los venezolanos debemos hacernos de nuestra actitud descarada y exigir que se culminen aquellas obras que son para nosotros de mayor relevancia, a ver si salimos ganando en el kino de las elecciones.
Caracas, capital que posee mil autoridades que la gobiernen y organicen, adolece de un sistema de transporte masivo conforme con el aumento poblacional. Carece de políticas serias que integran la ciudad formal de la ciudad informal. No posee una alternativa de vivienda adecuada a la cantidad de gente que nos ha llegado. Pero eso sí, tiene lo más importante que debe contar en estos momentos una región para ser beneficiada: una gran masa de votantes que captar. Eso le abre un abanico relevante a las demandas que tenemos quienes soñamos con un espacio distinto.
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